"Me niego rotundamente ha aceptar este matrimonio..."
"...."
Jin miro a su hijo con una mirada penetrante en su rostro, sin embargo, no perdió la compostura que lo caracterizaba, siguio con su misma expresión de siempre y simplemente siguio hablando con su hijo.
"¿Por que deseas rechazar este matrimonio?"
"La familia Sunnflare tiene mucha relevancia en el mundo, además de ser rica, poderse y famosa, tiene un impacto enorme en la realeza de este mundo y además se cuenta que la princesa tiene una belleza sin igual e irrefutable por lo que no logro entender por que rechazar dicho matrimonio..."
"Entiendo tu punto papá, pero realmente no quiero casarme con alguien por la cual no tengo ni un solo sentimiento de amor, además de no amarla, yo no conozco para nada a dicha persona, no tengo idea de lo que ella quiera para su vida y yo no quiero estar atado a ella para siempre, quiero ser libre y no atarme a una chica que desconozco completamente, por ello, rechazo este matrimonio, por que no creo que el amor se pueda comprometer a un cadena. Ser feliz es por lo que vivimos. ¿No crees eso, padre?"
"...."
"Tienes algo de razón en tus palabras. La libertad es algo que todos alguna vez soñamos, sin embargo, nunca sale todo como uno imagina en su cabeza, lamentablemente, tenemos que sacrificar nuestros deseos para bien mucho mayor. Por ello, tengo que sacrificarte para algo que esta mas allá de lo que yo puedo hacer, por ello la oferta no se puede rechazar, por mas que lo quieras, tendrás que aceptar el matrimonio a cualquier costo, incluso si eso significa perder nuestra relación de padre e hijo..."
"....."
"Comprendo..."
"Si es de esa manera, supongo que hay mucho que pueda hacer, ir en tu contra no es divertido así que supongo que aceptare el matrimonio..."
"...."
"Siento mucho meterte en esto Abel, pero no tengo demasiadas elecciones a elegir. No quería que sufrieras esta clase de cosas, pero lamentablemente no me queda mas opción que hacerlo..."
"Lo siento mucho..."
Su padre se disculpo mientras agachaba su cabeza hacia donde estaba Abel.
Abel estaba ligeramente sorprendido por lo que su padre estaba haciendo frente a él.
No estaba sorprendido por el compromiso que su padre le obligaba a tomar, de hecho, este compromiso siempre terminaba por hacerse de una u otra forma, iniciando así, con el inicio del fin de su existencia.
Su compromiso con la princesa Sunnflare era un evento importante ya que aquí se generaba la trama del personaje de Abel.
Iniciaba siempre de la misma forma, Abel intentando cancelar el matrimonio hasta que veía a la hermosa mujer con la cual su padre le obligaba a casarse, luego de eso, sus pensamientos cambiaban radicalmente, su mente comenzaba a transformarse en algo diferente, pasaba de un chico relativamente normal a un niño completamente hipnotizado por la belleza de la hermosa mujer con la que tenia un compromiso
Luego de eso, su mente dejaba de funcionar correctamente, se hacia un perro faldero, se hacia insoportable, arrogante, celoso y alguien completamente loco por su mujer.
Esto ocasionaba que ella lo rechazara inmediatamente por sus actitudes, sin embargo, el compromiso no podia romperse, a fin de cuentas, era un tratado entre dos de las casas mas poderosas del mundo.
Debido a eso, la trama inicia en este lugar, firmando así la propia muerte de Abel.
Todo iniciaba gracias a la típica heroína que estaba en contra de su matrimonio, el típico villano que quiere a la heroína a cualquier costo, el típico héroe que salva a la heroína de las garras del malvado héroe de este mundo, la chica se enamora del héroe y el villano inicia su carrera de venganza para matar al héroe por quitarle lo que alguna vez le pertenecía, esa era parte de la trama de esta historia, Abel jugando al villano y el héroe salvando el día como siempre.
Todo iniciaba de esa manera, aunque no eran las únicas consecuencias causadas por el matrimonio que se estaba gestionando en este momento.
Esta era solo una parte de lo que se generaba a causa de este matrimonio ya que mas adelante se generaban diversos problemas graves en el mundo.
-El despertar del héroe, el despertar del señor oscuro y finalmente, el inicio de la guerra santa...-
-Maldita sea...-
-Al final creo que nada de eso terminara por cambiar...-
-Definitivamente estamos destinados a morir. ¿No es así, papá?"
Pensaba Abel mientras miraba el rostro de su padre que demostraba que definitivamente algo grave pasaba detrás de este extraño matrimonio.
Abel tenia una idea de lo que sucedía, después de todo vivo esta vida durante bastantes años y era evidente que todo llevaba a un lugar.
-La guerra...-
La guerra estaba a punto de iniciar. Mas precisamente, iniciaría alrededor de 4 meses después de este compromiso.
