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Chapter 7 - 7°. Las hermanas a San Miguel. 5°. Parte:

5° parte: El preludio del torneo.

El

partido se había desarrollado bien hasta cierto punto. Salvo que Ranma y

Akane habían sido obligadas a jugar… y además en equipos contarios.

Desde el primer momento se vio que iban descaradamente a por ellas. Y se tuvieron que defender mutuamente.

Akane tenía la posesión de la pelota y delante tenía a su prometido que quería arrebatárselo.

No

se percataron que una chica se acercaba por detrás con intenciones

siniestras. La chica levantó el strike para darle a la chica de pelo

corto y golpeó… su golpe dio en el vacío, Akane de alguna forma se dio

cuenta y se agachó.

La chica notó que su strike chocaba con otro, vio con terror que lo empuñaba una furiosa chica pelirroja.

-No me puedes hacer esto… somos del… mismo equipo.

Ranma habló muy bajo, la chica, aunque no lo oyó si lo entendió. Se giró se fue al banquillo y pidió el cambió.

Ranma ayudó a su prometida a levantarse.

-Te has ganado el odio de tu equipo-le dijo la chica.

-Me

da igual. Este es un juego de contacto, alguna puede acabar lesionada-

la oyeron todas. Ella quiso que así fuese, era una advertencia.

-Seguro que sí. Ten cuidado. No quiero que te lesionen- ella también estaba advirtiendo que no se quedaría quieta.

El

partido se desarrolló con cierta "normalidad", en cuanto una de las dos

amigas se hacía con la pelota, el equipo contario se lanzaba sobre

ella, y la otra chica la defendía de los ataques de su propio equipo.

Ranma iba con la posesión de la pelota y se encontró rodeada …

-De aquí no pasará- dijo su atacante.

-Eso es lo que tú te piensa-dijo Ranma y se preparó para lanzar la pelota.

Akane lo miraba con confianza. Sabía lo que haría Ranma. Y se preparó para evitarlo.

La

chica de la trenza lanzó la pelota con una fuerza endiablada y adquirió

una velocidad sorprendente. Nadie podía parar la pelota, salvo una

joven de pelo corto, que se puso en la trayectoria del objeto, echó para

atrás su strike… y golpeó la pelota. Este cambió dirección, yendo en

sentido contario… y doblando si velocidad, sonrió desafiando a Ranma.

Pero vio que este sonreía aceptando el desafío. La chica pelirroja movió

el strike, dando al objeto y lo mandó de nuevo para la dirección en que

atacaba su equipo. La bola multiplicó la velocidad que le había dado

Akane, esta no pudo hacer nada. Y la pelota pasó al lado de ella.

La

portera quiso pararla, puso su strike, este se rompió debido a la

velocidad del objeto. Este entró en la portería, la atravesó rompiendo

la malla. No acabó allí la trayectoria de la pelota, atravesó también

una pared y acabó parándose a más de cien metros del pabellón.

-Buen tiro Ranma!, aunque un poco flojo.

-Gracias, el tuyo tampoco ha estado mal.

La

directora miraba el partido. No salía como ella quería, miró a una de

las entrenadoras e hizo un gesto. La mujer se levantó...

- ¡Cambio! -gritó- Cambio a Saotome por Kaori.

Los dos prometidos se quedaron mirando.

-No bajes la guardia, van a por ti- advirtió en un susurro Ranma a su prometida.

-Ya lo sé-le contestó la chica.

Ranma iba para su banquillo y se cruzó con Kaori. Esta se la quedó mirando y con una sonrisa perversa.

-Cuando

acabe el partido tu amiga será un motón de carne irreconocible- dijo

riendo, pero su sonrisa murió en los labios, la chica pelirroja, la

miraba con una cara siniestra.

Ranma empujó a su rival contra la pared, y con la mano izquierda la cogió del cuello y la levantó.

-Creo

habértelo dicho más de una vez. Acércate a Akane… y te mato…no te lo

volveré a decir. Conozco tu secreto. Nadie me impedirá matarte.

-Ella morirá…

Ranma

miró a Kaori y dejó caer el strike. Cerró el puño y lo estrelló contra

la pared, a pocos centrímetros de la cabeza de Kaori. La otra chica vio

el agujero creado por el puño de Ranma, y tuvo miedo.

-Elige. Te

corto la cabeza con el strike o te la chafo como si fueses una fruta.

