Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
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El camino a la escuela había transcurrido más rápido de lo que el cuarteto había esperado. Sin dudas la buena compañía hacía que el tiempo volara, haciendo que las dos parejas ya pudieran ver su destino ante sus ojos.
Para ese momento los cuatro jóvenes ya habían cambiado sus posiciones iniciales. Hikari finalmente había liberado a Rei de su charla de chicas y actualmente caminaba tomada de la mano de un sonriente y particularmente feliz Touji Suzuhara. Al lado de la nueva pareja, un igualmente sonriente Shinji caminaba tomando la mano de su flamante novia Rei Ayanami.
Una vez que estuvieron frente a las puertas de la escuela, la pareja de Pilotos EVA se detuvo mirando hacia adelante. Este sería el momento en que harían pública su relación a todo el mundo y Shinji no dejaba de sentirse un poco nervioso. Para la otra pareja, la situación era exactamente la misma. Este también sería su estreno en sociedad y se les notaba el nerviosismo, al menos hasta que la chica de pecas dio una risita divertida.
— ¿Hikari? — preguntó un sorprendido Touji, mirando curioso la actitud divertida de novia, para luego mirar interrogante a sus otros dos amigos, los cuales también miraban a la chica de pecas; Shinji curioso, mientras que Rei dejó de lado la pequeña sonrisa que esbozada desde que se despertó esa mañana, para darle una mirada seria a su amiga.
Hikari dejó de reír, miró a su novio y luego a sus dos amigos.
— Realmente somos patéticos poniéndonos nerviosos por esto. Quiero decir; Touiji es mi novio y ustedes dos también son novios. Es normal que seamos más cercanos con nuestras parejas — explicó la chica de pecas.
— ¿Alguna vez te dije que eres increíble? — soltó Touji antes de saber lo que decía, sorprendiendo a Hikari y sonrojándola por partes iguales, pero luego de un par de segundos le devolvió la mirada.
— Primera vez y espero no sea la última — respondió Hikari con una sonrisa, arrancado un feroz sonrojo de Touji, para su completo placer.
Shinji y Rei compartieron una mirada ante la interacción de sus amigos y no pudieron evitar una sonrisa al verlos. Era simplemente innegable que son tal para cual. Solo han estado juntos por pocas horas y su relación parecía llevar ya varios años. Touji no se comportaba tan idiota y Hikari había dejado de ser tan mandona; a cambio, se la ve mucho más feliz. Es como si ambos se hicieran mejores personas con solo estar juntos. Se alegraron por ellos.
— Sería bueno que entremos de una vez. Estamos llamando atención parados aquí — señaló Shinji, ya que efectivamente, todos los que estaban ingresando a la escuela, o que estaban parados por ahí conversando un poco antes de entrar a clases, los estaban mirando con cada vez más curiosidad.
Touji y Hikari no pudieron más que concordar con el comentario de Shinji y con un asentimiento de cabeza, los cuatro chicos ingresaron a la escuela, ante las miradas curiosas y sorprendidas de todos los presentes.
Las miradas a las dos parejas no se dejaron esperar y no hizo nada por calmar el nerviosismo que había abordado a los cuatro chicos momentos atrás. Literalmente todos estaban volteando para mirarlos y hacían comentarios sobre ellos. Imaginaban que el verlos aparecer en la escuela caminando tomados de las manos, era algo que simplemente no podía pasar desapercibido, pero Hikari y Touji estaban seguros que la mayoría de las miradas no estaban dirigidas a ellos; sino que estaban dirigidas a Shinji y Rei.
Efectivamente, no pasó mucho para que Touji y Hikari se percataran de que la gran mayoría de las miradas estaban dirigidas a sus dos amigos. La verdad no era de extrañar. Shinji y Rei eran conocidos por todos en la escuela; Shinji como un famoso Piloto de Evangelion y Rei como un cubo de hielo silencioso y eternamente solitario; por lo que verlos pasear tomados de la mano debe ser algo en verdad sorprendente. Aun así, para el chico de eterna ropa deportiva y la chica de pecas, les parecía que la atención que sus amigos estaban concitando era excesiva.
Para la joven pareja de Pilotos EVA no era de extrañar la atención que estaban recibiendo. Pese a su forma de ser tímida y algo retraída, Shinji sabía que buena parte de la población femenina de la escuela estaba interesada en él. También sabía que la siempre seria y fría Rei Ayanami era por demás conocida; es por eso que verlos caminando juntos tomados de la mano debió llamar mucho la atención. Lo único que molestaba a Shinji con todo eso, es que algunas de las chicas tenían lo que parecía ser revistas en las manos y alternaban entre ver las revistas y mirarlos a ellos. Estaba por comentar eso con Rei, cuando se encontró de pronto frente a la puerta de su salón de clases.
Touji y Hikari estaban de pie junto a sus amigos aun tomados de las manos, dándoles un asentimiento de cabeza. Shinji y Rei asintieron a su vez y con eso, ingresaron al salón de clases.
Apenas la pareja de Pilotos EVA ingresó al salón de clases supo que algo estaba mal. Todos guardaron silencio y voltearon a mirarlos con ojos casi desorbitados, caras de sorpresa, incredulidad y algunas miradas acusadoras dirigidas a Shinji. Todos estaban divididos en varios grupos, sosteniendo en sus manos lo que parecían ser revistas.
