Comienzo a moverme, y a medida que me voy despertando, me voy estirando un poco para que mis músculos se vayan relajando, pero rápidamente me doy cuenta de que tengo algunos límites para poder estirarme como yo quiero.
Abro mis ojos algo despacio, me asusto un poco al ver que no estoy en mi habitación, me siento de inmediato y cuando comienzo a observar el lugar, rápidamente me acuerdo que no me encuentro en mi casa, que estoy en el pent-house de Stefania y por la luz que entra por los ventanales grandes, me doy cuenta de que pasé la noche en su departamento y por la almohada que veo en el sofá y la cobija que tengo al lado, también me doy cuenta de que me quede completamente dormido en el sofá cuando estaba con Stefania viendo televisión anoche.
Me estrego un poco los ojos con las manos y luego me levanto del sofá, observo el lugar y mientras lo hago, hay un silencio lleno de tranquilidad y una soledad que es hasta acogedora. Camino por el lugar viendo algunas fotografías que están puestas sobre una mesa, cada una en su portarretrato, las cuales llaman mi atención haciendo que me acerque a ellas para mirarlas con detenimiento. En una de ellas, puedo ver a Stefania con su padre en un jardín lleno de flores abrazados y muy sonrientes, por lo que no puedo evitar coger el portarretrato de esa fotografía y quedarme observando a Stefania y mientras lo hago, no puedo evitar pensar que se ve muy hermosa cuando sonríe y que es una lástima que no lo haga muy seguido y que en eso se parece mucho a ella...
De repente, escucho el sonido de agua a unos metros de mi posición, por lo que salgo abruptamente de mis pensamientos, haciendo que avance por un pequeño pasillo hasta una puerta corrediza grande de vidrio que da a una terraza con una hermosa piscina panorámica muy bonita con una maravillosa vista de la ciudad.
- Discúlpanos, te despertamos por estar jugando. - Me dice Stefania algo apenada en cuanto me ve entrar en la terraza.
- No te preocupes que yo me desperté por mi cuenta. - Le respondo mientras mis ojos se acostumbran al reflejo del sol.
Luego veo que ella le tira la pelota a Dastan por última vez en la piscina y después sale para colocarse una bata de baño, yo me quedo completamente embobado mirando su hermoso cuerpo y como las gotas de agua bajan y recorren su piel antes de que se ponga la bata y me quite esa maravillosa vista. Mientras la observo, no puedo evitar tragar grueso al pasar mi lengua por mis labios y desearla con todas mis fuerzas mientras la miro detenidamente.
Es evidente que el hecho de que ha pasado algún tiempo desde que estuve con una mujer, está comenzando a pasarme factura porque como si estuviera nuevamente poseído por algo, no puedo evitar dar unos pasos para estar más cerca de ella.
- Tienes hambre?, qué te parece si desayunamos acá en la terraza al lado de la piscina. - Me pregunta mientras aún me está dando la espalda y se acomoda la bata y el cabello mojado.
Comienzo a levantar mi mano como hipnotizado, cuando ella se gira abruptamente para encontrarse conmigo muy pero muy cerca.
- Ay!!!, me asustaste Christofer, pensé que estabas más lejos de mí. - Me dice ella con una sonrisa después de asustarse.
Sin responder nada, cojo un mechón de su cabello mojado y juego con el introduciéndolo entre mis dedos.
- Lo que tú quieras hacer, yo lo hago. - Le respondo después de algunos segundos de silencio y mientras sigo jugando con su cabello.
- mmm... si... claro. - Me responde y me parece que lo hace algo nerviosa y sonrojada.
- Qué quieres desayunar?. - Me pregunta al pasarme por un lado para dirigirse hacia la puerta corrediza de cristal.
- Lo que tú quieras, ahora sé que cocinas delicioso y que cualquier cosa que hagas, estará más que bien. - Le respondo con una sonrisa porque me alegra la reacción que tuvo hace un momento por mi cercanía.