Hazle daño a mi amiga y sufrirás uno de esos finales.

Soltó a la chica y esta se fue a la cancha y Ranma al banquillo y miró a la entrenadora.

-Como

alguien toque a mi amiga. Saltaré al campo. Prepárate para cambiarme si

se da el caso. -la estaba advirtiendo, no se sentó con las demás, lo

hizo en el suelo, sujetando el strike como fuera arma y observando el

partido con una mirada siniestra.

Y lo que temía el chico pasó.

Dos contrarías atacaron por delante a Akane distrayéndola, mientras que otras dos la hicieron caer con su strike.

- ¡Cambio! - gritó Ranma. Su gritó fue ignorado- ¡HE... ¡DICHO...CAMBIO! - puso

su tono más siniestro. Se había levantado del suelo y entró patinando a

la cancha. Su forma de moverse era en si una amenaza. Su aura era

visible y de un color rojo. Ranma estaba muy furiosa.

-No puedes salir… va contra las normas…- dijo la chica que arbitraba.

-El

ataque contra a mi amiga también va contra las normas, y tú no has

hecho nada. Contigo también tengo una cuenta, no te olvidaré. - la joven

árbitro se asustó, había visto lo que esa chica hizo a sus rivales. No

quería salir herida, y dejó ir a la chica.

Se acercó a una de su equipo.

-Estas bajas de forma. Te sustituyo.

-Eso lo decidirá la entrenadora. -esa chica estaba algo asustada. Pero se sentía protegida por la directora.

-O

sales por tu pie o sales en camilla. Ni la directora, ni tu Satsuki

están aquí para protegerte. Y aunque estuviesen no podían protegerte.

Como

la chica no reaccionó, Ranma se puso detrás de ella y la empujó, la

chica salió impulsada a toda velocidad hacía el banquillo, no pudo

frenar y acabó cayendo encima de la entrenadora.

-Señora entrenadora me retiro… por vida- dijo la jugadora con una sonrisa tonta en su boca.

Ranma se acercó a su prometida.

-Akane ¿Estás bien? - preguntó ayudándola a levantarse.

-Si. No me han hecho daño. Gracias a ti.

-

¡Prepárate! - miró a las chicas de la cancha. Y dirigiéndose a las

chicas de los dos equipos- vamos a cambiar un poco las reglas de este

juego. Ganará quien más goles meta. El tiempo será… hasta que no quede

una rival en pie. Vosotras ocho contra nosotras dos… - y poniendo un

tono siniestro- ¡VALE TODO!

Y las dos chicas se pusieron en posición de lucha.

Un

minuto después, las rivales de Akane y Ranma se habían reducido a la

mitad, dos de ellas se habían lesionado entre ellas. Y las otras dos no

necesitaron a nadie para eliminarse.

El grupo contario al de los

prometidos no podían hacer nada para detener sus ataques. Sabían que

eran cuestión de tiempo que las dos chicas venciesen. Kaori estaba

nerviosa suponía que sería la última en caer. Que las dos chicas le

tendrían una sorpresa desagradable, pero no se imaginaba que retorcida

sería esa sorpresa.

Un minuto después solo quedaba ella, y la pelirroja mostró sus cartas.

Se giró hacia donde estaba Satsuki.

- ¡Baja!, sé que esto lo has montado tú… con ayuda de la directora. - dijo Ranma- ¡Baja!

Enfréntate a Akane y a mí. – Satsuki no hacía caso. Entonces Ranma

utilizó un truco que nadie se esperaba- Si no bajas es por qué nos

temes. Ya no podrás ser la líder de la escuela… nadie te respetara… por

qué eres una cobarde…que temes a dos chicas.

Satsuki temblaba de

ira. Si bajaba con toda seguridad la vencerían y perdería el control de

la escuela. Si no bajaba, quedaría como una cobarde, y perdería el

control de la escuela. Hiciera lo que hiciera ella perdería.

-

¡Nadie bajará! El partido ha acabado queda declarado nulo. -dijo la

directora- vosotras dos preparaos la semana que viene os toca torneo de

artes marciales.

- ¡Que se preparen nuestras rivales! -dijo Ranma.

-

¿Te has dado cuenta que tú y yo seremos rivales? ¿Qué nos tendremos que

enfrentar? ¿No queras entrenar conmigo? - preguntó con pena Akane. No

quería dejar de entrenar con su prometido.

