Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
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Era un hermoso día en la ciudad de Tokio-3, y en el interior de una de las aulas de cierta escuela pública, podía verse a parte importante de los alumnos perdiendo el tiempo entre pesados y cada vez menos disimulados bostezos; mientras otros habían renunciado ya al esfuerzo de poner atención y preferían divagar mentalmente en cualquier otra cosa, o en el mejor de los casos, dormir. Todo ello mientras el profesor una vez más se desviaba de la aburrida materia a impartir, para pasar a relatar por quincuagésima vez su viaje a lo que alguna vez fue la Antártica. Una historia que, a esas alturas, ya todos conocían de memoria y que de tanto ser repetida, había terminado volviéndose tanto o más aburrida que la misma materia a impartir. Sin embargo, unos pocos alumnos habían resistido estoicamente al aburrimiento y se encontraban efectivamente despiertos; pero no precisamente para poner atención a las divagaciones del maestro, sino más bien para prestar atención a un suceso que podría catalogarse como verdaderamente sorprendente, y porque no decirlo, extraño.
Lo que llamó la atención de aquel pequeño grupo de jóvenes, era el contemplar a la siempre seria y apática Rei Ayanami visiblemente entretenida tecleando algo en su terminal, en vez de gastar el tiempo contemplando el mundo allá afuera por la ventana, como solía ser habitual en ella. Esta poco común actitud por parte de la chica peliazul, tenía a más de uno totalmente extrañado pensando que el fin del mundo estaba cerca.
— ¿Qué rayos? ¿Acaso "la autista" se volvió fanática de la computación? — comento en un susurro uno de los chicos.
— Eso, o allá afuera esta aún más aburrido que aquí adentro — respondió su amigo, haciendo alusión a la principal actividad de Rei Ayanami durante las clases, mirar hacia fuera por la ventana.
— No, yo creo que está actualizando su perfil de redes sociales — comentó otro con seriedad, logrando que los otros chicos se miraron silenciosamente entre si por unos tensos segundos, para luego terminar riéndose secretamente del comentario.
Por otra parte, y completamente ajena a los comentarios sobre su persona, como a todo lo que ocurría a su alrededor, Rei Ayanami estaba efectivamente entretenida con algo que nunca había hecho antes. La chica estaba conversando vía mensajes de texto. Para su sorpresa descubrió que por este medio podía ser mucho más expresiva de lo que era hablando directamente con su interlocutor. Esto le había resultado particularmente reconfortante, por lo que podía platicar de forma más libre, expresando cosas que normalmente sentía y no podía decir. Fue así como la chica estaba respondiendo un comentario que le acababa de hacer llegar el Tercer Elegido a su terminal.
"¿Entonces la Mayor Katsuragi no se encuentra en la ciudad?" pregunto ella.
"Así es. Dijo algo sobre supervisar los avances en la infraestructura para recibir una nueva Unidad Evangelion en la base de Matsushiro" fue la respuesta que le envió Shinji, antes de agregar una pregunta inmediatamente a continuación. "¿Sabes algo de eso?"
"No" fue la única respuesta que pudo dar la Primera Elegida, hallándose tan sorprendida por esto como su interrogador.
"En verdad no sabía que había otro EVA" se leyó en la pantalla, antes que el Tercer Elegido hiciera una acotación más. "Por cierto. ¿Sabes quien será su piloto?"
"No, pero de seguro pronto lo sabremos" respondió Rei, sin que en realidad tuviera gran interés en ese tema. Durante esos minutos habían charlado amenamente por medio de mensajes de texto, pero aún no llegaban al tema que verdaderamente deseaba tocar; uno de características mucho más personales.
"OK. Cambiando de tema. ¿Tienes algún plan para hoy a la tarde?"
Rei sonrió por dentro al ver la pregunta formulada por su compañero aparecer en el monitor de su laptop. Finalmente la conversación estaba encaminándose hacia donde ella quería, por lo que se permitió la libertad de ser un tanto juguetona en su respuesta, algo que en persona sentía que difícilmente podría hacer.
"¿Debería?" fue la simple respuesta que ella escribió en su teclado, mientras en su rostro se dibujaba una pequeñísima y casi imperceptible sonrisa.
"Bien... se me ocurren un par de cosas que podríamos hacer juntos esta tarde… si tú quieres" agregó Shinji, con la secreta esperanza pintada en el rostro mientras escribía el mensaje.
El corazón de Rei se estremeció al leer esa respuesta. Desde la noche del sábado y luego la mañana del domingo, su mente no podía dejar de rememorar lo vivido con Shinji. El sentirse en sus brazos, sentir sus manos recorrerle el cuerpo, sentir el placer, el éxtasis, sentirse uno con la persona amada. Hasta ese día ella nunca había pensado en esas cosas, pero ahora le era difícil no pensar en ello. Le había gustado la experiencia y no temía reconocer que quería repetirlo, no solo por el placer que conlleva el acto, sino por el nivel de emoción y cercanía que experimentaba, por sentir como si Shinji pudiera tocar su corazón.
