Ava salió del baño, estaba agradecida de que el baño estuviera dentro de la habitación, la idea de encontrarse con Ryder solo con una toalla le resultaba un poco incómodo.
Helena le había dicho antes que solo Ryder, Jayden y ella ocupaban la casa junto con cualquier hombre lobo de visita o cualquier miembro de la manada que tuviera problemas de alojamiento.
Su trabajo no era mucho, preparar comida para la familia, lavar la ropa y limpiar la casa. Era una opción mucho mejor que estar encadenada en la manada Creekwood y ver a Jax y Lily siendo cariñosos todos los días.
Vio que Helena había dejado algo de ropa en la cama para ella.
Escogió un par de jeans y una camisa y rápidamente se los puso antes de guardar el resto de la ropa en el armario.
Salió de la habitación y bajó las escaleras, encontró a Helena en la cocina preparando el desayuno, estaba acompañada por Jayden.
Ava se quedó en la entrada, insegura de cómo interrumpirlos. Helena levantó la vista y la vio,
—Ven aquí querida, no actúes como una extraña —dijo.
Ava se acercó a ellas. Helena le dio un tazón de huevos para batir. Ava tomó el tazón y comenzó a batir los huevos.
—Entonces Ava, ¿cuál era tu rol cuando estabas en Creekwood? —preguntó Jayden.
—Era miembro de la fuerza de guardia —respondió Ava.
—Eso significa que debes ser buena peleando —comentó Helena.
—Algo así —dijo Ava encogiéndose de hombros.
Rápidamente prepararon el desayuno y lo sirvieron. Jayden llamó a Ryder para que bajara a comer.
Todos se sentaron a comer excepto Ava quien se quedó de pie en la esquina sumisamente.
Comenzaron a comer, Ryder probó la comida y quedó sorprendido. Hizo todo lo posible por ocultar su sorpresa.
—¿Quién preparó esta comida, está tan deliciosa? ¿Desde cuándo las habilidades culinarias de Helena son tan impresionantes? —preguntó a Jayden a través del enlace mental de la manada.
El enlace mental de la manada era una habilidad que los hombres lobo que eran miembros de una manada tenían para comunicarse entre sí usando sus mentes sin hablar en voz alta. Quienes no eran miembros de la manada no podían usar esta habilidad.
Ryder hizo esta pregunta porque Helena no era buena cocinera. No importaba cuánto intentara aprender, cocinar simplemente no era su fuerte.
—Fue Ava quien la preparó, no Helena —le respondió Jayden a través del enlace mental de la manada.
—Entonces Ryder, ¿cómo estás disfrutando la comida? Fue Ava quien hizo la comida, no yo, y hizo un buen trabajo, la comida está deliciosa —preguntó Helena a Ryder.
—Deberías haberla preparado tú, la comida no sabe bien en absoluto —dijo Ryder.
Jayden miró a Ryder y suspiró, ¿no fue él quien acabó de elogiar la comida justo ahora a través del enlace mental de la manada?
—Creo que la comida está deliciosa Ava —le dijo Jayden a Ava con una sonrisa tranquilizadora.
—No tienes sentido del gusto —dijo Ryder.
Pronto el desayuno terminó, todos fueron a sus respectivos destinos mientras Ava recogía los platos.
Ella estaba en la cocina desayunando cuando Ryder entró.
—Tengo algo que decirte —dijo.
Ava levantó la vista para escuchar lo que tenía que decir.
—No quiero que nadie sepa que somos pareja. ¿Entendido?
—Sí, está entendido —respondió Ava.
—Bien, es algo muy vergonzoso que no quiero que se exponga.
Sin esperar la respuesta de Ava, se marchó de la habitación.
Ava se pellizcó la palma. —No llores, no llores —se dijo a sí misma.
Unos minutos después, Helena entró en la cocina. —¿Qué pasa Ava, te ves molesta?
—Estoy bien, nada está mal —respondió Ava.
—¿Estás segura? —preguntó Helena.
—Estoy bien —aseguró Ava.
—Voy a recoger algunas hierbas en el bosque, ¿quieres acompañarme?
—¿Hierbas? ¿Para qué necesitas hierbas? —preguntó Ava confundida.
—Soy la médica de la manada, necesito hierbas para hacer medicinas —explicó Helena.
—¡Ah! Ya veo.
—Entonces, ¿te gustaría venir conmigo al bosque?
—Por supuesto —respondió Ava.
Las dos salieron de la casa juntas, mientras caminaban a través de la manada hacia el bosque, podían escuchar muchos susurros.
—¿No es esa la prisionera de Creekwood? —alguien preguntó en un susurro.
—Sí, esa es. He oído que intentó matar a nuestra querida Lily por celos —respondió otro.
—Estaba celosa de que el alfa eligiera a Lily en lugar de a ella.
—¿Realmente intentó compararse con nuestra hermosa Lily? Qué broma, ella es tan fea.
Helena carraspeó y se dio la vuelta para dar a los chismosos una mirada severa. Se dispersaron rápidamente.
Helena miró a Ava y le acarició la mano compasivamente. —No les prestes atención, son solo habladores.
Ava asintió con la cabeza y las dos siguieron su camino.
Apenas habían caminado dos minutos, cuando oyeron una vocecita gritándoles que se detuvieran.
Se detuvieron y miraron hacia atrás, una niña corría hacia ellos con toda su energía.
La niña se detuvo frente a ellas, jadeando fuerte.
—No me llevaste —miró a Helena acusadoramente.
—Pensé que podrías estar ocupada —le dijo Helena a la niña.
La niña miró a Helena desconfiadamente.
—¿De verdad? ¿Pensaste que estaba ocupada o no me llamaste porque ya encontraste un reemplazo? —luego miró a Ava con desdén.
—Por supuesto que no, ¿cómo podría alguien reemplazarte, nadie está lo suficientemente cualificado para hacer eso? —dijo Helena de manera apaciguadora.