-Si me he dado cuenta,

lo sé desde que esa loca directora nos obligó a participar. Estoy

deseando pelear contigo, eres la única con nivel en este sitio. Será un

combate magnifico. Y no dejaré de entrenar contigo, logras sacar lo

mejor de mí. Pero quiero que me prometas algo.

- ¿El qué? - se

imaginaba que le pediría una cosa indecente. - no pienso darte mi ropa

interior. Tal vez te invite si ganas, pero no lo harás, he mejorado

mucho. No podrás conmigo. daré todo lo mejor de mi para vencerte.

-No quiero tu ropa interior. Y lo que quería ya me lo has prometido.

Akane se quedó parada, no había prometido nada.

-No te he prometido nada.

-Si

lo has hecho- Ranma se quedó mirándola- has prometido que darás todo de

ti. Que lucharas para ganarme. Es lo que más quiero que hagas ese día.

-No me ganarás. Te lo prometo.

-Ganaré yo como siempre, y dejaremos a estas asombradas. Nunca han visto ni verán un combate como él que le ofreceremos.

Akane asintió y los dos prometidos cruzaron sus brazos. Era su promesa de tener una buena pelea.

Ranma

y Akane, si se pensaban que tendrían un torneo justo estaban muy

equivocados. La directora no pensaba ofrecerles un torneo justo, haría

trampas para que una sola llegase a la final…si llegaba, Tendría que

hacerlo con cuidado, vendrían patrocinadores. No podrían sospechar nada.

No sabía que las dos chicas ya se esperaban que jugasen sucio.

Dos figuras estaban al lado de una fogata.

-Akane. ¿Piensas que hemos hecho bien en escaparnos?

-Si. Lo teníamos que haber hecho hace mucho tiempo.

-Pero ahora nos seguirán.

-Si. Como siempre lo han hecho.

-Te quiero. Desde que nos conocimos.

Ella se acercó a él y lo besó.

-Y yo a ti… Ryoga...

Akane

se levantó sobresaltada de la cama, había vuelto a tener por segundo

día consecutivo ese sueño. El día anterior al preguntarle Ranma que

había soñado, ella se enfadó y estuvo todo el día rabiosa. Pero Ranma

también estuvo muy raro… y no fueron los únicos.

Se giró no quería

que su prometido la viese. Era muy extraño… ella no quería a Ryoga… se

podía decir que eran amigos… eran. Después de los últimos meses y el

daño que les había hecho… le empezaba a odiar… pero en ese maldito

sueño.

Notó un peso en su cama y vio a la chica pelirroja sentada en su cama. Akane se asustó.

- ¿Qué haces aquí? Me has asustado.

- ¿Has soñado… con él? ¿Has vuelto has vuelto a soñar con él?

-No he soñado con Ryoga…- se llevó la mano en la boca, había hablado demasiado.

Su prometido la miró con tristeza y algo más. Pero sorprendentemente no había rabia, sino algo que no entendió entonces.

-

Lo besabas y le decías que lo querías… -parecía muy triste- estabais

sentados ante una fogata- tuvo un escalofrío- habíais huido.

Ella al oírlo se enfadó.

-

¿Cómo has podido espiarme mientras dormía? Eres un inmoral, los sueños

son privados y…- se calló, lo que estaba diciendo era imposible. - No

puede ser, no has podido soñar lo mismo que yo.

Akane lo vio tener un escalofrió.

-Básicamente lo mismo… solo variaba en un punto… y se estremeció

-La que estaba con Ryoga eras tú… como…

- ¡CALLA, NO VUELVAS A HABLARME DE ESO!

– Gritó el chico. - hoy era Ranma chica… pero ayer era Ranma chi…- no

pudo seguir, se levantó y salió corriendo al lavabo. Akane lo siguió, lo

encontró vomitando.

-No pasa nada. Yo sé que no estás enamorado de Ryoga… y tú sabes que yo menos.

-No

vuelvas hablarme de eso- dijo el chico. La miró, la chica llevaba un

camisón, no se transparentaba nada... pero hoy lo encobraba sugestivo,

ya la había visto mucha vez con él puesto- ¡Akane! ¡Vístete! Hoy estoy

raro y podía intentar comprobar si realmente soy un hombre. después del

sueño de ayer...

