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Chapter 8 - 8ª. Las hermanas a San Miguel 6°. Parte:

8ª. Las hermanas a San Miguel 6°. Parte:

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8° parte: El torneo a muerte. 1º. Ronda.

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Había llegado el día del torneo de la Academia San Miguel.

Ranma se despertó, sentía mucha pereza, les quedaba poco más de un mes para salir de ese colegio y volver al Furinkan. Al final el tiempo de intercambio sería de tres meses. Después tendría dos semanas de vacaciones y al acabar empezaría el último trimestre del curso. En esa academia se había espabilado y sacado buenas notas. Pero no paraba de pensar en las dos semanas de vacaciones.

No sabía cómo decirle a Akane que se quería ir esos días de entrenamiento. El chico no quería volver a casa, sabía que le esperaba la tortura de los dos viejos, el chantaje de Nabiki. Y la presencia de los seis locos. Estar lejos de ellos era descansar. Sin Shampoo saltándole al cuello, sin que Kuno lo retase cuando era un chico o lo persiguiese, como un acosador, cuando era una chica, sin sus padres queriéndolos casar, no estaba en contra de casarse con Akane, en el fondo estaba deseándolo… pero quería que, para llegar a ese paso, lo hicieran los dos por voluntad propia sin ser obligados.

Suspiro. Necesitaba esos días de descanso. Volvió a mirar a la chica. Y sonrió. Cuando acabase el torneo, le diría que se iba de viaje de entrenamiento durante dos semanas… y le pediría que le acompañase… no aceptaría un no como respuesta.

Akane se despertó y se giró para ver a su prometido, lo vio despierto. Al chico le preocupaba algo, lo notaba y no era el torneo… había algo más. Desde el ataque de Shampoo y Ryoga. Y que le confesase que sentía algo por ella, estaba extraño. Cuando acabase la estancia en ese colegio quería llevárselo de viaje de entrenamiento, quería alejarlo de los locos que infectaban Nerima, ente ellos los padres de los dos, la chantajista de Nabiki y esos seis… locos. Se lo pediría cuando acabase el torneo... No aceptaría un no como respuesta.

Odiaba ese pijama, se le había roto la goma que impedía que se le bajase el pantalón, se le bajaba continuamente. Estuvo a punto de enseñarle a Ranma sus interioridades varias veces, las que se quedó en ropa interior delante del chico, vio como él miraba con interés su cuerpo.

Se levantó y cuando iba para el baño.

- ¿Ya te has levantado? Hace un rato que estás despierta. -dijo Ranma.

-Me voy a duchar, no entres, como te vea espiándome te mato.

-Llevamos aquí más de un mes, y no has entendido nada. – de repente el humor del chico cambio, parecía deprimido.

Ella sabía a qué se refería. Se volvía chica. Se había visto "desnuda" ciento de veces. Para él se había vuelto normal ver a una chica desnuda.

-Venga Ranma anímate, hoy estas bajo de moral – y levantó los brazos. La camisa del pijama se levantó y Ranma le vio media cintura, en otro momento hubiese abierto mucho los ojos… pero ese día no. Ese día no estaba para alegrías.

Pero lo peor estaba por venir, al levantar los brazos, a Akane se le cayó el pantalón del pijama y las braguitas, dejando a la vista de Ranma el tesoro secreto de Akane. La chica se tapó como pudo y miró con rabia a su prometido. El chico no la miraba con mirada de pervertido, ni sorprendido, es más parecía estar a kilómetros de allí.

-Me lo has visto…- dijo ella enfadada.

- ¿Él que? - preguntó el chico sin interés.

- Mi…mis... ya sabes que- estaba roja. Le daba vergüenza hablar del tema. - mis partes… íntimas.

-Si. Te la he visto y no es la primera vez. – lo decía sin emoción, algo le pasaba al chico.

- ¡Serás maldito! -dijo ella enfadada, se cogía el pantalón, para que no se volviera a caer. – Lo has reconocido que me lo has…

Él la estaba mirando con una mirada vacía y ella se preocupó. Ya le importó poco que él la hubiese visto desnuda, quería saber le pasaba al chico.

- ¿Qué te pasa? Te has puesto raro en un momento- inquirió ella.

- ¿Que me has llamado? -preguntó él. No mostraba enfado, si no decaimiento total.

-No sé. No me acuerdo.

-Me has dicho "Serás maldito", eso es lo que me pasa. ¿Sabes qué día es hoy?-dijo el chico furioso.

- No Ranma, no sé qué día...a- sí, sí que lo sabía. Se le había olvidado por completo. Con razón Ranma estaba así- Hoy hace un año que…

-Caí en la laguna de la chica ahogada... – se abrazó a su prometida. El joven estaba muy decaído.

Akane sintió la tristeza de Ranma y lo abrazó consolándolo. El chico necesitaba su apoyo, él nunca la había dejado cuando tenía un problema, ahora le tocaba a ella animar al chico. Ranma tardó un rato en recuperarse.

La chica salió del baño y vio a Ranma con su pijama en las manos.

- ¿Qué haces pervertido? - preguntó con rabia.

-Te lo estoy cosiendo, no volverás a tener problema con él. - y le lanzó el pijama reparado.

Akane lo miró y se asombró. Estaba perfecto. Ranma era tan bueno cocinando y cosiendo como Kasumi.

- ¿Cómo logras ser tan bueno cosiendo o cocinando? – preguntó Akane asombrada.

-Teniendo un padre como el mío, me tuve que espabilar. No sabe cocinar y menos coser. Yo siempre tuve que buscar la comida donde podía y cocinarla. Me alquiló a varios restaurantes, ¡desde los cinco años…! fue allí donde aprendí a cocinar y a coser.

Ella lo miró con pena. El pobre tuvo que sufrir mucho por culpa de su padre. Lo abrazó.

- ¿Por qué Akane? ¿Por qué me abrazas?

-No lo sé- dijo ella llorando- por qué tengo ganas de hacerlo… Por qué lo pasaste mal antes de llegar a casa… por qué esa es ahora tú casa… Y no dejaré que tu padre te arranque de ella...ni de mi lado… por qué eres mi amigo… mi hermano… de mi familia... mí prometido… y si nada lo tuerce mi futuro esposo. Y no te quiero dejar a nadie… y a tu padre… menos, es mi peor rival-acabó con rabia la chica.

Él la miró y le sonrió. Y le acarició la cara.

-Yo tampoco dejaré que nos manejen a su antojo, nadie. Tú eres lo único que necesito para seguir adelante. Ni el Sol, ni el agua, ni la comida. Eres por lo único por lo que vivo. Solo he mejorado como luchador para defenderte… para que nadie te haga daño.

Se besaron. Se dieron ese beso por el impulso de estar cerca uno de otro, por qué lo necesitaban, y por qué se lo pedía el cuerpo a gritos.

-Akane me tengo que duchar después saldremos hacía el dojo.

Así lo hizo. Poco después los dos se dirigían al dojo de la escuela.

Cuando llegaron al sitio donde se celebraba el torneo. Vieron a varios hombres que lo miraron con desprecio.

-Mira Akane, esos hombres son los representantes y los patrocinadores. Tu hermana Kasumi me contó que nos promocionan para blanquear dinero.

-Yo también estaba delante cuando lo contó- respondió Akane-Ese día mi padre echó a varios de casa.

-Si. Nos reímos mucho ese día.

Los representantes los miraban con rabia. Conocían a los dos chicos y su potencial… y su negativa a ser representados por distintos representantes.

Vieron a un lado a un hombre de aspecto anodino.

-El señor Yotsuya – dijo Akane.

El hombre en cuestión era un viejo amigo de Soun y Genma. En teoría un empleado más de una empresa pequeña, en realidad el dueño de dicha empresa. Sabía el secreto de Ranma.

- ¡Ranma! ¡Akane! Me alegro de veros.

-Nosotros también nos alegramos de verlo.

-Supongo que participareis en el torneo y no tenéis ni representante ni patrocinadores… os van a hacer boicot. No podéis participar si no os separáis y lucháis cada uno por vuestra cuenta.

-Pues no participaremos-dijo Ranma- Akane y yo somos uno, no lucharemos por separado.

-Opino lo mismo que él. Nos podemos enfrentar entre nosotros… pero jamás lo haremos por intereses de otros.

-Os quiero hacer una proposición… Os reportará menos beneficios, mucho menos, que con otros. Yo seré vuestro representante y vuestros patrocinadores serán algunas empresas de Nerima.

-Estamos de acuerdo… pero no queremos trastos ni con el Café- Gato ni con el Ucchan. -dijo Ranma- estamos en malos términos con ellos. Si necesita hablar con nuestros tutores, hágalo con mi madre. Mi padre y él de Akane le timaran.

