Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
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No pasó demasiado tiempo para que la luminosidad del día comenzara a colarse por entre las ya algo viejas cortinas, dando de lleno en medio de su pálido rostro, por lo que la chica de cabellera peliazul abrió lentamente los ojos saliendo de la inconsciencia y, mientras lo hacía, sintió que tenía la mitad del cuerpo recargado sobre algo. Cuando Rei consiguió finalmente desperezarse lo suficiente para enfocar la vista, pudo percatarse de que ese algo en lo que estaba recargada se trataba nada menos que de Shinji Ikari. Fue en ese momento cuando la chica inmediatamente recordó todo lo que ocurrió la noche anterior. Las imágenes comenzaron a desfilar por su mente con una velocidad pasmosa, pero podía verlas todas claramente. De inmediato se sintió algo turbada luego de recordar lo que habían hecho en esa cama hacia tan solo unas horas atrás, pero recobró la calma. Shinji la amaba, podía sentirlo, podía verlo en sus ojos cada vez que él la miraba y se lo había demostrado con hechos, eso la llenó de felicidad. Sonrió nuevamente mientras recargaba su cabeza en el torso del chico y lo acarició mientras escuchaba el latir de su corazón.
Por otra parte, no pasó demasiado tiempo para que Shinji despertara al sentir las caricias en su pecho, y al abrir los ojos pudo ver a Rei junto a él. Sólo con verla su día se iluminó y se llenó de alegría al saber que por fin esa chica de misteriosos ojos escarlata era suya, porque ahora era su mujer, así como él era su hombre. Ambos se pertenecían el uno al otro.
— ¡Buenos días! — señaló un todavía algo somnoliento Shinji.
Rei se sorprendió al escuchar la voz del chico, ya que todavía le creía dormido, pero su sorpresa fue reemplazada rápidamente por una hermosa sonrisa al levantar la cabeza para mirarlo a los ojos.
— Buenos días... ¿dormiste bien? — preguntó ella.
— De maravilla — respondió el Tercer Elegido con una sonrisa para luego buscar los labios de Rei, la cual no se hizo rogar y se fundieron en un largo y profundo beso cargado de ternura, separándose luego de un tiempo con un suspiro de contento — Para serte sincero, no tengo ganas de levantarme — comentó Shinji, al recobrar el aliento luego de ese intenso beso.
— No lo hagas si no lo deseas — respondió Rei, acurrucándose nuevamente a su lado.
Shinji no dejó de sorprenderse con esta nueva Rei. Era tan distinta a como todos creían conocerla. Se comportaba de forma tan tierna y cariñosa que hacía que tuviera ganas de abrazarla y no soltarla nunca. De hecho, la abrazaba ahora y la estrechaba contra él, haciendo que sus cuerpos se apegaran aún más, haciendo que la sensación de la suave piel de Rei en contacto con la suya, comenzara a excitarlo nuevamente como la noche anterior.
Rei, quien todavía tenía medio cuerpo sobre Shinji, pronto sintió una creciente presión en una de sus piernas. Curiosa, la hizo a un lado y llevó su mano a ese lugar, solo para encontrarse sujetando el miembro de Shinji levantado en una poderosa erección. La chica se sonrojó al sentir ese simiente de carne en su mano, dándole un leve apretón de forma inconsciente, arrancando un gemido de Shinji.
Rei se congeló al sentir el gemido de Shinji. Levantó la vista con la cara furiosamente roja, sin soltar aun aquello que tenía atrapado en su mano. Se encontró con la mirada de un chico tan expectante y sonrojado como ella. Se contemplaron a los ojos por un momento, sus respiraciones poniéndose cada vez más pesadas, sus alientos mezclándose. El beso fue repentino, algo que ambos buscaron, entregándose con pasión, pero sin dejar que se saliera de control. Era un beso con pasión, sí, pero también cargado de cariño y erotismo.
Shinji gimió entre el beso, aun atrapado en la mano de Rei, que lo tocaba con suavidad, recorriéndolo con los dedos, disfrutando también de sus labios y del húmedo beso que compartían, no pudo evitar estrechar el abrazo en el que la tenía sujeto a la chica. Rei se estremeció al sentir como los brazos de Shinji se cerraban con más fuerza alrededor ella, al sentir como Shinji reclamaba sus labios, dando gemidos cuando ella acariciaba su duro y caliente miembro en su mano. Se sentía mareada, extasiada y volando en piloto automático. No sabía a ciencia cierta lo que estaba haciendo, solo sabía que estaba disfrutando tener el miembro de Shinji en su mano, y él disfrutaba de la atención, pero pronto eso no fue suficiente.
Los besos comenzaron a ser más intensos, las caricias de Shinji en su espalda, pronto pasaron a su trasero, encendiendo un fuego en Rei. Podía sentir una presión entre sus piernas, un fuego que comenzaba a quemarla, un fuego que necesitaba ser atendido. Apretó el miembro de Shinji en su mano, caliente y cada vez más duro, arrancando un fuerte gemido de Shinji mientras se estremecía por su toque. Le gustó eso, sentir que ella podía logra esa reacción en él, pero no pudo seguir pensando más en eso. Su mente estaba cada vez más nublada, el fuego entre sus piernas quemándola sin compasión.
Hasta ese momento Rei había dejado que Shinji llevara el ritmo de las cosas, pero algo dentro de ella había despertado, un fuerte deseo que le hizo tomar la iniciativa por una vez. Terminó el beso con un sonido húmedo y se subió sobre Shinji, rodeándole la cintura con las piernas. Sorprendido y entusiasmado por lo que sabía vendría a continuación, Shinji sujetó a la chica por la cintura mientras ella acomodaba la entrada de su intimidad justo sobre su miembro.
Rei comenzó a descender sobre la masculinidad de Shinji hasta tenerlo por completo dentro de ella, mientras lanzaba un fuerte gemido echando la cabeza hacia atrás. Shinji se sintió en el cielo al estar dentro de la chica una vez más. Su estrechez, humedad y calidez lo excitaban sobre manera y cuando la chica comenzó a moverse sobre él, dejó escapar un gemido de placer.
La Primera Elegida se echó hacia delante apoyando las manos sobre la cama mientras botaba sobre Shinji, quien la ayudaba sujetándola de las caderas y presionando con fuerza aumentando el estímulo. Ambos se veían a los ojos mientras sus cuerpos se movían, cosa que aumentaba su excitación haciendo que la respiración de ambos fuera un jadeo, mientras los fluidos de Rei comenzaron a escurrir entre ellos produciendo otra vez ese sonido húmedo y resbaladizo que tanto los había excitado la noche anterior.
