Elis lavaba los platos en la cocina, Jonas ayudaba con los que haceres de la posada y Harlan llevaba los pedidos hacia las mesas. Entre los clientes se encontraba una mujer hermosa de ojos claros amarillos radiantes y el pelo del mismo color; ella pidió el almuerzo la especialidad del día, la mujer venia acompañados de juglares, pues traían mochilas con instrumentos musicales; guitarras, flautas, etc.
—Os traigo el almuerzo con unas cervezas como lo pidieron. —Harlan sonrió, repartió los platos, la cerveza y luego puso los vasos.
—Pareces ser un chico amable —expreso la mujer de pelo rubio.
—Solo es mi educación y como bien la posada no ha dejado de estar vacía mejor para mi mamá, es mucho trabajo pero mientras mi familia este bien yo estoy de buen humor —sonrió de nuevo—, siempre tenemos nuevos clientes y les damos nuestra bienvenida a todos.
—Bien hoy seremos vuestros clientes y volveremos cuando tengamos la oportunidad ¿No es cierto camaradas? —dijo la mujer a sus acompañantes.
—¡Si señora! —levantaron sus vasos de cerveza. El acompañante de la derecha de la mujer le hablo en el oído susurrándole algo, cuando Harlan se había marchado, y bebió un trago de cerveza.
Aunque se veían inofensivos, los dos acompañantes llevaban también espadas y la mujer que parecía su líder llevaba consigo un arco con flechas de caza.
La posada no había recibido tantos clientes como en esos días y entre estos muchos andaban armados.
Harlan volvió con los pedidos a la cocina, su madre con ayuda de dos cocineras preparaban los platos.
—¿Estás bien?, te veo pálido —Miss Harder que le tomo el pulso y apoyo una mano en la frente del chico—, te estás enfermando Harlan —exclamo.
—Mi vista, mis ojos se cansan mucho pero puedo seguir con los pedidos mamá de seguro se me pasara —espeto el chico, pero su vista empeoraba con cada mes que pasaba, Mis Harder comprendía tanto y sentía cariñó por esos niños aunque no llevaran su sangre o nacieron de su vientre, los había recogido de las calles ya hace mucho tiempo; su corazón se quebró se destrozaba en pedazos y volvió por la calle donde los había visto y hasta ahora no se ha separado de ellos pues las calles de esa ciudad le traían muchos recuerdos.
—Dame eso, descansa un poco hijo yo atenderé a los clientes.
—Vale saldré a tomar un poco de aire —se alejo un poco para ver el parque de la ciudad que se encontraba al exterior de la posada, mucho más allá se encontraba un rio con mucha afluencia, temía mucho por el camino pues con cada paso que daba tropezaba con alguna otra cosa en su paso. Suspiro un momento, era aire fresco; ahí donde sus dedos palparon las aguas del rio que congelaron la superficie, algunas veces lo hacía no por el hecho de ser una especia de brujería si no por que hacer eso le daba tranquilidad y despejaba su mente, calmaba el dolor de los ojos durante los días soleados, algunas veces solo por diversión.
—¡Es un extraño lugar! —dijo la mujer de la posada a quien sirvió antes.
Harlan retiro rápidamente las manos del agua escondiéndolas rápidamente detrás en su espalda.
—¿Quién eres?, a lo olvide mucho gusto de verte de nuevo.
—Encontrar críos educados en estos días es difícil de ver, perdona si te asuste pero nos conocimos hace uno momento en la posada tú eras el mesero, mi nombre es "Myra", bueno ya me iba de la ciudad tomare un transporte por la tarde, se que no es de mi incumbencia pero lo que hiciste en el agua es extraño ¿no lo crees?
Harlan tenía la cara de espanto.
—No es lo que crees es solo magia inofensiva.
—En un lugar como este que es conocido porque el lord de estas tierras es conocido como un cazador de magos.
—¡No soy un mago!, para ser un mago tienes que aprender de magia de los propios "Eldren". Y yo no sé nada de ellos además que yo solo lo aprendí por mi propia cuenta.
—Tranquilo chico, es un secreto que nadie vio aquí —repuso la mujer que lo dijo como una orden hacia los sujetos de atrás que le acompañaban—. Bien el es "Igri" —le presento un sujeto calvo y una barba roja que le llegaba hasta el cuello, este iba vestido en pieles y una armadura ligera.
—Es la verdad mi señora no vi nada y nadie vio nada, y cualquiera que lo haga lo callare —expreso el hombre casi gritándolo a sus alrededores.
—Espera chico no te asustes, ellos son amigos no harán nada ni dirán nada. Perdona si te molestamos —ella hizo una reverencia casi inclinándose—. Mi señor le pedimos que si tiene problemas nos busque. —con las manos en la tierra no alzo la cabeza.
—¿De qué habla?, yo no soy ningún señor solo soy un el mesero de la posada, no es nada, no soy una persona importante por favor no hagan eso—respondió Harlan—, siempre me encuentro con extraños en este rio y eso de señor no lo escuchado nunca tampoco es para mí.
Myra se levanto con la cara sonrojada, se limpio las ropas, sus otros acompañantes vigilaban los alrededores.
—Ya lo creo chico una cosa más antes de retirarnos, lo olvidaba estuvo muy sabrosa la comida que prepara tu mamá, no probamos una comida igual de sabrosa hace mucho tiempo.