— ¿Pasa algo? — preguntó Hikari apareciendo junto a Rei, arrastrando de la mano a su novio, igualmente curioso por lo que pasaba ahí.
Shinji estaba por responder a la chica de pecas cuando se percató de un apurado Kensuke, que estaba sentado ante su escritorio haciendo frenéticas señas con las manos indicándole que saliera del salón; al menos hasta que quedó totalmente rígido cuando desvió la vista a un lado y vio algo que lo paralizó del miedo.
Curioso por esta atípica reacción de su amigo de lentes, Shinji siguió su línea de visión, solo para dar un respingo, mientras en que la sangre se heló en sus venas.
Frente a él, de pie ante su escritorio estaba una pelirroja que respondía al nombre de Asuka Langley, quien le estaba mirando con dagas en los ojos; al menos hasta que desvió la vista hacia Rei, momento en que los ojos de Asuka reflejaron un profundo odio, mientras estrujaba lo que parecía una revista en una de sus manos.
Todos los que estaban cerca de la Asuka comenzaron a alejarse discretamente, al sentir la furia salir en oleadas desde la pelirroja al mirar a Rei, mientras continuaba estrujando una revista con una mano. Entonces devolvió la vista hacia Shinji, dándole una intensa mirada cargada de… ¿Dolor? ¿Traición?
— Nunca me tragué esa historia que contaste sobre conocer un grupo de chicos en esa discotheque — dijo de pronto Asuka con voz afilada, mirando directamente a Shinji.
Un silencio sepulcral se hizo en el salón de clases ante esas palabras de la pelirroja, mientras que a Shinji le recorrió un escalofrío por la espalda. No le gustaba el rumbo que estaba tomando todo esto; y a todo esto… ¿Qué pasaba con esa revista que Asuka estrujaba en una mano? ¿Por qué varias de sus compañeras de clases también sostenían revistas en sus manos?
La mirada de Asuka sobre Shinji se intensificó, una mirada de rabia mezclada con traición. Apretó los dientes.
— ¿Sabes que es lo peor de toda tu mentira, Shinji? — preguntó Asuka mientras avanzaba lentamente hacia el Tercer Elegido — Tener que enterarme por medio de una puta revista — añadió levantando la arrugada revista que estrujaba en su mano derecha.
— ¿Qué? — preguntó Shinji, realmente sin entender de qué iba todo eso.
— ¡No puedes negarlo! — gruñó la pelirroja, arrojándole con rabia la famosa revista directo a la cara.
Shinji solo tuvo tiempo encogerse sobre sí mismo, mientras giraba la cabeza a un lado y levantaba un brazos frente al rostro para cubrirse lo mejor que pudo, ya que la pelirroja lanzó la famoso revista con mucha fuerza.
— ¡Oye! — reclamó Shinji recuperando la compostura.
Por su parte, Rei detuvo su vista en la revista que ahora descansaba a los pies de su novio. Pese a estar arrugada como un repollo, la chica peliazul logró observa algo que hizo que sus ojos se agrandaran levemente en sorpresa. Se agachó prontamente, tomó la arrugada revista en sus manos y la estiró un poco para poder apreciar aquello que tanto la había sorprendido.
Para completa incredulidad de Rei, en la arrugada portada de la revista podía verse una fotografía de Shinji y ella. Estaban de pie uno junto al otro, ella colgada del brazo de Shinji, ambos vestidos elegantemente. Era la misma ropa que habían usaron en la fiesta de NERV, también pudo reconocer el lugar donde se tomó la fotografía, era la discotheque del señor Kumon; específicamente, la inauguración de la discotheque. Solo en ese momento Rei recordó que esa noche habían algunos reporteros gráficos en el lugar y que efectivamente les habían tomado varias fotografías.
¿Cómo había olvidado algo tan importante? ¿El saber correspondido su amor y luego perder la virginidad con la personada amada, le embotó la mente a tal punto? Probablemente. Esa noche fue un carrusel de emociones y sensaciones extremadamente placenteras.
Hikari, de pie a un lado de su más nueva amiga, intentó asomarse por sobre el hombro de la chica peliazul para ver lo que esta tenía en las manos y que estaba causando tanto revuelo. Rei, sintiendo a su amiga a un lado, simplemente le tendió la revista.
La chica de pecas tomó la revista y sus ojos casi salen de sus órbitas, al contemplar la imagen de su amiga en la portada de una revista de farándula, donde se señalaba que esa fotografía fue tomada en la inauguración de una discotheque. Inmediatamente los engranajes comenzaron a girar en la mente de la chica de pecas, recordando los hechos de aquel fin de semana.
Por su parte, Touji, miró por sobre el hombro de su novia, y vio la fotografía que validaba el relato que le confidenció de Shinji sobre la noche de la fiesta de NERV. Sintió un vacío en el estómago. Si conocía bien a la "Demonia Langley", ya había hecho la conexión correcta, lo que quiere decir que la mierda estaba por golpear el ventilador.