Ella se empezó enfadar. Pero comprendió los sentimientos del chico.

- ¡Te tenía que matar!, pero creo que te comprendo. Pero como intentes algo…

Él la miró y sonrió con tristeza.

-No te preocupes, nunca te hare nada… que no quieras que te haga.

Ella le dio un golpe en la cabeza floja, quería animarlo, pero no lo consiguió.

Poco después estaban saliendo de la habitación.

- ¿No huele raro? ¿Cómo a incienso? -dijo Akane.

-Si, ayer también olía-le contestó la chica de la trenza, y una sospecha entró en las cabezas de los prometidos.

Salieron al pasillo. Cuando pasaban al lado de unas chicas.

-…si

se parecía a unos de los que lucharon contra esas dos. Al final yo le

decía… te quiero Ryoga. ¿Os lo podéis creer? Yo no conozco a nadie con

ese nombre- decía la chica.

-Yo también soñé lo mismo- contaba otra.

En pocos momentos más chicas contaron lo mismo.

-Esos están implicados… al menos Shampoo y Ryoga. - dijo Ranma.

-Shampoo debe utilizar uno de sus productos, en nuestra contra.

-

¿Qué pasa aquí? -dijo la directora. Las chicas le explicaron sus

extraños sueños. —qué raro que todas tengamos los mismos. Y con aquel

chico que luchó contra…-incluso la directora había soñado lo mismo, ella

misma se delató. Y todas miraron a las dos chicas de intercambio.

-Supongo que estáis implicadas.

-Suponemos que es un ataque,

dirigido directamente a nosotras. Concretamente a Akane. Su objetivo

sepáranos… lo llevan intentando desde que nos conocemos.

-Es imposible. Atacar a uno de esa forma. - dijo la directora.

-Una de nuestras rivales es china. Y conoce varias porciones raras. Una vez me hizo perder la memoria. - dijo Akane.

- ¿En qué os basáis para decir eso? - preguntó Satsuki.

-Todo

el colegio huele raro, como si hubiesen encendido un incensario. -

todas las chicas estuvieron de acuerdo en eso. - Esta noche Akane y yo

los buscaremos y cuando los encontremos los atacaremos.

-Y si me niego a que lo busquéis- dijo la directora.

-Los

sueños se seguirán produciendo y alguien saldrá a buscar a Ryoga- dijo

Akane- a mí me conviene que salgáis varias detrás de él. Ya no se podrá

quejar que mi prometido persigue a varías chicas.

-Yo no persigo a

esas, es al revés- se quejó en bajo su prometido. Y girándose a la

directora- esta noche iremos de caza, le gusté o no.- vio moverse al

Comité de Disciplina se giró a ellas y les habló- no queremos vuestra

ayuda, sois una molestia. No estáis al mismo nivel que ellos.

Esa noche dos figuras vestidas totalmente de negro abandonaron la

escuela. Todo el alumnado sabía que irían. Pero sólo dos alumnas las

vieron partir.

-Esas dos figuras son Saotome y Tendo ¿no mandaras seguirlas? -dijo Kaori.

-No, tienen razón no podemos con sus rivales. - contestó Satsuki-además he recibido informe de ellas.

- ¿Qué te preocupa? -preguntó Kaori.

- ¿Has oído hablar de las lagunas de Jusenkyo? -preguntó Satsuki.

-Sabes que si- dijo Kaori con tristeza.

-

Hace cosa de un año cayó en una de las lagunas un chico de nuestra

edad… desde entonces se transforma en chica…su padre en panda. -siguió

Satsuki. Dejó pasar un tiempo. -Poco después ese chico se enfrentó y

ganó a la mejor de las amazonas, también se enfrentó a la bisabuela de

esta, la matriarca Cologne.

Kaori se asustó, Cologne era la más terrible de las matriarcas.

-Ese chico debe ser terrible, haberse enfrentado a las amazonas y vencerlas.

-No es lo único, hace un tiempo luchó con Herb y no hace ni tres meses... fue él que humilló a pueblo del Fénix.

-

¿Qué clase de ser es ese chico? - Kaori estaba asustada, al ser su

padre un mercenario de los alrededores de Jusenkyo, había oído hablar de

los tres pueblos que dominaban ese lugar. Incluso oyó hablar de la

derrota del pueblo de Fénix.

