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Chapter 23 - Capítulo 23 corto: Ana García

Punto de vista: Ana García

"¿Porque todo es tan complicado?"

Hace un tiempo asesine a un humano por primera vez en mi vida y no solo a uno, la verdad no me arrepiento en lo más mínimo, porque lo sabía.

Sabía que, si no los asesinaba, ellos nos harían cosas terribles a María, mi hermana y a mí, Leonardo me enseño varias veces en sus lecciones, porque deberíamos aprender a defendernos, y que pasaría si no pudiéramos defendernos.

Mi madre también me explico acerca de eso, pero la primera vez que pasó en lugar de sentir miedo, sentí enojo por lo que esos hombres le querían hacer a mi hermana.

Así que no me arrepiento de lo que hice, y si me volviera a suceder haría lo mismo sin dudarlo, pero lo complicado paso después.

Mientras peleaba con esos hombres logre notar lo débiles y estúpidos que eran, no eran tan rápidos o certeros como Mateo, Leonardo o Carlos, en su lugar eran lentos y predecibles.

Al inicio me subestimaron e intentaron capturarme un error que les salió caro porque los mate fácilmente, entonces fui por el ultimo mientras Leonardo ayudaba a Mateo.

Cuando el hombre noto que era el último con vida, intento rendirse y pedir perdón, pero lo atravesé con mi espada.

Cuando los maté no me sentí mal, al contrario, me sentí genial y extasiada cuando supe que era más fuerte que ellos y podía hacerlos sufrir o acabar con sus existencias fácilmente, un castigo justo por lo que intentaron hacerle a mi hermana.

Pero eso me asusto, sentirme bien cuando maté a los hombres que intentaron hacernos daño, pensé que algo estaba mal conmigo, yo creí que me había convertido en un demonio que amaba matar. 

Eso carcomió mi mente todo el camino a la hacienda, que no fue mucho porque tuvimos que correr a causa de que Leonardo resulto herido, afortunadamente no fue nada grave.

Cuando llegamos a la hacienda Leonardo fue a comprobar su herida, mientras lo esperábamos no pude tranquilizarme y pensaba que ya me había convertido en un monstruo que disfruta matar y no tenía derecho a estar con los demás.

Por lo que salí a tomar aire fresco al patio y me senté debajo del árbol del patio, estaba perdida en mis pensamientos sobre mis emociones que no noté cuando Leonardo se acercó a mí.

Él fue amable como siempre preguntando por mi estado, pero no pude evitar pensar que no quería que supiera que era un monstruo, por lo que decidí ocultarlo.

Pero él fácilmente entendió que mentía, finalmente lo saqué y le dije como me sentía, no pude evitar sentir que tenía derecho a saber cómo me sentí, esperaba que me mirara con asco como el monstruo que soy.

Pero para mi sorpresa el solo soltó un suspiro, que hacía parecer que mis preocupaciones son estúpidas, luego me explico que era normal y que él se sentía igual, que no era un monstruo siempre y cuando no me sintiera igual si mataba a gente inocente.

Al inicio no le creí, pensé que solo trataba de hacerme sentir bien, pero después vi en sus ojos total honestidad.

Aunque llegué a la conclusión que era mentira y no era normal, pero al menos ya no estaba sola y no era el único monstruo, eso me hizo sentir genial lo que me hizo relajarme y creé en él.

Pero luego no pude predecir lo que Leonardo haría, ¡él me beso, simplemente se acercó a mí y me robo mi primer beso! mi mente se quedó en blanco y no pude reaccionar.

Entonces se acercó nuevamente a mí y me beso otra vez, pero esta vez me deje llevar por su ritmo, a pesar de que sabía que lo nuestro no podía ser, porque él era el hijo del patrón y yo la hija de sus trabajadores.

Sabía que él no podría casarse conmigo y eventualmente se casaría con alguien más, pero quería tener esta fantasía, esta pequeña ilusión de que quizás tendría una oportunidad.

Entonces mientras nos besábamos lo recordé, María me contó que escucho a la señorita Elena decir que Leonardo conocería a su prometida en el siguiente baile al que asistiría.

Si Leonardo ya tenía prometida, ¿que era esto? ¿solamente estaba jugando conmigo? ¿era solo un pasatiempo? ¿yo... yo era la amante? 

Entonces empujé a Leonardo y hui de ahí, me sentía dolida y triste yo no quería ser la amante, a mí me gustaba Leonardo, ¿a qué chica no le gustaría? él era guapo, inteligente y amable.

Pero a pesar de que me gustaba yo no quería que jugarán conmigo, yo no quería ser solo un pasatiempo, y me dolía que Leonardo solo quisiera aprovecharse de mi antes de conocer a su prometida. 

Los días después de ese incidente yo no me acerque para nada a Leonardo, sentía que si lo veía me daría tanto coraje que lo golpearía entes de salir llorando, no quería que me ilusionara más.

Mi hermana y la señorita Elena intentaron averiguar qué había pasado y por qué no me acercaba a Leonardo, pero no les dije nada, Leonardo intento hablar conmigo, pero siempre huía.

