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Chapter 13 - 14º. Pacto contra los prometidos.

14º. Pacto contra los prometidos.

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Los dos prometidos viajaban con destino incierto, se habían vuelto a escapar… pero habían dejado las cosas en casa.

Cuando lo recordaban los dos estallaban en carcajadas.

Al

día siguiente de abandonar la escuela, al dojo llegó una supuesta

conocida de los dos prometidos, con una gata en una caja para gatos.

Llevó al dojo las cosas de los dos chicos y un mensaje de los dos.

Este

decía que se iban, dos semanas de vacaciones. Lo que no supieron los

residentes del dojo, que esa chica con esos modales tan refinados era

realmente Ranma disfrazado. Y la gata de la caja era Akane. De alguna

forma Kasumi supo quién era esa chica tan extraña que los visitó. Y le

dio las tiendas de campaña de los dos chicos.

Durante mucho tiempo los dos chicos se rieron al recordar ese momento.

-Ranma… cuando volvamos se enfadarán. Nos castigaran.

- Y tanto que lo harán. Ya oíste lo que dijeron, que nos mandarían a colegios internos distintos. Que nos separarían.

-Mi padre dijo que tú eras una mala influencia para mí. Que yo no era así antes.

-Y el mío dijo lo mismo de ti. Que me he vuelto un rebelde.

-Y ¿si intentan separarnos? - dijo Akane asustada.

-No

lo lograran. Eso ya lo prevenimos, y se los advertimos en el mensaje

que no lo hicieran. Que nos volveríamos a escapar y no regresaríamos

hasta dentro de unos años.

- ¿Dónde quieres ir? -preguntó Akane.

-No

sé, lejos de Nerima. A un sitio tan fácil de encontrar, que sea el

primero que descarten-Y así lo hicieron. Fueron a un lugar que ya habían

estado otras veces. Y como pensó Ranma, nadie los molestó.

Era un

sitio con un rio cercano, donde coger agua para beber y preparar la

comida. Y donde bañarse. El chico le enseñó a nadar, y ella logró

aprender a cocinar un poco, en esto la chica no tenía paciencia y se

enfadaba… y Ranma tenía que hacer muchos esfuerzos para no enfadarse

también. Fue allí donde descubrieron que la maldición de Akane fallaba a

veces, no siempre que se mojaba se volvía gata.

Entrenaban y

también se tomaban días enteros de descanso. Bromeaban entre ellos y se

tomaban el pelo. Y pocas veces se enfadaban. Ranma volvió a pedir lo

mismo que pidió semanas antes con idéntico resultado. El chico se

propuso pedirlo en un año...

Pasaron dos semanas tranquilos, los

únicos que los molestaron fueron los mosquitos y sólo durante una noche.

Iban preparados para defenderse de esos vampiros, usaron lociones en

contra de ellos.

Y llegó el día que tuvieron que recoger las cosas y volver a casa.

-

¡No quiero irme! - dijo Akane exaltada- ¡no quiero volver a casa!

Nuestros padres nos querrán casar y esos seis separar. Nos podíamos

quedar para siempre aquí.

-No podemos. Sería una vida errante, de

pueblo en pueblo. No quiero una vida así para ti. No quiero volver a

vivir así. Con el tiempo nuestras ropas se romperían. Iríamos desnudos.

Enfermaríamos, necesitaríamos comida, ropa, medicinas. Y si… si…

tuviésemos hijos, ellos necesitarían una buena educación. No quiero que

mis hijos pasen por lo que yo pase por el idiota de mi padre.

-Tú quieres regresar con tus prometidas…

-

¡Akane eres idiota! No las quiero… yo solo estoy interesado… en… ti. No

sabes lo que es vivir sin casa… a la intemperie. Temblar de frio… de

hambre…no quiero eso para ti. Me has explicado lo que quieres estudiar

en la universidad. Y yo lo que me gustaría hacer a mí. No será algo que

les guste a los viejos. Pero es algo que queremos tú y yo… no vamos a

renunciar… por tener miedo a nuestros padres o a esos seis. Si a

ningunos de ellos no le gusta… que se fastidien… es tu vida y la mía. No

queremos un camino fácil… pero ese camino lo elegiremos los dos… y

procuraremos seguirlo juntos.

- ¿Y si tenemos que volver a huir? - dijo Akane.

-Pues entonces lo planificaremos bien. Sin fisuras y sin renunciar a nuestros sueños.