En cuanto a Shinji y Rei, seguían de pie en medio del salón de clases, apenas creyendo lo que estaba pasando; apenas creyendo que habían olvidado por completo algo tan importante como los numerosos fotógrafos que estaban esa noche en la inauguración de la discotheque.
— Fue así como lo lograste. ¿Verdad muñeca? — preguntó de pronto Asuka, atrayendo la atención de la chica peliazul y su pareja, sacándolos de sus pensamientos.
— ¿Perdón? — preguntó Rei, sin comprender la pregunta de Asuka.
— ¡No te hagas la inocente conmigo! Pasaste la noche de la fiesta de NERV con Shinji; al igual que anoche, ¿verdad? — escupió Asuka, dándole una mirada fiera a Rei antes de añadir — Te acostaste con él, ¿verdad?
— Asuka — llamó Shinji, advirtiendo a la chica, pero la pelirroja no lo escuchó, sus ojos fijos en Rei.
— Así fue como atrapaste a Shinji; abriéndote de piernas y dejando que te follara. ¡¡Usaste el coño para atraparlo!! — estalló una furiosa pelirroja. Fue en ese momento en que le llegó la bofetada.
Todos en el salón de clases estaban congelados en su lugar. Hikari estaba horrorizada por las hirientes y vulgares palabras de la pelirroja, mientras aferraba con fuerza a Rei, quien tenía el rostro estoico de siempre, pero con un visible sonrojo en las mejillas. Touji estaba igualmente horrorizado por la acusación de la pelirroja y las implicaciones de estas para honra de Rei.
Por su parte, Asuka estaba con los ojos desorbitados y el rostro volteado a un lado producto de la fuerte bofetada que le quemaba la mejilla, como si cientos de agujas se le clavaran simultáneamente en la piel. Frente a ella, Shinji aún tenía en alto la mano con la que abofeteó el rostro de la pelirroja, mientras le dedicaba una mirada dura y estrecha.
— Nunca vuelvas a hablar así de Rei. ¡¡Nunca!! — dijo un enojado Shinji, fulminando con la mirada a la pelirroja.
Asuka estaba tan impactada por lo que acababa de pasar, por lo que había dicho en un arranque de furia y por la respuesta de Shinji, que no supo qué hacer o decir. Simplemente se quedó ahí, mirando impactada a Shinji, sujetando su agredida mejilla, momento en que tres teléfonos móviles comenzaron a sonar. Todos se congelaron durante algunos segundos, hasta que Shinji y Rei buscaron los aparatos entre sus ropas para luego contestar la llamada y llevarlos al oído. Asuka seguía congelada en su lugar y su teléfono móvil aun sonado en el bolsillo de su falda.
— Asuka está aquí conmigo. Yo le informaré — dijo Shinji con voz seria, antes cortar la llamada y mirar fijamente a la pelirroja — Apareció otro Ángel. Tenemos que ir a NERV. Ya viene alguien por nosotros.
Fue en ese momento en que las sirenas de ataque comenzaron a sonar por todo la ciudad, pero los jóvenes dentro del salón de clases todavía permanecían congelados en su lugar, hasta que Shinji se volteó para mirar a sus amigos.
— Hikari, Touji, gracias por todo. Ahora vayan al refugio — dijo a sus amigos.
Fue ese el momento en que todos los jóvenes salieron del estado catatónico en el que estaban y comenzaron a correr fuera del salón de clases rumbo al refugio, dejando atrás a las dos nuevas parejas, Asuka y un hasta ese momento olvidado Kensuke, que seguía sentado ante su escritorio.
Shinji se acercó a Rei y la abrazó antes de plantarle un suave beso en la frente, para luego mirarla con cariño, como diciéndole que todo estaba bien. Ella le devolvió una pequeña sonrisa agradecida y la tomó de una mano para comenzar a dirigirse a la salida.
— Chicos, vayan al refugio, y tu Asuka, síguenos. Ya deben estar esperando por nosotros afuera — dijo Shinji con voz seria y una dura mirada a la pelirroja, antes de salir del salón de clases tomado de la mano con Rei.
Asuka apretó los dientes y apuñó con fuerza las manos. Su mente era un torbellino de emociones en ese momento; celos, odio, ira, arrepentimiento, dolor, traición. Negó con la cabeza, no era momento de pensar en eso. Había un Ángel que eliminar primero. Le dedicó una mirada a su amiga Hikari, que le estaba devolviendo una mirada dura y molesta, indudablemente por las vulgares afirmaciones que hizo sobre la muñeca. Bajó la cabeza apretando los dientes, sin poder sostener la mirada dura de su amiga de pecas y finalmente corrió detrás de Shinji y Rei.
Pasaron unos segundos en los que Hikari, Touji y Kensuke se quedaron solos en el salón de clases tratando de asimilar lo que había pasado, mientras las sirenas de ataque seguían sonando de fondo, hasta que una voz los sacó de su aturdimiento.
— ¿¿Qué hacen ustedes aquí?? Hay que ir al refugio. ¡¡Ahora!! — dijo un maestro asomándose al salón para ver si quedaba algún rezagado — ¡¡Vamos!! — apremió el hombre.
El trio de chicos finalmente reaccionó antes las palabras del maestro y se pusieron en marcha. Kensuke tomó sus revistas y se puso en movimiento, mientras que Touji tomó la mano de Hikari y corrió también fuera del salón de clases.
