El sol brillaba intensamente en la escuela de magia, donde Mitsuki, Reki y Akane se encontraban en la sala de clases, un poco nerviosos pero emocionados por el nuevo comienzo. La profesora, una mujer de apariencia severa llamada Ms. Kuroda, entró al aula con una carpeta en la mano.
—¡Buenos días, estudiantes! —anunció Ms. Kuroda—. Hoy es un día importante. Han pasado el examen y, a partir de ahora, formarán equipos oficiales.
Mitsuki se miró con Reki y Akane, compartiendo una mirada de determinación.
—No hay forma de que nos separemos —dijo Reki con una sonrisa confiada.
—¡Exacto! Somos un equipo —agregó Mitsuki, sintiéndose animado.
La profesora comenzó a nombrar a los equipos.
—El equipo de Yuto será conocido como "Equipo B".
Mitsuki frunció el ceño al escuchar el nombre de Yuto.
—¿Y eso por qué? —preguntó con una mueca.
—Sigue escuchando —respondió Reki, tratando de contener la risa.
—El equipo de Rina, Saya y Mika, se llamará "Equipo A". —La profesora sonrió mientras decía el nombre, y Mitsuki sintió un ligero rubor al pensar en Rina.
—Mira, ahí está Rina —murmuró Mitsuki, sin poder apartar la mirada.
—¿Te gusta o qué? —preguntó Yuki-onna en su mente, riendo—. Con ese rendimiento, creo que deberías practicar un poco más.
Mitsuki se sonrojó y gritó mentalmente:
—¡No es eso! ¡Solo la encuentro interesante!
—Claro, claro... —Yuki-onna se burló—. Sigue soñando.
En ese momento, la profesora continuó.
—Por último, el equipo de Yuki, Kael y Shin se llamará "Equipo Y".
Reki se llevó la mano a la cara en un gesto de frustración.
—Genial, un puesto por encima que nosotros —murmuró, sintiéndose un poco avergonzado.
Mientras Mitsuki observaba a Rina, Saya se giró y lo atrapó mirándola. Rápidamente, él desvió la mirada, sintiéndose incómodo.
—¡Eh! ¿Qué mirabas? —preguntó Saya con una sonrisa traviesa.
—¡Nada! —respondió Mitsuki, su rostro enrojecido.
Akane, que había estado mirando a Mika con tristeza, se sintió un poco desplazada. Mitsuki notó su expresión y se acercó.
—Oye, Akane —dijo suavemente—. No te preocupes por Mika. Solo porque ella esté en el "Equipo A" no significa que tú no seas genial. ¡Estamos en el mismo equipo!
Akane lo miró, sus ojos brillando un poco más.
—Gracias, Mitsuki. Solo... quería que ella se sintiera orgullosa de mí. A veces siento que no estoy a su altura.
—Tienes que confiar en ti misma —le aseguró Mitsuki—. Juntos, formaremos un equipo fuerte. Y Reki y yo siempre estaremos aquí para apoyarte.
Reki asintió, con una sonrisa de aliento.
—¡Exacto! ¡El "Equipo Z" no se rinde! ¡Vamos a demostrarles lo que somos capaces!
Akane sonrió, sintiendo un renovado sentido de esperanza.
Ms. Kuroda, observando la energía renovada en el aula, sonrió satisfecha.
—Muy bien, estudiantes. Además de formar equipos, a cada uno se le asignará un profesor personalmente. Estos mentores estarán a su disposición para entrenarlos y guiarlos en su camino para convertirse en grandes hechiceros.
Mitsuki frunció el ceño, sintiendo un leve nerviosismo.
—¿Qué tipo de entrenamiento? —preguntó.
—Un entrenamiento especializado que se adaptará a sus habilidades individuales —respondió la profesora—. Cada profesor tiene su propia área de experticia, y su objetivo es sacar lo mejor de ustedes.
Reki se rascó la cabeza, curioso.
—¿Y quién nos tocará a nosotros?
—Eso lo decidirá el consejo de profesores. Ellos observarán sus habilidades en acción y asignarán al mentor más adecuado para cada equipo. —Ms. Kuroda hizo una pausa y luego añadió—: Espero que estén listos para trabajar duro. El camino de un hechicero no es fácil.
—Estamos listos —dijo Reki con determinación, levantando el puño.
Mitsuki miró a Akane, quien parecía ansiosa.
—¿Tienes alguna idea de qué tipo de magia podría enseñarnos nuestro profesor? —preguntó.
—Espero que algo emocionante —respondió Akane, sonriendo—. Tal vez alguien que se especialice en magia elemental.
Yuki-onna, en la mente de Mitsuki, interrumpió.
—¿O tal vez alguien de sombras? Eso sería más divertido.
La profesora continuó.
—Por cierto, las clases comenzarán mañana. Así que, asegúrense de descansar bien y prepararse para lo que les espera.
Mientras todos asimilaban la información, Mitsuki sintió una mezcla de emoción y miedo. Este nuevo capítulo en su vida como hechicero estaba a punto de comenzar, y no tenía idea de lo que vendría.
—Vamos a hacer de este equipo el mejor —dijo Mitsuki, mirándolos a los ojos—. ¡Con trabajo en equipo y apoyo mutuo, podemos lograrlo!
Akane y Reki asintieron con entusiasmo.
Fin del capítulo 7