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Chapter 27 - CAPÍTULO 27: VERDADES.

Unos días después, regresamos todos a Londres, no sin antes haber ido por algunas horas a la construcción de la naviera. En donde mi padre y yo, quedamos muy complacidos con los avances y como está quedando el proyecto finalmente.

 

Durante esos días, no estuve tan cómoda y tranquila como hubiera querido, ya que estar cerca de todos los Hazzard, no es para nada fácil, pero gracias a que había retomado mi tratamiento con la psicóloga por video llamada ya que ella se encuentra en Vancouver desde que tuve ese ataque de pánico en la casa de los Hoffman la primera vez que los visité, definitivamente no lo hubiera podido superar y tampoco me hubiera podido controlar en su presencia.

 

También pude notar a Christofer algo serio y extraño por momentos, sobre todo cuando Gregor estaba cerca, por lo que en un momento dado me acordé del comentario que me hizo Gregor cuando estábamos caminando por la playa. Pero lo bueno de todo, es que estoy con mi padre y seguimos teniendo una gran relación como la que teníamos antes de que nos distanciáramos por venir a vivir a Londres.

 

Por otro lado, me seguía sintiendo también incomoda por no poder caminar muy bien, aunque me he recuperado bastante y gran parte de las heridas, han comenzado a desaparecer, incluyendo que en un par de días más ya me quitaran los puntos de la herida de la cabeza.

 

Luego cuando regresamos, tuve algunas diferencias con mi padre y con Gregor porque no estaban de acuerdo con que volviera a trabajar a la oficina, pero después de algunos puntos que di a mi favor, finalmente me salí con la mía, aunque solo fuera por algunas horas al día, nada más.

 

- Adelante. - Digo al escuchar que tocan la puerta de mi oficina.

 

- Hola hija. - Dice mi padre al entrar.

 

- Hola papá, pasa. - Le digo sin mirarlo por estar de nuevo leyendo un documento en mi laptop.

 

- Hija, ya es hora de almorzar, por lo tanto ya es hora de parar de trabajar. - Me dice al bajarme la pantalla de la laptop.

 

- Si... ya lo sé. - Le respondo al darme por vencida, porque sabía que cuando él hace eso o me quita la laptop, ya tengo todo perdido.

 

- Para que no te enojes, hoy almorzaremos donde tú quieras. - Me dice al acercarse a mi posición para finalmente sentarse en el borde del escritorio.

 

- Conste... quiero que conozcas un lugar, no es elegante pero la comida es deliciosa.

 

- Vamos a dónde tú quieras. - Me responde muy sonriente.

 

Me levanto y mi papá me ayuda, cojo el bolso y comenzamos a caminar, salimos de la oficina y en el pasillo vemos a Christofer hablando con su secretaria, tal vez le está solicitando algo, pero lo curioso, es que ella lo observa como si fuera una oveja que va hacia el matadero completamente dichosa, a lo que al mirar la escena no puedo evitar sonreír, ya que he visto la misma muchísimas veces cuando éramos jóvenes y todos estos meses que llevo trabajando acá con ellos.

 

- Parece que Christofer es un hombre muy popular con las mujeres. - Me comenta mi papá mientras observa lo que yo también veo.

 

- Bastante. - Le respondo muy divertida.

 

- Como Max y Gregor no están porque no sé en qué asunto los tienes enredados, voy a hacer algo, espérame aquí hija. - Me dice mi papá mientras avanza hacia Christofer y yo lo observo algo confundida.

 

A continuación, veo como mi padre se acerca a Christofer, estrecha su mano como forma de saludo y luego cruza algunas palabras con él. Después de un par de minutos, ambos se acercan a mi posición mientras continúan hablando muy sonrientes los dos.

 

- Hija, Christofer comerá con nosotros hoy. - Me dice mi padre al llegar de nuevo a mí.

 

- Espero que no te importe?. - Me pregunta Christofer algo divertido.

 

- Claro que no, siempre eres bienvenido a acompañarnos. - Le respondo mientras cada uno de ellos se ubica a uno de mis costados para ayudarme a caminar.

 

Le doy las indicaciones al chofer de mi padre para llegar al restaurante de los Fix y en solo quince minutos, llegamos al lugar. En cuanto Gwen me ve llegar, nos atiende de inmediato, dándonos una mesa para después tomar nuestros pedidos una vez vista la carta del menú. Mientras hacemos el pedido, puedo ver que por un momento hay ciertas miradas extrañas entre Christofer y Gwen, pero decido no prestar atención a eso.

 

Mi padre y Christofer quedaron fascinados con la comida, ambos llegaron a la conclusión de que era una de las mejores comidas que habían probado y yo me quedo muy contenta por su reacción. Nos quedamos en el lugar por un par de horas más, hablando muy amenamente sobre varios temas, ya que el lugar es muy agradable y relajante para quedarse ahí y compartir un poco más con quien vayas.

 

Después, llevamos de regreso a Christofer a la empresa, ya que tenía que ir por su auto y luego mi padre y yo nos fuimos al pent-house para finalmente descansar.

 

En cuanto llegamos, voy a mi habitación, claro que con ayuda de mi papá para darme un baño y cambiarme de ropa. Me estoy peinando el cabello cuando nuevamente tocan la puerta de mi habitación.

 

- Adelante. - Digo.

 

- Señorita Stefania, puedo pasar?. - Me pregunta Max al abrir la puerta.

 

- Por supuesto Max. - Le digo al mirarlo a través del espejo del tocador.

 

Rápidamente él ingresa y cierra la puerta.

 

- Qué lograste averiguar sobre ese hombre?. - Le pregunto a Max con algo de ansiedad reflejada en mi voz.

