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Chapter 8 - Capitulo 8

"Bien.... Es momento de cambiar"

"Es momento de construir mi historia, ahora que soy libre, es momento de iniciar de verdad con la historia. Es momento de mostrarme, yo, Abel, me convertiré en el señor todo poderoso"

Ese era su sueño, ese era el destino por el cual iba a luchar sin importar absolutamente nada, aun tenia que superar el pasado. ¿Y que pasado tenia que superar?. Bueno, esta es la historia de Abel y el pasado de lo que se suscitaba a su alrededor.

La historia del niño maldito.

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6 de junio del año 1345.

Ese fue el día del nacimiento de Abel, un niño bastante diferente al resto que no tenia demasiada esperanza en vivir.

"Lo siento, pero su hijo no va a sobrevivir, lo siento demasiado"

Fue el veredicto que el doctor había dictaminado en el día de su nacimiento, su hijo estaba enfermo y eso era a causa de que tenia una energia vital y mágica bastante mas débil a la de otros niños. Jin y Olivia, quien era la madre de Abel, ignoraron dichas advertencias y vivieron felices con el niño.

Fueron cuatro años de felicidad y paz hasta que el niño eventualmente, el chico cayo enfermo.

Cuando salieron los resultados el doctor dijo que el veredicto no era para nada alentador.

Su sangre era bastante débil y era cuestión de tiempo para que su vida acabara.

Ambos quedaron devastados por la noticia, pero no perdieron la esperanza, hicieron un llamado masivo para llamar a los mejores curanderos del mundo, doctores del mas alto renombre, monjes, fueron con la Santa de la trinidad, fueron inclusive con brujas a pesar del riesgo, sin embargo, nadie pudo resolverlo, todos dijeron exactamente lo mismo.

"Su hijo no sobrevivirá demasiado tiempo, lo sentimos, esta condenado a morir"

Fue lo que dijeron los doctores al momento de ver el estado de Abel y con ello se marcharon ya que no deseaban involucrarse en algo como esto.

Ambos habían perdido la esperanza, estaba devastados y no sabían que hacer para remediar dicha situación, todo estaba perdido o al menos eso era lo que se creía en un inicio ya que cuando todo era oscuro alguien apareció para devolverles un poco de luz.

"Es evidente que ya saben el estado de su hijo, no sobrevivirá con ninguna medicina, tratamiento o magia, simplemente es inútil intentarlo, sin embargo, todavía hay una forma de curarlo pero el pago será caro, bastante caro diría yo"

"¡Pide el todo el oro que quieras, eso no nos falta, simplemente cura a mi hijo, el oro no importa en este momento!"

"No hablo de oro mi señor, hablo de un pago mas caro"

"¿?"

"Vitalidad"

"¡!"

"Una vida se paga con otra, ese es el ciclo de la vida, obtienes un beneficio pero a cambio te es arrebatado algo que aprecias, ese es el ciclo y tienes que seguirlo si no deseas que los dioses te castiguen, ya sabes, hacer que todo sea justo..."

"¿De cuantos sacrificios hablamos?"

"Solo de uno"

"¡Entonces-"

"Pero lamentablemente no es aleatorio, solo necesito un sacrificio pero ese sacrificio tendrá que estar vinculado al usuario, osease, uno de ustedes, necesito que uno de ustedes muera"

"¡!"

Quien dijo estas palabras fue una hermosa bruja de cabello plateado, cuando Jin escucho esas palabras inmediatamente quiso golpear a la bruja, sin embargo, ella lo detuvo con un movimiento que Jin solo pudo dictaminar como "Poderoso", esta bruja no era un chiste y sin duda alguna tenia el poder de matar a ambos si ella quería.

La bruja no dijo mucho mas, simplemente les dio una advertencia antes de desaparecer en la nada.

"No les queda mucho tiempo, tienen que elegir correctamente o de lo contrario podrían lamentar su decisión. Recuerden, tampoco tengo tanta paciencia, incluso si son importantes también se requiere un poco de respeto al tratar conmigo, así que la próxima vez que intenten atacarme las consecuencias serán devastadoras, tómenlo en cuenta, Jin de la tempestad"

Al terminar de decir esas palabras la bruja despareció y dejo a Jin con una evidente cara de sorpresa.

Jin se quedo pensando el por que ella sabia de dicho nombre.

Sin embargo, no había momento para pensar en eso, ahora era el momento de decidir lo que tenían que hacer.

Así que, intento hablar con su esposa, sin embargo, ella inmediatamente dijo su respuesta.

"Si es necesario un sacrificio, voluntariamente me ofreceré..."

"¡!"

"¡¿Estas loca?!"

"¡¿Acaso confías en su palabra?!"

"¡No digas tonterías Olivia, ella no salvara a nuestro hijo!"

