Elise y Luther siguieron a Darius mientras este continuaba explicándoles los puntos clave de la academia. Sin embargo, algo captó la atención de Luther: en la distancia, vio a Borik caminando junto a otros miembros del grupo de Sir Aldric. El rostro de Luther se iluminó, y le dio un suave codazo a Elise.
"Es Borik" dijo con entusiasmo, señalando hacia el grupo.
"¿Tu amigo?" preguntó Elise, siguiéndole la mirada.
Luther asintió rápidamente antes de volverse hacia Darius. "Aquí nos separamos. Voy con ellos."
Darius, sin parecer sorprendido, sonrió y levantó una mano en señal de despedida. "Como quieras. Pero intenta no meterte en problemas… Aun soy el responsable de ustedes."
Luther se rió y empezó a caminar hacia Borik, quien lo vio acercarse y levantó una mano con una gran sonrisa.
"¡Chico!" gritó Borik, con la misma energía contagiosa que siempre lo caracterizaba. Cuando Luther llegó, Borik lo recibió con un fuerte apretón de manos. "Pensé que no llegarías. ¿Cómo te va, compañero?"
"Lo de siempre, sobreviviendo" respondió Luther, con una sonrisa ladina. Sin embargo, su mirada se desvió hacia Elise, quien se había quedado ligeramente detrás de él. Borik notó su presencia de inmediato y levantó una ceja, curioso.
"¿Y quién es esta joven?" preguntó Borik, inclinando la cabeza con curiosidad.
Luther se volvió hacia Elise. "Ella es Elise. Una buena amiga que conocí durante el examen. Elise, este es Borik, alguien que definitivamente necesitas en tu equipo si alguna vez estás en problemas."
Elise sonrió tímidamente y extendió una mano. "Un gusto."
"Jajaja no pense que este cabron conseguiria amigos aparte de mi" respondió Borik, tomando su mano con una sonrisa amistosa. "Un gusto, Elise. Si eres amiga de Luther, eres amiga mía."
Mientras conversaban, una figura familiar se unió al grupo. Era Naomi, quien venía caminando con paso tranquilo, observándolos con una leve sonrisa.
"¿Y esta junta de frikis?" preguntó Naomi, cruzándose de brazos.
Luther se giró hacia ella y sonrió. "Vaya si es la reina del hielo, aunque ahora eres mas como la reina del fuego ¿no?"
"Igual de chistoso que siempre ¿eh?" respondió ella, antes de dirigir su mirada a Elise. ¿Y esta chica?
"Soy Elise" respondió rápidamente ella, esbozando una sonrisa cortés. "Encantada de conocerte."
"Lo mismo digo" dijo Naomi, devolviéndole la sonrisa.
El grupo se acomodó en un círculo improvisado mientras comenzaban a intercambiar historias sobre sus experiencias durante el entrenamiento. Borik y Naomi hablaron sobre cómo habían alcanzado el nivel 2 del núcleo inicial durante sus pruebas.
"¡Nivel 2!" exclamó Elise, claramente sorprendida. "A nosotros nos obligaron a alcanzar el nivel 3, o ni siquiera nos habrían dejado pasar."
Borik levantó las manos en un gesto de rendición. "Bueno, no todos somos prodigios, ¿verdad? Pero no está mal para lo que nos hicieron pasar."
Luther se rió, recordando las duras condiciones del entrenamiento, pero su atención pronto volvió a Elise, quien parecía disfrutar de la conversación. Pasaron un buen rato hablando hasta que el sol comenzó a ocultarse y la noche empezó a envolver la academia.
"Es hora de irnos" dijo Naomi, estirándose. "Ya oscureció y no quiero meterme en problemas el primer día de clases"
El grupo estuvo de acuerdo y comenzó a dispersarse. Elise se acercó a Luther, su rostro reflejando una ligera tristeza.
"Supongo que este será nuestro primer día durmiendo en habitaciones separadas… después de todo lo que hemos pasado juntos" dijo ella, con una sonrisa que no alcanzaba a disimular del todo su desánimo.
Luther la miró por un momento, comprendiendo el sentimiento, y le puso una mano en el hombro. "No te preocupes... Nos veremos mañana, como siempre."
Elise asintió, suspirando. "De acuerdo. Buenas noches, Luther."
"Buenas noches" respondió él, viendo cómo Elise se alejaba hacia los dormitorios de las chicas.
