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Chapter 15 - 16º. Unos días nada relajados

16º. Unos días nada relajados.

Habían

pasado un mes del ataque a Akane. Los dos chicos habían recuperado

parte de su alegría, aunque seguían pensando en lo que pudo ser y no

fue. Pero decidieron seguir adelante, sin olvidar el pasado.

Sus

rivales habían desaparecido... durante un corto espacio de tiempo.

Pronto recibieron la noticia que la policía no las buscaría, habían

recibido presiones para archivar el caso, y las dos presuntas atacantes

quedaron libres de cargos. Los dos prometidos se enfadaron, se sintieron

desasistidos por la ley...

Era un domingo. Los dos chicos se levantaron tarde. El día anterior

había ido con sus compañeros de colegio a una feria cercana y volvieron

tarde. Los dos chicos olvidaron sus penas por unas horas y disfrutaron.

Akane

se levantó, se vistió y cuando iba a entrar a la habitación del chico

para despertarlo, se abrió la puerta de su habitación y salió el chico.

Ella estuvo a punto de chillar. Pero él la cogió por la cintura y la

atrajo hacía él.

-Una diosa ha venido a desearme los buenos días-dijo el chico sonriéndole.

Ella se sonrojó.

-Ranma no seas travieso-dijo ella con timidez.-me has hecho sonrojarme.

-

¿Travieso? Delante de mí aparece una bella diosa, muy tentadora, me

sonríe de forma traviesa y con timidez. Si esto fuera un combate ya

estaría vencido. Y encima me pide que no me rinda a sus encantos.

- ¿Yo una diosa? ¿Y dónde está eso poco guapa? ¿O lo de marimacho? - preguntó ella con picardía.

-No

lo sé. Siempre te encontré seductora. Pero me gustaba enfadarte, era

una forma de acercarme a ti. Al final ya te lo decía como un mote

cariñoso. En realidad, no te decía lo que pensaba. No me atrevía… me

daba… me cortaba… me ponías nervioso que me mirases... aún me pones

nervioso… esos ojitos tuyos me roban todo el valor.

-El gran Ranma Saotome le pone nervioso su prometida. - dijo ella riéndose.

-Sí,

mucho, mucho. – dijo él tentador tocándole la cara. Se aproximó para

besarla… pero ella lo esquivó, riéndose de una forma seductora que bajó

todas las defensas del joven.

-Si me coges-lo miró y le guiñó un ojo tentador y riéndose- te dejo que me beses.

-Retiro lo dicho, eres fea y tonta- dijo el chico corriendo detrás de ella.

-Ya lo sé-dijo ella riendo, bajando la escalera corriendo...

Se empezaron a perseguir y él la cogió y la giró.

- ¡Te pillé! - dijo él riendo.

- ¿Me vas a besar delante de la familia? - preguntó ella una sonrisa traviesa.

-Si quieres los puedo mandar fuera y que nos dejen solos- dijo el chico.

Ella lo miró sorprendida.

- ¿No sería mejor aséanos y desayunar? -dijo ella.

-Por mí de acuerdo. Pero y ¿si después vamos al parque? Hace un día muy bueno y podemos alquilar una barca.

-De eso nada, Ranma- dijo Genma enfadado- estáis descuidando vuestro entrenamiento.

-Esta última semana hemos entrenado cada día. Necesitamos un descanso. Estamos cansados. -se defendió Ranma.

-Tenéis un descanso cuando nos superéis. -dijo Soun con una sonrisa, esperaba que los chicos se echasen atrás.

Los dos chicos se miraron y sonrieron.

-De

acuerdo lucharemos con vosotros. Si ganamos Akane y yo nos iremos esta

mañana… si perdemos- miró a su prometida y sonrió-pero eso no ocurrida.

-Nos

quedaremos esta mañana a entrenar…-dijo Akane se quedó mirando a su

prometido con una sonrisa traviesa. El chico comprendió… estaba diciendo

que salían por la tarde…en el caso de perder.

Unos minutos

después los dos chicos estaban preparados para luchar con sus padres.

Fue una lucha corta, muy corta. Dos minutos después los dos chicos

salían del dojo alegres y bromeando, sus padres estaban en el suelo

tirados, hacía meses que no eran rivales para sus hijos.

Los dos jóvenes se asearon y desayunaron. Y salieron para pasar un buen día, permanecerían todo el día fuera.

Decidieron

no ir a uno de los parques cercanos y cogieron el tren y fueron a uno

de los más alejados del dojo, ninguno de los dos había estado. Y allí

alquilaron una barca.

Ranma remaba y la chica iba sentada disfrutando del buen tiempo.

-Qué bien se está sin preocupaciones, disfrutando de un buen día sin que nadie nos moleste.

-Sí parece que han decidido déjanos tranquilos, se han debido rendir.

-Ojalá

sea verdad. Aunque creo que aún no han asimilado toda la información.

Como que esperábamos un niño, que tenemos una relación más estrecha de

lo que se imaginaban. Pero no hablemos de esos. Hace un día demasiado

bueno, para estropearlo hablando de tonterías.

Cuando dejaron el

bote se fueron a comer a un restaurante cercano, después fueron al cine y

al salir se dirigieron a una cafetería a tomar algo y fue entonces

cuando sintieron una gran inquietud. Pagaron y se fueron, volvieron al

dojo sabían que sus rivales estaban cerca.

Esa mañana, una horas antes, un cedrito negro se coló en el dojo.

Desde la ventana espió a su amada. Quiso entrar a la habitación, pero

encontró la ventana cerrada. Buscó y encontró un sitio por donde colarse

a la casa y se topó con una escena que no se esperaba.

Vio a los

dos chicos abrazados y a él diciéndole piropos… ese no era el Ranma que

conocía. Ella parecía jugar con él, y el chico aceptaba ese juego.

Cuando

bajaron los siguió. Estaba dispuesto a castigar al chico por tener la

osadía de piropear a su amada Akane. Vio cómo eran desafiados por sus

padres y como los dos chicos vencían y se iban a disfrutar del día.

Quiso evitar esa salida… pero se perdió en el jardín. Apareció dos

calles más abajo. Cuando volvió al dojo, los dos chicos salían del dojo y

el cerdito decidió ir a ver y advertir a los rivales de los chicos.

