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Chapter 10 - 10°. Las hermanas a San Miguel. 8°. Parte:

8°. Parte: El torneo a muerte. 2º. Ronda.

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Ranma y su prometida, estaban en la final, que se jugaría la semana siguiente, o eso pensaban los dos chicos…. Pero…

-Después

de un descanso de media hora, tendrá lugar la final que enfrentará a

Ranma Saotome y Akane Tendo. Al término de la cual, habrá un

enfrentamiento sorpresa.

Los dos chicos se miraron sorprendidos,

temían un nuevo truco de la directora… pero se equivocaba, no fue ella,

incluso la directora ignoraba este hecho.

Ranma y Akane

aprovecharon el descanso para ver a sus ganancias, quitando lo que

metieron en el banco, volvían a tener una fortuna considerable.

Ranma se dirigió a Nabiki y al señor Yotsuya.

-Nuestra

apuesta para el siguiente combate será…- y les propuso una apuesta

insólita en la que no apostaban por ninguno de los dos, sino por la

duración del combate y la calidad del mismo- solo utilizaremos el diez

por ciento de las ultimas ganancias y repartirlos en varias mesas de

apuestas. Si nos sale bien la jugada nos haremos de oro.

Se separaron de sus representantes, y vieron a Nodoka y cuando se acercaban a ella, alguien les interceptaba el paso.

-Este

es vuestro último combate. Disfrutarlo, por qué no volveréis a

combatir. Al acabar el combate recibiréis tal paliza, que no os

volveréis a ver la luz del sol.

Los dos chicos la ignoraron, no la temían, ahora solo querían pasar un buen rato. Y subieron al tatami.

-Prepárate quiero que vean un buen combate. - dijo la chica pelirroja.

-Eso es lo que les enseñaremos. -le contestó su amiga y empezó el combate.

Las

dos chicas se lanzaron al atraque, con los primeros golpes se

tantearon. Ranma sabía que su prometida no era la misma chica que

conoció hacía casi un año. En aquel entonces era buena, pero comparada

con él era una principiante. Pero en ese año, con los continuos ataques y

entrenase cada día con Ranma fue mejorando.

La chica se imaginaba

que no era más fuerte que Shampoo, que estarían igualadas, pero su

prometido sabio que eso no era cierto. Akane había superado no tan solo a

Shampoo si no también a Ryoga… incluso era más fuerte que él mismo

hacía un año.

El público veía, a las dos contendientes, espantados. Durante los

combates previos no habían enseñado todo su potencial, y ahora tenían

libertad de poder luchar con toda libertad.

- ¡No es posible! -

exclamó Ryoga, el chico estaba sorprendido por el nivel de los dos

chicos. - ¿Cómo han podido ser tan fuertes y hábiles? No me puedo

comparar con ellos.

-Pero ¿Qué clase de entrenamiento han hecho? Aunque Akane no es mejor que yo.-dijo Shampoo,

Cologne miró a su nieta con pena, la chica estaba más ciega que Mousse.

-Este no es su límite- dijo de golpe el chico-pato- Aún pueden ser más fuertes.

Cologne

lo miró asustada. Y se dio cuenta que Mousse tenía razón. Esos dos ya

eran demasiado fuertes. Le asustaba el nivel que podía llegar a tener.

Nodoka

los miró, estaba asombrada con las habilidades de los dos chicos, pero…

eran demasiado jóvenes para tener ese nivel, debería actuar. Estaban

destinados a tener ese poder, pero aún no, era muy pronto y los chicos

muuy inmaduros. En un año o dos si podrían alcanzar ese nivel, pero

ahora no.

En el tatami los dos chicos disfrutaban del combate, y no por qué

quisieran superar al otro, si no por el simple hecho de hacer lo que más

les gustaba con él otro. Para ellos desapareció todo a su alrededor, el

público, la árbitra, solo existían ellos.

- "ME GUSTA

ESTE COMBATE, CON MI PADRE NO LOGRO DAR TODO. AKANE ME HACE SACAR TODO

LO QUE LLEVO DENTRO. ME IMPORTA POCO GANAR O PEDER, PERO ME GUSTARIA

ESTAR PELEANDO CON ELLA TODO EL DIA."-pensaba el chico.

-

"ESTOY DISFRUTANDO DEL COMBATE, Y RANMA TAMBIEN. Y LO HAGO POR QUÉ

LUCHO CON ÉL. ME LO PASO BIEN CUANDO ENTRENO O LUCHAMOS LOS DOS JUNTOS.

ME IMPORTA POCO EL RESULTADO DEL TORNEO, QUIERO QUE DURE MUCHO ESTE

COMBATE… SOLO TIENE UN PERO, ME GUSTARÍA PELEAR CON SU AUTENTICA FORMA5…

CON RANMA-CHICO"-pensó la chica.

Se quedaron

parados mirándose, Ranma sonrió, y miró el tiempo que quedaba para

acabar el combate, el tiempo de lucha era de treinta minutos habían

pasado ocho. Que rápido pasaba el tiempo.

-Creo que es hora que dejemos de hacer ejercicios de calentamiento y luchemos de verdad- dijo Ranma

-Saquemos lo que llevamos dentro, quiero que veas mi autentica fuerza.

Y

comenzaron a luchar de forma aún más habilidosa, no parecían los chicos

de un momento antes. Eran más hábiles, más veloces, tenían golpes más

certeros. No parecía un combate por un torneo… era una lucha autentica,

casi una pelea a muerte.

Los rivales de Ranma estaban asustados. No podían seguir la lucha

bien, los dos chicos se habían vuelto muy rápidos, extremadamente

rápidos.

- ¿Estos son… los chicos con los que nos peleábamos hace

pocos meses? - dijo Ryoga, se dio cuenta que si él peleaba con

cualquiera de los dos perdería, ya no estaba al nivel de esos dos.

-La chica violenta… no puede superarme. No me superará. - Shampoo negaba lo evidente, que la habían superado.

