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Chapter 6 - 6°. Las hermanas a San Miguel .4°. Parte:

5ª. Las hermanas a San Miguel 4°. Parte:

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4°. Parte: El retorno de los seis locos.

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Había pasado poco más de una semana desde el castigo. Ranma y Akane habían vuelto a la rutina.

Se levantaban antes de amanecer.

Desayunaban, eran las primeras en hacerlo y comían mucho. Cuando llegaban al comedor no había nadie, comían solas.

Desaparecían, nadie sabía dónde iban, se sabía que iban a entrenar, pero nadie sabía dónde. Desde que cambiaron de sitio de entrenamientos, nadie sabía dónde iban. Si notaban que los seguían, lograban despistar a sus perseguidoras.

En realidad, iban al paraje donde había las fuentes termales. Lo que no sabían los chicos era que nadie conocía ese sitio. No aparecía ni en el mapa de la escuela. Por eso nadie los molestaba.

Volvían al colegio se duchaban. Y se preparaban para ir a clase.

-Vamos con tiempo- dijo Akane- no llegaremos tarde.

-A primera hora nos toca con la bruja de historia. Vamos a tener problemas con ella. Se querrá vengar. Le salió mal su complot de acusarnos de robo. Nabiki la ha chantajeado. Aunque ahora nos lo hará pagar a ti y a mí.

Akane lo miró, él tenía razón, esa mujer les haría la vida imposible. No se hacía a la idea que ver casi todo el día a su prometido como chica, aunque se comportaba como un chico. Y cada vez tenía la sensación de verlo en su aspecto real.

Iban andando por los pasillos. Notaron que las chicas las miraban con miedo, y algunas con respecto. El respecto que días antes les mostraban a Satsuki, ahora se lo daban a esa pareja que no se rendía.

Al llegar a su clase encontraron la puerta cerrada.

-Hace un momento estaba abierta.

-Si Akane, esa harpía planea algo. Debemos tener cuidado.

Entraron a clase sabiendo que tendrían problemas.

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Cinco minutos después salieron muy enfadadas.

La maestra obligó a sus alumnas a entrar quince minutos antes, se querría vengar de esas chicas que la metieron en problemas.

La puerta se abrió y entraron las dos chicas.

Las dos chicas entraron, al ver las caras de satisfacción de sus compañeras supieron que habían caído en una trampa. Pero las dos chicas se pusieron serias, y todas se temieron lo peor.

-Llegan tarde, deben salir al pasillo castigadas.

-Hemos llegado a tiempo -se defendió Akane-es más, faltan siete minutos.

-No hemos llegado tarde- contestó Ranma- según la norma cualquier cambio de hora debe ser informado. Usted no ha seguido las pautas requeridas. No puede castigarnos.

-Hago lo que me da la gana.

En ese momento entraron tres alumnas. Y sin decir nada se dirigieron a sus pupitres. Ranma y Akane las miraron y se quedaron mirando a la profesora y esta ignoró a las recién llegadas.

-Salgan del aula ¡Ya!

- ¿Y ellas tres…? -preguntó Ranma.

-No pueden compararse con ellas. Ustedes… ustedes son de clase baja.

-Esto llegará a los oídos adecuados- amenazó Ranma.

-Nadie la creerá…-contestó la maestra.

- "Esto ya ha llegado a muchos oídos"-pensó Ranma.

-Vamos Ranma, pondremos una queja. -dijo Akane. Y los dos chicos salieron.

Ya fuera, se quedaron mirando.

-Esa harpía… que se piensa.

La profesora miraba a las alumnas según el status económico de estas. Calificaba según este baremo. En dos exámenes idénticos, la calificación podía cambiar según el poder económico de la examinada.

Ranma y su prometida habían demostrado que hizo trampa con ellos. Borró respuestas correctas y señaló incorrecta. Cuando demostraron el truco, exigieron una segunda corrección y el resultado final fue muy beneficioso para los dos jóvenes, habían sacado la mejor nota del colegio. Aunque ellas no fueron las únicas víctimas de la profesora.

- ¿Qué no es asunto suyo? ¿Y de quién es? - preguntó Ranma, estaba exaltado. Miró a la profesora.

-Si habéis llegado tarde no es culpa mía.

-Y ¿Cuándo nos hizo trampa con los exámenes de quién era? ¿Y cuándo nos denunció en falso? Esto no quedará así.

- ¿Me estáis amenazando? -dijo la directora-os puedo expulsar y…- en ese momento sonó el teléfono, al cogerlo no se esperaba lo que se le venía encima- ¿Quién es usted?... ¿Qué mi maestra a… a sus alumnos? ¿Qué mi profesora es una delincuente y va a venir a castigarla? - siguió hablando con la persona que había al otro lado y al final colgó el teléfono.

Esos dos chicos no eran normales, parecían estar siempre en contactos con sus amigos de fuera. Había intentado descubrir cómo, pero no había logrado saberlo.

-Decirle a la profesora de historia que quiero verla… de forma inmediata.

Las dos chicas salieron. No sabían con quien había hablado la directora, pero se había quedado blanca.

Llegaron al aula y miraron a la profesora muy serias.

-Os he dicho que estabais castigadas en el pasillo ¿Por qué habéis entrado sin…?

-La llama la señora directora, ha dicho que acuda con suma rapidez-dijo Ranma utilizando una forma de hablar no habitual en él. - pide que acuda de forma rauda y veloz al encuentro concentrado con ella, debe comunicarle un asunto de suma importancia que no ha creído conveniente infórmanos, ni a mí y ni a mi compañera.

La profesora salió y dejó a las alumnas solas. Se temía lo peor, las dos chicas habían ido hablar con la directora, lo sabía por qué había salido al pasillo y las dos chicas no estaban allí.

Las demás chicas miraron a las dos amigas con miedo. Pensaban que a la profesora le quedaban horas en ese colegio. No sabían que había hecho las dos chicas, pero habían conseguido que la directora llamase a esa profesora.

-No me gusta esa llamada de teléfono. No presagia nada bueno, Ranma vamos a tener problemas.

-A mí tampoco me gusta. Y siento lo mismo que tú.

Pasaron los minutos y la profesora no volvía.

Kaori que miraba por la ventana, vio que una multitud se aproximaban al colegio. Y que en el recinto entraban dos personas.

-Viene alguien… por el tamaño parece una niña- Ranma y Akane se quedaron mirando, sabían quién era- y un hombre vestido de forma extraña.

- ¡No!, ¡él no! -gritaron las dos chicas resignado. Llegaba la peor de las catástrofes.

Las dos amigas se abalanzaron sobre las ventanas.

-La profesora Hinako, ¿No se podría haber quedado en el Furinkan? - dijo Ranma.

-Y ese loco, el director Kuno. También viene-siguió Akane.

-Esto es una pesadilla- dijeron las dos chicas con designación.

Del recinto salieron la directora y la profesora de historia.

- ¿Qué haces aquí? Te prohibí entrar-dijo la directora y señalando con el dedo la salida de la escuela- ¡LARGATE! Y llévate a esa niña.

El director Kuno la miró con extrañeza.

-Who are you?- contestó mirándola de forma rara.

-No puedo creer que me hayas olvidado. Yo soy tu…-no pudo seguir, la profesora Hinako estaba haciendo mucho jaleo. Se movía de un lado para otro y molestaba a la profesora de historia,

- ¡Tú eres la profesora delincuente! - decía-te castigaré, me invitarás a un helado.

- ¿Quién eres, niña? ¿No eres muy pequeña?

-Soy la tutora de Ranma y Akane.

-No sabía que en el Furinkan contactaban a niñas como profesoras.

-No soy una cría y…

Mientras Ranma y su prometida miraban con designación.

-Debemos bajar, Ranma.

-No me gusta, pero debemos hacerlo. Si esos cuatro se matan entre ellos, todos salíamos ganando nosotros, este colegio y el Furinkan.

- ¡Ranma! -lo amonestó su prometida.

-Vamos antes que hagan un destrozo. - dijo Ranma.