Extrañamente

logró encontrar el camino del Café-gato y en poco tiempo se reunieron

cuatro de los rivales. La chica de la espátula declinó la invitación… y

el chico-pato últimamente desaparecía… volvía a casa muy contento.

Shampoo tenía un mal presentimiento con él. Prácticamente no le hacía

caso… era como si tuviera a otra.

Los cuatros chicos buscaron a

sus presas por todos los parques cercanos de Nerima. No contaban que los

dos chicos se alejaron para que no los encontrasen.

-Se ha hecho

tarde, debo ir al Café-gato. Últimamente Mousse desaparece y tarda en

volver… no dice dónde va- dijo Shampoo. Estaba preocupada, Ranma pasaba

de ella y Mousse… según parecía también. Ella tenía la edad de Akane,

aún era una joven, no podía dejar de ser atractiva a los ojos de los

hombres. Pero le preocupaba que Mousse la ignorase.

-Tal vez tiene a otra. -dijo Kuno, y se llevó un golpe de Shampoo.

No

podía ser eso… no lo iba a consentir, Mousse la quería a ella. Entonces

se quedó parada ¿sentía celos de una posible novia de Mousse? No es era

imposible, ella quería a Ranma.

-Yo tengo que visitar unas

competidoras- dijo Kodachi-debo aconséjale que se retiren de la

competición-y se largó. Días después sería descalificada de esa

competición… sus lesionadas competidoras la acusaron de atacarlas y

amenazarlas.

-Yo voy a castigar a Ranma por lo que hizo a

Akane-dijo Ryoga, sabían que los dos prometidos habían perdido al hijo

que esperaban. En sus mentes perturbadas tanto Ryoga como Kuno creían

que Ranma había forzado a Akane. Las rivales de Akane pesaban que había

sido al revés.

-Iré contigo amigo Ryoga, así no se escapará ese maldito Ranma.

Y los dos fueron hacía el dojo.

Ranma y Akane llegaban al dojo, iban cogidos de la mano. Y antes de entrar Ranma se paró y miró el dojo.

- ¿Qué pasa Ranma? ¿Te pasa algo? - dijo ella preocupada.

-No

sé. He tenido una sensación rara. En menos de un año nos iremos de aquí

para estudiar en la universidad…por un momento he tenido la sensación

que ya había llegado ese día. Y que mañana nos iríamos a la universidad.

-

¿Tantas ganas tienes de irte de aquí? - dijo ella enfadada- ¿Tantas

ganas tienes de dejarme? - y se soltó de él y entraba en el dojo.

El chico la cogió por el brazo y ella lo miró con rabia y muy enfadada.

-¡Déjame!.

No sé porque me gusta un insensible como tú…- el chico le tapó la boca

con la mano. No tenía ganas de enfardase con ella.

-Yo he dicho

que he sentido como si mañana "nos" fuéramos a la universidad... los

dos, tú y yo. - había puesto énfasis en él nos para indicar que se irían

juntos.

-Perdóname Ranma, pero últimamente estoy muy susceptible.

-Los

dos lo estamos Akane, - dijo él con calma- el último mes ha sido muy

duro, sobre todo para ti. Nos hemos peleado varias veces, deberíamos

relájanos un poco o estallaremos.

El chico le tendió la mano y ella lo aceptó. Esa mini pelea quedó en el olvido. Y entraron al dojo.

Se

encontraron la casa vacía. Kasumi había salido. Últimamente salía

algunas veces por semana. Los dos chicos sospechaban que había

encontrado a alguien, que tenía un amigo especial con quien quedaba,

pero no querían preguntar, eso era cosa de Kasumi.

Nabiki seguía

viviendo con sus amigas, le habían pedido que volviese… pero dijo que

aún era pronto. Pero visitaba a la familia una vez a la semana.

Nodoka estaba acondicionando su casa, tenía el presentimiento que los dos prometidos, la necesitarían muy pronto.

Y los dos patriarcas estaban de viaje de entrenamiento. Volverían esa noche… o tal vez no.

Estaban solos y hambrientos.

- ¿Tienes hambre? -preguntó el chico, ella asintió. -Ven y ayudarme a preparar la merienda.

Registraron la nevera y cogieron frutas y flanes.

-Algo no difícil de hacer, que dos torpes como tú y yo podemos hacer.

Ella sonrió. Tenía razón no tuvo mucha complicación esa merienda. Estaban disfrutando de esa merienda.

-Estoy llena-dijo ella-solo falta limpiar las pruebas del crimen- dijo señalando los platos.

-Pues

hagamos desaparecer esas pruebas entre los dos – y fueron a la cocina a

limpiar los platos. Estaban acabando de limpiar cuando...

- ¡Ranma Saotome! Sal para que te mate. Lo que le hiciste a Akane Tendo no tiene perdón.

Los dos chicos se miraron designados. Kuno había entrado en el dojo.

- ¿Qué caray quiere este idiota? -preguntó Akane.

-No te perdonaré que mancillaras el honor de la pobre Akane.

-

¡Ryoga! -exclamó Akane- ¿Por qué se mete por medio? ¿Ya ha vuelto a

olvidar a la pobre Akari? ¿No tuvo bastante cuando lo castigué el día

que descubrí que era Pchan? -Ranma tuvo escalofríos… aún tenía

pesadillas de lo que su prometida le hizo ese día a Ryoga. Él se salvó

por los pelos.

Los dos chicos salieron de la cocina y salieron al jardín y allí se encontraron a los dos chicos.

-Akane Tendo, yo vengaré la ofrenda que te hizo Ranma Saotome-dijo Kuno.

-No hace falta, Ranma no me hizo nada malo. -contestó Akane.

-No mientas Akane. Ranma te hizo algo que no tiene nombre- dijo Ryoga llorando.

- ¿Te hice algo malo? -preguntó Ranma con inocencia.

-No sé, como no fuera esa vez que me quitaste el desayuno.

-Shampoo

te puso una droga-se defendió Ranma. Se lo di a Kuno, se durmió durante

una semana. Lastima, ¿No podía haber dormido un año?

-No te perdonaremos que dejaras embarazada a Akane, pobre lo que llegó a sufrir.

Ranma y Akane se miraron. Aunque no lo demostraban, los dos prometidos se estaban enfadando, y mucho.

- ¡Seguirnos! -les ordenó Ranma.

- ¿Dónde nos llevas? -preguntó Ryoga.

-Al dojo, no permitiremos que destrocéis el jardín. A mi padre le cuesta mucho esfuerzo tenerlo así.