Luther se dirigió hacia su propia habitación, caminando por los pasillos ya parcialmente iluminados por las antorchas mágicas. Cuando llegó a la puerta, dejó escapar un suspiro cansado y giró la perilla. Sin embargo, lo que vio al entrar hizo que todo su cansancio desapareciera en un instante.
Allí estaban Ithan y Kay, sus antiguos conocidos, ya acomodados en la habitación. Ithan estaba sentado en su cama, afilando un cuchillo con una sonrisa que parecía más amenazante que amistosa. Kay, por su parte, estaba leyendo un libro, pero levantó la vista en cuanto Luther entró.
"Bueno, bueno, si no es nuestro amigo Luther" dijo Ithan con un tono sarcástico.
Luther se detuvo en seco, mirando a ambos mientras un pensamiento cruzaba su mente con fuerza y claridad: "Mierda. Lo que faltaba."
Luther intentó ignorar lo que ocurría, respirando profundamente para calmarse, y cerró la puerta detrás de él. Pero apenas se giró, se encontró cara a cara con Ithan, quien ahora estaba a solo unos pasos de distancia, con una gran sonrisa que no auguraba nada bueno.
"Vaya, era justo contigo con quien quería hablar" dijo Ithan, su tono cargado de sarcasmo mientras hacía girar el cuchillo en su mano con una habilidad desconcertante.
Luther lo miró fijamente, sin inmutarse. Por su parte, Kay, que estaba sentado en su cama, simplemente levantó una ceja, observó la escena por unos segundos y luego volvió a su libro como si nada estuviera pasando.
Ithan dio un paso más cerca, inclinándose ligeramente hacia Luther mientras mantenía esa sonrisa de depredador.
"Escuché que tuviste una pequeña discusión con Marcus" dijo, su tono ahora más bajo pero lleno de intención. "¿Te importaría explicarme qué pasó? Es que lo estuve buscando, pero… no lo encuentro"
Su rostro estaba tan cerca del de Luther que casi podía sentir su aliento. Sin embargo, Luther no se movió, manteniéndose firme. Había aprendido a no dejarse intimidar por gente como Ithan, y el simple hecho de verlo tan cerca le irritaba aún más. Decidió que ya era suficiente.
Con un empujón rápido y contundente, Luther apartó a Ithan, quien retrocedió un par de pasos con el rostro ligeramente sorprendido, aunque todavía mantenía su sonrisa torcida.
"Corta el rollo, Ithan" dijo Luther, su voz profunda y cargada de ira contenida. "Si no quieres que te haga lo mismo que le hice a Marcus."
El ambiente en la habitación cambió de inmediato. La sonrisa de Ithan desapareció como si se hubiera borrado con una cuchilla. Sus ojos se entrecerraron, y su expresión se volvió mucho más oscura. Dio un paso hacia adelante, quedando otra vez cara a cara con Luther.
"¿Ah, sí?" dijo Ithan, su voz ahora en un susurro peligroso. "Pues inténtalo. Si de verdad tienes agallas."
Fue suficiente para Luther. Sin pensarlo dos veces, agarró a Ithan por la camisa y lo levantó con fuerza, estrellándolo contra la litera más cercana. El sonido del impacto hizo que Kay levantara la vista de su libro, pero no intervino, observando la escena con una mezcla de indiferencia y curiosidad.
Ithan, sin perder tiempo, intentó apuñalar a Luther en la espalda con el cuchillo que aún sostenía. Pero Luther reaccionó con una velocidad impresionante, soltándolo justo a tiempo y esquivando el ataque con un movimiento rápido hacia un lado. El cuchillo pasó peligrosamente cerca de su costado, pero no logró alcanzarlo.
Ithan cargó nuevamente, intentando rajar a Luther con un golpe horizontal. Luther esquivó el ataque girando hacia un lado y, antes de que Ithan pudiera recuperarse, lo embistió con toda su fuerza. El impacto fue brutal, lanzando a Ithan hacia atrás. El cuchillo salió volando de sus manos y aterrizó en algún lugar de la habitación mientras él caía pesadamente al suelo.
Luther se abalanzó sobre él, su puño cerrado listo para estrellarse contra la cara de Ithan. Pero justo cuando estaba a punto de golpearlo, un sonido repentino lo detuvo.
Toc, toc... se escuchó desde la puerta.