Rei se estremeció ante ese pensamiento, al darse cuenta cuanto anhelaba el volver a sentir ese nivel de proximidad con la persona amada. Se obligó a dejar de pensar en eso o estaba segura que terminaría con el rostro rojo hasta las orejas. Centró su atención en el monitor ante sus ojos y tecleó su respuesta.
"Te espeto en mi departamento después de la escuela"
"Ahí estaré" concluyó de escribir el vástago despreciado de Gendo Ikari, con el corazón latiendo desbocado ante la invitación de Rei, imaginando ya la tarde que pasaría en compañía de la chica de ojos escarlata.
Justo en ese momento, cuando Shinji terminó de teclear la última palabra, comenzó a sonar la campana de la escuela, dando por finalizada la tortura en que se había transformado una vez más esa clase. Todo gracias a los desvaríos del anciano profesor quien, una vez más, fue incapaz de impartir la lección correspondiente, perdiéndose en su lugar, y como era su costumbre, en los recuerdos de un largo viaje, que a esas alturas sus alumnos habían aprendido a odiar de tanto escucharlo.
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Al sonar la campana dando por terminadas las clases del día, Asuka procedió a guardar prontamente sus cosas. La idea era aprovechar el momento para abordar a Shinji y decirle que volvieran juntos a casa. Sin embargo cuando la pelirroja se giró para ver a su compañero de vivienda, no pudo pronunciar ni media palabra, ya que para su total sorpresa, el susodicho prácticamente salió escapando del salón de clases en compañía del par de idiotas que tenía por amigos. La pelirroja no dejó de sentirse frustrada con esto, ya que pretendía aprovechar la ausencia de Misato para pasar una agradable tarde a solas con Shinji; ni modo, ya habría otra oportunidad. Después de todo, había elaborado un plan que no podía fallar. "Un plan del que el Tercer Elegido no podrá escapar", pensó la chica con una sonrisa un tanto maliciosa en su rostro.
Mientras tanto, Rei Ayanami hacia abandono del salón de clases con la calma, apatía e indiferencia que la caracterizaban, pero por dentro la chica era un mar de emociones. Todo su ser deseaba gritar de la emoción al saber que dentro de poco estaría con Shinji a solas otra vez, y no hallaba ya la hora de poder llegar a su pequeño departamento. Ninguno de los presentes se percató de la pequeñísima y casi imperceptible sonrisa en los labios de la chica peliazul mientras dejaba el salón de clases.
Por su parte, Shinji consiguió librarse de Touji y Kensuke a unas cuadras de la escuela. Los chicos pretendían ir al salón de juegos, para luego pasar la tarde en casa de Kensuke, viendo una película algo subida de tono que el chico de anteojos había descargado de internet la noche pasada. La decepción que apareció en el rostro de los chicos al saber que Shinji no podría acompañarlos era evidente, pero no había nada que hacer. Pese a llegar más tarde a la escuela ese día por asistir temprano a NERV a unas pruebas de sincronización, los chicos no pusieron en duda sus palabras cuando anunció que debía volver a NERV es tarde por asuntos confidenciales. Sus resignados amigos se despidieron prometiendo ver la película de Kensuke otro día y emprendieron rumbo sin él. Shinji continuó caminando en dirección a NERV, pero cuando estuvo seguro de que sus amigos ya no lo veían, cambió de rumbo y se encaminó prontamente hacia cierto departamento, situado en un conjunto de edificaciones en bloque ubicado en los suburbios de la ciudad fortaleza.
Más tarde y luego de algunos minutos de rápida caminata, Shinji estaba finalmente frente a la puerta del departamento de la chica de ojos escarlata. Su corazón estaba acelerado; no tanto por haber corrido casi con desesperación para llegar, sino más bien por lo que sabía que pasaría cuando entrara a ese lugar. Como fuere, se obligó a calmarse por unos segundos y respirar profundamente, antes de golpear la puerta.
No pasó mucho tiempo para que la dueña del departamento abriera la puerta, sonriendo al ver a Shinji frente a ella y se hizo prontamente a un lado dándole espacio para que este pudiera pasar. Una vez dentro, el chico pudo constatar que el lugar estaba ordenado como la última vez y con sorpresa, pudo ver su reloj de pulsera sobre una cómoda junto con los cosméticos de Rei.
— ¡Lo encontraste! — señaló Shinji con sorpresa, dando unos pasos para tomar el reloj del lugar donde descansaba — ¿Dónde estaba?
— Bajo la cama — respondió Rei, con su seriedad característica.
— ¿Cómo rayos llegó hasta ahí?
