Masahiko y Yūgao estaban listos para partir en la misión de apoyo al equipo de Kakashi. Al revisar su equipo, Masahiko se aseguró de llevar todos los sellos que había practicado bajo la instrucción de Yūgao. Era una oportunidad de demostrar todo lo que había aprendido y de cumplir con la promesa de no volver a fallar como en su vida anterior. Masahiko se miró las manos mientras se ajustaba los guantes y murmuró para sí mismo: "No voy a morir otra vez. Esta vez, voy a marcar la diferencia".
Después de un largo viaje, finalmente llegaron a la casa de Tazuna, donde Kakashi y su equipo se encontraban recuperándose del último enfrentamiento con Zabuza. Kakashi les explicó la situación, incluyendo la aparición de un misterioso joven, Haku, que acompañaba a Zabuza. Kakashi pensaba que, probablemente, se trataba de otro ninja con habilidades peligrosas, y el equipo tendría que estar listo para cualquier enfrentamiento.
Al día siguiente, Kakashi comenzó a entrenar a su equipo en el control de chakra enseñándoles a escalar árboles. Yūgao, viendo que Masahiko ya había aprendido esta técnica, le sugirió que meditara para enfocarse y prepararse mentalmente para lo que estaba por venir. Mientras el equipo 7 entrenaba, Masahiko cerró los ojos y se concentró en la energía de su chakra, logrando un estado de calma. Durante su meditación, notó cómo Sakura fue la primera en subir, y Masahiko pensó que quizá su facilidad se debía a que su chakra era más limitado y sencillo de controlar.
Esa noche, mientras cenaban, Tazuna les explicó que la última parte de la construcción del puente sería al día siguiente, lo que podría atraer nuevamente a Zabuza y a sus secuaces. Masahiko escuchaba con media atención, pues su preocupación estaba en otro lugar: la seguridad de Tsunami. Sabía que, si Gato quería debilitar a Tazuna, podría intentar atacar a su hija, por lo que decidió quedarse en la casa para protegerla.
Antes de terminar la noche, Masahiko, en su estilo habitual, coqueteó con Yūgao, bromeando sobre cómo protegería la casa "con su vida" y guiñándole un ojo. Yūgao, aunque molesta, no pudo evitar una pequeña sonrisa de diversión y le dio un suave golpe en la cabeza, recordándole que no se distrajera demasiado.
A la mañana siguiente, mientras Kakashi, Naruto, Sakura, Sasuke y Yūgao acompañaban a Tazuna hacia el puente, Masahiko permaneció en la casa junto a Tsunami. Pasado un rato de tranquilidad, notó movimiento en los alrededores: varios hombres armados, secuaces de Gato, se acercaban con intenciones claras de secuestrar a Tsunami.
Batalla en la Casa de Tsunami
Con determinación, Masahiko se enfrentó a los secuaces, lanzando kunais para mantener la distancia y usando su jutsu de proyectiles de agua para hacer retroceder a algunos. Un enemigo logró acercarse lo suficiente para intentar un golpe con una espada, pero Masahiko se agachó justo a tiempo y contraatacó con un golpe directo en el abdomen, dejándolo fuera de combate.
Otro hombre intentó atacarlo por la espalda, pero Masahiko, usando sus sellos recién aprendidos, activó una barrera de tierra improvisada que detuvo el golpe. Siguió luchando hasta que los secuaces se retiraron, algunos heridos y otros simplemente aterrorizados por la determinación del joven ninja.
Al sentir que Tsunami estaba a salvo, Masahiko decidió ir al puente, donde sabía que sus amigos podrían necesitar ayuda.
El Enfrentamiento en el Puente
Al llegar al puente, Masahiko notó una escena caótica. Sasuke estaba en el suelo, inmóvil, y Naruto parecía haber despertado un poder aterrador: una cola de chakra rojo lo rodeaba mientras enfrentaba a Haku, quien estaba rodeado por espejos de hielo.
Masahiko observó la escena, y el nombre de "Haku" llegó a sus oídos cuando Naruto lo mencionó. Sintiendo la urgencia, decidió actuar antes de que Naruto perdiera el control o resultara herido de gravedad.
– ¡Naruto, detente! –le gritó Masahiko, intentando que se calmara. Pero Naruto, envuelto en la rabia y el poder de la bestia, apenas lo escuchaba.
Haku, viendo la llegada de otro oponente, desvió su atención a Masahiko y lo atacó con una ráfaga de agujas de hielo. Masahiko activó rápidamente su barrera de tierra para bloquearlas, pero algunas agujas lograron atravesar, arañando su brazo y pierna. Aprovechando la distracción, intentó usar el Suiton: Teppōdama (Proyectil de Agua), lanzando una ráfaga de bolas de agua hacia Haku, quien esquivó con facilidad, pero el ataque forzó a Haku a salir momentáneamente de sus espejos.
Masahiko avanzó rápidamente, lanzando kunais y utilizando su taijutsu para mantener a Haku ocupado. Sabía que era un combate difícil, pero cada movimiento le recordaba el arduo entrenamiento al lado de Yūgao y la promesa de no retroceder. Por fin, encontró una abertura y logró conectar un golpe en el hombro de Haku, desequilibrándolo momentáneamente.
Haku se recompuso rápidamente y volvió a sus espejos, rodeando tanto a Naruto como a Masahiko. Ahora ambos estaban atrapados, recibiendo ataques de todas direcciones. En un momento de desesperación, Masahiko miró a Naruto, quien aún luchaba por controlarse, y decidió usar una estrategia arriesgada.