Al final Leonardo dejo de intentarlo, pero Elena siguió viniendo a preguntar, un día antes de que partiera a ciudad de México Elena me dijo que Leonardo quería que fuera con él con los demás.

Pero yo me negué, aun no me sentía capaz de ver a Leonardo sin golpearlo, por lo que decidí quedarme en la hacienda con mi hermana y Gabriel esperando su regreso, aunque finalmente Elena logro sacarme la sopa de lo que paso.

Ella se rio mucho cuando se enteró, me dijo que encontraba gracioso que el primer beso de su hermanito salió tan mal, ¿era el primer beso de Leonardo? aunque no lo creía del todo eso me hizo un poco feliz.

Después de explicarle mi situación y mis sentimientos, Elena me dijo que no entendía para nada a Leonardo, que pensará en lo que significo ese beso para él, y que al menos debería discutirlo con Leonardo y no sacar conclusiones precipitadas.

Cuando se fueron a la capital los vi desde lo lejos, pensando en lo que dijo Elena, todo el tiempo que no estuvieron en la hacienda lo pensé mucho, Elena tenía razón en que debería darle la oportunidad de explicarse a Leonardo y discutirlo.

Entonces una vez que regresara lo confrontaría, pero mientras estaban fuera no pude evitar sentirme solitaria, a pesar de que estaban Gabriel y mi hermana no era lo mismo a cuando estábamos todos.

Era regular que Gabriel y mi hermana se fueran a practicar y estudiar solo los dos, lo que me hacía sentir excluida, aun cuando estábamos los tres me sentía fuera de lugar.

Pero entonces eso cambio hoy porque una criada entro gritando que Leonardo y los demás habían regresado de la ciudad de México y estaban en la entrada de la hacienda.

Los tres rápidamente fuimos a la puerta principal donde ya estaban doña Teresa y la pequeña Lucia, estábamos todos de pie cuando un carruaje con varios guardias se acercó a la puerta principal.

Cuando llegaron cerca de donde estábamos se detuvieron y la puerta del carruaje se abrió, Don Pedro fue el primero en salir seguido de la señorita Elena y finalmente María antes de cerrar la puerta.

"¿Padre donde están Leonardo y Mateo?" preguntó Gabriel a mi lado.

Don Pedro después de abrazar a todos le pregunto a doña Teresa si recibió la carta, ella asintió antes de que unas lágrimas escurrieran de sus ojos, Don Pedro se dirigió a todos.

"Su hermano entro en el ejercito virreinal junto a Mateo, ellos se dirigieron a Veracruz para su entrenamiento, no regresara hasta unos meses después" dijo con voz fuerte Don Pedro.

En ese momento me quede aturdida un momento incapaz de procesar lo que dijo, solo podía notar a Lucia llorar antes de que su padre la cargara y entraran con todos siguiéndolos cabizbaja.

Entonces Elena se puso frente a mí y palmeo su rostro antes de hablar.

"Me había olvidado de ti, síganme, María, tú y yo necesitamos hablar" dijo Elena antes de comenzar a avanzar.

"Espera que paso con..."

"Solo sígueme estoy cansada por el viaje, hablemos en mi habitación"

María siguió a Elena y rápidamente me uní a ellas tenía muchas preguntas tanto para Elena como para María, pero decidí esperar, cuando llegamos a la habitación de Elena, ella se sentó en una silla.

"Las dos son inteligentes así que escuchen bien" dijo Elena llamando nuestra atención "mi hermano no se fue para alejarse de ustedes, él se fue para esforzarse por nuestro futuro como lo ha estado haciendo todo este tiempo, ¿creen que él se fue a divertirse con algunas chicas? ¡No! él se está esforzando"

"Yo sé que les duele su partida, pero él necesita que sean fuertes y ustedes continúen esforzándose para cuando él los necesite, ¿se esforzaran por mi hermano? ¿se esforzarán para lo que él hizo por ustedes no se en vano?"

"¡Si! nos esforzaremos" 

"¡Si! nos esforzaremos" 

Contestamos María y yo al mismo tiempo con intensidad, Elena tiene razón no es momento de perder el tiempo.

"Bien, déjenme decirles nos preparamos para una guerra desastrosa y eso es todo lo que necesitan saber, mientras mi hermano no esté, seré yo quien les enseñara a ustedes y a partir de ahora" dijo Elena "ahora váyanse quiero dormir"

Aunque aún tenía preguntas decidí confiar en Elena, María y yo estábamos saliendo de la habitación cuando escuche a Elena hablar consigo misma, fue muy bajo y casi un susurro, pero lo escuche.

"Ay hermanito, es complicado lidiar con tus mujeres, eres todo un mujeriego"

Cuando salí de la habitación me quedé aturdida, "¿Sus mujeres?" pensé, luego miré a María quien tenía una mirada decidida, no me digas... definitivamente golpeare a Leonardo cuando lo vea, ¡Lo prometo!