— De la misma forma que mis bragas, supongo. Lo encontré junto a ellas — respondió la chica con una pequeñísima sonrisa, que contradecía la seriedad que ella mantenía hasta ese momento. Así y todo, esa pequeña sonrisa la hacía verse bellísima. Fue así como ella se acercó a Shinji hasta que le rodeó el cuello con los brazos, momento en que le susurró al oído — ¿Por qué tardaste tanto?
Shinji se estremeció ante esas palabras susurradas, por la entonación en que las dijo, ante el aliento caliente de la chica en su oído.
— To-tomó más tiempo del presupuestado librarme de Touji y Kensuke — respondió con algo de vacilación el Tercer Elegido, aun estremecido por las palabras susurradas de Rei, por su proximidad. Finalmente su parte más instintiva salió a relucir, rodeando a la chica por la cintura, apegándola hacia sí.
Ambos chicos se miraron a los ojos por unos segundos, como si estuvieran diciendo con sus ojos lo que no podían expresar con palabras. Finalmente cerraron la distancia y se fundieron en un profundo beso, al que le siguió otro y otro más. No pasó mucho para que sus lenguas se encontraran y empezaron a masajearse mutuamente mientras bebían de la boca del otro. Shinji fue el primero en romper el beso al quedar literalmente sin aliento. Luego de unos segundos en los que logró recuperar el aire, comenzó a besar con fervor el cuello de Rei, la que ladeó la cabeza a un lado para hacerle más fácil la tarea. Presa de las sensaciones y el deseo, que era nuevo para ella, pero por demás, muy bienvenido. Rei comenzó a mover sus manos, desabrochando la camisa del chico frente a ella.
Abrumado por las sensaciones y el creciente deseo por la hermosa chica frente a ella, las manos de Shinji también entraron en movimiento, desabrochando la falda a Rei, la que sin resistencia, se deslizó por su esbelto cuerpo hasta caer al suelo; seguida prontamente por su blusa, luego por la camisa y los pantalones de Shinji. Instintivamente los chicos fueron retrocediendo hasta llegar a la cama quitándose las últimas prendas de ropa. Rei se recostó de espaldas en la cama, dejando que Shinji se acercara y comenzara a recorrer su cuerpo, sintiendo como las manos del chico le quemaban la piel. Estaba excitada; su respiración pronto fueron jadeos y luego gemidos cuando sintió que, sin perder tiempo, él estimulaba sus pezones.
Por su parte Shinji besaba y chupaba los pechos de Rei, arrancando gemidos de la chica al mordisquear suavemente sus pezones, mientras que ella acariciaba su espalda y su cabello, extasiada de placer. Presa del deseo y las ganas de tener más de ella, fue como él Tercer Elegido poco a poco fue descendiendo por ese exuberante cuerpo que estaba frente a él, hasta llegar a la intimidad de la chica, la que estaba empapada con su miel. Tragó con anticipación y se sumergió en ella.
Rei enterró la cabeza en la almohada a la vez que arqueaba la espalda, lanzando un fuerte gemido al sentir como Shinji comenzar a devorar su intimidad. Juntó las piernas instintivamente, sin poder evitarlo producto del placer, mientras que con sus manos sujetaba la cabeza de Shinji invitándolo a seguir, buscando más. Al cabo de un rato, sintió como su límite se acercaba y atrajo con sus manos la cara de Shinji para poder besarlo con pasión, saboreándose a sí misma mientras lo hacía.
Con un movimiento, inducido por el deseo que la consumía y por momentos nublaba su mente, Rei logró invertir la situación, quedando sentada a horcajadas sobre Shinji. Se acomodó sobre él, sujetándole el miembro con una mano, guiándolo a la entrada de su intimidad. Rei se dejó caer sobre Shinji, empalándose a sí misma. La Primera Elegida cerró los ojos con fuerza y lanzó un poderoso gemido, al sentir como el orgasmo la abordaba sorpresivamente, recorriéndola de arriba abajo. El clímax había llegado junto cuando Shinji entró en ella. La chica se desplomó sobre su pareja, aún sacudiéndose por las replicas del orgasmo que sintió.
Shinji, que sentía en la gloria al estar dentro de Rei, vio como esta se desplomaba sobre él, jadeante y sudorosa, tratando de recuperar el aliento. Se había corrido. Podía sentir como su parte baja era cubierta por la miel que brotaba de Rei, cosa que lo éxito más aún, causando que la erección que tenía comenzara a doler. Al igual que lo había hecho Rei hace unos momentos, de un rápido movimiento se giro quedando sobre ella. La chica lo miro con sorpresa, momento en que la besó con intensidad, al tiempo que comenzaba a moverse sobre ella con fuertes embestidas, haciendo que sus cuerpos chocaran produciendo ese sonido húmedo y resbaladizo que tanto los excitaba.
