Me había perdido en su figura toda teñida de rojo.
"S-Sí, solo que me siento un poco perdido".
A los segundos recordé que ella podía leer mis pensamientos.
"Te voy a explicar el problema que hubo. Al hacer ese pacto, tu alma y la suya iban a unirse de alguna manera, pero el problema fue que, al yo reclamar tu alma por primera vez, no lo hice de manera completa, por lo tanto, tu alma había quedado fragmentada entre dos mundos.Entonces la parte que estaba en este mundo rechazó el pacto y se unió con su otra parte, provocando que murieras al instante. Así que te debo unas disculpas por eso.
No sé los detalles... de lo que ocurrió en el planeta tierra, pero si pude volver a recuperar tu alma completa, eso significa que también moriste allí, ¿no?"
"Sí, fue bastante trágico. Me tuvieron de un lado para otro intentando salvarme de otros que me querían matar, y al final apareció un ser extraño de color negro. ¿No sabes qué era eso? ¿No puedes ver mi memoria?"."Claro que no, solo puedo hacerlo cuando tienes ese pelo rojo, y en ese otro cuerpo no lo tienes"."Entiendo... Esa cosa no era de mi mundo".
"Estás más apenado por tu familia, ¿no? Volviste a pensar en ellos... eso sí que puedo detectarlo ahora. Quiero que sepas que por más que hubieras querido, no ibas a durar mucho tiempo en ese mundo. Su dios no reclamó tu alma porque yo se lo pedí, y para eso tuve que ceder bastante de mi energía..." Dijo y se levantó del sofá, empezando divagar en silencio por la sala.Pasaron unos minutos hasta que pude volver a retomar la palabra."Ya había aceptado mi nueva vida, pero esto hizo que mis pensamientos se... revolvieran. Ahora quiero volver con mi familia de siempre, pero sé que debo seguir estando en tu mundo y aprender cosas nuevas"."Entiendo querido, y te vuelvo a pedir perdón por haberme equivocado.Ya te había dicho que tú eras la tercera alma que atrapaba y, siendo sincera, reconozco que soy novata en estas cosas. En realidad, no debería serlo. Soy una diosa, ¿no?"
Se volvió a acomodar en el sofá, con la cabeza gacha, al igual que yo.
La imagen de mi familia cruzó mi mente nuevamente. Mi madre, mi padre, la vida que dejé atrás cuando llegué a este nuevo mundo... La idea de no poder verlos nunca más, de no poder abrazarlos, era más dolorosa ahora que había tenido la oportunidad de regresar, aunque fuera por poco tiempo.Me di cuenta de lo mucho que los extraño. Y ahora, estar aquí de nuevo... me siento dividido.
"¿Pude conseguir tener algún pedido a favor?" Pregunté. cortando con el silencio, pero sin mirarla a la cara."Sí, si bien la mayoría de cosas que hiciste fueron acertadas, definitivamente liberar al hada fue lo mejor.También voy a sumarte un pedido adicional por haberme equivocado y también voy a contarte otro secreto de mi mundo".
Al levantar la mirada, sus ojos rojos estaban clavados fijamente en los míos.
"¿Primero quieres pagar para volver a la vida o prefieres cobrar tus dos favores?"
Su mirada indicaba que una de las dos podría ser más beneficiosa que la otra, pero me decidí ir por lo peor primero."Voy a entregarte mis cinco uñas del pie izquierdo".
¿Qué acabo de decir? No, en realidad... ¿Por qué lo dije tan despreocupado? Estaba a punto de perder una parte, tal vez pequeña, de mi cuerpo, y yo diciéndolo así nomás.Debo estar un poco resignado por todo esto que sucedió antes. Debo volver a la realidad lo más pronto posible antes de que me afecte más de lo que debería.
Ella cambió el semblante y se levantó sonriente."Mmm... me gusta mucho como piensas, ¿sabes?"
Se acercó y puso su mano en mi mentón, levantando mi cabeza suavemente.
"Tienes mucho potencial, pero te siento un poco nervioso cuando hablamos. Debes confiar más en mí. Seamos como uno solo... ¿No te gustaría ser uno solo conmigo?" Preguntó, acariciando un poco mi piel antes de quitar su mano.
¿Había segundas intenciones en esas palabras? No, ella lee mi mente. Debo dejar de pensar."Es que se me hace un poco difícil después de todo lo que pasé.Siempre he confiado en usted, y siempre voy a hacerlo".
"Ah, ya veo..." Dijo y en una fracción de segundos esa enorme aura que de alguna forma me hacía tenerle temor desapareció."Ahora vamos con lo importante, no te asustes".
De pronto, con las manos ella hizo cambiar el sofá a una silla de fuerza, sosteniendo mis brazos y pies."D-Diosa... no creo que sea necesario hacer algo así".
"Es solo por seguridad", dijo mientras una pinza de mango rojo aparecía en sus manos.Lo que en su momento solo era un pensamiento tonto, ahora se hizo realidad. Estaba a punto de ser torturado.Estaba completamente aterrorizado.
"Oye, oye, oye. ¿No podemos hacerlo de otra maner...?
¡Waaaaaaaahhh!" Un grito ahogado me consumió cuando, sin previo aviso, arrancó la uña del dedo gordo.
