Al llegar a la entrada de la casa, puedo verlos cruzar la puerta con gran alboroto.
- Oigan, pueden hacer menos ruido por favor?. Con tanto alboroto van a despertar a Stefania. - Le digo a las tres personas en cuanto entran.
- Hijo mío!!!, que alegría verte y que estas en una sola pieza. - Dice mi abuela en cuanto me ve y se acerca para abrazarme.
- Estoy bien abuela. - Le digo para que se tranquilice.
- Te lo dije abuela, yerba mala nunca muere. - Comenta Terry riéndose, pero al final también me abraza cuando finalmente mi abuela me suelta.
- Lo mismo digo. - Comento al reírme con él.
- Que bueno que estás bien cuñado. - Me dice Bárbara para luego darme un beso en la mejilla como saludo.
- Que gusto verte Bárbara. - Le respondo.
- Y cómo esta Stefania hijo?. - Me pregunta mi abuela.
- En términos generales está bien abuela, aunque siempre esta lastimada y algo adolorida, pero para la caída que sufrió, le fue bastante bien. - Le respondo a la abuela.
- Voy a verla. - Dice mi abuela.
- Esta en el cuarto de huéspedes principal y creo que ya debe de estar despierta porque con el escándalo con el que llegaron... demás que ya la despertaron. - Les digo mientras mi abuela comienza a subir las escaleras.
- La acompaño... - Comenta Bárbara.
- Lo que hiciste fue muy arriesgado Chris... - Me dice Terry cuando ya no vemos a mi abuela y a Bárbara.
- Lo sé... pero era necesario que lo hiciera. - Le respondo.
- Más tarde quiero que me cuentes todo con lujo de detalles. - Me dice Terry algo serio.
- Por supuesto... - Le digo mientras le indico con la mano que debemos subir.
Terry se me adelanta un poco para ir a saludar a Stefania mientras subo las escaleras como a paso de tortuga. Cuando llego a la habitación en la que se está quedando Stefania, la puerta está abierta y escucho cuando Terry le está preguntando a Stefania si le permitía ayudarla, por lo que yo entro de inmediato interrumpiendo la conversación.
- Yo la ayudo a bajar. - Digo al cruzar la puerta de su habitación, provocando que todos los presentes me observen al hacerlo y yo sin pronunciar una palabra más, me acerco a Stefania para cargarla delante de todos, haciendo que una vez más, ella se sonroje y se avergüence. Provocando en mí, una gran satisfacción por hacer que ella se ponga así.
- No es necesario que me esté cargando todo el tiempo. - Me dice muy seriamente.
- Cuando termines de bajar por las escaleras a tu paso, ya será verano de nuevo. - Le contesto alzando una ceja, tratando de mantenerme serio, pero la verdad es que me muero por reírme, pero los demás no se contienen y se ríen con ganas por mi comentario.
- Amor, adelantémonos... - Escucho que Bárbara le dice a Terry.
- Vamos abuela. - Dice él aun riéndose.
Ellos salen de inmediato de la habitación y yo observo a Stefania por un momento, la cual se ve que esta enojada conmigo. Sin dejar de mirarla, comienzo a avanzar con ella por el pasillo hasta que ya no me puedo aguantar y suelto tremenda carcajada por sus gestos que me parecen adorables, que me encantan y me divierten. Ella de inmediato se voltea a mirarme algo confundida y sorprendida porque me estoy riendo.
- Sabes... te ves muy graciosa y a la vez muy bonita cuando te enojas. - Le digo porque ya no puedo evitar decírselo aun riéndome al ver que se ha sonrojado una vez más, produciéndome alegría una vez más.
- Me alegro de que te estés divirtiendo a mis costillas. - Me comenta muy seria y mirando hacia otro lado mientras sigo bajando las escaleras con ella en brazos, riéndome de nuevo por su comentario.
- Y mucho, no voy a negarlo. - Le respondo muy divertido.
Mientras cenábamos los cinco y conversábamos sobre lo que habíamos pasado todas estas horas Stefania y yo como hasta la media noche, a veces no podía evitar mirarla y perderme en sus hermosos ojos verdes mientras hablaba con los demás y algunas veces me sorprendí mirando sus labios como si estuviera hipnotizado.