Shinji podía ver los pechos de Rei moverse frente a su cara con cada sentón que esta daba en su miembro. Comenzó a besarlos y chuparlos arrancando más gemidos de Rei, que en respuesta comenzó a botar con más fuerza sobre él, acercándose cada vez más al límite.
Alcanzaron juntos el clímax nuevamente, Shinji gimió y arqueó la espalda mientras presionaba con fuerza a Rei sobre su miembro, lanzando con fuerza su descarga dentro ella. La chica se estremeció cuando sintió el orgasmo recorrerla de pies a cabeza, sintió como Shinji liberaba ese liquido espeso y caliente dentro de ella, causando que su placer aumentara un escalón más. Gimió a todo pulmón echando la cabeza hacia atrás, mientras Shinji la presionaba sobre si desde sus caderas, haciendo que su miembro entrara más profundo dentro de ella.
Rei se desplomó sobre Shinji sudorosa, jadeante, exhausta y temblando ligeramente, sintiendo aun los remanentes de placer del orgasmo que la había abordado. Shinji la estrechó en un abrazo y besó su frente. Él también estaba exhausto y tratando de recuperar el aliento.
— Cielos Rei… podría acostumbrarme a esto — dijo jadeante.
— Yo también — concordó Rei con una sonrisa divertida, para después besarlo con pasión.
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Shinji abrió lentamente los ojos y se encontró con un techo desconocido. Sin embargo, al mirar detenidamente a su alrededor, pronto pudo percatarse que se encontraba en el departamento de Rei, quien dormía tranquilamente acurrucada a su lado, lo que causó que sonriera; después de todo, se veía tan hermosa mientras dormía, que sintió un vuelco en el corazón.
"De seguro nos quedamos dormidos después de ese último round" pensó divertido mientras observaba a su alrededor; no pudo dejar de sorprenderse al ver que el lugar estaba bastante desordenado. Parecía como si una explosión hubiera ocurrido en medio del pequeño departamento de Rei, desparramando la ropa por todas partes. Un vestido aquí, unos pantalones allá, unas panties colgando de una silla, unas bragas sobre el velador; estrechó los ojos. No recordaba que hubieran estando tan "desesperados" al quitarse la ropa la noche anterior. El pensar en lo ocurrido la noche anterior, le hizo recordar que se habían terminado entusiasmando un poco demasiado en su sesión de sexo matutino. Se habían divertido en grande esa mañana, no podía negarlo, incluso el aire estaba impregnado con lo que debía ser olor a sexo. Dejó caer la cabeza en la almohada y suspiró.
Conteniendo un gemido de cansancio, se levantó con sumo cuidado para no despertar a Rei y se encaminó al baño. Casi no aguantaba las ganas de orinar. Dio un suspiro de alivio cuando por fin pudo relajar su vejiga, se lavó las manos, se mojó el rostro para despejarse un poco y se observó al espejo apoyando las manos en el lavamanos.
A pesar de todo lo sucedido, aún le parecía increíble lo que había pasado. Hace solo unas horas andaba suspirando por los rincones por un amor incierto y ahora no solo estaba con la mujer que amaba, sino que además habían tenido intimidad; y vaya que intimidad. Se sonrojó al recordar todo lo que hicieron. ¿De dónde habían sacado todo ese repertorio, si era la primera vez de ambos? No lo sabía, simplemente se dejaron llevar y los dos lo habían disfrutado. No había de qué avergonzarse, solo son dos personas expresando físicamente el amor que se tienen. Con este pensamiento en mente, salió del baño con una sonrisa en los labios. Al salir se encontró con Rei ya de pie, ordenando un poco el desorden que habían dejado.
— Perdón si te desperté — dijo Shinji con algo de pesar, al creerse responsable del despertar de la chica peliazul.
— Descuida — dijo ella, dejando la ropa que había recogido sobre una silla.
Ambos estaban desnudos pero ninguno se avergonzó, resultaría estúpido después de todo lo que habían hecho. Se acercaron uno al otro y se abrazaron con ternura. Rei descansó su cabeza en el hombro de Shinji, mientras este le acariciaba el cabello.
— Necesito ocupar el baño — señalo la chica, algo apenada.
— No hay problema — dijo el Shinji liberándola de su agarre, permitiéndole a la chica entrar al baño.
En eso Shinji se percató de que no tenía idea de qué hora sería. Miró su muñeca pero su reloj de pulsera no estaba ahí. ¿Cuándo se lo quitó? No lo recordaba. Empezó a registrar el lugar buscándolo, hasta que encontró el reloj de Rei. Los ojos casi se le salieron de las orbitas. Eran las 5:35 p.m. Seguramente Misato debía estar como loca preguntándose dónde estaría.
Cuando la chica peliazul salió del baño, se encontró con Shinji vistiéndose lo más rápido que podía.
— ¿Rei, viste donde quedaron mis calcetines? — preguntó el vástago de Gendo, abrochando su camisa.
— Ahí, junto a la cama — respondió la chica, viendo como Shinji iba en pos de sus calcetines, para luego agregar una pregunta de forma algo decepcionada — ¿Te vas?
— No tengo alternativa. Faltan 20 minutos para las 6 de la tarde. Si no llego pronto a casa, Misato me matará — respondió Shinji poniéndose los calcetines apresuradamente.
Rei no pudo evitar dar un par de pestañadas, totalmente sorprendida al saber la hora. Ella pensaba que aún no pasaba del medio día.
— Siento tener que irme de esta forma Rei, pero ya conoces a Misato — dijo Shinji, metiéndose apresuradamente la camisa dentro del pantalón.
— Entiendo — respondió la chica de ojos escarlata con pesar, pero pronto cayó en cuenta de algo importante que Shinji estaba olvidando en su apuro por irse — Shinji — lo llamó.
— ¿Si? — preguntó él, mirándola fijamente.
— Creo que deberías tomar un baño antes de irte — dijo la chica, logrando una mirada extrañada por parte del Primer Elegido, lo que la obligó a aclarar su punto — Si no aseas tu cuerpo, la Mayor Katsuragi se dará cuenta de lo que hicimos — añadió, con un sonrojo en las mejillas.
