Abel se movió como un destello, no había de otra puesto que aunque sus oponentes eran grandes con movimientos torpes y lentos, sus grandes brazos cubrían enormes espacios.
Los Reyes habían empezado a perseguir a Abel y él sabia que mientras este aguantando no podría dedicarse a otra cosa, por eso, aunque fuera extremadamente peligroso, volteó rápidamente al grupo detras de él.
- ¡Marco, Paul, protejan a los demás!
Abel gritó y sin esperar una respuesta de sus compañeros volvió a correr hacia los Reyes, ya que si estos avanzaban mientras lo perseguían entonces el grupo estaría en peligro o en el peor de los casos, tomarían a Leo por la espalda.
- ¡Graaa!
Los Reyes parecían estresados por que ninguno de sus ataques lograba golpear contra el ágil niño y por eso gritaron de emoción cuando Abel fue quien tomó la iniciativa y corrió hacia ellos para atraer la atención lejos de los demás.
- ¡....!
Los gruesos brazos se volvieron a balancear tratando de acabar con él, sin embargo, entre saltar, agacharse, girar y correr Abel pudo esquivarlos y llegar frente a uno de ellos.
Las piernas de los Reyes eran sus extremidades más cortas, pero aún así eran tres o cuatro veces el tamaño del niño, así que cuando Abel se acercó el Rey trató de pisarlo, claro que Abel no se dejaría atrapar y cuando este levantó su pierna él paso corriendo por debajo de él.
Abel había pensado en muchos planes para tratar de resistir, atacarlos, cansarlos, que se destruyan entre ellos, etc. Sin embargo,
Cansarlos parecía estar fuera de discusión, ya que aunque fueron pocos minutos fueron unos minutos bastante intensos de persecusión sin descanso, pero no podía ver algún rastro de cansancio. Atacarlos y vencerlos por si mismo era peligroso y dudaba de poder hacerlo ya que el primer golpe que les dio se sintió como golpear una roca enorme y aunque pudo derribarlos la verdad es que eso era un tema aparte. Hacerlos pelear entre ellos pareciá la mejor opción, pero no importa cuanto se movió entre ellos y trató de hacer que se golpeen el uno a al otro, al final ni siquiera logro hacer que se rocen.
Así, cuando paso por debajo del Rey, se dispuso a golpear las articulaciones, esto los derrumbaría facilmente y más si estaba en equilibrio sobre una pierna, sin embargo, a penas pasó por debajo del Rey un bloque de hielo ya estaba sobre él.
- ¡Abel!
Marco se había curado casi por completo, por lo que solo sentía una ligera incomodida al momento de moverse y dolía un poco al hacer fuerza, pero no lo suficiente como para impedir que blanda su espada. A su costado, Paul, había dejado a Jean acostado en medio del grupo de Alea y ahora se encontraba apoyando a su amigo con los pocos Goblins restantes, quienes no se encontraban en perfectas condiciones. Fueron ambos quienes luego de derribar a un Goblin y ver que no había riesgos cerca, voltearon a ver la situación de su compañero y gritaron al ver como la nieve saltó en el aire por el fuerte impacto.
- ¡Mira!
Sin embargo, el miedo y la sorpresa no duraron mucho y cuando la nieve cayó al suelo el bloque de hielo se destrozó.
- ¡haaaaa!
Un humo blanco salió de la boca de Abel debido a que soltaba el aliento que mantuvo dentro al haberse movido por instinto, y fortaleciendo su cuerpo aún más la electricidad recorrió su cuerpo cubriendo su brazo y deztrozando el bloque de hielo cuando Abel trató de golpearlo.
- ¡grow!
- ¡Graaaaa!
Los Reyes parecían igual de sorprendidos que los demás, pero ellos eran bestías que actuaban en base a sus instintos aunque posean cierto grado de inteligencia, por eso, sin espera, azotaron su brazos una vez más en dirección al niño.
El bloque de hielo lo había lanzado el Rey más alejado, por eso su principal atención estaba en el Rey a su lado, quien aún tenía la pierna en el aire y modificó la trayectoria para aplastarlo.
- ¡...!
Abel se lanzó a rodar para esquivar el impacto y pronto el lugar donde estuvo fue completamente aplanado hasta dejar una huella del pie enorme del Rey. Sin descanso, Abel tuvo modificar su atención y moverse rápidamente para esquivar la mano que trataba de agarrarlo, así que potenciando sus piernas saltó hacia el Rey.
El brazo pasó por debajo y un suspiró salió de su boca, sin embargo tuvo que volver a tragarlo, ya que el Rey ahora acercaba su boca abierta para devorarlo. Moverse en el aire y cambiar su trayectoria no era imposible, podía hacerlo mientras cambiaba su posición o impulsarse haciendose daño a si mismo, sin embargo, Abel era un novato y esas ideas aún no aparecian en su mente, por eso lo único que podía pensar era en evitar entrar en su boca y resistir, pero, por suerte y obra del destino, una seguidilla de fuertes sonidos llamaron la atención de todos.
- ¿graow?
- ¡Grow!
Fue entonces que algo cambió.
