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Chapter 4 - Capitulo 4 : Las respuestas de un enemigo

Ellian, desde su cuna, observaba todo con los ojos muy abiertos. No podía creer lo que acababa de presenciar. ¿Cómo es posible que un niño de seis años pueda enfrentarse a un enemigo así? Era impresionante y aterrador al mismo tiempo.

Noah, ahora jadeando por el esfuerzo, se giró hacia la cuna. Aunque su rostro mostraba cansancio, sus ojos reflejaban preocupación y determinación.

—Todo está bien, Ellian. No dejaré que nadie te haga daño —dijo con una voz suave, pero firme.

En ese momento, la pantalla del sistema apareció frente a Ellian. Las letras flotantes parecían brillar con un toque de ironía.

—[SISTEMA] Misión secundaria completada: Proteger a Noah Freyre Vicentis Kafgert.

Ellian parpadeó, completamente confundido. ¿Misión cumplida? ¡Pero si no hice nada!

La pantalla continuó con una explicación adicional:

—[SISTEMA] Aunque el usuario no participó activamente, el objetivo principal (la seguridad de Noah) se logró con éxito. Recompensa otorgada: Información sobre el intruso.

Ellian sintió una mezcla de vergüenza y diversión. ¿De verdad? ¿Esto cuenta como protegerlo? Si alguien me protegió aquí, fue él a mí.

La celda bajo la mansión Kafgert estaba en completo silencio, salvo por el crujir de las antorchas en las paredes. Adam, acompañado por Noah, permanecía de pie frente al intruso, quien ahora despertaba lentamente. Su cuerpo estaba atado con cadenas mágicas que brillaban con un tenue resplandor púrpura, asegurándose de que no pudiera usar su magia.

Adam cruzó los brazos, su mirada fría y calculadora.

—Intentaste atacar a mi hijo —dijo con un tono helado, que hizo que el intruso tragara saliva—. Tienes dos opciones: hablas ahora o te aseguro que lamentarás cada segundo de tu silencio.

El intruso levantó la cabeza, sus ojos llenos de rencor, pero también de miedo. Aunque trató de mostrarse desafiante, la presencia de Adam era demasiado abrumadora.

—No tienes idea de lo que está en juego aquí —espetó el hombre, su voz raspada—.

El intruso respiró profundamente, como si estuviera tratando de reunir valor.

—La Orden de las Sombras nos envió —confesó finalmente—. Su objetivo es el niño, Ellian.

Adam permaneció en silencio, pero Noah, a su lado, frunció el ceño.

—¿Por qué? —preguntó el niño, su tono firme a pesar de su corta edad—. ¿Qué quieren con él?

El intruso rio amargamente.

—Dicen que está destinado a cambiar el equilibrio del mundo es una anomalia

Adam intercambió una mirada con Noah. Aunque no lo mostró, la información lo preocupó profundamente.

—¿Y quién lidera la Orden? —insistió Adam.

El intruso dudó, pero al ver cómo las cadenas mágicas comenzaban a apretarse, decidió hablar.

—No sé su nombre. Solo sé que lo llaman "El Maestro". Nadie lo ha visto jamás, pero sus órdenes llegan a través de mensajeros como yo.

Adam asintió lentamente, procesando la información. Aunque el hombre no parecía tener mucha más utilidad, decidió mantenerlo con vida por ahora. Hizo un gesto a los guardias que esperaban en la entrada.

—Llévenselo. Manténganlo vigilado día y noche. Quiero que lo interroguen más a fondo.

Los guardias asintieron y sacaron al intruso de la celda. Una vez que quedaron solos, Adam miró a Noah.

—Has hecho un trabajo excelente esta noche, Noah —dijo con un tono que combinaba orgullo y seriedad—. Pero lo que has escuchado aquí no debe salir de estas paredes. Entendido.

Noah asintió, aunque su expresión seguía siendo seria.

—Padre, ¿qué pasará con Ellian? Si es tan importante como dicen, ¿cómo podemos protegerlo?

Adam suspiró y colocó una mano en el hombro de Noah.

—Haré lo que sea necesario para mantenerlos a salvo, a los dos. Pero esto también significa que debemos estar preparados para lo que venga. Ellian aún es un bebé, pero su destino ya está entrelazado con algo más grande de lo que imaginamos.

Noah no respondió, pero en su interior prometió que no permitiría que nada ni nadie lastimara a su hermano.

en la habitación de Ellian, el sistema volvió a aparecer frente a él, iluminando la cuna con su brillo característico.