Solo entonces Shinji fue consiente de ese importante detalle. Estaba cubierto de una capa de sudor seco y pegajoso, había restos de fluidos secos en distintas partes de su cuerpo y aun podía sentir algo del sabor de Rei en su boca, en otras palabras, apestaba a sexo. No pudo evitar sonrojarse.
— Sí, creo que una ducha rápida me vendría bien — añadió Shinji, comenzando a quitarse rápidamente la ropa una vez más, esperando no haberla impregnado con el aroma de la lujuria.
No pasaron más de unos minutos cuando un renovado y recién bañado Shinji salió del baño terminando de secarse el cabello con una toalla, para luego volver a vestirse apresuradamente. En ese momento Rei se acercó para arreglarle el cuello de la camisa, antes de hablar.
— Sobre lo nuestro, ¿te importaría mantenerlo en reserva por unos días?
— ¿Por qué? — preguntó Shinji, visiblemente sorprendido.
— Ambos dejamos NERV el sábado en la noche, tú llegas tarde el domingo a casa y luego el lunes anunciamos que estamos juntos. ¿Qué pensarían todos? — señaló Rei, para hacerle ver su punto a Shinji, quien no necesitó pensarlo demasiado para saber a dónde iba la chica con todo ese argumento.
— Harían las conexiones y llegarían a la conclusión de que pasamos la noche juntos — dijo Shinji con entendimiento — Tienes razón. No me gustaría que todos comiencen a especular sobre lo que hicimos o no esa noche. Esto es algo privado, solo de nosotros — dijo mirándola a los ojos — Lo mantendremos en secreto por unos días, incluso puede que sea divertido — concluyó arrancando una sonrisa de Rei.
Shinji se puso la chaqueta de su traje nuevo y se encaminó hasta la puerta, seguido de cerca por Rei. Se giró para mirar a la chica que ahora era su mujer y no dejó sentirse tocado por lo que veía.
— Estás tentándome para mantenerme aquí, ¿verdad? — preguntó con una sonrisa divertida al ver a una desnuda Rei Ayanami parada frente a él, causando que ella sonriera también — No quisiera hacerlo, pero en verdad debo irme. Por cierto, guarda mi reloj si lo encuentras. No sé dónde rayos lo deje.
— Lo buscaré — respondió Rei, colgándose del cuello del joven Piloto EVA.
Se despidieron con un profundo beso y muy a su pesar, Shinji tuvo que dejar el pequeño departamento. Decidió caminar rumbo al departamento de Misato para tener tiempo de inventar una buena excusa y prepararse para la bronca que esta le iban a dar, pero como le escuchó decir a Kaji en una ocasión: "Lo comido y lo bailado no te lo quita nadie".
Por su parte, Rei se había recostado en la cama otra vez. Le hubiera gustado que Shinji se quedara otro rato con ella, pero comprendía su situación. Al cubrirse con la sabana pudo sentir el olor de Shinji en ellas. Su mayor y único anhelo se había cumplido, estaba con Shinji, él la amaba y se habían vuelto uno, ¿qué más podía pedir? Sonrío al imaginar la cara que pondría la Mayor Katsuragi cuando supiera que Shinji y ella estaban juntos, pero por ahora había algo más urgente que resolver; estaba muerta de hambre, cosa normal después de todo el ejercicio que había tenido durante la noche y parte de la mañana. De mala gana se levantó y fue a su pequeña cocina a ver con que podía calmar su apetito.
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Misato y Asuka estaban sentadas ante la mesa de la sala con cara de preocupación y no era para menos. Eran ya pasadas las 6 de la tarde y Shinji aún no daba señales de vida.
Ambas féminas habían llegaron a casa cerca de las 4 de la madrugada. Asuka se había dirigido directo a su cuarto y se encerró con llave bajo la penetrante mirada de Misato, quien durante el camino de regreso la había reprendido duramente por el desatino que había tenido en la fiesta. Por su culpa Shinji se había retirado enojado y dolido. Al rato lo siguió Rei, que para sorpresa de todos también parecía enojada; incluso reprendió duramente a Asuka antes de irse. Luego de eso a ninguna de ellas le habían quedado muchas ganas de divertirse.
Cuando pasaba del mediodía y Shinji no daba señales de vida, Misato se preocupó y fue a ver si estaba bien. Es cierto que llegó tarde la noche pasada, pero no justificaba dormir tanto. Al abrir la puerta del cuarto grande sería su sorpresa al no encontrarlo adentro, su cama estaba tendida tal como antes de salir, por lo que era obvio que no había dormido en ella. Había pasado la noche fuera. Como su teléfono móvil estaba apagado decidió esperar un poco por si llegaba, pero al dar la 1:30 de la tarde la inquietud cundió y para aplacarla comenzó a llamar a todos los conocidos de Shinji, preguntando por él. Llamó a Touji, Kensuke, Kaji, incluso Hikari, pero nadie sabía de él. Kaji se ofreció a dar unas vueltas por la cuidad a ver si lo veía en alguna parte, pero hasta ese momento no había tenido suerte.
— ¿Dónde rayos se habrá metido ese baka? — comentó Asuka, más para si misma que para ser escuchada por alguien.
— Más te vale que no le haya pasado nada — dijo Misato mirándola seriamente — Y más vale que hayas preparado una buena disculpa para cuando llegue.
— Creo que ya discutimos eso en la mañana — señaló algo cortante la Segunda Elegida.
"Y claro que lo habían discutido" pensó Misato, mientras hacia una recapitulación mental de lo sucedido durante esa mañana. Luego de descubrir que Shinji no estaba, las dos habían tenido una larga y seria conversación, donde Asuka se defendió como gato de espaldas, sin poder justificar su comportamiento. Finalmente al cabo de algunos tensos minutos y varios regaños por parte Misato, la pelirroja había reconocido que estuvo mal lo que dijo a Shinji y prometió arreglar las cosas con él. Para sorpresa de la mujer, la pelirroja parecía verdaderamente arrepentida; aún cuando no empleara dichas palabras.
Misato hizo una pausa en sus cavilaciones para observar de reojo a la pelirroja y no dejó de sentir pena por ella. Era evidente que la chica había actuado irracionalmente presa de los celos al ver a Shinji tan interesado en Rei. Tristemente no era la primera vez que veía una reacción así en la pelirroja, y es que Asuka finalmente se había dado cuenta de lo que valía el chico con quien compartía el departamento. El problema era que lo había hecho demasiado tarde. Ella misma se había encargado de alejar a Shinji con su forma de ser y ahora, por más que tratara de arreglar las cosas, probablemente esa partida ya se encontraba completamente perdida. Shinji solo parecía tener ojos para Rei.
