"Ah..."
"¿Q-Que rayos p-paso...?"
"...."
"¿Por que me duele todo el cuerpo...?"
"Argghhh.... ¿Q-Que fue lo que s-sucedió....?"
"...."
"¿?"
Abel estaba completamente confundido por lo que estaba pasando ahora mismo, de hecho estaba tan confundido que no comprendía absolutamente nada de lo que sucediendo, sin embargo, de pronto todo se aclaro, como si su cuerpo entrara en un transe todo se aclaro cuando miro lo que se suscitaba a su alrededor.
Cuando Abel lo vio sus ojos se hicieron completamente grandes.
"¡!"
"¡¿Q-Que?!"
Fuego, destrucción y caos fue lo que sus ojos miraron.
Todo estaba completamente destruido, el hermoso jardín había desaparecido por completo, todo a su alrededor se volvio seco y sin ningún rastro de vida.
Todo era un desastre y Abel simplemente no podia comprender lo que se estaba suscitando a su alrededor.
Tenia curiosidad por saber lo que pasaba, muchas preguntas en su cuerpo que rápidamente fueron respondidas, su curiosidad se alimento y al enterarse lo que pasaba, Abel inmediatamente tomo a Amelia y corrió lo mas rápido que podia.
"¡¡Mierda!!"
"¡¿Por que esta aquí?!"
"¡¿Por que este tipo esta aquí?!"
"¡¡El no puede estar en este lugar, no en este punto de la historia!!"
"¡Joder!!"
"¡Tengo que huir de aquí!"
Su cuerpo dolía como nunca, de hecho, aun estaba confundido por lo que pasaba, sin embargo, al ver esa figura, al ver esa silueta, Abel no pudo evitar querer escapar, sabia a lo que se enfrentaba, sabia el peligro de lo que estaba frente a sus ojos, sabia lo que era esta persona, por ello, Abel ni siquiera lo pensó demasiado.
Tomo a Amelia quien estaba desmayada en el suelo, la tomo entre sus brazos y sin pensarlo demasiado se la llevo lo mas lejos que podia de esa Ser inmortal.
"¡¡Zhaeris!!"
"¡¿Por que rayos estas aquí?!"
En este mundo existían muchas secretos y misterios que se aguardaban en lo mas profundo de este mundo, historias interesantes, relatos ocultos que nadie sabe y misterios que se aguardan en lo mas profundo del mundo.
Hay demasiados misterios y secretos que se ocultan en lo mas profundo de este mundo, secretos que ni siquiera Abel sabe en su totalidad.
Sin embargo, dentro de lo poco que sabia sobre este mundo, Abel, sabia unas cuantas cosas que eventualmente sucederían en el futuro.
Durante sus mas de 40 veces rencarnando en este mundo había una pauta la cual se solía seguir en cada vida, por ejemplo, su matrimonio con Amelia, siempre sucedía de la misma manera, ella rechazándolo y él intentando aprovecharse de ella.
Eso era lo que generalmente ocurría en la mayoría de los casos, sin embargo, hoy que fue liberado de la cadena a la cual estaba encadenado durante estos cientos de años que vivió, las cosas cambiaron radicalmente.
Todo iba normal hasta que esa explosión arrasó con todo a su paso.
Abel no entendía lo que pasaba en ese momento. Claro, hasta que vio la silueta que se postraba en el lejano horizonte.
Apenas era perceptible para los ojos de Abel, sin embargo, el color y los cuernos que sobresalían de su cabeza indicaban la identidad de dicha criatura.
Abel no lo pensó demasiado y salió corriendo ya que dicha criatura indicaba un peligro critico si se encontraba de cara a cara con dicha criatura.
Su nombre era Zhaeris, príncipe de la oscuridad y rey del abismo oscuro, criatura del mal y aquel que nació para devorar la luz.
Zhaeris, devorador del abismo.
"Detente~"
Abel se estaba preparando para irse cuando de pronto escuchó una voz que se posó sobre su oído.
Los escalofríos recorrieron el cuerpo de Abel y el miedo inundo por completo su corazón.
Los nervios y el sudor frio comenzaron a mostrarse en su cuerpo.
Abel no tenia idea de como lo había visto, sin embargo, sabia que si desobedecía sus ordenes cosas malas podían suceder.
Este ser era una completa abominación creada por una fuerza misteriosa que Abel simplemente no comprendía.
Por ello solo trago saliva mientras esperaba que esta cosa hiciera lo que tenia que hacer.
No tenia idea de por que estaba aquí, sin embargo, lo único que podia hacer era esperar a ver lo que iba a hacer, sin importar nada, Abel tenia que soportar este martirio.
"...."
"Baja a la chica y voltea hacia mi dirección"
"¿Q-Que le harás...?"