-Ya lo he hecho. Fue ella quien me pidió que os representara. Mi empresa es pequeña, y no puedo competir con las demás, pero os servirá para participar. Y nadie quiere tratos con esas dos empresas que me habéis dicho. Sois muy queridos en Nerima, y las personas que manejan esas empresas os han hecho mucho daño.

-Vale entonces estamos de acuerdo- dijo Akane.

-Os tengo que avisar… os harán trampa en el sorteo, quieren que uno de vosotros elimine al otro en la primera ronda. Han trucado las papeletas para que os toquen luchar la una contra… la otra.

-Gracias por avísanos. - dijo Ranma, y puso cara siniestra- estaremos alerta. - miró al hombre y después a su prometida. Y esta asintió-Tome esto es lo que hemos ahorrado Akane y yo. Lo queríamos para irnos de viaje a Hawái. Apueste por nosotros en cada combate. Con lo que gane vuelva a apostar por nosotros en el siguiente combate.

-Puede llegar un momento, que no le dejen apostar todo. Apueste lo máximo permitido. Puede quedarse con el…

- Ya me han pagado vuestros patrocinadores. Os lo he dicho sois muy queridos en Nerima, hay mucha gente que confía mucho en vosotros.

-Daremos lo que podamos- dijeron los dos chicos. -Estamos contentos que haya personas que confíen en nosotros.

Estaban esperando al sorteo. Cuando oyeron una voz conocida.

-Cinco mil yens que Ranma y Akane luchan en la primera ronda. -oyeron decir a alguien.

- ¿Qué hace ella aquí? -preguntó Akane.

-No lo sé. Pero me han entrado ganas de apostar en contra de todas.

Nabiki y dos amigas estaban llevando una de la mesa de apuestas.

Las dos chicas vieron llegar a Ranma y a su prometida.

-Tengo que ir al lavabo- dijo una y salió corriendo.

-Yo tengo que tomar algo. Me muero de hambre.

Nabiki había notado miedo en las voces de sus amigas y notó que alguien se paraba delante de él.

- ¿Venís a apostar en contra de Ranma o en contra Akane? - miraba a las hojas de apuestas, no se había fijado quien había llegado.

-No. Venimos a apostar a que no se enfrentaran en el primer duelo. Cien mil yens. Cincuenta por cada uno.

Nabiki se había quedado petrificada. Conocía esa voz. Ya sabía por qué sus compañeras habían huido.

- ¡Ranma! ¡Akane! ¿Qué hacéis aquí? - preguntó la hermana mediana asustada.

-Estudiamos temporalmente aquí. ¿Vas a aceptar nuestra apuesta?

-Pero si os van hacer trampas…

-Ya lo sábenos. Tú coge nuestra apuesta y no te escondas. En un par de minutos te haremos una visita. – se fueron dejando a Nabiki asombrada. - ten preparado nuestro dinero.

Poco después volvieron las amigas de Nabiki. El peligro había pasado.

Estaban esperando que comenzarse el sorteo y para sorpresa fueron llamadas las primeras. Con eso supieron la trampa que les harían.

Metieron la mano en la urna y cada una cogió dos bolas.

-Solo podéis coger una-dijeron los árbitros. No podrían dejar que esas dos chicas abriesen las dos bolas. Pero Ranma y Akane, abrieron sus dos respectivas bolas y enseñaron los números.

Ranma tenía dos veintiséis y Akane dos veinticincos. Se acercaron a las urnas y empezaron abrir bolas. Solo aparecían veintiséis y veinticincos. Miraron enfadados la directora. Esta se asustó, su trampa quedó descubierta. No podía quedar mal ante los patrocinadores.

-Nos hemos equivocado. Esas bolas eran para una función de teatro. Como las dos chicas han pasado un mal rato, pueden elegir donde lucharan.

Las dos jóvenes se miraron.

-Yo elijo aquí- comentó Ranma y señaló un número.

- Y yo aquí- dijo Akane.

Las chicas no eran tontas, pensó la directora, solo se pondrían enfrentar en la final. Pero antes tendría que luchar contra las mejores combatientes de la escuela… y algunas de fuera. La mujer se tapó con la mano su sonrisa siniestra, nadie sabía que había tres chicas que liquidarían a esas dos.

Llegó el momento en que luchó Akane.

Iba a subir al tatami y se giró...

- ¿No me animas? -preguntó ella un poco recaída y con la cara triste

- ¿Para qué? No es rival para ti- la miró y vio que no se animaba. Se acercó y la besó en la frente- ánimo, tendremos que luchar en la final. Sé que no me fallaras.

Akane lo miró y se le iluminaron los ojos.

-Si- dijo ella muy animada. Y subió al tatami.

Su rival, mucho más alta que ella, la miró con desprecio.

-Ni cinco segundos. Este combate no dura ni cinco segundos. Caerás antes.

-Eso es seguro, Akane no necesitará tanto para vencerte. -se dijo Ranma

Empezó el combate y la rival de Akane se lanzó sobre ella y de golpe sintió que volaba. Y salía del tatami. Akane la había lanzado sin esfuerzo fuera.

Cuando bajo del tatami se juntó con Ranma. Se abalanzó sobre él abrazándolo.

- ¡He ganado! - gritó muy alegre.

-Modérate, tu rival era muy floja. Y por aquí esta Nabiki, como nos haga una foto...

Ella lo entendió y se apartó del él. Pero ambos querían estar juntos.

-Vamos a ver a Nabiki. Quiero proponerle un trato con las apuestas.

El día paso rápido y los dos chicos se deshicieron de sus rivales con rapidez. Pasaron a la siguiente ronda que se jugaría el día siguiente.

Los dos chicos habían ganado una pequeña fortuna con las apuestas.

Se habían reunido con su representante, Nabiki y Nodoka que llegó para ver el torneo. Y surgieron dos problemas.

-No podéis apostar todo lo que habéis ganado, arruinarais a muchos, ya lo han hecho muchos apostando en vuestras contras. - dijo el representante.

- Vale nos quedaremos con una pequeña parte, para ir apostando y el resto… Akane y yo lo meteremos en el banco, en dos cartillas. Nos servirá para imprevistos.

-Pero no deben enterarse vuestros padres- dijo Nodoka mirando a Nabiki, esta se asustó, había captado la amenaza- os dejarían sin un yen, sobre todo Genma.

-No dejaremos que esos nos quiten lo que hemos ganado.

El representante los miraba con cara extraña, parecía que quería decirles algo.

-Ranma, Akane. No os puedo seguir representando… me han amenazado a mí y a mi familia. Me gustaría mucho seguir con vosotros…

Los dos chicos se miraron, era una jugarreta de la directora, no estaban preparados para eso… Pero Nodoka si, y propuso algo.

Al día siguiente iban los cinco por un pasillo y se la acercaron dos tipos al señor Yotsuya.

-Ayer no recibiste bien el mensaje… hoy te lo volveremos a dar.

-Creo que están cometiendo un muy grave error-dijo Ranma.

-No sabes con quien hablas- dijo con chulería uno de los matones.

-Ni lo sé… ni me importa. - respondió Ranma- permítame que les presente a mis representantes, mi madre, esta señorita es Nabiki y el señor Yotsuya – Ranma dejó pasar un rato- juntos han formado una sociedad que nos representa, a mí y a mi amiga.

-Esto no es cosa de mujeres, tu madre debería estar sirviendo a tu padre. – el hombre se estaba buscando una paliza. Señaló a Nabiki- esta chiquilla tendría que estar en la escuela. Y ese hombre… es hombre muerto. - se acercó a Akane- En cuanto a ti preciosa, se dé un sitio donde podías trabajar, hay depravados que buscan crías y tú eres el tipo de ramera que a ellos les gusta, con esa cara de niña. Tenemos órdenes de llevarte con nosotros.

Nodoka se quedó helada, la reacción de su hijo sería terrible. Esos hombres estaban perdidos, no les sentía lastima.

Nabiki se tapó la cara. No quería ver lo que Ranma les haría a esos dos.

Akane estaba furiosa, en unos momentos saltaría sobre el incauto. Y fue en ese momento cuando captó un aura terrorífica. Se giró vio a Ranma furioso. Había cambiado, volvía a ser un chico.

-No os consiento que menospreciáis a mi madre… pero por insinuar a lo que se debe dedicar mi prometida… yo conozco gente que hace ciertos trabajos, les mando gente como vosotros. Y en unos meses… reparan casi todo lo que yo os destrozo… es decir… solo os dejaré todos los huesos rotos… los romperé uno a uno. Esa gente, se le llama médicos, intentaran curar vuestras heridas. Pero jamás sanareis totalmente.

Se crujió las manos y… los dos hombres no vieron a un joven, vieron a un monstruo y a su lado iba una chica, la furia que desfiguraba su rostro la convertía en un ser igual de terrorífico que él del otro chico.

En el recinto donde se celebraba el torneo, dos hombres hablaban de cosas malas.

