"Oyeee Vadous ¿Aun no hay ninguna señal del contenedor?"
Preguntó un sujeto que se encontraba labrando tierras bajo el sol usando prendas de granjero. Este era un joven de cabello castaño y de ojos grises, en el lado izquierdo de su cabeza no tenía nada de cabello, pero si un pequeño cuerno.
Poseía un ojo biónico y marcas lineales conectadas a él. Su nombre era Champair.
–Naahh, aún no hay nada –sus ojos estaban bien clavados en un par de binoculares– Pero, no comprendo, debieron pasar por aquí hace dos días.
El otro tipo tenía un sucio cabello rizado de un color purpura claro y difícilmente se podían ver sus ojos al estar metido dentro de un arbusto.
–Hmmm ¿Y ahora que Vadous?, tenemos que hacer algo al respecto por que estamos perdiendo mucho tiempo aquí, quisiera estar en el base recostado, comiendo y jugando en mi pretendo change.
Del coraje salió de entre los arbustos, tiró los binoculares con fuerza contra el suelo y presionó su cabeza ansioso.
–Shh, ¡Guarda silencio! Es la primera vez que a nuestro escuadrón nos encarga una misión así de importante no podemos fallar. Pero no entiendo como por que aún no han llegado, tal y como Aki lo predijo.
–Quizás la predicción de Aki falló, quien sabe.
–No, pero eso es imposible, ¡Ese mocoso nunca se equivoca! –La ansiedad se estaba apoderando de él, provocando que su propia existencia se corrompa lentamente.
–Oye Vadous, tranquilízate –señaló hacia su cabeza bastante asustado– Tu cuerno está brillando y la esfera oscura se está deformando.
–¡Cierra el hocico y deja de andar ayudando a esa anciana! ¡Somos Dark Souls no ayudamos a quien lo necesite!
–Si bueno, no tenía otra cosa que hacer mientras esperamos. Además, seguramente ya pasaron por aquí y ni te diste cuenta.
Vadous abrió un agujero negro en el suelo y lanzó un fuerte puñetazo hacia su interior. Pero sin que se diera cuenta se abrió otro agujero frente al estómago de Champ atravesando su puñetazo directamente hacia él.
–Espero que eso te enseñe a no dudar de mis hab... –Un gran puño rojo impactó en toda su cara y lo mando a volar.
A Champair se lo veía bastante molesto y sus brazos ahora eran resortes unidos a un gran guante de boxeo.
–¡BUENO YA! ¡DEJÉMONOS DE TONTERÍAS! –Vadous se levantó y limpió la tierra de su manto– No podemos perder más tiempo, tenemos que encontrar al contenedor antes que alguien de otro escuadrón lo haga primero.
THE ADVENTURE OF SPRING
Capitulo 9: Dark Soul
"Este lugar es increíble"
Exclamó Spring al sentarse frente a la orilla de un hotel en medio de la iluminada noche citadina.
–Esta ciudad brilla mucho, casi podría decir que al nivel de la misma capital –exclamó Paulette al admirar las edificaciones y las luces vibrantes que emanaban.
–Si, la ciudad de Star Proud es bastante visitada por turistas por ser el lugar en donde mejor se admirar el cuadro de los héroes.
Comet estaba arrimado en una pared detrás de ellos escuchando su aburrida conversación.
–No deberían perder el tiempo hablando de estas cosas.
Ambos voltearon y Paulette se acercó al oído de su tío y exclamó:
"¿Que hace el con nosotros? No se supone que era un enemigo"
Volvieron a voltear a ver al ojeroso y de nueva cuenta se pusieron a cuchichear.
"Bueno, pienso que podría servirnos de ayuda ante cualquier enemigo, después de todo el solo quiere asegurarse que la Bestia no caiga en malas manos"
–¡YAA DEJEN DE VERME TANTO USTEDES IDIOTAS!
Jennifer se acercó a él y jaló del manto del espiritista.
–Yo estoy feliz de verlo aquí señor gorro.
–¿Señor qué?
–JAJAJAJJAJA TE DIJO SEÑOR GORRO –Paulette se acercó se arrimó en Jennifer y restregó su cara en su cabello– Esta niña es una ternurita.
–Cierra tu maldita boca mocosa cuatrojos... –habló entre dientes, casi que mordiéndose la boca.
Gerald se acercó hacia ellos y los reunió a todos antes de colocar el mapa en el suelo y tachar con una equis roja el primer país de su trayecto.
–Finalmente hemos terminado de cruzar el país de Cane, y bueno con solo notar la calidad de vida en este país, pueden notar que ya estamos en Clow Wesh.
