Sholan caminó con paso firme a través de los intrincados pasillos de Kamar-Taj, un lugar que emanaba sabiduría y misterio en cada rincón. La tenue luz de las lámparas iluminaba su camino mientras ascendía las escaleras hacia la cámara principal, donde esperaba encontrar a la Ancestro. A pesar de su recién adquirida fortaleza y transformación, no podía evitar sentir un respeto profundo por la mujer que había guiado a generaciones de hechiceros.
Al entrar en la sala, encontró a la Ancestro sentada en meditación, rodeada por un aura de calma absoluta. Sin embargo, sus ojos se abrieron al instante, como si hubiera estado esperando su llegada.
—Sholan, tu energía resuena de una manera diferente ahora —dijo la Ancestro, su voz tranquila pero inquisitiva—. ¿Qué te trae aquí?
Sholan levantó la mano, mostrando la carta de Sun Ji Woo, el Monarca de las Sombras. La imagen parecía vibrar con un poder contenido, como si el ser en su interior estuviera esperando ser liberado.
—He venido a hablar contigo porque necesito tu ayuda. He reflexionado mucho y he llegado a una conclusión: para proteger a la Tierra, para garantizar su futuro, necesito ser más fuerte. Pero no puedo hacerlo solo. Tengo un plan... uno muy preciso.
La Ancestro lo miró con interés, inclinando ligeramente la cabeza.
—Continúa.
Sholan respiró profundamente antes de hablar, sus palabras cuidadosamente medidas.
—He observado tus acciones y he comprendido que tu objetivo siempre ha sido proteger este mundo, incluso cuando tus métodos no siempre son comprendidos. Mi propuesta no solo me fortalecerá, sino que también garantizará que la Tierra tenga un ejército capaz de enfrentar cualquier amenaza futura.
La Ancestro entrecerró los ojos, estudiándolo.
—Un ejército, dices. ¿Y cómo planeas lograr algo tan ambicioso? —preguntó, señalando con la mirada la carta que aún sostenía.
Sholan asintió.
—Esta carta es la clave. Contiene a un ser llamado el Monarca de las Sombras, una entidad cuya existencia misma es una manifestación del equilibrio entre la luz y la oscuridad. Para despertarlo y utilizar su poder, necesito una fuente de energía específica. Una que solo puedo obtener de la Dimensión Oscura.
La Ancestro guardó silencio por un momento, atando cabos. Finalmente, habló.
—¿La Dimensión Oscura? ¿Estás sugiriendo que tu plan implica usar a Dormammu? —preguntó, su tono ahora lleno de cautela.
Sholan sonrió levemente.
—De alguna manera, sí. Pero no directamente. Antes, déjame explicarte cómo llegué a esta idea.
---(Inicio del flasback)
Un recuerdo inundó la mente de Sholan, llevándolo a la conversación que había tenido con Cortana poco después de su descubrimiento sobre el Monarca de las Sombras.
—Maestro, he detectado una habilidad que has desarrollado inconscientemente —había dicho Cortana, proyectándose frente a él con una mezcla de curiosidad y emoción—. La he denominado "Cosmic Infection".
—¿Cosmic Infection? —repitió Sholan, intrigado.
Cortana asintió.
—Se formó sin querer durante tu "enfrentamiento" con Cthulhu. Al interactuar con una entidad de tal magnitud cósmica, absorbiste fragmentos de su esencia, no solo destruyéndolo, sino adaptando aspectos de su naturaleza para convertirlos en herramientas propias. Esta habilidad permite sembrar una infección cósmica en planos de existencia o entidades, propagándose lentamente y transformando la energía de dicho plano o ser en algo que puedas utilizar.
Sholan frunció el ceño, analizando sus palabras.
—¿Y cómo se relaciona esto con la Dimensión Oscura?
—Dormammu y su plano están llenos de energía oscura pura. Si utilizas Cosmic Infection en la Dimensión Oscura, podrías convertir esa energía en un núcleo de sombras, una combinación perfecta entre tu luz y la oscuridad de ese lugar. Este núcleo sería la fuente de energía ideal para despertar al Monarca de las Sombras.
---(fin del flashback)
El recuerdo se desvaneció, y Sholan volvió al presente, enfrentándose a la mirada penetrante de la Ancestro.
—Tu conexión con la Dimensión Oscura y tu control sobre la Gema del Tiempo son esenciales para esto —continuó Sholan—. Necesito que uses ambas cosas para crear una infección silenciosa en la Dimensión Oscura. Mi poder actuará como la chispa inicial, y con un bucle temporal, lograremos que incluso si Dormammu detecta la infección, no pueda detener su propagación.
La Ancestro se levantó de su posición meditativa, caminando hacia él con una expresión mezcla de curiosidad y preocupación.
—Estás jugando con fuerzas que no entiendes completamente, Sholan. Dormammu no es una simple entidad; es una fuerza primordial.
—Lo sé —admitió Sholan—. Pero este plan no solo fortalecerá al Monarca de las Sombras. También romperá tu lazo con la Dimensión Oscura, revitalizándote. Y te prometo que me encargaré de crear los retos necesarios para que Strange crezca y esté listo para cuando el momento llegue.
La Ancestro lo miró fijamente, evaluando cada palabra, cada detalle del plan que había presentado.
—¿Cuánto tiempo tomará todo esto? —preguntó finalmente.
—Al menos seis años —respondió Sholan sin titubear—. Este no es un plan a corto plazo. Pero si funciona, no solo seré más fuerte; la Tierra tendrá una defensa sin precedentes.
La Ancestro cerró los ojos, sumida en una profunda meditación. Finalmente, habló:
—Lo haré. No por ti, sino por lo que puede significar para la Tierra. Pero quiero que sepas algo: este camino tendrá un costo. Dormammu no se quedará quieto, y habrá repercusiones.
Sholan asintió.
—Estoy listo para enfrentarlas. Y juntos, podemos garantizar un futuro más seguro para este mundo.
Con la aprobación de la Ancestro, los preparativos comenzaron. La Gema del Tiempo proyectó un tenue brillo verde, envolviendo a Kamar-Taj en un aura de energía temporal. Sholan, con sus manos brillando con la luz de su propio poder, inició el proceso de la infección cósmica.
La energía comenzó a fluir, adentrándose en la Dimensión Oscura como una brisa silenciosa. Dormammu, en su trono de energía oscura, no percibió nada al principio. Pero el bucle temporal aseguraría que incluso si lo descubría, sería demasiado tarde para detenerlo.
La primera chispa del Núcleo de Sombras estaba encendida, y con ella, el inicio de un plan que se convertiría en la piedra angular para la salvación de la Tierra, el multiverso y todo el omniverso.