Es lunes y tengo que ir a trabajar, por lo que desayuno rápidamente y salgo de la casa para dirigirme a la empresa. Conduzco por algunos minutos y parqueo en el que es mi lugar de estacionamiento. Antes de salir, reviso mi portafolio para corroborar que no se me ha olvidado algo, al estar seguro bajo del automóvil y le coloco la alarma, doy dos pasos y me encuentro de nuevo con ella... Abro y cierro los ojos un par de veces para confirmar que no estoy teniendo una pesadilla estando despierto.
- Hola mi amor... - Me dice al interponerse en mi camino.
Trato de avanzar ignorándola, pero es imposible porque me agarra por el brazo izquierdo, el mismo brazo que tengo ocupado con mi portafolio.
- Virginia... suéltame, tengo trabajo y ya voy tarde... - Le digo al intentar zafarme.
- Si me hicieras caso, yo no tendría que perseguirte tanto. - Me dice al aferrarse más a mi brazo como si fuera una garrapata.
- Virginia, que me sueltes, tengo que ir a trabajar... - le vuelvo a decir muy fastidiado y perdiendo la paciencia.
- No... - Me dice como si estuviéramos jugando y le pareciera muy graciosa toda la situación.
- Diablos, Virginia!!!, que me sueltes!!!. - Le digo alzando la voz y tratando de zafarme con más fuerza y luego continuo.
- Acaso eres retrasada mental o qué?, ya te dije que no me gustas, que no me inspiras nada como mujer y que como persona te odio y me das asco. Ya déjame en paz!!!. - Le digo y en la última parte le grito, luego escucho que un auto entra en el estacionamiento.
- Solo dime que hago para que me ames y ya, yo lo hago. - Me dice mientras intenta volver a acercarse a mí, pero yo retrocedo de inmediato.
- Es que no necesito que hagas nada porque no quiero que hagas nada, solo que me dejes en paz y que de una vez por todas entiendas que nunca voy a quererte. - Le respondo mientras me toco el puente de la nariz con mis dedos.
Hay por un momento un silencio sepulcral hasta que escucho unos pasos acercarse a nuestra posición, pasos que al parecer son de mujer porque suenan sus tacones al pisar el concreto del estacionamiento.
- Buenos días... ocurre algo?. - Pregunta mi ángel salvador. Me alegra tanto escuchar su voz, que hasta suspiro de alivio.
- Nada... todo está bien. - Le contesta Virginia de manera sarcástica y grosera.
Inmediatamente hablo y la hago quedar mal delante de Stefania, dejándola como una loca psicópata para que me deje en paz y para que me pueda escapar de ella con la ayuda de Stefania. En cuanto termino de hablar, le hago señas con los ojos para que me siga la corriente y en efecto, parece que ella entiende porque le confirma a Virginia que tengo una reunión con ella a la cual ya vamos algo tarde.
Rápidamente la agarro de la mano, aprovechando que Virginia bajo la guardia por la presencia de Stefania, permitiéndome escapar con ella hacia la entrada de la empresa sin prestar atención al berrinche que está haciendo ella a nuestras espaldas al alejarnos. Entramos al edificio para luego ir hacia el elevador, al ingresar a este, trato de relajarme un poco.
- Muchas gracias por salvarme... - Le digo mientras cierro mis ojos por un momento para tratar de tranquilizarme.
- De nada... me devuelves mi mano por favor... - Me dice Stefania, por lo que abro los ojos de inmediato en cuento me habla, veo y efectivamente… aún tengo agarrada su mano.
- Perdón... - Es lo único que se me ocurre decir, por lo que ella no le da importancia y me sonríe para que me relaje un poco.
Al abrirse las puertas del elevador en nuestro piso, no puedo evitar seguirla hasta su oficina, por lo que ella se da cuenta y al terminar de abrir la puerta con su tarjeta de acceso, me pregunta si me puede ayudar con algo más a lo que yo le respondo con otra pregunta.
- Puedo hablar un momento contigo?. - Ella asiente y me invita a tomar asiento, en cuanto lo hago, comienzo a tratar de alguna manera disculparme y de explicarle la situación junto con las otras anteriores que ella había presenciado.
Ella trata de hacerme saber que no es necesario que le de alguna explicación sobre mi situación con Virginia, pero a mi si me urge tratar de aclarar todo esto y más ahora que mi familia me había hecho caer en cuenta este fin de semana, que ella podría tener sobre mí una imagen equivocada, una que no es la correcta por culpa de todos los chismes que han circulado de mi por años y que nunca me habían importado aclarar hasta el día de hoy.