Akane se acercó a Ranma, que la cogió en brazos, la chica pelirroja se subió a la ventana.

-No iréis a saltar ¡Estamos en tercer piso! -dijo Kaori.

-No pasa nada. Además, abajo hay algo que amortiguará la caída-dijo Akane-Y los dos chicos saltaron.

La profesora de historia se abalanzó sobre la profesora Hinako, esta le había dicho algo muy feo, esa niña le exigió además que la invitase a un helado.

-Te arrepentirás de esta, niñata- dijo la maestra.

-Happo ataque de los cinco yens. - y la profesora Hinako absorbió la energía de su rival.

-Se ha convertido en una adulta, que cuerpazo tiene…ojalá…- empezó Kaori, pero Satsuki le dio un golpe en la cabeza y calló. - ¿Qué clase de monstruos conocen esas dos?

Satsuki no contestó. Empezó a comprender por qué esas dos eran tan fuertes.

- ¿De verdad no me recuerdas? -le preguntó la directora al director Kuno.

El hombre negó con la cabeza, de repente pareció que recordaba algo y cuando iba a decir algo.

-Hemos caído bien- dijo Akane.

Ranma y Akane habían caído sobre la cabeza del padre de Kuno.

-Akane Tendo y Ranma Saotome. ¡Tendríais que ser vosotros! -se fijó en la chica pelirroja- tú no eres Ranma Saotome, Who are you?

-Yo soy… la her…- Ranma no sabía cómo seguir- soy alumna de su colegio. Le pedí a Yuka de la clase de Akane venir en su lugar… la profesora Hinako estuvo de acuerdo- lo que no le dijo al director fue que tuvo que revelar a la profesora su doble personalidad y la razón por la que sustituyó a Yuka.

-Si tú los dices, será verdad- dijo el director.

Ranma y su prometida se miraron sorprendidos, este hombre era tonto. Y entonces ocurrió lo que menos querrían los dos chicos que ocurriese, aunque sabían que tarde o temprano pasaría.

- ¡Hola Airen!, veo que estás bien, aunque estés con la chica violenta.

-No te podrás escapar de mí Ranma- Ryoga estaba furioso- hace semanas que tienes sólo para ti a Akane. Esto no te lo consiento.

Los dos chicos se pusieron espalda contra espalda y vieron a las seis personas que más problemas le había caudado los últimos meses. ¡Sus seis rivales!

- ¿Quiénes deben ser esos seis? Parece que les tienen manía a Ranma y Akane.

Fuera del recinto estaba la escuela Furinkan y empezaron a animar a Ranma y Akane, y en contra de los seis locos.

-Esos seis no caen muy bien a los del Furinkan, deberíamos alíanos con ellos- dijo Kaori..

- ¡No! -la contradijo Satsuki-Los rivales de nuestros rivales están locos. Si nos aliamos con ellos será perjudicial para nosotras. No tienen los mismos intereses que nosotros.

- ¿Qué intereses tienen?

-Si os habéis fijado bien, Ranma y Akane tienen cierta amistad… mejor dicho, algo más que eso. Esos seis se quieren interponer entre ellos. Destruir su amistad. Cada uno de ellos tira para su lado. Si no metemos por medio, seremos nosotras las que se lleven los peores golpes. -Satsuki no quería problemas ni con ni por los recién llegados.

- ¡Nos han seguido! - gritó Ranma, su enfado era evidente- ni aquí nos dejan en paz. El chico se sentía muy frustrado.

-Cálmate. Hablando se entiende la gente. -le dijo Akane.

-Eso no vale para esos. -contestó Ranma.

- ¡Ranma! No te perdonó que estés solo con Akane. - dijo Ryoga furioso.

- ¡Mi chica de la trenza y mi Akane Tendo solas! Durmiendo con desconocidas.

- ¿Desconocidas? ¡Pero si duermen en la misma habitación!, ¡las dos solas! -dijo la directora. Se calló se dio cuenta que no dijo lo adecuado, que había metido la pata.

Un aire frio recorrió el patio. Las dos amigas… se quedaron mirando… iban a tener problemas. La directora las había metido en un jaleo sin querer, esta vez esa mujer no sabía lo que había hecho.

- ¡Ranma! ¿Cómo puedes dormir con Akane? -dijo un Ryoga furioso.

- ¡Akane! Te castigaré por estar siempre con Airen, él es mi prometido.

-Vosotros no sois nadie para decir con quien debemos dormir. -dijo Akane- cuando nos fugamos dormíamos en la misma tienda de campaña.

Los seis chicos la miraron sorprendidos y cinco de ellos se enfurecieron.

- ¡Akane!, has logado que se enfaden aún más.

-Seguro que la besaste y la…- dijo Mousse riendo- y…- no pudo seguir Ryoga lo noqueó.

-Jamás te perdonaré. Te mataré por…

- ¿No os habéis parado a pensar estamos prometidos? Y que tal vez, hayamos dado un paso más. -Ranma miró a su prometida. Sin darse cuenta la chica estaba echando más leña al fuego. Así no lograría apaciguar los ánimos.

-Akane, calma que los pones más furiosos.

- ¡Que le habrá hecho a la pobre Akane! -contentó llorando Ryoga.

- ¡No! ¿Qué le habrá hecho ella a Airen? - contestó enfadada Shampoo.

-En la habitación hemos estudiado y dormido… también peleado contra nuestras rivales de aquí- contó Akane.

-También hemos entrenado. Hemos probado técnicas nuevas- siguió Ranma con una sonrisa perversa en los labios- técnicas que usaremos contra nuestros rivales de verdad.

- ¿Vuestros rivales? ¿Qué rivales? - preguntaron.

-Unos que llevan más de un año detrás nuestro- empezó Ranma.

- Unos que nos han molestado cuando han querido- siguió Akane.

-Que han hecho que Akane y yo nos pelemos en muchas ocasiones. Y han hecho todo lo posible para que nos distanciemos.

-Unos que no nos han dejado de disfrutar ni siquiera un día de tranquilidad. Que cada vez que Ranma y yo íbamos algún sitio, incluso a la escuela, aparecían para molestar.

Mientras hablaban empezaron a andar cada uno para un lado en torno de los seis rivales que no entendían nada, y se preguntaban quienes esos despreciables seres inmundos.

-Seis personas que han entrado al dojo Tendo cuando han querido, destrozando todo a su paso.

-Seis personas que los últimos tres meses han hecho de todo para acabar con nosotros. Desde intentar que fuésemos sus esclavos a poner precio a mi cabeza.

Ni siquiera con esa alusión tan clara, los seis rivales, comprendieron que eran ellos los rivales con quien Ranma y Akane usarían sus nuevas técnicas.

Los dos chicos siguieron andando hasta volverse a encontrar.

-Hola Akane. Me alegro de volverte a ver.

-Hola Ranma. Yo también me alegro.

-Me parece que no nos vamos a poder escapar de esta pelea.

-Lo mismo pienso yo.

- ¿No podían haber seguido a Ryoga e hice al Senegal? -preguntó Ranma con una sonrisa.

-Eso está muy cerca, prefiero la luna.

- ¿De qué estáis hablando? - preguntó alguno de los seis, pero como no les prestaban atención no supieron quien fue.

- ¿Nadie te lo ha dicho? -preguntó Ranma- cuando te preparas para un combate estas guapísima.

-Si. Tú, ahora. ¿Sabes qué? Ahora no te veo como chica. Ahora tienes tu apariencia real, ahora eres Ranma chico. Ni siquiera vistes el uniforme de la escuela. Llevas tu camisa roja y tus pantalones negros.

-Lo que te dije el día del castigo… es verdad… yo te…-se pudo rojo, y no pudo continuar.

-Ya lo sé. Y lo que yo te dije… también lo es.

- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está la diosa de la trenza? ¿Dónde ha metido a mi diosa, ese maldito Ranma? -preguntó Kuno. No entendía nada y su hermana tampoco.

