"Por favor hermanita... Ya detente"
Las vendas de los brazos de aquel que no debió sufrir estaban algo enrojecidas y su pequeña y débil nariz escurría un poco de sangre por encima de sus labios agrietados. Lentamente trató de acercarse hacia ella, pero en ese momento comenzó a sentir unas fuertes punzadas en el pecho, lo que lo llevo soltar un quejido al presionarlo con ambas manos.
–Vete de aquí niño... O te matará –En delirio y agonía Gerald trato de socorrer al niño expresando con una voz bastante presionada como si estrujaran sus heridas.
El aroma de la agonía fue percibido por la bestia y de una forma macabra, aquellos ojos de plata que brillaban en medio de la noche se impregnaron en el leñador. Spring trató de llamar su atención, pero cuando intentó dar un paso su pierna crujió y el pequeño respondió con un fuerte grito de sufrimiento agachando y presionando fuertemente su rodilla derecha.
"¡Maldita sea Gerald! ¡Levántate! ¡Ese niño te necesita! Tu familia, te necesita..."
Debido a la fuerte determinación que Gerald estaba ganando, el dolor y la desesperación se esfumaron, provocando que la Bestia pierda total interés en él, redirigiendo su mirada hacia el niño con los rayos en sus mejillas.
–¡¡¡LEVANTE Y CORRE NIÑO!!! –gritó desesperado al intentar ponerse de pie, viendo como la bestia se acercaba a él.
Los pasos rápidos del animal raspando el suelo fue lo único que Spring al mantener los ojos cerrados, pero Gerald se había levantado y había agarrado a la bestia por el cuello utilizando lo último de energía que le quedaba.
–Esto se acaba aquí y ahora maldito animal sin cerebro.
Un demonio que irradiaba odio y venganza era lo único que de forma distorsionada podía divisar el pequeño Spring. Gerald estaba bañado en su propia sangre y lo único que se podía distinguir eran sus brillantes ojos y sus dientes chocando con fuerza bruta.
–Solo queda una cosa por hacer... –murmuró Spring entre dientes y abrió su palma izquierda.
La bestia no podía moverse, se la notaba bastante débil, arrastraba sus brazos con la cabeza recaída, pero desde el cuello expulsó picos que atravesaron sus brazos, pero pese a todo, no la soltó si no que ahora estaría adherido a ella para siempre.
–Señor... solo queda una cosa por hacer...
La palma derecha de Spring comenzó a brillar escandalosamente con un fuerte color amarillo. Esto desconcertó al hombre y cuando vio directo a los ojos del niño pudo ver solo muerte y dolor. Estaba allí, caminando hacia su hermana arrastrando su pierna rota y presionando su antebrazo.
«¿Un sello?»
La Bestia comenzó a moverse con desespero ya que sabía lo que Spring intentaba hacer, se movía y chillaba como ratón frente a su depredador.
Al ver a Spring caminar hacia la bestia, con esa mirada, esa postura, esa presencia y brillante latencia por un segundo vio a alguien muy querido para él, alguien que había perdido hace mucho tiempo.
–Ronald...
Spring con toda la fuerza que le quedaba, lanzó un manotazo directo al pecho del animal, impregnando aquella marca que deslumbraba en su palma, generando una gran onda de energía hacia los alrededores.
"FIN DEL JUEGO BESTIA DEL ZODIACO"
THE ADVENTURE OF SPRING
Capitulo 3: "Hombre contra Bestia"
El picoso y purpura animal de brazos alargados comenzó a moverse bruscamente, se retorcía como si su piel ardiera y le provocará un dolor y agonía abrupta que solo en el mismo infierno sería sentida y con desespero trató de sacar el sello de su cuerpo, incluso llegando a incrustar sus propias garras en su cuerpo. Gerald se apartó de allí observando con mucha incredibilidad aquello que acontecía por que de verdad no podía creer lo que estaba viendo.
La Bestia del Zodiaco soltó un fuerte rugido de sufrimiento al nocturno firmamento y a su alrededor pequeñas corrientes de viento la rodearon solo a ella justo antes de que ese sello impregnando pecho comenzaría a absorberla junto a todos los fragmentos disperso por todo el lugar.