"No me hagas repetirlo. Baja a la chica y voltea a mi dirección...."
"...."
"Okey..."
Abel hizo lo que este ser le ordenó, no quiso desobedecer sus ordenes y simplemente hizo lo que él le ordeno hacer.
Suavemente, coloco a Amelia en el suelo y lentamente giro su mirada en su dirección.
Al momento de hacerlo, pudo ver a la abominación frente a él.
Su apariencia no iba acorde a lo que en realidad era dicho Ser. Él era normal, relativamente un humano común como él o como cualquier otro humano del mundo, de hecho, era una persona altamente atractiva que tenia un rostro perfecto que solo los dioses podían poseer, cabello blanco, ojos rojos y un cuerpo perfectamente formado con unos atractivos músculos que lo hacían lucir simplemente espectacular, aunado a eso, tenia una estatura de 2 metros que hacia relucir aun mas la belleza de dicho Ser.
Su ropa era bastante sencilla, zapatos lujosos de color negro, un pantalón de vestir del mismo color y su camiseta negra que estaba ligeramente abierta de la parte superior mostrando así su hermosa apariencia.
Zhaeris era relativamente normal, sin embargo, dentro de esos rasgos tan humanos, se encontraba un Ser capaz de destruir el equilibrio de este mundo.
Un ser que era literalmente una deidad.
Abel lo sabia o bueno, al menos así lo escucho en una historia que alguien le conto en el pasado, Zhaeris fue el terror de todos y fue aquel que destruyo el equilibrio del mundo donde habitaba, era una abominación y tenerlo de cerca era un terror que Abel simplemente no podia explicar.
"....."
Sus ojos se cruzaron con diversos sentimientos en mente, por un lado el terror y la angustia de Abel y por otro lado se encontraba el desdén y la burla de Zhaeris.
Sus ojos mostraban arrogancia y un toque de despreció al mirar a un ser inferior como lo era Abel, por otro lado, los ojos de Abel no paraban de temblar temiendo por una muerte dolorosa como las que antes había experimentado.
No sabia lo que iba a suceder pero esperaba que todo saliera lo mejor que pudiera salir
El silencio perduro durante unos segundos, solo se miraron el uno con el otro antes de que la bestia se dignara a hablar.
"Tengo un mensaje para ti"
"Abel~"
"¡!"
Abel se sorprendió de sobremanera al escuchar las palabras de la bestia.
Tenia tantas ganas de preguntarle el por que sabia su nombre, sin embargo, las palabras no le salían de su boca.
La bestia coloco una enorme sonrisa en su rostro antes de proseguir con sus palabras.
"La deidad oscura espera tu retorno"
"La verdadera guerra esta a punto de iniciar y la deidad requiere de tu presencia, así que, prepárate, en 4 años, la deidad oscura te esperara en su trono..."
"¡!"
Esas palabras confundieron por completo la mente de Abel, quien simplemente no podia entender en lo absoluto lo que estaba sucediendo en este momento.
Tenia muchas preguntas, pero no había tiempo para tales preguntas ya que cuando justamente iba a preguntarle acerca de lo que significaban esas palabras, la bestia, con una velocidad sobre humana, atravesó su cuerpo con su mano.
"¡¡PAAAAMMM!!"
"¿Eh...?"
Abel sintió un pinchazo en su cuerpo y al bajar su mirada hacia su estomago pudo notar un enorme hoyo en su estomago con sangre y viseras saliendo desde este.
"Puajhh"
Abel vomito algo de sangre y lo ultimo que pudo hacer fue ver a la bestia una ultima vez.
"Lo siento pero son ordenes de mi señor"
"T-Tu..."
"Nuestro señor manda sus saludos y espera que cumplas con el papel que te fue otorgado por los de mas arriba"
"Nos veremos pronto señor de la sangre, anhelando poder enfrentarnos en batalla y mostrar el potencial que cada uno en verdad posee. Jejeje, sin duda será demasiado divertido ver tu crecimiento"
"Nos vemos Abel y espero estés preparado para sufrir lo que se avecina"
"Jejeje"
"Adiós"
Al finalizar sus palabras la mente de Abel se marcho a la oscuridad absoluta, su mente dejo de pensar y todo se torno oscuro y con un vacío existencial inexplicable.
Finalmente entro al mundo de los sueños donde la oscuridad se apodero de su mente.
Todo era oscuridad y maldad aunque aun quedaba un toque de bondad.
"Abel, señor de la sangre"
"Despierta y cumple con el papel que te fue otorgado, ¿O acaso has olvidado tu proposito?"
"...."
"Despierta de una puta vez y demuestra a esas ratas quien es el que manda"
"¡Demuestra quien es el verdadero heredero al trono de sangre!"
"¡¡Abel. Despierta de una puta vez!!"
"¡¡¡!!!"