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Chapter 4 - Capítulo 4: Sombras y luces

El camino hacia el pueblo era polvoriento, bordeado por campos vacíos que alguna vez parecieron florecer con vida. La atmósfera estaba cargada de un silencio incómodo que solo se rompía por el crujir de las botas de Liam y Aria al caminar.

—¿Estás seguro de que es por aquí? —preguntó Liam, mirando de reojo a su compañero.

Aria asintió, apuntando hacia el horizonte, donde pequeñas chimeneas lanzaban espirales de humo.

—Ahí está. Según el mapa, es el último pueblo antes de cruzar el Valle de las Sombras.

A medida que se acercaban, el bullicio de una plaza comenzó a oírse. Puestos de madera llenaban el lugar, vendiendo frutas, artesanías, y objetos que parecían extrañamente antiguos. Pero lo que más llamó su atención fue un pequeño escenario en el centro, donde una joven de cabello café oscuro y mirada chispeante intentaba captar la atención de los transeúntes.

—¡Damas y caballeros! ¡Prepárense para el espectáculo más asombroso que jamás hayan visto! —anunció Mina con entusiasmo, aunque su "audiencia" parecía más interesada en los puestos cercanos que en su espectáculo.

Aria se detuvo, cruzándose de brazos mientras la observaba.

—No parece que esté teniendo mucho éxito.

—Quizás deberíamos ayudarla… —dijo Liam con una leve sonrisa.

Mina levantó una mano, pronunciando palabras incomprensibles mientras de sus dedos emergían pequeñas luces brillantes. Las esferas de luz giraron en el aire, formando figuras danzantes. Algunos niños se detuvieron, fascinados, pero los adultos simplemente se encogieron de hombros y siguieron con sus asuntos.

Finalmente, Mina dejó caer las manos, jadeando.

—¡Vaya público más difícil! —murmuró, limpiándose el sudor de la frente.

Fue entonces cuando vio a Liam y Aria observándola. Con una sonrisa amplia, saltó del escenario y se acercó a ellos.

—¡Ustedes dos! ¿Qué les pareció mi espectáculo?

Liam, sintiéndose un poco incómodo, respondió:

—Eh… fue interesante.

Aria, menos diplomático, agregó:

—Podría ser mejor.

Mina entrecerró los ojos, fulminándolo con la mirada.

—¡Pues gracias por el consejo, señor Crítico! ¿Y ustedes qué hacen aquí? No parecen de este pueblo.

—Estamos de paso —dijo Liam, tratando de calmar la situación—. Buscamos provisiones antes de seguir nuestro camino.

Mina lo miró con curiosidad, notando la espada que colgaba de su espalda.

—Esa espada… No es algo que uno vea todos los días. ¿Son aventureros?

Liam y Aria intercambiaron una mirada rápida.

—Algo así —respondió Aria, con cautela.

Los ojos de Mina brillaron con entusiasmo.

—Entonces, tal vez podamos ayudarnos mutuamente.

—¿Qué tienes en mente? —preguntó Aria, levantando una ceja.

—Ustedes me llevan con ustedes y me dejan unirme a su grupo. ¡Imagínense! Mina, la Gran Ilusionista, viajando con valientes héroes. ¡Seré famosa en todo el reino!

Aria soltó una carcajada.

—¿Famosa? No creo que entiendas en lo que te estás metiendo.

—¿Y tú entiendes lo aburrido que es estar aquí? —replicó Mina, cruzándose de brazos—. Además, soy más útil de lo que parezco.

Liam observó a Mina por un momento. Había algo en su actitud despreocupada que le recordaba a Ethan. Aunque Aria parecía desconfiar, él decidió darle una oportunidad.

—Está bien, puedes venir con nosotros.

—¡¿Qué?! —exclamó Aria.

—Pero con una condición —continuó Liam, ignorando a su compañero—. No haremos nada para ponerte en peligro, así que si las cosas se complican, tendrás que quedarte atrás.

Mina asintió con entusiasmo.

—¡Hecho! Prometo no ser un estorbo.

Con Mina ahora en el grupo, pasaron el resto del día abasteciéndose de comida y agua para el viaje. A medida que se adentraban nuevamente en el camino, Liam no podía evitar sentirse más optimista.

—Entonces, ¿qué tipo de trucos puedes hacer? —preguntó Aria, aún escéptico.

Mina le lanzó una sonrisa traviesa antes de hacer un gesto con la mano. De repente, una mariposa de luz apareció frente a Aria, revoloteando antes de desvanecerse.

—Tal vez no sea tan inútil después de todo, ¿eh? —dijo ella, guiñándole un ojo.

Aria suspiró, pero Liam pudo ver que intentaba ocultar una sonrisa. Aunque el viaje seguía siendo peligroso, ahora tenían un poco más de luz para enfrentarse a la oscuridad.