Rei podía sentir a Shinji entrar y salir de ella, mientras su cuerpo, que aún no se recuperaba del todo del orgasmo que había experimentado, sintió como el placer la invadía nuevamente, pero ahora con mayor intensidad, lo que la obligó a aferrarse con fuerza a la espalda de Shinji, gimiendo con cada embestida. El placer era tan grande, que lágrimas prontamente comenzaron salir de sus ojos la chica, sin poder evitarlo. Apenas podía respirar entre jadeos y gemidos, pero aún así, quería más, necesitaba más.
— Shinji... más fuerte, aaahhh. Más fuerte. Más, aaaahhhhh.... — pudo articular entre jadeos la chica, con los ojos anegados en lágrimas por el placer.
Shinji no quiso decepcionar a Rei, por lo que aumentó el ritmo, tal como ella se lo pedía. Comenzó a penetrarla con más fuerza, sintiendo una euforia que no había experimentado antes. Podía escuchar los gemidos de Rei, sentir su estreches y el roce en su miembro al entrar y salir de ella. Podía sentir como su parte baja estaba húmeda y pegajosa por los fluidos de Rei, junto con ese sonido obsceno que producía al moverse. Toda esa combinación de sensaciones hicieron que su excitación fuera en franco aumento.
— Si, si, aaaahh… Sigue — decía Rei entre jadeos.
— Rei... ooohhh... — Shinji apretó los dientes sin poder decía nada más, había llegado al límite.
El Tercer Elegido arqueó la espalda dando un fuerte gemido mientras liberaba su carga dentro Rei, que fue golpeada por un nuevo orgasmo, al sentirse inundada por ese líquido caliente y espeso. Apretó los dientes dando un ahogado gemido, clavando inconscientemente las uñas en la espalda de Shinji.
Ambos quedaron tendidos en la cama tratando de recuperar el aliento. Shinji aún estaba sobre Rei, que lo abrazaba acariciándole el cabello. Luego de un rato en que ambos pudieron recuperar el aliento, Shinji salió de Rei, arrancando un gemido de ella y se dejó caer exhausto a un costado. Rei se giró recargándose en él y lo abrazó descansando la cabeza en su pecho.
— Eso fue... muy intenso — comentó un cansado Shinji entre jadeos, mirando el techo del pequeño departamento, antes de volver a hablar — Por un momento creí que me estallaría el corazón.
Rei sonrió ante ese comentario mientras acariciaba el torso a Shinji, una hermosa sonrisa adornando sus labios.
— Jamás creí que se sentiría de esta forma — continuó Shinji, mirando a los ojos de la chica — No es solo algo físico. Puedo sentirte... en mi corazón.
La Primer Elegida contempló los ojos de Shinji con sorpresa por sus palabras, pero luego volvió a sonreír. Podía ver con toda claridad en esos ojos azules que cada palabra del chico era cierta.
— Yo también puedo sentirte, Shinji... en mi corazón — dijo Rei, ampliando un poco más su sonrisa, para luego abrazar con más fuerza al chico.
Ambos chicos sonrieron con felicidad, quedándose así, recostados en la cama por un largo rato sin decir una palabra, solo disfrutando el estar junto a la persona amada. El momento bien podría haber durado para siempre, sin embargo, algo enturbio esa felicidad.
Cuando la pasión fue quedando finalmente de lado, llegando el consiguiente relajo y la increíble sensación de bienestar, la inquietud comenzó a alojarse en el pecho de la Primera Elegida. Las palabras dichas por cierta pelirroja volvieron a su mente, eran palabras dolorosas y punzantes, que no dejaban de tener cierta verdad; una mucho mayor de la que a ella misma le hubiera gustado reconocer. Y aunque Shinji parecía haberla perdonado, quizás podría cambiar de opinión cuando la figura de cierta persona irrumpiera en ese mundo perfecto que ambos habían descubierto. Esto no dejaba de ser preocupante para Rei. Después de todo, le debía mucho a ese hombre; demasiado. Saber que debía enfrentarlo tarde o temprano por lo que tenía ahora con Shinji, la llenó de amargura, junto con la certeza de que no podría confrontarlo. Este descubrimiento hizo que el temor la embargara a medida que rompía el abrazo, para sorpresa del chico quien fue tomado desprevenido por esta actitud.
— ¿Ocurre algo Rei? — preguntó preocupado a la chica peliazul.
— No — fue la escueta y falsa respuesta de la chica, que se sentó en la cama rodeando las piernas con los brazos, apoyando la cabeza en ellos.
Shinji se sentó junto a ella y le puso una mano en el hombro, en lo que él esperaba fuera un gesto reconfortante.
— No lo parece — comentó el joven Ikari, antes de apretar levemente el agarre en el hombro de la chica peliazul — No tienes que decírmelo si no lo deseas, pero quiero que sepas que puedes contar conmigo. Estoy aquí para ti — añadió Shinji, esperando que ella de alguna forma reaccionara y dejara de encerrarse sobre sí misma. Más que mal, ahora que Shinji finalmente tenía a Rei a su lado, necesitaba conocerla mejor, así como también necesitaba que ella pudiera confiar en él, pero no iba a presionarla. Sería paciente y dejaría abierta esa puerta, a la espera de que en algún momento ella la cruzara por sí misma.