 

- Digamos que el tal señor Levine es como la sombra de Mirta Hazzard, su mano derecha. - Me dice Max.

 

Después de que lo vi en la casa de la playa de los Hoffman, no volví a sentirme tranquila al verlo por ahí, por lo que hable inmediatamente con Max y le pedí que lo investigara también y que le diera a ese asunto prioridad por encima de los demás temas que teníamos pendientes.

 

- Siéntate Max y cuéntame por favor lo que averiguaste. - Le digo algo seria y a la vez asustada también.

 

- Levine y Mirta se conocen desde que los dos eran adolescentes en un orfanato, después de vivir ahí un par de meses, los dos se escaparon del lugar y se dedicaron a la mala vida. Él a robar y ella termino trabajando en una especie de cabaret como bailarina y algo más... ahí fue en donde conoció a Mark Hazzard y se volvió su amante principal, mucho antes de que él se casara con Rose Carroll, su madre. Cuando su padre y su madre se casaron, él ya tenía una relación con Mirta de casi dos años, lo que Mark Hazzard nunca ha sabido ni se imagina, es que su amante y quien es ahora su esposa, ha mantenido una relación amorosa con Levine desde hace décadas, desde que estaban en el orfanato.

 

- Levine y Mirta siempre han sido amantes, incluso antes de que ella conociera a mi... - Comento muy pensativa y deteniéndome al final.

 

- Pero con el pasar del tiempo, él se ha convertido en algo más que solo su amante. - Me dice Max muy serio.

 

- Seguro me vas a decir que Mirta le roba a Mark con ayuda de Levine. - Le digo porque era algo de lo que me había dado cuenta cuando vivía con ellos, pero que sin pruebas, él nunca me hubiera creído, por lo que tuve que callar.

 

- Si, pero también digamos que él le hace todos los trabajos sucios a ella y a su esposo, pero sobre todo a ella. Él no hace nada que no sea prácticamente ordenado por ella o aprobado. - Yo solo me quedo en silencio, mirando a Max.

 

- Los crímenes de ellos con el pasar del tiempo, han pasado a niveles mucho más peligrosos que el hurto. Se sospecha que Levine a asesinado a varias personas por órdenes de Mark y Mirta Hazzard para quitar del medio a personas que puedan interferir o ser un estorbo para sus planes y con todo lo que he averiguado de ellos, me voy a permitir decirle algo. Una hipótesis que me ha estado rondando la cabeza desde que sé todas estas cosas y esa es que ellos pudieron haber estado detrás de su secuestro hace diez años, bueno... ya casi once, en el que usted casi muere. Por lo menos creo que Levine y Mirta pueden estar involucrados.

 

- No me extrañaría... - Le contesto mientras algunas lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.

 

- Estoy averiguando si mi teoría es cierta y llevara algo de tiempo y aunque su... bueno, el señor Hazzard no me agrade mucho, creo que él en este asunto no creo que pueda estar involucrado, ya que si a usted le pasaba algo delicado, como morir por ejemplo. Él dejaría de manejar su dinero aunque él no lo supo hasta después de su secuestro y su supuesta muerte.

 

- Cómo así?, qué dinero?. - Pregunto totalmente sorprendida.

 

- Su madre siempre fue la verdadera rica y ese fue el principal motivo por el que él se casó con ella, pero fue solo hasta que él se casó que él supo que no tendría ningún acceso al dinero de su madre y cuando ella murió, como usted ya existía, solo logro ser su albacea hasta que usted cumpliera los veintiún años de edad, pero con muchas condiciones que a él no le agrado por supuesto. Cuando usted supuestamente murió, él pensó que se quedaría con toda su fortuna, pero se llevó la gran sorpresa de que al faltar usted, una empresa elegida por su madre sería la que se encargaría de manejar todos sus bienes hasta dos décadas y después todo ese dinero estará yendo a la beneficencia. Durante años, Mark ha estado peleando ese dinero, pero no ha podido conseguir nada, por lo menos hasta ahora.

 

- Me imagino que sus lujos están basados en hurtos a otras personas con dinero y demás... - Menciono.

 

- Si y si no fuera por usted, los Hoffman también hubieran sido estafados por ellos desde hace tiempo.

 

- Sé que de un modo o de otro, él tuvo que haber estado enterado de alguna manera. Ahora sé porque nunca me mató con las golpizas que me daba, me mantenía con vida pero viviendo un infierno como castigo porque mi madre me dejó toda su fortuna y no a él, quien legalmente era su esposo y el padre de su hija.

 

- Como la fortuna de su madre proviene de una herencia, él no podía tomar mano del dinero, ni quitárselo ni nada. - Me responde Max mientras se sienta a mi lado.

 

- Hay que averiguar todo Max, quiero saber toda la verdad y que paguen, tampoco quiero que él al final se quede con lo que era de mi madre. Hay que estar pendiente de eso también. - Le digo, no, le ruego llorando. Él asiente con la cabeza en silencio mientras lloro amargamente.

 

- No sé preocupe que estoy muy pendiente de eso... - Me dice después de un rato en voz baja.

 

Cuando me canso de llorar, Max sale de mi habitación para dejarme finalmente sola y que así pueda leer con detalle la investigación que lleva de Levine y de mi madrastra Mirta Hazzard. Dándome a conocer cosas y detalles de su vida que no conocía, pero también a confirmar otras cosas que por años había pensado y que había visto por mí misma en esos años de horror, dándome la certeza de que no me había imaginado nada, como las sospechas de que ellos dos son amantes, que le roban a Mark y de que esa mujer lo ha estado engañando por años...