Ling Tian estaba sentado en su lugar habitual, cultivando en silencio, cuando la puerta de la cabaña se abrió de golpe una vez más. Esta vez, el Maestro Gu no estaba solo. A su lado, se encontraba la nueva discípula que se había inscrito en la Montaña de los Talismanes el día anterior. Sus ojos brillaban con curiosidad y emoción, mientras que Ling Tian solo pudo sonreír internamente.
—Ling Tian —dijo el Maestro Gu, su voz llena de una mezcla de autoridad y entusiasmo—. Esta es nuestra nueva hermana menor de la montaña. A partir de ahora, serás su guía y le enseñarás todo lo que necesita saber. Cuida bien de ella.
Antes de que Ling Tian pudiera abrir la boca para replicar, el Maestro Gu ya había desaparecido, dejando a la pequeña discípula sola con él. La niña lo miró con grandes ojos y sonrió ampliamente.
—¡Hermano mayor! —exclamó, haciéndole una reverencia torpe—. ¡Por favor, cuídame bien!
—De acuerdo, pero... —Ling Tian suspiró, dándose cuenta de que no tenía otra opción—. Primero, dime tu nombre.
—¡Soy Mei Ling! —respondió con un entusiasmo desbordante—. ¡Hermano mayor, eres realmente impresionante! ¡Quiero ser tan fuerte como tú algún día!
Ling Tian parpadeó. "¿Impresionante? ¿Yo? Si supieras lo que pasé..." pensó, pero simplemente asintió.
—Muy bien, Mei Ling. Acompáñame. Te mostraré la Montaña de los Talismanes y te explicaré algunas cosas que necesitas saber.
Mientras caminaban por la pequeña y modesta montaña, que consistía principalmente en senderos empinados y rocas cubiertas de musgo, Ling Tian se detuvo en un claro y se sentó en una piedra plana. Mei Ling lo imitó, sentándose frente a él con sus piernas cruzadas, mirándolo con atención como si estuviera a punto de recibir la lección más importante de su vida.
—Lo primero que necesitas saber son los niveles de cultivación —dijo Ling Tian, usando un tono más formal, aunque no pudo evitar dejar escapar una sonrisa al ver lo seria que estaba Mei Ling—. En total, hay diez niveles de cultivación que un cultivador puede alcanzar a lo largo de su vida. Cada nivel tiene 9 subniveles, y para pasar de uno a otro, debes superar una prueba dada por el Dao, conocida como la 'tribulación celestial'.
—¿Tribulación celestial? —Mei Ling inclinó la cabeza—. ¿Es como un examen?
Ling Tian se rió.
—Sí, pero un examen que puede literalmente matarte si no estás preparado —dijo con un tono ligero, lo que hizo que los ojos de Mei Ling se abrieran de par en par—. Cada vez que alcanzas el noveno subnivel de un nivel de cultivación y te preparas para avanzar al siguiente, debes enfrentar una tribulación celestial, que puede tomar la forma de relámpagos, fuego, viento, o incluso ilusiones que atacan tu mente.
Mei Ling tragó saliva, claramente impresionada.
—Pero no te preocupes demasiado por eso por ahora —agregó Ling Tian, tratando de sonar alentador—. Primero, debes enfocarte en alcanzar el nivel de Fundación Espiritual. De momento, yo mismo estoy en el Nivel 5 de Núcleo Espiritual.
—¡¿Nivel 5 de Núcleo Espiritual?! —Mei Ling exclamó, con la boca abierta—. ¡Eso es increíble, hermano mayor! ¡Eres mucho más fuerte de lo que pensé!
—Bueno, no es gran cosa, en realidad —dijo Ling Tian con humildad, rascándose la nuca—. La verdad es que en comparación con los genios de las otras montañas, soy bastante normal... o eso es lo que quieren que piensen. —Su sonrisa se volvió un poco traviesa.
—¿Hermano mayor? —Mei Ling lo miró con curiosidad.
—Solo es un truco de estrategia, Mei Ling —dijo Ling Tian, guiñando un ojo—. Si todos piensan que soy débil, nadie me molestará. Y mientras ellos se distraen, yo sigo cultivando en silencio. La clave es hacer que todos subestimen tu verdadera fuerza.
Mei Ling asintió vigorosamente, como si acabara de recibir el secreto del universo. —¡Entiendo! Hermano mayor, ¡eres un genio del engaño!
Ling Tian rió y continuó.
—Cada nivel de cultivación tiene 9 subniveles, como ya mencioné. Comienzas desde el primer subnivel y, a medida que acumulas más energía espiritual y te perfeccionas, avanzas al siguiente. Al llegar al noveno subnivel, si logras pasar la tribulación celestial, puedes avanzar al siguiente nivel de cultivación.
—Entonces... ¿el hermano mayor ha pasado por muchas tribulaciones celestiales? —preguntó Mei Ling, con ojos brillantes.
—Bueno... no tantas, pero las suficientes para saber que duele —respondió Ling Tian, haciendo una mueca al recordar los rayos que casi lo frieron la última vez—. Pero no te preocupes, sobreviví, y eso es lo importante. Además, uno se acostumbra... más o menos.
Mei Ling lo miró como si acabara de escuchar algo heroico y aterrador al mismo tiempo.
—Hermano mayor, ¡eres increíble! Yo no sé si podría hacerlo...
—No te preocupes, pequeña —dijo Ling Tian, dándole un suave golpe en la frente con el dedo—. Yo estaré aquí para ayudarte cuando llegue el momento. La clave es mantenerse calmado y no entrar en pánico. Bueno, eso, y asegurarse de que no te caiga un rayo justo en la cabeza. Duele más de lo que crees.
La pequeña discípula soltó una risa nerviosa, pero luego adoptó una expresión decidida.
—¡Lo entenderé, hermano mayor! ¡Seré valiente como tú!
—Esa es la actitud —dijo Ling Tian, sonriendo—. Y por cierto, hay un truco para pasar las tribulaciones. Se dice que si gritas '¡No me golpees!' mientras te cubres la cabeza, el Dao te tendrá un poco de lástima y los rayos serán menos dolorosos.
—¿De verdad? —Mei Ling preguntó, completamente seria.
Ling Tian la miró por un momento antes de estallar en risas.
—¡No, por supuesto que no! Pero no estaría de más intentarlo, ¿verdad?
Los dos compartieron una carcajada, y Ling Tian sintió una calidez que no había sentido en mucho tiempo. Había algo en tener a esta pequeña discípula junto a él que hacía que todo fuera un poco más soportable.
"Quizás esta vez," pensó Ling Tian, mirando el cielo que se extendía sobre la Montaña de los Talismanes," no tenga que enfrentar la oscuridad solo."