Shinji guardó silencio por un momento, aun con su mano en el hombro de una silenciosa Rei, preguntándose si sería prudente buscar algo para ponerse encima, ya que aún estaban desnudos y todo indicaba que ya no entrarían en más actividades físicas por la tarde. De alguna forma el ambiente había cambiado, lo que lo preocupó un poco. Fue en ese momento que Rei rompió su largo silencio trayendo al tapete algo muy difícil de tratar, pero que ella necesitaba dejar en claro.
— Shinji. ¿Qué piensas de lo que dijo Asuka el sábado en NERV? — preguntó sin rodeos, con cierto dejo descorazonado en su voz, esperando la respuesta del joven Piloto EVA con algo de temor.
Por su parte, el Tercer Elegido quedó totalmente desconcertado por la pregunta de la chica junto a él, pero no pudo evitar que las palabras de Asuka vinieran a su mente, tan claras como si las hubiera escuchado hace solo unos minutos: "Todo el mundo sabe que la muñeca siempre anda detrás del Comandante Ikari, y eso a él no parece molestarle, después de todo, tu querido padre la prefiere a ella antes que a ti, siempre lo ha hecho y siempre lo hará"
Shinji estrechó los ojos.
— ¿A qué viene esa pregunta? — preguntó algo a la defensiva el Tercer Elegido, mirando fijamente a la chica a su lado.
Rei pudo sentir la mirada de su compañero de cama, dejando su posición con las piernas abrazadas, para sentarse de mejor forma en la cama y girarse para devolverle la mirada a Shinji, una mirada con cierto temor. Aún así, ella no podía retractarse, necesitaba una respuesta, pero antes debía justificar su pregunta.
— Sé que lo que dijo Asuka te dolió mucho — señalo Rei, bajando la mirada — Y quisiera aclarar las cosas.
— No hay nada que aclarar — interrumpió Shinji de manera quizás algo brusca, lo que dejó entrever que pese a lo que decían sus palabras, si había algo que aclarar entre ellos. Esto quedó patente para Rei, cuando cruzó miradas con él, pudiendo ver algo de dolor en sus ojos.
— Lo hay — afirmó Rei mirando fijamente al Tercer Elegido.
Shinji quiso replicar algo a las palabras de la chica pelizul, pero finalmente no pudo encontrar palabras. A ver los ojos de Rei, cualquier argumento que quisiera esgrimir pareció desarmarse en la nada. De alguna manera, al ver los hermosos ojos de Rei, supo que debía dejar hablar, dejar que ella expusiera su verdad. Ella no lo decepcionó y comenzó a hablar.
— Desde un principio pilotar el EVA era mi único propósito, nada más tenía sentido para mí. Todos me trataban como un objeto. Solo el Comandante Ikari se interesó en mí, entregándome su confianza, por eso seguí sus órdenes. No quiero defraudar su confianza.
Shinji escuchaba en silencio, tratando de procesar lo que ella le estaba diciendo. Mucho de lo que había escuchado de labios de Rei ya lo sabía, y lo que no, lo había deducido por su propia cuenta durante el transcurso del tiempo. Asintió levemente con la cabeza para indicar que podía continuar.
— Nunca quise tomar tu lugar. Yo solo... — intentó agregar Rei, pero no pudo continuar, ya que sus palabras fueron acalladas por los labios del joven frente a ella.
Luego de la sorpresa inicial, Rei se dejó llevar por la caricia y devolvió el beso. Ambos se entregaron a esa íntima caricia por largos segundos, hasta que finalmente se separaron dando un suspiro para recobrar el aliento, juntando sus frentes y esbozando una pequeña sonrisa por lo bien que se había sentido ese beso. Entonces Shinji se separó de ella y, en un acto poco característico para él, la tomó de la barbilla y le levantó el rostro para que pudiera verlo directo a los ojos.
— No estoy enojado contigo, Rei — dijo él, mirando fijamente a la chica peliazul, quien no parecía esperar esa respuesta de su parte.
Shinji hubiera deseado decir algo más. Tal vez, animarla a dejar sus miedos y aprehensiones de lado; quizás decirle que las acciones de su padre no tienen nada que ver con ella. Pero por alguna razón, fue incapaz de pronunciar esas palabras. Quizás porque las cosas no eran tan simples, ya que las palabras de Asuka no dejaban de tener razón. Le gustase o no, las palabras de la pelirroja arrojaban ciertas interrogantes, que seguían atormentado a Shinji. Finalmente, incapaz de cualquier otra cosa, optó simplemente por atrapar a en un abrazo a la chica junto a él. Rei correspondió el abrazo de inmediato, como si ese gesto fuera una especie de salvavidas, sin poder evitar que unas rebeldes lágrimas escaparan de sus ojos.
