Chereads / Evangelion: Find the Way - Parte II (+18) / Chapter 10 - Repercusiones de una cita doble (Parte 3)

Chapter 10 - Repercusiones de una cita doble (Parte 3)

Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.

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La pequeña habitación se encontraba en penumbras, solo iluminada por la luz proveniente del exterior, que se colaba por las cortinas ligeramente entreabiertas del ventanal junto a la cama, en la que dos jóvenes se entregaban mutuamente al placer y el éxtasis.

Rei estaba recostada boca abajo en la cama con la cabeza enterrada en una almohada que aferraba con ambas manos, la cual amortiguaba sus fuertes gemidos. La chica estaba desnuda, cubierta por una fina capa de sudor, teniendo las piernas flexionadas para levantar el trasero y darle un libre acceso a su pareja, que estaba situada tras ella sujetándola de las caderas para penetrarla con fuerza desde atrás.

Las embestidas eran profundas y deliciosas, arrancando fuertes gemidos de la chica peliazul cada vez que el miembro de Shinji se clavaba dentro de ella, abriéndose paso en su vagina, deslizándose con un sonido húmedo y resbaladizo que solo lograba excitarla aún más.

— Aaahh… aaahh… más… más fuerte… aaahh… — logró jadear Rei, antes volver a morder con fuerza la almohada al sentir como Shinji atendía sus demandas y empujaba con más fuerza dentro de ella, removiendo sus entrañas y haciendo que el fuego entre sus piernas se hiciera aún más intenso.

Shinji gimió cuando sintió como Rei apretaba sus paredes internas cuando subió el ritmo a su pedido y se clavó más profundo en ella, haciendo que deslizarse dentro de su hermoso coño fuera una experiencia aún más deliciosa. Esto a la vez provocó que su límite se acercara inexorablemente.

Hasta ahora, Shinji había hecho lo hunamente posible por controlarse, cambiando de ritmo y posiciones para follar a Rei el mayor tiempo que le fuera posible, buscando en todo momento complacerla y abrumarla de placer. Le encantaba verla disfrutar tanto del sexo; lo hacía sentirse feliz y orgulloso por partes iguales. Si bien él no era un experto en el sexo ni nada por el estilo, en este punto creía conocer lo suficiente a Rei como para complacerla adecuadamente. El verla retorcerse de placer y sentir como apretaba su miembro dentro de ella, eran indicaciones de que iba por buen camino, pero nuevamente, estaba en su límite.

Rei lanzó un fuerte gemido cuando Shinji se aferró a sus caderas con fuerza y comenzó a entrar en ella aun rápido y fuerte que antes. Ella estrujó la almohada con las manos y gimió con fuerza, los ojos nublados por el placer, mientras era golpeada desde atrás y casi partida en dos, sintiendo como el clímax estaba a pasos de alcanzarla y llevarla a una nueva dimensión de placer.

— Rei… aahh… ya casi estoy… aaahh… — logró decir Shinji entre jadeos, sin poder detenerse, hasta que con una fuerte y profunda embestida llegó al final de su cuerda y se liberó dentro de ella.

Shinji lanzó un fuerte y gutural gemido mientras se aferraba con su vida a las caderas de Rei, presionándola contra sí mismo para entrar por completo en ella, liberando toda su cargar mientras sentía a Rei estremecerse por completo, contrayendo un poco más el coño, apretando su miembro como si nunca quisiera dejarlo salir de ella. La sensación era tortuosamente placentera y alucinante; se sintió abrumado y atontado por el placer.

Por su parte, Rei había vuelto a enterrar la cabeza en la almohada al sentir la liberación de Shinji. Gimió a todo lo que daban sus pulmones por las oleadas de placer que la envolvieron, siendo abordada por un demoledor orgasmo al mismo momento en que Shinji entraba por completo en ella. Literalmente quedó viendo estrellas mientras el orgasmo recorría todo su cuerpo como si fuera una descargara eléctrica. Se estremeció por entero curvando los dedos de los pies, hasta que ya no pudo mantenerse en esa posición y cayó sobre la cama, sudorosa, jadeante y exhausta, pero absolutamente satisfecha. 

Shinji hizo lo mejor que pudo para no aplastar a Rei cuando esta cayó sobre la cama llevándolo con ella, ya que se negaba a soltar su miembro. Cayó sobre ella, pero logró apoyarse en los codos. Jadeaba pesadamente, su corazón al borde de estallar y el cuerpo cubierto de sudor. Finalmente sintió a Rei relajarse y pudo salir de ella con un gemido y se dejó caer a su lado de espaldas en la cama, completamente exhausto.

El Tercer Elegido se quedó ahí por largos segundos tratando de recuperar el aliento, sintiendo como si acabara de correr una maratón. Se sentía al borde de desfallecer pero totalmente satisfecho.

Luego de unos segundos en los que logró controlar un poco su pesada respiración, se obligó a moverse y se quitó el preservativo, lo anudó y lo lanzó a un lado de la cama junto con otros dos. Dio un suspiro de cansancio. Ir tres veces seguidas no estaba nada de mal, pero ciertamente esta última le había quitado demasiado. Sentía como si su camarada de armas le estuviera rogando por unas vacaciones. Sonrió cansadamente y se giró para mirar a Rei.

Su hermosa novia seguía desplomada boca abajo sobre la cama con la cabeza aun enterrada en la almohada, levemente girada hacia a un lado. Pese a la tenue luz que se colaba por entre las cortinas, podía ver su desnudo y perfecto cuerpo cubierto por una fina capa de sudor, mientras era presa de leves estremecimientos.

— ¿Rei? — preguntó el joven Piloto EVA, poniendo gentilmente una mano en el hombro de la chica.

Por respuesta ella dio un suave gemido, mientras la sintió estremecerse una vez más. La chica permaneció en la misma posición sin dar señales de tener fuerzas para moverse. Solo daba un suave gemido cada tanto, mientras su cuerpo se estremecía levemente, aun presa de las deliciosas sensaciones que la sacudían.