Mousse

callaba, miraba el combate con los ojos muy grande, estaba disfrutando

viendo combatir a esos dos, eran dos grandes maestros. Los dos chicos se

divertían por qué luchaban él uno contra el otro. Entonces hizo lo que

no debía, miró a Cologne, y lo que vio lo asustó.

La vieja momia

miraba el combate espantada. Los dos chicos habían alcanzado un nivel

increíble. La habían superado, no era posible, la mujer temblaba de

miedo, de incredulidad.

- ¡Es culpa vuestra! - dijo dirigiéndose a

los jóvenes sentados con ella-los habéis atacado continuamente estos

últimos meses, se han tenido que esforzar para poder superaros. Jamás

volveréis ser sus iguales.

No estaban preparando una nueva

escuela, la tenían ya consolidada. Habían ido cogiendo técnicas de todos

con quien habían luchado, las habían mezclado y el resultado fue esa

nueva escuela, incluso tenían técnicas propias.

La anciana vio con

horror como Akane hizo lo que llamó el golpe de vacío. Había leído

sobre esa técnica, pero con otro nombre, se había perdido hacía siglos.

Aunque se intentó recuperar, todos los intentos fracasaron. Miró a las

dos figuras sentadas detrás suyo, notó que también estaban asombradas.

Pero

cuando más se asombró, cuando los dos jóvenes lazaron lo que llamaron

el ataque de la furia del caballo carmesí. Nunca había oído hablar de

ese ataque, hacer algo así era prácticamente imposible. Miró a Happosai,

el viejo maestro estaba tan conmocionado como ella, su viejo amigo no

conocía ni la mitad de las técnicas de los jóvenes.

Nodoka supo al

momento que aquellos dos chicos que luchaban allí abajo, era los que su

clan buscaba de hacía tiempo. Pero para los dos chicos era aún pronto

para tener ese poder. Debía sellarlos, rebajar su nivel de habilidad y

fuerza, los dos chicos… ¡eran tan inmaduros! Aunque lo más seguro que el

sello se empezara a romper a los pocos meses. Pero con suerte duraría

activo unos dos años, lo suficiente para que los dos chicos, tuvieran el

valor de aclarar sus sentimientos, de lo que sentían él uno al otro.

Sabía que estaban unidos por un vínculo más poderoso que la promesa que

habían hecho los dos padres, un vínculo que ellos negarían que tenían.

Los dos jóvenes que se enfrentaban en el tatami tenían un problema.

No querrían perder, pero tampoco querían humillar a su rival. Tampoco

podrían rendirse. Y lo de ganar por puntos no les satisfacía.

-¡Ríndete Ranma!, ¡déjame ganar!- propuso Akane- eres mi prometido, al menos darme ese capricho.

-

¡Ni hablar!, ¡me niego a rendirme!, tu tampoco lo harás si yo te lo

propongo. No lo hago por qué quiero ganarte, eso no me importa, no me

rindo por qué me estoy divirtiendo mucho, eres mi mejor rival.

-Tú también eres mi mejor rival… pero no me ganaras.

Continuaron

luchando, el fin de combate se acercaba. Y Ranma se puso detrás de

Akane y pasándole los brazos por delante, con la mano derecha cogió el

brazo izquierdo de la chica y con la mano izquierda el brazo derecho, la

tenía inmovilizada y a la vez la abrazada.

- ¡Suéltame! ¡Juegas

sucio! -dijo ella, no le gustaba como la tenía atrapada su prometido, en

esa posición notaba el aliento del chico en el cuello y la ponía

nerviosa.

-Si en el fondo te gusta- dijo él tentador.

La

chica intentaba darle con la cabeza en la suya… pero Ranma esquivó el

ataque. También intentó darle lo que el chico llamaba una coz, pero no

alcanzó su objetivo.

Entonces Ranma le dijo algo al oído y Akane

se sorprendió, no creía que el chico le dijera algo así. Sabía que no

era un truco para que se relajara y ganarla. Pero lo que él le confesó

no lo contó nunca a nadie.

La chica pareció relajarse y el chico

aflojó su agarré, era lo que ella esperaba y logró zafarse de su

prometido, solo quedaba un minuto, al escapar Akane de su agarre, Ranma

cayó al suelo y la chica lo atracó, el chico desde el suelo le puso el

pie en la barriga y la lanzó.

Ella giró en el aire, iba a caer en

el tatami, pero la chica pelirroja, la atacó de nuevo, la empujó con el

pie. Akane logró girar en el aire y cayó de pie… fuera del tatami. Tres

segundos antes de acabar el tiempo establecido.

Miró a su prometido, que la miraba sonriente.

-He perdido- dijo ella con pena. Esperaba que su prometido dijera algo movido por la soberbia.

-Ha sido un buen combate, el mejor de mi vida. Hemos luchado los mejores combatientes que existen… tú y yo.

Era cierto habló con chulería, pero hacía un tiempo la ponía como una buena luchadora. Y la alababa con orgullo.

Ranma

le tendió la mano y la ayudó a subir al tatami y desde allí saludaron

a… Nodoka, Nabiki y el señor Yotsuya que eran los únicos que los

vitoreaban.

Habían combatido bien y estaban contentos, no se imaginaban que tendrían una lucha más y…

Estaban celebrando la victoria cuando aparecieron los nuevos combatientes.

-Os habéis metido con quién no debíais hacerlo, y pagareis por eso- dijo el que parecía el líder.

Habían aparecido diez hombres, cinco parecían los principales y cinco secuaces.

-No habéis demostrado a nuestras hijas que sois mejores que…

-Yo

a vosotros cinco os conozco- dijo Ranma, había tenido la osadía de

interrumpir al jefe en su discurso, eso lo pagaría caro- os metisteis en

nuestro dojo y nos amenazasteis, -os vencimos fácilmente… ahora os

podéis llevar una paliza peor…- el tono de la chica se volvió siniestro,

muy siniestro- mucho peor.

Los hombres se los quedaron mirando,

esas dos chicas no los temían, es más estaban muy tranquilas. El líder

miró a Ranma se parecía al chico que la venció.