"En el fondo Asuka no es una mala chica, si solo fuera menos necia. Ojalá que no sufra mucho si las cosas se le dan bien a Rei", pensó la mujer, observando a la pelirroja que no despegaba la vista de la puerta de entrada a la sala.
En eso Asuka se puso de pie al sentir abrirse la puerta del departamento y a los pocos segundos Shinji Ikari aparecía en frente a ellas como si nada hubiera pasado.
— ¡Hola! ¿Cómo están? — preguntó el susodicho con una sonrisa y una actitud que de algún modo no parecía corresponderse para nada con la actitud que habitualmente podía esperarse de alguien como él. Ante esto, el enojo y preocupación que embargaba hasta ese momento a ambas mujeres se desinfló al ver a Shinji frente a ellas. Era como si por primera vez se hubieran detenido a observarle con verdadero detenimiento. Llevaba la mano izquierda en el bolsillo del pantalón y con la derecha sujetaba su chaqueta por sobre el hombro, haciendo que cayera por su espalda. Llevaba la corbata algo suelta y el cuello de la camisa desabotonado, también estaba un poco despeinado, pero sin llegar a verse mal, en realidad se veía demasiado bien. Parecía como una copia de Kaji con unos cuantos años menos. Era una imagen verdaderamente perturbadora, pero había algo más en él, algo que no podían identificar pero que lo hacía lucir de alguna manera más adulto, si se pudiera decir.
Misato estaba congelada observando al chico de arriba abajo, preguntándose para sus adentros "¿En qué momento Shinji había crecido tanto sin que se diera cuenta?". Era un pensamiento perturbador, sobre todo cuando siguió observándolo con detenimiento, dándose cuenta de que su protegido estaba creciendo y comenzaba a volverse un hombre muy apuesto.
"Voy a tener que irme con cuidado cuando esté sola con él, y definitivamente no debo dejar que se junte demasiado con Kaji. Con un casanova en NERV tenemos más que suficiente". Pensó para sí la mujer, mientras sonreía para sus adentros con ese comentario.
Por su parte, Asuka tampoco podía decir nada por la impresión. "¿Como fue que cambió tanto sin que me diera cuenta?", pensó más sorprendida que nunca. Y no era para menos. El alfeñique llorón que tanto despreciaba y gustaba provocar para ver si de alguna manera reaccionaba, ya no parecía encontrarse frente a ella. Ahora en su lugar se encontraba alguien más parecido a un hombre de verdad. La pelirroja se sonrojó ligeramente al darse cuenta como estaba viendo ahora al Tercer Elegido.
Por su parte, Shinji estaba empezando a ponerse nervioso. Misato y Asuka lo miraban fijamente de una forma distinta a como lo habían visto siempre. Parecían encontrarse sorprendidas, pero también había en el mirar de ambas algo extraño que no podía determinar, pero que no le gustaba nada, finalmente se le vino un pensamiento aterrador a la cabeza. ¿Y si en su apuro por vestirse en casa de Rei se hubiera puesto mal alguna pieza de ropa?
"Que no me haya puesto los calzoncillo sobre los pantalones", rezó para sus adentros el joven Ikari, cuando comenzó a revisar su ropa tan discretamente como pudo.
La reacción de Shinji hizo salir de su trance a las dos mujeres y pudieron finalmente recuperar el habla.
— Shinji Ikari... ¿¿SE PUEDE SABER DONDE RAYOS TE METISTE?? — rugió Misato.
— Tranquila Misato, no es para tanto — señaló un afligido Shinji volviendo a ser, al menos por ese momento, el chico algo tímido que todos conocían.
— ¿Qué no es para tanto? — gruñó ahora Asuka — Pasaste la noche fuera sin avisar o dejar una nota. No sabíamos donde estabas, tenias el móvil apagado y no podíamos ubicarte. Llamamos a medio Tokyo-3 preguntando por ti, Misato tiene a Kaji dando vueltas como un tonto por toda la ciudad buscándote. ¡¡Nos tenías preocupadas, baka!!
— ¡¡Silencio Asuka!! Tú eres la que menos tiene derecho a reclamar aquí — sentenció Misato con dureza, logrando que la pelirroja cerrada de inmediato la boca y bajara la mirada con la culpa pintada en el rostro. Entonces la mujer volvió hacia su protegido descarriado — ¿Y bien?
La pregunta de Misato fue corta, dura y precisa, pero aparentemente solo logró poner más nervioso a su protegido. Suspiró con cansancio decidiendo ser un poco más comprensiva, solo un poco.
— No estoy diciendo que no puedas salir Shinji, es solo que no puedes irte sin avisar dónde estarás o con quién estarás. ¿Qué hubiera pasado si atacaba un Ángel? ¿Cómo te hubiera contactado si tenías el teléfono móvil apagado? — señalo Misato con el ceño arrugado, para luego volver plantear la pregunta inicial — Ahora responde. ¿Dónde te habías metido?
Shinji suspiró resignadamente. Era hora de ver si lo que había inventado camino a casa podía convencer lo suficiente a Misato como para escapar con vida.
— Fui a una discotheque.
— ¿Una discotheque? — preguntaron ambas mujeres, sin poder creérselo.
— Si, una discotheque — reafirmó Shinji, para luego contar la historia que había ideado — Bien, resulta que cuando fui a comprar este traje, me regalaron una invitación a la inauguración de una discotheque. Si no me creen, pueden pregúntale a Touji, él estaba conmigo ese día — señaló entregando esa pieza de información para dar más peso a su relato, antes de proseguir — El punto es que al salir de NERV no estaba con ánimo de llegar a encerrarme al departamento y fue entonces que recordé la invitación que estaba en uno de los bolsillos de mi chaqueta, así que decidí asistir.
— Bien, puedo aceptar lo que dices sobre ir a una discotheque, pero dudo que hayas estado en ese lugar hasta esta hora — señaló Misato con los brazos cruzados y una estrecha mirada.
