Cassandra observaba embelesada el delicado diseño del vestido, del color de la rica arena de estas tierras que estaban a punto de convertirse en su nuevo hogar. Las capas fluidas de la parte inferior del vestido recordaban las suaves dunas del desierto.
El corpiño tenía patrones de flores silvestres del desierto bordados con hilos de oro real. El estilo era único y elaborado con precisión, otorgando al vestido un aspecto rico y llamativo.
Las diminutas gemas que cubrían el vestido completo representaban los diminutos granos de arena; centelleaban cuando la luz se desviaba de ellas. El material del vestido fluía entre sus manos, la textura era muy suave.
La tela había sido preparada con un hilo especial extraído de los gusanos de oro. Eran incubados y mantenidos en grandes recipientes especialmente para estos hilos y eran nativos de la región de Dusartine.
Siroos personalmente lo había preparado para ella para su ceremonia de unión.