Los dos prometidos llevaron a los dos invitados no deseados al dojo y una vez dentro.

-Ranma si me permites vuelvo a acabar de limpiar los platos.

- Si. Esto lo puedo resolver yo solo.

-No

te retrases, tenemos que ir a comprar algo para cenar…- miró a Ranma

con picardía. Y lo abrazó por el cuello y lo besó… notó el enfado de los

otros dos chicos. Los miró y su rostro simpático se transformó en una

máscara de maldad y furia- da a nuestros invitados el castigo que se

merecen… no te contengas.

-Así será, como tú desees.

Ella salió del dojo dejando solos a los tres chicos.

- ¿Qué harás Ranma? -dijo Ryoga asustado.

-Hacerle

caso a mi prometida. Os haré pagar el daño que nos hicisteis la última

vez. - contestó Ranma crujiéndose los dedos. Y añadió con crueldad-Nos

vamos a divertir mucho, sobre todo yo. No gritéis que se quejaran los

vecinos.

Akane desde la cocina oyó los gritos de los dos chicos.

-Veo que Ranma hace bien su trabajo- dijo la chica riendo.

Al cabo de un tiempo dejó de escuchar gritos y Ranma volvió

-He preparado un té ¿quieres?

-Sí, gracias guapa- dijo el chico.

Lo estaban tomando cuando Akane preguntó por los dos chicos.

-Los

he mandado a la calle, he convocado a todo el grupo para mañana.

Tenemos que aclarar las cosas de una vez. Esto no puede seguir así.

-dijo el chico.

Aquella noche, mientras cenaban, tuvieron su discusión más fuerte

desde que se conocían…y la tuvieron con sus padres. Todo empezó cuando

sus padres le dieron un ultimátum. Los dos hombres querían intentar

casarlos de nuevo, ellos se negaron, opinaban que eran muy jóvenes, que

antes tenían que acabar sus estudios. Los dos hombres querían que Ranma

dejase de estudiar y se hiciera cargo del dojo, y que tuvieran en poco

tiempo un heredero.

-Solo nos queréis por el heredero, os da igual

que me casase con cualquiera de las hermanas Tendo. Nunca os han

importado nuestros sentimientos. Os habéis metido en mi vida y en la de

Akane cuando os ha dado la gana. -dijo un Ranma iracundo.

-Solo

queréis un heredero. Pensáis que lo manejareis a vuestro antojo. Que os

lo llevareis cuando y donde queráis, no pienso que me alejéis de mi

hijo.

-Opino lo mismo de Akane, no quiero que os llevéis a mi

futuro hijo a un viaje de entrenamiento. Ni pienso llevarlo yo. Quiero

establecerme, y que mi hijo no tenga que pasar lo mismo que yo. -siguió

Ranma, entonces se temió lo peor- Y nunca… nunca lo prometeré a nadie,

ni consentiré que nadie lo prometa.

Akane miró a su padre y al de Ranma y empezó a tener una sospecha muy mala.

-Ya lo habéis hecho… ya habéis prometido a mi futuro hijo…-dijo Akane asustada y sorprendida.

-Si… esto…ellos nos dijeron…-empezó Genma.

-Saotome… ¡calla! Que al final descubrirán la verdad.

-

¿La verdad?... ¿Qué verdad? -preguntó Ranma. Y abrió mucho los ojos

sorprendido- no solo han prometido el posible hijo mío y de Akane…sino

los que puedan tener tanto Kasumi como Nabiki…

Los dos hombres miraron a su familia asustados… eso acabaría fatal para ellos.

-Si… esto... serán unos matrimonios que traerán beneficios a nuestras familias.

-

¿Beneficios a nuestras familias? -preguntó Ranma muy furioso- sólo

serán para vosotros. Sólo falta que hayáis hecho una promesa de

matrimonio para Kasumi y Nabiki-las caras de los dos hombres se pusieron

blancas- lo… lo habéis hecho… pero… pero ¿Quién os ha dado derecho a

decidir en nuestras vidas?

-Sois nuestros hijos haréis lo que nosotros queramos-dijo Genma- es por el bien de las familias Tendo y Saoto…

No pudo seguir se llevó un puñetazo en la cara, se lo dio su hijo.

-Es por vuestro bien. Seguro que vosotros ganáis algo. -contestó Un rabioso Ranma.

Toda

familia estaba furiosa. Esa noche los dos hombres se llevaron la peor

paliza que recibieron nunca y decidieron romper todos los compromisos

hechos…menos el de Ranma y Akane.

Unas horas más tarde, los dos

prometidos estaban en el tejado. Al día siguiente pondrían las cartas

sobre la mesa… no dejarían que esos seis controlasen sus vidas. Pero esa

noche querían disfrutar viendo las estrellas.

-Hace una buena noche, se ven brillar mucho las estrellas-dijo Akane.

Su prometido la miró de forma extraña.

-Que

cursi pareces… pero tienes razón brillan más que nunca. - no vio que su

prometida se enfadaba y le contó algo sobre las estrellas-Los antiguos

griegos y romanos… pensaban que los dioses y los grandes héroes estaban

allí. Por eso daban a las estrellas y constelaciones sus nombres… como

Andrómeda o Perseo. También creían que ellas regían nuestro destino. ¿Te

imaginas las estrellas de Ranma y Akane?

Akane lo miró sorprendida, había ido del mayor de los enfados al mayor de los asombros.

- ¿Dónde aprendientes mitología clásica? -dijo Akane intrigada.

-Tuve

un profesor de historia que le apasionaba la astronomía y la mitología.

Fue cuando estudiaba con Ryoga. Me contagió su gusto por la mitología y

la astronomía.

El chico le enseñó el nombre de las estrellas.

-

¿Qué pasará mañana si esos no piensan en dejarnos en paz? -preguntó

Akane- no quiero que me separen de ti. Nos ha costado mucho sincéranos,

me niego a que me separen de ti.

-Ya hemos hablado de eso. No

dejaremos que esos seis hagan con nuestras vidas lo que quieran… los

únicos que controlamos nuestra vida somos nosotros, tú y yo, ni esos

seis ni nuestros padres…ni nadie. Si te apreció o quiero no es porque lo

quieran nuestros padres… ni nadie…ha sido… porque… me enamoré de ti… no

pude controlar eso. Me atrajo tu… todo tú… no sé cómo explicarlo... me

atrajiste y…

- A mí me pasa lo mismo... Me atraes… te quiero… pero no sé cómo explicarlo. -contestó ella.

