Nota: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
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— ¡¡Wow!! Este lugar es increíble — dijo un emocionado Touji Suzuhara, contemplando el lugar con la boca abierta.
— Tienes razón. Es espectacular — concordó Hikari, tan emocionada como el chico junto a ella.
Para Shinji y Rei estaba más que claro que sus compañeros de clase estaban totalmente impresionados por lo que veían. En realidad esa era una reacción totalmente natural ya que era la primera vez que Touji y Hikari entraban en una discotheque. El festivo ambiente que reinaba en el lugar, sumado a la impresionante iluminación que creaba un juego de luces y colores, y la excelente música que envolvía el local, daban como resultado algo que no podía dejar de impactar si lo veías por primera vez. La pareja de Pilotos EVA compartió una mirada y sonrieron mientras se tomaban de la mano. Para ellos fue exactamente lo mismo la primera vez que ingresaron a este lugar.
Luego de unos segundos en los que Touji y Hikari se recuperaban de la impresión de estar en una discotheque por primera vez, los cuatro chicos comenzaron a buscar un lugar donde instalarse, encontrando en la sección VIP del local unas butacas de cuero con una mesa al centro aún disponibles. Los chicos se sentaron prontamente antes de que alguien se adelantara y les quitaran el lugar. Momentos después, una camarera les tomó su pedido. Refrescos para los cuatro y algo para picar. No pasaron más de unos minutos para que la pareja de enamorados aún sin declararse, comenzaran a comentar con los Pilotos EVA la impresión que tenían sobre el lugar que veían por primera vez. Fue en ese momento que una canción comenzó a escucharse por el sistema de sonido del local; una canción que para Rei y Shinji era muy importante. Era una vieja balada rock que ellos habían bailado hace exactamente una semana. La canción gracias a la cual pudieron revelar sus sentimientos.
La pareja de Pilotos EVA se contempló a los ojos por unos segundos. El mensaje era claro para ambos. Se tomaron de la mano y se pusieron de pie, para luego decir: "Discúlpennos un momento"; encaminándose a la pista de baile y comenzando a bailar abrazados, al ritmo de ese rockero y romántico tema.
Mientras, sentados en las cómodas butacas de cuero, Hikari y Touji contemplaban con sorpresa como sus compañeros de clase bailaban con total soltura tan romántica canción, pese a tener ritmo de Rock. No era tanto ver a Shinji desenvolviéndose con naturalidad en la pista de baile. Lo que realmente llamó la atención de ambos; es el hecho de ver a Rei Ayanami bailando como una chica enamorada común y corriente, lo que dejó a los chicos profundamente impactados. Hasta el punto que ninguno notó cuando la camarera dejó su pedido en la mesa frente a ellos.
— No importa cuánto lo vea. Aún no puedo convencerme de que esto sea real — comentó Hikari al chico que tenía a su lado, sin despegar la vista de la chica peliazul.
— ¿Qué? — preguntó Touji a la chica junto a él, al no prestar atención a sus palabras por estar más concentrado viendo a una irreconocible Rei Ayanami, bailando románticamente con su mejor amigo.
— Lo que oíste. Aún no puedo convencerme de que esto sea real — volvió a repetir Hikari — Por favor Touji. ¡¡Mírala!! Es una Rei Ayanami totalmente distinta a la que conocemos. Parece otra persona.
— Tal vez siempre fue así — reflexionó Touji.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó la chica de pecas, curiosa por esa línea de pensamiento.
— Tal vez Ayanami siempre fue más de lo que todos creíamos y más de lo que ella misma aparenta. Solo la catalogamos como retraída, distante y fría; por lo que nunca hicimos un intento por acercarnos a ella, hasta que Shinji llegó a su vida. Él fue el único que se acercó a ella, el único que se interesó verdaderamente en ella.
Hikari no pudo dejar de concordar plenamente con las palabras del chico. Lo cierto es que ninguno de ellos había intentado acercarse y tratar de entablar amistad con la chica peliazul, incluida ella, que era la Delegada de Clase. El carácter reservado de Ayanami, aunado a su aparente indiferencia hacia todo y todos, había creado una especie de barrera que nadie quiso traspasar. Para todos resultó mucho más fácil ignorarla, que intentar de comprenderla para saber por qué se comportaba de esa forma.
Fue así como las cosas siguieron ese curso sin variaciones, con Ayanami relegada al olvido por todos, hasta la aparición de Shinji Ikari. Fue gracias a él que Ayanami comenzó a despertar de ese aparente sinsentido por la vida. Fue con él con quién se la vio entablar por primera vez una verdadera conversación y hacer algo más que mirar siempre hacia afuera por la ventana. También era cierto que fue Ikari la primera persona que presentó un verdadero interés por la chica peliazul. La primera persona que se dio el trabajo de conocer a la verdadera Rei Ayanami.
— Creo que tienes razón — concordó finalmente Hikari, contemplando a la pareja de Pilotos EVA, aún perdida en su romántico baile — De alguna forma, Ikari pudo derretir todo ese hielo que cubría a Ayanami y encontrar el camino para llegar a su corazón.