-Al final te he hecho caso. He mandado a mi hijo y a mi sobrino a resolver el caso- se oyó un ruido fuerte y en la sala empezó a hacer mucho frio e incluso parecía que había caído un poco la potencia de la luz- que frio hace, no es normal. Como te decía. He dado órdenes de… secuestrar a la chica. Será mi chica estrella…

El frio se hizo muy intenso y al girar la cara hacía donde venía ese helor, lo vio. Era un monstruo, que lo miraba con cara asesina, retrocedió y chocó con algo, se giró y vio otro monstruo con forma de mujer.

Nabiki se acercó dónde estaba un micrófono y lo conectó y todo escucharon. La conversación del pasillo y la que tuvieron en la sala. Las había grabado.

La directora se quedó helada. Creía que esos dos hombres eran importantes hombres de negocios. Pero en realidad eran dos delincuentes buscados por la policía de varios países. La tenían engañada. Serían arrestados en unos momentos. En el recinto también había altos cargos de la policía.

Los dos hombres intentaron huir, siendo reducidos por los dos prometidos. La policía se lo agradeció. Eran dos tipejos escurridizos, incluso tenían una alta recompensa que cobraron los chicos. Ya tenían amasada una mediana fortuna.

-Con esto podíamos cómpranos nuestro propio dojo-bromeó Akane. - o un apartamento.

El chico la miró serio. Él también lo había pensado, pero no como una broma.

-Con lo que tenemos nos podíamos dar el lujo que fuese grande o comprar una casita o dos.

Nabiki los miró extrañada.

-Estos dos quieren volar solos. No me extraña, han pasado muy malos ratos por sus conocidos. Quieren alejarse de todo- se dijo.

Nodoka se dio cuenta que los dos chicos habían declarado su intención de vivir juntos, y solos. Ellos parecían no dase cuenta de lo que habían dicho en realidad. Estaba segura que tarde o temprano ambos se declararían el uno al otro… lo que ella no sabía era que ya lo habían hecho, aunque ninguno de los dos lo recordaba.

Los combates siguieron, los dos prometidos fueron liquidando contrarías sin pestañear. Por otra parte, Kaori y Emma también fueron pasando de ronda. Pero quien llamó la atención de Ranma y Akane fueron dos enmascaradas.

-Siguen pasando de ronda es normal, son las mejores preparadas. - comentó Akane.

-No sabía que podían venir chicas de otros colegios… ya las conoces como son- respondió Ranma. No se habían dado cuenta, pero mientras miraban el combate, Ranma la cogió por la cintura y la chica lo cogió por los hombros. -Akane, ¿te has dado cuenta cómo estamos? -La chica se puso roja, pero no lo soltó, y él tampoco lo hizo. Entonces tuvo un temor, si ellas estaban aquí… eso significaba que...

Una de las enmascaradas acabó venciendo a su rival y miró a la pareja, se enfureció. Sabía que si los atacaba sería descalificada, pero la estaban desafiando al estar abrazados.

-Se ha enfadado, creo que piensa que la desafiamos- dijo Akane preocupada- será mejor que nos soltemos.

- ¡No! creo que dijimos que no nos dejaríamos manipular. Si dejamos de abrazarnos, haremos lo que ella quiere. Que vayan aprendiendo que haremos los que nosotros queramos. Somos libres de elegir y mi elección eres…- se cayó, se puso rojo. No pudo seguir.

-Tienes razón, no nos debemos manejar por nadie- se lo quedó mirando y le preguntó- ¿qué has querido decir que yo…?

La chica pelirroja trago saliva se puso roja.

-Yo… yo… quiero decir…- balbuceaba como un niño.

-Pero si a veces me has dicho que me aprecias. ¿Tanto te cuesta decir lo que sientes?

Él la miró. Volvía a ver a Ranma chico.

- ¡Si! ¡Me cuesta… mucho! Ya te lo conté una vez. No soy bueno expresando mis sentimientos. No me pidas lo imposible… tal vez algún día pueda contártelo todo.

-Sé lo que realmente sientes por mí, con eso estoy contenta.

El torneo siguió y cada vez quedaba menos participantes.

Solo quedaban ocho participantes. Ranma se enfrentaría a una de las enmascaradas y Akane a la otra.

-Ten cuidado, tu rival no juega limpio y conoce muchos trucos-dijo Ranma- pero tú ya sabes eso. No es la primera vez que te enfrentas a ella. Pero si se piensa que eres la misma de antes anda muy equivocada.

Akane miró a su contrincante.

-Tengo una sensación rara- dijo. Su prometido la miró preocupado- antes cuando me retaba la veía muy grande… ahora la veo de mí mismo tamaño o menor.

Ranma la miró con orgullo, había sido una buena alumna, ahora estaba a su nivel. Estaba deseando enfrentarse a ella.

-Es hora que empieces tu combate. Quiero enfrentarme a ti en la final, no acepto que pierdas, no te perdonaré si no pasas de ronda.

-Confía en mí, al menos por una vez confía en mí y en mis posibilidades. -suplicó Akane.

-Confió en ti, te tengo toda la confianza… pero eres tan imprudente.

Ella lo miró y sonrió. Y de golpe lo besó en la mejilla. Él la miró extrañado.

- ¿Por…? - preguntó el chico.

-Considéralo un ritual, para que tengamos suerte. - le contestó ella con una sonrisa y subió al tatami.

Él se tocó donde ella lo besó.

-Me gustan los rituales, y este me encanta-dijo el chico.

La enmascarada había mirado la escena con rabia. Ranma, aunque tenía ahora apariencia de chica, era un chico. Y se comportaba como un chico. Y ver cómo le besaba su prometida, puso a la rival de Akane de mal humor.

Akane miró a su rival, tanto ella como Ranma la reconocieron de forma inmediata, el día anterior. La tercera enmascarada había sido rápidamente vencida en las primeras rondas.

-Veo que subes para que te venza- dijo la enmascarada- deberías rendirte. No ganaras, soy superior a ti.

-No te tengo miedo. El tiempo de temeros ha acabado. No me vencerás.

-Vas de sobrada. No te hagas la valiente, Akane, si te ves en peligro llamarás a Ranma para que te salve.

Akane se enfureció. Esa creída se llevaría un buen susto.

-No sé lo que Ranma ve en ti. No eres tan voluptuosa como yo, a los hombres le gusta las mujeres que tienen grandes los…-dijo la enmascarada.

-La inteligencia, de Akane me gusta la inteligencia… tiene más que otras…- gritó Ranma. El chico se ponía nervioso con tanta palabrería. Y no pudo abstenerse de ser irónico.

Las dos chicas lo miraron sorprendidas. Una estaba contenta, la otra furiosa, sabía cómo atacarlo… y recordó la mala experiencia de la última vez. De esa forma no podía… pero…

Y empezó el combate, las dos chicas estaban igualadas. La enmascarada estaba sorprendida, su rival había mejorado mucho.

- ¿Cómo se ha entrenado para mejorar tanto? Esta parando mis mejores ataques.

Poco a poco Akane empezó a superar a su rival. La otra chica se dio cuenta que la había superado. No le gustaba. Ranma debió someter, a su prometida, a un entrenamiento estricto. Pero ¿con que fin lo había hecho? Entonces supo la respuesta y se sorprendió. La había entrenado exclusivamente para que pudiera vencerlas a ellas.

- ¡No te perdonaré! No te perdonaré que estés siempre con Ranma, no te perdonaré que me hayas humillado, usaré cualesquiera cosas para vencerte. -Y sacó una botella y se la tiró a su contrincante. - Ya te he vencido. Ranma no volverá a acercarse a ti.

Akane vio como la botella venía hacía ella. No pudo esquivarla, imparto en ella, la botella se rompió y la mojó, oyó gritar a Ranma y todo se oscureció. Sabía que le había pasado.

Ranma vio como la enmascarada lanzaba la botella a su prometida y supo al instante que planeaba la chica. Vio impactar la botella en Akane y a esta desaparecer. Volvió a vivir lo que le pasó en Jusenkyo. Y se lanzó al tatami con urgencia.

La ropa de Akane estaba en el suelo, el chico se acercó.

- ¡Akane!, ¡Akane! - la llamaba. La enmascarada la había vuelto maldita. Oyó la risa de la rival de su amiga.

- Ahora no te podrás acercar a Akane… ¡y tú serás solo mío!

- ¡Nunca seré tuyo! Lo que le has hecho a Akane lo pagaras con tu vida, ramera. Ya que tus leyes lo son todo, seguiremos unas. -Se levantó y se acercó a la enmascarada y le arrancó la máscara. - Te reconocí nada más verte, Shampoo.

La chica se alegró ahora Ranma la aceptaría como esposa. Pero su alegría duró un instante. La chica pelirroja le dio el beso de la muerte.