-En el dojo que nos ordenaron asaltar había un chico parecido a ti ¿Era tu hermano?

Ranma lo miró y sonrió con maldad.

-No, no es mi hermano…- y lo miró con mala cara y añadió con tono sádico- ese chico soy yo.

Los

mercenarios lo miraron con asombro. Esa chica era un maldito de

Jusenkyo. Eso pintaba mal, todo habían oído hablar de un chico que cayó

en la laguna de la chica ahogada y… venció a los tres líderes de las

tres tribus que dominaban la zona. Pero en ese momento no creyeron que

estaba delante de esa persona.

-Si perdéis y lo haréis. Al perder

el primero, nos quedaremos con el dojo. Si perdéis los dos, esa chica-

señaló a Akane- y su hermana mayor serán nuestras esclavas. Vete

preparando chica pronto tendrás muchos clien…

-Al perder el

primero de vosotros- lo interrumpió Ranma estaba furioso, los miraba con

un odió intenso, dejó ver su aura, era negra y siniestra- Akane y su

hermana quedaran liberaras.

-Al caer el segundo quedará liberado el dojo. -siguió Akane esta tan furiosa como Ranma y como él tenía ojos de asesina.

-Al caer el tercero nos pagareis tres veces lo que nosotros apostemos-dijo Ranma. -tres veces cada uno de vosotros.

- Al caer el cuarto, vuestras hijas y vosotros nos dejareis en paz… para siempre.

-Al caer el quinto- y los dos chicos se miraron y sonrieron con maldad-pagareis los destrozos ocasionados, que no serán pocos.

-Como no estaba previsto este torneo. Debéis pagar una cuota- dijo Ranma- servirá para pagar a los inocentes que sufran daños.

Los chicos iban a emplear todas sus técnicas, los iban asustar mucho, les querían quitar las ganas de volverlos a retar.

Y

empezó el combate, los cinco mercenarios principales se prepararon para

atacar. Pero los dos chicos los ignoraron completamente y atacaron a

los otros mercenarios.

El líder vio con estupor como cuatro de los

cinco intrigantes del otro equipo volaban en direcciones distintas, el

quinto fue incrustado en el techo.

-Ese grupo era muy débil, no

tienen comparación con nosotros- era mentira, los dos grupos tenían

parecido potencial, eran los dos mejores equipos de su clan. Y los dos

jóvenes se habían deshecho de uno sin problemas.

-No nos los creemos- dijo Ranma con sorna. - No habéis mejorado mucho, sois incluso aún más débiles.

Y

atacaron a dos de ellos, Ranma venció a uno con su Tenshin amaguri ken-

y Akane usó una forma mejorada de su ataque del vacío, para vencer a

otro.

Ranma se abalanzó sobre el padre de Emma y esta vio con

horror como Ranma lo mandaba a la otra punta del dojo. La chica corrió

espantada a ver el estado de su padre, al llegar vio que solo estaba en

estado de shock, cuando despertó juró que no volvería a atracar a esos

dos monstruos.

El cuarto en caer fue el padre de Kaori, era quien

quiso vender al panda y entretener a Ranma. Akane usó con él, un ataque

que dejó helados a quien lo vio, el Tenshin amaguri ken de su prometido.

-No es posible- dijo Shampoo- ¿Cuándo Airen le ha enseñado ese ataque?

-No

lo habéis entendido, Ranma no la está enseñando para que tener una

prometida fuerte… la entrena para que pueda defenderse de cualquier

enemigo que la amenace…la entrena especialmente para que no seáis

rivales para ella, y lo ha conseguido. Para él vosotros sois el enemigo a

vencer.

- ¿Qué Ranma ha entrenado a Akane para vencernos? Eso es

imposible. No a todo nos ve como unos enemigos. Y creo que el único que

puede vencer a Ranma soy yo- dijo Ryoga.

-Las cosas han cambiado,

incluso tú has jugado sucio para separarlos… Akane te mira con ojos

nuevos… no te ve ya como un amigo, te ve como alguien que la ha

intentado separarla de su prometido, y no olvida eso. Ahora al único al

que Ranma considera rival, ya no eres tú…, es Akane

-Tú tienes

novia y la engañas para quedarte con Akane-comentó Mousse- siempre has

criticado a Ranma por qué lo siguen tres chicas más, aparte de su

prometida oficial. Incluso hace unos días jugaste con el corazón de Ukyo

para que viniese hoy y se declararse a Ranma y tú tener el camino libre

con Akane.

-Ryoga ser despreciable y jugar con chicas. - dijo

Shampoo. Había dejado de usar el perfecto japonés que llevaba utilizando

los últimos meses.

Ryoga los miró con rabia, haría todo lo posible para que Akane fuera suya, no se la daría a Ranma.

-No

pienses eso-le dijo Cologne- Akane nunca fue tuya, ella entregó hace

mucho su corazón a Ranma. Ella no te vera nunca como tú quieres que te

vea.

Sólo quedaba el líder, el padre de Satsuki.

-Tenéis técnicas de las amazonas, pero no sois de ese pueblo. En pocos momentos esa chica me pertenecerá.

Y

atacó a Ranma, fue una distracción, mientras que él atracaba dos

secuaces más subieron al tatami y aplicaron un pañuelo a Akane y esta se

desmayó y se la llevaron.

Ranma se vio atacado por cinco guerreros más.

-

¡Akane! - gritó con desesperación. Y vio que no podía seguir a los

raptores, si no acababa antes con su rivales – de esta os acordáis,

traidores.

No tardó ni cinco segundos en deshacerse de los

mercenarios y siguió a los raptores de Akane, dejando al padre de

Satsuki para después, el hombre no pasaría un buen rato cuando volviese

por venganza.

-Ese hombre no sabe lo que ha hecho- dijo Cologne-si a Akane le pasa

algo, la reacción de Ranma será terrorífica. Ha escrito su destino y no

le gustará.

- Voy a ir a…- empezó Ryoga.