-En casi todos sus enfrentamientos ha

estado implicada su prometida, todos sus rivales le han querido hacer

daño, él se ha vengado. Por ella ha luchado hasta vencer. A parte hay

tres chicos y tres chicas, una de ella la amazona vencida, que persiguen

constantemente a esos dos.

-Pero ¿Qué tiene que ver ese chico con Ranma y Akane? - preguntó Kaori.

-Te he dicho que el chico se transforma en chica… ese chico se llama Ranma Saotome, su prometida Akane Tendo.

-

¿Estás diciendo que esa chica pelirroja es...? -Preguntó Kaori

asombrada y con miedo. Satsuki dijo si con la cabeza- ¿Para qué ha

venido si es un chico? ¿Para acabar con este colegio?

-No, para algo más simple y a la vez más complicado… para cuidar y proteger a su prometida.

Los dos chicos vieron el fuego de la fogata y se desviaron. Desde

lejos vieron como Shampoo echaba algo en el fuego y después otra cosa.

-Si seguimos muchos días así. No me quedará pelo. -dijo una voz que reconocieron enseguida… era Ryoga.

-Eres

tonto. Primero echamos este producto y después algo de la persona con

quien se quiera soñar, y al oler la mezcla se sueña con esa persona. El

viento lleva esa mezcla para el colegio. Después de unos días de soñar

contigo, Akane caerá a tus brazos… cerdo-no le dijo que podía no ser la

única en caer en brazos del chico.

Akane a oír el comentario de la amazona se enfadó, Ranma la tuvo que controlar.

-Ahora no te puedes enfadar o nos pueden detectar. Ven tengo un plan y necesito tu ayuda. Hay una parte que no puedo hacerla.

Se

alejaron en dirección a una de las granjas de la escuela y volvieron al

cabo de unos veinte minutos. Ella ya sabía por qué su prometido la

había enviado allí. Se imaginaba como se vengaría de Shampoo. Pero su

prometido no le dijo como lo haría de Ryoga.

Ni Ryoga ni Shampoo

vieron llegar el ataque. Estaban demasiado concentrados que su plan

saliese bien, cayeron desmayados por el ataque de los dos prometidos.

Ryoga

soñó que mantenía una relación con una cerdita. Al despertad, Shampoo

aún dormía y aunque era humana maullaba con mucho placer, supo

inmediatamente con que estaba soñando la chica.

Ryoga decidió no seguir adelante con su plan, estaba escarmentado.

Shampoo

tampoco quiso seguir… pero por motivos diferentes… le había gustado. Si

seguía con el plan, era demasiado tentador usar el producto con ella

misma, lo deseaba con ganas. Tardó un tiempo en librase totalmente de la

tentación. Le empezó atraer el gato del vecino... sobre todo cuando era

gata… jugaba con él. Estuvo a punto de decidir quedase con él como

pareja y tener gatitos, se decidió que, si no conseguía a Ranma, se

volvería gata y tendría gatitos. algo le decía que Mousse...

Los dos prometidos volvían a la escuela, iban alegres y riendo.

-¡Eres

muy malo!- dijo Akane riendo, usar pelos de gato para provocar un sueño

con Shampoo. Se lo tiene merecido… pero ¿de qué son los pelos que

usamos para atacar a Ryoga?

-No te lo diré… - dijo el chico. Y pensó- pero si se lo hubiésemos hecho a Pchan estaría contento…

-¡Eres muy malo conmigo!. ¡Cuéntamelo!-pidió ella con picardía.

El

chico la cogió y la empujó contra un árbol, y se quedaron mirando. Con

la mano izquierda, la cogió por la muñeca derecha y se la apretó contra

el árbol sin hacer fuerza. Con la derecha, le apartó un mechón y le

acarició la cara, la miró. Ella parecía asustada, lo miraba casi con

miedo. Al chico le dieron ganas de abrazarla. Y sobre todo de

protegerla. Esa mirada le pedía que cuidase de ella.

-Ahora se te

ve tan indefensa, que me dan ganas de protegerte. Eres mi precioso

marimacho, bruta y malpensada… pero también dulce y cariñosa. No tengo

ganas de soltarte, por qué pienso que huiras a un sitio donde no voy a

poder seguirte. - él le pasó la mano por el pelo. - eres la persona que

más apreció en este mundo. No quiero perderte. Para mí eres más

tentadora que Shampoo. Y no te creas inferior a las demás, por qué creas

son más guapas que tú o tengan más pecho, eso a mí no me importa. Para

mí eres más valiosa y más guapa que un millón de Shampoo. No te

cambiaría por ninguna.