— Gracias Shinji... gracias por despertarme de un largo sueño — dijo la chica, con profunda emoción en la voz — Junto a ti me siento viva por primera vez en mi vida.
Shinji estaba totalmente impresionado por el significado de esas palabras; palabras que parecían simbolizar una profunda liberación, lo que explicaba el sorpresivo llanto de la chica en tenía entre sus brazos. La estrecho con más fuerza.
— Yo también tengo que darte las gracias, Rei. Por estar siempre ahí cuando te necesité, por confiar en mi cuando nadie más lo hizo, por traer alegría a mi corazón, por sacarme de la soledad. Eres lo mejor que me ha paso en la vida — correspondió Shinji, también con algunas lágrimas en los ojos.
Ambos se quedaron abrazados por largo rato, llorando en el hombro del otro, ya no de tristeza, sino de felicidad por haber encontrado una persona que los sacara del dolor de la soledad, una persona que había traído vida y esperanza a sus almas atormentadas. Finalmente el amor había golpeado a sus puertas.
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— ¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!
Shinji despertó de un salto cuando escuchó aquel potente grito, cayendo de la cama de la sola impresión. En un primer momento no supo qué estaba pasando, ya que aún se encontraba algo adormilado, pero luego escuchó más gritos desesperados que provenían del cuarto contiguo, los que definitivamente le quitaron de golpe el sueño al joven Piloto EVA. Sin demora el chico saltó del suelo y corrió hacia el cuarto contiguo, abriendo violentamente la puerta y prendiendo la luz.
— ¿¿Asuka, estás bien?? — gritó mientras prendía la luz, encontrando a la pelirroja revolviéndose en la cama, sujetándose la cabeza mientras seguía gritando desesperada. "¿Una pesadilla?", se preguntó sorprendido para sus adentros. No tuvo tiempo de seguir pensando, simplemente corrió a la cama y sujetó a la chica mientras trataba de despertarla.
— ¡¡Asuka, despierta, despierta!! ¡¡ASUKA DESPIERTA!!!!
Finalmente la Segunda Elegida abrió los ojos y observó sorprendida a Shinji, quien esta frente a ella sujetándola fuertemente por los hombros, mirándola con la preocupación pintada en el rostro.
— ¿Shinji... que... yo? — trató de decir la pelirroja, evidentemente confundida al no entender qué estaba pasando ahí, aún con la respiración agitada y lágrimas que amenazan con salir de sus ojos en cualquier momento.
— Tran-tranquila. Solo fue una pesadilla — dijo Shinji lo más suave y calmado que pudo permitírselo el nerviosismo que lo abordaba en ese momento.
— ¿Pesadilla? — preguntó la pelirroja, justo cuando su sorpresa dio paso al recuerdo, por lo que en su cara se vio reflejada la angustia y el temor.
Para Shinji el cambio en el rostro de la pelirroja no pasó desapercibido. Podía ver perfectamente el temor y la angustia reflejado en ese lindo rostro, pero antes de que pudiera hacer o decir algo; y para su total sorpresa y consternación, Asuka se echó en sus brazos y comenzó a sollozar. Para el joven Ikari lo que estaba viendo era algo totalmente increíble. Jamás se habría imaginado que la gran Asuka Langley Soryu algún día se permitiría la debilidad de llorar, y sobre todo, en frente de él. Sin dudas la pesadilla que sufrió la pelirroja debió afectarla de sobremanera para que ella actuara de esta forma.
Shinji observó con detenimiento por largos segundos a la chica que lloraba en sus brazos, no pudo dejar de sentirse conmovido por ella. Parecía tan delicada, tan dramáticamente distinta a la Asuka autosuficiente y arrogante que siempre solía ver. En forma casi inconsciente abrazó con gentileza a la chica y lentamente comenzó a acariciarle el cabello, en un intento por calmarla.
— Tranquila, solo fue un mal sueño... ya pasó — comenzó a decir Shinji, en un intento de reconfortar a la pelirroja, aunque no estando muy seguro de lo que hacía, o si era en verdad correcto, conociendo el carácter de la chica.
— Fue horrible... yo... yo... — trató de decir la pelirroja, pero no pudo seguir hablando, enterrando la cara en el pecho del Tercer Elegido.
— No pienses en eso. Solo fue un mal sueño. Ya pasó — dijo el chico, todavía con algo de consternación por la improbable situación en que la que se encontraba.
— No me dejes, Shinji — pidió tímidamente Asuka, mientras enterraba la cabeza en su pecho.
— Estoy aquí. No te dejaré — respondió un cada vez más sorprendido Tercer Elegido, sin dejar de estremecerse por la repentina proximidad de la pelirroja.