-No os moveréis de

aquí-sentenció Cologne- esto es un asunto que debe resolver Ranma sólo,

si le intentáis ayudar puede ser perjudicial para vosotros, él no ha

olvidado que fuisteis vosotros quienes contrataron a esos mercenarios

para matar a Akane.

-Akemi, sé que eres inocente de esto, pero no

debías haber permitido que esto pasase. Te has vuelto débil. Cuando

éramos jóvenes eras más inteligente. -recriminó Nodoka a la directora.

-Y

tenía muchos sueños y se vinieron abajo por tres tontos y un maestro de

artes marciales salido… esos cuatro me arrebataron todo lo que quise

desde niña. - dijo con amargura. - sólo me quedó odio y rabia… mucha

rabia.

Nodoka la miró con lastima, no se había recuperado de lo le ocurrió hacía más de veinte años… y aún no la había reconocido.

Ranma llegó tarde, vio un coche que arrancaba, allí se llevaban a su

prometida. Estaba muy furioso, no permitiría que pasase lo mismo que con

Saffron.

Y lanzó su golpe del tigre que impactó contra un árbol

que cayó en la carretera. El coche chocó con dicho árbol y sus ocupantes

salieron y cogieron a Akane.

Ranma vio como señalaban algo y oyó

el ruido de un helicóptero, este al tocar tierra recibió otro golpe de

tigre en las hélices. Los captores de Akane se quedaron sin huida.

Dos

minutos después Ranma entraba en el dojo con Akane en sus brazos. Se

había transformado en chico, buscó a su madre y al encontrarla llevó

allí a su prometida. Nabiki se reunió con él, la hermana mediana estaba

preocupada por su hermana.

El chico la sentó en una silla. Y se

arrodilló, se la quedó mirando y le acarició la cara. Por un momento

tuvo la sensación de haber vivido ese momento antes, cuando la creyó

muerta y una lágrima le cayó del ojo.

-Siempre te meto en

problemas, ya estoy cansado de que sufras por mi causa. Me tendría que

alejar de ti, aunque sé que eso no solucionaría nada, te perseguirían

esas tres locas y los dos imbéciles. Tarde o temprano debemos solucionar

esto.

- ¡Ranma! - murmuró Akane y abrió los ojos. - tú no me has

metido en este lio, ha sido al revés, yo te metí a ti. Tú me seguiste

para cuidarme. No es culpa tuya que yo este así. Últimamente siempre te

culpas de lo que me pasa. No lo vuelvas hacer o me enfadaré contigo.

- He fallado no he vigilado lo suficiente, he dejado que te atacasen y te secuestraran, no debía haber ocurrido.

-

Ranma me gusta que te preocupes por mí… pero se está volviendo una

obsesión. Debes tranquilizarte, y ser un poco más egoísta. Yo estaré

bien… pero al menos cuidarme un poco… como hacías antes de ir a China.

Sé lo que me pasó allí te marcó… pero debes superar eso.

Ranma la miró. No podía dejar de preocuparse por ella, la chica tenía demasiados rivales. No quería que la dañasen.

- Ya soy más fuerte que ellas. Podre vencerlas. - dijo ella, parecía que le había leído la mente

- ¡Tú!, ¡niña! ¡baja para que te enseñe a respetar a un hombre! - gritó el sicario a Ranma.

Akane miró a su prometido y le acarició la cara.

-

Véncelo, no tengas piedad, no se la merece. -dijo Akane, lo abrazó por

el cuello y lo besó en la frente, cerró los ojos risueña- este beso es

tu amuleto, para que tengas suerte.

El chico la miró y negó con la cabeza.

-Ese

beso no es mi amuleto- Akane se empezó a enfadar, pero antes de ella lo

golpease- mi amuleto desde que nos conocimos eres tú, siempre lo has

sido. He ganado todos mis combates por qué siempre estás a mi lado

dándome fuerzas. Si no fuese así haría tiempo que me había rendido.

La chica se emocionó, cuando quería Ranma era muy sensible y cariñoso.

-Madre

cuida de ella. Señora directora voy a destrozar el estadio para

castigar a esos. Nabiki ven conmigo los términos de este combate han

cambiado.

-Hijo, haz lo que debes, castigarlo como se merece.

Ranma bajó al tatami y se encaró con el hombre.

-No

tienes ni una pizca de nobleza. No has jugado limpio. Ahora todo lo que

has pedido para luchar queda anulado. Esto es un combate a muerte. Tú

no resucitaras como hizo Saffron, y cuando te mate, mataré a tus hombres

y a vuestras hijas. No dejaré que el mundo tenga otra generación de

seres como vosotros.

- ¿Qué pretendes niñato? -preguntó el hombre.

-

Vencerte, te voy a humillar, no te mataré ni a ti ni tus hombres. Pero a

tu hija y a sus amigas las humillaré. Y lo haré con tu derrota. Cuando

vean a sus padres, que tanto admiran, caídos. No podrán soportar la

vergüenza. Ellas que dominan la escuela como quieren, dejaran de ser las

líderes de la escuela.

-No dejaré que sobresalgas por encima de mi hija, nadie lo hará.

-Eso

está por ver...- lo miró con malevolencia-si ganas te daré todo lo que

hemos ganado, hasta este momento, eso incluye lo que hemos ganado por

vencer a tu cuarto sicario… pero si pierdes nos lo doblaras todo,

incluso lo que metimos en el banco.

El mercenario miró al chico con picardía. El chico era tonto, se quedaría sin nada.

-De acuerdo, nunca he ganado algo con tanta facilidad.

-Nabiki presentarle nuestros beneficios- dijo Ranma.

Y

el sicario al ver las ganancias de los dos chicos se le nublaron los

ojos. Esos chicos habían ganado una gran fortuna. Y se dejó llevar por

la ambición.

-Os lo triplico… no lo cuadriplico- dijo seguro de su victoria.

Ranma miró a Akane, esta dijo si con la cabeza.