—Si mi mamá lo prepara muy bien y casi nunca se toma días libres siempre está cocinando.
—Somos un grupo como de guardaespaldas, lo sé es un poco extraño pero me caiste bien, y solo por hoy te damos un oferton.
—¿Qué? —la extrañeza se vislumbro en su repentina expresión de Harlan.
—Si te encuentras en problemas ya sabes solo estaremos en aquel transporte carmesí dos días y luego nos iremos al sur, ¿recuerdas lo que te dijimos?, somos guardas espaldas y te ayudaremos por un precio tan bajo que será el mejor que escuchaste.
Harlan levanto una ceja, las palabras que escucho fueron muy insistentes desde su perspectiva.
—Que me metiera en problemas, lo pensare si me encuentro en problemas los buscare. —levanto la mano avergonzado y sonrío.
—Bueno ya sabes solo búscanos y te ayudaremos de alguna forma —se rascaba la cabeza con los ojos cerrados casi lo decía con vergüenza pero ella es la líder del grupo Myra mas solo su nombre recordó—, estaremos esperando.
—Vaya extraña forma de trabajo la de ustedes jejeje. —Escucho que le llamaban era la voz de Jonas detrás de él.
—¿Por qué hablas con ellos? —pregunto Elis y le tomo de la mano para llevárselo a comer, la comida de la posada se había acabado y cerraron temprano fue lo que escucho antes de marcharse de alli.
Por la cara que traía Elis algo le preocupaba.
* * *
—¿Escuchaste las ultimas noticias?
—No, claro que no soy de esos que no les gustan las noticias de los señores nobles estirados.
—He oído que el Lord a reunido y mandado a llamar a todos los hombres para que se enlisten como soldados leales a la casa Theone, los hombres y mujeres que llegaron de distintos lugares como también un ejército real que vino desde "Lures".
Robyn que les había encontrado antes de llegar a su casa.
—¿De qué hablan?, si eso fuera cierto yo los habría visto y además nada se me escapa. —un poco incrédulo Jonas insistió.
—¿No es acaso que hayas escuchado mal Robyn? o tal vez lo oíste de de unos mercenarios. —expreso Miss Harder que les escucho desde la puerta de la posada.
—Sí, Jonas está obsesionado con la idea de servir como un caballero errante ¿o me equivoco? —Elis lo dijo si todos ya habían escuchado de la misma boca de Jonas y el siempre lo repetía cada vez que podía.
—¡Cállense!, pero la verdad yo seré guardia real mejor yo seré leal al Lord —repuso Jonas cruzado de brazos—. Mi lealtad y valentía será contada como canciones de un héroe errante.
—Bueno no hay mucha diferencia —dijo Robyn—. Yo me conformo con ser comerciante en esta ciudad porque los números se me hacen fáciles.
—Pero el asunto no es ese hablábamos de lo que hacia el señor feudal.
—Basta de pelear por hoy además que fue un día agitado y mañana será igual. —Miss Harder los insto para que se vayan acostar.
Cuando terminaron de cenar, cada uno se fue a su dormitorio. Jonas y Harlan compartían una pieza, Elis compartía la habitación con su madre y su hija menor "Gerd" y Robyn dormía solo en el sótano.
Gerd era la hija de Elis y la niña de cinco años de edad que nació de manera muy secreta en la familia, pues Elis nunca menciono el padre de la niña sus motivos fueron fuertes ante las preguntas de toda su familia y la nula confirmación de su identidad.
Gerd poseía el pelo rojo muy despeinado y los ojos claros casi transparentes como el cristal blanco de una esfera.
* * *
—¿Es cierto lo que oíste? —pregunto Harlan con la cabeza apoyada en su almohada.
—Todas las noticias se esparcen y con una probabilidad de que sean verdaderas. Pero el tumulto de la gente ahí afuera es agobiante quizás sea verdad de lo que muchos hablan de que pronto habrán problemas en esta ciudad.
—Ayer tuve un sueño muy extraño que la ciudad se congelaba al mismo tiempo que aparecían unas sombras que tenían tatuajes y hacían que la ciudad se congele también.
—Es solo un poco de estrés, tu día no ha sido de los mejores pero estas mejorando y tu vista no ha empeorado, ¿Qué cuantas veces son las que te salvo? ¿Cuatro o cinco? —contaba con los dedos llegando hasta cinco.
—. ¡Basta ya con decir eso no me ayudas!
—Entonces no te metas en problemas —le respondió Jonas.
El chico suspiro.
—Hielo, ¿por qué la ciudad se cubría de hielo?
—Son sueños del futuro como lo dicen los hechiceros o solo los recuerdos de algo que viste como un hielo que se te guardado en tu cabeza y apareció en forma de sueño.
—Este sueño fue muy vivido casi como una pesadilla muy real.
—La manera de que ya no los tengas es conciliar un buen sueño.
—Es verdad.
—¿Notaste algo extraño en Elis? —pregunto Jonas sujetándose la cabeza con las manos apoyadas en la almohada.
—No, pero lo que dices tiene algo de razón, la note algo distraída, ella no es así con los clientes pero olvido tomar unas cuatro órdenes de las mesas.
—Duerme ya.