El dolor se extendió como un fuego por mi pie, quemando cada nervio. El grito que intenté contener se convirtió en un sonido siniestro, un jadeo entrecortado que apenas podía controlar. Sentí mi respiración acelerarse, el sudor comenzando a gotear por mi frente. La diosa me observaba con una seriedad extraña en su expresión."Así vas a aprender que debes hacerte más fuerte y no volver a morir".Mi mente estaba nublada por la agonía, y cada palabra suya se sentía como un eco distante, como si estuviera en un túnel de desesperación. Las ataduras me mantenían inmóvil, impotente. Intenté mover mis pies, pero era inútil. Estaba completamente a su merced.La pesadilla de hace unas horas se volvía a repetir, y ahora la culpable de todo era el ser en el que más confiaba.
Apreté los puños y dientes mientras veía la pinza acercarse al siguiente dedo."¡¡¡Maldición!!!! ¡¿Por qué...?! ¡¿Por qué tienes que hacerlo de esta manera?!"
Ella siguió arrancando una por una las 5 uñas. No había forma de aguantar el dolor.
"Listo, mi pequeño Luciano".¿Se puede ser tan siniestra?El dolor finalmente cesó, pero mi cuerpo aún temblaba. La silla me soltó, y me desplomé en lo que ahora volvía a ser el sofá, jadeando. No podía ni mirar mis pies. Sentía el latido punzante en cada dedo, como si el eco del dolor se quedara grabado en mi mente. Mis manos temblaban mientras intentaba estabilizarme, pero seguía viendo manchas negras delante de mis ojos.Ni siquiera sé qué hizo con mis uñas, solo quiero pedir mis dos favores e irme de este sitio.
"Podrías haber usado un favor y pedirme que te pusiera anestesia", dijo sin pudor, seguramente leyendo mis pensamientos.¿Estaba jugando un juego de entrenamiento mental conmigo o simplemente se estaba divirtiendo al verme sufrir? Aunque quiera, no puedo decirle nada."Ya veo..." Suspiré por el dolor intenso.
"Mi primer pedido es que, a partir de ahora, todas las veces que nos encontremos no puedas leer mis pensamientos.
Y el segundo, es que me digas... ¿Cómo es que Mirella tiene semejante vestido tan bien hecho? Todos los demás tenemos ropas primitivas, pero ella...".
Sariah sonrió y chasqueó los dedos antes de decir: "Listo, tu primer pedido acaba de ser cumplido, con respecto al segundo... es porque yo misma creé a Mirella y le puse esa ropa. ¿No es genial?"Me quedé con la boca abierta, no sabía que los dioses intervenían de esa manera, ¿será por eso que Mirella puede usar magia?El hecho de que Mirella, esa hada que me había acompañado todo este último tiempo, fuese creación directa de Sariah me dejó desconcertado.
A todo esto, ya no podrá leer mi mente, ¿no? A ver si pienso... Sariah es una estúpida por no saber reclamar un alma como corresponde.Ella continuó. "Verás, cada cierto tiempo mi energía llega al máximo, así que para no desperdiciarla la utilizo en crear algún ser vivo nuevo sacado de ideas de otros mundos. Eso es lo máximo que puedo contarte, supongo que queda respondida tu pregunta"."¿Eso significa que todo lo que ella siente o dice está... controlado por ti?" Pregunté con cautela.Sariah negó lentamente con la cabeza."No del todo. La creé, pero le di libertad. Mirella tiene su propia personalidad, sus propios pensamientos, aunque en esencia ella terminará sintiéndose atraída hacia ti y se transformará en alguien demasiado cercano".
"¿Qué significa eso?""No puedo decirte más, para eso deberás hacer algo lo suficientemente bueno como para darte otro favor... y obviamente volver a morir".
"Entiendo... si te digo la verdad, me parece increíble las cosas que puede hacer un dios.Gracias por responder, supongo que ahora es hora de volver", dije mientras un tablón de madera flotante me golpeaba contra la cabeza. Tal vez la próxima vez le pregunte por qué carajos su casa está así de destruida en un lugar en especial. De hecho, veo que hay menos cosas en la sala...
"Antes cumpliré la última parte de mi promesa diciéndote algo que probablemente nunca sabrías. En mi mundo puedo ver todo lo que sucede, pero lo único que no puedo ver son los rostros de los seres con los que no he tenido contacto o no he visto, esto quiere decir que puedo ver el rostro de tus dos padres y Mirella, ¡solo porque ellos tocaron tu cabello rojo! ¡Adiós!"Sin dejarme despedirme, automáticamente aparecí acostado con la cabeza sobre la almohada improvisada."¡Wow! Hay que tener mucha imaginación para crear algo así, ¿yo también puedo tener una?""¿Huh? ¿Te sientes bien, Luciano? Cambiaste la cara de repente".
La idea de que ella fuera creación directa de Sariah seguía rondando en mi cabeza. No lo había asimilado del todo, pero no tenía que empezar a darle vueltas al asunto.¡Mis dedos!Me levanté rápidamente para ver si no estaban mis uñas del pie izquierdo, y definitivamente solo tengo las del derecho.
"Este... es que justo me acordé del pacto y me dio un poco de miedo", reí tontamente, intentando cambiar el ambiente. Realmente no estaba de humor, pero había que seguir.
"¡No te preocupes, Luciano! Todo va a salir bien y vamos a ser amigos para siempre".Mierda, acá vamos de nuevo...