–Uy si, que lindo, uno de diez países por cruzar, como si la vida nos alcanzara para tanto ¿eh?
Gerald enrolló el mapa y lo guardó en su mochila.
–Mañana por la mañana, nos dirigiremos al aeropuerto general y tomaremos un vuelo hacia la capital del Reino y luego nos moveremos por tierra hacia Kuraudo ¿Feliz?
Cruzó por su lado golpeando su hombro y los niños fueron detrás de él, incluso Paulette le sacó la lengua con una mirada de fastidio.
«Tzch... No sé por qué acepte ese trato con ese viejo de mierda»
Su mirada se direccionó hacia el cielo estrellado y en ese momento recordó que eso solía hacer toda la noche con sus amigos antes de dormir, le generó mucha nostalgia.
«Me pregunto... Como estarán...»
Gerald y los niños entraron al hotel más cercano y era un lugar bastante lujoso y elegante, los huéspedes que ya se encontraban ahí miraron con desdén y asco a aquellos que acababan de entrar.
Después de todo sus vestimentas denotaban bastante falta de clase y, sobre todo, falta de dinero.
–Oye tío... ¿Estás seguro de que puedes darte el lujo de pagar una noche aquí?
–No te preocupes Paulette, yo no gastaré ni un solo centavo –agarró su cabeza y la volteó hacia atrás– Él lo hará.
Comet, que apenas estaba cruzando las puertas eléctricas con una expresión de melancolía al recordar los viejos tiempos, al ver y escuchar al aprovechado de Gerald, rápidamente se negó.
–¡¿ACASO ESTAS LOCO?! ¡Este es uno de los hoteles más caros del país!
Gerald bastante seguro, recorrió su brazo por el cuello de Armstrong y lo llevó hacia la recepcionista susurrándole algo hacia el oído.
–Cuando dormías como princesita, revisé tus cosas y vi que cargas con una gran suma de dinero.
–¿Y eso que? A ti no te importa lo que tenga o no.
–Si, en parte es verdad, pero, es algo raro que un espiritista de cuarta tenga tanto capital en sus manos, ¿Si pagas impuestos? ¿O tendremos que averiguarlo con la policía?
–Ush, que fastidio, bien, bien, como quieras –saca su billetera– ¿Cuánto es?
–Diez Mil estrellas por cuarto señor –afirmó la recepcionista.
–¡¿DIEZ MIEL?! –Gerald le dio un codazo en el estómago para que se callara– De casualidad... ¿Aceptará tarjeta?
Escondido atrás de una maceta estaba Vadous espiando a los viajeros con mucha Cautela.
–Mierda, de donde vamos a sacar tanto dinero... –susurró hacia su compañero, pero no recibió respuesta.
–Uhhhmmm estos camarones están exquisitos –afirmo Champ que en lugar de ser discreto como Vadous estaba tragando en la mesa principal de recepción.
«Este idiota va a provocar que nos descubran»
Discretamente se acercó a él y lo jaló bajo la mesa, y justo a tiempo, ya que Comet sintió que eran observados, pero al mirar a sus alrededores no notó nada raro.
–¡Oye idiota no llames tanto la atención!
–Lo siento viejo, pero es que estos camarones de verdad que están ¡RIQUISIMOS!
Con un fuerte zape hizo que se mordiera la lengua en lugar del camarón y lentamente levantó el mantel para ver a sus objetivos.
–Debemos obtener 10.000 para poder subir hasta las habitaciones, pero de donde podríamos sacar esa cantidad...
–Yo tengo cien mil Liras Canas –masticaba y metía más camarones en su boca– Me pagó la señora del campo.
–¡¿Por qué siempre tardas tanto en decirme las cosas importantes?!
–Pero no te sorprendas tanto eh... La inflación en Cane es una cosa, pero bárbara así que prácticamente solo tengo quince mil estrellas.
–Eso no me importa, tenemos lo suficiente –arranchó el fajo de billetes de las manos de Champair y los apretó con emoción.
–Oye más cuidado que después no nos reciben los billetes.
Vadous pegó la mirada en aquellos que subían más escaleras junto al codiciado contenedor de la bestia.
–Estamos tan cerca de lograrlo...
Champair miró con bastante incomodidad a Vadous, pero en ese momento su mente solo pudo pensar en una cosa.
–Oye... ¿Por qué no usamos tu habilidad de trasladó para subir hacia allá?
–No seas tonto, mientras existan puertas o paredes mi habilidad es inútil, es como un sello que me impide atravesar un lugar.