Después de hacerle compañía en la cocina a Stefania porque no me dejo ayudarla a cocinar, una vez más como hasta quedar totalmente satisfecho y cuando me vuelvo a sentar en uno de los sofás de la casa, caigo en cuenta de una cosa.
- Stefania... y el señor Hayden?, quiero pedirle una disculpa por venir así a invadirlos sin dar alguna explicación y sin anunciarme con un tiempo prudencial, sin saber si estarían o no en casa. - Le digo al enderezarme en el asiento.
- No te preocupes que él no está, se fue ayer en la mañana con Gregor para Vancouver por algunos asuntos y Max... tiene su fin de semana libre. Así que no importunaste a nadie y nadie sabe que estás acá conmigo y si quieres mantenerlo en secreto, así será. Por mi nadie lo sabrá y puedes quedarte el tiempo que gustes, esta es tú casa y puedes venir cuando quieras. - Me responde muy amablemente.
- Muchas gracias y la verdad es que me voy a pasar de conchudo y abusivo y me voy a quedar contigo, no quiero irme para la casa. - Le respondo serio y algo apenado.
- Como me imaginé que me ibas a decir eso, pedí que me trajeran esta ropa. Espero que sea de tú talla y que no me haya equivocado, aunque se puede cambiar, lógicamente. - Me dice y luego me entrega algunas bolsas de marcas reconocidas con ropa adentro.
- No te debiste de haber molestado, ven yo... - Le intento decir al sacar mi billetera y de inmediato, ella me detiene.
- Considéralo un regalo porque tú ya hiciste lo mismo por mí. - Me comenta con una sonrisa.
- Dastan y yo te esperaremos en la piscina para que nos relajemos un poco y después podemos salir a dar una vuelta, te parece?. - Me pregunta al finalizar la frase de nuevo.
- Perfecto. - Le respondo con una sonrisa.
- Si tienes que usar el teléfono, puedes hacerlo. - Me dice antes de girarse para volverse a ir por el pasillo que lleva a la terraza.
Observo las bolsas con la ropa y luego miro el teléfono inalámbrico que hay en una mesa cercana a mi posición, por lo que decido levantarme dando algunos pasos hasta llegar al teléfono y luego lo levanto para comenzar a marcar el número al que necesito llamar. La línea comienza a sonar y cuando ya ha sonado dos veces, alguien me contesta.
- Buenos días, habla Christofer. Serías tan amable de decirle a mi familia, que me surgió algo que no pude posponer, por lo que no podre ir en todo el fin de semana y como se me quedó el celular, por eso no había avisado con anterioridad, gracias y adiós. - Digo y luego cuelgo al terminar la llamada.
- Christofer, se me olvido mostrarte la habitación que vas a ocupar para que te puedas cambiar también allí. Anoche no lo pude hacer porque te quedaste dormido muy profundamente en el sofá y no hubo poder humano que te despertara y yo tampoco tengo la fuerza necesaria para cargarte como tú lo has hecho conmigo. - Me dice muy divertida mientras se dirige hacia las escaleras.
- No te preocupes. - También le respondo muy divertido y luego la sigo con las bolsas de la ropa en la mano.
Después de llevarme a la habitación que voy a usar, Stefania me deja solo para que me pueda cambiar y así lo hago, luego bajo para dirigirme hacia la terraza. En cuanto llego, nos relajamos un rato hablando tonterías, luego jugando con Dastan en la piscina, el cual todo mojado se ve bastante gracioso. Después jugamos ajedrez, en donde perdí todas las partidas como si fuera un principiante y una vez que me cansé de perder, ordenamos comida para almorzar porque no me pareció justo que ella me estuviera cocinando todo el tiempo y más cuando he sido yo, el que ha invadido su casa para huir un poco de mis problemas y de una realidad que me abruma, aprovechándome un poco de ella porque a su lado me siento cómodo, tranquilo y en paz, y eso es lo que necesito en estos momentos de angustia.
