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Chapter 6 - Capitulo-6

Hoy cumplo 5 años, y al fin mi plan verá la luz. No tienen idea de cuánto tiempo he esperado este momento.

Pero no es como si no hubiera hecho nada durante todo este tiempo. Me dediqué a explorar mis límites y a perfeccionar mi habilidad para abrir portales dimensionales. Los resultados han sido grandiosos: puedo crear una puerta a cualquier lugar que pueda ver o percibir. Actualmente, mi percepción alcanza los 30 metros, lo cual es más que suficiente para empezar. Este es mi primer poder real en este mundo, y planeo aprovecharlo al máximo.

Al principio, intenté usar mis portales como armas, pero descubrí que no podían cortar ni dañar nada; solo atraviesan los objetos. Aunque fue decepcionante al principio, pronto me di cuenta de que su utilidad no se limita a eso. Con ellos, puedo moverme rápidamente, apareciendo en otro punto dentro de mi alcance en cuestión de segundos. Sin embargo, esta habilidad tiene un costo: el desgaste físico es considerable. Por eso, he trabajado durante años para minimizar este inconveniente, y ahora puedo usarla con mayor frecuencia.

En estos cinco años, no solo me entrené. Los dos primeros años estuve confinado, pero al cumplir tres años, me enviaron a las calles de Amura, una ciudad costera, para mendigar y vender dulces. Fue una oportunidad perfecta para explorar. Navegué por toda la ciudad, descubriendo cada rincón, cada detalle, incluso los Pokémon salvajes que habitan en sus alrededores. Pelippers cruzaban el cielo con frecuencia, y los entrenadores iban y venían.

Mientras exploraba, busqué un lugar donde pudiera ocultarme y trabajar en mi plan. Fue entonces cuando encontré la casa de una anciana amable que alimentaba a los Pokémon salvajes. Ella pasaba la mayor parte del día fuera, y durante ese tiempo, usaba la computadora en su casa. Me deslizaba dentro, recopilaba información, y al atardecer me iba sin que ella notara mi presencia. Así, día tras día, logré reunir todo lo que necesitaba.

Lo primero fue investigar la actualidad. Descubrí algo fascinante: este mundo está conectado con los personajes del anime, los juegos y el manga. Aunque antes solo había visto a un personaje del mundo original, ahora reconocí muchos nombres familiares. Red, el campeón de Kanto; Blue y Green, que ahora son adultos y cada uno con hijos llamados y los mas llamativos son Ash y Gary. Pero lo más llamativo fue un nombre desconocido: Leo Aurelio.

Leo nació en una familia campesina humilde y, contra todo pronóstico, ascendió hasta convertirse en un Maestro Pokémon. Su Pokémon inicial es un Charizard, y además, es un usuario de aura. Su historial es impresionante: ha descubierto evoluciones desconocidas y logrado hazañas que solo pueden ser explicadas si es, como sospecho, un reencarnado. Pero no es el único; también está una mujer de Sinnoh, con un Gardevoir como inicial y habilidades psíquicas extraordinarias.

¿Qué estará tramando Arceus al permitir la existencia de estas personas? No lo sé, pero sin duda ha hecho las cosas mucho más interesantes. Esta nueva generación promete diversión, y yo estaré aquí para presenciarlo todo. Mi plan está en marcha, y nada podrá detenerme.

Aunque la mayoría de los datos están ocultos, he recopilado suficiente información para entender cómo está el mundo. Según mis investigaciones, parece que ha pasado alrededor de un millón de años desde que mi existencia quedó borrada. Todo lo que alguna vez fui ya no importa para nadie, y eso juega a mi favor.

De vuelta al orfanato, las cosas seguían igual de miserables.

—¿Vendiste algo hoy o fuiste otro desperdicio? —preguntó uno de los cuidadores con su habitual tono sarcástico.

—No, no vendí nada.

—Como siempre, un inútil. Pero muy pronto dejarás de serlo —rió mientras se alejaba, cerrando la puerta tras de mí.

No sé si era tonto o demasiado confiado, pero hoy sería su último día de risas. Mientras miraba el sol desplazándose en el cielo, calculé que faltaban unas doce horas para que todo comenzara.

Había enviado las pruebas y videos que reuní sobre el maltrato y abuso en este lugar a todas las oficinas de policía de la ciudad. Con suerte, alguno llegaría a manos de la oficial Jenny. La corrupción en este mundo sigue siendo un problema, aunque hubo avances notables desde que Leo derrocó a los líderes corruptos de la antigua Alianza y fundó una nueva, más limpia y funcional, la Alianza Pokemon. Nada creativo lo se.

Incluso la región de Galar se unió recientemente, hace apenas un año, consolidando esta nueva estructura. Sin embargo, los remanentes de corrupción todavía existen, y este orfanato es prueba de ello. Por eso, envié las pruebas a todos lados. Si en 11 horas y 30 minutos nadie hace nada, la información llegará directamente a la Alianza Pokémon, y ahí sí se acabó todo para ellos.

No pude evitar soltar una risa corta y contenida. Todo estaba saliendo según lo planeado.

-

Es hora.

Primero, causé un incendio controlado.

Desperté a los niños con gritos:

—¡Chicos, levántense! ¡Fuego! ¡Fuego!

Todos salieron corriendo, aterrorizados, mientras el humo comenzaba a llenar el aire. Ningún adulto se dio cuenta porque, como parte del plan, había puesto una hierba del sueño en su comida. Es una planta que induce un descanso profundo, ideal para que el cuerpo y la mente se recuperen, pero en este caso, los dejó fuera de combate.

Con todos los niños a salvo afuera y el edificio envuelto en llamas, los cuidadores estaban condenados. Pronto, los policías llegaron con sus Pokémon para apagar el fuego. Escuché las órdenes mientras me alejaba sin que nadie me notara.

—¡Gyarados, usa Hidrobomba!

—¡Poliwhirl, ayuda con Pistola Agua!

El amanecer iluminaba la ciudad costera de Amura, mientras yo me escabullía por sus calles. Había planificado todo meticulosamente: falsifiqué mi identificación en la red de Galar bueno tampoco es falsificacion si no que lo cambie, a 12 años, la edad mínima para ser considerado independiente, mallor de edad. Y hoy que cumpli ya mi malloria de edad puedo recoger mi nueva identidad.

Con mi desaparición y los datos del orfanato expuestos, mi misión aquí estaba cumplida.

Miré una última vez hacia atrás, viendo cómo el caos se desarrollaba en el lugar donde pase durante años.

—Adiós, casa hogar. Buena suerte, niños. Espero que tengan un mejor futuro. —Sonreí ligeramente y me perdí entre las calles, sin duda las cosas se estan poniendo cada ves mas interesante.