— Aún no termino — dijo Shinji, para luego proseguir con su relato — En esa discotheque conocí mucha gente, entre ellas, un grupo de chicos que se acercaron a mi al saber que soy Piloto EVA. Resulta que eran unos chicos muy simpáticos y compartí con ellos casi toda la noche. Al salir de la discotheque eran cerca de la 5 de la madrugada, pero ellos querían seguir compartiendo y fuimos a la casa de uno de ellos que vivía cerca de ahí. El caso es que cuando nos dimos cuenta ya era de día y yo estaba muy cansado, así que me dejaron dormir en un sillón. Desperté hace poco y cuando vi la hora me vine de inmediato. Te iba a llamar mientras venía para acá pero acabo de darme cuenta que el móvil está descargado. Olvide comprobarlo anoche antes de salir rumbo a NERV. Lamento haberte preocupado.
Shinji rogó mentalmente que su historia de fachada pudiera pasar sin mayores problemas, encontrándole en ese momento toda la razón a la solicitud de Rei en mantener en reserva lo ocurrido entre ambos. Revelar que había pasado la noche en el departamento de la Primera Elegida, efectivamente haría saltar las suspicacias y no resultaría muy difícil para Misato, y sobre todo para Asuka, deducir que había pasado la noche y gran parte de la mañana, teniendo sexo con Rei hasta quedar hecho polvo.
Misato observaba a Shinji considerando si creer o no lo que había dicho. Para empezar él no parecía ser un tipo sociable o parrandero, pero debía reconocer que de un tiempo a esta parte el chico había cambiado bastante. ¿Pero en verdad había cambiado tanto y en tan poco tiempo? Eso era, por decirlo menos, sospechoso. Como fuere, ya averiguarían eso tarde o temprano. Por su parte, una silenciosa Asuka parecía haber llegado a una conclusión similar. Finalmente la Directora de Operaciones dio un cansado suspiro y miró seriamente al chico frente a ella.
— La próxima vez avisa cuando salgas o deja una nota. Y no olvides comprobar siempre la carga del móvil antes de salir — señaló Misato.
— De acuerdo. Perdón por preocuparte, no lo volveré a hacer — señaló el chico haciendo una aceptable interpretación de estar apenado, mientras se iba retirando a su cuarto para cambiarse de ropa y correr a darse una ducha más a fondo, por temor a que la ducha rápida en el departamento de Rei no hubiera eliminado del todo el olor a mujer y a sexo que impregnaba su cuerpo, lo que lo terminaría delatándolo ante Misato, pero algo imprevisto alteró su idea.
— Shinji, espera — dijo Asuka, haciendo que Shinji se detuviera ante la puerta de su cuarto — Sobre lo que paso anoche, creo que yo... yo...
Shinji observó a la pelirroja que se esforzaba por decir algo mientras las palabras se negaban a dejar de su boca, por más que ella intentaba forzarlas a salir. Asuka bajó la mirada, con no poca frustración. Ella sabía que debía hacer esto, pero su orgullo parecía nuevamente interponerse en el camino.
Al ver a la pelirroja luchando consigo misma para poder decir algo aparentemente importante, Shinji recordó las palabras de Asuka la noche anterior y volvió a sentir una punzada. Pero ahora, al verla ahí tratando de hablar mientras fallaba en el intento, no pudo evitar sentir compasión y algo de ternura hacia ella, además, luego de lo vivido la noche pasada y esa mañana, estaba de muy buen humor como para andar enojado por la vida.
— Descuida Asuka — dijo haciendo que la pelirroja levantara la vista — Creo que anoche ambos nos equivocamos y dijimos cosas que no debimos haber dicho — señalo Shinji con el fin de dejar de zanjar el asunto de una vez.
— No, espera, soy yo la que debe... la que debe... disculparse — dijo Asuka con bastante dificultad, al ver el rumbo que llevaba la conversación.
— Tal vez. Pero en el fondo lo que tú dijiste es verdad y lo que yo dije es mentira — señalo Shinji haciendo que la pelirroja no entendiera de lo que decía — Tú no eres despreciable. A decir verdad, te veías muy bonita anoche con ese vestido chino. Lamento no haber podido decírtelo en su momento — agrego Shinji con una sonrisa.
Asuka se sonrojó hasta más no poder con el comentario de Shinji. "Me encuentra bonita, me encuentra bonita, me encuentra bonita" pensaba la pelirroja hasta que fue interrumpida por el fuerte gruñido del estómago de Shinji.
— Lo lamento. Es que tengo un poco de hambre — dijo algo avergonzado el vástago de Gendo Ikari.
— No te preocupes, quedó algo del almuerzo. Puedo usarlo para prepararte la cena. Pero no te acostumbres — dijo la pelirroja con un tono aparentemente serio, que contradecía por completo la radiante sonrisa en sus labios.
— De acuerdo, gracias. Tomaré un baño y voy al comedor — dijo un agradecido Shinji, ya que en verdad estaba muerto de hambre. "Debe ser por el ejercicio de anoche", pensó para si mismo mientras entraba apresuradamente a su cuarto.
Misato escuchó a lo lejos el intercambió de esos dos con ojo crítico. Shinji se había comportado de una forma poco habitual que le recordó peligrosamente a Kaji. Con unas pocas palabras había desarmado a Asuka hasta el punto de lograr que le preparara la cena, cosa increíble tratándose de la pelirroja, pero lo que más la molestó es que le lanzara un piropo.
"Tendré que hablar seriamente con Rei. Si esa niña no se espabila, Asuka puede terminar ganándole la partida; y definitivamente tengo que alejar a Shinji de Kaji, cada día que pasa se parece más a él. Tal vez al no tener a su padre cerca haya tomado a Kaji como una figura paterna", pensó una complicada Misato.
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Comenzaba una nueva semana y con ello, un nuevo día de clases en Tokyo-3. En uno de los salones de cierta escuela, Shinji había tenido que aguantar las preguntas de Touji y Kensuke nada más entrar al salón de clases. Como Misato los había llamado para preguntar por él, estaban más que ansiosos por saber dónde había estado hasta ayer por la tarde. Hikari también estaba ahí junto con una no tan seria Asuka.
— ¿Una discotheque? — preguntaron Touji, Kensuke y Hikari.
— Si una discotheque — respondió el interrogado, recibiendo nuevamente, inquietantes miradas de escepticismo por parte de dos de los presentes. Lo que motivo que el Tercer Elegido pidiera ayuda al único que no le miraba con incredulidad.
— ¡Hey Touji! Di algo, tú estabas ahí cuando me regalaron la invitación — solicito el joven Ikari, a lo cual su amigo respondió con un serio movimiento de afirmación de cabeza.
— Pero no creo que eso haya durado hasta el domingo en la tarde — comento Hikari.