–En definitiva, no sirves para nada.
–Cierra la boca, y vayamos tras ellos –agarro su brazo y salieron de su escondite, caminado directamente hacia la recepción.
–Una habitación por favor.
–Buenas noches, son die...–es interrumpida por Vadous al tirar todo el dinero en la mesa.
–Aquí hay quince mil, quédese con el cambio y denos una habitación que llevamos afán.
La chica rascó su cabeza y los miró de una forma extraña antes abrir el cajón de las llaves y entregárselas.
–¿Okey? Habitación 15.
Vadous agarró las llaves y jaló del brazo a su compañero medio calvo, pero este último antes de irse miró de forma de forma coqueta a la mujer y exclamó:
–Nos vemos después hermosa.
En el pasillo doblando la esquina izquierda se encontraban los viajeros a punto de entrar a sus habitaciones. Pero no sabían que dos sujetos misteriosos los estaban observando desde el filo de la pared.
–Bien, como todas las noches, hoy haré guardia, procuren dormir bien ya que mañana partiremos a las 6 de la mañana hacia el aeropuerto.
–Pero señor Gerald usted no dormirá nada –comentó Jennifer algo preocupada al ver que los ojos del hombre se notaban con un gran cansancio.
–No te preocupes pequeña –se acercó Comet y acarició su cabeza– El viejo solo vigilará durante cuatro horas, luego, yo lo sustituiré.
–¿Estás seguro? Con tus horribles ojeras no creo que sea buena idea que sacrifiques tus horas de sueño por mí princesa espiritista.
–Viejo ya cállate, ni que lo hiciera por ti.
–Bueno, Bueno ya. Todos a dormir.
Aplaudió y las dos niñas fueron hacia la habitación de la izquierda y los niños hacia la derecha y Gerald agarró una silla y se sentó entre ambas habitaciones.
–Bien, ¿y ahora qué?
–Simple mi calvo amigo, abriré un pequeño agujero cerca del tipo ese, estirarás tu brazo resorte a través de él, tomarás las llaves y listo.
–No sé por qué siempre actúas tan confiado en tus planes cuando fracasan de una forma terrible
–Shh, lo lograremos, observa bien.
Vadous se hizo a un lado y Champair se asomó y observó como Gerald cabeceaba.
–Mira, No pasará mucho tiempo para que ese cuarentón se duerma, aprovecharemos esa oportunidad.
–Ay, pero crees que las cosas serán así de fáciles.
Vadous solo rio, chasqueo los dedos y Gerald se quedó profundamente dormido.
–Vaya no puedo creer que de verdad tuvieras razón.
–Shh, nuestro momento llegó –susurró– "Genn dimensional: Apertura sigilosa"
A dos pies de distancia de Gerald se abrió un agujero.
–Oye, pero el hueco está muy lejos de las llaves, como quieres que llegue allá.
–Tu solo estira tu brazo resorte, pero con cuidado, cualquier mínimo ruido lo despertará.
Champair con todo cuidado logró agarrar las llaves, pero estas estaban agarradas en su pantalón. Para mala suerte de ambos accidentalmente la mano de Champ chocó con las llaves, lo que provocó un escándalo en medio del silencio de la noche.
–Uh... ¿Que fue eso? –Gerald despertó por unos instantes, pero rápidamente se volvió a dormir.
–¡Se más sigiloso idiota! Casi haces que nos descubras...
–¡AHRG! ¡ENTONCES HAZLO TÚ!
–Yaaa ¡No seas llorón!
En un último intento Champair logró zafar las llaves del pantalón de Gerald, pero desgraciadamente no las agarró y cayeron escandalosamente en el suelo.
–¡MIERDA! ¡ABORTA ABORTA ABORTA!
Vadous cerró el agujero y Champair casi no logra sacar el brazo.
–¡Oye! ¡¿Qué te pasa?!, ¡casi me cortas el brazo! –exclamó mientras se sobaba– ¡Fíjate bien como ejecutas tu técnica!
Para desgracia de ellos Gerald se percató de su presencia y con una mirada amenazadora toco a ambos del hombro.
–¿Se les ofrece algo?
El resonar de su voz al entrar en sus oídos casi provocó que se orinaran encima y cuando voltearon la mirada lentamente, ambos parecían como si hubiesen ido a nadar de lo empapados que estaban de sudor.
–Oh...oh se-señor le ofrezco una disculpa, no encontramos nuestra habitación –afirmó Vadous mientras mordía su lengua al borde de sacar sangre.