"¡¿Entonces que quieres que haga?!. ¿esperar?, ¡¿eso es lo que quieres que haga, que espere a que nuestro hijo muera?!"

"Yo...."

"¿Lo vez?. No tienes una respuesta a mi pregunta. ¿Acaso crees que milagrosamente alguien aparecerá y nos dará otro tratamiento mejor del que ella nos dio?"

"...."

"Razona Jin, no tenemos demasiado tiempo, tenemos que elegir una opción, tenemos que elegir salvar a nuestro hijo o morir en el poso de este mundo..."

"..."

"Al menos déjame tomar esta decisión tan importante... Déjame elegir algo por una vez en la vida..."

"...."

Jin era un hombre duro que era bastante frio inclusive con aquell9os que eran mas cercanos a él, sin embargo, en ese momento estaba temblando, llorando y sufriendo de dolor.

Negaba rotundamente que su esposa tomara esa decisión, intento hacer de todo para que ella recapacitara su decisión, lamentablemente, poco sirvió su esfuerzo.

Todo estaba decidido, Olivia se iba a sacrificar para salvar a su hijo, sin importar lo que los otros dijeran sobre lo que ella estaba haciendo, al final, Olivia ya había tomado su decisión y era imposible hacerla recapacitar sobre lo que había decidido.

Entonces llamaron a la bruja para que hiciera el ritual de sanación.

Inmediatamente la bruja se presento, con su aura mística, ella se mostro ante las miradas serias de ambos padres.

Los dos la miraron con diferentes miradas en su rostro, sin embargo, ambos tenían una ligera esperanza en que su hijo sanara de una vez por todas.

Olivia con una mirada seria en su rostro se acerco a la bruja y le pregunto a la bruja si su hijo iba a sanar, ella se acerco a su oído y le dio su respuesta.

"¿Quieres hacerlo?"

"...."

"Hazlo"

"Entonces. Prepárate"

La bruja se preparo para el ritual.

Ordeno dos camas, un pergamino vació y un copa de oro completamente vacía que no tuviera ni un poco de suciedad.

Todo lo que ella pidió le fue otorgado sin escatimar, se le reservo una habitación especial, un lugar donde ella pudiera trabajar sin tener ni un problema.

Satisfecha con lo visto, la bruja preparo todo para dar inicio al ritual.

Al momento de preparar todo, la bruja estaba lista para iniciar con el ritual, le pregunto a la madre de Abel si estaba lista y ella sin escatimar asintió en afirmación, al momento de que ella afirmara su decisión, la bruja comenzó con el ritual.

Lo que paso en este lugar es un secreto que nadie conoce, inclusive Abel desconoce lo que sucedió en este lugar, solo la bruja, Isaac, Olivia y Jin conocen lo que sucedió en dicho lugar.

Sin embargo, todos saben la tragedia que sucedió, ese día, la señorita Olivia había perdido la vida y la vida de Jin cambio para siempre y por siempre.

Abel no recuerda nada de ese pasado, solo unos vagos recuerdos que aun hoy en día permanecen intactos.

"No olvides las flores cariño, son lo mas preciado que me diste durante mi vida... Por favor, cuida de ese bello recuerdo..."

Ese era el único recuerdo que tenia sobre su madre.

Luego de ese suceso, la vida de Abel dio un giro de 180°. Su enfermedad se había curado mágicamente y ahora era un niño sano como todos los demás niños de su edad, sin embargo, a pesar de haberse curado, había algo diferente en él que lo hacia lucir diferente a los demás chicos de su edad.

Era extraño de explicarlo, pero para su padre y aquellos que lo vieron crecer sintieron ese sentimiento extraño en su interior.

Era casi como si algo dentro de él fuera diferente.

¿El que?. Nadie lo sabia pero con certeza muchos miraban al joven amo de la familia Drakastar como alguien distinto y con algo oscuro dentro de él, no lo podían verificar pero eso era lo que sentían al ver su silueta.

La vida de Abel prosiguió. 

Desde que su enfermedad se curo, Abel tuvo una vida bastante plena donde no tenia complicaciones y vivía una vida normal como la de cualquier chico de su edad.

Todo era normal a excepción de que Abel no tenia una madre como los otros niños. Siempre le preguntaba a su padre acerca de donde se encontraba su madre a lo cual el respondía con algo de nostalgia.

Con sentimientos encontrados, Jin le respondía que se encontraba en un lugar mejor, rodeada de hermosas flores tan hermosas como ella.

Abel no lo comprendía de niño pero cuando fue creciendo, se dio cuenta de lo que esto significaba.

A pesar de esos altibajos, su vida continuo con normalidad, todo iba bien hasta que llego a los 12 años, una edad importante para los niños de este mundo.

Cuando los niños cumplían dicha edad, todos eran sometidos a una prueba para dictaminar su futuro en este mundo, ya sea tener un potencial para ser elegido por el destino o tener un potencial tan bajo como para no aspirar a nada en este mundo.