-Estamos de acuerdo… pero gane quien gane. No habrá represalias, ni nadie se volverá esclavo de nadie.

El

hombre aceptó los términos. Por desgracia para él no vio los combates

previos de la pareja. Si los hubiese visto no había aceptado los

términos que le propuso el chico.

Y el chico se preparó para humillar al hombre.

Nodoka vio la determinación de su hijo. Había oído cuando este amenazó de matar al hombre, pero no cuando se retrató de eso.

-Lo va a matar, no quiero que mi hijo se vuelva un asesino, lo impediré…- estaba decidida a parar ese combate.

- ¡No! -Akane se interpuso, con los brazos en cruz- no pasarás tía Nodoka. No te dejaré bajar.

-No puedes hacer eso, si lo haces... – Nabiki no comprendía lo que pretendía su hermana.

-Dejad actuar a Ranma- dijo Akane- tú le has dado permiso para castigarlo.

-Sí, pero no para matarlo y…

-No lo hará, Ranma solo quiere enfurécelo- la chica gritó a su prometido- ¡Ranma! quiero que cuando acabe el combate, me entregues la cabeza de ese desaprensivo… por intentar venderme.

Se

giró y miró a su hermana y a la madre de su prometido, estas se

estremecieron, la cara de la chica mostraba una sonrisa… muy traviesa.

Cologne y Happosai sabían lo que pretendía, era muy arriesgado

hacerlo en el estadio, esos dos chicos eran sus sucesores. La vieja

amazona recordó su fracaso al intentar seducir y llevar al altar al

mujeriego. Akane no tendría ese problema. Miró a su bisnieta con

lastima, la apoyaba en sus intentos de seducir al chico… pero solo lo

hacía por divertirse. Ninguna de las tres chicas lograría apartarlo de

su prometida, al menos una ya se había dado cuenta de eso.

-

¿Crees que es momento de pensar en amores, -dijo Happosai con una

sonrisa- mira el combate que va ocurrir, algo me dice que veremos

ataques nuevos, o combinación de dos o más de una forma que no hemos

visto nunca.

- ¿Happy? Al llegar has visitado la directora en su

habitación. Habéis estado horas juntas. Supongo que no fue una visita de

cortesía. Aún te atrae esa mujer.

-Te recuerdo que tú me

rechazaste- se lo notaba dolido- no te tengo que contar nada si no

quiero. Fue alguien que me hizo olvidar a una mujer fría y calculadora,

que me rechazó por qué no accedí a dejarme dominar por ella y sus

estúpidas leyes. Te vencí, pero no soy un objeto. Ranma en eso piensa

como yo, pero él ya tiene desde el principio a alguien a quien quiere y

protege.

Los chicos se los quedaron mirando. Esos dos ancianos

habían tenido una relación cuando eran jóvenes… se separaron por culpa

de las leyes de las amazonas. Pero lo que no supieron es que cuando

Happosai se fue despechado y dolido, había dejado en la joven Cologne

algo más que una herida en el corazón, una semilla que daría frutos

nueve meses después, Cologne tampoco se recuperó de la separación… había

odiado las leyes de su tribu, por separarla de su amor. Pero no tuvo el

valor de hacer lo que le pidió el corazón, huir con Happosai. Es lo que

tenía que haber hecho y de lo que se había arrepentido toda la vida.

- ¿ME HE VUELTO LOCA? CON

EL MAL QUE ME HICIERON A MI NUESTRAS ABSURDAS LEYES, Y ESTOY AYUDANDO A

SHAMPOO A CONSEGUIR A RANMA. ESTO ACABARA MUY MAL, SUFRIRAN MUCHAS

PERSONAS. DEBERÍA VOLVER A CHINA Y LLEVARME A SHAMPOO Y MOUSSE. NO TENGO

QUE DEJAR QUE ESAS ESTUPIDAS LEYES DESTROCEN LA VIDA DE POR LO MENOS

CUATRO PERSONAS…COMO HICIERON CONMIGO Y HAPPY- pensó la vieja mujer con tristeza.

- ¿En qué piensas abuela? -preguntó Shampoo, algo en la actitud de su bisabuela no le gustaba.

- En el próximo combate- mintió la vieja mujer- mirarlo bien. No volveréis a ver algo igual.

Horas antes en un dojo de Nerima, una chica se despertó y miró al

techo. No había nadie, su padre y su tío estaban en las montañas por

encargo de su maestro, en realidad estarían robando ropa íntima. Hacía

tres días que no había nadie en casa. Los echaba de menos, sobre todo a

los dos más jóvenes, llevaban mucho tiempo lejos. Eran las dos personas

que más quería.

Desde que desapareció el doctor Tofu, su vida se

volvió un infierno. Por una parte, por qué se dio cuenta que lo

encontraba a faltar. Hasta que el medico se fue no supo lo que

significaba para ella. Por la noche soñaba que volvía y la secuestraba.

Por

otra parte, otra persona había entrado en su corazón los últimos meses,

alguien que deseaba con todo su corazón, pero que era un amor

imposible.

Se levantó, como los últimos tres días iba totalmente desnuda, incluso se había hecho fotos. Fue a la habitación de su amado.

Se

puso sus calzoncillos, la camiseta, una de las camisas china del chico y

los pantalones. Cogió unas de las cintas con que su amado se hacía la

trenza y la chica se hizo una coleta. En realidad, Kasumi se había

enmarado del prometido de su hermana pequeña.

Salió del cuatro del

chico vestida como el chico que ocupaba su corazón. Bajo a la cocina y

se hizo el desayuno y comió, estuvo vestida con la ropa de Ranma media

mañana.

Antes de preparar la comida subió a su habitación. Y se miró al espejo.

-No

parezco a Ranma ni por asombró- se abrazó a si misma deseando que lo

hiciera el chico… pero él solo tenía ojos para su hermana. Se desnudó y

cogió con cariño la ropa del chico. La olió. Ranma rompía la ropa con

frecuencia, esa no la echaría de menos, estaba muy estropeada. La

escondió en su lugar secreto, donde guardaba muchas cosas del chico. Ni

siquiera Nabiki era lo bastante temeraria para buscar secretos en el

cuarto de Kasumi.

