Progresos en la Aldea
Desde su primer intento de activar el chakra, Masahiko se había dedicado cada día a mejorar. Al amanecer, salía a correr por los alrededores del orfanato para mejorar su resistencia y estado físico. El esfuerzo era constante, y pronto notó que sus músculos se fortalecían y su energía se incrementaba.
Además, pasó muchas horas en la biblioteca de la aldea. Los pergaminos y libros se convirtieron en sus mayores aliados. Con gran esfuerzo, logró aprender una de las técnicas más básicas: el Bunshin no Jutsu . Aunque el clon que creaba aún era débil y un poco inestable, cada intento le daba una chispa de confianza.
Masahiko también dedicó tiempo a observar los entrenamientos y batallas amistosas entre los genin de la aldea. Los veíamos practicar diferentes técnicas, intercambiar golpes y ejecutar movimientos que soñaba con dominar algún día. Cada batalla era una lección, y Masahiko absorbía cada detalle, con la esperanza de usar ese conocimiento en su propio camino ninja.
Masahiko continuaba entrenando cada día, esforzándose el máximo. Esta vez, integró el uso de kunai en sus rutinas, practicando su lanzamiento y la precisión de sus golpes. Cada día sentía que sus habilidades mejoraban, y se llenaba de confianza al ver los resultados. En uno de esos días de entrenamiento, notó a Sasuke Uchiha practicando lo lejos. Aunque le invadió la curiosidad, decidió no acercarse aún, pues no quería apresurar sus relaciones en la aldea.
Finalmente, llegó el día del examen de ingreso a la academia. Nervioso, pero confiado en lo que había aprendido, Masahiko lo superó sin grandes dificultades. Después del examen, el Hokage Hiruzen Sarutobi ofreció un discurso de bienvenida para los aspirantes a ninja, aunque Masahiko apenas prestó atención, enfocado en lo que le esperaba en el futuro.
Al día siguiente, llegó a la academia, ligeramente preocupado por no compartir clase con Naruto o Sasuke. Sin embargo, al entrar al salón, su inquietud se desvaneció al ver a Naruto y Sasuke entre sus compañeros. Con una sonrisa, fue y se sentó al lado de Naruto, sabiendo que, al menos, no estaría solo en esta nueva aventura.