El trabajo en equipo de los Reyes se había desmoronado en un segundo, Abel estaba extrañado pero agradecía la oportunidad de sobrevivir, por eso, levantó y apoyo ambas manos en la sombra que lo cubría desde atrás, la mano del otro Rey, y agarrando tan fuerte como para incrustar sus dedos en la dura y gruesa piel del Rey, Abel cambió su curso y logró caer al suelo sin problemas.
- ¡GROWEEEE!
De inmediato se escuchó un grito a sus espaldas y Abel volteó listo para esquivar, pero contrarió a sus expectativas el gritó fue lanzado por uno de los Reyes porque la mano que fue destinada a agarrar a Abel por la espalda, la misma que uso para escapar, había aterrizado como un golpe en la cara al otro Rey.
- ¿Qué...?
Abel estaba confundido, pero no era el único, aunque si todos expresban lo que sentían desde el inicio entonces lo que pasaba ahora era en verdad lo que debía ser.
Los Goblins son una raza extraña ¿Por qué? simple, son seres que a pesar de su poca inteligencia pueden llegar a ser extremadamente fuertes debido a que son la raza con más mutaciones.
Los Goblins son criaturas que deberían ser pequeños, delgados y con la poca inteligencia que poseen deberían llegar a utilizar armas toscas como máximo, sin embargo, las mutaciones que aparecen en su especie los vuelve capaces de aprender a utilizar armas más sofisticadas, hacer trampras, planear embuscadas y utilizar mágia, pero eso no es todo, sino que existen mutaciones como los Altos Globlins o como los Reyes, seres que nacen para comandar a otros y con cuerpos grandes, fuertes y robustos, pero así como son más inteligentes tambien son más codiciosos, por eso, contrarió de los Altos Goblins, los Reyes Goblins se aseguran de ser los únicos en su manada, matando a posibles candidatos y Gobernando como Dictadores. Es por eso que con la escena de dos Reyes trabajando juntos se puede concluir que el Diablillo de Hielo tiene algo que ver.
Nadie lo sabia, solo pensaban que era raro, aunque en la situación que estaban no tuvieron forma de expresarlo, solo creían que era mala suerte, sin embargo, con Leo llamando la antención del Diablillo todo había vuelto a la normalidad y, aunque no sabía esto, Abel vio a Leo y viendo como este avanzaba sin descanso hacia su oponente, un grito subió por su garganta y no tardó mucho en gritar.
- ¡Corran, AHORA!
Marco y Paul pestañearon confundidos, pero el cuerpo de uno de los Reyes fue lanzado cerca de ellos y aplastó todo hasta detenerse, entonces vieron como el otro Rey se acercaba en su dirección y fueron sus cuerpos los que se movieron devido al grito de Abel.
Cargaron rápido con Jean, aunque un poco brusco pero eso no importaba ahora, entonces se alejaron del cuerpo del Rey y corrieron hacia el niño.
- ¿Qué esta ocurriendo?
- No lo sé, pero es ahora o nunca.
- ¿Ahora?
Alea pareció algo confundida frente a las palabras del niño, pero la respuesta llegaría de inmediato.
- Debemos escapar.
Sus ojos vieron la feroz batalla entre Leo y el Diablillo y luego vieron como la lucha entre Reyes estaba modificando el suelo a sus espaldas, entonces entendió su propuesta, sin embargo, ¿escapar a donde?
- Marco, Paul, protejanlos, iremos al bosque y rodearemos al Diablillo y a Leo, entonces hacia la ciudad más cercana.
- ¿Qué? Pero Leo...
- ¡Callate! ¿Piensas que puedes preocuparte por él?
-...
Abel habló sin esperar y fue algo cruel hacia Marco, pero no había otra forma, no tiempo para convercerlos, por suerte Alea respondió a sus palabras y tomó el hombro de Marco y Paul, entonces ambos se resignaron.
- Bien, andando.
En el camino hacia aquí no se toparon con ninguna bestia o monstruo, por lo que a pesar de estar solos no habría problema alguno, ya que tenían a Abel con él, sin embargo, algo que Abel no había dicho estaba pronto a cambiar sus ingenuos pensamientos.
- ¡GROOOOOOOOOOOOOW!
El grito de un Rey heló el cuerpo se todos, pero ninguno volteó, no por el mismo miedo, sino por que un destello los atravesó y saltó a sus espaldas mientras gritaba.
- ¡NO SE DETENGAN!
Sus cuerpos solo pudieron obedecer al niño y corrieron hacia el bosque, entonces, con un pequeño sentimiento de seguridad, dieron un pequeño vistaso y vieron como el niño fue golpeado por un bloque de hielo que, de no ser por él, iría dirigido a ellos. *Estruendo*
El bloque se partió en cientos de pedazos cuando Abel lo golpeó con todas sus fuerzas, parecía que ahora podrían correr tranquilos pero eso era solo una mentira que todos sabían, ya que aquel que lanzó el bloque ahora estaba tratando de agarrar al niño, quien solo los miro y sonrió mientras esquivaba.
- ¡Ab-!
- No.... Debemos irnos....
Marco estaba a punto de correr hacia él, sin embargo no fue nadie mas que Jean, en la espalda de Paul y despierto, quien lo tomó del hombro y habló. El cuerpo de Marco tembló y sus manos se cerraron tan fuerte que sangraron, pero al final solo se dió vuelta y lideró el camino, despues de todo el niño tenía razón, ¿Qué podia hacer él?, en estos casos.... solo podía creer.