"¿Yo hice eso?" se preguntó un sonrojado Shinji, viendo a su totalmente destruida, sudorosa y gimiente novia, ser presa de leves estremecimientos cada tantos segundos. Era simplemente impresionante y excitante a la vez el poder ver a esa hermosa chica aun presa del placer; un placer que él le había dado. No pudo dejar de sentirse orgulloso.

Se quedó ahí por largos segundos simplemente contemplando a su novia, observando su hermoso y sudoroso cuerpo desnudo, acariciándole gentilmente el hombro, mientras ella continuaba dando suaves gemidos, a la vez que su cuerpo seguía estremeciéndose en intervalos cada vez más espaciados, lo que indicaba que los estragos del orgasmo que no la quería soltar estaban disminuyendo. Nuevamente no pudo dejar de maravillarse de lo que había logrado.

Nunca en sus más locas fantasías imaginó que dejaría a Rei en semejante estado luego de follarla a conciencia; sufriendo los estragos de un orgasmo aun pasados varios minutos luego de correrse. Era una visión absolutamente erótica, tanto, que la idea de follar una vez más a su hermosa novia atravesó por su cabeza, pero finalmente lo descartó. Estaba hecho polvo, su miembro rogaba por un descanso y tenía un leve dolor de estómago de tanto follar. Suspiró cansadamente, decidiendo no forzar la máquina y dejarlo por hoy.

Ciertamente esto no era lo que Shinji había tenido mente al venir al pequeño departamento de su novia. Buscaba consuelo en sus brazos, olvidar el mal rato que Misato le había hecho pasar, y olvidar la confesión y la declaración de intenciones de Asuka. Solo quería perderse en los brazos de Rei, sentir su cercanía, su calor, su amor.

Rei había sido comprensiva y, tal como esperó, estuvo allí para él. Le contó sobre la fea pelea que tuvo con Misato, lo odiosa que se había portado ella con todo esto, sin dejarle margen para explicar las cosas. Luego le contó cómo se habían gritado en medio de la calle delante de todo mundo, antes que él se diera la vuelta y la dejara gritando sola.

Pudo ver la molestia en Rei al finalizar su relato. Su normalmente estoico rostro mostraba molestia y algo más. Pudo jurar que vio traición y dolor en sus ojos por unos segundos. Esa fugaz visión fue reafirmada al conocer cómo había ido la conversación de Rei con Misato. Fue un desastre en toda regla. Las cosas no pintaban bien para ellos. Permanecieron abrazados en silencio por largos segundos, hasta que luego de conversarlo un momento, llegaron a la conclusión de que era necesario hablar con Misato, pero cuando la morena estuviera más calmada. Habían pruebas de sincronización programadas para la tarde del día siguiente, por lo que hablar con Misato en ese momento pareció lo más adecuado.

Dejando eso claro, Rei pasó directamente a preguntar por Asuka. No fue muy fácil explicar la conversación con la pelirroja, sobre todo al ir viendo como el rostro de Rei volvía a tornarse molesto.

Era totalmente visible que a su novia no le causó ninguna gracia que Asuka declarara que lo amaba, ni mucho menos que hiciera una declaración de intenciones sobre él. Sí, Rei estaba molesta, pero afirmó que se esperaba algo así. Ella lo había intuido y, la verdad, él también. Al compartir una larga mirada con Rei, quedó claro para ambos que él no tenía ninguna intención de mirar con otros ojos a la pelirroja. Continuaron mirándose a los ojos por unos segundos más hasta que se fundieron en apasionado beso.

El beso fue profundo y húmedo, buscando expresar lo que ambos sentían, como si con ese beso quisieran decirse que eran todo lo que el otro necesitaba. No pasó mucho para que sus lenguas comenzaran a entrelazarse y pugnar por ingresar en la boca del otro, buscando aumentar el contacto. Las sensaciones eran increíbles, pero pronto quedó claro para él que su novia quería algo más que besos.

Sobre eso, Shinji había sido totalmente sincero con Misato al decir que no pretendía tener sexo con Rei esta noche. Era plenamente consciente de que su novia ya no estaba en sus días seguros. Para su total sorpresa y vergüenza, ella le había explicado con lujo de detalles cómo sacar la cuenta del cicló menstrual, por lo que ambos sabían que en sus primeras veces no hubo peligro, pero eso no corría para esta ocasión, por lo que el sexo estaba fuera de discusión. Fue en ese momento que Rei sacó de su bolso escolar una caja de preservativos.

¿De dónde los había sacado ella? ¿Los compró en una farmacia o en un Combini? ¿En verdad se los vendieron sin hacer preguntas? Conociendo a Rei, ya podía imaginar su respuesta si alguien cuestionara su compra. Suspiró y esbozó una pequeña sonrisa. Sí, tenía una novia hermosa, sexy y para su infinita suerte, bastante fogosa y descarada, ya que le había confesado directamente que le gustaba el sexo. Le gustaba que él la hiciera sentir bien.

"Debo ser el tipo más afortunado del mundo" pensó Shinji, apenas creyendo que hasta hace unas semanas atrás andaba sufriendo por los rincones, solo y amargado; en cambio, ahora necesitaba un descanso para no morir por exceso de sexo.

El Tercer Elegido fue sacado de sus reflexiones cuando sintió una mano acariciando su pecho. Al enfocar la vista, vio que Rei había dejado su posición boca abajo en la cama y se había movido para arrimarse a él. Pronto sintió su rostro frente al suyo, sus frentes tocándose, sus narices rozándose y su dulce y caliente aliento quemándolo cada vez que exhalaba.

— Te amo — susurró Rei, antes de irse sobre él para plantarle un profundo y húmedo beso en los labios, mientras daba suaves gemidos de placer.

Shinji se estremeció de pies a cabeza ante la profunda y deliciosa caricia cargada de deseo. Se estremeció por entero mientras Rei se apegaba más, casi como si quisiera fundirse con él. Luego de unos segundos en los que literalmente se quedaron sin aliento, Rei se separó de él con un sonido húmedo, dejando sus bocas momentáneamente unidas por un hilillo de saliva.