-Me estoy volviendo una fetichista y una pervertida como el viejo maestro. Pero no me importa serlo si puedo tener cosas de él.

Cogió

una foto en la que aparecían las tres hermanas Tendo y al lado de

Akane, como siempre, estaba Ranma, ella miró a su hermana con envidia, Y

miró la imagen del chico con dulzura.

- ¡Te quiero Ranma! Te

quiero desde el primer día que te vi. No tenía que haberte dejado para

Akane. Desde ese día no habido minuto que no me haya arrepentido. Sé que

es un sentimiento que no debería tener, eres el prometido de Akane. Le

quiero quitar el prometido a mi hermana, soy más perversa que Nabiki.

Salió

de su habitación sin vestirse. Estuvo así desnuda dos días más. Jamás

nadie descubrió los secretos de la hermana mayor, ni su amor por Ranma.

Ranma subió al tatami, sus ganas de venganza eran grandes, notó un

aura muy grande y se giró en la dirección donde la notaba y sonrió.

Akane estaba muy enfadada.

- ¡Ranma! quiero que

cuando acabe el combate, me entregues la cabeza de ese desaprensivo… por

intentar venderme. -oyó como le gritaba su prometida.

-Vaya con tu prometida, tiene mucho genio, cuando nos la quedemos la reeducaré…

No

pudo seguir, un instante antes el chico estaba a más de diez metros y

al siguiente, lo tenía encima y el puño del joven incrustado en la

barriga. Y al siguiente instante el chico volvía a estar en mismo lugar

del principio.

-Akane me ha pedido un regalo y pienso compásela, a

la pobre no le hago muchos regalos. Pero he decidido cambiar y regálale

lo que me pida… pero no siempre o se me volverá una caprichosa.

El chico recibió el impacto de una silla.

- ¡No seré una caprichosa! - oyó que gritaba su prometida.

-

A pesar de que nos peleamos mucho y la haga enfadar, le tengo mucho

aprecio. La he metido en muchos problemas, aunque ella a mí también. Es

mi mejor amiga, y cuando alguien le intenta hacer daño yo me enfado y le

doy al imbécil su merecido. Tú te has atrevido a pensar utilizarla en

algo ilegal, no me contentaré con darte unos pocos puñetazos. Usaré

todas mis técnicas contigo.

-Vaya discurso sobre la amistad- dijo

el hombre, no podía ocultar el desprecio que sentía por cosas como

amistad- es una bella chica, deberías…

No pudo seguir recibió un puñetazo en la nariz y a la vez una silla le dio en la nuca.

Ranma se rió.

- A este paso el estadio se quedará sin sillas- dijo el chico, se puso serio-no temas este combate durada poco.

- ¡Y tan poco que durará! Nos podrás enfrentarte a los cinco a la vez.

Ranma

miró a su alrededor, los cuatro que habían vencido habían vuelto. Mejor

que fueran cinco, con el truco que iba a utilizar cuantos más fueran

mejor.

Notó una espalda sobre la suya. Supo al instante quien era.

- ¡Akane! ¡Gracias por venir, te esperaba! Aléjate un poco, sabes que esto es peligroso.

-Sí,

pero no podía quedarme quieta después de saber los planes que tiene ese

desgraciado para mí. Me gustaría darle parte de la lección que se

merece.

- ¿Pensáis que vosotros, dos niñatos, podéis vencernos? -dijo el líder de los sicarios riéndose.

-No lo pensamos… lo sabemos- le contestaron los dos chicos.

-Estos

dos chicos tienen técnicas de las amazonas. Su base es la escuela del

maestro Happosai. También usan técnicas del pueblo de Herb y del pueblo

del Fénix. Incluso han usado técnicas nuestras. Son unas esponjas, ven

los trucos del enemigo y los aprenden de forma instantánea, la añaden a

su repertorio y la usan a su forma. Todo mezclado forma una nueva

escuela. Son muy peligrosos. Y no sabemos lo trucos que han aprendido

por ellos solos solo, emplearos a fondo… si no estamos perdidos. - dijo

el jefe a sus secuaces.

-Es lo que hacemos siempre… nos conocemos

desde niños, fuimos amigos y jugamos juntos, a la hora de fórmanos como

mercenario, formamos parte del mismo grupo. No nos hemos separado desde

entonces, venceremos juntos o caeremos juntos- dijo el padre de Kaori.

Aunque

estaban en distinto bando, Ranma y Akane sintieron cierto grado de

empatía con lo que había dicho el hombre. A pesar de todos esos hombres

tenían algo de honor. Pero…

-Eso. Y al vencerlos, a ella la violaremos los cinco.

A la empatía desapareció de golpe, el poco honor que tenían se esfumó de golpe. Los chicos los miraron con mala cara.

-

¿Qué esperabais? Somos mercenarios, este es el comportamiento de un

mercenario. Poco cerebro, mucha fuera y con la esperanza de un botín,

saqueo y alguna violación.

-Sois unos degenerados. Y aquí venís

elegantes, con pinta de personas responsables y respetuosas, cuanta

hipocresía demostráis. Pero nosotros os enseñaremos educación- dijo

Ranma enfadado - ¿A cuántas personas habéis matado o violado? Qué asco

dais. Lo que os pasó el día del dojo no será nada comparado con lo os

que pase hoy.

-Mira los dos niños, apenas han salido del cascaron y

se creen capaces de enseñarnos. Teníais que vivir el doble de lo que

habéis vivido.

Ranma bostezó, se aburría con tanto discurso vano y

superfluo. Su prometida sentía algo parecido, la gente tan hipócrita

como la que tenía delante la ponía de mal talante.

-Acabemos con tanto discurso y empecemos el baile- dijo el chico.

Y los dos prometidos se lanzaron al ataque.