Cuando miró la chica, la cara de ella estaba colorada como un tomate.

-

¡Ranma! ¿Cómo puedes decirme eso? - él chico la había soltado. Ella se

giró y se llevó las manos a la cara. Notaba el calor que desprendía su

rostro- me has insultado y a la vez me has lanzado piropos. Creía que

cuando me llamabas marimacho me insultabas, pero tal como me lo has

dicho hoy es casi un mote cariñoso… - se calló, el chico estaba

petrificado. - ¿Qué te pasa Ranma? - preguntó asustada.

- ¿Lo… he? ¿Lo he dicho…? ¿En voz fuerte? ¿No lo he pensado? - preguntó con horror el chico.

-Si-dijo

la chica. - Entonces ¿no es verdad lo que has dicho? - dijo ella casi

llorando y enfadándose, algo le decía que el discurso del chico era lo

que en verdad sentía. – Ni siquiera me aprecias.

-Yo sólo he dicho que lo estaba pensando. Y sin querer… lo dije.

- ¿Entonces era mentira? - todo lo dijiste era mentira… ere un…- estaba furiosa, sentía que había jugado con ella.

Fue entonces cuando él se enfureció y gritó con rabia.

- ¡No es mentira! ¡Todo lo que he dicho es verdad…! - se calló se acababa de delatar.

- ¿Por qué no me lo has dicho antes? - dijo ella.

-No

soy como Kuno, siempre le he envidiado que sea tan abierto y exprese

sus sentimientos. -Se apoyó en el árbol y bajo la cabeza, empezó hablar

con pena- tampoco soy tan dulce como Ryoga. No puedo ser como ellos, es

algo que siempre les he envidiado. Siempre que te quiero decir algo, me

congelo. Me miras con esos ojos tan bellos y tan escrutadores. Y me

sonríes de esa forma, que no se reaccionar. Me gustaría decirte tantas

cosas… y mi maldita timidez me lo impide. Eres la única persona que no

necesita hacer nada para vencerme.

Ella lo miró sorprendida. Él

jamás le había abierto su corazón y esa noche lo había hecho dos veces.

Le puso una mano en el hombro y le sonrió.

-Venga Ranma, volvamos a la escuela- dijo ella de forma pausada, para tranquilizar a su amigo.

-Si.

Vamos- dijo él. Se limpió las lágrimas de la cara y le tendió la mano.

Ella la aceptó y fueron cogidos de la mano hasta el colegio. En el patio

él se mojó en una fuente y se volvió chica y entraron.

No se dieron cuenta que eran observado y que no todos los que miraban eran… humanos.

Unos días después, lejos de la academia, en Nerima. Una persona

miraba con tristeza una foto. En ella aparecían los dos chicos que ahora

estaban en ese colegio tan raro. Los seis rivales de los chicos también

aparecían en la fotografía.

Recordaba el día de la foto. Nabiki

quiso hacer una foto a su hermana y al prometido de esta. Se pusieron

extremadamente juntos. Al momento de hacerla, aparecieron de la nada

todos los rivales de la pareja y se pusieron en medio de los dos... Todo

acabó en una batalla campal entre los seis. Cuando se dieron cuenta la

pareja en cuestión había desaparecido, aprovecharon que ellos se

peleaban para escaparse, aunque lo buscaron no los encontraron. No

supieron nunca donde fueron…

Volvió a mirar la foto, aunque los

dos prometidos estaban separados los ojos de cada uno estaba fijo en el

otro. Nunca había visto a nadie, en una foto, tan separados y a la vez

tan juntos.

Detrás de esa foto apareció otra, Nabiki le vendió las

dos, en ella se veía a Ranma y Akane sentados comiendo, uno al lado del

otro. Se veía a la chica bromear con él y al chico reír. Se veía mucha

complicidad entre ellos, no podía quitarse de encima un pesar, los dos

chicos hacían buena pareja.

Debería odiar a una de esas dos

personas… pero eso no era verdad… quería a una de ellas… y a la otra la

consideraba...su amiga, los dos chicos de la foto eran sus mejores y

únicos amigos. Los apreciaba mucho a los dos.