Stefania.
- Adelante... - Contesto sin dejar de mirar la pantalla de mi laptop para quien toca la puerta de mi oficina.
- Puedo pasar?. - Me pregunta Christofer al abrir la puerta.
- Claro que sí, ya casi es la hora de nuestra reunión. - Le respondo aún sin mirarlo.
- Deme un momento Christofer y termino algo acá para que comencemos. - Le digo aún sin despegar mi vista de la laptop.
- No te preocupes, termina lo que necesites hacer primero. - Me responde desde una mesa que tengo en la oficina en medio de una pequeña sala como de juntas.
Después de un par de minutos, por fin termino lo que estoy haciendo. Cuando giro mi vista hacia la derecha, veo una rosa roja de tallo largo muy hermosa al lado de mis papeles que están sobre el escritorio, abro y cierro mis ojos un par de veces para confirmar que no es producto de mi imaginación.
- Y esto?... - Comento al levantarla de mi escritorio.
- Es una manera de darte las gracias por lo que has hecho por mí. - Me responde Christofer al mirarme desde la mesa.
- No era necesario... solo hice lo que creí que era correcto... muchas gracias, me encanta. Aparte de mi padre, de Max y de Gregor, no había recibido flores de alguien más. - Le comento al oler la fragancia de la rosa.
- No es posible... ni siquiera de algún novio?, bueno... su novio actual?. - Me pregunta mientras organiza unos documentos en la mesa.
- No, porque no tengo. - Le respondo mientras voy al baño para llenar un florero que tengo con agua para poner ahí mi rosa.
- Usted... no tiene novio?. - Me pregunta Christofer sin mirarme y aún moviendo unos papeles en la mesa.
- No. - Respondo al meter la rosa en el florero.
- Ok, comenzamos?. - Me pregunta con una sonrisa dibujada en su rostro, una que hasta me parece algo extraña porque se ve como feliz.
- Por supuesto. - Le respondo y me acerco para luego darle un beso en la mejilla como modo de agradecimiento por su regalo. La verdad, es que estoy muy feliz por recibirla y porque él me la dio.
- Gracias. - Le digo nuevamente por mi rosa, me separo de él y luego tomo asiento en una de las sillas que se encuentran alrededor de la mesa para empezar con la reunión.
- De nada... - Me responde muy sorprendido y en un susurro.
- Bien... estoy lista, sobre que parte del diseño vamos a discutir el día de hoy?. - Pregunto al abrir mi agenda para tomar notas.
- Eeee... si... quería que habláramos sobre esta parte porque ya la construcción está llegando a este punto y quiero estar seguro sobre los muros de contención que vamos a tener en esta área. - Me dice para después sentarse a mi lado y mostrarme los planos de unos diseños en su programa de computación.
Él me señala algunas zonas, así que para ver mejor me acerco un poco más a él para poder ver mejor las imágenes en la pantalla de su laptop.
- Estas que tienes señaladas como de diferente color, son las que me dices que deben ir reforzadas?. - Pregunto mientras observo los planos.
- mmm... si, esos... - Me responde como si estuviera distraído por algo.
- Christofer... usted es el experto, estoy de acuerdo con lo que usted decida y crea que es lo mejor para el proyecto, yo confío plenamente en usted. - Le contesto al enderezarme y volver a mi puesto para tomar algunas notas.
- Muchas gracias... - Me responde como algo emocionado o eso es lo que me parece.
Al terminar la revisión de los diseños que más bien era como si él estuviera buscando mi aprobación, me estiro un poco en mi asiento mientras él se levanta del suyo para mirar el paisaje por los ventanales de mi oficina.
- Christofer. - Lo llamo para obtener nuevamente su atención.
- Si, dime. - Me responde.
- Hace algunos días, he venido pensando que ya es hora de que vaya a visitar la obra y ver su avance y progreso por mí misma, para ya no tener que seguir imaginándome las cosas por medio de los planos o de las fotografías que tú me muestras. Así que he decidido ir la próxima semana para que ustedes me autoricen la entrada y no tener ningún inconveniente cuando este allá, espero que no le importe que vaya?... - Le comunico a Christofer mis intenciones.
- No, por supuesto que no. Al contrario, yo también estaba pensando ir a la construcción, por qué no vamos juntos?. - Me pregunta cuando se gira para mirarme.
- Si, está bien. - Le respondo algo sorprendida por su pregunta.