Shinji suspiró y les relató la misma mentira que había dicho a Misato y Asuka el día anterior. Para su fortuna ninguno lo puso en duda. Shinji no pudo dejar de agradecer por aquel capítulo de los X-Files, donde "Garganta Profunda" dijo a Fox Mulder: "La mejor forma de ocultar una mentira, es entre dos verdades". Realmente había resultado de maravilla. Era verdad que fue a una discotheque y también era verdad que había despertado casi a las 6 de la tarde. Lo que estaba en medio de eso era mentira, pero nadie lo puso en duda.
El grupo siguió con la conversación y para sorpresa de Touji y Kensuke, la "Demonia Langley" seguía los detalles de la conversación con cierto interés, aunque aparentaba no tenerlo. Sin embargo, todas esas cosas quedaron prontamente en segundo plano cuando Shinji la vio aparecer.
Rei Ayanami había entrado al salón de clases con el rostro neutro y sin emociones al que todos estaban acostumbrados. Sus ojos eran fríos, como si se trataran de dos cubos de hielo. Shinji sintió un remezón al ver el rostro de la chica. Era tan distinta a la Rei que había conocido aquel sábado por la noche, a tal nivel que comenzó a preguntarse si todo lo que había vivido el fin de semana no había sido nada más que un sueño. La chica siguió su camino pasando por el lado de ellos sin apenas notarlos, haciendo que de improviso todos guardaran un tenso silencio. Sin embargo, cuando paso junto a Shinji le lanzó una fugaz mirada cargada de ternura, junto con una pequeñísima sonrisa que causaron que el pulso se le acelerara. Fue solo por un instante y luego volvió a ser la misma chica que todos conocían, fría y apática.
No hubo tiempo para pensar demasiado en eso, ya que de inmediato el profesor ingresó al salón de clases por lo que debieron regresar a sus asientos, pero Shinji difícilmente podía concentrarse. Esa sonrisa y esa mirada habían espantado todos sus temores, a la vez que confirmó lo que Rei le había dicho el sábado en la noche, esas sonrisas eran especiales, porque solo eran para él. Al recordar eso, se sintió el hombre más afortunado del mundo.
El día transcurrió normalmente hasta que el sonido de tres teléfonos móviles rompieron la rutina. Los Pilotos EVA contestaron la llamada y luego de colgar tomaron sus cosas ante la atenta mirada de todos.
— Solo son unas pruebas de rutina — explicó Shinji, al ver la preocupación de todos al pensar que podía tratarse del ataque de otro Ángel.
Los tres Pilotos EVA salieron del salón de clases entre un suspiro de alivio colectivo.
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Ritsuko Akagi había terminado de revisar por tercera vez las cifras, contrastándolas con el análisis que le había ordenado hacer a Maya en paralelo, para descartar cualquier posibilidad de error, pero el resultado seguía siendo el mismo. La rubia falsa arrugó el entrecejo tratando de descubrir que andaba mal con las cifras, mientras Misato estaba a sus espaldas contemplándola seriamente.
— Esto no tiene sentido — concluyó finalmente la científica.
— ¿Pero qué tiene de malo que aumenten su sincronización? Creía que eso era bueno — señaló Misato.
— Lo es, solo que las cifras que se arrojan no tienen sentido. Todos aumentaron su sincronización quedando fuera de los parámetros que teníamos estimados en base a las proyecciones. Mañana vamos a tener que repetir las pruebas para confirmar estas cifras. Tal vez tengamos que rescribir la serie entera — explicó una ceñuda Ritsuko.
— Vuelvo a preguntar. ¿Qué hay de malo en que aumenten su índice de sincronización? — insistió Misato, igualmente ceñuda.
— La falta de toda correlación y proporcionalidad con las cifras.
— ¿Qué quieres decir?
— El problema no es tanto con Asuka, su mejora sigue los parámetros pronosticados, más bien es con Shinji y Rei — dijo la mujer mirando seriamente a Misato — Maya, pon los gráficos en el monitor.
La mujer de cabello corto obedeció y colocó los gráficos en pantalla frente a ellas.
— Mira esto. Shinji subió de un 57.3% a un 65.7% y Rei subió de un 40.2% a un 51.3%. Eso el lo que no tiene sentido. Es imposible lograr un aumento semejante en un par de días, sobre todo con Rei. Ella subió un 11%. Esto dejó por el suelo todo nuestro modelo — explicó Ritsuko.
— Si lo pones de esa forma, entiendo tu preocupación, ¿alguna idea? — dijo Misato estrechando la mirada mientras contemplaba los gráficos en el monitor frente a ella.
— Luego de analizar las pruebas de mañana te podría decir algo más concluyente, por ahora solo estaría especulando — finalizó la científica, mientras Misato asintió con la cabeza, para luego retirarse, intuyendo ya a qué podía deberse todo eso.
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Eran las 4:00 de la tarde cuando los Pilotos EVA finalmente abandonaron sus respectivos Evangelion, finalizando un extenuante día de pruebas de sincronización. Los tres chicos se dirigieron a los camerinos para darse un merecido baño caliente y sacarse los restos de LCL del cuerpo. Asuka fue la primera en salir, tomándose menos tiempo del acostumbrado, parándose a la entrada del camerino de hombres, donde estaba Shinji y esperó.
La pelirroja esperó pacientemente por un par de minutos, pero a poco andar comenzó a mirar con ojos penetrante la puerta frente a ella, preguntándose mentalmente por qué el chico que había sido el centro de sus atenciones últimamente, demoraba tanto en darse un mísero baño caliente. Se supone que los hombres son rápidos para esas cosas, por lo que ya debería haber terminado; obviando el hecho de que fue ella la que literalmente voló al tomar un baño, para atrapar a Shinji antes de que se fuera.
— ¡Asuka! ¿Qué haces aquí?
Esas palabras sacaron de sus reflexiones a la pelirroja, que al levantar la vista se encontró de frente con un extrañado Tercer Elegido. Obviamente el chico estaba descolocado al verla ahí esperando frente a la puerta del camerino de hombres. No es algo que ella haría. La pelirroja esbozó una sonrisa en una actitud amigable. Shinji se tensó y levantó una ceja, curioso por la disposición tan calmada. Entonces, ella respondió.
— No me apetece ir a encerrarme al departamento, después de estar todo el día dentro de tubo de ensayo gigante respirando LCL. Pensé que podríamos ir juntos a dar una vuelta por la ciudad para despejarnos. ¿Qué te parece, kinder? — preguntando Asuka, con una sonrisa bastante linda.