Touji miró sorprendido a la chica por ese profundo comentario, pero no pudo dejar de estar de acuerdo con ella. Por lo que había escuchado de boca de su amigo, él fue efectivamente la primera persona que se interesó por conocer a la verdadera Ayanami que se escondía tras todo ese hielo que la cubría. Su recompensa por dicho esfuerzo saltaba a la vista. Shinji era un hombre afortunado.
— ¿Sabes? Tal vez este cambio de Ayanami no sea tan extraño después de todo — añadió Hikari, dándole una mirada al chico junto a ella — Quizás, lo único que ella necesitaba era un poco de amor. Ikari fue una única persona dispuesta a acercarse a ella y darle el amor que necesitaba.
Touji miró sorprendido a la chica por ese profundo pensamiento y sus ojos se encontraron con los de ella. Ambos chicos quedaron atrapados en los ojos del otro. Hikari quedó congelada sin poder decir nada más, mientras que Touji quedó fascinado por esta chica normalmente mandona, revelando una parte muy sensible de su ser. Se estremeció ante este pensamiento y ante su deseo por estrechar entre sus brazos a la chica frente a él.
"¿Por qué no puedo decirlo? ¡¡Te amo!! Solo son dos malditas palabras", pensaba Touji, molesto consigo mismo por no poder decir esas palabras, por ser tan cobarde. Por su parte, para Hikari la situación no era muy diferente. "¿Qué me pasa? No puedo moverme ni hablar. A este paso nos haremos viejos sin haber llegado a ninguna parte"
— ¿Pasa algo? — preguntó un extrañado Shinji levantando una ceja, apareciendo repentinamente frente a sus amigos en compañía de Rei, a la cual tomada de una mano.
— ¡¡Nada!! — dijeron inmediatamente Touji y Hikari, mirando bruscamente hacia otro lado, mientras la otra pareja solo se miraba mutuamente, sin comprender del todo lo que sucedía; por lo que Shinji simplemente se encogió de hombros ante la aun interrogante mirada de Rei y la invitó a tomar asiento junto a él.
— Ayanami. ¡¡Acompáñame al baño!! — dijo repentinamente Hikari, saltando de su lugar y arrastrando de un brazo a una sorprendida chica pelizul, para luego perderse ambas de la vista de sus acompañantes entre la gente que había en el lugar.
Al ver esa actitud tanta nerviosa de la Delegada de Clase, Shinji creyó que su amigo había dado finalmente el gran paso, revelándole sus sentimientos a la chica de pecas. Sonrió y miró a su amigo formulando la pregunta.
— ¿Se lo dijiste?
— No pude. Tuve la oportunidad, pero mi cerebro se detuvo y mis labios no se movieron — respondió Touji con resignación, enterrándose en el asiento con la cabeza gacha.
— ¿Qué? — preguntó Shinji, descolocado por esa respuesta — Pero si los dejamos solos precisamente para que pudieras decírselo — añadió.
— No seas mentiroso. Solo se fueron para bailar — reclamó Touji ante los dichos de su amigo, quien solo respondió con una sonrisa nerviosa — En todo caso… ¡¡No es algo que puedas llegar y decir así como así!! — estalló un desesperado Suzuhara, enterrando la cabeza entre las manos.
— Lo sé. Pasé por lo mismo — concordó Shinji, comprendiendo los temores de su amigo — Pero debes dejar de dudar de una vez. Si sigues así, ella se va a terminar cansando de esperar eternamente por algo que nunca llegará.
Touji no dejó de estremecerse ante esas palabras de su amigo, sobre todo porque tenía razón. Por su parte el Tercer Elegido estaba por continuar con su argumento, cuando divisó al dueño del local un poco más allá en la barra de la parte VIP, conversando animadamente con un par de hermosas mujeres. Al ver al señor Kumon, una idea se formó en su mente, algo que podía ayudar a sus amigos a salir del punto muerto donde estaban. Una sonrisa traviesa se formó en el rostro de Shinji, que por alguna razón no le trajo muy buena espina a Touji, sobre todo cuando vio a su amigo ponerse de pie y encaminarse decididamente a la barra.
Mientras, en el baño de mujeres, una complicada Hikari se encontraba en una situación similar a la de su hasta ahora amor platónico. Necesitaba hablar con alguien, descargarse y contar sus angustias. Hubiera deseado que su amiga Asuka hubiera estado ahí con ella, pero en cambio una sería Rei Ayanami la contemplaba, esperando pacientemente a que ella se decidera a hablar. En un momento se sintió enfadada con esta jugarreta del destino que hizo que Ikari se fijara en esta chica aparentemente tan extraña; pero bien visto, Ayanami podría ser un mejor paño de lágrimas que Asuka. La pelirroja de seguro le diría que deje de perder el tiempo con el "troglodita" de Touji y busque alguien mejor. En cambio, la chica peliazul tal vez pudiera darle un punto de vista distinto. Como fuere, Ayanami era la única persona a mano para conversar y no podía seguir ahí toda la noche sin decir una palabra.
— Ya no sé qué hacer — dijo finalmente la chica de pecas, apoyándose de espaldas contra la pared tras ella junto a los lavamanos.
— ¿Sobré qué? — la cuestionó Rei, con voz monocorde.
— Sobre Touji y yo — señaló la chica con algo de pena, bajando la mirada — Cuando recorríamos la ciudad unas horas atrás, estábamos tan relajados y contentos, pero cuando las cosas se ponen serias, es como si nos bloqueáramos — añadió afligida.
