- Hola, buenos días, cómo amaneció la mejor amiga del mundo y la más linda?. - Dice Gregor al entrar a mi habitación después de tocar.
- Mucho mejor, gracias. - Le contesto.
- Y aquí qué pasó?, te compraron toda la florería. - Comenta muy sorprendido al ver los ramos de flores por toda mi habitación.
- Eso parece... - Contesta Max algo divertido mientras me observa.
- Hoffman, verdad?. - Pregunta Gregor.
- Si. - Responde Max.
- Lo trae loco... se gastó un buen dinero en todas estas flores. - Comenta Gregor al hacer un bufido al final.
- Ya por favor, basta de comentarios con respecto a las flores y a Christofer. - Digo algo sonrojada.
- Ok, no te molestes. - Dice Gregor levantando las manos.
- Aprovecho que estás aquí y me voy a hacer algunas cosas que necesito. - Menciona Max al levantarse de la silla.
- Yo me quedo con ella y dónde está tú enfermero estrella?. - Pregunta Gregor al mirar por el lugar.
- Esta desayunando con mi padre y ya déjalo en paz. - Le respondo algo seria.
- No te enojes, ya no digo nada.
- Acuérdese Stefania que ya sabe en dónde encontrarme por si pasa algo o por si me necesita. - Me dice Max antes de irse.
- Gracias Max. - Es lo único que contesto y él sale.
- Y cómo va todo por acá?. - Pregunta Gregor al sentarse.
- Mi papá le contó a Christofer sobre mi secuestro. - Le digo de golpe.
- Qué?, pero cómo fue eso posible?... - Dice Gregor muy sorprendido.
- Le contó cuando se enteró que estaba hospitalizada por Gwen y vino a verme...
- Y dijo algo que pueda ponerte en peligro?, porque hasta donde sé, Jhonatan no sabe nada de tú pasado y todavía cree que nunca recuperaste la memoria o me equivoco?. - Me dice Gregor al mirarme muy serio y fijamente.
- Por supuesto que no, pero ya sabes que yo...
- Mira Stef... yo sé que te hace difícil confiar en las personas por todo lo que has sufrido en la vida, por todo lo que te ha tocado pasar y que por eso te da dificultad abrirte con los demás, pero tú siempre has amado a Christofer y parece que él ahora está enamorado de ti y por lo que veo... él no siente ni lastima, ni pena por ti... - Me dice y al final señala todos los ramos de flores que están en la habitación.
- Ábrete a él poco a poco, deja que él se acerque a ti, te conozca aún más. Comparte tiempo con él sin prejuicios, miedos, sin estar a la defensiva y lo más importante... sin menospreciarte. No permitas que los Hazzard te sigan haciendo ese daño, no te lo sigas creyendo, ya no les des ese poder sobre ti, porque todo eso es mentira y eso si te lo tienes que creer. - Me dice mientras me limpia las lágrimas que comenzaron a salir de mis ojos de manera muy descontrolada.
- Ya volvimos hija. - Dice mi padre al entrar, pero él y Christofer se frenan en seco cuando ven mis lágrimas.
- No llores... - Me dice Christofer al acercarse a mí.
- Qué pasó Gregor?. - Le pregunta mi padre algo serio y alzando una de sus cejas.
- Nada, sólo que está angustiada por no poder moverse, ya sabes cómo se pone ella cuando está así... - Le responde Gregor de manera muy normal para que no sospechen las verdaderas razones de mi llanto.
- Es mejor que nos vayamos para la oficina Gregor, así dejamos descansar a Stefania para que no se estrese con tanta gente en la habitación. - Dice mi padre.
- Te veo después Stef... - Me dice Gregor al despedirse.
- Más tarde vengo a verte y te dejo en muy buenas manos. - Me dice mi padre al darme un beso en la mejilla para luego salir de la habitación junto a Gregor.
- Está haciendo un día muy bonito, qué te parece si me doy un baño, me cambio de ropa y luego nos vamos a dar un paseo por el jardín del hospital, te parece?. - Me dice Christofer una vez que ya nos hemos quedado solos para que deje de angustiarme.
- Está bien... - Le respondo.
- Perfecto. - Me responde muy contento, luego coge su maleta y entra al baño de la habitación y yo solo suspiro para tratar de tranquilizarme y hacerle caso a Gregor.
Una vez que ya Christofer está listo, salimos a dar un paseo en una silla de ruedas por todo el jardín del hospital y aunque el lugar en donde estamos no me gusta mucho, su jardín es hermoso y me ayuda a pensar tranquilamente las palabras de Gregor con respecto a Christofer y sus supuestos sentimientos hacia mí.
- Qué tal si nos detenemos un momento. - Le digo a Christofer.
- Te parece que nos sentemos en esa banca que esta debajo de ese árbol?. - Me pregunta al señalar el sitio.
- Dónde quieras.
Al llegar, Christofer me ubica a un lado de la banca y luego él se sienta en ella al lado mío.
- Christofer...
- Dime.
- Te has enamorado mucho?. - Le pregunto, pero por la vergüenza no puedo mirarlo a los ojos.
- No, solo me he enamorado dos veces en mi vida. Todos los chismes que hay por ahí de mí, son falsos. - Me responde sin ningún titubeo y sin dejar de mirarme, lo sé por qué miro un poco de reojo.
- La primera vez que me enamoré, tenía casi diecisiete años y estaba por terminar la escuela... pero ella nunca supo mis sentimientos por ella por que murió y no tuve tiempo para decirle lo que sentía. - Me dice y yo me giro de inmediato completamente sorprendida por lo que me está diciendo.