La

chica recostó la cabeza en su hombro y el chico la cogió y le pasó el

brazo y la atrajo para él. Y así estuvieron horas… no necesitaban

hablase para estar los dos a gusto con el otro.

A la mañana

siguiente, Akane se despertó y se descubrió en su cama. No recordaba

cuando bajó. Se destapó y vio que iba vestida de calle. Ese Ranma era

idiota, acostarla sin ponerle un pijama… pero si en la escuela interna

la había visto en ropa interior. Sonrió se dio cuenta que el chico no

quería problemas.

Se vistió y salió, iba a llamar a Ranma cuando vio a Pchan, recordó quien realmente el cerdito y se enfadó.

-

¡Ven aquí! Que te vas a dar un baño de agua…-dijo la chica y sonrió con

maldad-…fría… en el congelador- y salió corriendo persiguiendo al

cerdito.

Ella lo persiguió por el pasillo y cuando parecía que el

cerdito se iba a escapar… una puerta se abrió dándole un golpe al animal

dejándolo noqueado…

- ¿Qué ha sido eso? - preguntó Ranma. La

puerta era la de su habitación y él era el responsable del golpe al

cerdito.- ¿Así que estaba espiando? - preguntó Ranma cuando Akane le

explicó como encontró al cerdito- pues se ha llevado un justo castigo.

-Seguro

que me quería espiar. - dijo ella enfada, le daba puntapiés al animal-

sigue vivo, el muy maldito. Estaba espiando a Kasumi. No es la primera

vez que lo hace. Es un pervertido. Me recuerda aquella vez para escapar

de ti se metió en los vestuarios femeninos. Te di una buena paliza por

su culpa, ahora me arrepiento de todas las veces que te golpeé por hacer

lo que debías.

-No te preocupes, fue culpa mía, te lo tenía que haber dicho desde el primer momento. No hubiésemos tenido tantos problemas.

-Pero

ahora eso ya se ha resuelto- dijo Akane- debemos pensar como castigar a

este pervertido. Lo he visto salir de la habitación de Kasumi, y

últimamente duerme desnuda. -Akane se arrepintió de lo último que dijo, y

miró a su prometido.

-Debemos enseñarle a no meterse en las

habitaciones que no debe- dijo Ranma con malicia. -Y si lo hacemos al

horno con patatas estaría buenísimo. - Ranma no demostró turbarse por

saber que Kasumi dormía desnuda.

- ¿Al horno? Y qué ¿tal a la

brasa? He oído hablar una salsa española hecha con ajo, aceite y huevo.

Podríamos intentar hacerlo así.

El cerdito se hacía el dormido.

Estaba escuchando la conversación y se asustó, los dos chicos sabían que

era un chico… ¡no un cerdo! y hablaban de comérselo. Se levantó y se

escapó. Seguía oyendo las risas de los dos prometidos al girar la

esquina, y vio a Kasumi y se refugió detrás de ella.

- ¡Lo habéis asustado!… ¡pobrecillo! - les discriminó Kasumi.

-Es un pervertido-dijo Akane. -salió de tu habitación. Llevaba puestas unas braguitas tuyas.

-Le

dejé entrar yo… estaba mojado… ayer llovió... estaba temblando de frio.

Yo le puse esas braguitas para que entrase en calor, solo es un

cerdito.

-No debes hacerlo-dijo Akane- ese…" cerdito" me utilizó,

se aprovechó de mí... es un pervertido. Me usó para vengarse de Ranma.

Hizo que me enfadarse con él. Si lo vuelves a ver dejarlo en la calle.

-dijo Akane furiosa.

-No queremos que te utilice para atracarme a

mí. No permitiré que se aproveché de ti. Desde que volvimos de China ha

cambiado mucho. No es quien era. Ha olvidado a su novia… según me contó

Ukyo intentó seducirla incluso a ella… quería utilizarla para que ella

me sedujera y tener el camino libre con Akane. No se lo perdono. Se ha

vuelto un loco como Kuno. No quiero saber nada de él. -Ranma estaba tan

furioso como su prometida.

- ¡Habláis como si fuera una persona!

No lo veo correcto… pero haré lo que vosotros queráis - dijo la hermana

mayor, y se fue a la cocina, iba silbando y alegre.

-Le pasa algo, tiene algo que nos oculta- dijo Akane preocupada.

-No debe ser algo malo, está muy alegre- dijo el chico- nunca la he visto tan contenta.

-En

eso te doy la razón. Pero me preocupa, tengo un mal presentimiento…

creo que, aunque no es una cosa mala, Kasumi se ha metido en un lio muy

gordo.

-Ya verás como no es nada malo- contestó el chico

cogiéndola por los hombros. La intentaba tranquilizar… pero él tenía el

mismo presentimiento.

Dejaron de pensar en la chica, se asearon y

desayunaron. Y cada uno salió por su lado. Los dos tenían cosas que

hacer. Habían quedado en un parque, allí las cosas se precipitarían.

Horas después Ryoga andaba por el parque de Nerima. Pensaba que se

había escapado de la furia de los dos prometidos por los pelos, estaban

furiosos. Él se negaba a reconocer que últimamente había hecho cosas no

muy legales y que había traicionado la amistad que tenía con los dos

prometidos. Desde que volvieron de China el comportamiento de los chicos

había cambiado.

Ranma vigilaba constantemente a su prometida. No

dejaba que ninguno de sus rivales se acercarse a la chica. Y en cuanto a

sus otras presuntas prometidas… el chico las evitaba como a la peste,

si veía una cerca de su prometida oficial, las ahuyentaba. Incluso las

llegó amenazar, y más de una vez estuvo a punto de cumplir esa amenaza.

Akane

tenía un comportamiento parecido al de su prometido. No dejaba que se

acercasen las otras prometidas y había amenazado a los rivales de su

prometido. Ella si cumplió sus amenazas.

Los dos chicos se

protegían mutuamente y se ayudaban. Los había visto pasear cogidos por

las manos. Incluso por el brazo. A él este comportamiento lo enfurecía,

se había vuelto muy celoso, sobre todo ahora que se había descubierto

que era Pchan. Ya no podía dormir con su amada Akane y le echaba la

culpa a Ranma.