La chica de pecas le dio una mirada a las revistas que cargaba Kensuke cuando alcanzó al chico, y este al sentir la mirada de la chica de pecas, la miró de vuelta antes de hablar.
— Tienen algunas cosas que explicar ustedes dos — señaló, deteniendo la mira en las manos entrelazadas de Touji y Hikari.
— Y tú tienes que explicar qué demonios pasa con esas revistas — apuntó Touji.
— Me parece justo. Les contaré todo cuando lleguemos al refugio — dijo el chico de lentes.
Touji y Hikari asintieron con la cabeza y continuaron siguiendo a su aún molesto maestro, que continuaba regañándolos por quedarse atrás en su camino rumbo al refugio.
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El automóvil de color negro se desplazaba velozmente por las ya desiertas calles de Tokio-3. El efectivo de Seguridad de NERV al volante, era un experimentado conductor que recorría las calles y sorteaba las curvas con la experiencia de un piloto de Rally y la suavidad de un conductor de limusinas; algo totalmente distinto a la espantosa forma de conducir de Misato. Desgraciadamente los tres adolescentes que iban en el vehículo, estaban centrados en cosas más importantes que la pericia al volante del hombre de traje negro.
Asuka iba sentada en el asiento junto al conductor con las manos apuñadas sobre las rodillas, la mirada baja y los dientes apretados, mientras era consumida por un mar de sentimientos que se arremolinaban dentro de ella. Sentía celos, odio, ira, arrepentimiento, dolor, traición, todo al mismo tiempo. Hacía esfuerzos sobrehumanos por no gritar y no llorar de frustración, pero era difícil, muy difícil.
Levantó la cabeza y la giró discretamente hacia atrás, solo para encontrarse a los dos tortolitos sentados en medio de asiento trasero, pegados uno junto al otro como si su vida dependiera de eso. Shinji rodeaba a la muñeca con un brazo por los hombros, mientras que la muy puta se recargaba contra él, al tiempo que tomaba la mano libre de Shinji entre las suyas.
Los ojos de Asuka se estrecharon cuando vio como Shinji le susurraba cosas al odio a la muñeca y esta asentía levemente con la cabeza, estrechando un poco más el agarre en que tenía atrapada su mano. Un amargo sabor de boca le llegó a la pelirroja al ver tal nivel de cercanía, como si fueran una pareja de toda la vida, en circunstancias de que solo llevaban juntos una semana. Apartó la vista y apretó con aun más fuerza los dientes.
¿Por qué tuvo que pasar esto justo ahora? ¿Por qué ahora que ella había decidido dejar las estupideces de lado y pelear por el amor de Shinji como es debido? No es justo… no es justo, no es justo, ¡¡No es justo!!
Instintivamente Asuka llevó una mano a su agredida mejilla que recibió la bofetada de Shinji. Fue algo que nunca se esperó, algo que nunca se imaginó ni en sus más locas fantasías; pero ocurrió. Shinji la había abofeteado… fuerte; muy fuerte, y lo merecía.
Podía despreciar a la muñeca, podía despreciarla con todo su ser por lo que había hecho, por acostarse con Shinji como una puta cualquiera para atraparlo. Eso la enfureció, la hizo ver todo rojo y había estallado antes de pensar lo que decía, escupiendo todo de la peor forma posible, de la forma más vulgar imaginable, posiblemente acabando con la reputación de la muñera y con su vida escolar para siempre. La verdad no lo lamentaba tanto por ella, lo hacía por Shinji.
No pudo evitar recordar la furia en sus ojos cuando la abofeteó, el enojo en su voz cuando la reprendió, la decepción en su mirada luego de sus palabras. La bofetada dolió como el infierno, pero esa mirada de él; esa mira de decepción dolió mucho más que cualquier cosa que hubiera experimentado antes.
Sí, merecía esa bofetada, la merecía porque había hecho precisamente lo que sabía que no debía hacer; se metió en medio de la relación de esos dos, dañándola ante todo el mundo, ganándose el enojo de Shinji y posiblemente una fuerte reprimenda de Misato. Su plan para acercarse a Shinji se había ido al infierno por no poder controlar su carácter, por no poder refrenar sus impulsos, pero, ¿podrían culparla por eso? ¿Ella no había pretendido algo similar, cuando engañó a Shinji para que se acostara con ella al simular una pesadilla? ¿Hasta dónde hubiera llegado esa noche si no se hubiera quedado dormida?
Asuka volvió a bajar la mirada apretando aún más las manos, al punto que llegaban a doler, pero no le importó. Estaba tan enojada consigo misma por ser tan estúpida; enojada con Shinji por elegir a la muñeca, y enojada con la muñeca por atrapar a Shinji, por tener su amor, por tenerlo como hombre.
— Scheisse — masculló Asuka entre dientes, con una lágrima de rabia escapando de uno de sus ojos.
— Estoy ingresando al Geo-Frente por la puerta de acceso N°12. Los tres Elegidos se encuentran conmigo y a salvo — informó de pronto el efectivo de seguridad por un aparato de comunicación inalámbrico en su oído, sacando a los tres Pilotos EVA de sus reflexiones.