Ella asintió. Y se abrazó a él.

-Pobre

de quien se acerque a ti. Desde ahora en adelante eres mí… algo así

como novio. Me consideró atada a ti por la promesa que tú y yo nos

hicimos… es la única que vale.

- ¿Mi no… novia? -dijo él

extrañado. Vio el enfadó de ella- desde ahora soy… algo así como novio… y

tu… y tu… y tu mi… algo así como novia. Estoy atado a ti solo por

nuestra promesa… la que tú y yo hicimos… es la única que vale.

Se besaron y partieron en dirección al dojo. Allí vivirían una experiencia horrible.

Estaban llegando a la estación donde debían bajar.

-Y… ¿Si nos esperan? ¿Y nos encontramos a alguien en la estación? -dijo Akane asustada.

- ¿Acaso les tienes miedo?

-Tengo

miedo, mucho miedo… que no tengamos más remedio que huir. Que no nos

dejen en paz. Que se quieran imponer, que no… nos dejen estar juntos…

que no nos dejen estudiar… que quieran planificar nuestras vidas sin

contar con nosotros.

-Yo tengo los mismos temores que tu… pero

debemos ser fuertes y no rendirnos nunca. Somos libres de elegir. Si yo…

soy tu amigo… tú prometido… o si me casó contigo lo haré porque yo

quiero… porque queremos los dos. Sí que nadie nos lo imponga o nos lo

prohíba. - la miró a los ojos- eres un chico fuerte que jamás se ha

dejado manipular. No quiero que te rindas ahora.

- No lo haré ni ahora ni nunca-dijo ella.

-Así me gusta. Esa es la Akane que me gusta… la que yo… - se puso muy rojo.

Ella lo miró y sonrió...

-Si ahora te acerco un papel a la cara ardería.

- ¡Akane! No te metas conmigo- y giró la cara.

- "SIGUE

SIENDO MUY TIMIDO. AUNQUE YA SEPAMOS QUE NOS QUEREMOS, A VECES LO

ASALTA LA TIMIDEZ. PERO AHORA NO SUELE SOLTAR UNA TONTERIA."-pensó la joven.

-

¿Te apetece comer antes de ir a casa? - preguntó el chico. Quería

retrasar la llegada al dojo. Por una parte, para no llevarse una

regañina y por otra quería estar más tiempo en con su prometida a solas.

-De acuerdo. – ella tampoco quería llegar a casa. Y tampoco quería separarse de su prometido, lo quería para ella sola.

Horas después, al llegar a la casa…

Se encontraron sólo a Kasumi. La hermana mayor abrazó a los dos jóvenes.

-Hola chicos… me alegro de veros. Por fin estáis en casa.

-Nosotros

también estamos contentos de estar de vuelta- dijo Akane, pero tanto

ella como su prometido notaban que algo iba mal. Y preguntó preocupada-

¿Y el resto de la familia? ¿Dónde están?

Kasumi cambió de cara, la preocupación que mostró en su cara asustó a los dos chicos.

-Están

todos en el dojo- dijo Kasumi- vuestros rivales les han hecho una

oferta para que rompan vuestra promesa… Nabiki la ha estudiado y dice

que es muy ventajosa… Mi padre y el tuyo… han aceptado… yo y Nodoka nos

hemos opuestos, pero no nos han hecho caso.

-Y nuestra opinión no cuenta. - dijo Akane muy enfadada.

-Dicen que no- contestó Kasumi.

-No…

lo que no cuenta es su opinión. Sólo la nuestra, sólo la de Akane y la

mía- contestó Ranma. - Akane, vamos al dojo. Tenemos que hablar con

ellos. ¡Kasumi! Llama a unas ambulancias. Va haber más de un herido

cuando acabe esto.

Dentro del dojo, estaban discutiendo las condiciones que existirían

después de romper el compromiso de Ranma y Akane, cada uno de los seis

rivales querían imponer sus egoístas deseos, Nodoka era la única que

defendía el compromiso.

- ¡Me opongo! - dijo Nodoka- no tenéis en cuenta sus sentimientos.

-No se quieren, desean separarse- dijo una Shampoo creída- Ranma vendrá y se lanzará a mis brazos… lo está esperando.

-

¡Tú alucinas! - dijo Ukyo-Akane te ha salvado dos veces de que Ranma te

matase. Él no olvidará nunca eso. Desde el principio has utilizado toda

clase de trucos con ella.

