- Y esto?... - Pregunta Stefania al levantar la rosa roja del escritorio, sacándome de mis pensamientos.
- Es una manera de darte las gracias por lo que has hecho por mí. - Le respondo al mirarla desde la mesa.
- No era necesario... solo hice lo que creí que era correcto, muchas gracias, me encanta. Aparte de mi padre, de Max y de Gregor, no había recibido flores de alguien más. - Me comenta y a mi parecer, algo emocionada, por lo que no puedo evitar sentirme bastante bien por haberle regalado la rosa, pero también me quedo totalmente sorprendido por su comentario. No puedo creer que aparte de las tres personas que ha mencionado, nadie más haya sido capaz de regalarle flores. Pero como era posible eso?, si yo estoy completamente de acuerdo con mi abuela en la imagen que tiene de Stefania, pero espera un momento Christofer, me digo mentalmente y freno mi análisis de la situación para preguntarme... y quién diablos es Gregor?, será su novio?. De inmediato me recompongo y decido preguntarle como quien no quiere la cosa y no le importa mucho saber su vida privada.
- No es posible... ni siquiera de algún novio?, bueno... su novio?. - Le pregunto porque ya no puedo más con la duda y quiero saber ya, por qué?, aún no lo sé, pero me urge saberlo e intento mantener la calma y no mostrar ningún índice de importancia, por lo que aparento organizar unos documentos mientras espero la respuesta.
- No, porque no tengo. - Me responde mientras va al baño con un florero en las manos para llenarlo de agua, mientras que a mí se me caen los papeles de las manos por la sorpresa. Rápidamente los levanto antes de que ella salga del baño.
- Usted... no tiene novio?, eso no me lo creo. - Le digo al hacerme el idiota con los papeles que se me habían caído, pero siento que mi corazón está algo acelerado y tampoco conozco la causa.
- No. - Me responde de nuevo al colocar la rosa dentro del florero.
Cuando escucho su confirmación, inmediatamente sonrío como un idiota y a la vez no lo puedo creer, no puedo creer que alguien como ella no tenga pareja.
- Ok, comenzamos?. - Le pregunto mientras no dejo de sonreír, extrañamente me siento feliz, definitivamente soy un completo tarado.
- Por supuesto. - Me responde y al momento siguiente, ella se acerca y me da un beso en la mejilla para luego darme las gracias nuevamente por el regalo con una enorme sonrisa que me gusta mucho vérsela.
- De nada... - Le respondo muy sorprendido y en voz muy baja por lo que acaba de suceder.
Mientas ella me pregunta sobre que parte del diseño vamos a discutir el día de hoy y abre su agenda para tomar notas, vuelvo a sonreír como un idiota y no puedo evitar tocar con la yema de mis dedos de la mano derecha, mi mejilla de ese mismo lado en donde me besó. Cuando escucho el sonido de la silla en donde se sienta rozar el piso quito mi mano, trato de hablar y mientras lo hago, me siento a su lado, algo cerca para poder mostrarle los planos en el programa del computador. Le señalo algunas zonas y ella se acerca un poco a mi posición para ver mejor las imágenes en la pantalla de la laptop.
- Estas que tienes con diferente color, son las que me dices que deben ir reforzadas?. - Me pregunta mientras mira hacia la pantalla muy concentrada, mientras que yo, por el contrario, estoy totalmente perdido y desconcentrado por estar oliendo su cabello que huele como a frutos rojos cuando ella está mucho más cerca de mí.
- mmm... sí, esos... - Le logro responder al recobrar un poco la concentración.
- Christofer... usted es el experto, estaré de acuerdo con lo que usted decida y crea que es lo mejor para el proyecto, yo confío plenamente en usted. - Me dice al enderezarse y al volver a su puesto para tomar algunas notas.
- Muchas gracias... - Le respondo muy contento mientras ella sigue escribiendo en su agenda porque nunca nadie me había dicho que confía plenamente en mí, en mis decisiones y en mis capacidades. Solamente mi hermano, mi abuela y mi madre, ni siquiera mi padre y que ella a quien casi no conozco me diga eso... me alegra muchísimo y es bastante importante para mí.
Al terminar la reunión, me levanto de la mesa y miro por los ventanales de su oficina hacia el bosque hasta que vuelvo a escuchar su voz pronunciando mi nombre.
- Christofer.
- Si, dime. - Le contesto.
En cuanto le contesto, ella comienza a decirme que quiere ir al lugar de la construcción y ver por sí misma los avances que esta ha tenido, por lo que ha decidido ir la próxima semana para que la autoricemos a hacerlo y así no tener ningún inconveniente cuando este allí, por lo que de inmediato le respondo que no me importa que haga la visita y que yo también estaba planeando ir a hacer una visita. Así que, sin perder el tiempo, se me ocurre la idea de ir con ella y proponérselo, mintiéndole un poco porque no había pensado aún en visitar el lugar ya que lo había hecho hace poco. Pero quería tenerla cerca, cuidarla y compartir mucho más tiempo con ella, para descubrir un poco más de su misteriosa vida que me ha despertado tanta curiosidad y que me muero por descubrir todos sus secretos.
Cuando ella me da una respuesta afirmativa aceptando mi propuesta, no puedo evitar sentirme más contento de lo que ya estoy.
- Perfecto, arreglare todo para que nos vayamos juntos la próxima semana entonces. - Le contesto como me siento, completamente entusiasmado.
Luego ella me dice que pensaba ir en automóvil, por lo que la idea me gusta aún más y le digo que estoy totalmente de acuerdo, porque el viaje lo puedo aprovechar para pasar más tiempo a solas y hablar más con ella sin que nadie nos interrumpa, tiempo que no sea trabajando, en teoría.
