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Chapter 42 - CAPÍTULO 42: ATAQUE.

Cuando por fin llegamos al pent-house, Max se gira al apagar el auto para verme.

 

- Puede moverse?. - Me pregunta mientras limpia un poco mis lágrimas con su pañuelo.

 

Al ver que no obtiene respuesta mía pero que lo estoy observando, él me mira por algunos segundos hasta que entiende lo que me ocurre.

 

- Creo que esta vez, el ataque de pánico va a ser más difícil de controlar, está temblando y no me puede hablar. La voy a llevar a un hospital. - Me dice Max y como yo no puedo articular ni una palabra, no me puedo oponer.

 

En cuanto llegamos al hospital, Max le habla al médico encargado de mi caso sobre mis problemas para que me puedan tratar con los medicamentos indicados. Cuando ya estoy en mi habitación un poco sedada, escucho cuando llega mi padre.

 

- Cómo está mi hija?.

 

- No se preocupe, ella está bien. - Le dice Max bastante tranquilo.

 

- Pero que fue lo que pasó para que ella llegara a este punto de nuevo?. - Pregunta mi padre.

 

- Yo creo que es el estrés al que ha estado sometida últimamente. - Responde Max para no dar muchas explicaciones.

 

- Voy a adelantar las vacaciones, me iré con ella en cuanto le den de alta. - Dice mi padre y luego siento una presión en el borde derecho de la cama para después sentir que alguien me acaricia el cabello hasta quedarme completamente dormida.

 

Abro mis ojos y puedo ver que ya es de mañana por la luz que ingresa por la ventana y como esperaba, aún no puedo moverme ni hablar, pero como no escucho nada a mi alrededor, pienso que estoy sola por lo que mi mente comienza a retroceder y a repetir todas las escenas del día de ayer y en el proceso de recordar cada una de las palabras que escuché, no puedo evitar derramar lágrimas y llenarme de angustia, de rabia y de frustración cuando de repente, escucho unos pasos que se acercan a mí un par de minutos más tarde, dejándome totalmente sorprendida por quien estoy mirando al tapar mi rango de visión.

 

- Acaso te duele algo?, no llores por favor. - Me dice Christofer algo preocupado mientras trata de secar mis lágrimas con sus dedos.

 

De inmediato, me comienzo a preguntarme por qué está él aquí, cómo fue que se enteró?, y es cuando comienzo a angustiarme mucho más porque no sé qué esta él pensando de mí. No sé si está pensando que estoy loca o algo así y mucho menos quiero que me tenga lastima. Puedo manejar que no me quiera, pero tener su lastima es lo único que no quiero de él.

 

El miedo me invade por completo, quiero gritar y alejarme de él, no quiero que él me vea así, en este estado tan lamentable a lo que comienzo a llorar aún más y con mayor fuerza.

 

- Tranquila, no te angusties que yo estoy aquí contigo y no te pienso dejar sola, no te sientas mal porque te vea así de vulnerable, antes quiero ayudarte y decirte que te admiro muchísimo, que eres una mujer muy valiente y muy fuerte por todo lo que has tenido que pasar. - Me dice con una ternura que me pone en jaque y luego escucho que abren la puerta y entran en la habitación.

 

- Hija, estás despierta. - Me dice mi padre al acercarse a la cama.

 

- Creo que está un poco angustiada. - Le comenta Christofer a mi padre.

 

- Hija, te tienes que tranquilizar un poco, porque si no, la parálisis te va a durar mucho más. - Me dice mi padre de forma tranquilizadora.

 

- Voy a llamar a un doctor para que venga y la revise. - Dice mi padre.

 

Al salir mi padre, Christofer sigue limpiándome las lágrimas.

 

- Cálmate por favor, no me gusta verte así. - Me dice Christofer y luego me da un beso en la frente, haciendo que mi mente se ponga un poco en blanco.

 

Unos cuantos minutos después, vuelve a entrar mi padre en compañía del doctor, este me revisa y le dice a una de las enfermeras que ingresó detrás de él que me inyecte una dosis algo más elevada de la que tengo y luego ella le dice a mi padre y a Christofer que nos dejen a solas porque van a bañarme.

 

Una vez que ya estoy limpia y usando ropa muy cómoda, las enfermeras me dejan sentada en un sillón bastante relajante para que pueda desayunar y ver hacia el horizonte por la ventana de la habitación. Cuando una de ellas se dispone a empezar a darme de comer, alguien toca la puerta y luego medio la abre para poder asomarse.

 

- Puedo entrar?. - Pregunta Christofer.

 

- Por supuesto. - Le responde la enfermera.

 

- Puedo ser yo quien le dé el desayuno?. - Pregunta de nuevo él, al ver lo que va a hacer la enfermera.

 

- Adelante. - Le responde ella al levantarse de su asiento que se encuentra frente al mío para luego entregarle el plato con la fruta.

 

- Muchas gracias. - Le dice él.

 

- Con permiso, queda en muy buenas manos, la dejo al lado de su novio. - Comenta la enfermera antes de salir y yo no puedo evitar ponerme completamente roja por la vergüenza.

 

- Me encanta cuando te sonrojas. - Me comenta Christofer muy divertido y sin dejar de sonreír.

 

- Bueno novia, tienes que intentar comer, pero no te vayas a presionar, lo haremos poco a poco. - Me dice Christofer.