- Perfecto, arreglare todo para que nos vayamos juntos la próxima semana entonces. - Me dice bastante entusiasmado con la idea.
- mmm... Christofer, yo pensaba viajar en automóvil, no sé si estás... - Trato de decirle.
- Estoy de acuerdo, es mejor y se puede disfrutar del paisaje al viajar. - Me dice al interrumpirme un poco.
- Perfecto entonces... - Digo al final.
Una semana después...
- Mañana iré por ti, estaré como a eso de las ocho de la mañana en punto en la entrada de tu edificio. - Me dice Christofer al otro lado de la línea telefónica.
- Esta bien, estaré lista y esperándote a esa hora en la entrada. - Le respondo.
- Ok, buenas noches y descansa. - Me dice.
- Tu también descansa, nos vemos mañana. Adiós. - Le digo al despedirme de él y luego cuelgo.
Dejo el celular en la mesa de la sala para ir a la cocina a prepararme algo ligero para cenar, Dastan me sigue con su juguete de forma de hueso que suena en la boca y en cuanto me quedo ubicada en un lugar en donde voy a estar por un tiempo, él se echa para seguir mordiendo su juguete mientras me acompaña.
- Ya mañana regresa Max y viene a darte vuelta, aunque yo regreso en la noche, así que pórtate muy bien Dastan. - Le digo mientras voy sacando algunas cosas del refrigerador y él sigue mordiendo su juguete, pero mueve las orejas porque sabe que le estoy hablando.
Cuando termino de cenar, me dirijo nuevamente hacia la cocina para limpiar todo y dejarla organizada y mientras lo hago, escucho que mi celular suena, avisándome que me ha entrado un mensaje. Termino de limpiar y luego voy nuevamente hacia la sala para coger el celular y así poder mirar el mensaje.
Veo que es de Christofer, por lo que me apresuro a abrir el chat y la conversación para leerlo.
- Discúlpame, pero no podre ir contigo a Margate como habíamos quedado. Ha ocurrido algo que me impide ir, ya te contaré después lo que sucedió. - Me dice Christofer en su mensaje.
Al terminar de leer, suspiro con algo de tristeza, por qué?, no lo sé o tal vez sí pero no quiero admitirlo ni mucho menos decirlo, así que decido que voy a salir de viaje mucho más temprano de lo que tenía planeado.
Son como las cinco de la mañana, decido levantarme ya que no dormí muy bien en toda la noche. Me baño, me pongo ropa cómoda, hago algunos bocadillos para el camino y mientras los preparo, pongo las noticias al encender la televisión de la cual puedo ver desde la cocina.
En el último mes, el clima se había vuelto un poco difícil y en la última semana se había convertido en un total problema. Las bajas temperaturas que se estaban reportando y sintiendo, eran producto de unas heladas que no se habían visto desde hace cuarenta años provenientes de los árticos, así que interrumpo por un momento lo que estoy haciendo para ver el informe del clima en las noticias y luego observo el panorama por los ventanales del pent-house. Mientras observo el clima, escucho que en las noticias dicen que a pesar del frio que hace, no nevaría hasta en la noche, por lo que decido que igualmente viajare pero con el mayor de los cuidados.
- Bueno... ya estoy lista, deséame suerte mi bebe peludo, nos vemos en la noche. - Le digo a Dastan antes de salir como despedida, después de darle su comida y dejarlo listo. Igual no me preocupa mucho dejarlo solito, ya que no lo estaría por mucho y Dastan es un perro algo independiente.
Bajo al estacionamiento del pent-house por medio del elevador, me subo al auto, lo enciendo, miro la hora y me doy cuenta de que van a hacer las siete de la mañana. Coloco música y me pongo en marcha, ya que me espera un viaje de más o menos una hora y media para llegar a mi destino.
Mientras voy saliendo de la ciudad, veo como el sol está comenzando a iluminar el horizonte, mostrando todo su esplendor. Avanzo rápidamente hacia la salida de la ciudad, aunque hubo un momento en que había algo de congestión en algunas zonas de la ciudad que se usan para salir y lógicamente, esto me llevó algo más de tiempo del que imaginé.
Avanzo por la carretera después de demorarme casi cuarenta minutos en salir de la ciudad, voy cantando mis canciones favoritas de los doramas que me he visto porque soy un poco fanática de ellos y sus bandas sonoras son geniales. Empecé con las producciones de Corea del Sur y luego continué viendo también dramas chinos y tailandeses.