Demás está decir que Shinji se sorprendió por la oferta de la pelirroja, no era propio de ella hacer ese tipo de propuestas, mucho menos a él. Tampoco podía pasar por alto el cambio de actitud de ella cuando él regresó al departamento luego de la fiesta de NERV. Era claro que Asuka se dio cuenta de su metedura de pata y estaba haciendo el intento de mejorar las cosas, desgraciadamente no era el mejor momento.
— Bien, la verdad es que… — intentó de explicarse Shinji, pero una conocida voz lo interrumpió a media frase.
— Estoy lista.
La pareja volteo hacia la voz, para encontrar a Rei Ayanami de pie a unos metros de distancia. Shinji contempló a la chica y no pudo evitar que una sonrisa apareciera en sus labios. Rei miró al chico frente a ella y le obsequio una pequeña pero hermosa sonrisa, que calentó el corazón del vástago despreciado de Gendo Ikari. Entonces la chica peliazul cayó en cuenta de la otra persona en el corredor y le dedicó una mirada a la pelirroja. La sonrisa fue borrada en el acto, contemplando a Asuka con el rostro serio de siempre. Demás está decir que Asuka se descolocó por el cambio en el rostro de Rei.
— Ejem, como te estaba diciendo Asuka, ya había quedado de ir a la ciudad con Rei — explicó Shinji con una sonrisa un tanto nerviosa.
— ¿Qué? — preguntó la pelirroja sin creer lo que escuchó.
Asuka estrechó los ojos ante esa afirmación de Shinji. ¿En qué momento esos dos se pusieron de acuerdo para salir juntos? En eso recordó el momento en que eran traídos en automóvil a NERV esa mañana. Ella tomó el asiento delantero junto al conductor, mientras que esos dos fueron en la parte trasera. Los vio intercambiar algunas palabras por el espejo retrovisor. ¿Fue en ese momento?
— Rei y yo vamos a pasear un rato por la ciudad y comprar un par de cosas. Si gustas puedes venir con nosotros — comentó Shinji en tono conciliador, sabiendo que Asuka por una vez, estaba haciendo el intento de ser cordial.
La pelirroja vio como esos dos intercambiaban miradas, como si Shinji le estuviera pidiendo una confirmación a la muñeca; para su sorpresa, ella hizo un casi imperceptible asentimiento de cabeza, para luego esbozar una pequeña sonrisa. Rei Ayanami estaba sonriendo una vez más. Asuka no sabía si sentirse sorprendida por ver al cubo de hielo Ayanami sonriendo, o sentirse enfadada porque la desgraciada esa pareció confirmar a Shinji que no había problema en que los acompañe. Un fuego comenzó a arder en lo profundo de la Segunda Elegida.
— Asuka, ¿vienes? — preguntó Shinji.
Al escuchar esas palabras, la pelirroja fue consciente de que la pareja ya había comenzado a avanzar por el corredor, con Rei manteniendo esa ligera sonrisa en los labios mientras observaba a Shinji.
Asuka apretó los dientes para contener un improperio.
— Si, si, ya voy — contestó entre dientes la pelirroja, disimulando tanto como pudo el tono de fastidio en su voz, negándose a dejar las cosas así. Esa muñeca estúpida no iba a arruinar su segunda oportunidad de hacer un avance con Shinji.
Asuka comenzó a caminar junto a sus colegas Pilotos, sin poder evitar lanzarle una fulminante mirada a Rei, la que le devolvió la mirada con el rostro frío de siempre, que regresó a ese ligeramente risueño cuando volvió a centrar su atención en el Tercer Elegido. Fue así que, luego de subir a un asesor y tomar un monorriel, llegaron a la superficie. Asuka pensaba proponer algo que hacer, pero parecía que esos dos ya tenían un plan más menos definido.
La pelirroja se encontró siguiendo a la pareja caminando despreocupadamente por un parque, luego mirando algunas vitrinas de tiendas por la ciudad y luego entrando a un centro comercial, donde Shinji quería ir a buscar algo que había dejado encargado.
Es justo decir que Asuka estaba bastante aturdida al ver a la siempre fría Rei Ayanami comportarse como algo parecido a un ser humano, pero el aturdimiento se fue disipando cuando llegaron al centro comercial. Y es que lo que debía haber sido una agradable tarde a solas con Shinji, resulto ser una frustrante tarde observando a la muñeca llevarse toda la atención del susodicho. En otras circunstancias, Asuka ya habría propinado un par de puñetazos a la chica peliazul, pero es que ver a Rei Ayanami en una actitud tan distinta a lo que se considera normal para ella, la había dejado completamente descolocada.
Desde que salieron de NERV, Rei se había apegado a Shinji y había compartido con él durante todo el trayecto como lo hacía cualquier persona normal. Increíblemente sonreía; sonrisas pequeñas, diminutas, pero que transformaban su rostro por completo. Escuchaba atentamente todo lo que él decía; incluso a veces le respondía con frases cortas, pero que excedían sus habituales monosílabos. Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, jamás lo habría creído. Lo peor es que esas sonrisas parecían reservadas solo para Shinji, ya que cuando Rei la miraba a ella, su rostro se volvía frío y sin emociones, hasta que miraba a Shinji otra vez.
— Bien, aquí es — dijo Shinji, señalando una tienda frente a la que se había detenido junto con Rei.
— ¿Aquí es "qué"? — preguntó una cabreada Asuka, aún inmersa en sus reflexiones sobre esta nueva y desconcertante Rei Ayanami.
— La tienda a la que tenía que pasar — respondió Shinji.
Asuka dejó de lado sus cavilaciones y miró el local frente al que se encontraban. La pelirroja no se mostró demasiado sorprendida al darse cuenta de qué clase de local se trataba. Era una tienda especializada en manga y animé. "Típico de los tres chiflados" pensó.
— No pienses ni por un segundo que entraré ahí contigo. De seguro comprarás revistas y películas hentai, o alguna cochinada por el estilo — acusó la pelirroja con rostro huraño, descargando algo de su enfado por Rei en Shinji.
— Claro que no — respondió un ofendido Shinji — Solo voy a recoger unas películas de... — intentó justificarse, antes de renunciar a esa idea, al ver que la expresión huraña de Asuka no variaba en un ápice — ¿Sabes qué? Olvídalo. Aunque te lo explique, no me creerías — terminó señalando resignado, para luego devolver su atención a la chica que estaba de pie junto a él — ¿Vienes conmigo?