-Esa no es la preguntó la pregunta es…

- ¿Cómo ha conseguido librarse de la maldición? - preguntaron los otros tres malditos.

-No sé de lo que habláis- dijo Ranma. Y se giró a su prometida. Y tuvo el deseo de abrazarla… y no se contuvo, antes la asombrada mirada de todos le pasó los brazos por la cintura.

Ella le pasó los suyos por el cuello al chico, se quedaron mirando. Acercaron sus labios y se besaron en los labios, ¡delante de todos!

-Pensaban que iban a interrumpimos, como hacen siempre. - dijo el chico cuando acabaron.

-Se han quedado congelados-dijo Akane- cuando despierten tendremos guerra.

- ¿Cómo te has atrevido besar a Akane? - dijeron furiosos Ryoga y Kuno.

- ¿Cómo te has atrevido besar a Ranma? -preguntaron las tres chicas muy enfadadas.

La pareja se miró y se sonrió.

-Lo hicimos por qué… teníamos ganas de hacerlo. Nos moríamos de ganas de besarnos-contestaron los dos jóvenes a la vez.

-Te mataré por besar Akane. - dijo Ryoga.

-Has besado a Airen, me has desafiado. Te mataré.

-No necesito vuestro permiso para besar a mi prometida, sólo el suyo. No sois nadie para imponednos a quien querer o besar. Akane, es mi prometida, os mataré si la tocáis.

- Ranma es mi… prometido, no quiero que lo toquéis ni os acerquéis. Os matare si sufre por vuestra culpa. Yo tampoco os debo pedir permiso ni para besarlo ni para salir con él.

Los miró con rabia. Estaba harta que se quisieran imponer. Que se metieran por medio. Ranma era... suyo. Y de nadie más.

-Atacad cuando queráis, pero ya habéis perdido, aunque ganéis la pelea- dijo Akane. -Pase lo que pase no me separaran de ti, Ranma.

-Ni a mí de ti, Akane-le respondió.

-Akane, tengo el presentimiento que olvidaremos el beso y nuestra declaración de amor, como nos pasa últimamente. -la miró con cariño y le acarició la cara, no quería olvidar la dulzura de ese beso, la sensación que tuvo y que le embriagó al tenerla entre sus brazos- Pero algún día lo recordaremos todo para no volverlo a olvidar. Pero esos seis no lograran nunca separarnos.

-Estoy de acuerdos contigo, lo olvidaremos, y volveremos a negar que nos queremos, aunque no sea verdad. Pero en el momento que recordemos, nada ni nadie nos separará- dijo Akane- Al menos teníamos que grabarlo en video. Espero que Nabiki lo haya hecho.

-No vamos conseguir nada. No los separaremos. Nunca hemos tenido la menor oportunidad, me da rabia verlo juntos, pero ellos se quieren. Si seguimos así nos odiaran. Debería rendirme y dejarlos en paz. Pero no quiero que los otros me llamen cobarde- así pensaba uno de los seis, se empezaba a dar cuenta que no lograría conquistar a quien esta persona quería. El corazón de la persona amada ya tenía dueño. Sentía un vacío muy grande. Esa persona estaba al borde de la desesperación.

Y empezó el ataque.

Los tres chicos atacaron a Ranma, y las tres chicas a Akane.

Pronto los seis rivales descubrieron que los dos chicos tenían ataques nuevos, que eran más fuertes y habilidoso. Podían defenderse bien de sus ataques y sus contraataques eran más fuertes. Si tuviesen que luchar de uno en uno, los dos prometidos ganarían sin dificultad.

-Veo que has mejorado nena. -dijo Ryoga. -No olvidaré que has besado a…-Se quedó pensativo- ¿ha quien has besado?

- ¿Qué pasa aquí? Creía que éramos nosotros los únicos en olvidar cosas. Esto no me gusta. -pensó Ranma un poco asustado.

El chico de la trenza le pegó una patada a Kuno, lo mando lejos. Y se vio atacado por Mousse.

- ¿Qué haces, Mousse? ¿Por qué me atacas? Si estoy con Akane tienes el camino libre para salir con Shampoo.

-Si. Pero si te mato tengo el camino libre igualmente, sin peligro que ella vuelva a ti.

-Bien pensado, buen razonamiento- dijo Ranma en voz baja.

-Ranma seguro que has acosado a Akane. Has dormido con ella. - Ryoga estaba casi llorando- no tienes derecho a dormir con ella… solo yo puedo…- se calló Ranma lo miraba furioso.

-Ryoga te mataré… te mataré por lo que acabas de decir- el chico de la trenza no podía contener su furia, tenía ganas de destrozar a Pchan, se quería lanzar sobre su rival y escarmentarlo-, no te perdono que uses tu maldición para aprovecharte de Akane o colarte en los vestuarios femeninos, eres ruin y rastrero. Me recuerdas a Happosai, eres un pervertido. No necesito tu bendición ni aprobación para estar al lado de Akane, ir a la escuela con ella o… dormir en la cama contigua a la de ella… no eres su padre o su hermano, ¡NO ERES NADIE!.

Ryoga iba a atacar a Ranma… pero a la vez Mousse lanzó unos de sus objetos al chico de la trenza… y le dio a Ryoga.

-¡Mousse! Te voy a matar- Ryoga estaba furioso, olvidó su pelea con Ranma y empezó a pelear con el chico chino.

- ¡Qué alivio! que se peleen esos dos y me dejen en paz. Pero no bajaré la guardia, por si acaso. - pensó el chico. - aunque a Ryoga le tengo que ajustar las cuentas.

Mientras Akane se defendía, se había deshecho sin dificultad de Kodachi. Le quedaban las dos peores.

Le atacaban y ella esquivaba sin dificultad, eran dos y se lo estaban poniendo difícil. Y decidió poner en práctica un plan maquiavélico.

-Sí, me vencéis. ¿Te quedaras tú con Ranma? ¿Verdad Ukyo? No dejarás que Shampoo se llevé a tu Ranchan, es tan poca cosa para Ranma.

- ¿Qué te propones Akane? - preguntó Ranma enfadado.

Akane se limitó a señalar con el dedo, las otras dos chicas habían empezado a pelearse.

-Akane tiene razón. No estás capacitada para ser su esposa-comentó Ukyo

-Lo que tú tienes es envidia. Por qué los tengo más grandes que tú-atacó Shampoo señalándose una parte de su anatomía.

-Eso te hace parecer una vaca. -dijo Ukyo y sonriendo- ¿no te caería en el estanque de la vaca…?

-Como pegan estas chicas- comentó Ranma con ironía y dijo en voz alta- pero Ukyo siempre dice que su comida es la mejor de todas.

- ¡Eso es mentira! Me estás insultando- dijo Shampoo. -Insultas una tradición centenaria.

-Lo he dicho y lo mantengo- proclamó la chica de la espátula. - cocino mejor que tú. A Ranma le gusta más mis tortitas

Las dos chicas empezaron a luchar. Ranma y Akane habían logrado librarse de la pelea… por ahora. Ranma era de nuevo chica.

-Akane Tendo, chica de la trenza os venceré y mi Ranma será mío- Kodachi se había recuperado y desafiaba a sus dos rivales.

-¡Kuuuno!- dijo Ranma muy insinuadora- puedes detener a tu hermana. Nos quiere hacer daño a Akane y a mí.

Kuno se acercó a su hermana.

-No permitiré que ataques a mis dos diosas. Las defenderé.

-Se interponen entre Ranma y yo. Las atacaré.

Los dos hermanos se empezaron a atacar con furia.

Los dos prometidos estaban alucinados. Nunca habían hecho pelearse a sus rivales entre ellos. Pensaban que esos seis no eran tan tontos para caer en una trampa tan simple, y habían caído.

-No pensaban que cayesen tan fácilmente. Este es el tipo de trampa que ellos nos hacían caer a nosotros dos. Y siempre caíamos. - le comentó Ranma a su amiga.

Estaban viendo a sus rivales pelearse entre ellos.