Siempre me han gustado y este era un hobbie que compartía con Gwen, el cual desconozco en este momento si ella aun lo tiene. Cuando suena una canción del drama de época chino llamado " The Wolf ", cuya canción se llama " Who Am I ", le subo un poco más el volumen a la música para cantarla mientras manejo.
De repente, mi celular comienza a sonar, estiro el brazo para acercarlo un poco más porque se encuentra en el asiento del copiloto. Cuando logro alcanzarlo, veo que quien me está llamando es Christofer y que son las ocho en punto.
Cuando veo su nombre, siento como algo de molestia acompañada de rabia, por lo que decido no contestar. En los próximos diez minutos suena tanto mi celular, que me estreso y me lleno más de rabia hasta que decido apagarlo, no quiero hablar con él, respiro hondo y continúo manejando.
Al llevar media hora más en la carretera, el clima comienza a cambiar de manera algo abrupta. El cielo se pone gris, el viento comienza a soplar fuerte, lo sé por cómo se mueven los árboles al lado de la carretera, ya que voy con los vidrios arriba y la calefacción encendida, por lo que no escucho mucho los sonidos de afuera. Disminuyo la velocidad en cuanto comienza a nevar, pero después de diez minutos, me empiezo a poner algo nerviosa porque a pesar de que el auto tiene puestos los neumáticos para este tipo de clima, este está comenzando a derrapar y a lisarse en el pavimento.
Cuando intento frenar, los frenos no me responden y empiezo a perder el control del automóvil hasta que lo pierdo por completo, este gira un par de veces hasta que por un milagro, este se detiene al borde de un abismo sin caer por algunos centímetros. Trato de recobrar la calma al darme cuenta de que sigo con vida y de que estoy ilesa, pero mis manos que están pegadas al volante no pueden dejar de temblar.
Observo a mi alrededor y veo que mi celular quedó en el suelo del auto al lado del copiloto, me quito el cinturón de seguridad para tratar de alcanzarlo. El auto se mueve un poco por mis movimientos hacia el abismo, así que trato de quedarme quieta para que el auto deje de moverse, trato nuevamente de alcanzar el celular pero con mucho más cuidado, cuidando cada uno de mis movimientos. Cuando al final logro alcanzarlo, suspiro profundamente con alivio, enciendo el celular y veo que no tengo cobertura, así que trato de encender el auto pero este no me funciona y luego pienso por un breve momento que es extraño que la bolsa de aire del auto no se haya activado, pero bueno... yo no soy mecánica y sé de autos lo más básico, ya que por mucho tiempo le había tenido fobia a subirme en uno y creo que después de esto, no sé si me pueda volver a subir ni mucho menos manejar uno de nuevo.
Al ver que no puedo hacer nada en el auto, decido que debo salir para tratar de hallar ayuda o cobertura, o lo que sea posible. Tomo lo que puedo y le pongo seguro al auto o por lo menos trato de hacerlo, pero este está como muerto. Comienzo a caminar por el borde de la carretera, buscando algo de cobertura o a la espera de que alguien pase y me auxilie o de pronto encontrar en donde refugiarme, ya que se está formando una gran tormenta, el frio es horrible y la nieve está cayendo de manera incontrolable.
De repente, en medio del sonido salvaje del viento, escucho que un automóvil se acerca a mi espalda, así que me giro y comienzo a levantar y a mover mis brazos para ver si me pueden ver para que se detengan y me ayuden, pero extrañamente, el automóvil acelera hacia mi dirección sin ninguna precaución, por lo que tengo que tirarme al abismo y empezar a rodar por varios metros cuesta abajo, hasta que el tronco de un árbol me detiene, haciendo que mi cuerpo se frene muy violentamente, provocándome un fuerte golpe en la cabeza, raspones en mi piel y que mi cuerpo me duela al levantarme.
Cuando intento caminar, me doy cuenta de que tengo bastante lastimada mi rodilla derecha porque tengo dificultades para doblar la pierna y para caminar, pero a pesar de que me duele todo el cuerpo, sé con certeza que no tengo ninguna fractura. Lo sé, porque ya tengo muchos años de experiencia en saber cómo se siente cuando tengo alguna fractura en mi cuerpo, por el accidente que tuve hace años y por los golpes que él me propinaba hasta casi matarme cuando era niña y adolescente.