-La chica tonta se rinde- dijo Shampoo. - mejor, cuanto menos seamos. A menos a que compartir.

-Y

tanto que me retiro. Akane y Ranma no se tomarán esto bien. Te equivoca

Shampoo, ellos se tienen aprecio, mucho aprecio… él siente por ella

algo más que lo que nunca sentirá por ti o por Kodachi… o lo que sentirá

por mí. - estaba muy triste, sabía que había perdido, nunca hizo lo de

las otras dos, subestimar a Akane. Se fijó en los dos padre- nadie

escapará a la ira de vuestros hijos y vosotros menos. - se fijó en

Nabiki- los has traicionado y no solo una vez… esta vez no te lo

perdonaran.

Y salió del dojo, y en el camino se encontró con los dos prometidos.

-Ran… Ranchan…. Aka… Akane- estaba muy asustada. Sabía que podían destrozarla.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Ranma muy serio y enfadado.

- Nada… me voy no quiero saber nada de lo que planean esos.

-Huyes con el rabo entre la piernas- siguió Ranma.

-

Si, os tengo miedo, mucho miedo. Os vais enfadar, y tendréis razón.

Huyo de vuestra ira, si siguiese con lo que han planeado, me tenía

merecido lo que me hicierais.

- Pues vete con Kasumi. Necesitará

ayuda cuando esto acabe. Si quieres seguir siendo nuestra amiga, no te

metas o saldrás herida, y es algo que no queremos. Pero te has retirado y

esas ratas te lo harán pagar. No sé si has hecho bien en llevarles la

contaría.

Ukyo ya sabía a lo que se exponía al retirarse del plan.

-Me da igual. Prefiero tener a esos en contra que a vosotros. - dijo Ukyo y fue con Kasumi.

Mientras en el dojo cuatro jóvenes descurtían quien se quedaría a Ranma y quien a Akane.

-Tú tienes novia Ryoga, Akane es mía- dijo Kuno.

-Lo mismo se puede decir de ti, Shampoo, tú tienes a Mousse- dijo Kodachi. - yo me quedó a Ranma.

Los

otros dos chicos se oponían. No oyeron abrirse la puerta, ni vieron

entrar dos jóvenes. Estos fueron hasta el centro del dojo, Ranma se puso

detrás de Akane y la abrazó por la cintura.

La primera en verlos

fue Nodoka. Se alegró… pero al ver el genio en los rostros de los

jóvenes se asustó. Hoy allí había heridos.

-Ahora nos jugaremos quien se quedará Ranma y quien Akane. - dijo Shampoo- Nos pelearemos y quien gane…

-¡o

estoy de acuerdo!. -dijo una voz, al girarse vieron a la pareja, todos

dieron varios pasos atrás. Los rivales se asustaron, los prometidos no

parecían a los dos chicos que conocían. Estaban más serios, más maduros…

y mucho más unidos-hay una vieja promesa que Akane y yo debemos

cumplir.

-Esa promesa no sirve. Ha quedado anulada…- dijo Kuno-

hemos pagado mucho a vuestros padres… y suelta a Akane, ya no es tu

prometida.

Los dos prometidos miraron a sus padres con rabia.

-Vosotros y nosotros hemos de hablar. - dijeron los dos chicos.

- ¿No oyes? – ordenó Ryoga- ¡SUELTA A AKANE!

Ranma miró a su prometida y esta negó con la cabeza.

-

¡No quiero!, gritó-Ya he dicho que hay una vieja promesa, y no tiene

nada que ver con nuestros padres. Hay otras dos… no tres que nos unen a

Akane y a mí.

- ¿Tres promesas? Pues se habla con quien la hizo y se rompen-dijo Kuno.

Recibió un puñetazo de Ranma.

-La

primera es de las familias Saotome y Tendo y tiene siglos de

antigüedad… se ha pasado de generación en generación… sin poder

cumplirse. Siempre se han metido por medio los Kuno…- hizo una pausa-… y

sus aliados. - dijo Ranma con rabia- esta vez eso no pasará.

- La segunda la hicieron la señora Saotome y… mi madre, cuando tenían nuestra edad. Es la única que consideramos valida.

Los dos jóvenes se quedaron mirando.

-La

tercera promesa… la hicimos Ranma y yo- dijo Akane. -, prometimos que

seriamos buenos amigos, que nos queríamos como hermanos. Y si… si nos

casamos… será porque él y yo así lo queramos. Sin que nadie nos imponga

nada. Y cuando digo nadie es ¡NA-DI-E!