En cosa de segundos estaban tras las pesadas puertas blindadas que daban acceso a la instalación, y prontamente sobre un monorriel que los llevó a toda velocidad hacia lo profundo de Tokio-3, rumbo al Geo-Frente, rumbo al cuartel general de NERV.
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Los alumnos de la Primera Escuela Secundaria Municipal de Tokio-3, estaban reunidos en varios grupos dentro del refugio. Todos estaban sentados sobre mantas formando círculos y conversando entre ellos nerviosamente, mientras eran vigilados por unos igualmente nerviosos maestros, que intentaban mantener la compostura para actuar como figuras de autoridad y soporte para sus jóvenes estudiantes.
La verdad es que el nerviosismo era algo natural al saber que a pocos kilómetros de ahí, se llevaría a cabo una batalla que bien podría decidir el destino de toda la humanidad; o al menos eso es lo que les hacían creer. Pero en esta ocasión las cosas eran un tanto distintas. Había nerviosismo, pero pese a todo, el tema de conversación en esta ocasión estaba centrado en cierta pareja de pilotos de Evangelion, que adornaba la gran cantidad de revistas de farándula esparcidas entre todos los alumnos.
Sí, Kensuke Aida no era el único que tenía una copia de las tres publicaciones que dieron a la luz semejante noticia; prácticamente todos en la escuela tenía una de esas de revistas y las fotografías que contenían eran el comidillo del alumnado al completo, sobre todo de los alumnos de la clase 2-A, que habían presenciado el intercambio entre Asuka Langley y Rei Ayanami que; en palabras de propia pelirroja, acusó a Ayamani de: "Abrirse de piernas y dejarse follar para atrapar a Shinji Ikari"
Eso era algo imposible de olvidar y comentar. No ayudó que algunos afirmaban por su vida, que Ayamani se sonrojó luego del comentario de Asuka, lo que era como una especie de reconocimiento tácito a la afirmación de la pelirroja, de que Ayanami efectivamente se dejó follar por Shinji Ikari.
— ¿¿Quieren dejar de difamar a Rei de una vez?? ¿No se dan cuenta que en este momento ella está allá afuera jugándose el pellejo para salvar sus traseros? — rugió una enojada chica de pecas, poniéndose de pie de un salto, haciendo que todos cortaran el cotilleó en el acto.
— Hikari, cálmate — dijo Touji, levantándose y poniendo sus manos en los hombros de la chica para tranquilizarla.
— ¡No me pidas que me calme! — dijo una enojada Hikari, mirando con furia a su novio — ¿No te das cuenta que ella está arriesgando la vida ahí afuera por esta jauría de lobos mal agradecidos?
Touji no pudo más que concordar con su novia ante ese comentario. Su clase no había hecho más que comentar las horribles palabras de Asuka en todos los tonos imaginables. Incluso algunos llegaron al punto de aventurarse a cuestionar cómo sería Rei en la cama; igual de fría como es habitualmente o por el contrario, tal vez sea fogosa como el infierno y dispuesta a que le hicieran de todo, por todos los orificios posibles. Ese fue el comentario que disparó la ira de Hikari, y por qué no decir, la suya también.
El chico de eterna ropa deportiva atrapó en una fuerte y repentino abrazó a su enojada novia, ante la sorprendida mirada de todos los presentes, que no daban crédito a lo que veían.
Por su parte, pasada la sorpresa inicial por el repentino gesto de su novio, Hikari se relajó en el abrazo; un abrazo que hasta ese momento no sabía que necesitaba. Rodeó con los brazos a Touji y enterró la cara en su pecho, presa de un mar se sentimientos por lo que acaba de conocer sobre su más reciente amiga, y como era basureada públicamente por sus compañeros de clase. Sintió que su enojo volvía a subir.
Fue en ese momento que Touji terminó repentinamente el abrazo, tomando a su novia por los hombros y apartándola gentilmente para verla directo a los ojos. Pudo ver claramente el dolor y en enfado en los ojos de Hikari, por la forma despreciable en que pisoteaban el nombre de Rei. Él también estaba enojado. Rei es la novia de su amigo, y a su juicio, la mejor amiga de Hikari. Como hombre no podía dejar pasar eso. Estrechó la mirada, liberó a su novia y se acercó al grupo que estaba difamando a Rei de forma tan rastrera.
— Ponte de pie. ¡Ahora! — exigió Touji, mirando fijamente con cara de muy pocos amigos, al tipo que había lanzado el argumento de cómo sería Rei en la cama. El chico miró a Touji fijamente sorprendido por su demanda, pero al ver la mirada asesina de este, estrechó los ojos; aun así, decidió ponerse de pie y ver qué es lo que quería.
Cuando el chico estuvo de pie, no alcanzó a decir una sola palabra, cuando Touji le plantó un feroz derechazo que lo mandó volando por el aire, para estrellarse sobre los otros compañeros que estaban difamando a Rei.
Las exclamaciones de sorpresa por parte de todos ante la violenta reacción de Touji, no se hicieron esperar, mientras un ensangrentado chico gemía de dolor, tomando su ensangrentado rostro con las manos.