Rei se irguió un poco en sus brazos para mirarlo a los ojos. Su cabello era un desastre; estaba totalmente despeinado y parado en ángulos poco naturales, con mechones pegados al rostro, frente y cuello, producto del sudor. Su rostro estaba sonrojado, la boca entreabierta respirando en suaves jadeos, con los ojos aun nublados por el deseo. Se veía devastadoramente hermosa y erótica.

Ese fue el preciso momento en que Shinji supo que estaba por mandar al infierno todo su autocontrol y cansancio. Deseaba a Rei, la deseaba con locura y la iba a follar otra vez aunque se le fuera la vida en eso. No pasaron más de unos segundos para que Rei fuera apresada de espaldas en la cama por un excitado Shinji, que comenzó a devorarla a besos una vez más, mientras que ella, feliz y deseosa, se dejó querer.

 

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Misato estaba en el balcón de su departamento, apoyada con los brazos en la baranda y con una lata de cerveza a medio consumir en una mano. Había llegado al departamento hace unos treinta minutos. Podía decir que estaba notablemente más calmada, pero ni por asomo contenta con toda esta situación; más aun sabiendo que Shinji estaba con Rei en este momento.

Lo gracioso de la situación; si es que tiene algo de gracioso, es que pese a sus propias acusaciones, no desconfiaba de Shinji; desconfiaba de Rei. Si había la posibilidad de que algo pasara con esos dos esta noche, estaba segura de que sería Rei la que lo iniciaría. Ella fue clara en eso: le gustaba el sexo.

Misato gimió y enterró la cabeza en sus brazos. 

Hablar con Kaji en ese bar compartiendo unos tragos, ciertamente ayudó a calmarla y aponer las cosas en perspectiva. Ella estaba enojada; muy enojada, pero: ¿Por qué?

Esa pregunta de Kaji fue la que la hizo reflexionar sobre su desmedido enojo. Sí, estaba molesta porque esos dos mocosos inconscientes se habían dejado llevar en su primera cita "secreta" y habían terminado teniendo sexo. No estaba bien, eran muy jóvenes aun para eso; muy jóvenes para comprender el alcance de sus actos, pero ¿era solo por eso?

Había más que eso, ciertamente y Kaji lo notó, así como también notó que era un tema difícil para ella, por lo que tuvo el tacto de no ahondar más en eso; como si de alguna forma supiera lo que pasaba por su cabeza en ese momento. No dejó se sentirse avergonzada ante la idea de que Kaji supiera lo que ella no quería confesar. Pero él comprendió que no era buena idea ir por ese camino, por lo que decidió centrarse en otro problema, y es en qué hacer con esa pareja de enamorados sexualmente activos.

Con una sonrisa divertida, Kaji se ofreció a tener una seria conversación con Shinji sobre "Las aves y las abejas", aunque llegara con varios polvos de retraso. Una vez ella dejó de regañar, Kaji le indicó que hablaría con Shinji para explicarle las consecuencias que podrían acarrear sus actos, la importancia del sexo seguro y sobre todo, lo importante de respetar a su pareja. Lo que pase en la cama, se queda en la cama. Esas cosas no son para ir comentándolas a modo de vanagloriarse con sus amigos.

"Un caballero no tiene memoria" había dicho Kaji, y dejaría muy claro ese punto, aunque tanto ella como él, conocían lo suficientemente bien a Shinji como para saber que él nunca haría algo semejante. La dignidad de Rei estaba totalmente segura con él. Aun así, agradecía a Kaji por querer hablar con Shinji sobre esto y la seriedad con que se tomó el tema.

Dejando a Shinji momentáneamente de lado, Misato volvió centrar sus pensamientos en la chica peliazul, esa chica que la había sorprendido tan gratamente al pedirle ayuda para ser más femenina y poder conquistar al chico que le gusta. Una chica a la que le había tomado cariño, y sobre la cual había proyectado sus deseos y sueños incumplidos; porque deseaba que Rei tuviera eso que ella nunca tuvo: la inocencia del amor joven.

Misato miró hacia la ciudad iluminada por las luces y sintió como el enojo y la amargura volvían a ella al pensar en Rei, en lo que quería para la chica peliazul. 

Cuando la seria y fría Rei Ayanami le pidió ayuda para conquistar a Shinji, estaba feliz. Se sentía feliz, alagada y afortunada de que Rei confiara en ella para algo tan importante, y se dispuso a ayudar a la chica en todo lo que pudiera para lograr el objetivo de que Shinji se enamore de ella. Aunque en honor a la verdad, habían varias señales de que eso ya era un hecho, solo era cosa de cerrar el trato. Fue aquí donde casi inconscientemente comenzó a proyectar sus propios anhelos en Rei. 

Si bien Misato es bastante descarada y poco recatada en su vida privada, no deja de ser una mujer que, como todas o en su gran mayoría, quería vivir su propio cuento de hadas, lo cual en su caso nunca ocurrió.

No hubo cuento de hadas para Misato, para ella solo hubo sexo. Le gustaba el sexo y lo hacía cada vez que podía, hasta llegar a Kaji y su semana de sexo desenfrenado; sin dudas la cúspide de su vida sexual. Si bien Kaji fue el mejor hombre en su vida, era algo que no iba a funcionar. Lo dejó poco después, solo para vivir una vida solitaria, amargada, matizada con algo de sexo casual y sin amor. Lo odiaba. Pero vio en Rei la oportunidad de darle a esa chica fría y atípica, eso que ella no pudo vivir.

Sí, fue una soberana estupidez.

Aun así, esperó que Rei viviera su sueño. Quería que experimentara el amor joven e inocente, las miradas tímidas, el roce casual de manos que los haría sonrojar, la emoción de una primera cita linda e inocente, el nerviosismo de tomarse de las manos por primera vez, el anhelado primer beso. Quería que Rei experimentara todo eso, que esa chica fría y apática, fuera abriéndose a la vida poco a poco, conociendo sus sentimientos y experimentando la inocencia del torpe amor joven. Rei merecía experimentar eso, merecía conocer lo lindo del amor.