Después de almorzar, vemos una película mientras hacemos la digestión y luego nos cambiamos de ropa para salir a dar un paseo y una vez que ya estamos listos, salimos del pent-house. Caminamos por varias calles, visitando algunos parques mientras comemos helado y vemos gente pasear como nosotros mientras hablamos de una cantidad de temas que ya hasta perdí la cuenta y ya al llegar la noche, la llevo a un restaurante para invitarla a cenar porque debo agradecerle todo lo que ha hecho por mí todas estas horas, sin pedirme explicaciones y por su total discreción en todo este asunto. Además, le he invadido su espacio y le he dañado su tranquilidad con mi presencia y mis problemas, por lo que es lo mínimo que puedo hacer.
El fin de semana sigue con total normalidad y ya el domingo en la noche, decido que ya es hora de regresar a mi casa y dejar que Stefania descanse de mí, aunque sea por un tiempo. Pero he de confesar, que no quiero marcharme de su lado, porque cada vez que puedo pasar más tiempo con ella, más quiero quedarme con ella sin poder evitar sentirme cada vez más atraído hacia ella.
Llego a casa y cuando no veo a nadie cerca en la sala o por los alrededores, de inmediato me voy hacia mi habitación, me cambio de ropa en cuanto ingreso y luego me acuesto en la cama para empezar a buscar en una de las plataformas de streaming que uso, el drama chino que está viendo Stefania para vérmelo yo también, pero desde el comienzo. Así que busco en la pantalla, presionando los botones del control remoto para poder desplazarme cuando finalmente veo el nombre del drama en la pantalla y sin esperar más, lo pongo de inmediato.
Cuando ya estoy comenzando a ver el capítulo tres, alguien toca la puerta de mi habitación.
- Ya regreso el perdido de la casa. - Me dice Terry al abrir la puerta.
- Si mamá, ya regresé. - Le contesto sin mirarlo.
- Chris... está todo bien?. - Me pregunta ya muy serio y puedo darme cuenta de ello por el tono de su voz.
- No.
- Quieres hablarlo?. - Me pregunta Terry.
- Hoy no. - Le sigo hablando sin mirarlo.
- Está bien, buenas noches. - Me responde algo frustrado.
- Buenas noches, descansa. - Le contesto y luego escucho cuando él cierra la puerta, después termino de ver el capítulo y me acuesto a dormir.
Me despierto muy temprano porque no puedo dormir muy bien, ya que me he estado despertando constantemente durante toda la noche, hasta tuve algunas pesadillas que me han puesto algo intranquilo. Así que me levanto y voy al gimnasio a hacer un poco de ejercicio por un par de horas, luego me baño y me pongo uno de mis trajes, salgo de la casa y me voy hacia la oficina sin decir nada.
Son como las nueve de la mañana y estoy sentado en la mesa de dibujo trazando algunas líneas cuando de nuevo tocan la puerta.
- Adelante. - Digo sin quitar la vista de los planos.
- Oye, quieres desayunar, no comiste nada en la casa. - Me dice Terry.
- Esta bien, pero salgamos de la empresa. - Le respondo al colocarme de pie.
- Ok.
Al llegar a una cafetería cerca de la empresa, tomamos asiento en una mesa algo más privada de las demás y luego ordenamos algo para comer. Terry me observa un poco mientras comemos en silencio y cuando ya terminamos, yo solo lo miro mientras bebemos el café y de repente comienzo a contarle todo lo que Gwen me contó sobre lo que ella conocía de la vida de Mariana y él me escuchó en completo silencio.
- Ahora entiendo tú forma de actuar durante todo el fin de semana y no fue para menos. - Me dice Terry después de escucharme todo el relato y yo ahora solo lo escucho al mirar hacia el horizonte.
- Porque no contratas a un investigador privado y averiguas quien fue ese maldito animal, así haces justicia por ella y tu podrás tener algo de paz sabiendo que ese hombre tendrá un castigo por todo lo que le hizo a ella, quedándote con la sensación de que de un modo u otro, pudiste finalmente ayudarla de alguna manera. - En cuanto Terry termina de hablar, lo miro de inmediato.
- Creo que tienes razón, voy a averiguar quienes le hicieron tanto daño y los voy a hacer pagar y se quién me puede ayudar con eso...