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Chapter 12 - Capitulo 12

"...."

"¿Como te encuentras, hijo...?"

"Bien, diría yo...."

"...."

"Ya veo.... Me alegra saberlo" 

"De verdad.... me alegra saber que te encuentres bien, hijo mío, de verdad, estoy bastante contento de que te hayas recuperado, de otra forma ahora, quizás ahora mismo estaría en la ruina..."

"Claro...."

El rostro de Jin tenia una sonrisa que pocas veces se había visto en su rostro, todos los presentes estaba un poco sorprendidos por ver su rostro sonreír de esa manera, incluso el mismo Isaac quien había vivido cientos de aventuras con el frio e imponente señor de la familia Drakastar estaba sorprendido por su actitud, sin embargo, muy en el fondo, estaba contento al ver a su señor sonreír genuinamente ante este momento conmovedor.

Todos estaban aliviados por saber que Abel se había recuperado, incluso Amelia estaba aliviada por su situación, si bien odiaba este compromiso, la realidad es que no le deseaba ni un mal a Abel ni a su familia, de hecho se sentia mal al saber que Abel podia morir, durante toda la semana donde Abel estuvo inconsciente, Amelia no pudo dormir por la preocupación de saber que este chico inocente podia morir de una manera injusta.

No lo odiaba del todo y lo demostraba al momento que suspiraba de alivio al ver el estado del que seria su prometido.

No era por que lo amara o algo por el estilo pero tenia una deuda con él que ella tenia que pagarle sin importar absolutamente nada.

No se lo dijo a nadie ya que le avergonzaba decir tales palabras, sin embargo, ella recuerda cuando Abel la salvo de la poderosa explosión que azoto todo el lugar.

Recuerda perfectamente estar entre sus cálidos brazos mientras Abel la protegía con su cuerpo para que ella no resultara lastimada.

Amelia aun lo recuerda claramente, aun recuerda como este se tiró al suelo para protegerla del impacto, esos recuerdos se incrustaron en su mente, lo intentaba negar pero era evidente que no podia sacarse de la cabeza la increíble hombría que este chico poseía, a fin de cuentas, seguía siendo una damisela con sentimientos inmaduros y por supuesto que algo como esto iba a afectar su cabeza.

No estaba enamorada o algo por el estilo, pero era evidente que había un poco mas de interés en este chico que seria su futuro esposo.

Por otro lado, Byokko tenia diferentes pensamientos respecto al chico de la familia Drakastar.

Estaba aliviado, ya que el chico era el hijo de uno de sus mas grandes amigos de toda la vida, no podia evitar estar contento, sin embargo, tenia mas preocupaciones por otras cosas que lo molestaban.

Primero, estaba el misterioso ataque de la bestia que ataco a Abel.

Era un enigma y nadie sabe exactamente el significado de esto, sin embargo, según la investigación obtenida, esa criatura, pudo haber hecho añicos a todos los presentes sin hacer demasiados esfuerzos.

Byokko por supuesto que estaba preocupado por este asunto, no solo por que era un enigma su verdadero objetivo si no que también activaba varias alertas que no dejaban descansar la mente de Byokko.

¿Quién era esta criatura y que era lo que quería en este lugar?.

¿Iniciar la guerra, matar al Joven Abel o.... buscaba algo mas?

Todas esas preguntas no parecían tener sentido.

Era ilógico querer iniciar la guerra si su poder sobrepasaba la fuerza de todos los presentes, matar a Abel también era bastante ilógico, era un chico sin ningún talento mágico, no era fuerte y no tenia futuro en este mundo repleto de talento mágico, entonces este punto no parecia tener demasiado sentido, por otro lado, lo mas lógico era lo ultimo, quizás estaba buscando algo importante y ese era su objetivo en este lugar, sin embargo, aun habia interrogantes sin resolver, Byokko intentaba resolverlas en su cabeza, pero simplemente no podia hacerlo.

Todo esto lo llevaba a otra interrogante.

Mirando al chico que estaba recostado sobre la cama, Byokko tuvo otra interrogante.