-Akane, Ranma esto que habéis hecho nos es digno de vuestras familias- dijo una voz.

Los dos se giraron y vieron a la madre de Ranma.

-Es una forma de luchar como todas. Si usásemos nuestras técnicas nuevas haríamos destrozos- se defendió Ranma. -Podíamos causar daños a inocentes.

-Son ataques demasiado poderosos., para hacerlos aquí. -continuó Akane.

-Estáis dejando en mal lugar la escuela de…. No sois digno de ser nuestros sucesores. Vuestros padres os desherraran.

-Nos da igual que lo hagan- dijo Akane furiosa- sólo piensan en ellos. Quieren un heredero, nosotros le importamos poco. Les da igual que Ranma se case conmigo que con una mis hermanas, solo quieren a ese maldito heredero.

-No tienen en cuenta lo que yo y Akane queremos, nuestros sentimientos- se quedó mirando a su prometida- Ella y yo nos apreciamos… mucho, es mi mejor amiga, pero... no pensamos doblegarnos a sus caprichos, yo y mi prometida haremos lo que quedamos. Esos dos viejos son igual que estos seis, solo piensan en ellos.

-No haremos caso ni a esos dos ni a estos seis. – Continuó Akane- pero tienes razón en algo. Esa forma de luchar no es digna. Usaremos nuestras técnicas más nuevas.

Los seis rivales habían acabado de luchar entre ellos y se acercaban dispuestos a luchar con los dos chicos.

- ¡Ranma! Vuelves a tener aparecía de chico. -dijo su prometida. Sabía que sería la peor pelea que habían tenido con sus rivales. Debían ganar.

-Me da igual. Ganaremos, lo sé. Somos los mejores. Pero no te confíes. Eres más fuerte que ellas, pero no mucho.

-Ten cuidado, ellos son tres y tienen ventaja.

-Tengo un plan… pero si lo pongo en práctica me vas a matar.

- ¿Qué... plan?... preguntó ella asustada.

-Mira… -y se lo contó al oído.

Cuando acabaron Akane miró a su prometido con cara de pocos amigos.

- ¡Te voy a mataar Ranma! - parecía muy enfadada… pero se llevó la mano a la boca y sonrió. Qué plan más tonto, pero ella metería algunas cosas suyas para hacerlo… más creíble.

- No te perdonó que hayas dormido con Akane- dijo Ryoga.

-Dicho así suena fatal… pero has acertado. - dijo Ranma.

Todos se los quedaron mirando.

- ¿No estarás diciendo que…?

-Nos quedamos solos y… llovía y tronaba… Akane… tenía miedo y se acostó conmigo, en mí mismo futón.

-Pasamos toda la noche juntos… al día siguientes… nos costó sepáranos. -terminó Akane.

Los seis chicos los miraban asombrados. Pero también muy enfadados.

Los dos prometidos recodaron ese día. El día anterior los dos se mojaron por la lluvia. Al día siguiente tenían fiebre y frio, fue esa la razón por la que les costó separarse. Estaban muy débiles. Kasumi los encontró a los dos juntos, en el futón de Ranma, temblando. Fue ella quién los cuidó y calló como los encontró, sólo se lo contó a Nodoka.

-Pasamos varios días juntos, prácticamente sin abandonar mi futón.

-En ese espacio tan reducido el calor de los dos subió mucho. Nos pasábamos los días sudando y jadeando-continuó Akane- pero esos sudores y jadeos venían de las fiebres y de los delirios que teníamos. - pensó la chica.

-Sin nadie que nos molestase. Fue como si hubiese un ángel cuídanos.

Nodoka sabía lo que les pasó a los chicos, Kasumi se lo contó. Ahora estaban contando la verdad, que habían tenido fiebre y no se podrían mover del futón, al estar débiles y como los cuidó Kasumi, ella fue ese ángel que habló Ranma. Pero tal como lo contaban parecía otra cosa.

Los seis se tomaron muy mal.

- ¿Cómo pudiste hacerle eso a Airen? - dijo Shampoo.

-Seguro que él no quería que eso pasase. -siguió Ukyo.

-No, Ni yo ni ella queríamos… pero pasó. Y lo que pasó… pasó. No pudimos evitarlo. Como lo que vino después. - Comentó Ranma. Miró a Akane. Iba a contar de la misma forma que contagiaron a Nabiki y Kasumi. Pero…

-Ranma de esta te acuerdas-dijo Ryoga y los seis se lanzaron al ataque.

-Obligarte a mi Ranma a dormir contigo- dijo Kodachi.

-Ranma ¿Cómo pudiste hacer eso con Akane?

-No solo lo hizo conmigo… también cayó Kasumi y Nabiki, aunque yo también intervine. -dijo Akane.

-Ranma haciéndolo con las tres hermanas Tendo. - dijo enfadado Mousse. Aunque lo dijo con cierta envidia… Kasumi era muy guapa… casi más que... no pudo evitar imaginarla desnuda, aunque no lo confesase hacía tiempo que se sentía un poco atraído por ella. En la forma de pato la espió alguna vez mientras se duchaba. No sabía que ella se dio cuenta de la presencia del chico chino. También lo atraía. Pero ella quería que la espiase otro… pero ese jamás lo haría.

Ryoga se enfadó mucho. Ranma no tenía bastante con cuatro chicas, que añadía a su harem dos más… sentía mucha rabia… y celos. También había tenido sueños con Kasumi. Le parecía un ser adorable.

-Supongo que no le haría nada a mi diosa de la trenza. - Kuno era idiota, viendo transformase delante suyo a Ranma y no se enteraba de nada.

-La chica de la trenza y Ranma están muy unidos. Si una cosa le pasa a Ranma a ella también le pasa. Ella también… cayó. -comentó Akane.

Kuno se enfadó. Este Ranma era un esclavista de mujeres. No podía consentir que ese libertino siguiese libre.

-Lo malo es que vosotros seis no caísteis. ¡Ojalá! No hubiésemos librado de vosotros una temporada. -Ranma lo soltó con maldad. Esperaba que eso seis cayesen en su trampa.

- ¡Ranma, Akane! Parece que estáis teniendo dos conversaciones distintas. Ellos por un lado y vosotros por otro. Se están tomando lo que decís por la tremenda. Y no pasó nada. Incluso los dos viejos y el viejo maestro cayeron. -dijo la madre de Ranma.

Todos miraron a la mujer, se imaginaban lo peor. Lo que quiso decir Nodoka es que los dos padres, también enfermaron.

Los seis jóvenes atacaron con furia a los dos prometidos.

Los dos chicos esquivaban ataques y contraatacaban. Seguían con su plan de enfurecerlos y lo estaban consiguiendo.

- ¡Ranma! No puedo hacer el ataque del vacío. No me dejan un hueco.

-Para hacer tu ataque no lo necesitas, solo es una guía. Si te fijas bien podrás hacerlo. Están desprendiendo mucha energía, aprovéchate de ello y utilízala en su contra.

Akane siguió atacado y recibiendo ataques. Creyó ver algo durante un instante, un destello extraño, pero pasó. Lo vio varias veces. Se preparó para la próxima vez que apareciera ese destello, sabia cuando llegaría. Y se produzco cuando la chica predijo. Cogió con sus manos ese destello, y lo lanzó con toda su fuerza contra sus tres rivales.

- ¡Furia del caballo carmesí! - chilló la chica. Y un ataque parecido al Ryu Shoten Ha de Ranma salió en dirección a las chicas. Estas se quedaron paralizadas ante dicho ataque y lo recibieron de pleno.

Akane vio como caían las tres chicas. Se giró hacía Ranma y lo vio rodeado de los tres chicos y el director.

- ¡Akane! ¡Ayuda a Ranma! No va poder con los cuatro. -pidió Nodoka.

Akane miró a la madre de su prometido y sonrió.

-No, él puede con esos cuatro. Confía en él. - la chica estaba segura de la victoria de Ranma. Le vio que movimiento hacía. Sabía que ataque haría. Y avisó a Nodoka. – tía Nodoka no te muevas de aquí. El ataque que va hacer Ranma es muy peligroso.