—[SISTEMA] Nueva misión principal desbloqueada:

Investiga la Orden de las Sombras y su conexión con tu destino.

Objetivo secundario: Fortalece tu vínculo con Noah y Adam. Sus habilidades y conocimientos serán esenciales para cumplir tu misión.

Ellian cerró los ojos, dejando que las palabras del sistema resonaran en su mente. Aunque aún era un bebé, entendía que el tiempo para prepararse era limitado. De alguna manera, tendría que encontrar la forma de contribuir, de estar a la altura de quienes lo rodeaban.

En ese momento, la pantalla mostró algo más:

—[SISTEMA] Recompensa desbloqueada por misión secundaria completada:

Habilidad pasiva: Sincronización familiar.

Descripción: Potencia las habilidades de tus aliados cercanos, fortaleciendo sus capacidades durante situaciones críticas.**

Ellian sintió un cosquilleo en su pequeño cuerpo, como si algo dentro de él se activara. Aunque no podía controlarlo todavía, supo que esta habilidad sería crucial en los momentos por venir.

Mientras las luces del sistema desaparecían, Ellian hizo un juramento silencioso. Aunque Noah lo había protegido esta vez, encontraría la forma de volverse más fuerte. No permitiría que su hermano cargara con todo el peso. Su destino era proteger a quienes lo rodeaban, no ser una carga.

Y con esa promesa grabada en su mente, dejó que el sueño lo venciera.

La mansión Kafgert estaba en calma tras la captura del intruso, pero el ambiente seguía cargado de tensión. En el despacho de Adam, la luz de una lámpara mágica iluminaba los rostros de él y Rose, quienes hablaban en voz baja mientras Noah observaba desde un rincón. Aunque su expresión era tranquila, sus ojos reflejaban la misma preocupación que los de sus padres.

—No fue una coincidencia —dijo Adam, rompiendo el silencio—. La Orden de las Sombras no habría enviado a uno de sus hombres si no supieran exactamente lo que buscaban.

Rose, sentada en una silla frente al escritorio, apretó las manos con fuerza. Su cabello plateado brillaba bajo la luz, pero su rostro estaba marcado por la angustia.

—Sabía que esto pasaría algún día —susurró, su voz temblando ligeramente—. Nunca nos dejarán en paz.

Noah levantó la vista, intrigado.

—¿Qué significa eso, madre? —preguntó, su tono más maduro de lo que un niño debería tener—. ¿Por qué la Orden está interesada en Ellian?

Rose tardó un momento en responder. Sus ojos dorados se encontraron con los de Adam, buscando apoyo. Finalmente, suspiró y comenzó a hablar.

—La Orden de las Sombras es un grupo de magos que se especializan en experimentar con lo que ellos llaman "anomalías". Personas, criaturas o linajes que no encajan en las leyes mágicas del mundo. Durante generaciones, han buscado formas de controlar o amplificar esos poderes… sin importar el costo.

Hizo una pausa, cerrando los ojos como si las palabras que iba a decir fueran demasiado dolorosas.

—Mi familia, los Vicentino, somos una de esas anomalías.

Noah frunció el ceño, pero no dijo nada, esperando que continuara.

—Los Vicentino nacemos sin una constitución definida. No somos completamente hombres ni mujeres. Nuestro cuerpo cambia con el tiempo, adaptándose a las circunstancias o a nuestra voluntad, si aprendemos a controlarlo. Pero para la Orden, esa capacidad es algo más: una puerta a un poder desconocido.

Adam, que había permanecido en silencio hasta ese momento, habló con gravedad.

—Por eso asesinaron a tus padres. Querían usar a tu familia como experimentos.

Rose asintió lentamente, sus manos temblando.

—Cuando era una niña, la Orden atacó nuestra casa. Mataron a mis padres delante de mí y me llevaron con ellos. Durante años, fui su prisionera. Me sometieron a experimentos, tratando de entender cómo funcionaba mi cuerpo, cómo podían usar mi capacidad de cambio para sus propósitos.

Noah apretó los puños, su mirada endureciéndose.

—¿Cómo escapaste? —preguntó en un susurro.

Rose miró a Adam

-No habría escapado de la Orden si no fuera por Adam. respondio rose 

Noah miró a su padre con sorpresa. Adam, sin embargo, no reaccionó de inmediato. Permaneció en silencio, sus ojos carmesí fijos en Rose, como si quisiera asegurarse de que estaba lista para contar lo que había sucedido.