— Ambos se quieren. Solo deben decirlo — dijo Rei con seriedad, mirando fijamente a la chica ante ella.
— Lo sé. Pero esa es la parte más difícil — comentó compungida la chica de pecas.
Rei contempló fijamente a Hikari, quien aún estaba apoyada de espaldas a la pared. Ella comprendía muy bien por lo que estaba pasando la Delegada de Clase. Había pasado por algo similar con Shinji. El deseo de expresar sus sentimientos y encontrarse imposibilitada de hacerlo, pese a todos sus esfuerzos; esa sensación de opresión en el pecho al saber que la persona amada está ahí y, sin embargo, ser incapaz de expresar lo que sientes por ella. Por primera vez en su vida, Rei Ayanami se sintió identificada con una persona y experimentó el deseo de poder ayudarla. Pero, ¿cómo hacerlo?
Por un momento, Rei sopesó la situación, tratando de dilucidar cómo ayudar a la chica frente a ella. Luego de unos segundos de reflexión, llegó a una conclusión. No pudo dejar de sentir algo de reticencia ya que estaba por revelar cosas muy íntimas, pero en su interior supo que debía ayudar a Hikari. Era como si estuviera ayudándose a sí misma.
— Tampoco fue fácil para mí.
Hikari levantó inmediatamente la cabeza, sorprendida por las palabras de la chica frente a ella.
— Quería decir lo que sentía. Quería gritarlo con todas mis fuerzas, pero mi voz se negaba a salir.
Hikari abrió grande los ojos al comprender que Ayanami no solo estaba hablando con ella, sino que estaba contándole su experiencia con Ikari. Nunca se hubiera esperando algo semejante. Rei continuó.
— Finalmente un día lo vi a los ojos, con todo el amor que tenía contenido. Él supo lo que yo sentía. Pudo verlo en mis ojos — relató con una pequeñísima sonrisa al recordar ese trascendental momento de su vida — Shinji me vio a los ojos y me dijo: "Yo también te amo Rei"
Hikari estaba impactada por la historia de chica ante ella. Nunca antes había escuchado a Ayanami decir tantas palabras juntas de una sola vez, y lo que era aún más impactante; contándole de forma tan detallada cómo fue que las cosas se dieron entre ella e Ikari. Ver como esta chica aparentemente más fría que un cubo de hielo, relatar con verdadera emoción en sus ojos aquellos sucesos tan importantes para ella, la hizo estremecer.
Luego de la sorpresa inicial, Hikari pudo comenzar a analizar el contexto de la historia que acababa de escuchar, captando con sorpresa el detalle de todo lo dicho, llamando poderosamente su atención un aspecto particular del relato.
— ¿Dices que Ikari vio en tus ojos lo que sientes por él? ¿Cómo? — preguntó.
— De alguna forma él sabe lo que pienso solo con mirar mis ojos. Pero no me molesta, porque también puedo ver cosas en sus ojos — señalo Rei, mientras recordaba el momento en que Shinji le confesaba que cuando la miraba a los ojos, podía ver cosas que nadie más podía ver — ¿No te pasa lo mismo con Suzuhara? — preguntó con genuina curiosidad.
La pregunta sorprendió por completo a Hikari. Rei volvió a insistir.
— Cuándo ves sus ojos, ¿qué ves?
Ante esta nueva pregunta, Hikari recordó todos las veces en que se habían quedado atrapada en los ojos del chico de sus sueños; y cada una de esas veces podía ver exactamente lo mismo. La chica de pecas se llevó las manos a boca para acallar un grito de sorpresa. Finalmente sabía por qué siempre se quedaba congelada al ver a Touji a los ojos. Para Rei esta actitud de la Delegada de Clase no pasó desapercibida. Supo que había logrado su cometido. Solo faltaba el último empujón.
— Si lo que ves en él, es lo mismo que él ve en ti, ¿por qué siguen dudando?
Esa última pregunta dejó completamente desarmada a Hikari, porque era verdad. Ayanami tenía razón en cada una de sus palabras. ¿Por qué dudaba si ya conocía la respuesta? ¿Tan estúpidos fueron todo este tiempo?
Al ver como la comprensión llegó al rostro de la chica de pecas, Rei sintió que ya no tenía otra razón para estar ahí, por lo que se giró para salir del baño, momento en que es sujetada de un brazo por Hikari, que le dedicó una intensa mirada.
— Gracias — dijo Hikari con algo de emoción en la voz.
Rei, fiel a su estilo, miró con seriedad a la chica y le dio un leve asentimiento de cabeza. Hikari no se sintió mal por eso. Ya había deducido que esas muestras de emoción y pequeñas y lindas sonrisas estaban dedicadas exclusivamente a Ikari. Aun así, la chica había sido de gran ayuda y le dio un buen consejo, que tristemente sabía que Asuka nunca le hubiera dado.
— Puedes llamarme Hikari desde ahora —añadió finalmente la chica, ampliando su sonrisa.
Rei dio un par de pestañadas de sorpresa, que hicieron ampliar la sonrisa de Hikari.