- ¡Shampoo te mataré!, por lo que le has hecho a Akane. Ya utilicé una vez esta técnica contigo, estuve a punto de matarte. Hoy no fallaré, no está Akane para salvarte.

- No puedes acercarte a Akane. Ella es ahora una…- sabia como Ranma pensaba atacarla.

Ranma se acercó a la ropa de Akane, dentro de ella se movía algo, se arrodilló, tuvo un escalofrío, no le gustaba lo que iba hacer, odiaba entrar en ese estado. Trago saliva asustado y metió las manos en la ropa.

- ¡No lo hagas! ¡La vas a matar! - gritó la madre de Ranma.

El chico la miró, estaba furioso, lleno de ira y rabia.

- ¡Se lo merece!, ya una vez quedó avisada. Esta vez va en serio. No volverá dañar a Akane, ¡NUNCA MAS!! Shampoo eras mi amiga, ahora eres una enemiga. Con Herb tuve piedad y lo salvé. A Saffron no lo rematé, tú no tendrás tanta suerte.

El chico cogió el bulto que había dentro de la ropa y lo sacó.

Akane vio el agua imparta en ella y todo se oscureció. Sabía que se había transformado, pero no sabía en qué y… empezó a pensar. Si Shampoo quería alejarla de Ranma, sólo había algo en que podía transformarla.

Oyó a Ranma hablar, por lo que dijo supo que pretendía… esta vez acabaría con la chica china.

Unas manos la cogieron y la sacaron de la ropa. No quería que Ranma la viese así… además ¡estaba desnuda!

Lo primero que vio fueron unas patitas con pelaje azul, ya estaba segura, era una gata. Vio a su prometido. Le vio la cara de espanto con que la miró. Le pareció extraño que no gritase. Luego vio en el chico cara de horror, no por el miedo que le daban los gatos, sino por qué comprendió que ella también estaba maldita. Y vio como él lloraba.

-Creía que con esta forma me darías miedo, pero no me lo das. No te temo. Te encuentro que eres una gata muy preciosa. Siento que me das confianza, me gustas con este aspecto, eres muy suave y agradable al tacto… pero de todas formas no perdono a Shampoo. – miró a la gata, y la vio llorar. Notó que él mismo también lloraba- es la primera vez que veo un gato llorar.

Akane se abalanzó sobre Ranma y este la estrechó en su pecho y el chico la acarició. Ella se tensó y levantó la cola, le gustaba que la acariciase así y ronroneó. Se quedó parada. No podía seguir comportándose como una gata mimosa… pero era tan agradable que el chico la acariciase.

-Ranma he ganado. He vencido a Akane. - dijo Shampoo orgullosa, aunque molesta por como el chico se comportaba con esa gata, y esa gata con el chico, ella no había conseguido tanto acercamiento.

-Lucharemos y te mata…- empezó Ranma. Pero la gata se puso delante de él, y él la miró. La gata de pelaje azul negó con la cabeza. -… entiendo Akane, será como tú quieras. ¡Shampoo! El combate con Akane no ha acabado. Tendrías que ser descalificada por emplear trucos sucios. Pero Akane te quiere vencer… y lo hará. Pobre de ti que vuelvas a hacerle una jugarreta. No veras una hora más.

- ¡Venceré a Akane! No es más fuerte que yo. Cuando la venza tú serás mi Airen…

- ¡Óyelo bien!, pues solo te lo diré una vez. No me casaré contigo, ni ahora… ¡NI NUNCA!. Aunque venzas a Akane, que no lo harás.

El chico bajó del tatami y habló con la árbitra y consiguió un descanso de cinco minutos.

La directora se asustó. No estaba jugando bien, los demás jugadores la estaban engañando y ella sería la cabeza de turco por la que iría Ranma y su madre. Tenía que arreglar el entuerto. Fue por eso que le dio los cinco minutos, aunque al final le concedió media hora.

Ranma preparó todo para que Akane volviese a tener su cuerpo auténtico cuerpo.

Cogió la gata, que iba a gusto en los brazos del chico, y fue a los vestuarios, con su madre y Nabiki. En la puerta se encontró a Ryoga.

-Ranma, yo… no sabía… que- balbuceó el chico.

Ranma lo miró con desprecio.

-Mama coge a Akane- y le dio la gata.

Ranma no vio cómo su madre se ponía tensa y miraba a la gata con terror. El chico no se dio cuenta lo que les costaba a Nodoka controlarse y no soltar la gata y salir chillando, como hacía él cuando veía un gato.

Se giró hacía Ryoga y con la mano izquierda lo cogió del cuello y lo empujó contra la pared, levantándolo del suelo. El chico de la cinta se quiso soltar, pero no pudo, la fuerza con que lo cogía Ranma era descomunal. Aunque su rival era ahora una chica, no podía soltarse.

Ryoga se dio cuenta que esa fuerza venía de la rabia que sentía el chico. Si hubiese querido lo hubiese destrozado sin esfuerzo.

- ¿Qué os pasa últimamente? ¿Habéis comido algo y habéis enloquecido? No os reconozco. Yo os tenía aprecio… erais mis amigos, mis aliados… ahora os habéis vuelto en mis peores enemigos. Nos queréis obligar a quereros a vosotros, sin que nuestra opinión valga, sois tan retorcidos como mi padre y él de mi prometida. Akane y yo somos libres de querer a quien a nosotros nos de la real gana.

Soltó al chico que cayó de rodillas al suelo sin aire. Ranma cogió de nuevo Akane.

-Esfúmate, cuando salga no te quiero ver, procura no perderte, por qué si te encuentro… te mato. No te quiero volver a verte, ni cerca mío, ni de Akane... si te acercas a ella… te haré sufrir. Lo que habéis hecho lo pagareis los seis. Sé que estáis todos metidos. Aunque no supieseis lo que quería hacer Shampoo sois culpables.

Entró en el vestuario.

-Tú no puedes estar aquí- dijo Nodoka. -debes salir.

Nabiki había cogido a Akane, sabia el terror que la mujer tenía a los gatos.

Ranma se dirigió a la puerta y… la gata saltó de los brazos de Nabiki y se puso delante de Ranma.

-ME DA IGUAL LO QUE LE HAGA A RYOGA, ÉL Y LOS DEMÁS SE LO HAN BUSCADO, SIENTO LO MISMO QUE RANMA… PERO NO QUIERO QUE SE ALEJE DE MI AHORA, LO NECESITO CONMIGO, CERCA MIO. QUIERO QUE NO SALGA DEL VESTURIO"- pensó la chica.

-Hare lo tú quieras, me quedaré aquí, Akane- dijo Ranma- ¡Nabiki!, las duchas están detrás de esa puerta. Si quieres la cierras con el pasador.

Las dos mujeres se llevaron a la gata a las duchas y el chico se quedó solo… con su frustración. Cogió un vaso lo llenó de agua caliente y se mojó. Pensaba que siendo chico lo soportaría mejor… se equivocaba…se sintió peor, mucho peor. Se sentía un fracasado, no sabía cómo darle la noticia a Soun y a Kasumi. Se apoyó en una taquilla y rompió a llorar. Fue así como lo encontró su madre.

El chico la abrazó.

-Soy un fracasado. Siempre la pongo en peligro. Todo lo que le pasa es por mi culpa. Ojalá no me hubiera conocido, viviría más tranquila.

Su madre lo miró. Era un chico responsable, le enorgullecía que tuviera esos pensamientos… pero debía ser fuerte y apoyar a Akane en estos momentos tan malos. No se parecía a su padre. En ese caso, Genma, hubiera escurrido el bulto

-No quiero que Akane te vea llorar, debes ser fuerte, por los dos. Ella lo es. Ahora ya es de nuevo humana. Y se está vistiendo. No debes demostrar flaqueza. Ella se apoyará en ti, Akane debe ver que puede confiar en ti. Aunque por dentro estés triste y con pena, no debes mostrárselo...

- ¡No lo entiendes! ¡No voy a poder engañarla! Ella es quien mejor me conoce. Sabrá lo que siento. Jamás podre engañarla… en eso.

Se abrió la puerta y apareció Akane, en sus ojos se veía que había llorado. Los dos jóvenes se miraron.

Nabiki, abrió el grifo de la ducha… y la gata entró. El cambio fue instantáneo, donde antes había una gata, ahora había una chica.

La chica se puso a llorar, se sentía desvalida. Ahora Ranma huiría de ella. Necesitaba que él la abrazará. Quería que la protegiera. De pronto sintió miedo, conociendo al chico, se estaría echando las culpas. Ahora Ranma pensaría que no la había podido proteger… y que él huiría para que no fuese atacada de nuevo, no se lo iba a permitir.

-Venga Akane, no es tan terrible. Tu prometido no te teme. Y si no te satisface te podemos prometer con el gato del vecino-quería bromear, pero tal como la miró Akane decidió callar, era más saludable.