– ¡Naruto! ¡Concéntrate y usa tu chakra en los pies! –gritó Masahiko, esperando que Naruto recordara el entrenamiento en los árboles.
Naruto, con esfuerzo, logró seguir el consejo, usando su chakra para moverse con rapidez y atacar los espejos desde varios ángulos. La combinación de ataques de ambos ninjas comenzó a desgastar a Haku, quien mostraba signos de fatiga.
Finalmente, cuando Haku parecía estar perdiendo fuerzas, el sonido de Kakashi luchando contra Zabuza en el otro extremo del puente les recordó que la batalla no había terminado. Masahiko y Naruto se prepararon para el siguiente ataque, dispuestos a dar todo lo que tenían para proteger a sus compañeros y superar el desafió
Capítulo 15: La Decisión de Masahiko
La batalla en el Puente de Tazuna continuaba intensamente. Naruto y Masahiko estaban atrapados en los espejos de hielo de Haku, mientras Kakashi y Yūgao unían fuerzas para enfrentarse a Zabuza. Yūgao se movía con una agilidad y precisión formidables, complementando las rápidas técnicas de Kakashi en un intento de acorralar al espadachín de la Niebla.
El Despertar de Naruto
Dentro de los espejos, Naruto, impulsado por su determinación de proteger a sus amigos, liberó más del chakra de Kurama. Su fuerza y velocidad aumentaron, permitiéndole romper algunos fragmentos del hielo con una furia desbordante. Con un rugido, se lanzó de nuevo al ataque, y en medio del caos, Masahiko aprovechó para atacar desde otro ángulo, lanzando un kunai infundido con chakra de agua hacia uno de los espejos. La presión de ambos comenzó a desgastar a Haku, quien luchaba para mantener la técnica.
El Equipo Kakashi y Yūgao contra Zabuza
Mientras tanto, Kakashi y Yūgao mantenían a Zabuza ocupado, uniendo sus fuerzas con una coordinación precisa. Kakashi activó su Sharingan, analizando cada movimiento de Zabuza, mientras Yūgao usaba su habilidad con el kenjutsu para cortar las aperturas que Kakashi creaba.
Zabuza, sin embargo, no era fácil de intimidar. Con su enorme espada, la Kubikiribōchō, bloqueaba los ataques de Yūgao y contrarrestaba las ofensivas de Kakashi. En un momento de apertura, lanzó una densa niebla, intentando cegar a ambos. Pero Yūgao, entrenada en situaciones de baja visibilidad, se mantuvo alerta, moviéndose con sigilo y anticipando los ataques de Zabuza.
Finalmente, Kakashi vio una oportunidad y se lanzó con su Raikiri, mientras Yūgao ocupaba a Zabuza con un rápido intercambio de espadas. Zabuza intentó bloquear el ataque con su Kubikiribōchō, pero el Raikiri de Kakashi atravesó la defensa, dejándolo vulnerable.
El Momento Decisivo
Haku, viendo a Zabuza en peligro, se liberó del ataque de Naruto y Masahiko, interviniendo en el último momento. Haku se colocó frente a Zabuza, interceptando el Raikiri de Kakashi. La electricidad recorrió el cuerpo de Haku, quien, con una mirada final hacia su maestro, cayó al suelo.
Zabuza, conmocionado por el sacrificio de Haku, se quedó en silencio. La batalla estaba perdida, pero una mezcla de tristeza y furia brotaba en sus ojos. Al ver a Gato y a sus hombres acercarse al puente para eliminar cualquier testigo, Zabuza tomó una decisión final.
Con las fuerzas que le quedaban, se lanzó contra Gato y sus secuaces, usando su Kubikiribōchō para abrirse paso entre ellos. La última imagen que dejó fue la de un hombre que lo perdió todo, pero que no iba a permitir que el sacrificio de Haku fuera en vano.
El Regreso a la Aldea
Con la misión cumplida, el equipo regresó a Konoha junto a Tazuna, quien finalmente logró terminar el puente. Masahiko observó la Kubikiribōchō, la enorme espada de Zabuza que había quedado en el puente sin dueño.
—"Esta espada... representa la determinación de alguien que luchó hasta el final" —pensó Masahiko. Con respeto, tomó la Kubikiribōchō, sintiendo el peso y la historia que cargaba. Decidió llevarla como un símbolo de su promesa de volverse más fuerte y continuar su camino.
De Vuelta en Konoha
De regreso en la aldea, Masahiko recibió su recompensa y una suma adicional por la captura de los hombres de Gato. Aunque la cantidad no era enorme, representaba el esfuerzo puesto en la misión. Decidió usarlo para mejorar su equipo ninja.
Durante las siguientes semanas, entrenó con Yūgao, quien le enseñó nuevas técnicas defensivas y le ayudó a dominar un jutsu de barrera de tierra. Además, con el pergamino de agua que encontró en una misión previa, logró aprender una técnica básica de agua para defenderse a distancia.
Una Decisión para el Futuro
Una noche, después de un día agotador de entrenamiento, Masahiko observó la Kubikiribōchō colocada en la esquina de su habitación. Aunque aún no podía dominarla por completo, la consideraba un recordatorio de la lucha y el sacrificio de aquellos que habían defendido sus ideales hasta el final. Sabía que aún no estaba listo para empuñarla con verdadera habilidad, pero se prometió a sí mismo que algún día lo estaría.
Al día siguiente, Yūgao llegó con noticias del Hokage: había una misión de apoyo a otro equipo de jóvenes genin. Al parecer, sus habilidades serían requeridas nuevamente, esta vez en una misión que involucraba a un misterioso ninja renegado.