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Chapter 29 - CAPÍTULO 29: VISITA.

Después del día del almuerzo con los Hayden, pasaron algunos días y yo desde entonces, no he podido dejar de pensar en la amiga de Mariana y en ella.

 

Como me gustaría hablar con ella y preguntarle algo que por años he querido saber si es cierto, algo que no he querido creer porque la supuesta información viene de Virginia y yo sé perfectamente quien es ella y cuáles son sus verdaderas intenciones. Pero no puedo sacarme de la cabeza que tal vez Gwen tiene la verdad de lo que necesito saber.

 

Mientras en mi mente sigo dándole vueltas al mismo tema, caigo en cuenta de que llevo algún tiempo sin ir a visitar a Mariana, que la he tenido bastante abandonada, por lo que cojo mi celular y miro la hora, son las ocho de la mañana. Termino de arreglarme y luego llamo a mi secretaria, le pregunto qué citas tengo y después cuando me doy cuenta de que no hay nada de importancia, le pido que las reprograme porque no pienso ir a la oficina en todo el día. Solo pienso cumplir con el compromiso que ya tengo con mi abuela durante la mañana y ya.

 

Un rato después, salgo con mi abuela de la casa para acompañarla a la inauguración de un nuevo salón de té que pertenece a uno de sus amigos y ahí es en donde me quedo toda la mañana hasta que ya es la hora del almuerzo, vamos a un restaurante para comer todos en familia para compartir un rato.

 

Cuando finalmente terminamos, me despido de todos y me dirijo a visitar a Mariana. En cuento llego, compro un ramo de flores en la entrada y luego camino hacia donde se encuentra ella. Al llegar, tomo asiento en uno de los bordes del cemento y mientras quito las flores viejas y acomodo las nuevas, puedo observar el epitafio que hay en su tumba " Mariana Carroll, 1997 - 2013. A partir de hoy, hay un nuevo ángel en el cielo ".

 

- Hola Mariana, sé que no venía a verte desde hace algún tiempo y espero que me perdones por eso, pero en mi defensa, he de decir que todos los días te tengo presente. - Le digo mientras voy acomodando las flores que le compré.

 

- Pero también tengo que confesarte algo Mariana... he conocido a alguien y por primera vez desde que te fuiste, me interesa otra mujer de una manera mucho más especial. Es más, creo que me estoy enamorando de ella y a ti no puedo mentirte ni tampoco negarte que en estos momentos tengo un gran conflicto dentro de mí, porque no puedo dejar de pensar que te estoy traicionando porque durante años te he sido fiel con mis sentimientos y en mi corazón al no dejar que nadie entrara, aunque la verdad es que no había aparecido alguien que valiera la pena. A pesar de que no llegue a decirte lo que sentía por ti porque no tuve tiempo de hacerlo...

 

Me acuerdo de que cuando iba a decirte mis sentimientos, ese día fue en el que moriste y te fuiste... bueno, eso ya lo sabes desde que vengo a visitarte desde que estás aquí. También sabes que no hay un solo día en el que no me arrepienta de no habértelo dicho mucho antes, decirte que desde la primera vez que te vi fue suficiente para que llamaras mi atención y que después de verte tocar el piano por primera vez en el salón de música, también bastó para que terminara por enamorarme completamente de ti. Pero ahora esta Stefania Hayden, así se llama ella... quien llego a mi vida de un momento a otro, a colocar mi vida en un total descontrol. Sabes, antes de que ella llegara, yo no sabía que era sentir celos, pero con ella ya los conozco.

 

Solo espero que en donde sea que te encuentres, no me odies por haberme fijado en otra mujer porque pase lo que pase, siempre vas a ocupar un espacio muy importante en mi corazón y en mi vida. Además, no sé Stefania que piensa de mi o siente por mí, creo que solo me ve como a un amigo y ya, pero bueno, eso es otro tema.

 

Ahora hablando sobre otras cosas, te cuento que la relación con mi padre ha tenido algunos avances y eso me hace sentir bien, creo... y eso es algo que también tengo que agradecerle a Stefania, que de alguna forma un poco indirecta a ayudado para que a papá se le esté comenzando a caer la venda de los ojos que ha tenido puesta por años con los Hazzard y ha comenzado a estar un poco de mi lado con algunas cosas y eso me tiene muy contento.

 

- Jamás pensé en encontrármelo nuevamente y mucho menos en este lugar, Christofer Hoffman. - Me dice la voz de una mujer a mis espaldas.

 

De inmediato me giro para observar a la mujer que me está hablando y cuando lo hago, quedo totalmente sorprendido.