-Mi hijo no te dejará, es un Saotome. Tiene un compromiso contigo…

- ¿Estas seguras que no me dejará? ¡Soy una gata! ¡Ranma odia los gatos!. Me rechazará.

-Confía en él, no lo hará.

- ¡Si lo hará! Lo hará para alejar el peligro que cree que representa para mí. Lo conozco y sé que lo hará.

Nodoka salió y a los pocos minutos lo hizo ella. Miró a Ranma y vio que el chico había llorado, se hacía el fuerte, pero estaba sufriendo. Se quedaron mirando un rato. Y de golpe ella se abalanzó sobre él y lo abrazó, enterró su cabeza en el pecho del chico y lloró. Ranma la abrazó con fuerza. Jamás la había visto tan abatida. Tanto como él mismo.

-Animo Akane, saldremos de esta. Debemos seguir adelante. Yo no… - no sabía cómo seguir adelante. Ella levantó la vista y lo miró.

La chica llevó su mano a la mejilla del chico y le quitó una lágrima con el dedo índice y la miró, fue entonces cuando el chico notó que estaba llorando. Akane se dio cuenta que su prometido necesitaba que ella lo apoyase, tanto como ella lo necesitaba a él.

-Tienes razón, seguiremos adelante, no nos dejaremos vencer. Quiero seguir el combate. Le voy a enseñar, qué clase de gata soy. Acuérdate los gatos cogen a su dueña bajo su protección. Tú estás bajo mi protección y esa… gata es una invasora. No le dejaré que se meta en mi territorio.

El chico la miró sorprendido y rió.

-No soy propiedad tuya… pero entiendo lo que quieres decir. Me siento alagado que me tengas bajo tu protección… pero no estoy contento… esto te ha pasado por mi culpa… es algo que no me perdonaré jamás.

-No ha sido culpa tuya… no te eches la culpa. No nos pueden obligar a querer a alguien en contra de nuestra voluntad y tampoco pueden deshacerse de los rivales por qué les molestan. Aunque no me gusta tendré que aprender a vivir con esta maldición. Ahora acompáñame a vencer a esa pequeña bruja.

- De pequeña no tiene nada… es toda una gran bruja. - dijo Ranma.

Estaban abrazados y Nabiki sacó una de sus cámaras para fotografiarlos.

- ¡Nabiki! Si los fotografías y lo metes en problemas, tú tendrás uno conmigo y con Kasumi. Me pidió que te controlarse.

Nabiki tragó saliva, no quería problemas con Kasumi, las pocas veces que se enfadaba era terrorífica.

Los dos chicos volvían al tatami. Ranma volvía a ser chica. No habían visto a Ryoga, aunque este si lo vio escondido. Ranma supo dónde estaba y miró en esa dirección, Ryoga se petrificó de terror… esa mirada no tenía nada de agradable.

Todos los que se cruzaban con los chicos se apartaban. Sus miradas y semblantes serios, los atemorizaban.

Satsuki y su pandilla iban a burlarse de ellos… pero algo le dijo que se abstuvieran, que sus vidas corrían peligro. Vio a las dos mujeres que seguían a las chicas. La mayor era claramente la madre de Ranma, era idéntica a su hija. Y la otra era hermana de Akane, tenían cierto parecido. Algo le dijo que eran extremadanamente peligrosas.

Nodoka vio las chicas, se dio cuenta que tenían intención de meterse con Akane, de pronto vio que esas chicas se asustaban, como todos que se cruzaba con ellos. Supo que ese miedo provenía de los dos jóvenes que caminaban delante de él. Tenía una extraña sensación, aunque Ranma era ahora una chica… no la veía a ella, sino a su auténtico aspecto.

Llegaron al dojo y miraron al tatami de forma desafiante. Shampoo dio un paso atrás de forma instintiva. Se había metido en problemas… pero su desmesurado orgullo le impidió darse cuenta.

-La chica violenta ha vuelto, para que yo acabe lo que empecé. Despídete de Ranma, no volverás a verlo.

Akane no le contestó y subió al tatami, el combate volvió a empezar.

-No te has despedido de Ranma. Ya te has rendido, cuando acabé contigo en el torneo, nos casaremos, e inmediatamente nos iremos a China.

-Creo recordar que él dijo que no se casaría contigo. No te lo daré por qué tú lo digas, él es libre de elegir. Y por ahora es… ¡MI…O!

-Airen se debe a nuestras leyes. Debe ser mi esposo.

-Eso es lo que tú te piensas- pensó Ranma- no me casaré contigo.

-Eso es lo que tú te piensas-dijo Akane- Ranma no se casará contigo.

Ranma al oírla se rió. Había pensado lo mismo que él...

Empezó el combate de nuevo.

Shampoo atacó con gran velocidad… pero Akane le paró todo el ataque con parecida velocidad.

-Has mejorado…pero no superaras nunca nuestra amazona más débil. -el orgullo de Shampoo le hizo olvidar el consejo que le dio su bisabuela semanas antes.

-Pues yo te veo…- empezó Akane.

- ¿Como…? - preguntó La chica china con rabia.

-Lenta… excesivamente lenta- dijo Akane. La gente cercana a Ranma la oyeron decir lo mismo a la vez y con idéntica pausa. - ¿No puedes luchar de verdad? con toda tu fuerza.

- ¿Qué soy lenta? Piensas que soy lenta ahora veras lo rápida que soy.

Y la chica atacó con toda su velocidad. Pero no se esperaba que su rival igualase y aumentarse mucho su velocidad... Shampoo no veía los golpes. Akane era muy veloz dando golpes. Si Akane era así de veloz… ¿Qué rápido se había vuelto Ranma? Se preguntó con temor.

Akane le dio una patada con la pierna izquierda y antes que pudiera recuperarse le dio una sucesión de golpes.

-Eso es el ataque… de Ranma... – dijo Shampoo.

- ¡No es lo es! Es una técnica nueva. Ranma y Akane están desarrollando técnicas nuevas, su propia escuela de artes marciales... Son unos genios. Tengo que casar a Ranma con Shampoo o con otra amazona. En cuanto Akane… no puedo dejar que vuele sola, debo buscarle un pretendiente de nuestro pueblo… tal vez… Mousse. Debo controlar a ambos chicos son demasiados poderosos para dejarlos hacer su voluntad. Y jamás deberán casarse él uno con el otro, no podía manejarlos a mi antojo. -pensó Cologne.

Shampoo se sabía vencida, pero no se dejaría vencer. Pero no pudo evitar el ataque fulminante de Akane, esta le pegó una patada y la mandó al lado de Cologne, había perdido.

-Je, je. Abuela he perdido- dijo como alelada y se desmayó.

Akane pasaba a la semifinal. Bajó del tatami y se abrazó a Ranma.

- ¡He vencido! ¡He vencido! - dijo exaltada.

- ¿Lo dudabas? Yo no lo hice, sabía que vencerías- dijo su prometido alegre acariciándole el pelo.

- No hagas eso- lo amonestó Akane con un escalofrío.

- ¿Qué no haga el qué? -preguntó el chico picaron

-Acaríciame la cabeza- y lo miró tentadora- me gusta que me lo hagas. Me gusta demasiado… pero solo si lo haces tú… si lo hace otra persona le muerdo.

-Pues prometido. Te lo haré siempre que quieras. Mi Cat-chan.

-Me gusta ese mote- dijo ella. Se sentía bien, sabía que cuando ese torneo acabase, volverían a ellos el fantasma de su transformación.

Ranma miró a su próxima rival

- Ahora me toca a mí.

Y subió al tatami para enfrentarse a la otra enmascarada.

- ¡Quítate la máscara! Sé quién eres. No me engañas. Os reconocimos desde el primer momento. -Ordenó Ranma. Estaba furioso. La chica no reaccionó, estaba conmocionada- ¡TE HE DICHO QUE TE QUISTES LA MASCARA… UKYO! -gritó Ranma.

La chica se lo quedó mirando y de mala gana se quitó la máscara. Ukyo estaba asustada. Tenía el rostro desencajado y parecía que había llorado. No soportó mucho tiempo la mirada de Ranma. La chica se sentía culpable. No sabía todo lo que había planeado Shampoo, y se asustó cuando vio lo que hizo la chica china, sabía que Ranma se vengaría.

- ¿Por qué Ukyo? ¿Por qué lo hicisteis? ¿Por qué seguiste el juego de Shampoo? -el chico suponía que Shampoo no le dijo a Ukyo lo que planeaba. Y que la quería para que él en ese combate acabase definitivamente con ella, así se deshacía de las dos más peligrosas rivales. - ¿Por qué tantos ataques? No comprendes que, si sigues así, acabaras destrozando nuestra amistad… y te acabaré odiando.