— Me rompiste la nariz — gimoteó el chico, con lágrimas saliendo de sus ojos y la sangre corriendo entre sus dedos.
— ¡¡Sigue hablando mal de Rei Ayanami y te romperé algo más que la nariz!! — rugió un furioso Touji, levantando amenazadoramente su puño, haciendo que el ensangrentado chico se encogiera sobre sí mismo, aterrado.
— ¿Qué está pasando aquí? — exigió un maestro que llegó a ver qué estaba ocurriendo, solo para verse obstaculizado por una decidida Hikari, que se plantó frente a él, cortándole el paso con los brazo extendidos, haciendo que se detuviera de la sola impresión.
Atrás, Touji vio cómo su novia le dio unos segundos más de tiempo con su movimiento, por lo que se volteó para mirar intensamente al resto de su clase, que se tensó en el acto ante la mirada furiosa que les estaba dedicando.
— Ahora escuchen tropa de imbéciles, si los vuelvo a escuchar escupiendo basura sobre Rei Ayamami, ¡¡Les arrancaré la cabeza!! — rugió Touji enseñando los dientes mientras levantaba un puño en forma amenazante.
Al escuchar esas duras palabras, la chica de pecas dejó de obstaculizar el paso del maestro y se acercó hasta Touji con paso decidido.
— Ustedes pueden esperar lo mismo de mi parte chicas. No voy a tolerar este tipo de actitudes de ninguna de ustedes — dijo una enojada Hikari parándose junto a su novio, mientras les daba una mirada estrecha a las chicas de su clase.
Los alumnos de la clase 2-A contemplaron totalmente impactados a unos irreconocibles Touji y Hikari. Ambos estaban de pie uno junto al otro, con una mirada decidida y un porte imponente. La pareja se erguía ante ellos con tal fuerza y convicción, que a ninguno les quedó la más mínima duda de que ellos cumplirían cabalmente sus amenazas; de hecho, uno de sus compañeros de clase con la nariz rota era la prueba palpable de que esos dos no estaban bromeando.
— ¡¡SUZUHARA!! ¿Qué demonios crees que estás haciendo? — escupió un enojado maestro, finalmente junto al ensangrentado alumno, que ya estaba siendo atendido por la enfermera de la escuela, mientras más maestros se acercaban a ver qué había ocurrido ahí.
— Hizo lo que cualquier hombre con los pantalones bien puestos haría en su lugar; defender la honra de una mujer — respondió Hikari, sorprendiendo a todos, incluso al mismo Touji.
— ¿Qué? — preguntó el maestro, incrédulo.
— Es tonto de ahí, le estaba faltando el respeto a una compañera de clase y hablando cosas sucias sobre ella. Touji le cerró la boca — explicó Hikari con firmeza.
El sorprendido maestro no supo qué responder ante tal afirmación de la chica de pecas, solo pudo darle una mira interrogante al chico ensangrentado, momento en que Hikari volvió a hablar, llamando su atención una vez más.
— Si bien la reacción de Touji fue en extremo violenta, respaldo plenamente el uso de la fuerza en este caso. Mi mal hablado compañero de clase, merecía esa nariz rota por sus horribles palabras sobre una compañera que no se encuentra presente en este momento para defenderse.
Luego de esas palabras, Hikari volvió a sorprender a todos, al inclinarse en una reverencia de disculpa. Touji miró a su novia un tanto desconcertado por un par de segundos, antes de imitarla e inclinarse a su vez en una reverencia.
— Respaldar un acto de violencia, por justificado que sea, no es propio de un Delegado de Clase, por lo que renunció al cargo desde este momento — dijo Hikari con voz firme y decidida, impactando a todos.
— Esperaré mi castigo una vez termine esta emergencia — añadió Touji simplemente.
Ante la atónita mirada de todos los presentes, la pareja recuperó la vertical, momento en que Touji pasó un brazo por los hombros de Hikari y esta se abrazó a él, antes de dar la vuelta y caminar hasta un rincón apartado del refugio para sentarse en el suelo, dándoles la espalda, sin solar el abrazó en que estaban.
Fue ese el momento en que un olvidado Kensuke se puso de pie, tomando la manta sobre la que anteriormente estuvieron sentados, junto con sus revistas que colocó bajo un brazo y le dedicó una mirada seria a su compañero de clase ensangrentado.
— Sabes que esa nariz rota la tienes bien merecida. Te pasaste de la raya con tus comentarios.
Con esas palabras, Kensuke dio media vuelta y caminó hasta el rincón donde estaban sentados sus dos amigos, tendió la manta y los invitó a sentarse junto a él. Atrás, todos los maestros que se habían acercado para ver lo que estaba pasando, le dedicaron una mirada penetrante al joven ensangrentado de la nariz rota; incluso la enfermera dejó de atenderlo para dedicarle una seria mirada.
— Otani-Kun, ¿Qué fue exactamente lo que dijiste? — preguntó seriamente el primer maestro que llegó a controlar el incidente.
Otani se estremeció ante la mirada penetrante del maestro. Sabía que estaba en serios problemas.
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Rei estaba en los vestidores frente a su casillero, quitándose la ropa para ponerse su Plug-Suit. Trataba de concentrarse en desvestirse, pero le era difícil. Su mente la llevaba una y otra vez a las vulgares palabras de Asuka.
