Punto de vista: Leonardo Leonez
Mi hermana y yo bajamos al primer piso y fuimos al salón de recepción donde ya estaba mi padre sentado en el sillón principal, por lo que Elena y yo nos sentamos en el sillón de a lado esperando que nuestro padre hablara.
"Escuchen, en un momento llegara un invitado con quien hablare de negocios, su nombre es François Dupont, él es un noble francés que escapó con su fortuna de Francia, el busca asentarse por lo que busca obtener negocios, influencia y conexiones aquí en el virreino" dijo mi padre con seriedad antes de agregar.
"El señor François tiene una hija de 14 años" dijo mi padre mientras me miraba "no hemos acordado nada, sinceramente es mi última opción para un compromiso, sin embargo, sigue siendo una opción, François traerá esta noche a su hija por eso espero que puedan entretener a la joven en lo que hablo con su padre"
Miré a mi padre a los ojos con seguridad, desde que emprendí este viaje ya me había preparado mentalmente para conocer a mi futura prometida, y estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para que nuestros planes tuvieran éxito.
"Además" volvió a hablar mi padre, pero esta vez se dirigió a Elena "También traerá a su hijo de 9 años, también espero que seas amable con él Elena, para poder tener dos caminos en caso de que sea necesario"
Rápidamente entendí que el pequeño Dupont también podría ser un potencial prometido para mi hermana, sin embargo 5 años de diferencia parecían mucho, claro que al final si se comprometen solo se casarían hasta que él pequeño Dupont cumpliera 18.
Aun así, gire mi mirada justo a tiempo para ver la máscara elegante de mi hermana derrumbarse por unos segundos con un ceño fruncido, pero rápidamente volvió a su rostro natural antes de decir "Hare lo que sea necesario"
Estaba a punto de preguntar por los nombres de los hijos del señor Dupont, pero un sirviente de la hacienda entro a la habitación y se acercó a mi padre.
"Sus invitados han llegado Don Pedro"
"Bien, hazlos pasar" dijo mi padre antes de levantarse,
Nosotros también nos pusimos de pie, después de que el sirviente salió de la habitación, paso medio minuto hasta que regreso abriendo ambas puertas y haciéndose a un lado.
Detrás de él entro un hombre flaco de pelo negro, ojos azules y bien vestido de aproximadamente 45 a 50 años, con un porte digno camino hasta acercarse a mi padre.
Pero mi atención se fue a la chica que seguía al hombre que era la chica más hermosa que haya visto en mi vida, tenía el cabello rubio claro largo, ojos azules, rostro ovalado delicado, piel clara con una complexión delgada.
Si no fuera por mi hermana que me dio un codazo para recuperarme seguramente seguiría contemplando a la chica, entonces vi al último miembro de la familia Dupont, un niño de cabello negro y ojos azules con un rostro redondo infantil.
"Un gusto volver a verlo Don Pedro" dijo François dándole la mano a mi padre "gracias por recibirme esta noche, le presento a mis hijos Colette y Julien"
Los hijos de François hicieron una reverencia cuando su padre menciono su nombre, mi padre asintió mientras giro hacia nosotros haciendo un gesto para que nos acercáramos.
"Es un placer conocerlos, igualmente permítanme presentarles a mis hijos mayores, Leonardo y Elena" igualmente mi hermana y yo hicimos una reverencia.
"Igualmente es un placer finalmente conocer a Monsieur Leonardo y a Mademoiselle Elena" dijo François quien hablaba con un acento francés.
"Señor François por favor sígame a mi oficina para poder hablar de negocios, mis hijos serán felices de poder entretener a los suyos aquí mientras hablamos"
El señor François asintió mientras seguía a mi padre a otra habitación, por lo que solo quedamos Colette, Julien, mi hermana y yo en esta habitación, además del sirviente que estaba en la puerta para cualquier cosa que necesitáramos, estábamos de pie en medio del salón por lo que decidí hablar para invitar a todos a sentarnos, pero mi hermana fue más rápida.
"Que les parece si tomamos asiento, ¿les gustaría té?" pregunto mi hermana con elegancia.
"Oui, Mademoiselle Elena nos guastaría un poco de té en lo que esperamos" contesto Colette, ella hablaba con un ligero acento francés.
Elena hizo una señal al sirviente y este salió de la habitación por el té, mientras decidí que sería bueno iniciar una conversación.