Era una amenaza y los dos la cumplirían.

-Aquí estamos para romper esas promesas. - dijo Shampoo con satisfacción.

-Y nosotros estamos para que no se rompan…- dijo Akane.

-… y romper a quien intente romperlas. - acabó Ranma mirando mal a los allí reunidos.

Fue entonces cuando los dos padres empezaron a hablar.

-Os avisamos, que no os volvierais a escapar...

-Ahora

os castigaremos…. Hemos decidido romper vuestra relación. Serán

vuestros hijos los que se casarán y unirán las familias Saotome y Tendo.

-No os podéis ver en años…hasta que tengáis niños… que se casaran…

-

¡Nos negamos! No me separareis de Ranma. Es mi prometido. Era voluntad

de mi madre, y no iré yo en su contra. – contestó Akane iracunda.- y

también es lo que yo quiero... y también lo que quiere Ranma.

-Aunque

no nos hubiéramos escapado, esto había pasado. ¿Qué os han prometido? -

preguntó Ranma, y el chico tuvo una sospecha- ¿No será comida y una

cantidad suficiente de dinero?

A los dos hombres les cambió la cara. El chico había acertado.

- ¿Nos habéis vendido como mercancía? - preguntó Akane sorprendida.

-Es un contrato ventajoso, todos saldremos ganando. – dijo Genma asustado de la reacción de los dos jóvenes.

-

¿Todos? Te equivocas. Vosotros saldréis ganando. Los que perderemos

seremos Akane y yo- el chico los miró con rabia- pues ese contrato no se

cumplirá. Siempre nos habéis utilizado, para vosotros somos unos

títeres a los que queréis manejar a vuestros antojo.

-De ninguna

manera me dejaré manejar por vosotros -respondió Akane, estaba no menos

enfadada que su prometido. - yo elegiré de quien seré prometida y con

quien casarme.

-Pues vas equivocada si te quieres prometer a

Ranma. Él no te quie…- Shampoo se calló, Ranma seguía detrás de Akane y

aún la estaba abrazando- ¡AKANE SUELTA A RANMA! ¡ÉL NO ES TU PROMETIDO!

-No voy a soltar a Akane… pero tienes razón en un punto… ella no es mi prometida…

Los cuatros pretendientes se alegraron… momentáneamente.

-Cierto no somos prometidos- dijo con alegría Akane y vio la tristeza en Nodoka.

-Eso significa que yo puedo…- empezó Ryoga.

-No hemos acabado… somos algo… así como…novios.

- ¿Novios? - preguntaron todos espantados.

-Si… pero puede cambiar… depende de vosotros…

-Es decir que os podéis separar y ser yo la... -dijo con alegría Kodachi.

-

¡No, no y no…! lo que queremos decir es que como nos sigáis molestando…

os mandaremos al hospital y cuando volváis…-dijo Ranma, al chico se le

acababa la paciencia.

-… no estaremos. Nos volveremos a escapar y volveremos dentro algunos años…-siguió Akane

-… casados y con al menos un niño- acabó de amenazar Ranma.

Los otros los miraron asombrados. ¿Desde cuando se coordinaban para hablar?

- ¿Piensas que no evitaremos eso?- pregunto con prepotencia Kuno.

-No

es la primera vez que nos escapamos… ¿y si en una de nuestras fugas nos

hemos casado? - dijo Akane. Ranma la miró asombrado. Era una buena idea

meterles el miedo en el cuerpo.

- ¡No es verdad! - dijo Ryoga- Akane no es tan tonta de casarse contigo.

Recibió un golpe de Akane.

-Has

cambiado Ryoga- dijo Ranma- antes eras más inteligente. Les caías bien a

Akane, era para ella un amigo, y para mí también… ¿Qué te ha pasado?

Has hecho cosas horribles para sepáranos. El antiguo Ryoga se hubiera

horrorizado con lo que te has vuelto. Él pensaría en pararte los pies.

Ryoga

retrocedió, estaba horrorizado. El chico tenía razón, no se reconocía.

Pero no aceptaba el compromiso de Ranma y Akane. Ese chico era un

ególatra… pero reconocía que Ranma también había cambiado, y vivía solo

por Akane, no dejaría que nadie le hiciera daño.

-No te dejaré que te quedes con Akane. La harías sufrir. Eres muy egoísta.