Permanecía estática, como si se hubiese petrificado y junto a ella orbitaban los cristales purpuras como si ella fuera un planeta rodeado de asteroides y basura espacial. Su boca permanencia abierta y su cabeza inclinada hacia el cielo con los brazos arrastrados en el suelo.
«Esa es una técnica de sello demasiado compleja, como un niño de su edad ya domina esa clase de sellos...»
El sello comenzó a absorber todos los pedazos de cristal con un enorme remolino y la Bestia del Zodiaco comenzó a arrastrase hacia Spring mientras era despedazada poco a poco.
Spring permanecía quieto con la mirada perdida, sin importarle aquella pesadilla que estaba viviendo y en el momento exacto en el que él animal estuvo a punto de tocar la punta de su nariz, terminó por ser absorbida en el interior de la pequeña niña de abrigo rosa.
El cuerpo de la niña se desplomó en el suelo una vez la presencia de la bestia se esfumó, pero Gerald la levantó en sus brazos y miró atentamente como no tenía ni un solo rasguño o mancha, pero en su cara podía notar como el sufrimiento que sentía era más doloroso que cualquier herida superficial.
Quizás su corazón sentía que estaba haciendo daño a aquellos que no merecían sufrir y eso la carcomía por dentro al no tener el control de sus propias acciones.
El silencio del ambiente se sentía algo extraño, luego de todo el caos, de todo el dolor y toda la agonía, un silencio tan profundo le daba escalofríos y cuando volteó la mirada, vio que Spring seguía en el mismo lugar que hace un momento.
–Ya todo acabó niño, ganamos –levantó la voz e inclino su cabeza.
Spring no solo no respondió, si no que no hizo movimiento alguno, seguía ahí con la mano extendida, Gerald algo confundido comenzó a caminar hacia él, llamando varias veces, pero la sangre se les fue a los pies cuando se agachó y vio como los ojos de Spring, que, aunque permanecían abiertos, no tenían rastro de vida.
Spring había perdido la conciencia en el momento que aplicó el sello, pero su fuerza de voluntad lo mantuvo de pie hasta el último momento.
Gerald por otro lado comenzó a sentirse mareado, ya había tocado fondo y sabía que desfallecería en cualquier momento, por ese motivo recostó a Jennifer sobre un montón de hojas de Maíz y junto a ella recostó a Spring.
Finalmente, todo estaba en paz, su familia se había salvado e indirectamente había ganado la batalla, sentía que había vengado a aquella persona, provocando en él, una especie de plenitud cuando caminó hacia el interior de su casa y tomó la espada de su amigo.
–Se acabó, Ronald.
Luego de recitar esas palabras, su nariz comenzó a sangrar y perdió el equilibrio al dar unos pasos hacia atrás y mover los brazos hacia los lados. Rendido se tiró en el suelo y junto a él estaba un marco algo malogrado, que, aunque su cristal se encontrara fragmentado, pudo ver el rostro de sus seres amados.
"Los amo demasiado..."
Antes de perder la conciencia, pasó su dedo índice por encima de la foto y con una gran sonrisa de alivio soltó una carcajada antes de cerrar sus ojos y quedarse con la mente completamente en blanco.
"Tu no deberías estar aquí."
Una voz, algo extraña y opaca había pasado por sus oídos antes de que pudiera despertar, era como si su cabeza estuviera bajo el agua y al abrir los ojos solo pudo ver una eterna oscuridad.
«¿Un sueño?» Era normal que esa idea pasara por su cabeza al estar recostado, pero al levantarse y apoyar sus manos contra el suelo, la sensación del pasto, le generó una extraña nostalgia cuya razón desconocía.
Spring comenzó a caminar por el lugar, preguntando y llamando por alguien, pero no recibió respuesta hasta que a lo lejos avistó una gran roca con una puerta cuya perilla y marcos eran dorados.
Al llegar a la puerta, observó detenidamente cada detalle de ella, estaba algo vieja y abollada, si alguien pasara un dedo por encima de ella era muy seguro que se le enterrara una astilla.
Al tocar la perilla y girarla, una mujer de cabellos celestes se asomó por unos arbustos de los alrededores, estaba muy escondida y miraba de extremo a extremo como si alguien la estuviese siguiendo.
–Hey tú, niño, no entres ahí.
–¿Por qué no?
