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Chapter 26 - CAPÍTULO 26: UNA INDISCRECIÓN.

- Vaya vaya, te volviste enfermero para calmar tu conciencia por no saber en donde dejas tus cosas. - Dice Joey al acercarse a nosotros y yo puedo ver como Christofer se tensa y ejerce un poco de fuerza en sus manos apretando a mi alrededor.

 

- No debería burlarse Joey, porque le debo mi vida a Christofer y al contrario de usted, él expuso su vida para ayudarme, para encontrarme. Así que sus comentarios sarcásticos están fuera de lugar. - Le digo muy seria y cuando veo que su risita de suficiencia se va deshaciendo de su rostro, me siento mucho mejor.

 

- Me deja perplejo su hijo señor Hazzard, la verdad es que no me parece para nada gracioso su comentario. - Le dice mi padre muy serio a Mark Hazzard.

 

- Creo firmemente que este tema no merece ningún tipo de broma, así que Joey... voy a pedirte que te disculpes con mi hijo. - Dice el señor Hoffman sin levantarse del sofá, pero mirando a su amigo Mark Hazzard por algunos segundos para después centrar su atención en Joey, fulminándolo con la mirada completamente serio.

 

- Joey, discúlpate con Christofer, ya... - Le dice su padre, saliéndole finalmente un poco de su autoritarismo, el cual se lo conozco mejor que nadie y el que tiene totalmente escondido bajo su antifaz de gran hombre y empresario, pero que esta vez no logra ocultar del todo y por su manera de hablarle a Joey, sé que está completamente enojado.

 

Joey se gira para observar a su padre y lo hace con los ojos completamente abiertos y muy sorprendido por la reacción de todos los presentes frente a sus burlas y por el enojo de su padre.

 

- Perdón... - Dice Joey en voz baja, completamente enojado y apretando los dientes.

 

- Ven... te llevo a tu habitación. - Me dice Christofer sin prestarle ninguna atención a Joey y a sus palabras.

 

- Si quiere señor Hoffman, yo la llevo. - Menciona Gregor.

 

- Es mejor que la lleve usted señor Holland, creo que Christofer ya la ha ayudado lo suficiente... - Dice Virginia muy seria y sin dejar de mirarme de una manera muy asesina.

 

- No, muchas gracias, dije que yo la llevaré y así lo haré porque no me importa hacerlo, es más... quiero hacerlo. - Les responde Christofer a los dos, pero la última parte la menciona mirando a Virginia muy serio, hasta con desprecio.

 

- Como guste. - Responde Gregor muy tranquilo y vuelve a tomar asiento en su lugar del sofá, yo solo miro a Virginia con una sonrisa ganadora y alzando mis hombros para decirle con ese gesto que ni modo, tiene que perder esta vez. Pero antes de que Christofer comenzara con nuestro camino hacia las escaleras, logro ver que en una esquina algo oscura, se encuentra observándonos el hombre que nos habíamos encontrado afuera de la casa hace unos momentos y que en este preciso momento, miraba a los Hazzard muy serio.

 

Este hombre ya lo había visto varias veces desde lejos cuando vivía con los Hazzard, pero nunca había estado tan cerca de él como para haber escuchado su voz antes y ahora que lo había hecho, no puedo evitar pensar mientras lo miro por un pequeño momento, en que su voz me resulta familiar, que la he escuchado en alguna parte y que esta me agobia, me intranquiliza y me produce escalofríos.

 

Como estoy completamente sumida en mis pensamientos, no me doy cuenta en qué momento llegamos a mi habitación.

 

- Estás bien?. - Me pregunta Christofer al ver que no lo suelto del cuello cuando él está intentando dejarme sentada en el borde de la cama.

 

- Si. - Es lo único que le digo al volver en sí, soltándome de inmediato de su cuello algo apenada.

 

- Voy a pedir que te suban algo de comer para que no te vaya a caer mal el medicamento, ya casi es hora de que te tomes la siguiente dosis. - Me dice mientras se arrodilla para que mi mirada y la suya queden al mismo nivel y para colocar un mechón de mi cabello detrás de mi oreja izquierda con mucha suavidad.

 

- Cómo supiste que no he cenado?. - Le pregunto sorprendida y algo avergonzada por lo que acaba de hacer con mi cabello.

 

- Bueno, en algo tiene razón el idiota de Joey... y es que soy tu enfermero ahora. - Me dice y yo no puedo evitar reírme de una manera algo nerviosa y para disimularlo, le doy un pequeño empujón en su pecho con una de mis manos en forma de broma por su comentario, a lo que él se ríe también. Mientras nos reímos, alguien llama a la puerta.

 

- Adelante. - Respondo.

 

- Stefania, me tome el atrevimiento de pedirte algo para cenar. - Me dice la señora Linda al entrar y detrás de ella, entran unas empleadas con unas bandejas llenas de comida y bebidas

 

- Te me adelantaste abuela. - Le dice Christofer al ponerse de pie y mientras lo hace, ingresa Dastan a mi habitación y se echa en mis piernas como un guardián.

 

- También traje comida para ti hijo, para que se acompañen y cenen juntos porque tú tampoco has comido nada en mucho tiempo. Por los demás no se preocupen, los disculparé con todos allá abajo y no te preocupes que Dastan ya comió. - Menciona Linda para al final, mirar de una manera algo extraña a su nieto.

 

- Gracias abuela. - Le dice Christofer con una sonrisa y yo también le doy las gracias.

 

- Te molestaría cenar conmigo?. - Me pregunta Christofer al señalar la comida puesta sobre la mesa de mi habitación.

 

- Claro que no. - Le respondo con una sonrisa.