"Así fue como atrapaste a Shinji; abriéndote de piernas y dejando que te follara. ¡¡Usaste el coño para atraparlo!!"
No dejaba de sentirse enojada por las palabras de la pelirroja. Sus palabras no solo fueron vulgares, también fueron hirientes. Le dolieron porque eran mentira. Ella no se acostó con Shinji para atraparlo, lo hizo porque lo ama.
Es cierto que luego de la primera vez le tomó gusto al sexo, quería estar con Shinji, quería que él la tomara y la hiciera suya, que le diera placer y la hiciera ver estrellas; pero no es solo simple deseo, es mucho más que eso. Es la conexión que logra con él en ese momento, no solo es placer físico, es como si al momento de hacerla suya, Shinji tocara su corazón y su alma. Es más que sexo, es amor; y Asuka había ensuciado eso. Lo que es peor aún, había ventilado esa íntima parte de su vida de pareja ante todos en su clase, tiñendo un acto de entrega mutua y amor, para transformarlo en algo sucio y vulgar.
Asuka dio un salto cuando un fuerte golpe la sacó de su enfurruñamiento, mientras se colocaba apresuradamente su tradicional Plug-Suit rojo, para salir de ese lugar lo antes posible. Al desviar la vista hacia el lugar desde donde provino ese fuerte golpe, sus ojos casi salen de sus órbitas.
Una totalmente desnuda Rei Ayanami estaba de pie frente a su casillo; su ropa, que siempre se quitaba con elegantes movimientos, para luego ser doblada en forma perfecta y pulcra, ahora estaba desparramada por todo el lugar, como si se la hubiera arrancado del cuerpo para luego lanzarla lejos a cualquier parte; pero lo más sorprendente y a la vez aterrador, era la misma Rei.
La desnuda chica peliazul estaba con la cabeza gacha y el torso ligeramente girado a un lado, mientras su puño derecho estaba incrustado en un casillero, que se había doblado y retorcido por la fuerza del puñetazo de la Primera Elegida.
Rei sacó su mano, que estaba enterrada en un casillero ahora transformado en metal retorcido. Asuka esperó una mano destrozada y ensangrentada, pero se veía impoluta, como si nada hubiera pasado. No estaba segura de sí la muñeca se había roto todos los huesos de la mano, pero no daba señales de dolor, solo estaba ahí de pie, hasta que giró la cabeza y le dio una mirada que nunca esperó ver en ella.
— Eres una perra — dijo Rei, mirando a Asuka con furia en sus ojos.
Asuka, que un inicio estaba sorprendida; y por qué no decirlo, un tanto asustada por la furibunda mirada que le dedicó la chica peliazul, de pronto dio un respingo ante esas palabras, haciendo que todas esas emociones que habían estado cociéndose a fuego lento dentro de ella, estallaran de una vez.
— ¡!Y tú eres una puta!! — rugió Asuka, olvidando toda cordura y dando paso a ese carácter de mierda que se había prometido dejar de lado, pero que ahora volvía a dominar su ser.
Ambas chicas se miraron fijamente a los ojos y por primera vez, sus miradas competían en intensidad, una mirada furiosa con la que se prometían el infierno mutuamente. Ambas apuñaron las manos y estaban por lanzarse sobre la otra, cuando la puerta del vestidor de mujeres se abrió repentinamente, y una Operaria Nivel B ingresó al lugar, congelándose al ver lo que tenía frente a ella.
Asuka Langley estaba ya vestida con su Plug-Suit rojo, mientras que frente a ella, junto a un casillero doblado y retorcido, estaba una desnuda Rei Ayanami, mirando a la pelirroja con furia, mientras que la pelirroja le devolvía una mirada similar. Por la posición en la que estaban, pareciera como si estuviera por salta una sobre la otra para desgarrarse la garganta.
— ¿Qué está pasando aquí? — demandó la mujer.
Ambas chicas miraron a la mujer que había aparecido repentinamente, sacadas bruscamente de lo que estaban por hacer, mientras que la mujer estrechó los ojos cuando se escuchó por el sistema de altavoces, como se solicitaba en forma urgente a la Primera y Segunda Elegidas en las jaulas de contención.
— ¿Acaso están sordas? Llevan minutos llamándolas por los altavoces, mientras ustedes están aquí mirándose las caras — dijo la ahora molesta mujer mirando a las dos chicas, antes de añadir — No sé qué está pasando aquí, pero terminen con eso y muevan el trasero. Ayanami, vístete y tu Langley, a la jaula de contención. ¡Ahora! Estamos bajo ataque.
Las palabras de la enojada Operaria de Nivel B y el frenético llamado por los altavoces, hicieron que ambas chicas reaccionaran y enterraran el hacha de guerra por el momento.
Con una intensa mirada a la chica peliazul por parte de Asuka, esta salió apresuradamente del vestidor, dejando atrás a una visiblemente molesta Rei, que tomó su Plug-Suit blanco y comenzó a ponérselo, ante la serie mirada de la mujer que fue enviada a ver por qué esas dos se demoraban tanto.