–Ten cuidado con lo que sueñas.
Al instante todo su entorno se desvaneció y bastante confundido al respecto miró a su alrededor bastante incrédulo, su mano aún se mantenía tendida en donde se supone que debía estar la perilla, pero lo único que presionaba era la nada.
Sus oídos podían captar en distintas direcciones el sonido de unos pasitos caminando sobre suelo mojado y esto lo confundió aún más hasta que algo toco su espalda. Al voltear vio a una pequeña niña cubierta con una capucha roja, no podía ver su rostro más que la parte de los labios.
–¡Juguemos a las atrapadas! –soltó una pequeña carcajada y corrió con los brazos extendidos hacia los lados.
Spring no tenía idea de lo que ocurría, pero decidió seguirla y al verla con mayor atención pudo ver como sus botas amarillas al pisar el suelo seco parecía como si pisara charcos de agua.
Conforme avanzaba el cielo se iluminaba en un hermoso firmamento y los alrededores se llenaban de un armonioso pero inentendible ambiente de goce celebre dentro de un iluminado sector poblado en donde todos disfrutaban de un gran festival.
"¿Que están celebrando?"
Spring bastante emocionado se acercó hacia una multitud con intenciones de divertirse igual que ellos, pero cuando soltó dicha pregunta, todo el mundo guardó silencio y volteó a verlo, cuando miró el rostro de la multitud pudo darse cuenta de que era imposible encontrarle forma a las caras ya que algunas o estaban borrosas u otras se deformaban de una forma para nada agradable a la vista de un niño.
"Tsss..."
Frente a él un tanto a lo lejos estaba aquella niña haciéndole señas para que lo siga y nuevamente, él fue tras ella. Mientras más se alejaba, las casas desaparecían hasta llegar a un campo abierto en donde se asentaba una cabaña vieja y malgastada en donde se detuvo la encapuchada y Spring por fin pudo agarrarla, pero cuando lo hizo, ella solo volteo sin mostrar su rostro y tomó sus manos.
–Me atrapaste ji, ji, ji.
A su espalda, desde el suelo se levantó una enorme criatura negra, hecha de completa oscuridad no tenía rostro ni otro detalle en particular, lo único que destacaba de la sombra eran aquellos cuernos desiguales que sobresalían de su cabeza.
La niña soltó las manos de Spring y comenzó a ser absorbida por la criatura y su cara solo mostraba tristeza y rendición.
–¡¿Qué haces?¡ ¡Déjala en paz!
Spring intentó salvarla, pero cuando quiso moverse no pudo mover ni un solo pie y al bajar la mirada vio como cientos de diminutas manos negras lo sostenían e intentaban jalarlo hacia lo profundo del suelo.
Al ver ese panorama tan repugnante saco la lengua y torció los labios del asco que sintió y sin esperar nada comenzó a jalonear sus piernas hasta que pudo liberar sus pies de misma muerte. No pudo ni terminar de levantar el rostro cuando aquella criatura lo aplastó con sus gigantescas manos despertando de ese sueño tan extraño con un brinco.
Sus ojos estaban bien abiertos y su ceño fruncido por el impacto de ese sueño, su corazón latía muy fuerte y el pecho se le inflaba como bomba de aire. Cada que cerraba sus ojos podía ver a esa niña siendo devorada por la sombra de los cuernos desiguales.
Cuando pudo guardar la calma, observó a su alrededor, estaba en una recamara bastante vistosa y colorida, recostado en una cama suave y la sábana que la cubría tenía un patrón de girasoles con ligueros tonos purpuras, a su lado bajo una ventana se asentaba un velador con un mantel bordado y un jarrón con Girasoles.
La puerta se abrió y a través de ella entro una niña que aparentaba una edad similar a la de Spring, llevando una bandeja de plata en las manos donde había dos panecillos y una taza de Té verde.
–Vaya ¡Revivió el muerto! Ja, ja, ja.
–¿Quién eres tú? –cuestionó bastante confundido al esconderse un poco con el edredón.
–Ahh es cierto, que irrespetuosa soy –se acercó a él, dejó la bandeja en la mesa y con una sonrisa le extendió la mano.
"Mi nombre es Paulette, es un gusto conocerte, niño del mechón en espiral."
Capitulo 3 - FIN