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Chapter 36 - CAPÍTULO 36: DESESPERADO Y ANGUSTIADO.

Stefania.

 

- No te preocupes papá, voy a estar bien. Además, Max se va a quedar conmigo. - Le digo mientras estamos parados en la entrada del departamento con una maleta en nuestros pies.

 

- Está bien, si ocurre algo me llamas de inmediato sin importar la hora, ya el lunes estoy de regreso. - Me responde, luego suspira y finalmente me abraza.

 

- Que tengan buen viaje. - Digo para despedirme de mi padre y de Gregor.

 

Ha pasado media hora desde que se fueron y me encuentro en la terraza leyendo un libro cuando ingresa Max con un pequeño bolso en la mano.

 

- Yo también estaré de regreso el lunes antes de que llegue su padre, si necesita algo me llama de inmediato por favor. - Me dice Max.

 

- De acuerdo, ve con cuidado. Acuérdate que vas prácticamente hacia la boca del lobo. Solo espero que tengas suerte de encontrar más pruebas en contra de ellos para ver si acabamos con todo esto de una vez y por todas. - Le comento a Max algo cansada con todo el tema.

 

- Estoy seguro de que encontraremos información muy valiosa... me voy y cuídese por favor. - Me dice Max y luego se marcha.

 

Una vez que ya me quedo completamente sola, sigo leyendo por un tiempo más y luego cocino algo para almorzar y para dejar para la cena, observo la hora después de terminar en la cocina y me doy cuenta de que son las dos de la tarde, por lo que decido ir a tocar un poco el piano y en cuanto comienzo a tocar las teclas, todo a mi alrededor desaparece y me sumerjo completamente en la música.

 

Mientras sigo perdida y sumergida en la interpretación, comienzo a escuchar en el fondo, el sonido de un timbre, pero como no hago ningún movimiento, Dastan empieza a ladrarme para hacerme finalmente, regresar a la realidad que me rodea. De inmediato me pongo de pie y me dirijo hacia el citófono que se encuentra cerca de la cocina, colgado de la pared para que sea fácil de contestar.

 

- Hola... - Digo al levantar el auricular del citófono.

 

- Buenas tardes, señorita Hayden. Disculpe la molestia, pero por acá está el señor Christofer Hoffman, solicitando autorización para pasar a verla. - Me dice el vigilante al otro lado de la línea.

 

- Que pase por favor. - Le respondo a la persona de seguridad, luego cuelgo y espero por un breve momento hasta que suena el timbre.

 

Rápidamente me doy un vistazo en el espejo que hay cerca de la entrada y luego abro la puerta del pent-house. De inmediato, me encuentro con su mirada, viéndome reflejada en sus hermosos ojos azules, cuando de pronto él me abraza con mucha fuerza, haciéndome sentir mediante su abrazo, una angustia que no sé cómo describir y que me parte el corazón.

 

- Qué sucede Christofer?. - Le pregunto muy preocupada mientras me mantiene abrazada porque nunca lo había visto tan desesperado y él no me responde, así que lo único que puedo hacer es tratar de calmarlo y de reconfortarlo un poco.

 

- Ya, ya... todo va a estar bien. - Le digo al darle pequeñas palmaditas en la espalda para que se tranquilice.

 

Una vez que me libera un poco de su agarre, trato de guiarlo hacia uno de los sofás de la sala mientras le digo que voy a prepararle un té.

 

En cuanto logro que se siente, llamo a Dastan para que haga su trabajo y trate de calmar a Christofer. Luego me voy a la cocina para preparar el té rápidamente y una vez que ya está listo, salgo de la cocina y camino de nuevo hacia él.

 

- Esto te va a ayudar a que te tranquilices un poco. - Le digo a Christofer al llegar a su lado.

 

- Gracias... - Me responde con un tono de voz muy bajo.

 

- Quieres decirme qué te ocurre?. - Le pregunto de nuevo preocupada porque no me gusta verlo así. De hecho, siento algo en mi pecho que no sé cómo explicar, pero es como un dolor agudo por verlo sufrir y cuando él se gira para hablarme, las palabras no le salen. Así que interiormente, me digo que no es el momento de preguntar más y que es mejor esperar. Luego se lo hago saber para que ya no se sienta presionado con la mayor amabilidad que tengo y después lo animo a que se tome el té antes de que este se enfrié.

 

Nos quedamos en silencio por un corto periodo porque comienza a sonar mi celular, rápidamente observo en la pantalla quien está llamándome y luego me disculpo con Christofer para después levantarme y retirarme un poco para poder atender la llamada para no molestarlo.

 

- Hola papá. - Digo al contestar.

 

- Hola hija, cómo estás?. - Me responde algo contento.

 

- Bien, cómo les fue en el viaje?. - Le pregunto.

 

- Bastante bien. Hija, estás segura de que te encuentras bien y qué no se te ofrece algo?. - Ya me pregunta algo preocupado.

 

- Estoy bien... tranquilízate. - Le respondo lo más tranquila que puedo.

 

- Ok, tengo que irme, te llamo después y te amo mucho hija.

 

- Y yo a ti papá, adiós. - Le respondo y luego cuelgo.

 

Al acercarme de nuevo hacia donde se encuentra Christofer, me doy cuenta de que está completamente sumergido en sus pensamientos. Tanto, que no nota mi presencia, así que aprovecho y llamo a Dastan para darle de comer porque ya es su hora de cenar.

 

Una vez que ya le he servido su comida, aprovecho para comenzar a calentar la cena y en ese mismo instante, me aplaudo por haber hecho suficientes canelones el día de hoy para almorzar y para cenar.