Después de decirle por algunos minutos que yo no he hecho nada para fomentar la locura de Virginia hacia mí, ella solo me observa en silencio y sin darle muchos detalles, parece que ella comprende un poco la situación porque al final me dice que tal vez puede ayudarme, por lo menos en lo que se refiere a la empresa y yo como si fuera ahora el retrasado mental, la observo confundido.
Veo que levanta el teléfono para hacer una llamada, me sorprendo y me confundo mucho más cuando me doy cuenta de que con quien habla es con mi padre y pide una reunión con él para hablar y que Mark Hazzard tiene que estar presente en esta, así que me quedo mucho más confundido que antes, luego la veo colgar.
- Qué hace Stefania?. - No puedo dejar de preguntarle en medio de mi confusión, a lo que ella me responde que irá a hablar con mi padre y que la puedo esperar en su oficina para esperar noticias al regresar.
- Qué quiere decir?. - Le vuelvo a preguntar como un tonto.
- Ya lo vera... - Es lo único que me dice antes de marcharse.
Me quedo en su oficina completamente solo, me levanto y comienzo a caminar de un lado para otro. Luego de algunos minutos, veo que ella dejó en el espaldar de su silla, una especie de mascada colgada. Camino hacia ella y la cojo, luego como si fuera un idiota la huelo.
Al caminar con ella entre mis manos, me pregunto nuevamente que diablos me está pasando con esta mujer, hasta el punto en que el día de ayer que había sido domingo, conduje hasta su pent-house y me la pasé parqueado afuera de su edificio como un psicópata esperando a verla de nuevo. En este momento, me doy cuenta de que me había comportado como la loca de Virginia y me estaba volviendo un maldito acosador.
Decido dejar de nuevo la mascada en donde la había encontrado y luego me alboroto el cabello con las manos en señal de reproche y de frustración por no poder entender nada de lo que me está pasando.
Después de treinta minutos más tarde, Stefania regresa y en cuanto la veo entrar, la bombardeo con un montón de preguntas a la vez. Ella trata de tranquilizarme, toma asiento y comienza a contarme todos los pormenores de la reunión, y aunque ella lo llamó resumen, para mí fue suficiente.
Cuando termina su relato, yo solo me acerco a ella, la levanto de su silla y comienzo a darle un par de vueltas por el aire al cogerla por la cintura de la tranquilidad y emoción que me acaba de regalar al quitarme semejante problema de encima, por lo menos en mi lugar de trabajo.
Después de dejarla, me cuenta otro par de cosas, por lo que al final le digo que ella es mi heroína y que logró lo que por años mi hermano y yo hemos intentado, y eso era dejar en jaque a los Hazzard por un tiempo. Luego, ella me dice algo apenada sobre lo que tuvo que decir con respecto a mi trabajo, pero eso no me importa y mucho menos, si con eso me puedo deshacer de Virginia Hazzard. Además, hace mucho tiempo que dejó de importarme la opinión de mi padre con respecto a estas cosas, sobre todo desde que él ha puesto a los Hazzard por encima de su familia. Puedo entender el agradecimiento que mi padre siente hacia Mark Hazzard por haberle salvado la vida hace algunas décadas, pero para mi manera de ver, creo que ya es suficiente.
Luego de conversar un poco más, Stefania me deja ver la preocupación que siente por la forma en que puede reaccionar Virginia a toda esta situación, por lo que me pide que me cuide, que no tome nada de esto a la ligera. Al exponerme el caso, estoy de acuerdo con ella en que debo andar con los pies de plomo con respecto a todo eso y mantenerme alerta.
Confieso que verla preocuparse por mí, me emociona y me alegra, por lo que no puedo evitar nuevamente darle las gracias por ayudarme y salvarme. Luego, me acerco a su escritorio de manera que me permite inclinarme para coger sus manos que están reposando en el escritorio para acariciarlas y besarlas como modo de gratitud, o no?...
A los segundos de hacerlo, me entra un mensaje al celular, así que sin tener más remedio, suelto sus manos para poder sacar el celular del bolsillo de mi pantalón. Abro el mensaje y lo leo.
- Necesito hablar contigo urgente, ven a mi oficina en cuanto puedas. - Me dice Terry en el mensaje, así que suspiro y luego la miro porque no quiero irme, pero si Terry dice que es urgente, es porque es urgente.
