La mañana comenzó con una energía vibrante. El ambiente en la ciudad de Puntera estaba cargado de emoción y expectativa. Me desperté sintiéndome renovado y con la mente enfocada en el evento del día: la subasta en el Museo del Atardecer.
Anoche, cuando el jefe me entregó mi tarjeta VIP, no pude evitar admirar su diseño. Negro puro con líneas doradas formando la figura elegante de un Mew. Era una pieza que, además de representar exclusividad, irradiaba un estilo y sofisticación únicos. No era solo una tarjeta para almacenar dinero, sino un símbolo de prestigio y poder dentro de este mundo.
Junto con la tarjeta, recibí una lista de los objetos y Pokémon que estarían disponibles en la subasta. Algunos de estos detalles eran secretos, revelados únicamente a los participantes VIP. Al leerla, no pude evitar una sonrisa: la selección era impresionante. Entre los artículos más destacados estaban Pokémon con potenciales inusualmente altos: celeste, azul, y hasta morado.
El concepto de potencial Pokémon volvió a mi mente. Era algo que hacía tiempo no consideraba en detalle. El potencial determina hasta dónde puede llegar un Pokémon, tanto en poder como en evolución.
Los potenciales que un Pokémon puede tener son varios, desde el blanco hasta el negro, siendo este último el más raro y poderoso. El blanco es el peor de todos, el más bajo, el que incluso puede impedir que algunos Pokémon evolucionen, aunque la probabilidad de que un Pokémon con este potencial nazca es muy baja. Los colores más comunes son el amarillo, naranja y rojo, con el rojo siendo el más común entre los entrenadores. Sin embargo, capturar un Pokémon de potencial verde es más difícil, su aparición es poco frecuente aunque comparada con los demás, sigue siendo una probabilidad algo alta. Después vienen el celeste, azul, morado y el negro, siendo estos muy difíciles de encontrar. Cuanto más alto es el potencial de un Pokémon, más difícil es encontrarlo.
Dependiendo del potencial, un Pokémon puede llegar a diferentes etapas de poder. Todos comienzan en su etapa de huevo, el primer momento de su vida, donde es crucial que crezcan sanos. Luego pasa a la etapa de infante o bebé, que es simplemente el momento de maduración de su cuerpo. Después, alcanzan la etapa común, que es donde la mayoría de los Pokémon se encuentran. A esto le sigue la etapa avanzada, que es donde un Pokémon de potencial naranja puede llegar, mientras que uno de potencial rojo puede llegar hasta la etapa de seudo elite con buen entrenamiento. Los Pokémon de potencial verde tienen la capacidad de llegar hasta la etapa de elite, lo que hace que muchos entrenadores se enfoquen en tener uno de ellos, pero no es su límite, ya que pueden llegar hasta la etapa de seudo monarca. Los Pokémon de potencial celeste superan este nivel, alcanzando el rango de monarca, y luego seudo campeón, hasta llegar a campeón. Los de potencial azul pueden llegar a la etapa de seudo maestro y maestro. Los Pokémon de potencial morado son capaces de cruzar estos umbrales y llegar a los niveles míticos o legendarios, aunque eso no significa que por nacer con un potencial alto puedan llegar a este nivel de poder, no cualquiera llega a esos niveles, se necesita mucho entrenamiento y dedicación.
Finalmente, están los Pokémon de potencial negro, ellos son capaces de llegar a la etapa de divino, no hay muchos pokemon que lleguen a este nivel, en si solo me bastan los dedos para poder contar la cantidad de pokemon divinos que me tope, hay que aclarar que incluso si un pokemon llega a las etapas de mitico, legendario o divino estos no se le consideran miticos o legendarios ni mucho menos divino, aunque suene complicado de entender, siendo que los humanso dieron este nombre a esta etapa de poder devido a que se enfrentarona pokemon de este categoria antes.
Sin duda algo gracioso la forma en que nombran niveles de poder, ellos mismos se complican a si mismos.
Ya preparado, bajé al museo, donde el ambiente estaba repleto de entrenadores, coleccionistas y aficionados. Todos con un aire de competencia, listos para ofrecer grandes cantidades de dinero por las piezas más valiosas.
—Invitados especiales, por favor sorpréndanme, —pensé mientras tomaba asiento en una sección privilegiada. Observé a mi alrededor. Los otros invitados parecían igualmente ansiosos, algunos susurraban estrategias mientras otros no podían contener su entusiasmo.
—¡Que comience el espectáculo! —murmuré para mí mismo con una sonrisa. Este sería un día inolvidable, y estaba listo para gastar lo que fuera necesario.