Luego de la muerte del Rey Thyan IV, las familias iniciarían sus movimientos para enlistarse en la lucha por el trono, después de la muerte del rey, varios sucesos comenzaron a suscitarse alrededor del reino de Artheris. Las familias luchaban por sentarse en el trono, diferentes razas también se unían a la lucha, sin embargo, hubo un evento que cambio el curso de la guerra.
El atentado de la real academia de Artheris.
-....-
-Ah... Creo que es mejor dejar de lado toda esa mierda y me preocupo por lo de ahora. No hay nada que pueda hacer para evitar este matrimonio, sin embargo, si de verdad me libere de mi papel como perro faldero, entonces podre cambiar las cosas mañana. Quien sabe, a lo mejor y esta vez tenga un nuevo aliado conmigo...-
-En fin, si las cosas salen como tengo pensando entonces mañana será un día importante para mi propia existencia. No quería verme involucrado con ella, pero esta vez lo hare de otra manera. Al menos tengo que ganarme su favor...-
Abel tenia decidido su objetivo, estaba en contra de este matrimonio pero no había mucho que él pudiera hacer, al final su familia era importante y también la necesitaba para crecer en el futuro, así que, por mas que quería rechazar el matrimonio, Abel necesitaba de su familia para crecer, tener dinero consigo era una ventaja importante y saberlo aprovechar era aun mas importante, así que sin importar nada, tenia que seguir con este matrimonio, claro, iba a cambiar las cosas de una u otra forma...
"Bien, entonces me retiro..."
"Claro... Puedes irte..."
Abel se puso de pie y se fue sin decir absolutamente nada mas.
Simplemente se marcho para irse a dormir ya que mañana seria un día cansado.
Su padre simplemente lo miraba en silencio mientras veía como la silueta de su hija se desvanecía lentamente a la distancia.
Su rostro inexpresivo cambio y ahora estaba derrumbado en su silla mientras pensaba si había hecho lo correcto.
"Ah... ¿Estaré haciendo lo correcto, querida?"
"...."
"Ahh..."
"Solo el tiempo lo dirá..."
.
.
.
A la mañana siguiente, Abel se había despertado temprano por la mañana ya que hoy seria un día importante y que cambiaria para bien o para mal el transcurso de su vida, por un lado, podia seguir igual que siempre, siendo parte de este ciclo infinito el cual estaba destinado a vivir para toda la eternidad, o bien, podia ser el día en que por fin obtendría su libertad, sea como sea, era un día importante y por ello, Abel se despertó temprano para prepararse mentalmente para ello.
"Pff... Creo que es suficiente...."
Cansado por el ejercicio matutino que había realizado, Abel se dirigió a la bañera para tomar un refrescante ducha fría que aliviara el cansancio que sentia.
Ya en la ducha, dejo que el agua recorriera su cuerpo, relajado por las gotas que caían sobre su piel, Abel se relajo profundamente mientras pensaba en lo importante que era este día para él.
"Joven Abel, su padre lo esta esperando. Las visitas han llegado"
"..."
"Uff..."
"Es momento de terminar con todo..."
Salió de la ducha y rápidamente se alisto para vestirse.
"Aquí esta su ropa, joven amo"
"No es necesario, ya elegí el conjunto de ropa que utilizare, así que no tienes que preocuparte por ello"
"Entiendo, entonces iré a hacer mis tareas"
"Claro..."
Abel salió de la bañera y lentamente se dirigió a su armario donde tomo la ropa favorita que solía usar en esta vida
Su característica vestimenta de siempre.
"Sin duda soy bastante guapo. Todo me queda perfectamente bien!"
Mientras se miraba al espejo, Abel presenciaba su enorme belleza.
A pesar de vestir sencillo, su belleza era sin igual. Llevaba una camiseta blanca bastante común y corriente pero que le quedaba bastante bien a su cuerpo, sus músculos se miraban atreves de la camisa y eso hacia resaltar aun mas su gran belleza, tenia unos lujosos pantalones negros de vestir y unos zapatos de cuero lujoso.
Sencillo pero bastante efectivo, no necesitaba nada mas para verse genial, era perfecto.
"Es momento de ir..."
Abel estaba listo para partir, no sin antes, colocarse algo de fragancia sobre su cuerpo.
Finalmente estaba listo para ir con su padre, Abel, algo nervioso, partió en donde su padre lo estaba esperando.
Tardo algunos minutos para llegar, cuando finalmente llego, su corazón latía como nunca, su reparación se volvio errática y sus nervios estaban al tope.
"Glup*"
Trago saliva, luego suspiro profundamente para después prepararse para lo que sea que fuera a suceder en este lugar.
"Uff"
Soltó un largo suspiro y lentamente se adentro en la habitación donde su padre y las visitas lo estaba esperando.
Al entrar, las miradas se posaron sobre él, todos lo miraban con diferentes expresiones en su rostro, sin embargo, no le presto demasiada atención a las otras personas, su mirada se centro completamente en una persona.
-Amelia Sunnflare...-
Amelia Sunnflare, hija de la familia Sunnflare y princesa de dicha familia.
También nombrada como la Santa de la llama oscura.