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Chapter 4 - Cumplir objetivos (Parte 1).

Esa noche, mientras mis padres comían pescado junto a la fogata, conversaban sobre si había alguna utilidad para darle a las plumas, pero pareciera que no llegaron a ninguna conclusión.

Yo me permití un momento de reflexión... Aunque este mundo era primitivo y lleno de desafíos, también parecía estar lleno de oportunidades. Si terminaba usando mi conocimiento y experiencia de mi vida pasada, tal vez podría ayudar a mi familia y a los demás a progresar, aunque todavía falta para eso... En realidad, a eso me mandaron a este mundo. No debo perder el objetivo de vista.

Ahora me pregunto: ¿habrá más seres raros como este? Si los hay, solo espero que no sean tan feos.Con cuidado y precaución, mis padres escondieron las plumas en lo más profundo de la cueva, un lugar que todavía no había visto.

La valiosa mercancía habrá quedado oculta bajo varias capas de rocas, supongo.

Esa decisión era algo bueno para mí, así no las utilizaban antes de tiempo, porque ya pensé en hacerme una almohada y dejar de dormir sobre esta porquería de piedra y hojas. *** Creo que deben haber pasado aproximadamente dos meses desde mi nacimiento.En el transcurso de estos días, un viento voló a la mierda los pequeños pedazos de hojas que contaban mis días vividos. Igual ya iban a empezar a sospechar sobre por qué hacía eso, así que de cierto modo era algo que debía pasar.Todavía no recibí algún tipo de contacto de la diosa, pero por suerte ya puedo movilizar un poco más mi cuerpo, como las manos o los pies, pero no debo descuidarme mucho con las cosas que hago. Además de eso, mi vista ya es completamente normal."¡Buaaaaaah, buaaaaaaaah, uaaaaaaaaaa!"

Comencé a fingir los típicos alaridos de un bebé para que me prestaran algo de atención. Necesito un mejor lugar para estar, o algo debajo mío que me haga sentir más cómodo.

Rundia vino rápidamente a mi lado, con una expresión preocupada.

"Oh. ¿Qué pasa, hijo? No sueles llorar así", dijo, levantándome en sus brazos, meciéndome suavemente.

Hasta ahora, mi llanto de mentira funcionaba siempre. Sin embargo, esta vez mi pedido era más sofisticado. Otra cosa es que se den cuenta de lo que pido y le encuentren una solución.Mamá revisó si necesitaba un cambio de hoja o si tenía hambre, pero obviamente no era eso. Comenzó a caminar por la cueva, tratando de calmarme.

Al ver que no dejaba de llorar, Rin se acercó, observando la escena con enojo en su rostro. Últimamente venía más nervioso de lo normal en sus salidas de la cueva. Seguro que tiene algún problema que lo trae a mal traer.

Al verlo de más cerca, pude notar que sus ojos son negros."¡¿Podrías hacerlo callar de una vez?!"Logré ver que Rundia frunció el ceño ante el comentario de Rin.

"Estoy haciendo lo mejor que puedo, amor. Es solo un bebé, y los bebés lloran... Se supone".

"Lo sé, lo sé. Es solo que... hay mucho en mi mente últimamente. No estoy pudiendo conseguir mucha comida...""Lo sé, amor. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos. Tal vez necesitemos un poco de aire fresco. ¿Qué te parece si salimos a dar un paseo con Luciano? Puede que eso lo calme".Poco a poco ella había aceptado que de vez en cuando yo tenía que salir fuera.

"Sí, quizás un cambio de lugar nos haga bien a todos. Vamos, tomemos un descanso".

Rundia sonrió y se dirigió hacia la salida de la cueva, conmigo en brazos, mientras Rin nos seguía de cerca. El aire cálido y el suave susurro del océano nos dieron una bienvenida calurosa y reconfortante. Ellos caminaban lentamente, disfrutando de la tranquilidad del entorno.Yo creo que es un océano, porque realmente no se ve absolutamente nada en las lejanías.De repente, y luego de bastante caminata saliendo y entrando del bosque, se quedaron en un pequeño claro, donde el sol brillaba a través del dosel de los árboles. Mamá se sentó en una roca plana y comenzó a amamantarme, mientras Rin se quedó de pie, observando el horizonte."Amor", comenzó diciendo Rundia después de un rato de silencio.

"¿Por qué te preocupas tanto? No has sido tú mismo últimamente".

Rin suspiró y se sentó junto a ella mientras me miraba a mí.

"Es difícil de explicar. He visto cosas... cosas que no había visto antes. Animales que parecen más agresivos, más... extraños. Y no es solo eso. La caza se ha vuelto más difícil y la comida está disminuyendo. Me preocupa cómo vamos a sobrevivir si las cosas siguen así".