Rose continuó, con un nudo en la garganta.

—Cuando la Orden me secuestró, pensé que todo había terminado. Pasé años encerrada en sus laboratorios, sometida a experimentos horribles. Intentaban entender cómo funcionaba mi capacidad para cambiar de constitución, buscando una forma de replicarla. Cada día era una pesadilla. Pero entonces, un día... Adam apareció.

Noah levantó una ceja, intrigado.

—¿Padre? ¿Tú la rescataste?

—No podía dejar que siguieran haciéndole daño. 

Rose lo miró con una pequeña sonrisa era un lugar peligroso y aun así enfrentaste a un grupo de magos oscuros por mí. Arriesgaste tu vida.

Adam desvió la mirada, como si el recuerdo aún lo perturbara.

—No podía quedarme de brazos cruzados. No después de lo que te hicieron 

cuando te vi allí, encadenada y apenas consciente… supe que no había otra opción.

Rose cerró los ojos, reviviendo esos momentos.

—Recuerdo cómo irrumpiste en ese lugar. Estabas cubierto de cortes y quemaduras, 

me liberaste de esas cadenas, y cuando los magos intentaron detenerte, no mostraste piedad. No eras el Adam tranquilo y calculador que todos conocen ahora. Eras implacable. Derribaste a todos los que se interpusieron en tu camino.

Rose hizo una pausa, sus manos temblaban ligeramente mientras recordaba. Adam, por su parte, parecía distante, su mirada fija en el suelo como si el peso de aquellos recuerdos fuera demasiado.

—Incendiaste el lugar —continuó Rose, su voz baja pero cargada de emoción—. No dejaste que quedara rastro de lo que hicieron. Todo ese maldito laboratorio se convirtió en cenizas, y los gritos de esos magos aún resuenan en mi mente. Me llevaste en tus brazos, a pesar de estar herido, y no te detuviste hasta que llegamos a un lugar seguro.

Noah escuchaba con atención, sus ojos llenos de asombro. Aunque siempre había admirado a su padre, esta historia lo hizo verlo bajo una luz completamente diferente.

—Padre, ¿hiciste todo eso? —Noah, su voz apenas un susurro.

Adam levantó la mirada, sus ojos carmesí brillando con una intensidad que pocas veces mostraba.

Rose lo miró con gratitud y algo más. Aunque habían pasado muchos años desde ese día, su amor por Adam había nacido en ese momento, en medio de las llamas y el caos.

—Él me salvó la vida, Noah. Y más que eso, me devolvió la esperanza.

Noah asintió lentamente, entendiendo por primera vez la profundidad del vínculo entre sus padres.

—¿Y la Orden? —preguntó—. ¿Qué pasó con ellos después de eso?

Adam apretó los puños, su expresión endureciéndose.

—Pensé que los había eliminado por completo. Pero parece que subestimé su capacidad para sobrevivir. Ahora están tras Ellian, lo que significa que no cometí un error: ellos lo hicieron al regresar.

Rose colocó una mano sobre la de Adam, sus dedos temblando.

—No permitiré que le hagan a Ellian lo que me hicieron a mí. No esta vez.

Adam asintió, su rostro lleno de determinación.

—No lo harán. Protegeré a nuestra familia, cueste lo que cueste.

Noah miró a ambos, sintiendo cómo se encendía una llama dentro de él. Si sus padres estaban dispuestos a luchar, él también lo estaría.

—Yo también lo protegeré —dijo, su voz cargada de una firmeza que no correspondía a su edad—. Ellian es mi hermano, y no dejaré que nadie lo lastime.

Rose sonrió con orgullo, aunque sus ojos brillaban con lágrimas.

Mientras tanto, en su cuna, Ellian recibía fragmentos de la conversación a través del sistema. Cada palabra que escuchaba le daba más claridad sobre quién era y lo que significaba su linaje. el sistema lo habia despertado de sorpresa

—[SISTEMA] Información adicional desbloqueada:

El incidente Vicentino: El ataque al linaje Vicentino fue planeado por los líderes de la Orden para capturar su poder y controlar su capacidad de cambio de constitución. Se creía que todos los experimentos habían terminado con la destrucción del laboratorio, pero los registros perdidos indican que el "proyecto Vicentino" aún tiene secretos que pueden cambiar el destino del Imperio

Mientras cerraba los ojos, dejó que estas palabras se grabaran en su mente. El camino no sería fácil para el .