— Gracias… también puedes… llamarme por mi nombre — respondió la chica peliazul, mostrando sorprendentemente algo de vacilación en su voz. Algo que sorprendió y agradó por partes iguales a la chica de pecas.
— Será mejor que regresemos. Esos dos deben estar preguntándose qué nos retiene tanto.
Luego de esas palabras, una sonriente Hikari tomó de una mano a una cada vez más sorprendida Rei Ayanami, la cual volvió a dar un par de pestañadas en sorpresa, que le causaron gracia a la chica de pecas, que de a poco parecía ir comprendiendo el lenguaje no verbal de su nueva amiga. La misma que le hizo abrir los ojos y darle en suficiente sentido común para tomar la iniciativa y salir del punto muerto en el que estaba.
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Cuando los chicos vieron regresar Rei y Hikari, supieron de inmediato que algo había cambiado. Las chicas iban muy juntas la una de la otra e iban tomadas de la mano, como si fueran amigas de toda la vida. Aun así, Rei no traicionaba su forma de ser y seguía con su rostro serio de siempre, pero no se mostraba para nada molesta con la cercanía de la chica de pecas. Por el contrario, Hikari mostraba una mirada de determinación que no estaba ahí minutos atrás.
De alguna forma Shinji supo que Rei tenía algo que ver con eso, así como también supo que este era el momento de que Touji dejara de perder el tiempo e hiciera su movimiento. Le dio una discreta patada en las canillas a su amigo bajo la mesa para llamarlo a la acción. Touji le dio una mirada odiosa a su amigo por la patada, pero este rodó los ojos, y luego señaló con la mirada a Hikari, que acababa de sentarse frente a ellos, con Rei a su lado.
La angustia invadió de inmediato a Touji, al menos hasta que sintió una nueva patada en las canillas. Le dedicó una fiera mirada a Shinji y un gesto con la cara, que prometía cobrarle esas patadas más tarde, para luego dar una profunda inspiración y mirar fijamente a la chica sentada frente a él. Había llegado la hora de salir del punto muerto.
— Hi, Hikari… ¿Quieres bailar? — pegunto con algo de timidez, pero logrando que sus palabras fueran entendibles y en voz fuerte.
La chica de pecas fue tomada totalmente fuera de guardia por la repentina solicitud de Touji. Esto la descolocó un poco, por lo que no pudo evitar sonrojarse. El nerviosismo se apoderó de ella y le dio una furtiva mirada a Rei. Esta le devolvió una seria mirada y asintió casi imperceptiblemente con la cabeza. Por increíble que parezca, este gesto de la chica peliazul le dio fuerzas a la Delegada de Clase para darle una respuesta al chico frente a ella.
— Sí. Me gustaría — contestó finalmente, para luego armarse de valor y tomar la mano que un dubitativo Touji le tendía para ayudarla a ponerse de pie, luego de lo cual la pareja se encaminó a la pista de baile.
— ¿Pasó algo en baño? — pregunto Shinji a la su novia, al captar el intercambio de miradas y la casi imperceptible afirmación a Hikari.
— Cosas de chicas — respondió Rei con su seriedad habitual, lo cual sorprendió a Shinji, pero luego de unos segundos ella le devolvió la mirada con una pequeña sonrisa en los labios.
Shinji sonrió. Como amaba esa sonrisa.
— Bien, por mi parte hice unos pequeños arreglos para ayudar a esos dos — señalo Shinji, logrando una mirada extrañada por parte de su novia.
Por respuesta, Shinji levantó un brazo, haciéndole una seña a una persona a la distancia, quien Rei no demoró en reconocer como el dueño de la discotheque Este le devolvió el gesto a Shinji con un pulgar en alto, para luego perderse entre la gente. Rei miró interrogante a Shinji, que solo amplió su sonrisa antes de responder la implícita pregunta.
— Le pedí un pequeño favor al señor Kumon — respondió poniéndose de pie, invitando a su novia a hacer lo mismo — Vamos. Esto es algo que de seguro querrás ver.
Un par de minutos después la música se detuvo. Todo el mundo estaba sorprendido mirándose unos a otros sin saber qué pasaba, sobre todo la gente que se encontraba en medio de la pista de baile. Fue en ese momento que la voz de Yutaro Kumon, resonó por todos los parlantes del local.
— Buenas noches damas y caballeros. Pido disculpas por la repentina interrupción en la excelente música que estábamos escuchando, pero tenemos un pedido muy especial del señor Touji Suzuhara.
Touji y Hikari, quienes bailaban tímidamente hacia la esquina de la pista de baile, cercanos a un pilar que los hacia poco visibles, se sorprendieron al escuchar esas palabras, sobre todo Touji, que ahora entendía a qué se refería Shinji momentos atrás cuando dijo: "Solo invita a Hikari a bailar. El resto déjalo por mi cuenta"
"El resto déjalo por mi cuenta" pensó Touji con enfado. "Cuando le ponga las manos encima…"
Suzuhara no tuvo tiempo de seguir pensando posibles torturas para su amigo, cuando la voz del señor Kumon volvió a resonar por todo el local.
— Querida Hikari. Has de saber que no soy bueno con las palabras, así que espero esta canción pueda transmitirte todo lo que siente mi corazón.