- Yo no sabía lo que planeaba Shampoo…- estaba llorando. Tanto Ranma como Akane tuvieron piedad de ella, pero no mostraron ningún sentimiento, debían ser fuertes. - yo no quería que eso pasase… - entonces ella se vino abajo- ¿Por qué Ranma?, ¿Por qué quieres a Akane? ¿Por qué no a mí?, ¿Es que no soy guapa?

Ranma siguió con el rostro sin mostrar ningún sentimiento, pero Akane sabía que Ranma estaba sufriendo por el drama que vivía su amiga, a ella también le pasaba.

-Ucchan te dije desde el principio que éramos sólo amigos- dijo Ranma.

-No sabes el mal que me habéis hecho-dijo ella llorando- siempre estáis juntos, más de lo que estuvimos tú y yo de pequeños. Tengo celos… ¡SI, TENGO CELOS!... ¡de los dos! Aunque os peleáis, siempre os apoyáis él uno en el otro… os ayudáis. Daríais los dos la vida por el otro. En contra de mi voluntad… os habéis vuelto mis mejores amigos.

La chica seguía llorando y cayó de rodilla. Ranma sintió que no podía hacer nada por ella. Para hacerlo debía hacer un sacrificio… y no estaba dispuesto a hacerlo. No estaba dispuesto a cambiar a Akane por Ukyo.

-Me… me rindo… no puedo luchar contigo- dijo la chica. Se levantó y abandonó el dojo corriendo.

Ranma se reunió con Akane, los dos chicos estaban afectados por lo ocurrido.

-No sabía lo mal que lo está pasando. Ella me da pena, pero no Shampoo ni Kodachi. -comentó con pena Akane.

- ¿Te arrepientes de que últimamente nos llevemos bien? ¿Que estemos en este colegio juntos? -preguntó Ranma. - Si seguimos siendo prometidos haremos mal a alguien, y si ellos nos hacen cortar seremos nosotros dos los dañados. Siempre habrá alguien que sufra. Pero nosotros debemos ser egoístas y pensar solo en nosotros. Y pasar de ellos y de los viejos.

-No, de ninguna forma me arrepiento-contestó ella- estoy muy contenta de estar contigo.

Aunque los dos pensaban que, si su relación mejoraba o si intentaban casarse, los ataques se harían más fuertes.

-Me importa poco o nada lo que ellos quieran, yo seguiré siendo tu amigo. Eres unas de las personas que más aprecio. Y nadie me dirá como te tengo que apreciar, eso es algo entre tú y yo. Tú no me impones como debó apreciar a nadie, ni a mi madre ni a tus hermanas ni a nadie. Tampoco me fuerzas a quererte, es algo que no se puede hacer. No veo por qué ellos deben interponerse en nuestra amistad.

-Opino lo mismo que tú. Nadie puede poner límite a la amistad entre dos personas. Yo también te aprecio mucho. Y no quiero que nadie se interponga en esa relación, sean esos seis o sean nuestros padres.

Los dos jóvenes se miraron, los dos se habían mentido, lo que cada uno sentía por el otro no era solo aprecio, Era algo más.

Nodoka miró los chicos sabía lo que sentía el uno por el otro. No los forzaría a confesar, no era como los dos padres. Los dos hombres solo querían un heredero, les daba igual lo que opinasen o quisieran los dos prometidos… pero se dio cuenta que, si alguna vez Ranma y Akane tenían un hijo, no dejarían a este en manos de sus padres. Los dos hombres ya hacían planes de cómo educar a su nieto, pasando por encima de sus hijos. Si esos dos se creían los dueños de su futuro nieto, lo tenían mal. Ni Ranma ni Akane dejarían que nadie hiciera con sus hijos, lo que les hicieron a ellos.

Después del dramatismo de los dos últimos combates. La semifinal se jugaría al día siguiente y la final la semana siguiente...

.

..

7° parte : Un pequeño descanso.

Esa noche en el Café Gato.

Una enfurecida Cologne echaba una reprimenda a su bisnieta, era una joven irreflexiva, la había avisado muchas veces. Y la chica siempre hacía lo que quería.

-Te lo he dicho muchas veces, no ataques así a Ranma, la penúltima vez te salvó tu rival. Esta vez te ha salvado que Ranma no le ha tenido miedo a Akane-gata, si no fuese así ahora estarías muerta. No vuelvas a hacerlo o te castigaré… si sobrevives. Te debo castigar.

Cogió un cubo de agua y la mojó, la chica se transformó en gata. La vieja bruja la metió en un cesto para gatos.

-Debemos volver a China, hemos sido convocados nosotras y Mousse. Vosotros dos iréis transformados en animales. Viajando de esa forma, vuestro pasaje es más barato que él de una sola persona. Lo que me ahorro lo puedo gastar en recuerdos. Varías Matriarcas me han encargado varías cosas. - dijo Cologne riendo.

Mousse y Shampoo se miraron, cada uno dentro de su jaula. La vieja mujer se estaba volviendo una tacaña, últimamente cada vez que debían viajar utilizaba esa técnica, y lo que se ahorraba, se lo gastaba en caprichos.

Pero si los convocaban el Consejo de Matriarcas era grave. Sospechaban que todo giraba en torno a Ranma y Akane. El chico se había vuelto excesivamente fuerte. Y la chica era el motivo de ese aumento de fuerza, aunque ella también se había vuelto muy fuerte. Y ellos dos tenían parte de la culpa de eso, serían castigados, eso era seguro.

Shampoo había utilizado el sucedáneo del agua del gato para atracar a Akane, algo prohibido a las Amazonas, sería castigada por ello, y no sería algo suave. Desde hacía meses su nieta se estaba desbocado, sus continuas derrotas, la alejaban de lo que debía ser, una noble amazona, y la acercaban a pasos a la locura.

Pensó en la maldición de Akane, en las intrusiones que venían en el sobre de los polvos de la maldición del gato, describían esa maldición como inestable, que podía ser que la persona maldita no se transformase siempre que se mojase y no era seguro que esa maldición durase mucho, que con el tiempo podía desaparecer… pero eso no lo debían saber ni Ranma ni Akane, si lo descubrían podría intentar vengarse de Shampoo, y aunque esta se lo merecía, era su nieta y debía protegerla.

Cologne se imaginaba para que la llamaban. No la dejarían cumplir sus designios de casar a Ranma con su bisnieta y Akane con alguien de su clan, como Mousse, la familia de Cologne se volvería muy fuerte e influente. Además, los dos chicos eran muy independientes no se dejarían dominar por las leyes de las amazonas, y no aceptarían un matrimonio impuesto… con una persona que no querían...

En Nerima una chica contemplaba las estrellas. Estaba sentada en el tejado de su restaurante. Su vida se había venido abajo. El chico al que había querido durante diez años estaba enamorado de otra. Esta chica, a pesar de ser su rival, era su mejor amiga.

Había ido diez años detrás de una sombra y al reencontrarla descubrió que en su corazón ya había instalado alguien. Hizo todo lo que pudo para que el chico se fijase en ella, pero él sólo tenía ojos para su rival. A ella sola la quería como amiga.

Lo peor era que había otras dos rivales. Una china, la más peligrosa de las tres, tenía muchas técnicas y pócimas y era la que más sucio jugaba. Y la gimnasta loca, que a pesar de ser la más débil, también jugaba sucio.

- "Desde que Ranma Y Akane volvieron de China se miran como si se quisieran confesar su amor. Han estado a punto de hacerlo, pero por suerte no se han atrevido, aunque tarde o temprano, lo harán , cada momento que pasa se sienten más atraídos... Ranma la vigila continuamente, sabe que tarde o temprano la atacaremos... . Ha ido a esa escuela solamente a protegerla y no estar separado de ella. Cuando vuelvan estarán tan unidos que nadie podrá separarlos. hemos pedido la partida, la tenemos pedida del primer momento."- pensó la chica y se puso a llorar...

Ryoga se sentía abatido, cuando vio la transformación de Akane se asustó. Vio como Ranma se abalanzaba sobre la ropa de la chica… y la sacaba transformada en gata. A pesar del miedo patológico del chico a esos animales, no desmostó tener miedo a su prometida.

Pero cuando el chico lo amenazó, aparte de ira, vio dolor. Él que siempre pensó que Akane era demasiado buena para su prometido, vio a este sufrir por su amiga. Ya lo vio en China cuando la creyó muerta. Ranma se paralizó, hubiese muerto, si no lo hubiese salvado él. Y si en ese momento Akane hubiera perecido, Ranma la hubiese seguido, por el dolor que había sentido.

Nunca podía separar a esos dos, él sabía que la chica estaba enamorada de su prometido… y en China descubrió que Ranma mentía sobre lo que sentía hacía Akane.

Era una locura seguir intentando separarlos, al final solo logaría que los dos que había considerado sus amigos lo odiasen. Lo mejor era volver con Akari, la chica lo apreciaba. Pero no sabía que veía en él, aunque él también la quería… miraba con adoración a otra chica.