La sed de sangre que emanaba su presencia, rápidamente se disipó, volviéndose en una amigable sensación.
–Oh ya veo, una disculpa, creí que nos estaban siguiendo jajaja -sostuvo su cabeza.
–Si... Necesitamos encontrar la habitación 15, ¿Sabe en dónde está?
–Pues la mía es la 12 así que cruzando el pasillo de largo debe estar –señalo con su pulgar un tanto seguro de sus palabras.
–Pues si... ¡Tiene sentido! Ja, ja, ja, ja –risa nerviosa– ¡Muchas gracias por su ayuda buen hombre!, tenga linda noche.
Vadous tomó del brazo a Champair y discretamente caminaron hasta perderlo de visa para luego correr lo más rápido y lejos posible de ahí.
Gerald, por otro lado, volvió a su silla, se sentó y miró el reloj del pasillo.
–Pss, no ha pasado ni una hora, que Lata...
Vadous y Champair se sacaron los zapatos y en puntillas se acercaron nuevamente hacia la esquina que daba directamente con la habitación del contenedor.
–¿Ahora que haremos? Seguramente con nuestra intromisión ese viejo estará más alerta.
–No lo creo, se nota que está agotado a más no poder, no se resistirá a seguir durmiendo.
Sigilosamente se acercaron hacia el pasillo de Gerald y cuidadosamente se asomaron.
–¡Está dormido! –susurró– ¡Y mira, las llaves siguen en el suelo!, no se dio cuenta!
Vadous abrió un agujero cerca de las llaves, las tomó y regresó.
–¡Es nuestra! Ahora estamos más cerca de atrapar al contenedor.
–Pero aquí hay muchas llaves, ¿Cómo sabremos cuál es?
Vadous abrió un agujero frente a la puerta derecha y cruzo la mitad de su cuerpo, solo para tratar de abrir la puerta.
–¿Estás seguro de que esto funcionará?
–¿Tienes una mejor idea Champ?
En total, el llavero poseía diez llaves de la cuales solo una abriría la puerta, probaron una por una, ingresándolas en la cerradura y girándolas con todo el cuidado del mundo hasta que solo quedara una.
–Debe ser esta –afirmó mientras sostenía la llave frente a él– Estamos a solo un paso...
La lleve dio vuelta y el seguro se quitó.
–Bingo.
Los ojos de estos criminales se iluminaron mientras una sonrisa de codo a codo se hacía presente en su rostro mientas abrían la puerta.
–¿No creen que sea algo enfermo entrar en la habitación de dos niñas en medio de la noche?
Lo primero que sus ojos miraron al abrir la puerta al santo Grial, fueron unos pantalones anchos de color blanco.
–No...no puede ser...
Y al alzar la mirada, aquel que llevaba puesto esos pantalones tan incómodos era el mismo que llevaba un extraño gorro rojo junto con un chaleco del mismo color.
–¡Respondan tarados! ¿Por qué nos estaban siguiendo? –Es un chasqueo, invocó su gran navaja y los amenazó.
Paralizados, ninguno sabía que hacer, pero cuando escucharon el crujir de dedos de Gerald desde atrás Champair se paralizó y segregó un montón de espuma por la boca, quedando así completamente derrotado.
–P-pero ¿Cómo puso pasar esto? –cuestionó– Yo vi... Yo vi como entraba aquí esa niña...
–Desde que llegamos a Star Proud, sentí que alguien nos observaba y me lo confirmaron en el hotel, par de imbéciles.
Vadous encogió su cabeza con una sonrisa incomoda levanto sus hombros.
–Todo fue un plan orquestado por ambos, apoco crees que en plena situación me quedaría dormido –crujió su cuello– Además, deje las llaves en el suelo a propósito.
–Si bueno, ti-ti-tienes razón, nos descubriste-te, pero no te preocupes... ¡No los molestamos más!
Vados agarró a su inconsciente colega y por las mismas regreso por el mismo agujero que los llevó allá y al instante lo cargó en su espalda y bajó las escaleras como corría el viento.
–¡¿A DONDE CREEN QUE VAN ESCORIAS?!
Al intentar bajar las escaleras, tropezaron y cayeron. Quebrándose las piernas y uno que otro brazo llegando justamente al centro de la sala de recepción.
La puerta estaba frente a ellos, la libertad y la salvación, pero cuando Vadous trató de levantarse se dio cuenta que sus piernas estaban completamente molidas.