De la amistad y sana rivalidad, había pasado al

odio y la envidia. Quería acabar con Ranma y tanto resentimiento lo

arrojaron en brazos de la locura.

Ahora tenía información sobre

cierta persona de la familia Tendo y la utilizaría para chantajear a

Akane… pero si esta pedía ayuda a su prometido, también podía

chantajearlo a él. Ninguno de los dos dejaría que a esa persona le

infringiesen daño.

Vio entrar a Akane en el parque y puso en práctica su maléfico plan.

Akane había preparado su parte de plan. Sólo faltaba la parte de

Ranma. Los habían acorralado, solo veían esa solución, era indudable que

había otras soluciones que los beneficiase solo a ellos, pero al ser

tan jóvenes e inexpertos, no vieron más salida que esa.

Los dos

pensaban que se precipitaban, que era saltar sin red ni protección

alguna… pero ya estaban cansados de huir, de esconderse… de que lo

molestasen. Querían ser ellos mismos, querían salir juntos y divertirse,

ir al cine a la discoteca, a cenar, y no tener que mirar por encima del

hombro por si lo seguían. Siempre iban en tensión, intranquilos… era

hora de acabar con eso. Tenían ganas de decidir por ellos mismos sin

imposiciones de nadie.

Iba hacía el lago, donde había quedado con

su prometido, tan metida en sus asuntos que no se percató que la

seguían. No notó que estaba en peligro hasta que fue demasiado tarde y

no pudo escapar.

Ranma se dirigía al parque, no le hizo gracia dejar sola a su

prometida. Pocos días antes, la joven tuvo un enfrentamiento con Shampoo

y Kodachi, ganó, pero salió un poco tocada del ataque, se hizo daño en

una pierna, aún cojeaba un poco… si pasaba algo, no podía luchar bien.

El chico estaba muy preocupado por ella.

Empezó a pensar si el

plan saliese bien se librarían de esos ¿seis? Algo le decía que ya no se

tenían que preocupar de al menos uno o dos. Sabía que una de las chicas

se había rendido… y que… no volverían a tener problema con alguno de

los otros cinco… pero el resto seguían siendo muy peligrosos.

Empezó

a estar intranquilo, notaba que algo iba condenadamente mal. Que su

prometida estaba en peligro, y se apresuró. Quería estar cuanto antes

con ella, para poderla abrazar y acariciarla, los momentos que estaba

alejado de ella se le hacían eternos.

Entró al parque y vio como

la gente huía del recinto. Se preguntó que debía estar pasando y oyó

gritar a alguien. Se asustó, conocía esa voz, era Akane y oyó, como lo

llamaba.

RAAAAANMAAAAAA!

Akane iba andando cuando notó uno pasos detrás de él. Pensó que era

Ranma que quería darle un susto, se giró y su sonrisa murió en sus

labios.

RAANMA!- empezó la chica y no pudo ocultar su descensión y fastidio al ver quien la seguía- ¡Ryoga… eres tú!

- ¡Si, soy yo!… ¡no soy Ranma!… ¿Te molesta que no sea él? -dijo Ryoga molesto.

Ella

lo miró con rabia. Si estaba molesta con él. La engañó casi un año.

Ranma fue obligado a ser su cómplice, por una idiotez llamada honor.

-Si, me molesta que no sea él. Me engañaste casi un año. Te acostabas conmigo. Me utilizaste para vengarte de Ranma.

-Él lo sabía y no te dijo nada.

-

Fue una cuestión de honor. El pobre se llevó muchos golpes por evitar

que Pchan durmiese conmigo. Seguro que se arrepintió de haberte dado su

palabra de honor. Me enfadé mucho con él cuando supe la verdad. Me lo

tenía que haber dicho al principio.

-Pero lo has perdonado, no se lo merecía.

-Has

interpretado mal mis palabras, yo me enfadé porque se llevó muchos

golpes míos por tu culpa. Nunca se quejó, se reconciliaba conmigo sin

guárdame rencor. Me siguió apreciando, aunque yo no quise escucharlo

cuando me advirtió en tu contra. Me gane más de un tortazo por imbécil.

Le propuse que me abofetease… se negó… dijo que esa época estaba en el

pasado y no me guardaba rencor… pero yo si te tengo rencor a ti. No

olvido la humillación y vergüenza que me has provocado a mí y a Ranma.

-Yo

te quería… te quiero. No quería ni quiero que Ranma esté cerca de ti,

es muy egoísta… no te merece... no permitiré que seas suya.

Akane

lo miró asombrada, sabia el interés de Ryoga por ella. Ella se sintió

atraída por la amistad y sencillez del joven… pero nunca sintió lo que

el chico sintió por ella. Akane sólo lo quería como amigo. Era tan dulce

y agradable… tan diferente de Ranma, que era tan creído y prepotente.

En

pocos meses los dos chicos habían cambiado. Ranma se volvió tan atento y

cariñoso, no era el chico que conoció hacía casi un año. Y Ryoga se

había vuelto un loco… debía haber pasado mucho tiempo con los rivales y

supuestas prometidas de Ranma.

-Lo siento Ryoga, -dijo ella con

pena cerrando los ojos-no siento lo mismo que tú. - al abrir los ojos

estaba furiosa- no dejaré que nadie se meta entre Ranma y yo. Ni mi

padre ni el suyo…ni tú. Hazlo y acabaré contigo. Te odiaré… y no te

perdonaré nunca.

-Y tanto que serás mi prometida-dijo el chico con maldad.

-No

puedes obligarme a quererte. - dijo ella. Lo miraba con odio- ¿Qué ha

pasado con el Ryoga que conocí? ¿Dónde está? Me caía bien y a Ranma

también… a este nuevo Ryoga… le tenemos tanta rabia como a Kuno.

Durante

unos segundos Ryoga pareció sentir tristeza, sentirse rechazado,

parecía que era el antiguo Ryoga. Pero pronto volvió el Ryoga actual,

cínico y mal intencionado.

-Ese Ryoga ya no existe, lo maté… era

muy aburrido- veía el pánico de la chica- ver tu interés por ese que no

te merece. Veros pasear juntos, agarrados por el brazo o de las manos,

como os miráis…no era correcto…¡tú tenías que ser mía!.

Akane

estaba muy asustada. La persona que tenía delante podía hacer cualquier

locura, sabía que Ranma llegaría pronto, intentaría entretener a su ex

amigo hasta que llegase su prometido a ayudarla.