Lo que Misato nunca imaginó, es que todos esos lindos deseos que tenía para la chica peliazul, se fueran al infierno cuando esta le contó la verdad tras noche de la fiesta de NERV, cómo ella y Shinji fueron a su departamento y tuvieron sexo esa noche perdiendo ambos su virginidad. También le contó cómo habían tenido sexo todo el día siguiente, así como también habían continuado haciéndolo en la semana, y como le había confesado que le gustó el sexo. Esto fue lo que realmente había molestado tanto a Misato, lo que no había podido reconocer delante de Kaji. Esta nueva Rei, se parecía demasiado a ella.

Misato lanzó lejos la lata de cerveza a medio consumir.

Cuando vio a Rei hace unas horas atrás contándole todas estas cosas, reconociendo que ama a Shinji, que están juntos como pareja, que mantienen relaciones sexuales, que le gusta hacerlo y que le gusta como él la hace sentir, fue como verse a sí misma. Lo odió; odió eso. No quería que Rei se transformara en una versión más joven de ella, una Misato 2.0. No, Rei no puede ser así. Rei merece algo mejor.

Misato apretó con fuerza la baranda con las manos, mientras una rebelde lágrima escapaba de uno de sus ojos. Ella no quería que Rei pasara por las cosas que ella había vivido. No quería que tuviera una vida triste, movida por la venganza, matizada con algo de sexo casual sin amor. Pero Rei no era ella; no aun al menos, además, no estaba sola. Tiene a Shinji.

En ese momento Misato recordó lo dicho por Shinji respecto a la prima de Kensuke Aida y como esta se le ofrece descaradamente, al punto de poder; en sus propias palabras: "cogerla como un conejo", si aceptara sus insinuaciones. Pero no lo había hecho, porque no se trata de sexo.

— Es porque es Rei — dijo Misato, recordando esas palabras de Shinji, palabras de las que ahora estaba comprendiendo su real significado.

Ella había visto las señales, pudo verlo cuando esos dos llegaron al departamento antes de que todo se fuera al infierno, los ojos con que Shinji miraba a Rei, ojos que decían claramente que amaba a esa chica aparentemente fría, pero que es mucho más de lo que aparenta, una chica que es todo el mundo para Shinji; si podía interpretar su mirada. Una mirada que ella nunca había recibido, ni siquiera de Kaji. Sintió envidia.

Misato gimió. La cabeza le daba vueltas.

Habían tantas cosas aún por resolver con esos dos. No solo por la mentira ideada a petición de la propia Rei para encubrir su noche y posterior día de sexo, también estaba lo de su relación y lo que dirían todos en NERV al enterarse. Lo que diría el Comandante Ikari sobre Rei teniendo a su hijo de novio, lo que diría Ritsuko y si todo esto influiría en el desarrollo del "Dummy Plug System", sin contar con las descaradas palabras de Rei y Shinji sobre su situación.

— Para subir a un EVA, pelear y morir, nos tratan como adultos; pero en nuestra vida privada nos tratan como niños — dijo Misato recitando las palabras de Rei — Desde sus perspectivas en verdad nos vemos como unos hipócritas — añadió.

Misato hizo un gesto de amargura. Nada de esto es como ella esperaba que fuera. Tal vez lo único bueno dentro de todo, es que podía ver que esos dos en verdad se aman. Sí tan solo se hubieran esperado un poco y no hubieran llegado a lo sexual en la primera cita… suspiró con resignación.

Aun no tenía claro qué es lo que haría con esos dos o cómo se las arreglaría para mantener las bragas de Rei en su lugar, y hacerle ver que hay más cosas fuera del sexo en una relación se pareja; aunque es muy probable que ya lo sepa, solo que le gusta el sexo.

Misato gimió en resignación por una Rei tan parecida a ella, por su destrozado anhelo de un amor joven e inocente para su pupila descarriada, por no saber aún cómo lidiar con toda esta mierda, ni mucho menos como castigar a esos dos tortolitos por la monumental cagada que le dejaron entre las manos. Como fuere, ya no tenía las fuerzas ni ganas para seguir pensando en esto por ahora, además le dolía la cabeza.

Con todo el peso del mundo sobre los hombros, Misato Katsuragi fue a tomarse una aspirina y luego a su cuarto a dormir. Esperaba que al día siguiente ya más descansada y con la cabeza despejada, pudiera encontrar una forma adecuada de lidiar con toda esta mierda y, de paso, encontrar un buen castigo para esos dos; porque los iba a castigar, eso es definitivo.

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El sol estaba recién despuntando en el horizonte, comenzando a iluminar con sus rayos a la cuidad fortaleza de Tokio-3. Era muy temprano aun; casi de madrugada, pero pese a esto, Shinji y Rei ya estaban en pie preparándose para salir rumbo a la escuela. Habían tomado un necesario baño para quitarse de encima el sudor, restos de fluidos resecos y el olor a sexo. El baño también los había ayudado a despertar, ya que ambos estaban muy cansados por las actividades de la noche pasada.

Shinji estaba sintiendo la falta de sueño y el agotamiento por forzar la máquina, pero no podía negar que pese a todo, se sentía genial, simplemente genial. No podía apartar una sonrisa tonta de la cara, sin poder evitar rememorar las cosas que habían hecho en la cama, que actualmente era una zona de guerra, con unas sábanas tan sucias que habían decidido tirarlas a la basura.

Por su parte, Rei estaba resplandeciente. Era simplemente impactante ver a la normalmente estoica chica, con una radiante sonrisa en los labios. No era una sonrisa de oreja a oreja, de hecho, era un poco más grande que su sonrisa habitual, pero así y todo, iluminaba su rostro de una forma nunca antes vista, sumado a la mirada de sus ojos, completaban un cuadro no visto ante en la chica peliazul; estaba feliz, exultante, radiante y totalmente satisfecha.

Sí, habían tenido sexo antes. Sí, había sido increíble y Rei se veía feliz y satisfecha todas esas veces, pero hoy es un poco más que las veces pasadas. ¿Será porque en esta ocasión se tomó el tiempo de disfruta a Rei y follarla a conciencia? ¿Fue porque había sido más intenso? ¿Será porque ahora ambos se tienen más confianza y son cada vez mejor en el sexo? Como fuere, Rei resplandecía de felicidad, y él estaba igualmente feliz y satisfecho; sin dejar de mencionar el orgullo de saber que la felicidad de Rei es su responsabilidad. Eso es bueno para el ego. 