Cuando todos decidimos que ya es hora de irnos a descansar, una vez más cargo a Stefania para ayudarla a subir después de que vuelvo a burlarme de ella por la velocidad de sus pasos, haciendo que todos se rían de nuevo. Después de dejarla en su habitación, me voy para la mía y duermo como un bebe el resto de la noche por el cansancio acumulado que tengo.
Al otro día estamos todos reunidos en el comedor desayunando, cuando nuevamente se empieza a escuchar ruidos en la entrada de la casa, inmediatamente miro a Terry y él me mira a mi como diciéndome con los gestos que había que aguantar lo que viniera. Nos levantamos todos de nuestros asientos para ir hacia la entrada, yo me quedo de último para ponerle cuidado a Stefania, asegurándome de que no se fuera a caer o a tropezar con algo.
Cuando llegamos a la entrada, veo que entra primero mi padre junto con mi madre y unas maletas que inmediatamente los empleados se las reciben para llevarlas a su habitación. Luego veo que Max entra detrás de ellos y a su lado entra otro hombre como de la edad de mi padre, de ojos verde claro, cabello castaño claro, piel blanca y de una estatura como de un metro con ochenta centímetros.
El hombre en cuento ve a Stefania, se le adelanta a Max y va directo hacia ella con una sonrisa y al mismo tiempo veo como una especie de ráfaga de alivio que siente al verla.
- Hija... - Le dice el hombre al caminar más rápido hacia ella para finalmente abrazarla.
- Papá. - Le dice al abrazarlo también y por su enorme sonrisa, la cual es hermosa, sé que ella está muy feliz por ver y estar de nuevo con su padre.
- Cómo estás amor?, cómo te sientes?, te duele algo?, te llevo al hospital?. - Escucho que el señor Hayden le pregunta a Stefania al mirarla y revisarla por todos lados con sus ojos.
- Estoy bien y estoy muy feliz de verte. - Le dice ella en un tono bastante tranquilizador como es su costumbre para minimizar lo que siente y para que los demás no se preocupen por ella.
- No se preocupe señor Hayden, ella ya se encuentra mucho mejor y ya no se siente tan mal a pesar de como se ve. - Le digo para ayudarla a tranquilizar a su padre, aunque eso no me gusta porque sé que hay momentos en que verdaderamente siente mucho dolor, se siente incomoda y cansada. Eso lo sé por todas estas horas que he podido compartir con ella y la he estado analizando, sabiendo ahora que le gusta ocultarle a los demás sus sentimientos sobre todo cuando hay dolor de por medio.
- Usted es Christofer Hoffman, verdad?. - Me pregunta el señor Hayden.
- Si señor, pero dígame Christofer y es un placer conocerlo. - Le contesto mientras estrecho su mano.
- Pues déjeme decirle Christofer que estaré en deuda con usted por el resto de mi vida por haber ayudado a mi hija. - Me dice nuevamente el señor Hayden.
- No se preocupe por eso señor Hayden, solo hice lo que era necesario. - Comento como respuesta.
- De todas maneras, muchas gracias.
En el momento en que terminamos el señor Hayden y yo nuestra pequeña conversación, Dastan entra corriendo moviendo su cola hacia Stefania, parándose en dos patas para saludarla y que ella lo acaricie al saludarlo también. Ella le habla mientras lo acaricia muy cariñosamente cuando de pronto alguien entra por la puerta.
- Stefania!!!. - Dice un hombre desde la entrada en un tono algo alto para la ocasión, dejándonos a todos los presentes o por lo menos a la mayoría de los que estamos ahí, totalmente sorprendidos.
- Gregor... Gregor!!!. - Responde Stefania al verlo, al principio con algo de incredulidad y luego finalmente con sorpresa.
Él corre prácticamente hacia Stefania, levantándola un poco del suelo por la cintura, dejándonos a todos con los ojos abiertos de par en par.