- ¡Ryu Shoten ha! - chilló Ranma. Y el tornado pilló a los cuatro atacantes Ranma escapó de él. Y se juntó con Akane. Y la abrazó.

-Buen ataque preciosa. Sabía que lograrías hacerlo.

-Fue por casualidad. Probé, y me salió bien. Pero me ha dejada muy cansada. No puedo dar un paso más. -se abrazó a Ranma.

- ¡Suéltame! Yo tampoco puedo ni con mi alma. Como sigas así nos caeremos al suelo.

Ella lo soltó y se sentó en el suelo, el chico la imitó. Miraron a su alrededor, habían provocado mucho destrozó.

-Era por esto que no queríamos pelear con ellos- le dijo el chico a su madre. -Cuanto más son más energía implicada y mayor es el destrozo provocado.

-Lo quisimos evitar a toda costa. Espero que aprendan la lección y no vuelan atacarnos.

-Eso no pasará. Volverán una y otra vez. No nos quieren de verdad, para ellos somos objetos. Piensan en nosotros como en un premio que exhibir.

- ¡Ranma! ¿Que soy para ti? ¿También soy un objeto?

-Para… mí... tú…-Ella vio nerviosismo de él. El chico respiró hondo y…- no lo sé Akane, no sé qué eres para mí. ¿Una amiga?... No…, siento que eres más que eso. ¿Una hermana?... tampoco. ¿Mi prometida?... ¿por imposición de los viejos? No. Lo que tú significas para mí, es por lo que tú misma eres, sin que nadie nos imponga nada… pero para mí no eres ni un trofeo ni un premio. Solo que con estar a tu lado me siento afortunado.

-Yo tampoco te veo como un objeto. Al principio te veía como un tonto y un presumido… pero siempre que he tenido un problema, tú ibas en mi ayuda. Me has metido en muchos problemas, pero no son menos de los que te he metido yo, o te has metido tú, para que no me pasase nada o vengarme. También te veo como más que un amigo, y lo que siento por ti también es algo qué no me ha impuesto nadie, es algo mío. Y la afortunada soy yo, por qué me estés apoyando siempre y que este a mi lado.

Se quedaron mirando.

-Pase lo que pase…

-… nadie podrá separarnos, ni que dejemos de ser amigos…

-… ni nuestros padres…

-… ni esos seis…

-… si lo intentan… pobres de ellos- acabaron los dos.

Juntaron sus manos, entrelazaron sus dedos y se besaron en las mejillas, así firmaron su pacto… no sabían que los pactos son débiles y se suelen romper con facilidad… y tampoco sabían que el suyo no era de esos… y que jamás se arrepentirían de haberlo firmado. Se seguirían peleando, seguirían negando que se querían… pero nunca, por muchas vicisitudes y contratiempos que los sometiese la vida, dejarían de ser algo más que amigos.

Nodoka los miró complacida, lo que habían dicho los chicos era una declaración de amor, si ellos pensaban que era una alianza de amistad mutua… estaban muy equivocados.

-No dejaremos que eso pase. Romperemos vuestro compromiso- los dos jóvenes se giraron y vieron a sus rivales de pie.

Ranma miró a su prometida y con una sonrisa incomoda.

-No puedo dar un paso. Ponte detrás de mí, no dejaré que esas te toquen. No sé si poder contener a los seis y ni cuánto tiempo.

-De eso nada, lucharé contigo. No dejaré que esos te hagan daño.

Se levantaron los dos. Se apoyaron para no caerse. Y la madre de Ranma se adelantó.

-No dejaré que haigas daño ni a mi hijo y ni a su prometida… - no pudo seguir los seis rivales, cayeron al suelo sin fuerzas.

La versión adulta de Hinako los miraba. Había utilizado con los seis chicos uno de sus trucos.

-Esos seis delincuentes han caído, me quedan dos… -miró a los dos prometidos.

Los dos chicos la miraban desde el suelo, estaban sentados y sin fuerzas. No podían defenderse, y la profesora se les acercó para quitarles energía.

-Prácticamente estáis exhaustos. No puedo quitaros nada. Pero ¿qué haremos con esos siete? -dijo Hinako, y señaló a los seis rivales y al director.

Nabiki se adelantó.

-Hemos traído un carro, nos los podíamos llevar en él. De aquí al Furinkan hay algunos barrancos, el carro se puede caer por uno de ellos con todos sus ocupantes. -dijo la chica.

- No seas malas que nos multaran por tirar basura al campo. -dijo Akane riendo.

- ¿Has grabado algo con la videocámara? -preguntó Ranma.

-Solo el principio- contestó Nabiki con rabia- pero se me ha acabado la batería pronto. Justo un poco antes que os besa… ¿Se besó alguien?

Ranma y su prometida se miraron. Pasaba algo raro, era como algo impidiese que se recordasen ciertos momentos, y estaba relacionados con ellos dos.

Los del Furinkan se llevaron a los siete heridos. Y cumplieron su palabra de perderlos en un barranco.

Los dos chicos se recuperaron en poco tiempo comiendo un poco.

-Ranma, Akane. Vuestra tutora me ha convencido que vuestra profesora de historia merece un escarmiento. No volveréis a tener ningún tropiezo con ella. Le hemos buscado un nuevo destino en otra escuela. - estaba enfada, la habían obligado a trasladar a esa profesora.

-No permitiré que estos dos niños sufran por tu rencor al director Kuno. Debes olvidar ya eso, era un mujeriego. Nos persiguió a todas. Su hijo es igual que él. Tú también te has dado cuenta.

- ¡NO OLVIDARÉ NADA! ME DEJÓ… ME VENGARÉ, Y PARA ELLO UTILIZARÉ A TU HIJO Y A SU PROMETIDA-Gritó la directora.

- ¿No te has fijado en Akane? Es idéntica a su madre. ¿Y mi hijo, cuando es chica, no te parece haberlo visto antes? Es idéntica a mí. ¿Dónde nos conociste a la madre de Akane y a mí? Por qué nos conociste ¿verdad Akemi?

-Ese nombre ya no significa nada para mí. Esa persona murió cuando él me dejo. Y eso dos niños sufrirán mi venganza.

-No te lo permitiré, es más ellos mismos no permitirán que dañes al otro, ya has visto de que son capaces, no los desafíes. No son unos cobardes como sus padres. Tienen más de sus madres de lo que te puedas imaginar.

La directora Akemi miró a Nodoka, esa mujer tenía razón la conocía y los dos jóvenes les parecían conocidos… pero no lograba recordar de que.

Los dos chicos miraron sorprendidos a Nodoka… pero ella no contestó a sus preguntas.

-Esos ya lo averiguareis, dentro de un tiempo. -Y volvió al dojo Tendo.

.

..

5° parte: El preludio del torneo.

El partido se había desarrollado bien hasta cierto punto. Salvo que Ranma y Akane habían sido obligadas a jugar… y además en equipos contarios.

Desde el primer momento se vio que iban descaradamente a por ellas. Y se tuvieron que defender mutuamente.

Akane tenía la posesión de la pelota y delante tenía a su prometido que quería arrebatárselo.

No se percataron que una chica se acercaba por detrás con intenciones siniestras. La chica levantó el strike para darle a la chica de pelo corto y golpeó… su golpe dio en el vacío, Akane de alguna forma se dio cuenta y se agachó.

La chica notó que su strike chocaba con otro, vio con terror que lo empuñaba una furiosa chica pelirroja.

-No me puedes hacer esto… somos del… mismo equipo.

Ranma habló muy bajo, la chica, aunque no lo oyó si lo entendió. Se giró se fue al banquillo y pidió el cambió.

Ranma ayudó a su prometida a levantarse.

-Te has ganado el odio de tu equipo-le dijo la chica.

-Me da igual. Este es un juego de contacto, alguna puede acabar lesionada- la oyeron todas. Ella quiso que así fuese, era una advertencia.

