El chico que Ling Tian había salvado, todavía un poco aturdido por el ataque de la serpiente, rápidamente desenvainó su espada voladora y lanzó un corte limpio que atravesó la serpiente demoníaca, terminando con ella. Respirando con dificultad, el joven miró a Ling Tian y se inclinó ligeramente.
—Gracias por salvarme... —dijo con sinceridad, bajando la mirada—. Fui demasiado arrogante y casi me cuesta la vida. Me disculpo por mi comportamiento anterior.
Ling Tian lo observó por un momento antes de sonreír con amabilidad. —No te preocupes, todos cometemos errores. La verdadera fortaleza está en reconocerlos y aprender de ellos. Al final, lo importante es que estamos aquí para apoyarnos unos a otros. No importa cuán grande sea la montaña, siempre necesitaremos a alguien que nos ayude a escalarla.
El chico se quedó en silencio por un momento, claramente impactado por las palabras de Ling Tian. Asintió con determinación, y su respeto por él creció de manera significativa. Mei Ling, que había estado observando toda la escena, no pudo evitar mirarlo con admiración. "Hermano mayor es increíble", pensó, encantada por la humildad y sabiduría que mostraba.
Esa noche, ambos grupos decidieron quedarse juntos en la cueva. Mientras se preparaban para descansar, uno de los discípulos del otro grupo comenzó a relatar lo que había sucedido durante el día. —Escuchamos algo extraño durante nuestra patrulla. Supuestamente estamos en la zona con menos monstruos, pero fuimos atacados por un simio dragón de nivel 4. Casi no logramos escapar.
Las palabras hicieron que los ojos de Ling Tian se entrecerraran. Recordó un incidente de su vida pasada, cuando las bestias empezaron a comportarse de manera extraña y se volvieron más agresivas en zonas donde no deberían estar. Su mente comenzó a trabajar rápidamente, recordando cómo, en esa ocasión, se había revelado que un grupo de asesinos estaba usando un artefacto especial para manipular y atraer a las bestias con el objetivo de crear caos y cumplir su misión: asesinar a un discípulo principal.
Esta vez, parecía que la víctima era Lan Xue, la fría princesa de cabello negro. "Su reino está en guerra con el reino enemigo, y esta es su oportunidad para eliminarla", pensó Ling Tian, frunciendo el ceño. Sus sospechas se confirmaron cuando vio cómo, a la distancia, el asesino utilizaba un espejo para comunicarse con su contratante, informando que todo estaba en marcha.
Al día siguiente, Ling Tian decidió seguir su camino solo con Mei Ling, llevándola a un área segura mientras preparaba su plan. Sabía que el asesino debía ser eliminado antes de que pudiera causar más problemas. Mientras caminaban por la zona, Ling Tian derrotó fácilmente a varios monstruos que se cruzaron en su camino, pero su mente estaba enfocada en su objetivo.
Usó una técnica secreta que había aprendido en su vida pasada, un arte de detección que le permitía sentir la presencia de otros cultivadores en un amplio radio. Pasó horas moviéndose de un lugar a otro, activando la técnica en diferentes puntos hasta que finalmente lo encontró. El asesino estaba escondido en una zona rocosa, ocultando su presencia, pero no lo suficientemente bien para evadir la detección de Ling Tian.
—Mei Ling —dijo suavemente—, necesito que seas mi carnada.
—¿Eh? —La pequeña lo miró con ojos muy abiertos, un poco asustada pero también emocionada por la idea de ayudar a su hermano mayor.
—No te preocupes, estaré justo aquí —le aseguró, mientras comenzaba a preparar los talismanes para la trampa—. Solo necesitas actuar como si estuvieras perdida. En cuanto él se acerque, la trampa se activará.
Mei Ling asintió con determinación, y con eso, la trampa fue puesta en marcha. Se adentró en el área visible, haciéndose pasar por una niña perdida que miraba a su alrededor con expresión de confusión. Tal como esperaba, el asesino, un hombre alto y delgado con ojos fríos como el hielo, se acercó, tratando de no hacer ruido.
—Qué extraño... no puedo sentir su energía espiritual —murmuró para sí mismo. "¿Una cultivadora tan débil y no puedo detectarla?"
Sin perder más tiempo, el asesino se lanzó hacia Mei Ling, pero en el momento en que sus pies tocaron el suelo cerca de ella, un resplandor dorado envolvió la zona. Talismanes ocultos surgieron del suelo y se alzaron alrededor del asesino, formando un trigrama que comenzó a brillar intensamente, atrapándolo dentro.
—¿Qué es esto? —El asesino luchó por liberarse, sintiendo cómo su energía comenzaba a ser absorbida por el trigrama—. ¡Maldito!
Ling Tian apareció de la sombra de un árbol cercano, su expresión fría y calculadora. —Bienvenido a mi trampa. ¿Te gusta?
El asesino gruñó y trató de romper el sello, pero sus esfuerzos fueron en vano. —¡Tú... eres solo un cultivador de nivel bajo! ¿Cómo es posible que...?
—No soy tan débil como aparento —dijo Ling Tian, sacando un par de dagas de su cinturón. Avanzó hacia el asesino con movimientos rápidos y precisos, sus dagas danzando en el aire, cortando la carne del enemigo con cada golpe.
El asesino comenzó a sangrar, cada vez más débil, mientras intentaba defenderse. —¡No puedo perder... soy un cultivador de Núcleo Espiritual nivel 9!
—Y yo también lo soy —respondió Ling Tian, girando en un movimiento final. Con una velocidad impresionante, sacó su espada y, con un corte limpio, decapitó al asesino, terminando el combate de manera definitiva.
Mei Ling lanzó un grito de victoria, saltando de alegría al ver que su hermano había ganado. Ling Tian, por su parte, simplemente respiró hondo, mirando el cuerpo del asesino con una expresión pensativa.
"Este es solo el comienzo", pensó para sí mismo. "Hay muchas cosas que deben ser corregidas en este mundo, y no me detendré hasta lograrlo."