-Y

tanto que lo soy. Quiero lo mejor para mí, para que pueda dárselo a

Akane. Quiero tener el mejor empleo… para que a Akane no le falte nada.

La mejor casa… para que Akane viva con comodidad. El mejor coche… para

llevar a Akane a todos los sitios. Lo ves soy muy egoísta.

- ¡Cumpliréis el nuevo contrato! - dijo Kuno- ¡lo queráis o no!

-Ya

que pensáis que nuestra opinión no cuenta. Solo veo una solución.

Lucharemos, nosotros contra vosotros siete… si ganáis… se cumplirá el

contrato… si perdéis ese contrato no habrá existido. -dijo Akane.

-Pero para nosotros solo existe una opción para perder, y no os va a gustar.-aclaró Ranma.

Nodoka supo lo que quiso decir su hijo con eso.

- ¡No podéis hacer eso! ¡No podéis querer realmente eso!

-No

hay otra opción tía Nodoka, no dejaremos que nos casen con quien no

queremos. No nos separan en vida. Para vencernos nos deberán matar. Esta

lucha no la ganarán nunca, ganen o pierdan, la perderán.

Y empezó la lucha.

Los hermanos Kuno fueron los primeros en caer, nunca fueron rivales para los dos jóvenes.

- ¿Por qué nos desafías Mousse? A ti te interesa que Akane y yo sigamos como estamos ahora.

-No dejaré que hagáis daño a Shampoo. La defenderé de ti y de Akane.

-Yo

defenderé a Akane. Nadie le tocará un pelo- y entonces Ranma tuvo una

idea- ¿Por qué no te la llevas?, así impedirás que la ganemos.

-Es una buena idea… pero si te mato. Shampoo será mía. Y tú no serás un obstáculo.

-Buena idea. Pero yo no soy un obstáculo- dijo Ranma- No veo a Shampoo como tú te piensas.

-No te la daré- dijo Mousse.

-Nunca he sido tuya-dijo Shampoo, noqueando a Mousse.

-Gracias Shampoo, un enemigo menos. Solo quedáis cuatro… ¡Akane! Líbrate de esa gatita, puedes vencerla en un instante.

- ¡Vencerme!… ¡Akane a mí!… Airen se ha vuelto loco. Nunca pasará… si eso pasa, yo prometo comerme un bombori.

- ¿Lo quieres a palo seco, o te lo cocinamos? - preguntó con ironía Akane.

La

china se abalanzó sobre Akane y empezó a atacarla con furia… pero no

daba ni un golpe. Akane esquivaba todos los golpes. Shampoo se enceró y

fue entonces cuando Akane le dio un golpe, sólo uno y Shampoo cayó

vencida.

-Ahorra te tienes que comer el bombori, si quieres te traigo un poco de sal. - dijo Akane.

Shampoo

miró al bombori con asco y se lo tuvo que comer, se jugaba su honor y

una promesa es una promesa. Akane le trajo agua para que entrase mejor,

la pobre chinita tuvo una digestión un poco… pesada.

En el mismo instante cayó derrotado Ryoga.

-Solo quedan dos. Los dos más débiles... Tu padre y el mío.

Los dos viejos intentaron escapar… pero sus hijos se lo impidieron… un minuto después los dos estaban en el suelo.

-Oír bien porque sólo lo diré una vez. No volváis atacar a Akane u os juro que os arrepentiréis. Si atacáis a "mi prometida",

olvidaré que sois mujeres y os mataré. No quiero ni que os acerquéis a

ella. Por vuestro bien manteneos alejados de ella- dijo Ranma y miró a

los tres chicos. - y lo mismo va por vosotros. Mientras sólo existan

vuestros deseos no os acerquéis a "mi prometida" o a mí, no respondo de lo que os pase.

Los

estaba amenazando y encima estaba nombrado a Akane como su prometida.

Algo había pasado entre ellos. Y a nadie le gustaba, pero se dieron

cuenta que el chico había cambiado. No iba a tener piedad de ellos si

uno de los dos era atacado.

-Os digo lo mismo que "mi prometido" no

os quiero cerca de él. Si pensáis a atacarlo, yo lo defenderé. No

tendré piedad de vosotros si Ranma sufre un daño. Y con vosotras

tampoco. Ahora salid de aquí, no sois bienvenidas. – amenazó Akane.

Los dos chicos estaban enfadados. Cogieron el documento y lo destrozaron.