Compartiendo una mirada y una sonrisa cómplice con la que se dijeron muchas cosas, la pareja de Pilotos EVA terminó un rápido desayuno antes de emprender rumbo a casa de Touji, tomados de las manos como la feliz pareja de enamorados que eran.

Lo cierto es que el día anterior mientras iba camino a casa de su novia, Shinji había tenido la suficiente lucidez como para llamar por teléfono a su amigo y pedirle el favor de que le prestara su uniforme escolar, ya que no podía aparecer en la escuela usando la misma ropa del sábado en la noche. Esa era la razón para ir a casa de Touji, y el motivo para hacerlo tan temprano en la mañana, es que el chico se había comprometido desde ese día ir a buscar a Hikari para caminar juntos a la escuela.

— Aquí es — dijo Shinji, de pie frente a la puerta de un departamento en complejo de edificios. No lo pensó demasiado y llamó a la puerta.

Decir que Touji estaba sorprendo al ver a la pareja frente a su puerta tomados de la mano, es quedarse corto. Solo esperaba a Shinji, pero ver a una resplandeciente y sonriente Rei Ayanami era una nueva dimensión de sorpresa. Pestañeó un par de veces para ver si no era un espejismo, pero la chica peliazul seguía resplandeciendo de felicidad. Le dio una mirada a su amigo, que vestía la misma ropa de la noche del sábado, y se veía tan feliz como su novia.

Touji nunca se caracterizó por ser muy inteligente, pero no necesitó pensarlo demasiado para comprender lo que pasaba ahí. Shinji con ropa de dos días, él y su novia aun con el cabello mojado. Era simplemente evidente.

"Maldito suertudo" pensó, sabiendo ya lo que tenía tan feliz a esos dos. Entonces recordó que él ahora también tiene novia, y que ese tipo de contacto ya no era tan improbable, ni tan lejano. Se sonrojó de solo pensarlo. Tuvo que menear la cabeza para apartar esas candentes ideas de su mente y se aclaró la garganta para volver a encarrilar las cosas en la dirección correcta.

— Hola. Será mejor que entren antes de que se me haga tarde — dijo Touji haciéndose a un lado para darle acceso a la feliz pareja.

Para sorpresa de todos, el uniforme escolar que Touji nunca usaba, no le quedó tan grande a Shinji; de hecho, se ajustó bastante bien a su físico, lo que quería decir que efectivamente el Tercer Elegido se estaba desarrollando bien. Luego de eso, la feliz pareja de Pilotos EVA y el chico de eterna ropa deportiva se encaminaron a casa de Hikari Horaki.

 

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Touji Suzuhara era un joven feliz; avergonzado, pero feliz. Estaba feliz por ser abrazado y besado por su hermosa, algo mandona, pero increíble novia; y estaba avergonzado por estar siendo besado en frente de sus amigos y de la hermana mayor de Hikari, que lo miraba con una sonrisa que no sabía descifrar. 

— Buenos días — dijo una feliz Hikari, separando sus labios de un sonrojado, pero feliz Touji.

— Bu, buenos días — logró maneja el joven de eterna ropa deportiva.

Entonces la chica se pecas se percató de que su flamante novio estaba acompañado, y su rostro se iluminó al ver a sus dos nuevos amigos ahí de pie, tomados de la mano.

— Shinji, Rei. ¡Hola! — exclamó la feliz chica yendo a saludar a la pareja.

Cuando vio a sus nuevos amigos ahí tomados de la mano y centró su mirada en una no tan estoica Rei, se sintió un poco extrañada, pero a la vez feliz. Ver a Rei por una vez no ser un completo cubo de hielo, era algo bueno. Supuso que Shinji tenía mucho que ver en ese cambio de actitud; sonrió y en cosa de segundos había tomándola de un brazo a la chica peliazul, apartándola a un lado para hablar con ella en forma cómplice.

Para cuando Shinji fue consciente de lo que estaba pasando, una sorprendida Rei había sido tomada como rehén por una sonriente Hikari para hablar cosas de chicas, mientras que un nervioso Touji intercambiaba palabras con Kodama, la hermana mayor de Hikari, que le daba una mirada traviesa mientras invadía su espacio personal, disfrutando de forma un tanto perversa del nerviosismo del chico.

— ¡Hermana! Deja de poner nervioso a mi novio — dijo una molesta Hikari, yendo hasta donde Touji para tomarlo de una mano y apartarlo de su traviesa hermana mayor, que hizo un puchero al ser separada de la víctima de sus juegos.

— Bien, será mejor que se encaminen a la escuela antes de que se les haga tarde — dijo Kodama, haciéndoles un gesto con una mano para que se vayan.

— Sí, sí, ya nos vamos — dijo Hikari rodando los ojos, arrastrando a Touji de una mano.

— Rei, Shinji — llamó Kodama, haciendo que los dos Pilotos EVA se voltearan para mirar a la mujer de lentes, frente amplia y delantera imponente — Me alegra mucho verlos otra vez, pero la próxima vengan con más tiempo para que pasen a la casa y puedan compartir con todos nosotros.

Ambos jóvenes se sorprendieron un poco por las palabras y la invitación de la mujer mayor, pero asintieron con la cabeza. Shinji con una sonrisa agradecida y Rei no tan seria como de costumbre y visiblemente feliz; lo que causó que Kodama levantara una ceja curiosa, pero contenta por la chica. Se la veía feliz y eso es lo importante.

Luego de ese intercambio, los cuatro jóvenes se despidieron y emprendieron rumbo a la escuela, ahora con una prendida Hikari tomando nuevamente a Rei de un brazo para adelantarse unos pasos y volver a hablar con ella en forma cómplice, mientras la chica peliaziul solo miraba a su nueva amiga y asentía cada tanto con la cabeza a lo que sea que ella le estuviera diciendo. Entonces, Hikari se volteó hacia Touji y le sacó la lengua en forma juguetona, sonrió y volvió a su monólogo con Rei.