-Seguro que sí. Ten cuidado. No quiero que te lesionen- ella también estaba advirtiendo que no se quedaría quieta.

El partido se desarrolló con cierta "normalidad", en cuanto una de las dos amigas se hacía con la pelota, el equipo contario se lanzaba sobre ella, y la otra chica la defendía de los ataques de su propio equipo.

Ranma iba con la posesión de la pelota y se encontró rodeada …

-De aquí no pasará- dijo su atacante.

-Eso es lo que tú te piensa-dijo Ranma y se preparó para lanzar la pelota.

Akane lo miraba con confianza. Sabía lo que haría Ranma. Y se preparó para evitarlo.

La chica de la trenza lanzó la pelota con una fuerza endiablada y adquirió una velocidad sorprendente. Nadie podía parar la pelota, salvo una joven de pelo corto, que se puso en la trayectoria del objeto, echó para atrás su strike… y golpeó la pelota. Este cambió dirección, yendo en sentido contario… y doblando su velocidad, sonrió desafiando a Ranma. Pero vio que este sonreía aceptando el desafío. La chica pelirroja movió el strike, dando al objeto y lo mandó de nuevo para la dirección en que atacaba su equipo. La bola multiplicó la velocidad que le había dado Akane, esta no pudo hacer nada. Y la pelota pasó al lado de ella.

La portera quiso pararla, puso su strike, este se rompió debido a la velocidad del objeto. Este entró en la portería, la atravesó rompiendo la malla. No acabó allí la trayectoria de la pelota, atravesó también una pared y acabó parándose a más de cien metros del pabellón.

-Buen tiro Ranma!, aunque un poco flojo.

-Gracias, el tuyo tampoco ha estado mal.

La directora miraba el partido. No salía como ella quería, miró a una de las entrenadoras e hizo un gesto. La mujer se levantó...

- ¡Cambio! -gritó- Cambio a Saotome por Kaori.

Los dos prometidos se quedaron mirando.

-No bajes la guardia, van a por ti- advirtió en un susurro Ranma a su prometida.

-Ya lo sé-le contestó la chica.

Ranma iba para su banquillo y se cruzó con Kaori. Esta se la quedó mirando y con una sonrisa perversa.

-Cuando acabe el partido tu amiga será un motón de carne irreconocible- dijo riendo, pero su sonrisa murió en los labios, la chica pelirroja, la miraba con una cara siniestra.

Ranma empujó a su rival contra la pared, y con la mano izquierda la cogió del cuello y la levantó.

-Creo habértelo dicho más de una vez. Acércate a Akane… y te mato…no te lo volveré a decir. Conozco tu secreto. Nadie me impedirá matarte.

-Ella morirá…

Ranma miró a Kaori y dejó caer el strike. Cerró el puño y lo estrelló contra la pared, a pocos centrímetros de la cabeza de Kaori. La otra chica vio el agujero creado por el puño de Ranma, y tuvo miedo.

-Elige. Te corto la cabeza con el strike o te la chafo como si fueses una fruta. Hazle daño a mi amiga y sufrirás uno de esos finales.

Soltó a la chica y esta se fue a la cancha y Ranma al banquillo y miró a la entrenadora.

-Como alguien toque a mi amiga. Saltaré al campo. Prepárate para cambiarme si se da el caso. -la estaba advirtiendo, no se sentó con las demás, lo hizo en el suelo, sujetando el strike como fuera arma y observando el partido con una mirada siniestra.

Y lo que temía el chico pasó.

Dos contrarías atacaron por delante a Akane distrayéndola, mientras que otras dos la hicieron caer con su strike.

- ¡Cambio! - gritó Ranma. Su gritó fue ignorado- ¡HE... ¡DICHO...CAMBIO! - puso su tono más siniestro. Se había levantado del suelo y entró patinando a la cancha. Su forma de moverse era en si una amenaza. Su aura era visible y de un color rojo. Ranma estaba muy furiosa.

-No puedes salir… va contra las normas…- dijo la chica que arbitraba.

-El ataque contra a mi amiga también va contra las normas, y tú no has hecho nada. Contigo también tengo una cuenta, no te olvidaré. - la joven árbitro se asustó, había visto lo que esa chica hizo a sus rivales. No quería salir herida, y dejó ir a la chica.

Ranma se acercó a una de su equipo.

-Estas bajas de forma. Te sustituyo.

-Eso lo decidirá la entrenadora. -esa chica estaba algo asustada. Pero se sentía protegida por la directora.

-O sales por tu pie o sales en camilla. Ni la directora, ni tu Satsuki están aquí para protegerte. Y aunque estuviesen no podían protegerte.

Como la chica no reaccionó, Ranma se puso detrás de ella y la empujó, la chica salió impulsada a toda velocidad hacía el banquillo, no pudo frenar y acabó cayendo encima de la entrenadora.

-Señora entrenadora me retiro… por vida- dijo la jugadora con una sonrisa tonta en su boca.

Ranma se acercó a su prometida.

-Akane ¿Estás bien? - preguntó ayudándola a levantarse.

-Si. No me han hecho daño. Gracias a ti.

- ¡Prepárate! - miró a las chicas de la cancha. Y dirigiéndose a las chicas de los dos equipos- vamos a cambiar un poco las reglas de este juego. Ganará quien más goles meta. El tiempo será… hasta que no quede una rival en pie. Vosotras ocho contra nosotras dos… - y poniendo un tono siniestro- ¡VALE TODO!

Y las dos chicas se pusieron en posición de lucha.

Un minuto después, las rivales de Akane y Ranma se habían reducido a la mitad, dos de ellas se habían lesionado entre ellas. Y las otras dos no necesitaron a nadie para eliminarse.

El grupo contario al de los prometidos no podían hacer nada para detener sus ataques. Sabían que eran cuestión de tiempo que las dos chicas venciesen. Kaori estaba nerviosa suponía que sería la última en caer. Que las dos chicas le tendrían una sorpresa desagradable, pero no se imaginaba que retorcida sería esa sorpresa.

Un minuto después solo quedaba ella, y la pelirroja mostró sus cartas.

Se giró hacia donde estaba Satsuki.

- ¡Baja!, sé que esto lo has montado tú… con ayuda de la directora. - dijo Ranma- ¡Baja! Enfréntate a Akane y a mí. – Satsuki no hacía caso. Entonces Ranma utilizó un truco que nadie se esperaba- Si no bajas es por qué nos temes. Ya no podrás ser la líder de la escuela… nadie te respetara… por qué eres una cobarde…que temes a dos chicas.

Satsuki temblaba de ira. Si bajaba con toda seguridad la vencerían y perdería el control de la escuela. Si no bajaba, quedaría como una cobarde, y perdería el control de la escuela, hiciera lo que hiciera ella perdería.

- ¡Nadie bajará! El partido ha acabado queda declarado nulo. -dijo la directora- vosotras dos preparaos la semana que viene os toca torneo de artes marciales.

- ¡Que se preparen nuestras rivales! -dijo Ranma.

- ¿Te has dado cuenta que tú y yo seremos rivales? ¿Qué nos tendremos que enfrentar? ¿No queras entrenar conmigo? - preguntó con pena Akane. No quería dejar de entrenar con su prometido.

-Si me he dado cuenta, lo sé desde que esa loca directora nos obligó a participar. Estoy deseando pelear contigo, eres la única con nivel en este sitio. Será un combate magnifico. Y no dejaré de entrenar contigo, logras sacar lo mejor de mí. Pero quiero que me prometas algo.

- ¿El qué? - se imaginaba que le pediría una cosa indecente. - no pienso darte mi ropa interior. Tal vez te invite si ganas, pero no lo harás, he mejorado mucho. No podrás conmigo. daré todo lo mejor de mi para vencerte.

-No quiero tu ropa interior. Y lo que quería ya me lo has prometido.

Akane se quedó parada, no había prometido nada.

-No te he prometido nada.

-Si lo has hecho- Ranma se quedó mirándola- has prometido que darás todo de ti. Que lucharas para ganarme. Es lo que más quiero que hagas ese día.