Corrieron

juntos en dirección a sus rivales, se cruzaban continuamente para

dificultad el ataque de sus contarios. En un momento se pusieron en fila

y atacaron a un contario. Ranma se agachó y le dio un golpe en la

barriga a la vez Akane saltó por encima de él y atacó al mismo hombre

con una patada en la cabeza. No fue un golpe fuerte, pero el hombre

quedó un poco conmocionado.

-Hacen una buena pareja… pero ¿por qué

no acaban de una vez? Tienen el nivel para haber acabado este combate

en pocos segundos. Si yo pelease en lugar de Ranma ya había acabado. -

dijo Ryoga.

-Quieren darles una lección. Para que no vuelvan a

atracarlos. ¿O no os habéis dado cuenta? Están mezclado golpes con

demasiada maestría, han usado tu golpe de la explosión con él del vacío.

Están asustando a esos cinco… pero falta la traca final.

Lo que

no les dijo a los chicos era que este combate, también era un aviso para

ellos. Harían con ellos lo que ahora estaban haciendo a los sicarios.

El

jefe veía que el combate no pintaba bien. Sus hombres recibían tortas

de todos los lados. Sus rivales eran dos… pero cada uno valía como ellos

cinco juntos. Y viendo eso cayó en la trampa de Ranma, se empezó a

enfadar.

Akane se fue a un lado del tatami. Había empezado los comprases finales de la canción que estaban bailando.

-Te retiras-dijo Satsuki desde fuera del tatami- temes el poder de nuestros mejores guerreros.

-No. – fue la respuesta de Akane, no se dignó a girarse.

-No se puede explicar de otra forma. Nos teméis.

Akane se giró, la miró con incredulidad y sonrió. Y volvió a mirar el combate.

-No os tememos, la danza de Ranma ha empezado- dijo Akane enigmática.

-Los movimientos de Ranma son…- dijeron los chicos que acompañaban a Cologne.

-Si lo son- pensó Cologne- aunque es locura hacerlo en este recinto.

La mujer no se esperaba lo que vería segundos después.

Ranma llevaba a sus rivales al centro de la espiral, y cuando estaba

en el centro miró a su prometida. Y los dos se prepararon para lanzar su

ataque secreto.

-La furia del caballo carmesí bajo…-gritó Akane y lanzó su ataque, la bola de energía.

-Hiryu shoten ha- gritó Ranma. Y se empezó a forma el tornado.

Los

dos ataques chocaron y se fusionaron, formando un tornado de energía

que atrapó a los sicarios y se elevó llevándose con él a los cinco

hombres.

Akane miró como del tornado salía Ranma, cubriéndose la cara con los brazos cruzados. El chico se reunió con ella.

- ¿Estás bien? -preguntó el chico acariciándole la cabeza.

-Si. Gracias. Y ¿tú?

-

Muy bien, Nada puede con un Saotome- dijo pavordeándose, y mirando a su

amiga y con el mismo tono prepotente añadió- ni con una Tendo, somos

como la mala hierba, no pueden con nosotros. Siempre sobrevivimos.

El tornado salió del edificio rompiendo el techo. No hubo otros daños materiales.

-Ha salido bien. No creía que pudiéramos hacerlo.

-

Mujer de poca fe- le discriminó él- ¿dudabas de nuestras habilidades?

No debías hacerlo, somos superiores a todos- y se empezó a reír, fue

entonces cuando ella descubrió que estaba bromeando.

- ¡Tuuuuuú! ...- gritó ella señalándolo y riendo-Tú tampoco estabas seguro que saliese.

-No,

no lo estaba… y los dos nos arriesgábamos que saliese mal. Si no nos

hubiéramos coordinado bien, nosotros mismos hubiéramos caído también.

Fue entonces cuando cayeron los rivales, parecían ángeles caídos, o mejor tirados del cielo a patadas.

Cologne estaba asustada, espantada, asombrada y alucinada… todo a

parte iguales. Jamás había imaginado un ataque así. Una combinación o

fusión, de dos ataques, nadie lo había conseguido, y eso que ella y

Happosai lo intentaron. Esos dos chicos eran excepcionales. En poco

tiempo habían mejorado mucho… ¡no!, habían mejorado demasiado.

Se

giró a los cinco chicos, los vio con las caras desencajadas, estaban

asustados. Se habían dado cuenta que los dos chicos de allí abajo habían

subido varios niveles… mientras ellos se habían quedado estancados.

La

vieja amazona fue a decirle algo a su viejo amigo… y no lo vio. El

hombre planeaba algo y no era roba ropa interior… eso ya lo había hecho.

Desde

un asiento, escondida, una chica con una espátula miraba al tatami. Los

dos vencedores habían sido sus amigos. Se habían distanciado, por culpa

de la obsesión de ella y cinco personas más por separarlos, no lo

habían conseguido. Se dio cuenta que parte de ella se alegaba de eso.

Ranma

miró a los cinco mercenarios vencidos, no tenía ni idea lo que hacer

con ellos. Miró inquisitivamente a su prometida y la mirada de ella, le

dijo que ella pensaba lo mismo que él. No sabían que hacer.

Fue entonces cuando se pusieron en guardia, se acercaba un peligro, uno mayor que lo que se habían enfrentado hasta ahora.

-Hola Akane y Ranma, habéis hecho un buen trabajo… pero yo lo acabaré.

El viejo maestro subió al tatami con un fardo lleno.

-Ya has vuelto a robar ropa- dijo Akane muy enfadada.

-Nos pone en evidencia-dijo Ranma.

-Sois

más insolentes que vuestros padres, no os han educado bien. No os han

enseñado a respetar a alguien que merece mucho respeto.

-Usted no

merece ese respeto que proclama. - respondió Ranma. - ¿Qué pretende

hacer? -preguntó el joven, aunque se imaginaba lo que quería hacer el

viejo pervertido.

-Acabaré lo que vosotros habéis empezado, liquidaré a estos energúmenos.

Ranma

y Akane se miraron no es lo que ellos querían. No dejarían que el

maestro de sus padres hiciera eso. Y se prepararon para luchar.