- Lo siento...
- No te preocupes, es algo que me dolió y me dejo el corazón roto durante mucho tiempo, pero que he logrado superar gracias a ti.
- A mí?...
- Si a ti, porque nunca más me había logrado enamorar de nuevo de alguien hasta que llegaste tú. Por eso digo que me he enamorado dos veces.
- No entiendo... - Le digo algo confundida.
- Sé que cuando me enamoré por primera vez, era muy joven y también sé que muchas personas pueden poner en duda mis sentimientos por mi edad y decir que solo estaba confundido y que no podría saber lo que es realmente amar a alguien a esa edad, pero todos ellos se equivocan por completo, porque a pesar del tiempo y de que ella ya no esté en este mundo, mis sentimientos nunca dejaron de existir, ni se olvidaron, ni bajaron su intensidad. De hecho, nunca volví a sentir por nadie lo que sentí por ella, hasta que tú apareciste en mi vida.
Sé que tengo una fama horrible, pero no es cierta. Han sido chismes y rumores provocados por algunas rechazadas que lo hicieron por venganza y por Virginia, pero como nunca me intereso alguien seriamente, pues nunca me intereso arreglar mi reputación y demostrar que todos los chismes eran mentira. Tampoco voy a decir que soy un santo, porque no lo soy. Tuve ciertas citas por ahí por que intentaba rehacer mi vida amorosa como me lo aconsejaba Terry, mi abuela y mi madre, pero definitivamente había algo que me faltaba y que me impedía formar una relación formal con alguien. Lo más cerca que estuve de una relación formal, fue con una amiga con la que lo intente por seis meses, pero al final termine la relación por que no podía verla como la veía a ella. - Mientras Christofer se abre conmigo y me cuenta todas estas cosas, yo no puedo dejar de mirarlo totalmente sorprendida con mis ojos abiertos como platos en total silencio.
- Pero contigo es distinto, y antes de que digas algo que pueda poner en duda mis sentimientos hacia ti, voy a contestarte las preguntas que sé que estas por hacerme. Primero: Si, estoy enamorado de ti. Tenía un poco de miedo por decírtelo porque con ya solo decirte que me gustas, te estresaste y no me creíste al principio, pero parece que ahora lo estás asimilando y con lo que te estoy contando de mi vida y de mi pasado, ya no veo el caso de esconderte lo que realmente siento por ti. Segundo: Por supuesto que tengo muy claro lo que siento por ti, créeme que a estas alturas de mi vida, sé cómo me siento y lo que siento, y no estoy confundido. Tercero: Ya te dije lo que me enamoró totalmente de ti y como ahora sé que sientes algo por mí, que no te soy indiferente como hombre, estoy totalmente decidido a luchar por ti, a pelear por ti, a ir despacio porque yo no tengo prisa y a conquistarte poco a poco. - Me dice y luego sin dejar de mirarme, coge mi mano derecha y le da un beso.
- Estás loco... - Logro decir cuando comienzo a cerrar y abrir varias veces los ojos para reprimir las lágrimas de los ojos.
- Si, un poco la verdad. - Me responde con una enorme sonrisa.
- Estás dispuesto a tenerme paciencia?, yo no estoy acostumbrada a estas cosas y sí, soy un poco insegura y no... - Trato de seguir hablando, pero él me pone un dedo en los labios para que deje de hablar.
- A mí no me importa que no tengas experiencia ni nada de esas cosas, porque ya te dije que no tengo prisa y te prometo tenerte toda la paciencia del mundo.
Al mirarlo y ver cómo me sonríe, mi corazón se acelera y no puedo evitar sonrojarme ni mucho menos ponerme nerviosa.
- Bueno... te parece si nos empezamos a conocer de otra manera que no sea laboral?. – Digo, pero en voz algo baja.
- Me parece perfecto. Cuando te den de alta, podemos tener una cita. - Me dice al sonreír mucho más y al besar de nuevo mi mano que aún no la ha soltado.
- Está bien...
- Stefania... ahora soy yo, él que necesita saber algo y ya no me aguanto más, necesito preguntarte algo... - Me dice, pero de inmediato se pone serio y eso me deja preocupada.
- Pregúntame... - Le respondo algo nerviosa porque no sé qué me va a preguntar.
- Realmente... qué hay entre Gregor y tú?.
- Solo somos muy buenos amigos. De hecho, es el único amigo que tengo desde hace once años más o menos y aparte de eso, pues él trabaja para mi desde hace cinco años y nada más.
- mmm... es que ustedes se tienen demasiada confianza y eso me produce... - Christofer me intenta decir y yo no puedo evitar sonreír.
- Te pones celoso?.
- Si y mucho. - Me responde serio y mirándome de nuevo muy fijamente.
- No puedo creer que Gregor tuviera razón. - Comento y me rio.
- Gregor se había dado cuenta?.
- Si, me lo dijo y yo no le quise creer.
- mmm...
- No hay nada entre nosotros, no hay nada diferente a una amistad y voy a hacerle caso en algo que me dijo él el día de hoy, por lo tanto, voy a contarte algo que ya sabes, pero que no sabes con detalles. Así que préstame mucha atención porque no es nada fácil de decir ni de contar. - Le digo un poco nerviosa.
- Te escucho. - Me dice al cogerme las manos para darme valor porque por los gestos de mi cara, sabe que es algo delicado lo que le voy a contar y antes de comenzar con mi relato, me humedezco un poco los labios y trago saliva.