Atrás, Touji observó a su novia con todo el amor que sentía por ella y no pudo evitar sonreír ante su actitud traviesa y juguetona. Por alguna razón eso lo hizo sentirse feliz. 

— Lamento eso — dijo Shinji, llamando la atención de su amigo, señalando con un movimiento de cabeza a las dos chicas frente a ellos — Supongo que esperabas caminar con Hikari tomados de la mano — añadió.

Touji hizo un intento de mostrar enojo por las palabras de su amigo, pero le fue imposible sentirse enojado en ese momento. Simplemente negó con la cabeza y sonrió.

— No te puedo negar que deseaba eso, pero esto tampoco está mal — apuntó Touji, señalando hacia las chicas un poco más adelante — De todo el tiempo en que Hikari ha sido amiga de la "Demonia Langley", nunca la vi actuar así. Es como si esa pelirroja malas pulgas le drenara la vida, en cambio ahora… solo mírala. Se ve tan alegre y feliz.

Shinji no pudo dejar se sentirse algo tocado ante la mención de la pelirroja. El recuerdo de lo pasado en la plazoleta tras el Combini vino a su mente, pero lo hizo a un lado. No era momento para pensar en eso. Por el contrario, miró a las chicas más adelante y vio a una alegre Hikari conversando de alguna cosa con una no tan fría Rei, que solo la miraba y asentía de tanto en tanto. Ciertamente debía concordar con Touji aquí. Nunca había visto a Hikari comportase tan alegre, como cualquier chica de su edad, y parecía que solo podía ser así con Rei. Podía ver que se creó una conexión entre ellas desde la cita doble y le gustaba eso. Estaba feliz por Rei; feliz de que tuviera una amiga.

— Sí, puedo verlo. Me gusta eso también. Que sea con Rei con quien pueda hablar de esa manera, que la considere su amiga — reconoció Shinji con una suave sonrisa.

Touji se sorprendió un poco por las palabras de su amigo, pero al mirar hacia adelante y ver a esas dos juntas, pese a ser Hikari la más activa y extrovertida, pudo ver hacia donde iba Shinji.

Rei Ayanami siempre había sido una chica fría y distante, un cubo de hielo que estaba en completa soledad, hasta que llegó Shinji para derretir ese hielo que la cubría. Ahora, Hikari también se había acercado a ella y podía ver como una amistad florecía entre las dos. Rei ya no estaba sola como hace unos meses atrás, y Hikari ganó una amiga que no drenaba lo mejor de ella, como si lo hacía cierta pelirroja. Sí, podía verlo. Por loco que pareciera, Rei era la amiga que Hikari necesitaba; y a su vez Hikari era la amiga que Rei necesitaba.

— Tienes razón. Esas dos se han vuelto buenas amigas en muy poco tiempo — reconoció Touji, mirando con cariño a Hikari, que seguía hablando animadamente con la chica peliazul.

— Tal vez tengamos que cuidarnos de esas dos. Quién sabe las cosas puedan comenzar a maquinar dentro de poco — comentó Shinji a modo de broma.

La sonrisa se fue de los labios de Touji y luego de los labios de Shinji cuando esa idea se asentó en sus mentes. Miraron a sus novias caminando un poco más adelante y se estremecieron. La idea por loca que parezca, no era tan descabellada, visto lo bien que esas dos se estaban llevando. Ambos jóvenes se miraron y suspiraron en resignación antes de seguir a sus novias camino a la escuela.

 

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Un adormilado Kensuke Aida caminaba por la acera bastante temprano en la mañana, ya que iba a hacer una escala antes de ir a la escuela luego de un fin de semana que no resultó como él hubiera esperado.

Lo cierto es que Kensuke había tenido la idea de pasar el fin de semana con sus amigos, pero no había podido concretar algo con ninguno de ellos. De Shinji podía entenderlo. Trabajar en NERV y pilotar un Evangelion era una gran responsabilidad y consumía la mayor parte de su tiempo libre; incluido los fines de semana, por lo que no se sintió molesto al no poder juntarse con él. Pero no podía decir lo mismo de Touji.

Su amigo más antiguo había dicho que no podían juntarse el sábado ya que tenía un compromiso que lo tendría ocupado todo el día y no aseguraba nada para el domingo. Igualmente pasó por casa de su amigo el domingo y para su completa sorpresa, le dijeron que Touji pasó la noche fuera y que había avisado temprano en la mañana que llegaría por la tarde. Eso lo sorprendió.

Touji había salido en algún tipo de panorama del que él no tenía conocimiento y al que no había sido invitado. Eso le hizo recordar que los últimos días Touji y Shinji habían estado actuando algo extraño y un poco más cercanos de lo habitual, como si estuvieran tramando algo. El pensar en eso le hizo sentir que estaba siendo dejado de lado. No le gustó sentir eso. Tendría que hablar sobre esto con esos dos cuando llegara a la escuela. Con eso en mente, el chico de lentes avanzó hacia su destino que ya estaba frente a él, cruzando la calle.

Pese a ser temprano en la mañana el Combini estaba medianamente concurrido. Habían algunos oficinistas comprando café, algo para desayunar o un bento para el almuerzo, también habían algunos escolares frente a la góndola de las revistas, que era precisamente el lugar donde se dirigía.

Al ser día lunes, las más populares revistas de manga sacaban sus nuevos números semanales, y Kensuke estaba decidido a comprar un par de ellas; de hecho, las vio apenas estuvo al frente de la góndola de revistas y tomó de inmediato los dos números que le interesaban. Ojeó rápidamente las revistas con una sonrisa, y luego volvió a mirar en la góndola buscando si encontraba alguna otra cosa de interés. Fue en ese momento en que Kensuke se congeló en su lugar.