–"Genn dimensional: Traslado continuo"
Un agujero se abrió por debajo de él y los llevó directo hacia la salida, lo más rápido que pudo, pero cuando intentó arrastrase directo hacia ella, su cabeza tocó con dos piernas que ya había visto anteriormente.
Atrás se escuchaban lentos aplausos que se acercaban lentamente.
–Pero que bonito...
Vadous miró hacia arriba y estaba Comet crujiéndose los nudillos, riendo de una forma bastante irónica y preparada para partirle la cara.
–Ay... Ya ni modo...
El sol se levantaba entre los edificios y aquellos que seguirán con su camino, se encontraban fuera del hotel, atando a aquellos subordinados de las sombras en un poste de luz.
–¿Que haremos con estos sujetos? –preguntó Spring.
Vadous y Champair estaban bañados en sangre, con moretones en toda la cara, la nariz completamente partida y a simple vista se notaba que les faltaban algunos dientes.
–¿Crees que fueron enviados por ese demonio de cuernos desiguales? –preguntó el pequeño niño temeroso.
Aquel sujeto de cabello rizado lanzó un escupitajo de sangre y muelas antes de toser como si sus pulmones estuvieran llenos de sangre, y con la voz bastante desgastada exclamó:
–¿Cuernos desiguales?
La pregunta provocó que aquellos que ya estaban retomando su camino, se detengan y volteen con mucho interés ante el tema acontecido.
–¿Acaso ese tema te suena familiar? –Se acercó Gerald y plantó su mirada en él.
–¿Por qué creen que ese sujeto nos envió? Si ese sujeto está muerto. Ellos lo asesinaron.
–¿De qué demonios hablas, repugnante Dark Soul?
–No es algo que les incumba a ustedes, elementales.
En ese momento, dos sujetos aparecieron levitando en el cielo, llevando un manto negro igual a los presos por la justicia, llevado de igual cuenta, un cuerno en su cabeza con una pequeña esfera levitante.
–Se tardaron demasiado malditos idiotas -exclamo Vadous a punto de caer inconsciente nuevamente.
–No estamos ni a tu orden ni a tu tiempo, el escuadrón siete tiene mejores cosas que perder el tiempo ayudando a alguien del escuadrón trece.
Ese sujeto, tenía el cabello de un color oscuro como la noche, y sus globos oculares eran de la misma y profunda oscuridad, y su iris era de un púrpura tan ambiguo que combinaba de una manera única con el negro anochecer.
–Y estos quienes son –bajó la mirada con desdén y vio como Gerald y Comet un tanto asustados, protegían a los niños.
–Mira Phoenix, ¿Esa no es la niña que contiene a la Bestia del Zodiaco?
Satou, un hombre color cielo quien tenía una cara de enfermo mental, se admiró demasiado y su gran sonrisa impregnada se extendió de codo a codo juntó a sus brillantes ojos de diamante.
–¡¿Pueden dejar de parlotear tanto y sacarnos de aquí?!
Phoenix chasqueo los dedos, y las sogas que los ataban junto a los papeles sellos adheridos a ellos se desintegraron cual papel quemado, y el otro sujeto sacó unas largas cadenas de entre sus anchas mangas y amarró y levantó hacia el aire como si fueran globos.
–Eso suele demasiado Satou, sé más cuidadoso con lo que-
Satou apretó las cadenas con tanta fuerza que el dolor inducido en su cuerpo terminó por desmayarlo en media oración.
–¿Y bien? Que hacemos con ellos, ¿Los matamos y nos llevamos al contenedor?
Aquel que parecía liderar, miró fijamente con desdén a cada uno de ellos, penetrándolos con la mirada, pero cuando chocó miradas con aquella que no debió sufrir, pudo ver en su alma el horrible ser que llevaba dentro.
Era un ser tan horrible y espantoso que aquel miedo que intento infundir en ellos se revirtió así mismo, provocando que desvíe la mirada por un momento.
–Luego vendremos por ella, tenemos misiones más importantes por cumplir.
Chasqueó los dedos y ambos se comenzaron a deshacer como cenizas hasta desaparecer, pero antes de irse, Phoenix nuevamente miró a la niña y esta vez no retrocedió.
Demostrando así, que esto solo era un hasta pronto, y que cuando tuviera la mínima oportunidad volvería por ella y reclamaría el poder más codiciado del mundo.
–Que... ¿Qué fue eso? –Spring estaba congelado, no sabía como reaccionar ante los dos sujetos desconocidos.
–Esos... Eran Dark Souls, aquellos, que buscan apoderarse de la Bestia del Zodiaco.
Capitulo 9 - FIN