Los minutos pasaron lentamente, pero para Shinji más bien parecieron horas, sobre todo porque tenía a la pelirroja acunada en su pecho, sintiendo el calor de la chica y su suave respiración. Fue así con el correr de los minutos, como Asuka fue calmándose hasta que finalmente pareció conciliar el sueño otra vez. El Tercer Elegido la recostó con suma delicadeza en la cama y la cubrió con las sabanas. Una vez estuvo seguro de que la chica se encontraba bien, se dio la vuelta sigilosamente para dejar ese lugar y volver a la tranquilidad de su cuarto. Puso su mano en el interruptor de la luz y segundos antes de presiona el interruptor, escuchó una tímida súplica a sus espaldas.
— No te vayas — susurró la pelirroja, tomando por sorpresa a Shinji, quien se volteó para comprobar si esas palabras no había sido un producto de su imaginación, solo para encontrarse a una pelirroja con temor en su mirar. Apenas podía creerlo.
— Perdón. Pensé que dormías — señalo con cierta timidez, aun tratando de asimilar esa mirada de temor en los ojos de la pelirroja.
— No me dejes sola — fueron las siguientes palabras de Asuka, quien en ese momento parecía más una niña desconsolada y triste, antes que la siempre orgullosa y suficiente Piloto del EVA-02.
— Descuida. Estaré en mi cuarto al lado y dejaré la puerta abierta — dijo un aturdido Shinji.
— ¡Espera! — dijo la pelirroja, haciendo que Shinji pasara derechamente del desconcierto al temor. Sensación que se acrecentó cuando escuchó la siguiente petición de la chica frente a él.
— Quédate. Por favor. Quédate esta noche. Yo, no quiero… no quiero estar sola.
Shinji observó impactado la angustia expresada por Asuka, tanto en su tono de voz como en su rostro temeroso. Definitivamente la pesadilla debía haber afectado de una forma totalmente impensada a la pelirroja. Esa era la única explicación posible para que ella hiciera semejante solicitud, dejando de lado su siempre sobredimensionado orgullo.
— De... acuerdo — dijo Shinji un tanto dubitativo, luego de unos segundos en los que trató de procesar y digerir lo que estaba pasando — Iré a buscar un futón y lo tenderé junto a tu cama.
— No es necesario.
— ¿A qué… te refieres? — pregunto él de manera algo tímida.
— A que podemos... compartir la cama — señalo una Asuka algo avergonzada.
Aunque no dijo una sola palabra, solo bastaba con ver la cara del Tercer Elegido para darse cuenta de que estaba desconcertado e impactado por partes iguales. No era para menos considerando que esto bien podía tratarse de otra jugarreta de la Segunda Elegida. La cautela inicial en Shinji fue palpable. Aun así, aunque no se tratara de otra broma pesada de la pelirroja, no dejaba de temer a todas las posibles implicancias de un encuentro tan cercano entre ellos.
La prudencia le decía a Shinji que este escenario era completa locura y debía rechazar terminantemente tomar parte se esto. Sin embargo, no se sintió con el valor suficiente para decirle que no a la pelirroja. El que al contemplar a la temerosa chica y no detectar ningún peligro inminente posiblemente, ayudo a esa negativa. Pero la verdad es que, más que temer a alguna posible reacción violenta por parte de Asuka, temía más por alguna reacción de tipo física de su cuerpo, por la cercanía de la chica. Como fuere, solo una cosa era segura aquí: Debía responder adecuadamente a la chica indefensa y temerosa frente a él. Aun cuando esa chica se llamara Asuka Langley Soryu y tuviera un genio insufrible de los mil demonios. Simplemente no podía dejarla sola.
— De acuerdo — respondió finalmente, aún con algo de duda y temor, pero más con cierta resignación en sus palabras; mientras trataba de mentalizarse para esta nueva situación, apagando la luz del cuarto, para luego meterse en la misma cama con la pelirroja.
Una vez en la cama, Asuka se acurrucó prontamente, apegando su cuerpo a su invitado, cosa que tomó por sorpresa al Tercer Elegido, dando un respingo por tal acción de parte de la chica. Ahora podía sentir su suave piel haciendo contacto con la suya, comenzando de paso a provocándole una sensación muy agradable. Shinji cerró los ojos con fuerza y se obligó a calmarse.
— Buenas noches Shinji — dijo ella con voz dulce.
— Buenas noches — respondió el aludido con voz un tanto nerviosa, mientras hacía grandes esfuerzos por mantener la calma, lo que terminó siendo menos complicado de lo que podía haber pensado en un inicio. El haber estado con Rei en situaciones mucho más subidas de tono, pareció darle cierta resistente a estos estímulos, de lo contrario ya habría manchado las sabanas de Asuka.
Mientras tanto, la pelirroja sonreía para sus adentros. Su estrategia de la pesadilla había sido todo un éxito. Shinji había caído redondito con su representación y ahora lo tenía como lo quería, junto a ella y sin nadie que los molestara. Desgraciadamente para ella, estaba tan cómoda acurrucada junto a Shinji, que sin darse cuenta se fue quedando dormida antes de ejecutar la siguiente parte de su plan.