-No me ganarás. Te lo prometo.

-Ganaré yo como siempre, y dejaremos a estas asombradas. Nunca han visto ni verán un combate como él que le ofreceremos.

Akane asintió y los dos prometidos cruzaron sus brazos. Era su promesa de tener una buena pelea.

Ranma y Akane, si se pensaban que tendrían un torneo justo estaban muy equivocados. La directora no pensaba ofrecerles un torneo justo, haría trampas para que una sola llegase a la final…si llegaba, Tendría que hacerlo con cuidado, vendrían patrocinadores, no podrían sospechar nada.

Lo que esa mujer no sabía que las dos chicas ya se esperaban que jugasen sucio.

.

Dos figuras estaban al lado de una fogata.

-Akane. ¿Piensas que hemos hecho bien en escaparnos?

-Si. Lo teníamos que haber hecho hace mucho tiempo.

-Pero ahora nos seguirán.

-Si. Como siempre lo han hecho.

-Te quiero. Desde que nos conocimos.

Ella se acercó a él y lo besó.

-Y yo a ti… Ryoga...

Akane se levantó sobresaltada de la cama, había vuelto a tener por segundo día consecutivo ese sueño. El día anterior al preguntarle Ranma que había soñado, ella se enfadó y estuvo todo el día rabiosa. Pero Ranma también estuvo muy raro… y no fueron los únicos.

Se giró no quería que su prometido la viese. Era muy extraño… ella no quería a Ryoga… se podía decir que eran amigos… eran. Después de los últimos meses y el daño que les había hecho… le empezaba a odiar… pero en ese maldito sueño.

Notó un peso en su cama y vio a la chica pelirroja sentada en su cama. Akane se asustó.

- ¿Qué haces aquí? Me has asustado.

- ¿Has soñado… con él? ¿Has vuelto has vuelto a soñar con él?

-No he soñado con Ryoga…- se llevó la mano en la boca, había hablado demasiado.

Su prometido la miró con tristeza y algo más. Pero sorprendentemente no había rabia, sino algo que no entendió entonces.

- Lo besabas y le decías que lo querías… -parecía muy triste- estabais sentados ante una fogata- tuvo un escalofrío- habíais huido.

Ella al oírlo se enfadó.

- ¿Cómo has podido espiarme mientras dormía? Eres un inmoral, los sueños son privados y…- se calló, lo que estaba diciendo era imposible. - No puede ser, no has podido soñar lo mismo que yo.

Akane lo vio tener un escalofrió.

-Básicamente lo mismo… solo variaba en un punto… y se estremeció

-La que estaba con Ryoga eras tú… como…

- ¡CALLA, NO VUELVAS A HABLARME DE ESO! – Gritó el chico. - hoy era Ranma chica… pero ayer era Ranma chi…- no pudo seguir, se levantó y salió corriendo al lavabo. Akane lo siguió, lo encontró vomitando.

-No pasa nada. Yo sé que no estás enamorado de Ryoga… y tú sabes que yo menos.

-No vuelvas hablarme de eso- dijo el chico. La miró, la chica llevaba un camisón, no se transparentaba nada... pero hoy lo encobraba sugestivo, ya la había visto mucha vez con él puesto- ¡Akane! ¡Vístete! Hoy estoy raro y podía intentar comprobar si realmente soy un hombre. después del sueño de ayer...

Ella se empezó enfadar. Pero comprendió los sentimientos del chico.

- ¡Te tenía que matar!, pero creo que te comprendo. Pero como intentes algo…

Él la miró y sonrió con tristeza.

-No te preocupes, nunca te hare nada… que no quieras que te haga.

Ella le dio un golpe flojo en la cabeza, quería animarlo, pero no lo consiguió.

Poco después estaban saliendo de la habitación.

- ¿No huele raro? ¿Cómo a incienso? -dijo Akane.

-Si, ayer también olía-le contestó la chica de la trenza, y una sospecha entró en las cabezas de los prometidos.

Salieron al pasillo. Cuando pasaban al lado de unas chicas.

-…si se parecía a unos de los que lucharon contra esas dos. Al final yo le decía… te quiero Ryoga. ¿Os lo podéis creer? Yo no conozco a nadie con ese nombre- decía la chica.

-Yo también soñé lo mismo- contaba otra.

En pocos momentos más chicas contaron lo mismo.

-Esos están implicados… al menos Shampoo y Ryoga. - dijo Ranma.

-Shampoo debe utilizar uno de sus productos, en nuestra contra.

- ¿Qué pasa aquí? -dijo la directora. Las chicas le explicaron sus extraños sueños. —qué raro que todas tengamos los mismos. Y con aquel chico que luchó contra…-incluso la directora había soñado lo mismo, ella misma se delató. Y todas miraron a las dos chicas de intercambio. -Supongo que estáis implicadas.

-Suponemos que es un ataque, dirigido directamente a nosotras. Concretamente a Akane. Su objetivo sepáranos… lo llevan intentando desde que nos conocemos.

-Es imposible. Atacar a uno de esa forma. - dijo la directora.

-Una de nuestras rivales es china. Y conoce varias porciones raras. Una vez me hizo perder la memoria. - dijo Akane.

- ¿En qué os basáis para decir eso? - preguntó Satsuki.

-Todo el colegio huele raro, como si hubiesen encendido un incensario. - todas las chicas estuvieron de acuerdo en eso. - Esta noche Akane y yo los buscaremos y cuando los encontremos los atacaremos.

-Y si me niego a que lo busquéis- dijo la directora.

-Los sueños se seguirán produciendo y alguien saldrá a buscar a Ryoga- dijo Akane- a mí me conviene que salgáis varias detrás de él. Ya no se podrá quejar que mi prometido persigue a varías chicas.

-Yo no persigo a esas, es al revés- se quejó en bajo su prometido. Y girándose a la directora- esta noche iremos de caza, le gusté o no.- vio moverse al Comité de Disciplina se giró a ellas y les habló- no queremos vuestra ayuda, sois una molestia. No estáis al mismo nivel que ellos.

.

Esa noche dos figuras vestidas totalmente de negro abandonaron la escuela. Todo el alumnado sabía que irían. Pero sólo dos alumnas las vieron partir.

-Esas dos figuras son Saotome y Tendo ¿no mandaras seguirlas? -dijo Kaori.

-No, tienen razón no podemos con sus rivales. - contestó Satsuki-además he recibido informe de ellas.

- ¿Qué te preocupa? -preguntó Kaori.

- ¿Has oído hablar de las lagunas de Jusenkyo? -preguntó Satsuki.

-Sabes que si- dijo Kaori con tristeza.

- Hace cosa de un año cayó en una de las lagunas un chico de nuestra edad… desde entonces se transforma en chica…su padre en panda. -siguió Satsuki. Dejó pasar un tiempo. -Poco después ese chico se enfrentó y ganó a la mejor de las amazonas, también se enfrentó a la bisabuela de esta, la matriarca Cologne.

Kaori se asustó, Cologne era la más terrible de las matriarcas.

-Ese chico debe ser terrible, haberse enfrentado a las amazonas y vencerlas.

-No es lo único, hace un tiempo luchó con Herb y no hace ni tres meses... fue él que humilló a pueblo del Fénix.

- ¿Qué clase de ser es ese chico? - Kaori estaba asustada, al ser su padre un mercenario de los alrededores de Jusenkyo, había oído hablar de los tres pueblos que dominaban ese lugar. Incluso oyó hablar de la derrota del pueblo de Fénix.

-En casi todos sus enfrentamientos ha estado implicada su prometida, todos sus rivales le han querido hacer daño, él se ha vengado. Por ella ha luchado hasta vencer. A parte hay tres chicos y tres chicas, una de ella la amazona vencida, que persiguen constantemente a esos dos.

-Pero ¿Qué tiene que ver ese chico con Ranma y Akane? - preguntó Kaori.