Touji quedó más rojo que una señal de tráfico al escuchar esas palabras y no podía hacer nada para remediarlo, estaba atrapado en el juego de su amigo. Hikari por su parte estaba tan roja como Touji, mientras la gente del local miraba en todas direcciones tratando de buscar a los aludidos, ya que no se había señalado su ubicación. Entonces la potente y profunda voz de Barry White se hizo escuchar.
My first, my last, my everything // Mi primera, mi última, mi todo
You're the answer to all my dreams // Eres la respuesta a todos mis sueños
You're my Sun, my Moon, my guiding star // Eres mi sol, mi luna, mi estrella guía
My kind of wonderful, that's what you are // Mi tipo de maravilla, eso es lo que eres
Hikari abrió los ojos impactada al escuchar la canción y miró a Touji como pidiendo una respuesta. Este estaba tan consternado como Hikari al escuchar la letra de la canción, pero no podía dejar de pensar que expresaba exactamente lo que sentía.
I know there's only, only one like you // Sé que solo hay, solo una como tú
There's no way, they couldn't have made two // No hay manera, no podrían haber hecho dos
You're all I'm living for // Eres todo por lo que quiero vivir
Your love I'll keep for evermore // Tu amor lo mantendré para siempre
You're the first, you're the last, my everything // Eres la primera, eres la última, mi todo
— Touji, tú... — fue lo único que Hikari pudo decir antes de quedar atrapada en los ojos Touji, y ahí, observando sus ojos, recordó lo que le dijo Rei minutos atrás: "De alguna forma él sabe lo que pienso solo con mirar mis ojos, pero no me molesta, porque yo también puedo ver cosas en sus ojos"
Haciendo oídos a las palabras de la chica peliazul, Hikari observó fijamente a los ojos de Touji, el cual no dejó de sentirse apenado por esa mirada, sonrojándose un poco más, pero así y todo, Hikari pudo verlo. Tal como Ayanami había dicho, pudo verlo en los ojos de Touji. Ya no tuvo dudas. Levantó una mano para acariciarle la mejilla mientras lo miraba con ternura.
— Te amo, Touji — dijo finalmente la chica de pecas, mientras le obsequiaba una hermosa sonrisa.
Touji quedó impactado al escuchar esas palabras salir de los labios de la chica frente a él. Por unos segundos no dio crédito a lo que había escuchado, pero pronto cayó en cuenta de que esto no era un sueño, esto era real. Su corazón se llenó de alegría como nunca antes en su vida. Con manos temblorosas pero decididas, tomó el rostro de Hikari en sus manos y le acarició las mejillas.
— Se supone que yo debía decir eso primero, tonta — dijo divertido, arrancando una sonrisa de la chica — Yo también te amo, Hikari — dijo finalmente, revelando sus sentimientos por la chica frente a él.
Para ambos en ese momento ya nada más importaba, solo estaban ellos en ese lugar, uno frente al otro mirándose a los ojos. Se acercaron lentamente, deteniéndose a escasos milímetros de sus labios, para luego completar la distancia faltante, fundieron en un tierno beso con el que finalmente pudieron expresar todo ese amor que se tenían desde hace tanto tiempo.
In you I've found so many things // En ti he encontrado tantas cosas
A love so new only you could bring // Un amor tan nuevo que solo tú podrías traer
Can't you see it, you // ¿No puedes verlo?
You'll make me feel this way // Me haces sentir de esta manera
You're like a first morning dew on a brand new day // Eres como el rocío de la primera mañana en un nuevo día
Fue ese el momento en que un potente foco iluminó a la pareja, concitando la atención de todos los presentes, que finalmente supieron quiénes eran Touji y Hikari, y al verlos besándose, estallaron en vítores y aplausos, pero Touji y Hikari no los llegaron a escuchar. La pareja estaba en su mundo privado y nadie los podía alcanzar.
— Esto me trae recuerdos — comento Rei a un contentísimo Shinji, que dejó de aplaudir a su amigo, para mirar fijamente a su novia de pie junto a él.
— Sí, tienes razón. A mí también me trae recuerdos — dijo Shinji, abrazando a Rei. Ambos se miraron quedando atrapados en los ojos del otro. Sus rostros se acercaron lentamente para fundirse en un tierno beso, imitando a sus amigos.
Desde lo alto de la discotheque, en la cabina de control, Yutaro Kumon miraba a la pareja de chicos compartiendo un beso, ausentes de todas las personas que los estaban aplaudiendo y felicitando, perdidos en su propio mundo. Al desviar un poco la vista, pudo ver a la pareja de Pilotos EVA compartiendo su propio beso no muy lejos de la otra pareja y sonrió.
— ¿Sabes? Creo que voy a poner una agencia matrimonial — comentó Kumon a su DJ, el que no pudo menos que concordar, asintiendo con la cabeza al ver las parejas abajo en la pista de baile.
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El grupo de personas ingresó a la discotheque con mucho entusiasmo. Habían escuchado gran cantidad de comentarios favorables sobre este local por lo que las expectativas estaban bastante altas, y no fueron decepcionados. El lugar era simplemente espectacular, las luces y el decorado eran impresionantes, la música por otro lado, era simplemente perfecta, una combinación entre lo mejor de lo actual y lo mejor de antes del Segundo Impacto, de hecho, una vieja y conocida canción comenzó a sonar cuando el grupo procedió a ubicarse en uno de los pocos lugares que quedaban vacíos ante la barra, ya que la mayoría de las personas seguían en la pista de baile.