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Shinji despertó lentamente tratando de despejarse, cuando la luz matutina que se colaba por entre las cortinas comenzó a dar directo en los ojos. Cubrió su rostro con un brazo para protegerse los ojos. Hasta ahí todo normal, pero cuando trató de levantarse se percató de que había un peso sobre él y en su movimiento había arrancando un somnoliento quejido de voz femenina.
El vástago despreciado de Gendo Ikari abrió los ojos de golpe, espantando de paso la somnolencia, al procesar finalmente lo que estaba pasando ahí: Había una mujer durmiendo con él que recargaba la cabeza en su pecho y lo abrazaba con firmeza. Luego de unos segundos de absoluto desconcierto, el Tercer Elegido pareció comprender la situación, ya que esbozó una sonrisa. Cerró los ojos nuevamente y dio un suspiro de contento, abrazando de vuelta a la chica con que compartía la cama, tratando de dormir un rato más.
Por su parte, la fémina que compartía la cama con el Tercer Elegido, había despertado con el repentino movimiento de este. Al alzar un poco la cabeza y ver al chico recostado junto a ella, sonrió con alegría. No había podido completar su plan al quedarse dormida, sin embargo, nadie la apuraba. Después de todo, todavía tendría algo de tiempo sin Misato rondando por el lugar, para realizar su movimiento sin inconvenientes de por medio. Por ahora solo se dejaría llevar disfrutando el momento y la compañía. En ese momento la pelirroja esbozó una sonrisa traviesa, con una idea formándose en su cabeza. Con mucho cuidado se acercó más al rostro de su compañero de cama, antes de susurrar con voz melosa.
— Despierta Shinji.
— Mmmhh — fue la única y atontada respuesta que obtuvo del aludido, el cual había caído rápidamente en un estado de somnolencia.
— Despierta ya dormilón — volvió a decir Asuka, ahora con voz un tanto juguetona y una sonrisa en los labios.
— Buenos días Rei — respondió Shinji sin abrir los ojos y sin pensar, pero con una gran sonrisa en los labios.
La sonrisa que hasta ese momento esbozaba la pelirroja, fue inmediatamente borrada de su rostro al escuchar las palabras dichas por el Tercer Elegido. El silencio que siguió a las comprometedoras palabras de Shinji, pareció drenar todo el ambiente de tonta ensoñación que había en esa habitación. Los ojos de Asuka se estrecharon hasta que fueron rendijas afiladas.
— ¿Buenos días "Rei"? — preguntó la pelirroja, con voz afilada.
Ante el tono afilado y peligroso de la voz que lo cuestionaba, Shinji abandonó las intenciones de seguir durmiendo, mientras su mente reaccionara al darse cuenta de que algo andaba mal; muy mal. Recién había caído en cuenta de que la voz afilada que escuchó, era muy diferente a la voz de su enamorada.
Shinji abrió los ojos de golpe, solo para encontrarse de frente con unos ojos que hace pocas horas parecían temerosos, pero que ahora lo miraba con furia. Solo un pensamiento pasó por la mente del Tercer Elegido en ese momento: "Oh, mierda"
Al despertar y sentir a alguien a su lado, Shinji pensó por acto reflejo que se trataba de Rei. Ella era la única persona con la que había compartido la cama. Estaba tan contentó pensando que había despertado nuevamente entre los brazos de Rei, que se había olvidado por completo de Asuka y su pesadilla. Un terrible error que pagaría muy caro. El Tercer Elegido no pudo evitar tragar sonoramente.
— ¿¿Buenos días "Rei"?? — demandó con mucha más fuerza, una cada vez más enojada Asuka.
— Yo... este... puedo explicarlo.
— Tú... Tú... Tú... — trató de articular Asuka, pero su creciente furia apenas le dejaba articular palabra.
Shinji solo pudo tragar sonoramente, entregado ya a su trágico destino.
— ¡¡BAKA SHINJI!! ¿¿COMO TE ATREVES A CONFUNDIRME CON ESA?? ¿¿EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS SOÑANDO, COCHINO HENTAI??
Segundos después, el lastimero grito de dolor de un mortificado Piloto EVA, fue escuchado por todo Tokio-3.
Continuará...
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Notas del Autor: Continúan la secreta relación entre Shinji y Rei. En esta ocasión, adentrándonos un poco más en los sentimientos de los personajes. Pese a lo lindo que ha sido para ellos esta relación, hasta ahora secreta, no deja de estar exenta de problemas, los cuales penden sobre sus cabezas, muy próximos a caer.
Por su parte, Asuka no se queda tranquila. La pelirroja intuye que algo pasa ahí, por lo que hace una jugada, aunque no resultó del todo como ella esperada. Habrá que ver como siguen las cosas más adelante.
Saludos y nos leemos en el próximo capítulo.