-No puedes obligarme... no aceptaré nunca.

-Sí que lo harás. Si no alguien de tu familia sufrirá-amenazó él.

- ¿Qué quieres decir? – preguntó ella muy asustada.

-Alguien

de tu familia ha hecho algo que no debía… tiene una relación con

alguien al que no debió acercarse… si se supiera…-dejó la continuación

al aire... insinuando que estaría callado si ella acedía a sus

"atenciones".

-Serás… ¡me estás chantajeando! ¡Como has caído tan

bajo!… has aprendido de Shampoo o de Kodachi. ¡Eres sucio y rastrero!

-estaba furiosa.

-Alguien se encuentra en peligro… tú eres la única que puedes salvarlo… a cambio de ya sabes que...-insinuó el joven.

Ella

intentó escapar… pero no podía ni correr ni atacar, le dolía aún la

pierna lesionada. Y el chico no tardó en cogerla la empujó contra un

árbol, la agarró por los brazos y la detuvo sin dejarla moverse.

-No escaparás. Sé que sellaron tu poder y él de Ranma. No sois tan fuertes como hace meses. No podas escapar.

Era

verdad Nodoka selló el poder de los chicos, unos pocos días antes, les

dijo que eran muy jóvenes para tener tanta fuerza, la recuperarían

cuando fueran más maduros. Ahora se arrepentía de haber accedido a que

la madre de Ranma les limitase su fuerza.

RAAAAANMAAAAAA!- gritó la chica.

-Si

llamarlo, él no vendrá… lo están distrayendo… espero que Shampoo no

falle en su cometido.-Ryoga no sabia que Shampoo no pudo llegar a donde

estaba Ranma, se había caído al rio y la arrastró la corriente

convertida en gata. Tardó mucho en lograr salir del rio y más en volver

al Neko-Hanten y poder volverse humana.

El chico intentó besarla

en el cuello. Ella forcejaba, sabía que no podía vencerlo, la humillaría

y su prometido no podía ayudarla.

- ¡Deja de luchar! -ordenó el

chico enfurecido y la abofeteó, ella lo miró con genio. Ranma lo

mataría. - Si no quieres que Kasumi sufra las consecuencias…

Acababa

de tener dos importantes errores. El primero en su ceguera por

conseguir a Akane, irse de la lengua. El segundo no prestar atención a

su alrededor. Desde el principio la gente había huido al ver a ese chico

tan loco y fuera de sí. Pero no suponía que llegaría alguien a ayudar a

la chica.

De golpe Ryoga se sintió arrancado de su presa y

alguien lo hizo girar. No vio a su agresor… vio un puño acercarse a su

cara. Sintió un gran dolor y que volaba. Aterrizó más de diez metros más

allá de donde estaba. Le dolía la nariz, la tenía rota y le sangraba.

Fijó

su mirada y se asustó. Era Ranma y abrazaba a Akane, la miraba con

cariño, el joven de la trenza le preguntó preocupado a su prometida.

-

¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño ese animal? -el chico le acarició la

cara su prometida. Y miró la marca que le había hecho Ryoga. Akane vio

como el chico se enfurecía. Ahora era seguro, Ranma acabaría con Ryoga–

no tenía que haberte dejado sola.

-Estoy bien. Has llegado a

tiempo, no me hecho mucho daño, no me duele. - la chica estaba llorando,

había tenido mucho miedo. pero ahora ya a salvo sintió mucha rabia

hacía Ryoga. - no tengas piedad del él, se merece una lección- y puso

cara de sádica-pero no lo mates…aún. Nos tiene que informar que le pasa a

Kasumi.

-Ahora ella sufrirá mi venganza. - dijo un resentido Ryoga-no creo que sobreviva.

Ranma

miró a su antiguo amigo, lo miraba con furia, el chico de la cinta en

el pelo sólo había visto esa mirada cuando alguien hacía daño a Akane,

solo que esta vez su odio era muchas veces mayor.

-Ryoga de esta te acuerdas. Has amenazado a Kasumi… y has chantajeado a mí… NOVIA,

has intentado besarla o algo peor y le has pegado, ¿Cómo le has podido

poner la mano encima?, no eres un hombre, ¡eres un animal!, tú decías

que la querías y que yo no la merecía, pero jamás le he pegado ni lo

haré. ¡Tú!, con solo uno de esos crímenes te mereces…-Y puso un tono

sádico y cruel-… la muerte. Pero yo te castigaré con algo peor, te daré

la peor paliza que nadie te ha dado.

Ryoga lo miró con desprecio.

-Tu

madre os selló el poder a ti y Akane. Tienes algo más de fuerza que

cuando volvimos de China. En cambio, yo soy mucho más fuerte. Ya no eres

rival para mí. Te venceré y me quedaré con Akane. Haré que te olvide.

No eres nada. Ella se merece algo mejor.

- ¿Tú, por ejemplo? ¿Qué

has hecho este último año? -preguntó Ranma enfadado- ¡Nada! Cuando

éramos compañeros, eras el mejor estudiante del colegio. Todos te

envidiábamos. Me hiciste superarme para acercarme a tu nivel. Ya no eres

ese… incluso yo te he superado. Te has echado a perder. Podías haber

seguido tu vida cuando me fui. Ya no tenías rival. Has perdido este año

por una tontería… peor, has perdido todo el aprecio que conseguiste de

Akane y de mí, lo has echado todo por la borda… por una tontería.

-

¿Qué pasa con Akari Unryū? Ella te quiere. La vas a dejar por un sueño.

¡Ryoga eras mi amigo! Yo te quería como un amigo. Deja de perseguir un

sueño que no se va cumplir. Tienes alguien que te quieres, eres buena

persona. Si sigues así, ella te dejará de querer… y nosotros dos te

odiaremos. Eras amigo nuestro… vuelve a ser quien eras.

-Ella me

dijo que serías mía… ella me lo prometió, pero tenía que dejar de querer

a Akari Unryū y forzarte a ti. Me dio una medicina para aumentar mi

fuerza. -Ryoga parecía que estaba loco. Ranma comenzó a sospechar algo.