— ¿Qué pasó con ese casillero? — preguntó la mujer, estrechando la mirada ante el casillero doblado y horriblemente retorcido, junto a la Primera Elegida.
— Estaba así cuando llegué — mintió Rei, apretando el botón en su muñera para ajustar el Plug-Suit, antes de emprender rumbo fuera del vestidor de mujeres.
— Ambas Elegidas van en camino a las jaulas de contención — dijo la Operaria de Nivel B, llevando a su boca un radio que había estado cargando todo el tiempo en su mano derecha.
Rei avanzó a paso acelerado por los corredores de NERV, seguida de cerca por la mujer que había ido por ella. Su mirada aún era estrecha, mientras que la sensación de enojo sobre la pelirroja persistía. Era algo nuevo para ella, algo que nunca había experimentado, pero que sentía como si le quemara las venas. Una sensación ardiente, que la hacía querer lastimar a esa pelirroja estúpida por revelar y ensuciar eso tan hermoso e íntimo que tenía con Shinji.
Levanto su mano derecha abierta y la apuñó un par de veces. Era la mano con que había golpeado y retorcido ese casillero. Su mano debería estar rota, pero por una extraña razón, estaba bien, como si de alguna forma algo la hubiera protegido. No sabían qué estaba pasando, por qué su mano estaba bien, por qué había mentido sin vacilar, o por qué aun sentía ese enojo dentro de ella. Solo había una cosa clara para ella en ese momento, y es que Asuka iba a pagar lo que hizo.
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El "Departamento de Relaciones Públicas de NERV" era un caos. Por lo general el trabajo era bastante relajado y hasta cierto punto aburrido. Así fue los primeros años, pero con la llegada de los Ángeles las cosas finalmente comenzaron a moverse y pudieron hacer aquello para lo que habían sido contratados.
Finamente dejaron de ser el "Departamento Fantasma" del que todos se burlaban, esos que cobraban un sueldo a fin de mes solo por calentar un asiento. Luego del primer ataque pudieron mostrar su valía y hacer el control de daños, dando a conocer la mentira oficial, mientras cubrían diestramente todo aquello que pudiera comprometer negativamente a NERV.
Habían sido meses de arduo trabajo, cubriendo cosas negativas, exaltando las positivas y obviamente inventado otras en forma de "Mentira Oficial". Sin dudas había sido mucho trabajo, pero era un trabajo muy satisfactorio. Incluso habían preparado a los Tres Elegidos minuciosamente, para que pudieran salir airosos de cualquier interrogatorio de personas al azar o de la prensa especializada.
Con satisfacción podían decir que los Tres Elegidos podían salir airosos de cualquier situación, hablando sobre muchas cosas, pero sin revelar nada. Eso les valió una felicitación de la Mayor Katsuragi, lo cual los hacía sentir muy orgullosos.
Esa era la razón por la que la gente del "Departamento de Relaciones Públicas de NERV" estaba ahora totalmente en caos. Se les habían subido los humos a la cabeza y por causa de eso, se les escapó algo muy grande, demasiado grande, y les había explotado literalmente en la cara.
Ahí, descansando en forma desafiante sobre la gran mesa de reuniones donde hacían la planificación del día, habían tres conocidas revistas de farándula, cada una con sendas fotografías de la Primera y Tercer Elegidos en la portada, anunciando que habían asistido a la inauguración de una discotheque, nada menos que la misma noche de la fiesta de NERV; y lo que es peor, en sus páginas centrales se mostraban fotografías de los dos chicos bailando en medio de la pista de baile, y otras con ellos… ¡¡Besándose!!
Las personas ahí reunidas temblaban de miedo al ver esas fotografías y leer los extensos reportajes que daban cuente de lo que habían hecho la Primera y Tercer Elegidos en la discotheque, y como luego se los vio dejar juntos el local.
Lo peor de toda esta terrible situación, es que no supieron nada de esto, hasta esta misma mañana, cuando uno de ellos vio las publicaciones por casualidad en la góndola de revistas de un Kombini, cuando pasó por ahí para comprar un café antes de llegar a NERV. Esto era un verdadero desastre.
— ¿Cómo le vamos a explicar esto a la Mayor Katsuragi? — preguntó uno de los presentes, con rostro preocupado.
— Olvida eso, mejor trata de pensar cómo le vamos explicar esto al Comandante Ikari — dijo otro.
El rostro de todos se volvió ceniciento ante esa última declaración. La sola idea de ir con este desastre comunicacional ante el Comandante Ikari era… aterradora.
Sí, estaban jodidos.
Continuará...
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Notas del Autor: ¡Hola a todos! Finalmente estamos con el capítulo 11 de esta historia, que ya está entrando en tierra derecha.
La bomba finalmente ha estallado. No solo Misato y su grupo, ahora todos en la escuela y en el "Departamento de Relaciones Públicas de NERV", saben sobre Shinji y Rei. Es solo cosa de muy pocos minutos para que las esquirlas alcancen al Comandante Ikari. ¿Cómo reaccionará al conocer esta verdad?
También pudimos ver la impactante reacción de Rei ante las palabras de Asuka. Rei está enojada, y una Rei enojada no es una buena noticia, sobre todo para cierta pelirroja.
Gracias por seguir la historia y nos leemos dentro de poco.