— Wow, me encanta esa canción. Hace mucho que no la escuchaba — comentó una contenta Misato.
— Love shack baby, a love Shack baby… love hack, baby love shack... — cantaba un entusiasmado Shigeru Aoba, tocando una guitarra imaginara, sentándose a un costa de Maya Ibuki.
— "Love Shack", de The 52´s. Todo un clásico en verdad — comentó Ritsuko, tomando un lugar junto a Maya.
— Sí, es una canción alegre y bastante pegajosa, y el lugar también es espectacular. Tal como había escuchado — comentó Maya, paseando la vista por todo el local.
— Tienes razón Maya. Este lugar es ideal para relajarse después de un largo día de trabajo, encerrado en las profundidades de NERV — dijo Kaji, sentándose en un lugar junto a Misato.
El grupo, compuesto por Misato, Kaji, Ritsuko, Maya, Aoba y Hyuga, estaban ahí en un acto no oficial de desagravio para los dos últimos, que se perdieron la fiesta de NERV la semana pasada, al estar de guardia esa noche. El grupo pidió algo para beber a uno de los bartenders que atendían la barra, para luego entablar una amena conversación. Fue así, como con el correr de los minutos, en medio de la conversación y mientras el grupo daba de baja la primera ronda de tragos, que Maya dio un vistazo por la pista de baile, fascinada por el espectacular juego de iluminación que parecía ensamblarse perfectamente con la música; momento en que sus ojos repararon en una persona muy conocida para ella. En un primer momento la mujer de cabello corto pensó que había visto mal, pero luego de una mirada más atenta, se convenció de que sus ojos no la engañaban, y se lo hizo saber de inmediato a sus compañeros de parranda.
— ¡Hey, miren! Ahí está Shinji — dijo Maya, señalando la dirección en que se encontraba el Tercer Elegido.
Ante las palabras de la asistente de Ritsuko, todos voltearon hacia donde ella estaba señalando, inicialmente incrédulos a sus palabras; pero luego de una atenta mirada, se dieron cuenta de no era un error. Efectivamente, frente a sus ojos y a unos metros de distancia, estaba nada menos el Tercer Elegido Shinji Ikari, en medio de la pista de baile, bailando como si fuera la versión japonesa de John Travolta. Desgraciadamente por la cantidad de gente en la pista, no se podía ver a su compañera de baile.
— Pero qué les parece. Nuestro pequeño Shinji baila bastante bien — comentó Aoba con fingida emoción, arrancando algunas sonrisas del grupo.
— Ya no es tan pequeño. Ha crecido mucho desde que lo conocimos por primera vez — comentó Maya.
— ¿Estás interesada? — preguntó Huyga, divertido.
— ¡Hey! Ya no es gracioso — respondió una ceñuda Maya, dándole un fuerte palmetazo en la cabeza al hombre de lentes.
— Bien, lo cierto es que ese chico ha cambiado mucho en el último tiempo. Ya no es ni la sombra de lo que era cuando llegó a Tokyo-3 por primera vez — comentó Ritsuko analizando al chico, que sea dicho de paso, y para su fuero interno, bailaba muy bien.
— Y bien que le ha hecho cambiar — agregó Kaji con una sonrisa de aprobación, antes de terminar de beber su whisky en las rocas.
— ¿Pero con quién está bailando? No es que sea curioso ni nada de eso. Pero desde aquí no se puede ver quién es la chica que lo acompaña — comentó Aoba, moviendo la cabeza al ritmo del viejo y pegajoso tema "Footloose" de Kenny Loggins.
De todo el grupo la única persona que no había hecho ningún comentario hasta el momento era Misato Katsuragi. Esto no era por falta de interés, más bien era todo lo contrario. De todo el grupo de NERV, la morena era la más interesada en ver quién era la acompañante de Shinji. Por boca de la misma Rei, supo que Shinji saldría con ella en una cita doble con Touji y Hikari. Lo que nunca imaginó es que vendrían a esta discotheque a bailar. Eso le creó una nueva duda a la mujer: ¿Sabría Rei bailar?
Un vacío se produjo en el estómago de Misato, al darse cuenta de que no había preparado lo suficientemente bien a Rei para la "batalla del amor". Había varios aspectos donde no había introducido apropiadamente a su nueva protegida, y el baile era uno de ellos.
En esas afiebradas cavilaciones se encontraba la Directora de Operaciones de NERV, mientras observaba bailar al Tercer Elegido; que dicho sea de paso, no lo hacía nada de mal. Fue en ese momento cuando la persona que impedía la visión se corrió de lugar, dejando ver finalmente a la pareja de baile del vástago despreciado de Gendo Ikari.