-

¿Ella? ¿Quién es ella? -preguntó Ranma, de golpe se sorprendió, sabía

la respuesta- ¡Mierda! ¡Es Shampoo! Me imagino que te dio, me tenía que

haber dado cuenta antes… esa mirada, esa rabia… ya las había visto

antes. Esa droga no te da fuerza… te aumenta la ira y la agresividad… tú

lo sabias. Shampoo quería que violases y matases a Akane. No sé cómo

caíste en eso. Tú y yo perdimos un amigo por culpa de esa maldita droga.

Deja de tomarla ¡te matará!

Akane se lo quedó mirando. Ranma no le contó eso, creía que confiaba en ella.

-Me da igual, Kenta era un debilucho, yo no lo soy. Acabaré contigo Ranma y con Kasumi.

- ¿Qué le pasa a Kasumi? - preguntó Akane, le preocupaba.

-Ayer

cuando me dejó entrar a su habitación… me oculté bajo su cama… y oí

ruido…alguien picaba en su ventana. Ella se levantó y algo entró.

Escuché un ruido que no reconocí, pero que me era muy familiar. Salí y

vi a alguien abrazando a Kasumi, se besaban. Cuando se separaron, él la

desnudó totalmente. Ella le cogió por la mano y lo llevó a la cama y…

- ¿No me digas que hicieron el…? -Preguntó Ranma y se llevó un puñetazo de Akane.

-No.

Sólo durmieron juntos. Al amanecer se levantaron se besaron y él se

fue. Ella se puso el camisón y se acostó. No hubo nada más. Según parece

eso lo hacen cada noche.

Los dos prometidos se miraron

asombrados. No tenían nada que decir, Kasumi había sufrido con la

desaparición de Tofu… se lo daba por muerto. Tenía derecho a rehacer su

vida.

-Eso es algo de Kasumi, no debemos meternos por medio. -dijo Akane y Ranma asintió.

Ryoga puso una sonrisa perversa.

-Si

supierais quien es él-dijo Ryoga. Y dijo el nombre del amigo de Kasumi,

los dos novios se miraron, asombrados, ahora sabían por que la hermana

mayor estaba en peligro- Ahora solo falta decírselo a esa que vosotros y

yo sabemos. Pero si sois buenos…- Ranma saltó sobre él, Ryoga no pudo

hacer nada contra el chico de la trenza, Ranma estaba furioso, no

dejaría que ese idiota pusiera en peligro a quien consideraba su

hermana. No lo dejó inconsciente, necesitaban sacarle cierta

información.

- ¿Por qué has traicionado también a Kasumi? -preguntó Ranma.

-También

debía ser mía. Me traicionó como lo hiciste tú, Akane- estaba fuera de

sí. Tenía los ojos inyectados de sangre. Tuvo un mareo y cayó al suelo

desmayado.

- ¿Qué ha pasado aquí? -dijo un policía, los había

llamados los testigos. Ranma y Akane contaron todo y los dejaron en paz.

Al otro chico se lo llevaron al hospital, necesitaba curarse de lo que

le había dado Shampoo. Estaba a punto de tener un colapso.

-

¡Ranma! ¿Quién era ese chico de que hablaste? ¿Qué pasó? -Preguntó

Akane, vio que Ranma no quería hablar del tema, pero después de unos

minutos callado empezó hablar.

-Fue en la escuela que estuve con

Ryoga, sabes que él y yo éramos rivales… pero hicimos amistad con un

chico… era el típico chaval tímido que todos se metían con él. El matón

del colegio, el típico imbécil que se burla de los más débiles… pero que

se intenta llevar bien con los más fuertes que él, abusaba de él. Tanto

Ryoga como yo les dimos unas palizas por abusón.

- ¿Pero no acabo allí? -preguntó Akane.

-No,

el abusón tenía contactos y una prima, era una belleza… pero también

peligrosa como una víbora. Sedujo a nuestro amigo. Pero como era más

tímido que Ryoga y yo. -Ranma sonrió, su prometida sabía por qué. Los

dos chicos eran las personas más tímidas que conocía. -necesitó cierta

ayuda para lograr tener valor. Y los contactos del matón se la

proporcionaron… nuestro amigo cambio, descubrimos tarde que se drogaba…

no pudieron hacer nada por él. Murió en mis brazos. Ryoga y yo firmamos

una tregua y fuimos por los causantes de esa desgracia. Esa mala gente

se arrepintió... a partir de ese día el matón se volvió un cobarde

llorica, el muy imbécil huía incluso del más débil. Su prima ingresó en

un psiquiátrico.

-No pasará nada. Ryoga se restablecerá- dijo Akane.

-Si

que lo hará, pero... esa ira, esa rabia… contra mí ya existían… esa

droga las potenció, como el deseo por ti y por tu hermana. - dijo Ranma,

sentía rabia. - le tengo muchas ganas a Shampoo. Por lo que nos hizo a

nosotros… por utilizar a todos por sus nefastos deseos. Esta me la

pagará doble. Su afán de acabar contigo a cualquier precio es propio de

mentes perturbadas.

Entonces Akane se asustó.

-Cuando se entere que… y que…- miró a su prometido asustada.

-No

permitiré que haga daño a nadie más, ni que utilice a nadie para

atacarte, ni para conseguirme. - dijo el chico y la abrazó, se acercó

para a besarla… pero entonces empezó a llover y los dos se

transformaron.

-Hacía tiempo que no te transformabas- dijo la

chica pelirroja con rabia. - ya creía que te habías librado de esa

maldición. Según nos dijo aquel mercader, tarde o temprano tu maldición

desaparecerá. Lo que no nos libraremos nunca es de la maldición de no

podernos besar, cuando no es un loco, es una nube extraviada y traviesa.

La chica pelirroja entró al dojo y se encontró a los dos patriarcas jugando al shogi.

-

¡Hola Ranma!, un día tan bueno como este y cae una lluvia. Tienes mala

suerte...-Soun bromeaba con Ranma y vio que detrás del chico entraba una

gatita de pelaje azulado. - ¡Cuidado Ranma! Detrás de ti hay un gato-

el chico se asustó y se giró y vio la gatita que lo seguía. Se

tranquilizó… pero ni Soun ni su padre lo hicieron- ahora te libramos de

esa molestia.

Y Soun y Genma cogieron una escoba cada uno y comenzaron a perseguir al animal.

-Dejarlo en paz… que es… - decía el chico alarmado.

Soun intentó darle con la escoba… pero la gatita lo esquivó y quien recibió el golpe fue Genma.

-Lo siento ha sido culpa de esa sucia gata callejera- la gata se giró y lo miró con rabia, saltó sobre él y le arañó la cara.