-¿Como rayos puede curarse con tanta velocidad?-

-Ni siquiera los magos mas poderosos pueden lograr esa velocidad de curación, vamos, ni siquiera Isaac, uno de los mas poderosos magos del mundo, puede hacer tales milagros con su magia, solo los 'Santos" pueden lograr hacer algo como eso, sin embargo, ellos son personas con un poder especial que fue otorgado por los dioses, entonces, ¿Cómo es que este chiquillo puede curarse de tal manera?. Ni siquiera tiene magia y su herida no era para nada una broma, de hecho era letal, mas letal que la herida que me causo esa lagartija de oscuridad, entonces. ¿Cómo hizo para recuperarse?-

Abel era una incógnita para todos los presentes, no solo era Byokko el que tenia dudas sobre Abel.

Isaac, Jin y Byokko tenían el mismo pensamiento respecto a Abel.

No lo entendían del todo y por supuesto que tenían dudas sobre el misterio que lo rodeaba.

No era una casualidad y definitivamente había algo raro con él.

Todos tenían ese pensamiento, sin embargo, por ahora esa no era la preocupación, la preocupación ahora mismo era otra.

Dejaron de lado eso y comenzaron con el principio.

"¿Recuerdas lo que paso, hijo?"

"Un poco..."

"Según mis vagos recuerdos, todo inicio mientras charlaba con la princesa Amelia, ambos discutíamos sobre algo mientras disfrutábamos de la hermosa vista del jardín de mi madre..."

"...."

Amelia miro a Abel con diferentes pensamientos en mente.

"Sin embargo, de un momento a otro, algo en mi cabeza me indico que había peligro, fue una extraña sensación que simplemente no puedo explicar correctamente, fue extraño y esa sensación me alerto del peligro que estaba a punto de suscitarse...."

"Luego de eso, mi instinto me guío por completo, me lancé al suelo junto con la princesa Amelia e intente salvarla de lo que sea que mi mente me estuviera alertando, al final todo lo que recuerdo fue cuando caí al suelo, después de eso mi mente se fracturó en diferentes recuerdos, recuerdos que no se si sean realidad o simples sueños..."

"...."

"¿Y que viste en dichos sueños?"

"Son recuerdos inconclusos.... Criaturas extrañas que no puedo recordar en lo absoluto..."

"Solo recuerdo que sus ojos eran un vació infinito que no parecia tener fin... era casi como si estuviera viendo mi muerte..."

"....."

Todos se miraron los unos con los otros con diferentes miradas en sus rostros, todos pensaban lo mismo pero no se decían absolutamente nada, simplemente se miraron como si todos supieran de lo que podia tratarse.

"Esta bien hijo, me alegra que nos des detalles, con esto podremos averiguar un poco sobre lo que sea que te atacó. Por ahora mejor descansa y recupérate lo mas pronto que puedas. ¿Entiendes?"

"C-Claro, padre..."

Jin se paro del asiento y con la mirada le indico a todos que salieran de la habitación.

"Amelia, vuelve a tu habitación"

"¿Por que?"

"Hablaremos de algo de suma importancia por lo que te pido que al menos obedezcas esta vez a tu padre, por ahora es peligroso salir afuera así que te pido que vuelvas a tu habitación..."

La mirada de Byokko era de total seriedad y cuando Amelia miraba esa mirada en el rostro de su padre era sinónimo de que de verdad estaba hablando enserio.

Amelia quería replicar, pero al ser su padre, soporto las ganas de hacer berrinches y en cambio bajo la cabeza mientras asentía en afirmación.

"Claro. Papá..."

Dijo mientras giraba su cuerpo.

Byokko simplemente se dio la vuelta y alcanzo a Jin quien ya estaba de camino a su oficina.

Amelia se quedo parada en el lugar mientras tenia diversos sentimientos en mente.

Mientras miraba a su padre irse, Amelia miro la puerta de la habitación de Abel con diversos pensamientos en mente.

Estaba durativa, pero al final tenia cosas que averiguar.

Dejo de lado su orgullo y vergüenza e hizo lo que su corazón le indico. 

"Yo también soy una adulta"

Dijo antes de abrir la habitación de Abel.