Le digo a Stefania que Terry me necesita, que debo irme, por lo que me despido de ella. No, sin darle como por tercera y cuarta vez, las gracias por su ayuda para salir finalmente de su oficina para dirigirme hacia la de Terry. Al llegar a ella, toco la puerta.
- Adelante. - Me responde Terry desde adentro de su oficina.
- Qué es lo urgente que tienes que decirme?. - Le digo en cuanto abro la puerta y entro en su oficina.
- Sabes acaso qué diablos está ocurriendo con los Hazzard?. - Me pregunta en cuanto me siento en uno de los sofás de la oficina.
- A qué te refieres?. - Le respondo con otra pregunta.
- Hace un momento vi a mi padre discutiendo con Mark de una manera que nunca creí que fuera a verla en toda mi vida. Mi padre estaba muy molesto y Mark estaba completamente furioso, pude verlo por los gestos de su rostro. - Me dice muy alarmado y sorprendido.
- Creo que por fin ha llegado el momento en que tal vez a mi padre, se le esté comenzando a caer la venda de los ojos y que se está dando cuenta, que los Hazzard no son lo que él creía que eran. - Le respondo sin muchas ganas porque me había sacado de la oficina de Stefania para nada.
- No te entiendo. - Me dice, pero cuando me preparo para hablar, alguien llama a la puerta.
- Adelante. - Dice Terry en voz alta y luego entra mi padre.
- Sabes Terry en dónde está tu... - Dice al entrar, pero cuando me ve, deja inconclusa la frase que estaba diciendo.
- Menos mal que estas aquí Christofer, te estaba buscando... - Dice mi padre.
En cuanto me dice eso, de inmediato pienso que va a comenzar a reclamarme por los supuestos retrasos que he tenido con mi trabajo, así que me preparo para escuchar sus reproches, pero esta vez lo voy a hacer con gusto porque es para un bien mayor.
- Qué bueno que te encuentro porque quiero hablar contigo, te estaba buscando y como no te encontraba vine a ver a Terry por si sabía en dónde estabas. - Comenta mi padre.
- Bueno... acá estoy... - Respondo sin muchas ganas.
Mi padre se acerca al escritorio de Terry para sentarse en una de las sillas que se usan para las visitas, luego se gira para quedar cara a cara conmigo.
- Porque no me habías contado sobre todos los problemas que te ha estado causando Virginia?. - Me pregunta mi padre y Terry me observa con la boca abierta.
- Si te hubiera contado todo lo que estaba pasando y te hubiera pedido que la alejaras de la empresa, me hubieras escuchado?, hubieras puesto a tu hijo por encima de tu amigo y sus intereses?. - Le pregunto muy seriamente y sin dejar de mirarlo.
- Christofer... por favor... - Trata de responderme mi padre.
- No papá, estoy completamente seguro de que ni siquiera me hubieras terminado de escuchar y me hubieras dicho que estaba exagerando por mi rabia injustificada hacia los Hazzard o me equivoco?. - Le digo alzando una de mis cejas completamente serio y hasta molesto.
- Tal vez lo hubiera considerado. - Me responde serio.
- Papá... no nos engañemos, nunca me hubieras creído, pero sabes que es lo que más me molesta de todo esto?, que una persona completamente extraña y ajena a nosotros, a nuestra familia, haya tenido que venir a demostrarte que los Hazzard no son lo que tú has creído, que son una completa molestia y que son unos incapaces para hacer su trabajo.
- Tampoco exageres. - Trata de responderme mi papá pero Terry interviene.
- Christofer no está exagerando papá, la señorita Hayden ha dejado en evidencia en varias ocasiones la incompetencia de Joey y el día de hoy ha mostrado lo psicópata que Virginia se ha comportado con Christofer, comportamiento del que yo también he sido testigo en varias oportunidades. Creo que es hora de que abras los ojos de una vez por todas y vayas decidiendo si vas a seguir defendiéndolos ante lo indefendible, aún por encima de nosotros. - Le dice Terry muy serio y molesto como yo.
Mi padre nos observa muy sorprendido a ambos en completo silencio.
- Tú decides papá... - Ahora soy yo el que le vuelve hablar, dándole un ultimátum.
Después de unos segundos más de completo silencio, él sale de la oficina sin decir ni media palabra.
- Qué acaba de pasar?. - Dice Terry en voz baja.
- Que por primera vez en tu vida, le hablaste a papá como tenías que haberlo hecho desde hace mucho tiempo Terry. - Le respondo.
- Definitivamente esta rebelión es gracias a Stefania. - Comenta Terry.
- Si... todo esto es gracias a ella. - Respondo algo pensativo.