-¡Gata, hija del demonio!, acabaré contigo- dijo Soun. La gata se giró y se burló del hombre.

Soun

se enfadó y persiguió a la gata con más furia. Entre él y Genma la

acorralaron y cuando la atacaron se apartó y cada uno le dio un escobazo

al otro.

-Saotome ten cuidado, cada vez tienes menos vista.

- Y tú tienes menos habilidad. - los dos hombres se miraron con rabia… pero se tranquilizaron- tenemos que atacar a ese gato.

Y lo comenzaron a perseguir, la gata se dirigió a Ranma y saltó sobre sus brazos y el chico la cogió con un gesto protector.

-Ranma suelta a esa…-entonces se dio cuenta que Ranma no le tenía miedo a esa gata- ¿Cómo es que no le tienes miedo a ese gato?

-Por qué… es... bien… esto… - Ranma balbuceaba. Miró a la gata, había llegado el momento de explicar algo.

-

¡Que gata tan maja! -Kasumi se acercó a Ranma y acarició la gata. Le

llamó algo la atención- juraría haberla visto antes… me resulta

conocida.

-Y tan conocida que es- dijo Ranma con ironía. La gata esbozó un intento de sonrisa.

-Tiene el mismo color de pelo y de ojos que… - entonces supo de que la conocía-… es…es…

La chica estaba asustada.

- ¿Qué es esa gata? – preguntó Soun.

-Esa gata es ¡AKANE! - dijo Kasumi.

Soun miró a la gata con espanto, y comenzó a llorar.

-

¡RANMA! Te mataré por dejar que mi hijita...- se abalanzó sobre Ranma…

pero la gatita saltó hacía el hombre y le arañó la cara. Una vez acabado

su castigo se giró y miró al hombre con rabia.

Poco después.

Ranma volvía a ser chico y delante de él los dos patriarcas lo miraban

enfadados, él sentía de nuevo el peso de la culpa por la maldición de su

prometida. Al lado suyo estaba su madre dándole su apoyo.

- ¿Cómo que no hiciste nada para impedir que maldijeran a mi hijita? -preguntó un lloroso Soun.

Ranma giró la cara, sentía rabia, impotencia y frustración. Se sentía culpable de lo que le pasaba a su prometida.

-Yo…

no pude hacer nada… fue durante el torneo en esa escuela… Akane luchó

contra Shampoo… ella usó un truco sucio contra Akane y…- no pudo acabar

sentía que era un fracasado.

-He fallado como padre. Mi hijo debía haber protegido a su prometida a toda costa.

-Esperaba más de ti. De ahora en…

- ¡BASTA YAA!

- Akane entró en el dojo, acompañada de Kasumi. Estaba furiosa y miró a

los dos patriarcas de mala forma. - no consentiré que os metáis con mi

prome...- negó con la cabeza- ya no es eso… ahora es mi NOVIO.

Él ya se siente lo bastante culpable para que dos tontos lo sigan

acosando- se arrodilló enfrente de su novio y le miró a los ojos y le

sonrió, le acarició la cara y le dio un beso- ¿Te encuentras bien? - el

chico asintió, ya no estaba tan triste- no les hagas caso y recuerda. Tú

les tienes miedo a los gatos y te transformas en chica por culpa de las

tonterías de un tonto… y nunca se ha arrepentido.

Genma tragó saliva. No se sentía culpable de eso. Pero hoy tendría problema con Nodoka.

-Akane…

comprende que Ranma es un mal prometido no hizo nada por ayudarte… no

te merece… te buscaré un prometido que te cuide más. - dijo Soun

esbozando una sonrisa estúpida.

Akane se enfureció.

-Esto va acabar mal- sentenció Ranma.

-Tu padre tiene razón. Mi hijo se merece un castigo. Lo teníamos que transformar en gato y….

Fue

lo máximo que aguantó Akane, saltó sobre los dos hombres. Al acabar

ambos tenían la cara arañada. A pesar de no cambiar de forma, todos la

oyeron lanzar un maullido de rabia.

Se alejó de los viejos, aun sentía rabia.

-Ya

acabado todo mi Cat-chan- dijo Ranma cogiéndola por los hombros y ella

se empezó a tranquilizar- ya han aprendido la lección…creo.

- Si

la hemos aprendido… Ranma no es un peligro para Akane… ¡Es Akane quien

es un peligro para Ranma!… con lo bruta que es lo acabará matando- dijo

Soun- Saotome debemos proteger a tu hijo de mi hijita. -Soun se giró

cuando detectó un peligro y vio a su hija lanzarse sobre él.

Genma

vio el peligro que tenían esas palabras… y se transformó en panda.

Estaba asustado, e intentó huir. Escuchaba a su amigo gritar de dolor y

terror, pero alguien le impidió su huida.

- ¿Ibas algún sitio? - preguntó Ranma con ironía.

- "Soy un panda bonito"- decía el cartel que tenía el panda.

-

¿Un panda precioso? - preguntó con sarcasmo su hijo- hoy te enseñaré

una buena lección. Te la tenía que haber enseñado mi abuelo… pero debía

ser un cabeza hueco como tú.

Lo cogió por detrás y lo llevó al centró del dojo.

-

"Déjame… lo que vas hacer es maltrato a los animales… te denunciaré a

las protectoras de animales"- decía el nuevo cartel del panda.

- ¿Hablamos de cuando yo era niño… y todo lo que me hiciste? - contestó Ranma.

El

panda se quedó tan pálido que parecía un oso polar. Hoy no saldría muy

sano del enfrentamiento… primero lo atacaría su hijo… y después… su

mujer…

Minutos más tarde dos jóvenes salían del dojo en dirección a

la casa, iban satisfechos. Habían ido acumulando tensión, con la paliza

a los dos hombres la bajaron. Dentro del dojo dos hombres estaban

tumbados en el tatami, habían pasado una mala experiencia.

-Hoy aclararemos lo que le hiciste a Ranma durante el viaje de entrenamiento- dijo Nodoka a su marido.

Genma miró a su amigo con horror… su castigo no había acabado.

Ranma

y su prometida estaban hablando en el comedor. Kasumi había comprado

helado y les dio un poco, quedaban horas para comer y los dos chicos

tenían un poco de hambre.

Desde allí oyeron los gritos de Genma, pero los ignoraron y siguieron comiendo.