Ante la visión de la compañera de baile del Tercer Elegido, las bocas de Ritsuko, Maya, Aoba y Hyuga cayeron hasta el suelo, mientras sus ojos amenazaban con salir de sus órbitas de la sola impresión. Kaji, quien se tomó el asunto de una forma mucho más relajada, miró con aprobación a la pareja con una sonrisa. Si bien por su trabajo no pasaba mucho tiempo en NERV, ciego no era, ni mucho menos tonto, por lo que ya intuía que algo así podría pasar entre esos dos. Se alegró por Shinji y se preocupó en partes iguales. Rei tenía un secreto que podría lastimar mucho al chico, y a la misma Rei. Su mirada se tornó seria durante unos segundos, pero luego se relajó nuevamente. Ya habría tiempo para pensar en eso más adelante; por el momento solo cabía alegrarse por ellos.
Por su parte, el rostro de Misato se iluminó ante la visión que tenía ante sus ojos. Miro a Rei con una sonrisa de orgullo, como si fuera una madre feliz por el logro de una hija. La chica peliazul se veía preciosa, y no bailaba nada mal. "¿Cuándo habrá aprendido a bailar?" pensó la mujer, ampliando aún más su sonrisa.
— No lo puedo creer. Es Rei Ayanami — dijo una impactada Maya Ibuki, ya que jamás habría imaginado ver a la chica de ojos escarlata bailando en medio de la pista de baile de una discotheque.
— Y baila bastante bien — agregó Hyuga quien, al igual que su colega, todavía trataba de asimilar lo que veían sus ojos.
Efectivamente Rei Ayanami bailaba bastante bien. La chica se movía grácilmente al ritmo de la música, con una pequeña pero radiante sonrisa en el rostro que ninguno de los presentes había visto jamás. Esa sola sonrisa cambiaba por completo su rostro, haciéndola parecer una chica totalmente diferente a la que conocían, mostrándola como alguien divertida y feliz, cosa que solo hizo aumentar la sorpresa del grupo. Justo entonces, y para mayor incredulidad de los presentes, Rei comenzó a bailar de forma un tanto insinuante ante Shinji, el que se veía más que encantado por las atenciones de la Primera Elegida.
— Un momento, acaso ella... ¿le está coqueteando? — logró decir una impactada Maya, llevando sus manos a la boca, en señal de sorpresa ante lo que veían sus ojos.
— No solo le está coqueteando. Se le está insinuando. Esta chica está yendo con todo ¡¡Sigue así Rei!! Lo haces muy bien — dijo una emocionada Misato, poniéndose de pie con un puño en alto, logrando que Ritsuko la mirara con mala cara, y no porque pensara que su amiga se hubiera pasado de copar tan pronto.
Fue entonces cuando ocurrió lo que ninguno de los presentes se hubiera imaginado jamás. Rei Ayanami pasó los brazos por el cuello de Shinji, atrapándolo en un abrazo y apegando su cuerpo al de él. Shinji correspondió el gesto de la chica, la abrazó por la cintura juntando aún más sus cuerpos. La pareja dejó de bailar y se quedaron viendo a los ojos, con sus rostros separados por escasos centímetros. Todo ello mientras a lo lejos, Ritsuko Akagi estaba totalmente espantada para sus adentros ante lo que veían sus ojos. Maya, Hyuga y Aoba seguían con la boca abierta y los ojos desorbitados. Por su parte, Kaji sonreía con aprobación y Misato seguía de pie expectante, rogando a todos los dioses porque todo saliera bien para su nueva protegida.
En la pista de baile, ajemos a los pensamientos del grupo de NERV, los dos jóvenes Pilotos EVA, acercaron sus rostros hasta rozar sus labios. Ambos sonrieron ante este contacto y luego de una última fugaz mirada, se fundieron en un tierno beso. Mientras, a la distancia, en la barra de la discotheque, el trío compuesto por Maya, Hyuga y Aoba, quedaron en estado catatónico de la sola impresión. A diferencia de ellos, Kaji sonreía complacido por lo que veía. El hombre de barba descuidada y coleta, levantó una nueva copa whisky en un silencioso brindis por la pareja de Pilotos EVA. En cuanto Misato, ya no cabía más en su emoción y comenzó a saltar de alegría.
— ¡¡SI!! Lo hizo. Al fin lo hizo ¡¡Atrapaste a tu chico, Rei!! — gritaba la mujer entre saltos de alegría ante la sorprendida mirada de sus colegas, sobre todo de Ritsuko, que a esas alturas no sabía si sorprenderse más por Rei bailando y besándose con Shinji, o porque Misato parecía estar al tanto de todo lo que estaba pasando ahí.
— Misato ¿Tú sabías algo de esto? — preguntó la rubia científica, con un tono de voz a medio camino entre la incredulidad y enfado.
— Bien... la verdad, sí — respondió la morena — Pero olvídate de eso por ahora. Solo míralos. No puedes negar que esos dos hacen una linda pareja — dijo emocionada la mujer al ver a ambos chicos, aun besándose en la pista de baile, en su propio mundo privado.
El rostro de Ritsuko reflejó su profunda molestia por el comentario tan a la ligera por parte de Misato, y estaba por hacérselo saber, cuando sintió una mano en su hombro. Al levantar la vista se encontró con Kaji, que la miró a los ojos y negó con la cabeza. Ella trató de replicar, pero el agarré de Kaji se hizo más fuerte y volvió a negar con la cabeza. Finalmente la mujer cedió ante el hombre de barba descuidada y guardó silencio. Ya hablaría seriamente con Misato más adelante. Mientras, Kaji se puso de pie tomando su copa y comenzó a golpearla con una cuchara para coctel que tomó de la barra, para llamar la atención de los presentes.