Los

cinco sicarios desde el suelo miraron a los dos chicos que lo

vencieron, ahora estaban defendiéndolos, nunca les había pasado eso.

-Creéis

que me venceréis-dijo el hombrecillo y lanzó su aura contra los dos

jóvenes. Se giró riendo. Miró al hombre caído- ahora te reunirás con tu

abuelo… yo acabé con él… bueno liquidé a cada uno de vuestros abuelos-

se rió y atacó.

Cuando iba a alcanzar su objetivo. Una mano lo

cogió por el brazo y lo paró. El hombre se giró, Ranma lo miraba

sombrío. ¡Era imposible! No había conseguido paralizar con su aura a los

dos jóvenes.

- ¡Akane! ¡Tuyo! - gritó Ranma lazándolo hacía su

prometida. El hombre voló hacía la chica, ella le pegó una patada y el

hombre salió volando. No volvieron a verlo en meses.

Fue entonces cuando Cologne bajó y los miró, pasaba algo…

-Habéis

vencido, por segunda vez al mejor grupo de mercenarios. Tú, Ranma has

ganado a la mejor de las amazonas y a las dos tribus de los alrededores

de Jusenkyo. Cumple con tu deber y cásate con Shampoo- A Ranma se le

nubló la vista, no haría eso. - y tú, Akane debes casarte con Mousse,

serás aceptada como una amazona de elite.

Akane tampoco estaba dispuesta a acceder.

-Lo siento Cologne, serás una buena maestra… pero no me casaré con Shampoo. No me obligaran a casarme con quien no quiero.

-Yo

tampoco, no pertenezco a vuestra tribu, no me rijo por vuestras leyes…

yo como Ranma no casaremos con quien queramos… será elección nuestra,

solo nuestra.

- ¿Estáis diciendo que no os casareis? -preguntó una esperanzada Shampoo.

-Nos has entendido mal. No he dicho que no me casaré con Akane.

-Ni yo que no me casaré con Ranma.

-Hemos dicho que nos casaremos con quien nosotros queramos. - dijeron los dos chicos.

Cologne

se los quedó mirando, los chicos estaban diciendo que en un futuro

podían casarse, no negaban su compromiso. Afirmaban su derecho a elegir

su futuro.

-No nos obliguen a tomar una decisión precipitada. -

advirtió Ranma, Cologne se pasó por alto esa advertencia, pero no

hicieron lo mismo Nodoka ni Ukyo.

-Haréis lo que yo diga- gritó enfadada Cologne, esos dos niños insolentes no harían lo que ellos quisieran.

- ¡COLOGNE! ¡EL CONSEJO TRIBAL DESAPUEBRA LA BODA DE RANMA Y SHAMPOO… ¡Y LA DE MOUSSE Y AKANE! -

las dos figuras que habían estado sentadas detrás de Cologne se

revelaron, eran dos matriarcas de dos clanes de la tribu de las

amazonas. Igual que Cologne pertenecían al gran consejo.

- ¿Por qué el gran consejo no permite esas uniones? - preguntó Shampoo desesperada.

-Vuestro

clan se volvería muy poderoso, demasiado. Los dos nuevos miembros de la

tribu serían los más poderosos, nadie podía con ellos y no se dejarían

dominar.

-No creemos que ni Shampoo ni Mousse puedan detenerlos a

su lado. Entre esos dos jóvenes hay un vínculo muy fuerte, están muy

unidos. Tú misma te habrá dado cuenta.

-Parece que te quieres

vengar, Cologne. La ley te separó de quien tú quisiste, ahora las

utilizas para unir a dos parejas que no serán felices. Tú no hace mucho

pensabas que no debías consentir que las leyes obligasen a casarse a

Ranma y Shampoo.

Cologne sabía eso, pero no podía ir en contra de su bisnieta.

-

¡Cologne! ¡Shampoo! El Consejo de Matriarcas no aprueba el matrimonio

de Ranma y Shampoo. No es aconsejable… pero hacer lo que queráis, no nos

opondremos, pero tampoco daremos nuestra bendición.

Y las dos matriarcas se retiraron

Shampoo

miró a Akane con aire de superioridad y triunfalista. Pero se encontró

con que la chica la miraba de una forma nueva, en esa mirada demostraba

que no la temía y peor que no se dejaría vencer.

La chica de pelo

corto se acercó a su prometido y sin desviar la vista de la chica china

abrazó al chico, estaba desafiando a sus rivales y enseñándoles cuál era

su territorio, Ranma era suyo y no permitiría que nadie se le

acercarse.

El chico la miró sorprendido, le acarició la cabeza y

le agarró por la cintura y se giró y se encaró con Shampoo y su abuela.

Demostraba que estaba al lado de Akane, que ya había hecho su elección.

Shampoo enrabiada dio un paso adelante y se preparó para atracar a su rival.

En sus labios se formó una frase, aunque no la llegó a pronunciar de forma audible.

- "Me la pagaras, Akane"- leyeron los dos prometidos en los labios de la chica.

- "Ni se te ocurra"- fue la amenaza silenciosa de los dos jóvenes prometidos.

Shampoo salió del recinto seguida de su bisabuela, la mujer veía el futuro de su nieta muy oscuro.

-Volveremos a tener problemas con ellos. No nos hemos librado de ellos… aún- dijo Ranma.

-Lo sé. Pero no podrán con nosotros. Siempre lo han intentado y nunca han triunfado.

-

¡Ranma! ¡Akane! - los dos chicos se giraron. Vieron a los mercenarios-

se os pagará lo acordado. Por nuestra parte no volveréis a tener

problemas con nosotros, ni con ningún equipo de nuestras tribus, nunca

más. Respecto nuestras hijas… tendréis que resolver el problema con

ellas… nosotros no nos meteremos en vuestros asuntos. Son cosas entre

ellas y vosotros.

Y los cinco hombres salieron del recinto.

Ahora los dos jóvenes eran los campeones de torneo…pero no se le habían acabado los problemas.