"Dígame señorita Colette, ¿le gusta la música?"
"Así es Monsieur Leonardo, me gusta la música clásica" Colette respondió con una sonrisa educada.
Me sentí un poco aliviado de que hubiera respondido de manera amigable, pero no pude evitar notar que había algo de frialdad en su voz, tal vez es solo mi imaginación por lo que trate de profundizar en la conversación.
"Sin duda la música clásica es la mejor, pero dime ¿Cómo es Francia? escuché que es hermosa" dije.
"Si Francia es un país hermoso, la campiña es muy pintoresca" Colette respondió con una sonrisa educada pero monótono.
Me di cuenta de que Colette estaba tratando de mantener la conversación en un nivel superficial, y me sentí un poco frutado, quería conocerla mejor, pero parecía que no estaba dispuesta a abrirse conmigo, por lo que decidí no continuar.
Mi hermana tomo el control de la conversación con los hermanos Dupont, entonces me di cuenta de que Colette hablaba más naturalmente con mi hermana y no usaba ese tono de frialdad, por lo que mejor me quedé callado bebiendo té mientras mi hermana se encargaba de la conversación, Julien hablaba mal el español y su acento francés era más pronunciado, pero era capaz de seguir la conversación.
Después de media hora, nuestros padres regresaron a la habitación donde la familia Dupont se preparó para partir, pero entonces cuando pensé que no podía estar más confundido acerca del comportamiento de la señorita Colette, cuando nos despedíamos ella se acercó a mí.
"Fue un placer conocerlo monsieur Leonardo" ella se acercó a mí con una sonrisa coqueta y extendió su mano para que la besara, lo cual hice confundido " Espero volver a verlo en el baile del virrey, Monsieur"
Después de toda esa experiencia los Dupont subieron se retiraron.
"¿Qué fue lo que paso?" pregunte cuando ya no nos podían escuchar.
"Eso sin duda fue interesante" dijo mi hermana mientras intentaba no reírse mientras se retirará a dormir.
Bueno es un misterio que no tengo las energías para descubrir, por lo que me retira a mi habitación a seguir durmiendo, había acordado que mañana iría al mercado de la ciudad con Mateo y María por lo que quería descansar bien.
24 de Diciembre de 1803
El sol se había ocultado y las estrellas y la luna iluminaban el cielo nocturno ahora, mientras mi padre, Elena y yo abordábamos el carruaje que nos llevaría al palacio virreinal, pensaba en los pocos días que pasamos en la ciudad de México los primeros días me divertí con Mateo y María explorando la ciudad de México, pero dentro de poco ya habíamos explorado todo lo interesante e irrelevante, después de eso seguí entrenando con Mateo.
De vez en cuando alguien influyente venía a visitarnos, desde los menos influyentes como simples comerciantes y dueños de ranchos, hasta los más influyentes como miembros de la iglesia o simplemente personas ricas de la ciudad que querían conocer a la familia Leonez, al inicio fue entretenido conocer a toda esta gente, pero al final se volvió repetitivo, cansado y aburrido.
Pero sin duda fue toda una experiencia estar viviendo en la ciudad de México.
"Cuando lleguemos, Leonardo y yo iremos a conocer a alguien importante, Elena tu esperaras en el salón de baile a que terminemos" mi padre hablo sacándome de mis pensamientos.
"Si padre no te preocupes, ya sé cómo manejarme en estos eventos sociales" respondió mi hermana.
Continuábamos en el carruaje por la ciudad, atreves de la ventana podía ver casas más grandes con fachadas de piedra, nos acercábamos al centro de la ciudad donde se encontraba la plaza principal y el palacio virreinal donde se llevaría a cabo la fiesta.
Cuando finalmente llegamos frente al gran palacio virreinal el cochero abrió la puerta del carruaje para que pudiéramos bajar, mi padre bajo primero seguido de mi hermana y finalmente yo, al bajar note al enorme palacio virreinal frente a mí.
"Vamos Leonardo" Dijo mi hermana antes de ofrecerme su brazo para que la escoltara.
Caminando del brazo de mi hermana entramos al interior del palacio virreinal detrás de mi padre, guiados por un sirviente que nos guio en el interior del palacio a un salón donde la música y las risas ya habían comenzado.