 

- Los dejo, buen provecho y buenas noches. - Nos dice Linda y luego ella sale de la habitación rápidamente sin darnos la oportunidad de contestarle, dejándonos solos.

 

Yo me levanto de la cama y en cuanto veo que él intenta acercárseme, levanto un brazo para detenerlo.

 

- Ceno contigo, si me dejas caminar de acá hasta la mesa. - Le digo y él se ríe.

 

- Por supuesto. - Me responde muy divertido.

 

Doy unos cuantos pasos y llego a la mesa, él corre la silla para ayudarme a sentar por cortesía y porque es un completo caballero en todo el sentido de la palabra, luego él se acomoda en su asiento, brindamos muy sonrientes los dos y comenzamos a comer la lasaña de pollo con muchas ganas.

 

- Cómo te has sentido hoy?. - Me pregunta Christofer al comer.

 

- Bien. - Respondo y él se me queda mirando.

 

- Enserio. - Le vuelvo a decir.

 

- Está bien, creeré en tu palabra. - Me dice mientras me observa algo divertido y yo como algo más de mi lasaña que está realmente deliciosa.

 

- Tú padre se ve que es un gran hombre y es bastante agradable, también puedo ver que ustedes dos se llevan muy bien y se quieren mucho. - Me dice mientras bebe algo de vino.

 

- Si, él es mi adoración, lo único que tengo en la vida. - Le respondo y luego yo también bebo del contenido de mi vaso que es de jugo.

 

- Cómo me gustaría tener una relación así con mi padre. - Me comenta mientras mira a través del ventanal de mi habitación.

 

- Sé que tu padre te quiere, hoy te defendió de Joey. - Le digo sin poder evitar estirar mi mano derecha hacia su mano izquierda.

 

- Lo sé y también me sorprendió su actitud de hoy. - Me responde al mirar mi mano sobre la suya, para luego hacer un movimiento y comenzar a jugar con mis dedos entre los suyos.

 

De repente, Dastan se acerca a mí con el frasco de pastillas en la boca, haciendo que el sonido que produce este por su contenido nos interrumpa. Dastan se sienta a mi lado y al segundo siguiente, la alarma de mi celular suena, indicándome que es la hora de tomarme la medicina.

 

- Gracias. - Le digo al quitarle el frasco de pastillas de la boca, para luego acariciarle la cabeza. Luego él se echa de nuevo a mi lado cuando trae un juguete para pasar el rato.

 

- Qué perro tan inteligente. - Comenta Christofer al mirarlo jugar con su juguete a mi lado.

 

- Si lo es. - Le digo mientras abro el frasco y saco una pastilla para pasármela por la garganta con un poco de jugo.

 

- Cómo sabe que medicamento... - Intenta preguntarme sin dejar de mirar a Dastan.

 

- Bueno... fue un entrenamiento arduo al que fue sometido para que pudiera ser mi perro de terapia. - Le respondo y al momento siguiente me arrepiento por lo que acabo de decir.

 

- Cómo que tú perro de terapia?. - Me vuelve a pregunta Christofer, pero esta vez muy interesado.

 

- Es una historia algo larga, algún día que tengamos más tiempo te la contaré. - Es lo único que digo al tratar de minimizar y de no mostrar importancia por el tema.

 

- Bueno... no tengo nada urgente que hacer. - Me dice mostrando más interés que antes y yo solo puedo pensar que acabo de cometer una indiscreción muy grande.

 

- Stef... es hora de tu medicina... - Dice Gregor al entrar a mi habitación sin tocar y de una manera algo repentina, algo que agradecí internamente.

 

- mmm perdón, pensé que estabas solamente con Dastan. - Dice al vernos.

 

- Si, me la acabo de tomar, gracias Gregor por estar pendiente.

 

- Bueno... me voy, gracias por cenar conmigo y espero poder seguir después nuestra conversación que quedó en un punto bastante interesante. - Me dice Christofer al levantarse de la mesa.

 

- mmm si, otro día continuamos...

 

- Que descanses, buenas noches. - Dice al acercarse a mí y darme un beso en la mejilla.

 

- Hasta mañana Christofer y gracias por estar al pendiente de mí. - Le digo con una sonrisa.

 

- Siempre, buenas noches señor Holland. - Menciona al dirigirse hacia la puerta.

 

- Buenas noches, señor Hoffman.

 

En el momento siguiente, Christofer sale de la habitación sin decir nada más, cerrando la puerta al salir.

 

- De verdad lo siento, no sabía que él estaba contigo. - Me dice Gregor algo apenado.

 

- No sabes de la que me acabes de salvar. - Le digo para finalmente soltar un enorme suspiro.

 

- De qué estás hablando?. - Me pregunta algo confundido esta vez.

 

- Que cometí una indiscreción y por poco hablo demás. - Le digo algo seria y preocupada.

 

- A ver, cuéntame para poder entender. - Me dice Gregor al tomar asiento para que le cuente todo.

 

Me toma unos minutos contarle lo que estuve a punto de decirle a Christofer en medio de la conversación que estaba teniendo con él en la cena.

 

- Pensé que era algo peor, no tiene nada de malo que sepa cierta parte de tu accidente, muchas personas tienen este tipo de sucesos y no creo que se te vaya a ocurrir contarle todo con lujos de detalles, o si?.

 

- No, claro que no. Es solo que no quiero que crea que soy una persona traumada y loca...

 

- Si es verdad lo que sospecho, no creo que él pueda pensar eso de ti. De hecho, creo que nunca podría ni pasársele esos pensamientos por su mente.

 

- A qué te refieres?. - Le pregunto muy confundida.

 

- Nada, no me hagas caso... - Me dice sonriéndome.