— Bien damas y caballeros, se acabó la fiesta para nosotros; al menos en este lugar. Creo que lo más recomendable es retirarse antes de que los chicos nos vean — dijo el hombre de la coleta, concitando la atención y el inmediato reclamo de sus colegas, partiendo por la mismísima Directora de Operaciones de NERV, que no estaba precisamente por la idea de abandonar el local.
— ¡Un momento! ¿Por qué deberíamos irnos? Acabamos de llegar — preguntó molesta la mujer, devolviendo la vista a la pista de baile, donde la pareja de Pilotos EVA había comenzado a bailar otra vez.
Kaji suspiró y negó con la cabeza.
— Porque lo que están viviendo Shinji y Rei en este momento, es algo totalmente nuevo para ellos. Si nos ven aquí, pendientes de cada cosa que hacen, solo les echaremos a perder la noche. Considero que es mejor retirarnos antes de que pase eso. Además, el exceso de euforia de algunas personas puede considerarse escandaloso — explico Kaji, mirando directamente a Misato, con una sonrisa un tanto burlesca.
— ¿Escandaloso? ¿A qué te refieres con escandaloso? — lo cuestionó Misato, con el ceño arrugado y las manos en las caderas.
— ¿Quieres que le cuente a todos lo que pasó en la última fiesta de boda a la que nos invitaron? — preguntó el hombre de la coleta, mirando a la mujer con rostro de circunstancia.
— Ya, bueno… creo que tienes razón — concordó una apurada Misato con las mejillas enrojecidas, al recordar que terminó bailando descalza arriba de una mesa, con una botella de vino en una mano.
Con una resignación infinita, la Directora de Operaciones de NERV comenzó a sacar a empujones a sus aun impactados subordinados.
— Vamos niños, avancen. Tú también Ritsuko. No te quedes ahí como una estatua — dijo Misato.
— Aún no lo puedo creer — comentó Aoba, sin quitar la vista de la pareja mientras era empujado a la salida por Misato.
Ritsuko se acercaba lentamente a la salida sin quitar la vista de los Pilotos EVA. La sorpresa de la mujer no estaba centrada en el hecho de que Shinji Ikari hubiera conseguido una chica, cosa que de por sí ya era sorprendente; sino más bien en la identidad de la chica que había conseguido.
Ella ya había visto algunas señales, pudo ver el interés de Shinji y algunos cambios en Rei, pero lo cierto es que nunca imaginó que las cosas llegarían hasta este punto. ¿Qué hacer ahora? Esto es algo que no se podía mantener en secreto. No dudaba que el día lunes, entre Aoba, Hyuga y Maya esto se haría de dominio público. ¿Debería ordenarles que guardaran silencio? ¿Bajo qué concepto? Por otro lado estaba Kaji y una eufórica Misato, que a todas luces sabe mucho más de lo que aparenta.
La situación era tremendamente problemática. Rei Ayanami no es una chica normal, ella fue creada con un propósito, que no era precisamente estar en una relación con… ¿qué era Shinji de ella en todo caso? Las repercusiones de esa relación tenía más niveles de los que se pueden apreciar a simple vista, repercusiones que la tocan a ella directamente.
Y no era para menos. Ritsuko es la persona a cargo de velar por la salud y el correcto funcionamiento de la "muñeca" de Gendo Ikari. Si bien había advertido al hombre que era totalmente esperable cambios en la forma de ser de Rei al llegar la pubertad, o cambios de animó producto del ciclo menstrual; cosa totalmente común y normal para todas las mujeres, se esperaba que eso se mantuviera controlado con la medicación que ella le administraba; medicación que había cambiado secretamente desde hace un tiempo.
Ella quería liberar a la muñeca, era fundamental para su plan de destruir a Gendo Ikari, pero no contaba con que la muñeca tomara alas y ahora estuviera en una especie de romance adolescente con el propio hijo de Gendo. El hombre no se lo tomaría bien, considerando el origen de Rei y el plan que él tiene para su muñeca. Si ella no logra hacer un buen control de daños, Gendo puede tomar una determinación que haría echar por tierra su plan… y todo por culpa de Shinji Ikari. ¿Podría salvar este desastre?
Las cavilaciones de la científica fueron interrumpidas cuando Kaji la tomó por los hombros y la empujó gentilmente fuera del local, por lo que decidió dejar sus reflexiones de lado por ahora. Pero una cosa si era segura; más temprano que tarde, debía tener una larga y seria conversación con Misato Katsuragi.
Continuará...
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Notas del Autor: Finalmente el secreto ha sido revelado. Shinji y Rei salieron en una cita pública y fueron vistos por las últimas personas que hubieran esperado. En todo caso, esto es lo que ellos querían; dejar de esconderse.
Aquí es donde las cosas comienzan a ponerse interesante. Inevitablemente el secreto de Rei va a alcanzarla. ¿Cómo afectará eso a su relación? Hay mucha incertidumbre por delante. Por cierto, la balada rock que bailan Shinji y Rei, a la que se hace alusión es "Angel" de Aerosmith.
En todo caso, al fin Touji y Hikari son pareja.
Saludos y nos leemos.