El grupo caminó en silencio por el oscuro pasaje más allá del Umbral, la atmósfera cargada con una energía que parecía vibrar en cada paso. La reliquia de Kazuki brillaba con una intensidad inusual, como si reaccionara al lugar en el que se encontraban.
—Este lugar... se siente diferente —murmuró Selene, con las dagas listas en sus manos.
—Es como si el aire estuviera vivo —agregó Elara, su magia brillando débilmente en la punta de sus dedos, como un reflejo de su inquietud.
Kael, caminando al frente, observaba las paredes del pasillo. Estaban cubiertas de inscripciones y grabados que parecían cambiar de forma cada vez que parpadeaba.
—Estas escrituras no son normales —dijo Kael, deteniéndose para estudiarlas. —Hablan de un poder ancestral, uno que trasciende la luz y la oscuridad.
Kazuki asintió, pero mantuvo su mirada fija en el horizonte.
—Sea lo que sea, debemos estar preparados. Esto no será fácil.
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La Sala de los Espejos
El pasaje finalmente desembocó en una vasta sala iluminada por una luz dorada que emanaba de un techo imposible de ver. En el centro había un pedestal con una esfera flotante, pulsando con una energía dorada. Alrededor del pedestal, espejos gigantes rodeaban la sala, cada uno mostrando reflejos distorsionados del grupo.
—Esto... no me gusta nada —dijo Ren, levantando su lanza mientras observaba su reflejo, que parecía moverse por su cuenta.
De repente, una risa baja resonó en la sala, haciendo eco en las paredes.
—Bienvenidos al Santuario del Alba, buscadores. Han llegado lejos, pero aquí enfrentarán su mayor desafío: enfrentarse a ustedes mismos.
Antes de que pudieran reaccionar, las imágenes en los espejos comenzaron a salir de su superficie, tomando forma física. Eran versiones oscuras de cada uno de ellos, con ojos vacíos y sonrisas malévolas.
—¡Prepárense! —gritó Kazuki, alzando la reliquia mientras su propia versión oscura avanzaba hacia él.
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La Batalla Contra las Sombras
Cada miembro del grupo fue separado por una barrera de luz, enfrentándose a su propio reflejo oscuro.
Kazuki vs. Kazuki Oscuro
Kazuki luchó contra una versión de sí mismo que parecía consumir la energía de la reliquia con facilidad.
—Eres débil, Kazuki. Siempre dependes de otros para encontrar tu camino —dijo su contraparte, lanzando un ataque con una espada formada por la luz de la reliquia.
Kazuki bloqueó el golpe con su espada y respondió:
—No soy perfecto, pero tampoco estoy solo. Mi fuerza está en mi equipo, y juntos somos imparables.
Con un grito, liberó un destello de energía de la reliquia, derrotando a su oponente.
Selene vs. Selene Oscura
Selene se enfrentó a una versión de sí misma que parecía disfrutar de la violencia, con ojos rojos brillantes y una sonrisa sádica.
—Eres tan fría porque tienes miedo de sentir. Admitelo, Selene. Te aterroriza la idea de confiar en alguien.
Selene, aunque tensa, respondió con calma:
—Quizás, pero eso no significa que no pueda cambiar.
Con movimientos rápidos y precisos, Selene logró superar a su oponente, destruyéndola con un golpe final de sus dagas.
Elara vs. Elara Oscura
Elara luchó contra una versión de sí misma que parecía disfrutar de la destrucción, con magia oscura emanando de sus manos.
—Tu compasión es una debilidad. Los fuertes no necesitan salvar a nadie más que a ellos mismos.
Elara, con lágrimas en los ojos, respondió:
—Mi compasión es mi mayor fuerza. No lucharé por odio, sino por amor.
Con una explosión de energía mágica, derrotó a su oscura contrapartida.
Ren vs. Ren Oscuro
Ren se enfrentó a una versión de sí mismo que parecía incontrolable, un guerrero salvaje sin propósito ni moralidad.
—Eres solo un arma, Ren. Un peón sin mente propia.
Ren apretó su lanza, recordando a sus amigos y las palabras de Kazuki.
—No soy un arma. Soy alguien que lucha por lo que cree.
Con un salto y un golpe decisivo, venció a su reflejo.
Kael vs. Kael Oscuro
Kael enfrentó a una versión de sí mismo que parecía consumida por el conocimiento, con ojos brillando de locura.
—El conocimiento no trae paz, solo desesperación. ¿Por qué sigues buscando lo que no puedes cambiar?
Kael sonrió levemente.
—Porque incluso en la desesperación, hay esperanza.
Con un encantamiento final, disipó a su enemigo.
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La Victoria y la Advertencia
Cuando todos los reflejos fueron derrotados, las barreras desaparecieron, y el grupo se reunió nuevamente en el centro de la sala. La esfera dorada comenzó a brillar intensamente, y una voz resonó una vez más.
—Han demostrado fuerza, voluntad y unidad. Pero lo que yace más allá del Santuario no es solo poder, sino verdad. Una verdad que podría destruirlos o liberarlos.
Kazuki extendió la mano hacia la esfera, pero Kael lo detuvo.
—Espera. Debemos estar seguros de que estamos listos. Lo que sea que encontremos, cambiará todo.
Kazuki asintió lentamente y miró a sus compañeros.
—Estamos juntos en esto. Pase lo que pase, lo enfrentaremos como un equipo.
Con esas palabras, tocó la esfera, y una luz cegadora los envolvió, llevándolos al corazón del Santuario del Alba.
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Fin del Capítulo 24.