 

Luego de que Christofer me ayudara a comer y a limpiarme los dientes, ingresa una enfermera para inyectarme un medicamento en la vía intravenosa y al cabo de unos minutos comienzo a quedarme de nuevo dormida, pero no del todo inconsciente.

 

- Buenos días Max. - Escucho decir a Christofer.

 

- Buenos días, cómo sigue ella?.

 

- No muy bien, se estreso mucho cuando me vio. - Le dice Christofer.

 

- A la señorita Hayden no le gusta que la vean en ese estado y para ella es muy importante lo que usted pueda estar pensando de ella en este momento, así que puedo entender porque se estresó al verlo.

 

- Pero porque Max, si no es un pecado tener este tipo de enfermedades cuando se ha pasado por situaciones tan traumáticas y a mí no me importa porque yo a ella... - Y ahí es cuando me quedo ya completamente dormida y ya no sé más de mi alrededor.

 

No se cuánto dormí, pero me siento un poco mejor a pesar de que aún no puedo moverme y la voz no me sale. Solo sale de mi boca pequeños sonidos que no son entendibles, así que dejo de intentar hablar y mejor observo mi alrededor hasta donde me permiten mis ojos, dándome cuenta de que estoy sola.

 

Cuando recuerdo la conversación que Christofer estaba teniendo con Max antes de quedarme completamente inconsciente, me entra un miedo terrible al comenzar a preguntarme que es lo que Christofer sabe para qué le haya dicho a Max que mi situación era comprensible por todo lo que me ha tocado pasar.

 

- Hola, puedo pasar?. - Pregunta alguien al abrir la puerta y que la reconozco de inmediato por su voz aún sin poderla ver, ya que aún estoy sentada en el sillón, el cual le está dando la espalda a la puerta.

 

- Pase señorita Fix. - Le dice Max al salir del baño.

 

- Hola, quería saber cómo esta Stefania?. Me quedé muy preocupada anoche cuando vine a traer el domicilio para el señor Hayden y para usted. - Dice Gwen al entrar.

 

- Esta un poco mejor pero no puede hablar y tampoco puede moverse, pero estoy seguro de que su visita le agrada mucho. - Le responde Max y luego escucho unos pasos que se acercan a mi posición.

 

- Hola, te traje estas flores para que se alegre un poco la vista y la habitación. - Me dice Gwen al mostrarme un ramo de girasoles.

 

- Están muy bonitas, sé que a ella le gustan, voy a colocarlas en agua. Te importa quedarte a solas con ella un momento?. - Le dice Max al recibirle el ramo de flores.

 

- Por supuesto que no.

 

- Ya regreso. - Dice Max y luego sale de la habitación.

 

- Discúlpame por venir a verte sin permiso, pero es que me quedé tan preocupada, que de verdad sentí la necesidad de venir a verte y es que he de confesarte que desde que te conocí, siento como si ya te conociera de toda la vida, siento como si fuéramos amigas desde hace años y pues la verdad, me sentí muy mal cuando tú papá me dijo que estabas un poco enferma. - Me dice Gwen algo apenada y si yo pudiera sonreírle, lo haría para expresarle mi cariño por sus palabras y para decirle que yo también siento lo mismo, así haya un secreto al final de todo.

 

- Ya regresé y estas despierta, pensé que no me tardaría en regresar. - Dice Christofer al entrar como un tornado, rápido y repentino.

 

- Hola Gwen. - Christofer la saluda con un beso en la mejilla.

 

- Hola Christofer, es un gusto verte y saludarte. - Le responde ella con una sonrisa y yo me quedo completamente de una pieza al verlos tan cercanos. Nunca me hubiera imaginado que se hubieran hecho amigos, pero la vida está completamente llena de sorpresas.

 

Max regresa a los minutos con el ramo de flores en un florero y todos comienzan a hablar sobre varios temas, hasta mi padre y Gregor se les unen más tarde y terminan hablando todos como si se conocieran desde siempre y muy amenamente, haciéndome sentir en familia y muy relajada, porque es algo que siempre quise tener, estar en familia y reunida con grandes amigos, compartiendo todos juntos.

 

Ya en horas de la tarde, todos comienzan a irse y a pelearse por quien se va a quedar conmigo haciéndome compañía toda la noche, hasta que Christofer se sale con la suya, pero se va por un momento para recoger algunas cosas en su casa y mientras él regresa, Max se queda conmigo porque mi padre y Gregor ya se han ido junto con Gwen.

 

- Señorita Stefania, aprovechando que estamos solos, necesito hacerle unas preguntas y como usted aún no me puede contestar, me va a responder con los ojos, un parpadeo es si y dos son no, entiende?. - Me pregunta Max y yo le contesto con mis ojos que si al dar solo un parpadeo.

 

- Perfecto, quiere que comience con el proceso de Joey como me lo pidió antes de que le diera el ataque o lo dejamos para cuando usted este bien?. Si está de acuerdo con hacerlo ahora sin esperar a su mejoría, parpadee una sola vez. - Me pregunta Max y yo sin dudarlo por un segundo, parpadeo solo una vez.

 

- Muy bien... arreglare todo para que el escándalo y las denuncias salgan a flote pasado mañana a más tardar. - Me dice muy serio, pero también sin ninguna duda sobre lo que tiene que hacer y así como comenzó el final de Virginia, así comenzará el final de Joey Hazzard.