El chico de lentes estaba gélido. Lo que le mostraban sus ojos no podía ser verdad. Cerró con fuerza los ojos y los volvió a abrir. Lo que vio seguía ahí. Se restregó los ojos con las manos y volvió a mirar. Seguía ahí. Con una mano temblorosa tomó la revista que lo había impactado y contempló lo que parecía imposible, pero que estaba ahí desafiando toda lógica. En la portada de una revista de espectáculos, estaban Shinji Ikari y Rei Ayanami, vestidos elegantemente como si fueran invitados de una cena de gala. Al mirar con más detenimiento la portada de la revista, vio que esa fotografía fue tomada en la inauguración de una discoteque. Un momento, ¿no que Shinji fue a la inauguración de una discotheque hace dos semanas?

El chico de lentes recordó que Misato-San llamó a todo los conocidos de Shinji hace dos semanas, ya que este había desaparecido y solo apareció al día siguiente entrada la tarde. Él había dicho que fue a una disotheque "solo" y que ahí conoció a un grupo de chicos con los que estuvo hasta el día siguiente, pero la portada de esta revista echaba por tierra todo ese relato, la lógica indicaba que Shinji había pasado la noche y todo el día siguiente con Rei Ayanami.

Impactado aun por esta verdad, Kensuke comenzó a ojear la revista con avidez, y pudo ver una serie de fotografías de Shinji y Ayanami en la discotheque. Entonces cayó en cuenta de que habían otras dos revistas más donde se mostraba a Shinji y Ayanami en la portada. Las tomó con avidez y comenzó a ojearlas, viendo más fotografías de esos dos. ¿Qué significada eso? ¿Estaba Shinji en alguna especie de relación secreta con Rei Ayanami? ¿Y por qué esto recién sale hoy a la luz? Entonces Kensuke cayó en cuenta de que todas estas eran revistas mensuales.

Luego del Segundo Impacto, la sociedad tuvo que centrar sus prioridades en la reconstrucción del mundo, por lo que cosas como la farándula y el espectáculo quedaron bastante de lado, es por esto que ya no habían programas de televisión que se centraran en eso. Solo habían sobrevivido las tres revistas mensuales que tenía en las manos; a base de recolectar las noticias más suculentas del mes para llamar la atención de los lectores. Además, los noticieros no trataban estos temas desde hace bastante tiempo y la prensa escrita solo informaba temas de política, policiales o económicos. La inauguración de una discotheque no merecería ni una pequeña nota al pie de la página del horóscopo de un diario. Esta noticia solo interesaba a tres modestas publicaciones de farándula que aun luchaban por sobrevivir, y él las tenía a las tres en sus manos.

Kensuke volvió a mirar una vez más las revistas y sus ojos casi salen de sus orbitas cuando en una de estas vio una fotografía de Shinji y Ayanami besándose en lo que parecía ser una pista de baile.

En ese momento, Kensuke supo que Shinji había mentido descaradamente sobre lo ocurrido hace dos semanas. Las pruebas de la mentira estaban ante sus ojos impresas a todo color en papel couché. Shinji tendría que dar una gran explicación por esto. Con eso en mente, el chico de lentes tomó sus revistas de manga y las tres revistas con Shinji y Ayanami en la portada y fue hasta el dependiente para pagar. Luego de eso, emprendió rumbo a la escuela mientras leía ávidamente una de las revistas.

 

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Asuka no era una mujer feliz, eso era más que evidente al ver la cara molesta de la pelirroja, y es que la mañana no había comenzado de la forma en que ella hubiera esperado. La idea de la pelirroja para esa mañana era levantarse temprano y preparar el desayuno como primer paso para demostrarle a Shinji que ella es mucho más de lo que él cree. Pero grande fue su decepción cuando apareció Misato, echando por tierra todos sus planes.

La mujer salió de su cuarto, despeinada, adormilada y rascándose el trasero; un panorama para nada atractivo de ver. Caminó rumbo a la nevera por su cerveza de la mañana y se congeló a medio camino al verla preparando el desayuno. La morena por un momento pensó que había caído en una dimensión paralela o algo por estilo. Asuka se mordió la lengua aguantando los comentarios mordaces de la mujer; al menos hasta que vio la mesa arreglada con cubiertos para tres. Fue ese el momento en que Misato informó que Shinji no estaba, por lo que solo debía poner cubiertos para dos.

Asuka prácticamente saltó sobre Misato, exigiendo que explicara de qué demonios estaba hablando. Fue ahí que se enteró sobre una discusión bastante fea que había tenido con Shinji, luego de que lo acompañara a dejar a la muñeca a su casa la noche pasada. Misato se negó a explicarle la naturaleza de esa discusión. Solo dijo que ocurrió cuando venían de regreso al departamento, que Shinji se bajó de su automóvil y se fue en otra dirección.

Obviamente ella había regañado a Misato diciendo lo irresponsable que había sido al dejar a Shinji irse así sin más, pero ella señaló que en la discusión se dijeron cosas bastante feas, por lo que ambos estaban muy enojados y consideró dejarlo por el momento, o solo hubieran empeorado las cosas. Aguantando su propio enojo y con una mirada de muy pocos amigo, Asuka hizo la pregunta que mandó su día a la mierda: "¿Al menos sabes dónde Shinji pasó la noche?"

Ante esa pregunta, Misato puso un rostro serio y dio la impresión de que ese enojo del que había estado hablando volvía a ella, y solo respondió: "No te preocupes por eso. Él está bastante bien"

Se quedó viendo a Misato con curiosidad por esa respuesta un tanto criptica, tratando de leer entre líneas qué es lo que quería decir. Fue entonces que luego de pensarlo por unos segundos, una idea vino a su mente; una idea que pronto se transformó en una certeza.

— ¡¡PASÓ LA NOCHE CON LA MUÑECA¡¡ — rugió.

No fue una pregunta, fue una afirmación y Misato no lo negó. Exigió una explicación, pero ella solo dijo que lo dejara, que no era asunto suyo y que ella lo conversaría con Shinji hoy en NERV antes de las pruebas de sincronización. En ese punto su furia estalló, mando a Misato a la mierda y salió del departamento dando un portazo, sin prestar atención a los regaños de la aspirante a alcohólica. Que se pudra la muy puta.

Y aquí estaba Asuka ahora, ingresando a la escuela, molesta al punto de que todos se apartaban de ella al ver su cara de furia apenas contenida.