Mientras la semana avanza, no puedo evitar sentirme extraño, me siento feliz, contento, pero a la vez me siento confundido y perdido. Solo espero que muy pronto pueda saber y entender que me pasa y así afrontarlo.
Cuando por fin solo falta un día para el viaje con Stefania, decido irme temprano para la casa, ya que quiero relajarme un rato e irme a descansar temprano para así poder estar bien para conducir el día de mañana con mis cinco sentidos bien descansados y en óptimas condiciones porque el clima no está muy agradable que digamos.
- Hola abuela. - La saludo en cuento la veo al ingresar en la cocina.
- Hola hijo, llegaste bastante temprano el día de hoy. - Me dice cuando aún está viendo su revista de jardinería que tanto le gusta.
- Acuérdate que mañana voy a salir con Stefania a Margate y necesito estar descansado, también necesito preparar algunas cosas para el viaje. - Le respondo al acercarme a ella.
- Te ves como feliz, emocionado... - Me comenta mientras levanta levemente la vista hacia mi subiendo una de sus cejas.
- Abuela... no empieces. - Le digo al suspirar y sentarme al frente de ella.
- No he dicho nada, además yo ya sé lo que te pasa, solo estoy esperando a que tú te des cuenta, nada más... - Me dice al dejar su revista sobre la mesa y coger su taza de té.
- Hice paella de mariscos, quieres comer?. - Me pregunta después de un momento de silencio.
- Claro que si abuela, sabes perfectamente que no me puedo controlar cuando se trata de tu paella. - Le contesto mientras me acomodo en la silla, quitándome el saco y colgándolo en el espaldar de esta.
Después de un rato, estoy completamente lleno y satisfecho porque comí demasiado.
- Hace tiempo que no comía tanto... - Le comento a mi abuela.
- Que bueno que te gustó. - Me responde mi abuela muy divertida.
De repente alguien abre la puerta y entra en la cocina.
- Porqué traes esa cara?. - Le pregunto a Terry al entrar.
- Adivina quienes acaban de llegar?. - Me dice rodando los ojos y luego peinándose el cabello con los dedos.
- No me digas que... - Trato de decir cuando entra alguien más.
- Huele delicioso aquí. - Dice Joey al entrar como si estuviera en su casa.
- Buenas noches Joey, por si no sabes... se saluda primero. - Le digo mientras me acaricio la sien con los dedos en forma circular para mantener la calma.
- Buenas noches, Joey... - Dice Mark a sus espaldas.
- Perdón, buenas noches... - Responde Joey al ver a su padre a sus espaldas.
- Buenas noches familia, Mary nos haces algo de cenar por favor. - Entra mi padre diciendo muy animadamente.
- Si señor, de inmediato. Quiere algo en especial?. - Pregunta la chef de la casa.
- Un churrasquito puede ser... te parece Mark? - Le responde mi padre algo pensativo por el menú.
- Por supuesto Scott. - Responde este de inmediato.
- Madre, que nos lleven cafecito a la sala por favor. - Le dice mi padre a mi abuela después de saludarla con un beso en la mejilla.
- Si hijo. - Responde mi abuela sin muchas ganas.
- Ven Mark. - Le dice mi padre al salir de la cocina.
- Con permiso. - Dice Mark para luego salir también de la cocina con su hijo como guardaespaldas.
- Pero que gente tan molesta. - Comenta mi abuela y yo solo me rio por verle la cara que está poniendo.
- Vas a comer hijo?. - Le pregunta mi abuela a Terry.
- Mi abuela hizo paella de mariscos para nosotros y esta deliciosa, yo comí hasta cansarme. - Le comento a Terry colocando una cara de satisfacción que me dio risa por verle su gesto de enfado.
- Por supuesto, pero si me habrás dejado algo?. - Dice Terry al sentarse con nosotros.
- Claro hijo que hay para ti. - Le responde mi abuela muy sonriente.
- Bueno... yo los dejo, necesito ir al estudio por un momento. - Les digo al levantarme de la mesa y coger mi saco del espaldar de la silla.
- Adiós, tragón... - Me dice Terry y yo no puedo evitar soltar una carcajada.
Salgo de la cocina y me dirijo al estudio, cierro la puerta al ingresar, saco mi celular y marco su número, ella me contesta en el segundo tono. Hablamos por un buen rato de muchas cosas, la verdad es que con ella se puede hablar prácticamente de todo y la conversación con ella nunca es aburrida, pero cuando me dice que tiene algo que hacer por lo que ya debemos terminar la conversación, muy a mi pesar la termino diciéndole que mañana iré por ella a las ocho de la mañana en punto en la entrada de su edificio, a lo que ella me responde que estará lista y esperándome a esa hora en la entrada. Luego me despido dándole las buenas noches y deseándole que descanse, ella me desea lo mismo y colgamos.
Me acomodo en el sofá con el celular en la mano, pero luego lo pongo sobre la mesa sin dejar de pensar en lo mucho que me gusta estar con ella, hablar de lo que sea mientras escuche su voz y tampoco puedo evitar alegrarme el pensar que mañana podre estar todo el día a su lado, tratando de seguir descifrándola, porque Stefania es un completo misterio que quiero conocer. Hay algo en ella que me atrae como si fuera un imán, algo que no puedo explicar pero lo que sí sé con certeza, es que con ella no voy a cometer el mismo error que cometí hace muchos años atrás con Mariana, a la cual no pude descifrar por los continuos muros que colocaba para que no me acercara a ella, por miedo o por defensa que colocaba con todos por los continuos ataques que sufría y como no me dejó acercarme lo suficiente, nunca pude demostrarle que yo nunca le hubiera podido hacer daño porque yo la amaba y la sigo amando sin importar que ya no esté en este mundo...