Asuka dio un respingo ante esa pregunta de Shinji, mirando con ojos estrechos a la muñeca, solo para aumentar su molestia al ver como ella respondió con un asentimiento de cabeza, junto con una de esas lindas sonrisa que reservaba exclusivamente para Shinji.
— Puedes espéranos aquí. No tardaremos demasiado — dijo el vástago despreciado de Gendo, para luego caminar en compañía de Rei e ingresar a la tienda poco después.
Asuka masculló una maldición antes de dar un fuerte pisotón y mirar con furia las puertas por las que habían desaparecido esos dos. Dio media vuelta y se fue a sentar con desgano en un banco que estaba al frente de la tienda, maldiciendo mentalmente a la muñeca por echarle a perder la tarde.
Luego de largos e interminables minutos la pareja de Pilotos EVA finalmente salió de la tienda. Estrechó los ojos al ver a Shinji conversar animadamente y como la muñeca asentía con la cabeza, manteniendo en sus labios esa diminuta pero linda sonrisa que cambiaba por completo su rostro. Asuka no pudo dejar que un escalofría recorriera la espalda. Al verlos actuar de esa forma tan cercana, daba la sensación de que esos dos eran una pareja.
— Estamos listos. Podemos irnos — dijo Shinji.
Sin pronunciar ni una sola palabra, pero hirviendo de rabia por dentro, la pelirroja siguió a la pareja hasta la salida del centro comercial, fulminando con la mirada a la chica peliazul, que ni se daba por enterada. Solo parecía tener ojos para Shinji.
— Bueno, tengo que irme ahora — dijo Shinji, más para Rei que para Asuka.
Rei simplemente asintió con la cabeza, mientras que la boca de Asuka por poco y cae hasta el suelo.
— ¿Cómo que te vas? ¿A dónde te vas? — preguntó la pelirroja, recuperándose de la sorpresa, con un tono de voz a medio camino entre la curiosidad y el fastidio.
— Quedé de juntarme con Touji y Kensuke para ver las películas que acabo de pasar a buscar. Lo habíamos planeado desde el viernes pasado. De hecho, deben estar esperándome en casa de Kensuke ahora mismo — respondió Shinji a la pregunta de Asuka, pero centrando su atención en Rei.
— Descuida. Ya me lo habías comentado — respondió Rei, manteniendo su diminuta pero linda sonrisa.
— Gracias — respondió Shinji.
Asuka se quedó de una pieza, observando esa conversación donde había quedado totalmente excluida, quedando patente que la muñeca estaba al tanto de que Shinji iba a ir a pasar el rato con el par de idiotas que tiene por amigos. La muñeca sabía de antemano que Shinji se iría.
— Hasta mañana Rei. Asuka, dile a Misato que llegaré tarde a casa por favor. Adiós — dijo Shinji despidiéndose con la mano y echando a correr calle arriba.
Rei observó por unos momentos como el chico se alejarse y luego se dispuso a regresar a su departamento, solo que Asuka no estaba por dejarla ir. Esta la había sujetado fuertemente de un brazo impidiéndole avanzar.
— ¿Dónde crees que vas? — preguntó la pelirroja entre dientes, escupiendo duramente cada palabra.
— A casa — respondió Rei, sin perder la serenidad en ningún momento — ¿Puedes soltarme?
El cambió había sido radical. La voz y rostro de Rei volvían a ser fríos e inexpresivos; muy distintos de los ojos llenos de vida, la linda sonrisa y voz suave con que se dirigía a Shinji. Ante eso, Asuka sintió que la sangre comenzaba a hervirle en las venas.
— No sé qué estás tramando muñeca, pero no importa que cambies de ropa, le hagas ojitos o le regales sonrisitas, él nunca se fijará en ti, eres demasiado poca cosa para él, así que te lo voy a dejar bien en claro: ¡¡Aléjate de Shinji!!
Rei se soltó de un tirón del duro agarre de Asuka y le dedicó una mirada fiera, con tal intensidad, que la pelirroja inconscientemente dio un paso hacia atrás.
— Tú no me das ordenes Asuka. Lo que haga o deje de hacer no te incumbe. Si me disculpas... — respondió Rei y pasó por el lado de Asuka, pero ella no la dejaría marchar sin antes darle a conocer unas cuantas verdades.
— ¡Tomaste el lugar de Shinji! — dijo con fuerza la pelirroja, consiguiendo que Rei detuviera su andar a unos metros de distancia — Eres la preferida del Comandante Ikari y tomaste el lugar que le corresponde a Shinji por derecho. Él es el hijo de Gendo Ikari, no tú, muñeca. ¿Acaso crees que él podría perdonarte eso?
Rei Ayanami sintió la puñalada de Asuka, pero se obligó a seguir caminando como si nada, aunque por dentro no estaba muy tranquila. Mucho menos cuando la pelirroja la asalto con una última pregunta.
— Pregúntate a ti misma. ¿En verdad crees que él será capaz de perdonarte eso?
Satisfecha por el silencio que la chica peliazul, Asuka vio como Rei se alejada sin decir una palabra, pero estaba segura que ese último comentario le había llegado. Dio media vuelta y caminó con cierta prisa rumbo al departamento, maquinando alguna estrategia para acercarse a Shinji. Sabía que el tema paterno no era trivial para él. Meses de convivencia habían hecho que ella se enterara de varios detalles. Detalles que ella no solo conocía, sino que también era capaz de entender, detalles a los que si jugaba bien las cartas, podría sacarle provecho.
Continuará...
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Notas del Autor: Finalmente termina la espera. Jiraiya-Sama ha regresado con la continuación de esta historia.
Como ya sabrán al leer la primera parte, este fic no se iba a publicar, ya que había groseros errores en muchas partes; sobre todo con la personalidad de Rei, la cual estaba irreconocible. Fue gracias mi gran amigo Fantastic-Man, quien me entusiasmó y apoyó, ayudándome a corregir la historia, que me decidí a publicarla.
Al terminar de publicar FIND THE WAY, dejé afuera muchos capítulos de la primitiva versión original. Son esos capítulos los que he desempolvado y corregido para crear la segunda parte de esta historia, que nos mostrará lo que viene luego del final feliz. La relación de Shinji y Rei inevitablemente saldrá a la luz y mucha gente tendrá cosas que decir al respecto. Espero me sigan en este nuevo proyecto.
Saludos y nos leemos.