Akane se despertó, no era la primera vez esa noche, no podía dormir tranquila. Ella que alguna veces se había burlado de Ranma y de su transformación...

-Ahora yo también soy un fenómeno. -Había llorado pensando en lo que se había convertido. Tenía que huir del agua fría, como lo hacía su prometido. Su padre y Kasumi se llevarían un gran disgusto, sobre todo su hermana. Soun culparía a Ranma, el chico no necesitaba esto. Suficientemente mal lo estaba pasando en estos momentos, para que le aumentasen el dolor que sentía.

Se giró hacía la cama donde dormía Ranma y se asustó… nadie la ocupaba… estaba vacía.

Ranma estaba sentado en el tejado, después de acabar esa fase del torneo, se empezó a sentir fatal, sentía tristeza y culpabilidad. Todo lo que le pasaba a su amiga era culpa suya. La habían atacado incontables veces por estar vinculada a él.

Esto no podía seguir así. Cuando volviesen al dojo hablaría con los adultos y rompería la relación con Akane, no quería hacerlo, era la única amiga que había tenido en su vida, no quería perder esa amistad. Pero si ella estuviese a salvo, él estaría contento.

Antes de que acabase el trimestre hablaría con la chica, ella sería la primera en saberlo. Aunque conociéndola, ella lo adivinaría antes. Ella lo conocía bien

Hacía frio, debería bajar e intentar dormir… pero sabía que no lo conseguiría, estaba muy nervioso, en ese momento tenía ganas de retozar a cualquiera que le llevase la contaría. Tenía lágrimas en los ojos debido a que había llorado y también al mismo frio.

Su prometida lo encontró así, al verlo con los ojos cerrados y cavilando se asustó, sabia en que pensaba, no quería que la dejase sola, no se lo iba a consentir.

- ¡Hola Akane! Siéntate y quédate aquí a mi lado. - ni siquiera la miró. Ella comprendió que su amigo necesitaba en quien apoyase, y ella estaba allí para eso. Ayudarlo a levantarse cuando cayese, de la misma forma que él la ayudaría si le pasase a ella.

-Hace frio, baja conmigo, te refriaras. Tienes que intentar dormir un poco- sabía que no le haría caso. Vio las lágrimas en los ojos del chico- ¿Has llorado o me dirás que es el frio o pondrás otra excusa?

Él la miró, y cerró un instante los ojos.

-Todas las preguntas son correctas-respondió con una falsa sonrisa. Ella supo que hablaba en serio, Ranma no estaba de humor para bromear.

Ella se sentó a su lado, y pasaron algunos minutos en silencio.

- ¡No te dejaré! No te lo voy a permitir. - dijo ella de repente.

- ¿Él que no me permitirás? - le preguntó el chico, aunque sabía la respuesta.

-Que te vayas, que huyas. Ya te amenacé una vez. ¡Huye sin mí y… te mato!

Él sonrió sin ganas.

-Soy un peligro para ti, la gente que va detrás de mí, se quiere deshacer de ti…

- Yo también soy un peligro para ti, tengo dos admiradores, que les conviene que tú desaparezcas… y soy tu punto débil, aquel que quiera atracarte, sólo tiene que atacarme a mí. No por qué uno de los dos desaparezca, lo harán los problemas del otro.

Ranma la miró, tenía razón. Si él se fuese, ella seguiría siendo perseguida por Ryoga y Kuno y posiblemente por sus otras prometidas. Y si ella desapareciese, pasaría lo mismo...

-Tenemos que permanecer juntos- dijo él con designación- aunque eso signifique que cada uno ponga en peligro al otro. Si permanecemos juntos no podrán vencernos, somos los mejores- eso último no lo decía de corazón. No estaba lo bastante animado para mostrase alegre.

Ella lo miró preocupada, no perecía el mismo Ranma de siempre, estaba demasiado serio, y no sabía cómo animarlo. Tenía frio y se acercó lo más que pudo, estaban rozándose, el chico se puso tenso le gustaba tenerla tan cerca, le gustaba el aroma que emanaba de su prometida, ese aroma lo tenía grabado en el celebro, si fuese ciego lo llevaría hasta Akane.

Akane también le gustaba tenerlo tan cerca, a ella también sentía el aroma personal del chico, también le gustaba. Por las noches que no podía dormir, se acercaba a la cama donde dormía su prometido y tenerlo cerca la tranquilizaba.

La chica apoyó, su cabeza en el hombro del chico.

- ¡A… AKA...NE! ¿Qué es? ¿Qué es… estás haciendo? - dijo el chico nervioso.

Ella lo entendió mal, se levantó enfadada y lo miró con furia.

-Si no me quieres aquí me voy-dijo ella llorando. Y se giró para irse en ese momento él la cogió por la muñeca de la mano derecha.

-Akane, ¡No te vayas!, ¡por favor! Quédate conmigo- suplicó él. La chica lo miró y vio la tristeza que había en el corazón del chico, se sentía culpable por lo que le hizo Shampoo. Notó que en ese momento el chico la necesitaba a su lado, que a pesar de lo fuerte que era, se sentía débil y que con ella se sentía protegido.

Se volvió a sentar al lado de él y volvió a apoyar la cabeza en el hombro del chico. Para su sorpresa el chico pasó su brazo por su espalda, la cogió por el hombro y la atrajo para él.

Permanecieron juntos, hasta que una lluvia pasajera y muy corta les cambio el aspecto a ambos y los obligó a volver a su habitación.

Después de mojarse con esa parodia de lluvia, Akane se encontró muy cansada y no tuvo ganas de transformarse en chica. Ranma se mojó con agua caliente y al llegar a su cama se tumbó a los pocos segundos roncaba. La gata cuando vio dormido a su prometido, se bajó de su cama y se subió a la del chico, y se acurrucó a su lado y allí durmió.

El chico a medianoche se despertó y vio a la gatita durmiendo a su lado. Al principio se asustó, pero eso sólo duró unos segundos. Estuvo un rato mirándola, la veía muy sexy. Deseó convertirse él también en gato y huir lejos con ella y no volver nunca a la civilización. No supo, hasta unos días después que Akane soñó con eso. Le pasó un brazo por encima y abrazó la gata, y así se durmió.

Al día siguiente Akane se despertó. Con ese cuerpo de gata veía a Ranma muy grande, y este la estaba abrazando, le gustó que la tuviese cogida así. Y deseó que él la cogiese así… pero no como gata, si no con su verdadero aspecto.

Akane en contra de su voluntad logró separarse del chico. Necesitaba ducharse y volver a ser humana. Pero debía despertar al chico.

Le lamió en la cara y Ranma se despertó.

-Hola Cat-chan, tienes la lengua áspera, como la lija- dijo el chico con pereza- se está haciendo tarde- se desperezó- ahora te preparo la ducha.

Se levantó y fue al bañó.

Cuando salió, ya era una chica.

- Su baño está preparado mi bella Cat-chan- dijo haciendo una parodia de reverencia.

El gato fue al baño y saltó dentro de la bañera, y de ella salió Akane.

-Ranma, me puedes traer el uniforme y no me mires- el chico le hizo caso y entró, ella vio que Ranma iba a medio vestir. Llevaba la camisa y le faltaba la falda. -Ranma si yo fuese un chico te encontraría sexy- dijo Akane bromeando.

- ¡Pervertida! ¡Akane eres idiota! - dijo él enfadado. - Tengo que aprender tu truco del matillo, ahora te mereces un martillazo.

Parecía que habían cambiado los papeles. La chica se imaginó a su prometido pegándole un martillazo, y se rió, el chico se rió con ella.

Al irse a cambiar notó que el chico no le llevó ropa íntima.

-No me has traído ropa interior.

-No quería quedar como un pervertido.

- ¿Tanta vergüenza te da? Si tú mismo llevas…- se cortó sabía que él odiaba hablar de ese tema. - lo siento Ranma… había olvidado.

-No pasa nada… hablando de eso me puedes dejar unas… braguitas… tengo las mías secándose, y aunque me gustaría, no puedo llevar calzoncillos.

Ella lo miró y fue a un cajón y sacó un sujetador y dos braguitas y le echó una a su amiga. -La próxima que te pida la ropa, tráeme ropa íntima, no te trataré de pervertido.

La chica se acabó de vestir y las dos salieron al pasillo.

Iban en dirección al comedor. Vieron como sus compañeras las miraban de forma extraña, sobre todo a Akane. En todas las chicas se veía una risa burlona. Ranma notó que planeaban algo y su humor se fue haciendo más y más osco. Akane tenía miedo de lo que podía hacer el chico. Temía una trampa y no se equivocó.

Pero sería más ruin de lo que podía imaginar.

- ¡Hola gatita! - era Emma. Tenía un tono burlesco. Ranma la miró, la chica buscaba bronca y él no estaba de humor para aguantar idioteces-te he traído algo para que comas.

