Mitsuki intentó despejar su mente mientras veía a Yuto, quien, con una sonrisa juguetona, comenzó a hacerle preguntas.
—¿Y tú? ¿Cómo te llamas? —preguntó Yuto, mientras manipulaba pequeñas descargas eléctricas en su mano.
—Soy Mitsuki Yamamoto. No tengo magia, pero... —Mitsuki dudó, buscando las palabras. —Tengo una cuchilla.
Justo en ese momento, un fuerte ruido interrumpió la conversación. Reki apareció tambaleándose, visiblemente herido y con la ropa desgarrada.
—Mitsuki, ¡ten cuidado! —gritó Reki, jadeando—. Ese chico no es de fiar. Ha estado lidiando conmigo desde hace un rato.
Mitsuki se percató de que Yuto estaba solo, a pesar de lo que había dicho.
—¿Tienes equipo? —preguntó, sintiéndose un poco más confiado.
—Sí, claro —respondió Yuto con un tono desenfadado—. Mis compañeros están ocupados con una chica llamada Akane.
La preocupación invadió a Mitsuki.
Mientras tanto, Akane se encontraba enfrentándose a dos adversarios: una chica de cabello rojo que poseía magia de fuego similar a la de Reki, y un chico de pelo oscuro que podía comunicarse con la naturaleza.
El chico de pelo oscuro sonrió y, con un gesto, hizo que raíces salieran del suelo, intentando atraparla.
—¡No me atraparás! —gritó Akane, desenvainando su espada, que brillaba con magia de luz.
Al desviar las raíces con un corte preciso, no se percató de que la chica de cabello rojo se había acercado sigilosamente.
—¡Fuego! —exclamó, lanzando una bola de llamas hacia Akane.
Akane levantó su espada imbuida en luz para protegerse, pero el fuego era intenso y la empujó contra un árbol.
—¡No! —gritó, tratando de levantarse.
El chico de pelo oscuro se acercó rápidamente, atrapándola con raíces que salieron del suelo.
Volviendo a Mitsuki, él sintió la presión en su pecho. Sin pensarlo, corrió hacia Yuto con su cuchilla en mano, decidido a atacar. Pero Yuto, divertido, desvió su ataque con un rayo.
—¡Espera, no tan rápido! —exclamó Yuto, mientras un destello de electricidad cruzaba el aire.
Reki, que aún luchaba por mantenerse en pie, reaccionó a tiempo y lanzó un disparo de fuego desde una de sus pistolas. La explosión iluminó el lugar, y el rayo de Yuto fue desviado.
—¡Eso fue impresionante! —dijo Yuto, riendo—. Pero necesitarás más que eso para derrotarme.
Mitsuki miró a Reki, quien apenas podía mantenerse en pie, y luego a Yuto, quien parecía disfrutar del desafío. Tenía que actuar rápido.
—Reki, ¿puedes seguir luchando? —preguntó Mitsuki, preocupado.
—Haré lo que pueda... —respondió Reki, respirando pesadamente.
—¡Vamos, Mitsuki! ¡Usa tu cuchilla! —gritó Reki, recordándole que debía encontrar su fuerza interior.
Mitsuki sintió una chispa de determinación y, mientras se preparaba para atacar de nuevo, recordó las palabras de Reki sobre cómo podía ver el poder mágico de los demás. Miró a Yuto y notó la intensidad de su magia: vibrante y peligrosa.
—¡Esta vez, no me detendré! —exclamó Mitsuki, lanzándose hacia Yuto con una nueva determinación.
Mientras tanto, la lucha de Akane se intensificaba, y el chico de pelo oscuro seguía manipulando las raíces para mantenerla atrapada.
—¡No te dejaré ganar! —gritó Akane, usando su magia para intentar liberar su espada.
Los ecos de la batalla resonaban en el bosque, y Mitsuki sintió que, aunque aún no tenía magia, su voluntad y su cuchilla podían hacer la diferencia.
Mitsuki empezaría a sentir una descarga de energía rara que no había sentido nunca antes en su vida.
Yuto atacaría con un rayo a máxima velocidad que daría de lleno a Mitsuki.
Reki no se quedaría de brazos cruzados y dispararía contra Yuto.
Mitsuki tras recibir el impacto empezaría a perder un poco el conocimiento
—¡Mitsuki! —exclamó Reki
Mitsuki recordaría el entrenamiento con Reki y en su cara saldrían unas marcas negras muy características que Reki y Yuto reconocen porque son particulares del Clan de Sombra.
—Acaso tu… —Dijo Yuto sorprendido
Mitsuki sin darse cuenta imbuiría su cuchilla con sombras y atacaría a Yuto, Yuto recibiría el ataque, pero también contraatacaría hiriendo más a Mitsuki,
Reki lo seguiría ayudando, pero en cierto momento Mitsuki perdería el conocimiento cayendo en un estado en el que su cuerpo se movería solo y de él saldrían unas sombras que irían directo a Yuto.
Reki aprovecharía la situación para lanzarle una bola de fuego al igual que hizo la chica de pelo rojo, dejando a Yuto fuera de combate, ganando un punto y Mitsuki cayendo totalmente cansado y Reki bastante herido.
Fin del capítulo 2
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