-Como aparezca una copia os la coméis-dijo Ranma.

Kuno fue tan poco inteligente de enseñar una copia. Y al cabo de unos minutos, Ranma cumplió su amenaza. Aunque la baño en sal.

-Creo que se han llevado un mal gusto de boca- dijo Akane riendo con ironía.

-Espero que digieran bien el disgusto. -contestó Ranma. - aunque Shampoo ha comido el doble que los demás-y los dos se rieron.

-Oíd bien jovencitos, os habéis vuelto a escapar...- empezó Genma disgustado- y merecéis un castigo.

- ¡Eso no verdad! Mi madre y Kasumi sabían que íbamos de entrenamiento. - se defendió Akane.

- ¡Os lo dijimos! - dijo Nodoka.

-Y vosotros aprovechasteis nuestra ausencia para vendernos. – Ranma estaba furioso.

-Para vosotros también sólo somos objetos. Merecéis un castigo.

Los dos hombres quisieron huir… pero recibieron el castigo merecido. Por parte de sus hijos.

-No

sois unos padres ejemplares. Pasamos de vuestra promesa… nos quedamos

con la de nuestras madres. - dijo Akane. - y la nuestra.

Nabiki

estaba horrorizada. Parte de plan era suyo. Temía las represalias de los

chicos. Y decidió irse unos días a casa de una amiga.

Se iba en

silencio del dojo. Abrió con cuidado la puerta, y esta se cerró. Nabiki

miró y vio que era su hermana quien había cerrado la puerta.

-

¿Iba a alguna parte Nabiki? - preguntó su hermana. Su tono era

amenazador. Y la chica se temió lo peor. - Tú también nos has

traicionado. No te lo perdonaremos. Debías haber pensado en las

consecuencias. Has pensando solo en tus beneficios. Debías suponer que

te castigaríamos.

Retrocedió y vio a Ranma cortándole la retirada.

-Esta vez no escaparas. No volverás a traiciónanos. Vas a recordar esto como tu peor pesadilla. - dijo Ranma.

Y

así fue. Los gritos de horror de Nabiki se oyeron en la zona. Durante

mucho tiempo cada vez que se cruzaba con la pareja tenía escalofríos...

- ¿Qué le habéis hecho? - preguntó Kasumi.

-Solo

le rompimos sus cámaras de fotos, carretes y algunas fotos. La tenía

preparadas para venderlas, eran de Ranma y de mí. Le hemos chafado el

negocio durante algunos meses. A parte le hemos quitado dinero, lo ganó a

nuestra costa. Desde ahora en adelante por vender nuestras fotos deberá

paganos el noventa y nueve por ciento de lo que gane.

-Espero que aprenda la lección- dijo Ranma- no es bueno jugar con nosotros de esa forma.

Kasumi

los miró asombrada, no eran los mismos chicos que antes de la boda

cancelada. Tenían más mal genio. Y eran mucho más astutos. Atacaban

juntos y se coordinaban en dichos ataques. Estaban más unidos y no se

peleaban tanto. Se consideran una pareja.

-Creo que habíamos dicho

que iríamos algún sitio al salir de esa academia- dijo Ranma- esta vez

yo invito al cine. Tú invitas a tomar algo...

- ¿Qué tal si después de tomar algo vamos a cenar por ahí? Nunca lo hemos hecho. Y tengo ganas de ir a un restaurante.

-Estoy de acuerdo- dijo Genma- nos invitareis a toda la familia.

Ranma y Akane miraron a Nodoka desesperados, no querían ir con toda la familia, querían ir solos.

-De

eso nada, Ranma y Akane irán solos. Vosotros los vendisteis por comida y

dinero, ellos no os lo perdonaran... y ni yo ni Kasumi tampoco. Os

iréis una semana a la montaña a meditar, si al volver no os habéis

arrepentido. Os iréis un mes y Kasumi será la cabeza de familia.

Esa

tarde Genma y Soun salieron del dojo y no volvieron hasta dos semanas

después, le trajeron al viejo maestro más piezas para su colección.

Después de ver este regalo, la familia los mandó al hospital.

También

esa misma tarde salieron los dos prometidos. Esa tarde fue especial

para los dos. Volvieron tarde y contentos. No se toparon con las

molestias de siempre. Y la cena en el restaurante fue excelente. Los dos

prometieron volver a repetir una experiencia parecida, habían

disfrutado mucho. Y tenían ganas de más días así.