Al entrar al salón de baile nos recibió las miradas de todos los presentes, el virrey Iturrigaray nos sonrió calurosamente cuando nos vio y se acercó a nosotros mientras le ofrecía la mano a mi padre.
"Bienvenido Don Pedro, me alegra que hayan podido unirse a nosotros esta noche" dijo el virrey.
"El placer es nuestra su excelencia" respondió mi padre y le estrechó la mano.
"Por favor disfruten del baile, la música es excelente y la compañía mejor" hablo el virrey dirigiéndose a los tres antes de irse a recibir a más gente.
"Leonardo sígueme, Elena por favor espéranos en el salón"
"Si padre, iré a saludar a la hija de la familia del Castillo mientras los espero"
Después de que mi hermana se fue al salón de baile donde un grupo de chicas estaban, mi padre me guio a una habitación al costado del salón donde había dos soldados en la puerta haciendo guardia, al vernos los dos guardias nos abrieron la puerta, mi padre y yo entramos a la habitación donde había varios oficiales militares, al vernos el oficial sentado en el medio hablo.
"Caballeros, nos pueden dejar a solas con Don Pedro para hablar de negocios"
Parece que este hombre tiene mucho poder o influencia porque todos los hombres obedientemente salieron de la habitación, una vez solo los tres el hombre mayor se puse de pie y se acercó a nosotros.
"Don Pedro un gusto verlo" dijo el hombre dándole un apretón de manos a mi padre antes de extender su mano hacia mi "Debes ser el joven Leonardo, es un placer conocerte, mi nombre es Don Pedro de Nava, soy el comandante general de la provincia de Nueva España"
Don Pedro de Nava era un hombre de unos cincuenta años, con una barba bien cuidada.
"El placer es todo mío Don Pedro" estreché la mano del comandante y dije con un tono respetuoso.
"Siéntense por favor, hablemos" los tres nos sentamos y el señor de Nava volvió a hablar "Leonardo, tu padre a hablado mucho de ti, él me dijo que eres un genio que desea convertirse en un gran oficial del ejército español y servir a la corona española ¿es verdad?"
"Eso es verdad comandante, me gustaría iniciar mi carrera militar, servir a la corona y proteger a nuestra patria y destacarme de los demás, porque sé que puedo hacerlo"
"Eres arrogante muchacho, pero imagino que tienes el poder para fundamentarlo" dijo después de pensar lo que dije "tu padre me dijo que deseas entrar al ejército lo antes posible, ¿sabes que la edad mínima para entrar al ejército es 14 años? ¿Cuántos años tienes?"
Después de lo que menciono el comandante me quede pensando que responder, ¿debería decirle que cumpliré 12 en unos días o miento y digo que tengo 14? no sabía que decir por lo que gire a ver a mi padre para que me ayudara, pero el solo me miro con una mirada seria y no dijo nada.
"cumpliré 12 años en unos días comandante" respondí sinceramente después de un tiempo.
"¿Y estas seguro que quieres formar parte del ejercito virreinal a una edad tan temprana?" pregunto nuevamente el señor Nava.
"Absolutamente seguro comandante, es mi decisión y voluntad"
"Bien, tu padre me a hecho grandes favores y contribuciones, es por eso que estoy dispuesto a ayudarte a que inicies tu carrera militar, pero para eso de ahora en adelante te presentaras como Leonardo Leones de 14 años, es una suerte que seas alto muchacho ¿Cuánto mides?
"1.63 señor" respondí inmediatamente.
"Bien, sin duda serás alto como tu padre, hay una plaza disponible en el regimiento de infantería que se está formando en el Cantón de Jalapa, puedo ofrecerte una posición como Alférez, serás el ayudante del capitán de compañía, es una posición baja, pero sigue siendo posición de un oficial y no de un soldado de infantería" dijo el comandante.
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Glosario - Datos
José de Iturrigaray: fue el virrey de la Nueva España desde 1803 hasta 1808.
Cantón de Jalapa: El cantón de Jalapa era una división territorial y militar que se utilizaba en la Nueva España para organizar las fuerzas militares y la defensa de la colonia.
El cantón de Jalapa se encontraba en la actual ciudad de Xalapa-Enríquez, Veracruz.
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Hola perdonen la tardanza, pero me tome unos días para escribir varios Capítulos para tener algunos guardados, ya que se me complicaba mucho escribir los capítulos al día y me generaba problemas de coherencia o secuencia.