 

- Gwen Fix, tampoco me imagine encontrármela aquí. - Le respondo al mirarla.

 

- Qué hace en un lugar como este Christofer? y más en la tumba de Mariana. - Me pregunta al sentarse en la otra punta de cemento de la tumba al frente mío.

 

- Vengo acá con regularidad desde que ella murió. - Le respondo al mirar su nombre escrito en la tumba.

 

- Pues que sorpresa y a la vez que dilema que los dos la visitemos con regularidad y nunca antes nos habíamos topado, pero ahora sé de dónde vinieron todas las flores que tantas veces noté y yo no traje. Hasta había llegado a pensar que se las colocaban personas que visitaban tumbas algo abandonadas y se las colocaban. - Me comenta mientras acomoda sus flores al lado de las mías.

 

- Pues ahora también sé de dónde vienen las que yo tampoco traje. - Le digo y los dos reímos.

 

- Gwen, me gustaría hablar con usted de algunas cosas que tienen que ver con Mariana y el día en que ella murió. Cree que se pueda?. - Le pregunto, pero antes de que ella pueda responderme, suena mi celular interrumpiendo el momento.

 

- Discúlpame por favor. - Le digo a Gwen para poder contestar, ya que quien está llamando es Max y si él lo está haciendo es porque es algo importante.

 

- Buenas tardes, Max. - Respondo al contestar.

 

- Disculpe la interrupción señor Hoffman, pero quiero decirle que ya tengo la información que me solicitó, así que lo esperamos hoy en la noche en el pent-house de la señorita Stefania para mostrarles a los dos lo que encontré, si no tiene otro compromiso o inconveniente. - Me dice Max al otro lado de la línea telefónica.

 

- Claro que no, ahí estaré, muchas gracias Max.

 

- De acuerdo, lo esperamos. - Me dice y luego termina la llamada al colgar.

 

- Gwen, la conversación tendrá que ser para otro día, ya que se me acaba de presentar algo urgente y de lo que tenemos que hablar o más bien sobre lo que yo quiero saber, es un tema bastante largo. Así que en cuanto pueda, la iré a buscar al restaurante si no es inconveniente. - Le digo al guardar mi celular en el bolsillo derecho de mi pantalón y al colocarme de pie.

 

- Lo estaré esperando Christofer. - Me responde y luego nos despedimos.

 

A continuación, salgo del cementerio rápidamente, llego a mi automóvil, me subo y luego salgo del lugar. Comienzo a conducir en dirección hacia el pent-house de Stefania.

 

Al llegar, de inmediato me dejan pasar, me subo en el ascensor para llegar al último piso. Estoy algo nervioso porque es la primera vez que voy a su casa y voy a conocerla por dentro y también por que no sé qué nos va a decir Max por sus hallazgos, por lo que también estoy algo ansioso.

 

En cuanto llego al piso, las puertas del elevador se abren, luego hay un pequeño pasillo y al final hay una puerta de madera muy fina y robusta. Presiono el timbre y en unos cuantos segundos, alguien abre la puerta.

 

- Buenas tardes señor Hoffman, por favor pase, lo están esperando. - Me dice el imbécil de Gregor.

 

- Con permiso. - Digo al pasar por su lado izquierdo, tratando de no mostrar molestia alguna.

 

En cuanto doy algunos pasos, Dastan corre hacia mí para saludarme.

 

- Hola amigo, cómo estás?. - Le digo cuando me arrodillo para acariciarlo en el dorso y en la cabeza.

 

- Parece que le agradas mucho a Dastan. - Me comenta Gregor a mi espalda.

 

- mmm sí. - Es lo único que digo.

 

- Hola Christofer, cómo estás?. - Me pregunta Stefania al salir de un pasillo.

 

Me quedo viéndola por algunos segundos mientras sigo arrodillado con Dastan al acariciarlo, y al observarla no puedo dejar de repararla un poco para luego pensar que ella es extremadamente hermosa.

 

- Bien y tú cómo estás?. - Le pregunto al levantarme y luego al acercarme para darle un beso en la mejilla y perderme un poco en su olor a fresas que proviene de su cabello.

 

- Muy bien. - Me responde ella con una sonrisa.

 

- Ya estamos todos, por favor vamos a la sala para que vean lo que logré averiguar. - Dice Max al llegar.

 

Me sorprende que el Gregor ese vaya a estar presente en esta reunión, pero prefiero quedarme callado y no pensar mucho en el tema, ya que tengo que reconocer que ella lo conoció a él desde hace mucho más tiempo que yo y por lo tanto él es muy importante para ella, así me hierva la sangre.