La pelirroja no podía dejar de dar vueltas en la cabeza sobre qué demonios pudo causar una pelea tan grande entre Shinji y Misato. Hace cosa de nada, estaban todos muy felices con la nueva relación entre Shinji y la muñeca; con la tonta de Misato sonriendo como la idiota que es, levantando en el aire a esa estúpida ojos de conejo.

El solo pensar en la muñeca, lograba que el enojo de Asuka subiera como la espuma. La muy puta había estado haciéndose la mosca muerta todo el tiempo, hasta que finalmente sacó las garras y de un día para otro atrapó a Shinji. A todo eso. ¿Qué demonios le ve el idiota a Shinji a esa estúpida?

La muñeca es un maldito cubo de hielo. La estúpida es más fría que el polo sur, su rostro es serio y más plano que una puerta, tiene menos sentimientos que una lechuga y es tan silenciosa y robótica en todo lo que hace, que está a pasos de ser una autista. ¿Qué demonios le ve el idiota de Shinji?

Pero más importante que eso, gracias a una pelea con su tutora alcohólica, Shinji fue a pasar la noche en casa de la muñeca, y a la muy puta de Misato le da lo mismo. ¿De verdad? ¿Simplemente deja que Shinji vaya donde la muñeca y le da lo mismo? ¿Es que no se da cuenta que esa mosca muerta puede tomar ventaja de esa situación?

El pensar en esa posibilidad, que Shinji en verdad se enrede físicamente con la mosca muerta esa, le revolvió el estómago a Asuka. El imaginar a un Shinji desnudo entre los brazos y entre las piernas de esa puta con ojos de conejo, no solo le descomponía el estómago, la hacía llevar su enojo a una nueva dimensión. ¿Es que la estúpida de Misato no podía darse cuenta de eso? ¿Acaso está tan a favor de la muñeca que está de acuerdo en que esos dos pasen la noche juntos?

Asuka apretó los dientes y apuñó las manos ante ese pensamiento. ¿Por qué todo tenía que ponerse tan malditamente cuesta arriba para ella? Justo ahora que había decidido dejar su máscara de lado, justo ahora que había decidido ser sincera con Shinji, justo ahora que había confesado sus sentimientos y decidió demostrarle a Shinji la gran mujer que es, viene y pasa esto. Y todo por culpa de una pelea con la estúpida de Misato.

— Scheisse — masculló en alemán una enojada y frustrada pelirroja.

Asuka estaba tan enojada que no estaba prestando atención a nada, solo caminaba en piloto automático, echando humo por las narices ajena a todo lo que la rodeaba, al punto que no vio al chico de lentes con la cara enterrada en una revista, y que venía en dirección contraria a ella luego de una escala técnica en el baño. Como los dos iban caminando bastante rápido y ninguno iba prestando atención por donde iban, terminaron chocando violentamente al intentar cruzar al mismo tiempo la puerta del salón de clases, dándose un fuerte cabezazo y cayendo de culo al suelo, ante la mirada sorprendida de todos los presentes.

— ¿¿Qué demonios?? — rugió una molesta Asuka sentada en suelo de una forma poco decorosa, sobando su lastimada cabeza y bajándose la falda antes de mostrar más de lo aconsejado.

— Perdón. No iba pendiente de donde iba — se disculpó un aturdido Kensuke sentado de culo en el suelo con sus revistas desparramadas frente a él, mientras se sobaba la cabeza; hasta que cayó en cuenta de con quien había chocado — ¡Asuka! — exclamó con terror.

— ¿¿TÚ?? — regañó una ahora furiosa pelirroja, mirando con ojos asesinos al chico de lentes.

Kensuke dio un respingo del susto al ver la mirada de la pelirroja, prometiendo una muerte lenta y dolorosa. Tragó sonoramente mientras se le erizaba el pelo de la nuca, al menos hasta que la atención de Asuka pasó hacia algo mucho más interesante. Kensukle vio lo que llamó la atención de la pelirroja y sintió un vació en el estómago mientras pensaba: "¡Oh, no!"

El mundo se detuvo para Asuka. Todo lo que estaba alrededor de ella había pasado a segundo plano, incluso el idiota cuatro ojos dejó de ser relevante. Todo lo que importaba en ese momento para la pelirroja, eran las revistas que estaban desparramadas frente a ella. Con manos temblorosas tomó una de las revistas con la portada mostrando a Shinji y la muñeca del brazo elegantemente vestidos. Miró a un lado de ella donde estaba otra revista. La tomó con su otra mano y vio una nueva portada con esos dos. Un Shinji sonriente y una muñeca no tan seria mirando a la cámara con…

Fue en ese momento en que Asuka cayó en cuenta de un importante detalle, esos dos vestían la misma ropa que llevaban la noche de la fiesta en NERV. Con una nueva mirada a la revista logró leer la portada.

"Pilotos de Evangelion asisten a inauguración de discotheque en Tokio-3"

Los ojos de Asuka se abrieron del tamaño de platos al caer en cuenta de lo que había pasado esa noche, al darse cuenta de que Shinji había mentido para encubrir que pasó la noche y todo el día siguiente con la muñeca; recordó también la felicidad con la que Shinji apareció ese domingo en la tarde. Asuka finalmente lo comprendió.

— ¡¡Maldita puta!! — rugió Asuka, estrujando una de las revistas en su mano.

 

Continuará...

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Notas del Autor: ¡Hola a todos! Ha pasado un tiempo pero aquí estoy con un nuevo capítulo de esta historia.

Ha sido bastante complicado seguir adelante en esta historia, ya que a medida que avanza se complica cada vez más, pese a saber a dónde quiero llegar. Eso se puede ver en la escena final de este capítulo que debió ser reescrita, y la verdad me gustó mucho más como se lee ahora.

Por lo pronto siguen complicándose las cosas para Shinji y Rei. No solo Misato se enteró de todo, ahora lo hizo Asuka y eso no pinta nada bien. Y eso que Gendo aún no mete su nariz aquí.

Espero que el capítulo haya sido de su agrado. Nos leemos.