-Te he dicho que el chico se transforma en chica… ese chico se llama Ranma Saotome, su prometida Akane Tendo.

- ¿Estás diciendo que esa chica pelirroja es...? -Preguntó Kaori asombrada y con miedo. Satsuki dijo si con la cabeza- ¿Para qué ha venido si es un chico? ¿Para acabar con este colegio?

-No, para algo más simple y a la vez más complicado… para cuidar y proteger a su prometida.

.

Los dos chicos vieron el fuego de la fogata y se desviaron. Desde lejos vieron como Shampoo echaba algo en el fuego y después otra cosa.

-Si seguimos muchos días así. No me quedará pelo. -dijo una voz que reconocieron enseguida… era Ryoga.

-Eres tonto. Primero echamos este producto y después algo de la persona con quien se quiera soñar, y al oler la mezcla se sueña con esa persona. El viento lleva esa mezcla para el colegio. Después de unos días de soñar contigo, Akane caerá a tus brazos… cerdo-no le dijo que podía no ser la única en caer en brazos del chico.

Akane a oír el comentario de la amazona se enfadó, Ranma la tuvo que controlar.

-Ahora no te puedes enfadar o nos pueden detectar. Ven tengo un plan y necesito tu ayuda. Hay una parte que no puedo hacerla.

Se alejaron en dirección a una de las granjas de la escuela y volvieron al cabo de unos veinte minutos. Ella ya sabía por qué su prometido la había enviado allí. Se imaginaba como se vengaría de Shampoo. Pero su prometido no le dijo como lo haría de Ryoga.

Ni Ryoga ni Shampoo vieron llegar el ataque. Estaban demasiado concentrados que su plan saliese bien, cayeron desmayados por el ataque de los dos prometidos.

Ryoga soñó que mantenía una relación con una cerdita. Al despertad, Shampoo aún dormía y aunque era humana maullaba con mucho placer, supo inmediatamente con que estaba soñando la chica.

Ryoga decidió no seguir adelante con su plan, estaba escarmentado.

Shampoo tampoco quiso seguir… pero por motivos diferentes… le había gustado. Si seguía con el plan, era demasiado tentador usar el producto con ella misma, lo deseaba con ganas. Tardó un tiempo en librase totalmente de la tentación. Le empezó atraer el gato del vecino... sobre todo cuando era gata… jugaba con él. Estuvo a punto de decidir quedase con él como pareja y tener gatitos, se decidió que, si no conseguía a Ranma, se volvería gata y tendría gatitos. algo le decía que Mousse...

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Los dos prometidos volvían a la escuela, iban alegres y riendo.

-¡Eres muy malo!- dijo Akane riendo, usar pelos de gato para provocar un sueño con Shampoo. Se lo tiene merecido… pero ¿de qué son los pelos que usamos para atacar a Ryoga?

-No te lo diré… - dijo el chico. Y pensó- pero si se lo hubiésemos hecho a Pchan estaría contento…

-¡Eres muy malo conmigo!. ¡Cuéntamelo!-pidió ella con picardía.

El chico la cogió y la empujó contra un árbol, y se quedaron mirando. Con la mano izquierda, la cogió por la muñeca derecha y se la apretó contra el árbol sin hacer fuerza. Con la derecha, le apartó un mechón y le acarició la cara, la miró. Ella parecía asustada, lo miraba casi con miedo. Al chico le dieron ganas de abrazarla. Y sobre todo de protegerla. Esa mirada le pedía que cuidase de ella.

-Ahora se te ve tan indefensa, que me dan ganas de protegerte. Eres mi precioso marimacho, bruta y malpensada… pero también dulce y cariñosa. No tengo ganas de soltarte, por qué pienso que huiras a un sitio donde no voy a poder seguirte. - él le pasó la mano por el pelo. - eres la persona que más apreció en este mundo. No quiero perderte. Para mí eres más tentadora que Shampoo. Y no te creas inferior a las demás, por qué creas son más guapas que tú o tengan más pecho, eso a mí no me importa. Para mí eres más valiosa y más guapa que un millón de Shampoo. No te cambiaría por ninguna.

Cuando miró la chica, la cara de ella estaba colorada como un tomate.

- ¡Ranma! ¿Cómo puedes decirme eso? - él chico la había soltado. Ella se giró y se llevó las manos a la cara. Notaba el calor que desprendía su rostro- me has insultado y a la vez me has lanzado piropos. Creía que cuando me llamabas marimacho me insultabas, pero tal como me lo has dicho hoy es casi un mote cariñoso… - se calló, el chico estaba petrificado. - ¿Qué te pasa Ranma? - preguntó asustada.

- ¿Lo… he? ¿Lo he dicho…? ¿En voz fuerte? ¿No lo he pensado? - preguntó con horror el chico.

-Si-dijo la chica. - Entonces ¿no es verdad lo que has dicho? - dijo ella casi llorando y enfadándose, algo le decía que el discurso del chico era lo que en verdad sentía. – Ni siquiera me aprecias.

-Yo sólo he dicho que lo estaba pensando. Y sin querer… lo dije.

- ¿Entonces era mentira? - todo lo dijiste era mentira… ere un…- estaba furiosa, sentía que había jugado con ella.

Fue entonces cuando él se enfureció y gritó con rabia.

- ¡No es mentira! ¡Todo lo que he dicho es verdad…! - se calló se acababa de delatar.

- ¿Por qué no me lo has dicho antes? - dijo ella.

-No soy como Kuno, siempre le he envidiado que sea tan abierto y exprese sus sentimientos. -Se apoyó en el árbol y bajo la cabeza, empezó hablar con pena- tampoco soy tan dulce como Ryoga. No puedo ser como ellos, es algo que siempre les he envidiado. Siempre que te quiero decir algo, me congelo. Me miras con esos ojos tan bellos y tan escrutadores. Y me sonríes de esa forma, que no se reaccionar. Me gustaría decirte tantas cosas… y mi maldita timidez me lo impide. Eres la única persona que no necesita hacer nada para vencerme.

Ella lo miró sorprendida. Él jamás le había abierto su corazón y esa noche lo había hecho dos veces. Le puso una mano en el hombro y le sonrió.

-Venga Ranma, volvamos a la escuela- dijo ella de forma pausada, para tranquilizar a su amigo.

-Si. Vamos- dijo él. Se limpió las lágrimas de la cara y le tendió la mano. Ella la aceptó y fueron cogidos de la mano hasta el colegio. En el patio él se mojó en una fuente y se volvió chica y entraron.

No se dieron cuenta que eran observado y que no todos los que miraban eran… humanos.

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Unos días después, lejos de la academia, en Nerima. Una persona miraba con tristeza una foto. En ella aparecían los dos chicos que ahora estaban en ese colegio tan raro. Los seis rivales de los chicos también aparecían en la fotografía.

Recordaba el día de la foto. Nabiki quiso hacer una foto a su hermana y al prometido de esta. Se pusieron extremadamente juntos. Al momento de hacerla, aparecieron de la nada todos los rivales de la pareja y se pusieron en medio de los dos... Todo acabó en una batalla campal entre los seis. Cuando se dieron cuenta la pareja en cuestión había desaparecido, aprovecharon que ellos se peleaban para escaparse, aunque lo buscaron no los encontraron. No supieron nunca donde fueron…

Volvió a mirar la foto, aunque los dos prometidos estaban separados los ojos de cada uno estaba fijo en el otro. Nunca había visto a nadie, en una foto, tan separados y a la vez tan juntos.

Detrás de esa foto apareció otra, Nabiki le vendió las dos, en ella se veía a Ranma y Akane sentados comiendo, uno al lado del otro. Se veía a la chica bromear con él y al chico reír. Se veía mucha complicidad entre ellos, no podía quitarse de encima un pesar, los dos chicos hacían buena pareja.

Debería odiar a una de esas dos personas… pero eso no era verdad… quería a una de ellas… y a la otra la consideraba...su amiga, los dos chicos de la foto eran sus mejores y únicos amigos. Los apreciaba mucho a los dos.