- Gregor, más despacio que la vas a lastimar. - Le dice el señor Hayden algo serio y preocupado porque de pronto la puede lastimar y le habla con tanta familiaridad, que me asegura que él lo conoce muy bien y de que seguramente fue el señor Hayden quien lo trajo hasta acá.
- Perdón, perdón, es que estoy tan feliz de volver a verte que no mido mi fuerza... - Responde el tal Gregor al bajar lentamente y con cuidado a Stefania hasta el suelo, pero luego el atrevido la abraza con mucha confianza para después darle un beso en la mejilla.
- Yo también estoy muy feliz de verte. - Le dice ella, dejándome completamente sorprendido y perplejo por su respuesta y por la cara de felicidad que tiene por haberse reencontrado con el hombre ese.
- Y el joven es... - Menciona mi abuela después de observarme por algunos segundos.
- Disculpen mi falta de cortesía... mi nombre es Gregor Holland, soy el asistente y mejor amigo de Stefania. - Le responde a mi abuela y finalmente se presenta con nosotros, mientras que a la vez va estrechando su mano con cada uno de los presentes que ya estábamos en la casa antes de que ellos llegaran.
Pasamos el resto del día hablando, comiendo y compartiendo entre los presentes varias actividades como juegos de cartas, dejándome la sensación de que el padre de Stefania, Jhonatan Hayden, es un gran hombre, al contrario de su amigo y asistente que no lo soporto. Me parece confianzudo, demasiado bromista, mejor dicho... demasiado baboso, pero a los demás parece agradarles él tipo ese.
Llega la noche y veo que Stefania y Gregor salen a caminar por la playa a pesar del viento fuerte y frio que está soplando, así que no puedo evitar ir hacia la terraza de la casa que tiene la vista hacia donde se encuentran ellos. Mientras los observo pasear por la playa, caminando de gancho, no puedo dejar de pasearme de un lado a otro como si fuera un animal enjaulado. Los veo y puedo ver que están conversando muy amenamente porque ella se ve algo concentrada en lo que están hablando y algunas veces la veo sonreír, lo que me hace ver que se siente muy a gusto con el tal Gregor, así que no puedo evitar sentirme molesto y que la sangre me hierve por dentro.
- Acá estás Chris, te he estado buscando por toda la casa. - Me dice Terry al entrar a la terraza con una taza de té en la mano.
- mmm... no deberías de estar con tu esposa?. - Le pregunto mientras me detengo y pongo mis manos en el barandal, dejando que los binoculares caigan en mi pecho por la cuerda que impide que se caigan que tengo alrededor de mi cuello, sin dejar de vigilarlos.
- Está muy ocupada hablando con mi madre de las últimas tendencias de diseño en interiores en Estados Unidos y sabes que eso irá para largo. - Me responde.
- Qué estás mirando?. - Me pregunta al acercarse a mí al no conseguir más respuestas mías.
- Nada... - Intento disimular.
- Si, claro... - Me dice al mirar mis binoculares y luego hacia donde tengo concentrada mi vista y atención.
- Gregor parece ser un buen tipo y es bastante agradable. - Me dice bebiendo un poco de té.
- mmm. - Es lo único que le respondo al voltearme, dándoles finalmente la espalda y recostarme un poco en el barandal.
- Al parecer, a ti no te agradó mucho el hombre... - Me dice mirándome con una media sonrisa.
- Para nada, me parece un total idiota confianzudo. - Le respondo al cruzarme de brazos.
- Si, sobre todo cuando abraza a Stefania, está pendiente de ella para ayudarla y la hace sonreír. - Me comenta completamente divertido y yo solo suelto un bufido.
- Eres un idiota... - Le digo y él se ríe.
- Porque no admites de una vez y por todas, que estás completamente celoso. - No le digo nada, solo vuelvo a girarme para verlos hablar nuevamente en la playa.
- aaaa!!!, siiii!!!, estoy celoso y estoy que me lleva el demonio... - Digo mientras me despeino con ambas manos.
- Por fin lo admites... - Me dice Terry al beber un poco más de té y con total tranquilidad.
- Stefania Hayden me gusta, me encanta, me fascina como mujer, ya lo dije... - Digo al mirarla como un idiota al verla caminar a lo lejos.