El destino era cruel y muchas veces era injusto con aquellos que merecían algo mejor.

A veces era tan cruel que aquellos que no lo merecían recibían una enorme bendición y aquellos que mas lo necesitaban eran despreciados y no se les otorgaba el poder que merecían tener.

Lamentablemente, esta era la ley de la vida en este mundo mágico, la magia era el origen del todo y era como el mundo se movía en este plano existencial, la magia dictaminaba todo y lamentablemente no era justa con todos.

Por ello el matrimonio entre familias era bastante común ya que si dos grandes fuerzas se juntaban, el hijo que estos engendrarían seria alguien poderoso y con un enorme potencial, al menos los registros lo decían y por ello muchas familias contraían matrimonio para que la siguiente generación heredara el poder de los padres de dichas familias.

Eso era lo que generalmente ocurría, las hijos heredando el poder de los padres, pero no siempre solía suceder de esa manera, muchas veces ocurrían ciertos "incidentes" donde el niño no heredaba el poder que las familias esperaban.

Y precisamente eso fue lo que le ocurrió a Abel.

Todos esperaban grandes cosas de él, a fin de cuentas era hijo de Jin, un poderoso aventurero que era respetado incluso por la realeza.

Por ello, de Abel se esperaban grandes cosas pero lamentablemente decayó en la desesperación.

A los 12 años se le hizo la prueba mágica donde se revelaría el potencial mágico de Abel.

Isaac fue quien hizo la prueba, se preparo e hizo el procedimiento que suele hacerse para saber el potencial de Abel.

"¡¿Que paso?!"

"...."

"Malas noticas señor..."

"¡!"

Cabizbajo, Isaac le dio su veredicto.

"¡¿Es una broma?!"

"Lo siento mucho señor Jin, pero Abel no tiene la capacidad de utilizar magia, sus flujos mágicos estan rotos y la magia no puede fluir adecuadamente a través del cuerpo, lamentablemente, esta destinado a ser un humano común"

"¡!"

"¡¡Esa maldita perra!!"

Con ese veredicto, Abel fue considerado lo que muchos llamarían un desperdicio, una persona incapaz de usar magia en un mundo gobernada por la misma era considerado un desecho.

No tenia mucho futuro, no aspiraba a absolutamente nada en este mundo, su destino era estar en las sobras y vivir su vida como un niño de alta cuna.

El mundo de Jin se vino abajo al saber esa noticia, lo intento de nuevo como aquella vez cuando tenia 4 años, sin embargo, esta vez no había cura para lo inevitable.

El resultado era el mismo, Abel era un completo desperdició que no tenia futuro en el mundo mágico.

Jin estaba en la ruina, no sabia que hacer al respecto, amaba a su hijo mas que a nada pero temía por el futuro del mismo y no tenia idea de que hacer para salvar el inevitable futuro que este iba a tener.

Jin simplemente se derrumbo en el suelo mientras intentaba encontrar una respuesta a todos eso tormentos que lo seguían.

A partir de aquí la vida de Abel continuo y todo siguio igual con el único detalle de que era un chico sin talento mágico.

Al inicio esto no afecto demasiado la mente de Abel pero conforme los años pasaron y su libertad estaba condenando a vivir para siempre en la mansión de la familia Drakastar, la mente de Abel se lleno lentamente de oscuridad.

A partir de los 16 años su mente comenzó anhelar el poder que los otros mostraban, él era un niño sin capacidad mágica y por mas que lo intentara, no podia hacer lo que los otros hacían con total libertad.

Tenia todo pero a a la vez no tenia nada y eso ocasiono que su mente se transformara.

Su mente sucumbió ante la oscuridad, lentamente se volvio loco hasta el punto de no poder soportarlo y dejar que la oscuridad lo consumiera por completo.

Un día, una melodiosa voz le hablo al oído y le hablo acerca de la libertad que él no poseía.

"¿Quieres ser feliz?"

"Bien"

"Toma mi mano y seremos los mas felices de este mundo"

"Vamos, la libertad te espera al otro lado..."

Sus ojos se pusieron negros y lo único que pudo pensar era en seguir a dicha voz.

Le dijo que lo llevara con él, que ya no deseaba estar en este mundo.

Con una carcajada, la misteriosa voz le hablo acerca de un trato, no le importo demasiado y simplemente acepto su trato.

"Jeje, no te vas a arrepentir. O tal vez si?. Jajaja"

Luego de eso la oscuridad lo consumió, su libertad le fue consumida y después de eso llego la segunda parte de la historia de Abel.

"Ahora es tu momento de cumplir con tu trato, humano, o debería llamarte Abel., señor de la sangre..?"

"Jeje"

"No puedo esperar a nuestro reencuentro"

"Te estaré esperando en mi trono, mi muchacho~"

"Jeje, nos vemos. Abel..."