 

Cuando termino en la cocina, Dastan sale conmigo y con un juguete en su boca para jugar, a lo que yo le pregunto a Christofer si quiere cenar, pero él me responde negativamente, pero luego de cruzar algunas palabras más, lo logro convencer para que cene. Finalmente, cuando termina, mis sospechas de que no había comido nada quien sabe desde que horas, fueron contestadas y de inmediato me pongo contenta por haber logrado que cenara.

 

Luego de estar satisfecha por lograr mi cometido, me pongo en la tarea de lavar los platos y arreglar la cocina con su ayuda porque no hubo poder humano para convencerlo de que no era necesario de que me ayudara, pero luego de unos minutos terminamos y nos sentamos en los sofás de la sala nuevamente, llevándome la sorpresa de que él también vería el drama chino que estoy viendo en este momento junto conmigo.

 

Al terminar de ver un capítulo, me doy cuenta de que el cansancio lo ha vencido por completo y se ha quedado dormido a mi lado en el sofá. Dejo de mirar a la pantalla para centrarme en él, me quedo algunos segundos observando en silencio mientras duerme y de inmediato no puedo dejar de pensar que es un hombre extremadamente atractivo y que con el paso de los años, se ha puesto aún más. Por eso seguía siendo un éxito total con las mujeres y aún seguía haciéndolo conmigo también.

 

- Christofer... Christofer... - Lo llamo tratando de despertarlo para llevarlo a una de las habitaciones de huéspedes para que pueda dormir ahí, pero el pobre no reacciona.

 

- Christofer... - Intento de nuevo pero no lo logro, así que decido que es mejor traerle una almohada y una cobija para que este lo más cómodo posible porque yo no soy capaz de cargarlo como lo ha hecho él conmigo en reiteradas ocasiones.

 

Al volver con las cosas, le acomodo la cabeza en la almohada, luego le pongo la cobija encima y después lo sigo observando.

 

- Que pudo haberte pasado para que llegaras en este estado de desesperación que me parte el corazón Christofer?, puede ser algo tan grave que no quieres ni ir a tú casa para hablarlo con alguien de tú familia?, ni siquiera con Terry?. Cómo me gustaría hacer más por ti y evitarte estos momentos que me duelen porque no puedo cambiar de lugar contigo para poder evitártelos, cómo me hubiera gustado que me contaras tú problema para así poder ayudarte, pero yo soy la menos indicada para pedirte que me cuentes tú secreto cuando yo estoy llena de ellos, porque soy una cobarde que le tiene miedo a su padre biológico y a toda su familia. Una cobarde que siempre ha tenido miedo de lo que puedas pensar de mí. - Le digo a Christofer mientras lo veo dormir y le acaricio un poco el cabello con mucho cuidado sin ir a despertarlo.

 

Finalmente me levanto, apago el televisor y subo las escaleras muy lentamente sin hacer ruido hasta que se me ocurre algo, por lo que de inmediato saco mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón para luego marcar el número que necesito.

 

- Buenas noches señorita Hayden. - Me contesta Max al otro lado de la línea.

 

- Buenas noches Max, te pido una disculpa por la hora y por molestarte.

 

- No se preocupe.

 

- Max, será que me puedes averiguar con los hombres que cuidan a Christofer, en dónde estuvo hoy?.

 

- Deme unos minutos y ya le devuelvo la llamada.

 

- Gracias Max. - Le respondo y él me cuelga.

 

Mientras espero la llamada de Max, me cambio de ropa para colocarme la pijama, luego trato de leer un poco y alrededor de unos quince minutos más tarde, escucho que mi celular suena de nuevo.

 

- Max. - Digo al contestar.

 

- Hable con una de las personas que está encargada de cuidar a Christofer y él me dice que no hubo nada raro, ya que estuvo en su casa toda la mañana y luego se fue a la hora del almuerzo para el restaurante de la familia Fix y ahí se quedó prácticamente toda la tarde almorzando y conversando con la señorita Fix como hasta las cinco de la tarde. Claro que se quedó como media hora encerrado en su automóvil y luego se dirigió hacia su departamento señorita Stefania, y de ahí no ha salido.

 

- Eso fue todo... - Comento entre susurros.

 

- Ocurre algo?. - Me pregunta Max algo inquieto.

 

- Por lo que me dices, nada explica el motivo por el que llegó tan angustiado y desesperado. Tuvo que haber sido una llamada o algo que lógicamente el agente no pudo ver o escuchar. - Pienso en voz alta.

 

- Y si la señorita Fix le dijo algo que lo perturbó?. - Pregunta Max al otro lado de la línea.

 

- No creo que Gwen tenga algo interesante que contarle a él de esa magnitud para angustiarlo y menos cuando prácticamente ni se conocen, o eso es lo que yo creo. Muchas gracias Max, por todo y discúlpame una vez más por ponerte en esas.

 

- No se preocupe que yo estoy para ayudarle en lo que sea necesario.

 

- Max, una cosa más... nadie puede saber que Christofer está acá, si alguien se entera que sea por él mismo.

 

- Que yo sepa, usted está completamente sola en casa.

 

- Gracias Max, no esperaba menos de ti. Que descanses y buenas noches.

 

- Igualmente.

 

Mientras miro mi celular que aún está en mi mano, no puedo dejar de preguntarme que le pudo haber sucedido a Christofer para estar en ese estado y lo peor de todo, es que la única manera que tengo para ayudarlo en este momento, es apoyarlo sin preguntar nada. Rogando porque algún día me tenga la confianza suficiente para contarme lo que le pasa y así poder ayudarlo con su problema.