Y le enseñó una rata de laboratorio y un pajarito. Akane se lanzó asustada sobre el pecho de Ranma. Estaba asqueada por el ofrecimiento, miró a su prometido a la cara y se quedó helada de terror. Ranma estaba furioso, Emma lo pagaría caro.

-¡Esta vez te has pasado!- dijo la chica pelirroja- ahora vuelvo Akane.

- No le hagas daño, es mi rival en el combate, quiero enseñarle lo que es el miedo.

- ¿Tú a mí me vas a enseñar…? - no pudo seguir. Tenía a Ranma delante. No vio a la pelirroja, vio a un chico alto, más que ella, mirándola con una sonrisa malévola.

Emma dio un paso atrás. El chico le quitó el pajarillo y lo soltó, este se escapó volando.

- ¿No te han enseñado a no ser cruel con los animales? -preguntó Ranma furioso. Acto seguido le quitó el ratoncito y lo miró. - ¡pobre animal!, sólo vives para que experimenten contigo. Pues hoy te toca divertirte.

Miró a Emma y sonrió. La chica no imaginaba lo que le haría Ranma. Se asustó cuando le estiró la camisa, y se espantó cuando le soltó el ratón dentro, en la pechera.

Emma empezó a gritar y correr espantada. Akane la miró, era una venganza ruin y perversa… pero no sintió lastima de la chica, se lo había buscado. Vio acercarse a Ranma.

- ¿Estás bien, Akane? -dijo Ranma acercándose a ella.

Ella lo miró y asintió con la cabeza. Él vio en ella un poco de temor y miró a su alrededor, la miraban en su mayoría con asco. Ranma se puso a su lado y la cogió por el hombro y ella lo cogió por la cadera.

-La imbécil que quiera meterse con Akane que antes venga a mí- dijo muy seria- aún tengo ganas de practicar algunos de mis ataques.

Y fue para entrar en el interior del comedor. Pero en la puerta estaba Kaori que los paró.

-No deberíais estar aquí, es una gata, y tú un travesti, vaya pareja, la gata lesbiana y el travesti-dijo riéndose.

Akane se quedó helada, tenía miedo de lo que podía hacerle su prometido a la chica.

-No sé de qué hablas, deberías callar, sabemos tu secreto…-soltó Ranma muy sarcástico- …apestas a alcohol barato y a tabaco. Y también hueles a… ¿marihuana?, ¿fumas porros? Eres demasiado joven para esos vicios. No vuelvas acércate a nosotros pueden pensar que somos como tú. Te veré en el combate, búscate un buen hospital… lo vas a necesitar, estarás mucho tiempo en él.

La chica la miró sorprendida. Y los dejó pasar asustada.

Durante el desayuno, estuvieron solas en una mesa, nadie se atrevió a acercarse a las dos chicas, su aspecto serio atemorizaba a las demás comensales.

Una vez acabadas las clases se reanudó el torneó.

-Como este torneo se está alargando mucho. Será una semifinal doble. -dijo el árbitro- por una parte, Kaori y Emma, y por la otra… las dos chicas de intercambio. Hay nuevas reglas.

-Esto no me gusta Ranma-comentó Akane con desconfianza.

-A mí menos que a ti. Prepárate usaran trucos sucios.

-Primera regla: Si una de las integrantes de un equipo pierde… el equipo pierde.

-Segunda regla: Se pueden utilizar armas que no sean de fuego.

-Tercera regla: Los dos equipos pueden recibir ayudas de sus compañeras- todas las chicas sonrieron, Ranma y Akane no tendrían ayuda.

-Cuarta regla: Si alguien muere- y la árbitra se asustó las dos chicas de intercambio la miraban con una mirada siniestra- no se indemnizará a la familia.

-Sexta regla- gritó Ranma- si Akane sufre un daño por alguien de fuera, esta subirá y yo me encargare de matarla.

-Séptima regla- gritó Akane- si Ranma sufre un daño por alguien de fuera, esta subirá y yo me encargare de acabar con ella.

-Octava regla- volvió a bramar Ranma- si la cobarde no sube, desde aquí nos encargaremos de acabar con todo el sector de donde venga el ataque.

-Os habéis saltado la quinta regla.

Ranma miró a su prometida.

-Quinta regla: La directora no podrá intervenir si sus luchadoras caen. Ni parar el combate. Si lo intenta… no le haremos caso.

-Novena regla: Vale todo tipo de ataques especiales.

-Decima regla: Si uno de nosotros muere- dijo Akane- el otro lo vengará…no escapareis ninguna… haced testamento.

Todas las chicas se quedaron heladas… las chicas cumplirían esa amenaza.

-No podéis hacer eso… empezó la directora.

-Las reglas establecen que no habrá indemnización… no dice nada de venganza. - y puso una cara siniestra- rece para no muera uno de los dos o sufra daño. Por qué nos conocerá desbocados. Y nos falta la última regla. Dila tú, ¡Akane!

-Onceava regla: ¡Vale todo!.- gritaron las dos chicas de intercambio y se prepararon para luchar.

Empezó el combate, Kaori y su compañera usaban espadas de madera, Ranma y Akane se defendieron del ataque, estaban conteniendo el ataque, cuando Ranma sintió algo en su espalda.

-¡Akane, apártate-le advirtió a su amiga. las se apartaron de donde estaban. Estaban siendo atacadas por dos luchadoras más, provistas también de espadas.

Los dos prometidos se giraron y atacaron a las dos nuevas contrincantes, pillándolas indefensas. Un momento después las dos chicas nuevas estaban noqueadas y Ranma y su prometida tenían un arma cada una.

Kaori y Emma empezaron a hacer ataques secretos con sus espadas. Para ser parados por sus dos rivales, que usaban los mismos ataques de sus rivales con mejores resultados.

En cierta parte del estadio estaban los rivales de Ranma, faltaba Ukyo, se negó a acompañarlos.

Cologne había recibido órdenes de ver la final del torneo y postergó el viaje. La acompañaban los dos chicos chinos y Happosai.

- ¿Cómo pueden aprender las técnicas de sus rivales sólo viéndolas una vez? -preguntó Ryoga.

-Los dos tienen un don para la lucha, son excepcionales. - respondió Cologne.

-Son más fuertes que Cologne y yo a su edad. Pero…-dijo Happosai, se calló estaba espantado.

- ¿Pero ¿qué? ¿Qué pasa?

- Creemos que pueden estar desarrollando su propia técnica, una nueva escuela… pero puedo equivocarme…

- ¿En qué te equivoca? -preguntó Mousse. Pero no obtuvo respuesta ni de los dos ancianos, ni de las dos misteriosas figuras sentadas detrás de ellos, pero los cuatro estaban muy serios.

Tres minutos después, los dos prometidos se habían deshecho de casi media clase suya. Sus auténticas rivales estaban asustadas, y miraban a las chicas que no habían ayudado exigiendo que lo hicieran, pero estas estaban paralizadas por el terror.

Akane y su prometido estaban hartos de esa semifinal. No la veían como un auténtico combate, eso era una parodia.

-Acabemos con esto ya- pidió Akane a su prometido, - me estoy enfadando.

- Pues tienes suerte, yo ya estoy muy enfadado- contestó el chico. -No necesitamos esto- y soltó la espada y su prometida lo imitó- dentro de diez segundos habremos ganado.

-Yo creo que diez es mucho, solo necesitamos cinco.

- Y eso es aún mucho. - adoptaron posiciones de defensa… y atacaron.

Ni Kaori ni su amiga vieron el ataque, vieron a sus dos rivales ponerse en posición de defensa y ya las tenían encima… al siguiente segundo estaban en las gradas, sus rivales las habían lanzado a más de cincuenta metros del tatami.

- No han demostrado nada- comentó Kuno- tanto la bella Akane, como la chica de trenza me han lanzado más lejos que a esas.

- Tiene razón. Si quisieran las habrían lanzado fuera del edificio, se han contenido- dijo Shampoo- pero Akane no me supera, yo la venceré.

Su bisabuela la miró con consideración. Si en una lucha entre su bisnieta y la chica de pelo corto, pudiera apostar, apostaría por… Akane.

Satsuki miró a sus compañeras… habían perdido. Se preguntó qué clase de monstruos eran esas dos chicas.

- Hola Satsuki- dijo alguien.

La chica se giró y vio la persona que la había saludado. Se alegró de verlo, pensó que sus problemas con esas dos rebeldes se habían acabado.

La directora estaba furiosa, nada en ese torneo iba como ella quería. Había jugado con las cartas marcadas y había perdido, si se enteraba la madre de Ranma estaría perdida.

- Tienes suerte Akemi. -dijo una voz, la directora tragó saliva asustada- si uno de esos hubiese sufrido un daño, ahora tendrías un problema grave… pero no estás a salvo, ni mi hijo ni su prometida olvidaran tus artimañas.