"Entiendo tus preocupaciones, Rin. Pero también sé que somos fuertes. Hemos superado desafíos antes, y lo haremos nuevamente. Tenemos a Luciano ahora, y debemos ser fuertes por él"."Sí, pero no hace mucho que vivimos solos aquí y ya nos está costando..."De reojo pude ver una figura de un ser con orejas altas que apenas asomaba su cabeza por detrás de un árbol. ¿Quién nos está vigilando? ¿Acaso...? ¿Será que mi energía o algo así está produciendo algún cambio en este lugar? El hombre pájaro de alguna manera intuyó o supo que soy alguien diferente.

De pronto la figura desapareció. Tiene que ser otro ser extraño.

Pasaron unos minutos en los que volvimos a caminar hacia la playa. No volví a ver al ser extraño que parecía estarnos vigilando en secreto.

Ni siquiera sé por qué estamos viviendo tan cerca del océano; eso podría ser peligroso. Bah, en realidad no lo sé bien, tal vez más adentro del bosque es más peligroso.

Definitivamente tengo muchas cosas que explorar y arreglar en un futuro...Luego de aproximadamente seis meses desde que nací, contando de a treinta días, empecé a movilizarme gateando. No debo descuidarme mucho o podría lastimarme, además de que todavía estoy completamente desnudo.Justo en este momento, mis padres me están observando desde la entrada de la cueva mientras yo demostraba mi agilidad.

"¡Mira cómo se mueve Luciano!" Gritó mamá con una sonrisa de oreja a oreja .

"Está creciendo tan rápido..."

Pasado todo este tiempo, ya había comenzado a agarrarles algo de cariño a mis nuevos padres. Ellos se comportan muy bien conmigo y son gente muy sacrificada por la forma que les toca vivir."Pronto estará explorando este lugar por su cuenta", comentó Rin.

"Pero por ahora, asegurémonos de que esté seguro y protegido".

"¡Debemos mostrárselo a Anya!"

Sobreexcitada, mamá me agarró y me llevó corriendo hacia fuera.

Rin nos perseguía gritando desde atrás mientras esquivábamos los árboles.

"¡Si sabes que su niño es mayor que Luciano y todavía no sabe moverse! ¡No quiero que presumas demasiado!"

Al llegar a la entrada de una cueva cercana, mamá me sostuvo con orgullo, respirando muy agitadamente por la carrera.

La cueva vecina estaba aproximadamente a unos doscientos metros de la nuestra. Dentro estaba habitada por una mujer que estaba sentada sobre el suelo y un niño que, como dijo papá, parecía, a simple vista, mayor que yo.

La que supongo era la madre del niño, tenía su torso descubierto. Era una mujer tan joven como mi mamá; su cabello era largo y oscuro, con un suave flequillo cubriendo su frente. Ella se levantó del suelo al escuchar el alboroto.

"Rundia, ¿qué pasa? Se te ve emocionada".

Mientras más la seguía mirando, más hermosa se me hacía. Tenía unos ojazos negros que contrastaban con su piel blanca y llevaba puesta una prenda inferior parecida a las de todos los demás; una especie de falda hecha de pelajes negros y blancos. Por más que sea algo primitivo, todo combinaba a la perfección con su esbelto cuerpo.Rundia, sin poder contener su entusiasmo, me bajó al suelo y me animó a gatear.

"¡Mira, Anya! ¡Luciano ya puede moverse por sí solo!"

Así que al final esta era la mujer llamada Anya. Entonces, ¿cómo se llama la mujer que estuvo el día en el que nací?Esta es la primera vez que me encuentro en el territorio de otros humanos, y al parecer todos son humanos 'modernos', por así decirlo. No son como las personas de la era prehistórica que habitaban en el planeta Tierra. Como, por ejemplo, los... homo erectus o neandertales. Es como si estuvieran en su entorno y tuvieran su conocimiento, pero viviendo en el cuerpo de un homo sapiens desarrollado en su plenitud.

Lo que sí parece ser cierto es que las mujeres tienen hijos a muy temprana edad.

Bueno, vamos a presumir un poquito, ¿no? Je.Anya observó mientras yo me desplazaba con algo de supuesta torpeza por el suelo de la cueva. Luego fingí mejorar de a poco.

"Así que este es tu hijito. Se ve que está creciendo tan rápido".

Aunque su voz era amable, había una sombra de preocupación que cruzó su rostro al pensar en su propio hijo, que aún no había alcanzado ese hito. Eso es lo que dijo Rin y lo que estoy observando ahora.

Ellos tienen en su cueva a un animal extraño; se le pueden ver los ojos brillantes en el fondo de la cueva. ¿Será como su guardia? ¿O será inofensivo? Mmm... También me acuerdo de que la otra vez vi a un ser con orejas largas que nos observaba desde lo lejos, pero no parecía ir a cuatro patas como este.

Es más raro este mundo...

Y así conocí al pequeño, que dijeron que se llamaba Tarún, y a la señorita Anya. Al niño no lo quise mirar mucho porque estaba completamente desnudo, pero pude ver que tenía el pelo negro y la piel más morena que la de su madre. Ver a las personas desnudas es algo que todavía no me acostumbro.