Mientras Ling Tian examinaba cada cajón del almacén utilizando su poder espiritual, notó la presencia de Qing Lan observándolo con interés. Ella rompió el silencio, intentando entablar una conversación.
—No pareces ser muy fuerte en artes marciales, al menos por ahora —dijo con una sonrisa, señalando su supuesto nivel 5 de Núcleo Espiritual—. Pero debes ser un buen aprendiz de maestro de píldoras, considerando la calidad de lo que trajiste. Debes tener un maestro muy poderoso.
—Solo trato de dar lo mejor de mí —respondió Ling Tian, sin desviar mucho su atención de los materiales, haciendo que Qing Lan frunciera levemente el ceño.
Acostumbrada a que los hombres intentaran impresionarla y ganarse su favor, Qing Lan se sintió un poco contrariada al ver que Ling Tian no respondía de la misma manera. Por ello, intentó hablarle de manera más coqueta, buscando su atención. Sin embargo, el protagonista se mantenía directo y cortaba las conversaciones de manera educada, sin ser grosero.
—Eres tan malo… —dijo Qing Lan, fingiendo estar ofendida—. Casi parece que cultivaste la técnica de Corazón Inquebrantable de mi ancestro.
Las palabras de Qing Lan hicieron que Ling Tian se detuviera por un instante. Recordó que, antes de regresar al pasado, solo hubo un hombre que pudo resistir la hipnosis de la súcubo más poderosa de los demonios, la general demoníaca de nivel 8, Lilith Zhaoyun. Este hombre había utilizado la técnica "Corazón Inquebrantable," pero era demasiado viejo para mostrar su verdadero potencial.
Intrigado, Ling Tian preguntó con cautela: —¿Sabes dónde podría encontrar esa técnica?
Qing Lan sonrió con picardía, acercándose a él. —Esa técnica solo se transmite a la próxima generación de genios de la familia Zhen. Lamentablemente, como nací mujer, no puedo heredarla —susurró. Luego, en un tono más seductor, añadió al oído de Ling Tian—: Pero tal vez mi futuro esposo sea capaz de poseer esa técnica.
Ling Tian retrocedió un par de pasos y, manteniendo la calma, agradeció la información. —Aprecio la oferta, pero mi camino hacia la inmortalidad es algo que debo forjar por mí mismo. No quiero nada que me distraiga de mi objetivo.
—Eres un hombre recto, nunca he conocido a alguien así —comentó Qing Lan, intrigada por su actitud—. Hablaré con mi padre sobre este asunto, pero no te preocupes por los materiales que has escogido, puedes llevártelos sin costo. Además, ¿por qué no te quedas a la subasta? Podrías encontrar algo interesante.
—Agradezco tu amabilidad, pero tengo cosas que hacer y debo regresar —respondió Ling Tian antes de despedirse de manera educada.
De vuelta en la secta, Ling Tian se dirigió a la Montaña de Talismanes, donde utilizó los materiales que obtuvo para mejorar el talismán que ocultaba su poder, asegurándose de que soportara su creciente nivel de cultivación en el reino Alma Naciente. También reforzó su horno usando el metal oscuro y el fuego verde que encontró, potenciando su capacidad de defensa y ataque. Además, forjó dos espadas: una de atributo viento para su hermana y otra de atributo fuego para él mismo.
Esa noche, mientras descansaba, Ling Tian recordó que en su vida anterior no había una hermanita como Mei Ling en la secta, lo que lo llevó a cuestionarse si su reencarnación había alterado el destino, aunque decidió posponer esa duda y centrarse en sus prioridades.
Al mismo tiempo, Qing Lan fue a hablar con su padre, Bai Zhen, sobre el interés del protagonista en la técnica de cultivación "Corazón Inquebrantable."
—¿Ling Tian pidió esa técnica? —preguntó Bai Zhen, sorprendido e intrigado—. Es difícil, nuestro ancestro seguramente estará en contra de enseñársela, pero… hija, te enviaré a la secta de Ling Tian. Si sientes algo por él y pueden estar juntos, haré todo lo posible para ayudarlo a obtener esa técnica. Además, intenta acercarte lo suficiente para conocer a su maestro; podría ser muy útil para nosotros.
—Entendido, padre —respondió Qing Lan con una sonrisa. Ella estaba aún más interesada en Ling Tian y estaba decidida a descubrir más sobre él.